CASAS REFUGIO

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CASAS REFUGIO

para Mujeres VĂ­ctimas de Violencia Intrafamiliar: Un complejo sistema de comunidad e intimidad Vanessa DurĂĄn Sanabria


TESINA MASTER LABORATORIO DE LA VIVIENDA DEL SIGLO XXI, Fundación UPC Directores: Josep María Montaner y Zaida Muxí Tutora: Zaida Muxí Abril 2011 Ilustración portada: Alejandro Milà


V a n e s s a D u r á n S a n a b r i a / Master Laboratorio de la Vivienda del Siglo XXI

AGRADECIMIENTOS A las arquitectas Lidewij Tummers, Minke Wagenaar y Zaida Muxí. A mi familia y amigos por su apoyo durante la elaboración de este trabajo. DEDICATORIA A Ana Cecilia Sanabria por siempre haber sido un ejemplo de mujer a seguir.


CASAS REFUGIO PARA MUJERES VÍCTIMAS DE VIOLENCIA INTRAFAMILIAR

INDICE CONSIDERACIONES PREVIAS PROBLEMÁTICA

I PARTE _

LA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR COMO PROBLEMÁTICA SOCIAL Consecuencias y Respuestas

ESTADO DE LA CUESTIÓN

II PARTE _

LAS CASAS REFUGIO

Desde sus raíces hasta la actualidad

ESTUDIO DE CASOS

III PARTE _

EL MUNDO DE LAS CASAS

Su diseño a partir de la experiencia

BIBLIOGRAFÍA ANEXOS


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LA VIOLENCIA DOMÉSTICA A. LA CONCEPCIÓN SOCIAL DEL HÁBITAT Y LA VIOLENCIA

B. RESPUESTAS A LA AGRESIÓN

01. La casa como espacio de vida 02. La mujer y su espacio social 03. El hábitat y la violencia

01 Movimientos e Iniciativas 02. Hacia un espacio doméstico integrador

LOS ESPACIOS DE GÉNERO URBANOS A. LAS CASAS REFUGIO COMO RESPUESTA A LA VIOLENCIA

A. RELACIONÁNDOSE CON EL MUNDO EXTERIOR

B. EL MUNDO INTERIOR

POR ÚLTIMO

32 33 43

48

01. Sus antecedentes 02. Visión

B. VIVIENDO EN UNA CASA REFUGIO

16 17 19 27

01. Su Significado 02. La vida cotidiana y sus requerimientos 03. A modo de síntesis

01. El Lugar 02. Situaciones de Construcción

01. El espacio de una casa 02. El espacio de atención 03. El espacio de vida 04. La vida cotidiana de las mujeres y sus hijos

54 55 65 68 69 72 99 100 101 109 118 119 128 132 140 152 155 161


CASAS REFUGIO PARA MUJERES VÍCTIMAS DE VIOLENCIA INTRAFAMILIAR

CONSIDERACIONES PREVIAS

Debido a que las casas refugio brindan albergue temporal a las mujeres víctimas de violencia intrafamiliar y a sus hijos, requieren un alto grado de seguridad para garantizar la protección de la mujer albergada ante el hombre agresor. Por lo tanto, vivir dentro de estas casas implica aislamiento del exterior, el interior de estas se convierte en un mundo paralelo habitado por un grupo de mujeres desconocidas entre sí, pero unidas por el deseo de rehacer sus vidas. Estas instituciones realmente constituyen una herramienta para que sus habitantes reencuentren el espacio perdido, mediante una convivencia constante basada en el intercambio de experiencias y el apoyo mutuo. Una casa refugio es un espacio de reconstrucción de una nueva vida. No es solamente un albergue temporal; es un lugar sin dirección que funciona como un complejo sistema de comunidad y privacidad. El presente trabajo estudia las casas refugio para mujeres víctimas de violencia intrafamiliar como modelo terapéutico de inclusión social, enfocándose en la arquitectura de estas como herramienta de reeducación, para con esto generar una serie de consideraciones previas (criterios) que sirvan para abrir futuras líneas de investigación.

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La iniciativa de indagar acerca de las casas refugio ha surgido durante el taller de vivienda de inclusión social del master Laboratorio de la Vivienda del Siglo XXI, en el cual se introdujo el tema de los refugios temporales para mujeres víctimas de violencia intrafamiliar. A raíz de este trabajo, se descubrió la complejidad de la convivencia en el espacio doméstico -el cual se ha caracterizado por la presencia de agresión-con personas en la misma situación. Además, se vislumbró la importancia de la arquitectura como herramienta de reeducación y apoyo terapéutico para estas mujeres. A partir de estas dos observaciones, ha surgido la interrogante que ha dado origen a esta investigación: ¿cuál es el escenario “ideal” para la rehabilitación de la mujer víctima de violencia intrafamiliar y su familia? Para encontrar la respuesta a este cuestionamiento, se deben considerar las causas, la influencia del espacio físico del hogar en la violencia doméstica, los aspectos en los cuales radica el problema, las condiciones de ese espacio de opresión y la manera en que afecta a la mujer agredida y a su familia. Por esto razón, la primera parte de la investigación se enfoca en el origen de la violencia intrafamiliar y sus consecuencias desde la perspectiva del habitar, con el objetivo de encontrar una respuesta integral y reflexionar sobre el papel que juega la casa refugio ante esta situación. El segundo apartado constituye el estado de la cuestión y expone la situación concreta de las casas refugio y el significado de habitar en ellas. Se parte de un marco histórico que indaga sus orígenes arquitectónicos e ideológicos de estas, con el objetivo de comprender la vida interior y las necesidades de las mujeres ingresadas en estos centros. De esta manera, se establecen los requerimientos desde una perspectiva antropológica y no arquitectónica, en los que se basa la parte final. La tercera y última parte del trabajo brinda una serie de ideas desde la arquitectura, que contribuyen a encontrar respuesta a las necesidades generadas en el capítulo anterior, a partir de la experiencia de los distintos casos de estudio. Por lo tanto, será por medio de estos estudios que surjan las premisas de una serie de soluciones y variables generadas desde la perspectiva del habitar en una institución de esta índole, para que una vez leídas las páginas siguientes, el lector pueda darse una idea global de lo que significa vivir dentro de una casa y las consideraciones previas que debe tomar en cuenta para dar solución a la complejidad que involucra estos proyectos.

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CASAS REFUGIO PARA MUJERES VÍCTIMAS DE VIOLENCIA INTRAFAMILIAR


V a n e s s a D u r รก n S a n a b r i a / Master Laboratorio de la Vivienda del Siglo XXI

I PARTE

LA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR COMO PROBLEMร TICA SOCIAL CONSECUENCIAS Y RESPUESTAS

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CASAS REFUGIO PARA MUJERES VÍCTIMAS DE VIOLENCIA INTRAFAMILIAR

LA VIOLENCIA DOMÉSTICA

FUENTE: http://tumente.wordpress. com/2008/05/21/violenciaintrafamiliar/ marzo del 2011

FUENTE: www.clubcordobajoven. com/beneficio/denuncia-laviolencia-familiar/ marzo del 2011

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La violencia consiste en un comportamiento deliberado, común en la naturaleza humana, que responde a múltiples causas dependientes de normas sociales, y genera daños tanto físicos como psicológicos en sus víctimas.

La violencia intrafamiliar, también llamada violencia doméstica, ocurre sin importar el estrato socio-económico, religión o etnia, y la mujer junto con los niños se convierten en la víctima principal de esta. Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Población [1], a pesar de los grandes cambios experimentados durante el siglo XX, la violencia contra las mujeres en el ámbito doméstico constituye un problema común en las culturas de todo el mundo. En su informe del año 2000, se afirma que una de cada tres mujeres en el mundo ha sido golpeada, forzada a tener relaciones sexuales o maltratada de alguna manera a lo largo de su vida, y que en la mayoría de los casos, la agresión ha sido causada por alguna persona próxima [2]. Esta clase de violencia es una situación más que común en los países en desarrollo. Kiersten Johnson y Sunita Kishor [3] realizan un informe basado en datos de encuestas demográficas y de salud para mujeres de Colombia, República Dominicana, Egipto, Haití, la India, Nicaragua, Perú y Zambia. Según sus resultados, el 48% de las mujeres entrevistadas en Zambia habían sido víctimas de violencia intrafamiliar, cifra similar a Colombia con un 44%; mientras que en Camboya fue el 18%, y en la India, el 19%. En total, más de una de cada seis mujeres casadas indicaron haber sido empujadas, sacudidas, abofeteadas o agredidas; y al menos una de cada diez había sido amenazada o humillada en público por su pareja. De acuerdo con María del Mar de la Peña [4], entre la cuarta parte y la mitad de las mujeres europeas son o van a ser víctimas de violencia por parte de su compañero. En los países de la Unión Europea anteriores a la ampliación actual, las muertes de mujeres por violencia intrafamiliar eran de 600 por año, siendo utilizada como armas prioritarias las blancas, seguidas por las armas de fuego, la fuerza bruta y la estrangulación.

[1] Fondo de las Naciones

Unidas para la Población, Informe del Estado de la Población Mundial, 2000.

[2] Ver GRÁFICO I.1. [3] Kiersten Johnson y

Sunita Kishor, Profiling Domestic Violence: A Multi-Country Study, 2004.

I PA RT E _ LA V I LE N CI A I NT R AFAM I LI AR COMO PR OB LE M ÁTI C A S OCI AL

Cada casa es un mundo desconocido para los que no la habitan. La vida en el interior de un hogar resulta accesible únicamente para los que viven en él. Puede encerrar secretos y claramente convertirse en testigo mudo de vidas marcadas por la violencia intrafamiliar.

La Violencia Doméstica La violencia intrafamiliar en el mundo

Es común enterarse de casos de crímenes y agresiones. Se han visto en la vida cotidianamente, anunciados en los medios de comunicación y en la calle, en lo público y social, en los lugares de todos. Pero, si esto sucede a los ojos públicos, entonces, ¿qué puede ocurrir en los lugares donde se está a la vista de pocos, en el espacio privado al que solamente accesa el agresor y el violentado?, ¿qué puede esconderse en ese sitio personal e íntimo, el que llamamos hogar?

[4]

María del Mar de la Peña, Mujeres Maltratadas. Casas de Acogida en Galicia, 2004.

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CASAS REFUGIO PARA MUJERES VÍCTIMAS DE VIOLENCIA INTRAFAMILIAR

[5]

José Sanmartín, “II Informe Internacional. Violencia contra la Mujer en las Relaciones de Pareja. Estadísticas y Legislación”, 2006.

[6] Ver GRÁFICO I.2. [7] Rosa Patró y Rosa María Limiñana. “Víctimas de Violencia Familiar: Consecuencias Psicológicas en Hijos de Mujeres Maltratadas”, 2005.

[8] Ver GRÁFICO I.3. [9] Isis Internacional. “Ni

una muerte más. Voces contra el Femicidio”, 2001.

[10] Ibid. [11] Ver GRÁFICO I.4.

[12] Ver CUADRO I.5.

De la Peña argumenta que contrariamente a la creencia popular de que los países de la cuenca mediterránea son los que presentan mayor cantidad de femicidios en manos de sus parejas, Andorra, España, Italia o Portugal han sido los de menor incidencia de casos. Esto se ha corroborado en el informe realizado por el Centro Reina Sofía [5], el cual afirma que los estados con tasas de asesinatos por violencia doméstica más elevadas son: Hungría (16,15), Luxemburgo (13,16), Eslovenia (11,82), Finlandia (9,73), Croacia (7,41) y Suiza (7,09). [6] Rosa Patró y Rosa María Limiñana (2003) [7], mediante su estudio sobre violencia intrafamiliar aseguran que en España el 85% de los hijos de mujeres agredidas en sus hogares han sido testigos directos de la violencia, y en el 66,6% de los casos ellos también fueron víctimas del maltrato tanto físico como psicológico. Con respecto a los casos de muerte no-naturales, el causado por violencia doméstica representa el segundo lugar en Holanda. Según el Reporte de Violencia Doméstica del Ministerio de Justicia realizado en agosto de 2008, se reportan 63 mil casos de crímenes domésticos al año, lo cual representa aproximadamente el 12% de los casos totales reales. Un informe oficial de Estados Unidos de América del año 2002 menciona que en este país se reporta un promedio de 700 mil casos de mujeres violadas por año y una golpeada cada 15 segundos. Según el Centro Reina Sofía, la sociedad estadounidense es la que presenta mayor prevalencia de femicidios domésticos en el continente americano. [8] Según las cifras ofrecidas por el Servicio Médico Forense (SEMFO) [9] de México, entre1993 y 1997el 48% de los 48 mil asesinatos contra mujeres en este país han sido causa de la violencia intrafamiliar (una de cada tres víctimas poseía rastro de lesiones anteriores). De estos casos, el 26% ocurrieron en la casa y el 87% fueron propiciados por hombres conocidos. En Costa Rica, según Ana Carcedo y Montserrat Sagot [10], la causa más frecuente de los homicidios de mujeres durante la década de los años noventa fue la violencia por parte de sus parejas (violencia doméstica, violencia sexual y los “problemas pasionales”) [11]. Para el año 2000, se dieron aproximadamente 23 casos de mujeres víctimas por estas causas. Así pues, es claro que estas cifras son alarmantes. Lo anterior evidencia que aunque actualmente se vive un cambio general sobre la visión de la mujer y su rol social, la violencia en el ámbito doméstico sigue estando muy presente [12].

12


El papel del hombre agresor prevalece, y la mujer sigue siendo su principal víctima, pero ¿por qué se ha dado?, ¿cuáles son sus causas?, ¿cómo influye el espacio en fomentar o permitir la violencia doméstica?, y ¿de qué manera se ve afectado el espacio doméstico cuando es escenario de violencia? Además, es sabido que la violencia constituye una de las principales problemáticas vividas a nivel mundial; pero entonces, ¿cómo ha reaccionado el mundo ante esta forma de violencia?, ¿cuáles respuestas se han propuesto y cuáles han sido sus alcances? y, principalmente, ¿cuál de ellas actualmente es la que responde como alternativa de valor integral para la recuperación de las mujeres víctimas?

3

15,71 24

Luxemburgo

14,81 53

País

Puerto Rico

12,09 23 10,32

Hungría Finlandia

8,31 8,20 12 7,80

Estados Unidos Croacia Costa Rica

1.037

16

6,57

21 2 13

Suiza

6,17 5,85

5 10 72

Chipre Dinamarca

5,69 5,33

Eslovenia Noruega

5,27

Canada

94

3,93 3,77

4

3,68

Panama

3,42

Suecia

64

65 13

Colombia Reino Unido

3,61

España

2,38

133 4

1,70 0,00

0 0 0

0,00 0,00

Japón

El Salvador Andorra Islandia Malta

FUENTE DATOS: II Informe Internacional sobre la Violencia contra la Mujer en las Relaciones de Pareja, realizado por el Centro Reina Sofía. GRÁFICO: Elaboración propia

I PA RT E _ LA V I LE N CI A I NT R AFAM I LI AR C OMO P R OB LE M ÁTI C A S OCI AL

Prevalencia (por millón)

Incidencia (nº casos)

La Violencia Doméstica La violencia intrafamiliar en el mundo

GRÁFICO I.1: Ranking de países por femicidio cometidos por pareja

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CASAS REFUGIO PARA MUJERES VÍCTIMAS DE VIOLENCIA INTRAFAMILIAR

GRÁFICO I.2: Ranking de países europeos según tasa de mujeres asesinadas en el ámbito doméstico. Prevalencia (por millón)

Incidencia (nº casos) 83

16,15

Hungría

13,16

3

12

País

Luxemburgo

11,82 26 9,73

Eslovenia Finlandia

7,41 7,09 18 6,46

Croacia Suiza Eslovaquia

17 27

6,32

17 14

23 210

Rumania Noruega

5,49 5,02

Austria Alemania

4,89

2

128 124

FUENTE DATOS: II Informe Internacional sobre la Violencia contra la Mujer en las Relaciones de Pareja, realizado por el Centro Reina Sofía. GRÁFICO: Elaboración propia

Dinamarca

6,16 6,09

69

84 16

Chipre

4,26 4,24

Reino Unido Italia

3,91

3,53 7 0 0 0

España 8,87

0,00 0,00 0,00

Suecia

Holanda Andorra Islandia Malta

GRÁFICO I.4: Homicios de mujeres según movil en Costa Rica, 1999 Prevalencia (%)

Incidencia (nº casos) 13

38,24 6

17,65 4 4

FUENTE DATOS: II Informe Internacional sobre la Violencia contra la Mujer en las Relaciones de Pareja, realizado por el Centro Reina Sofía. GRÁFICO: Elaboración propia

violencia intrafamiliar 11,76 11,76 2

5

Total

14

34

Causa

14,71

100,00

“problemas pasionales”

5,88

robo rencillas personales riña otros


GRÁFICO I.3: Femicidios domésticos en América Latina Prevalencia (por millón)

6,01

8,20 5,91

9 1.448

9,90

0 210

Costa Rica México

2,87

154

5,02

0.00

18 12

Chipre Dinamarca

6,45

Eslovenia España

26

Eslovaquia

6,46 84

3,91

9,73

0,87

7 83

16,15 0 124 3

13,16

4,24 0

14

6,09 4,26 6,16

128 69

16 27

7,09

EUROPA

Alemania

4,89 6,32

2 17

Panamá Estados Unidos Andorra Austria Croacia

5,49 7,41 23

17

AMERICA

Colombia

3,05

71 18

País

Canadá

La Violencia Doméstica La violencia intrafamiliar en el mundo

99

3,53

Finlandia Holanda Hungría

0,00

Islandia

0,00

Malta

Italia Luxemburgo Noruega

Reino Unido Rumania Suecia Suiza

FUENTE DATOS: II Informe Internacional sobre la Violencia contra la Mujer en las Relaciones de Pareja, realizado por el Centro Reina Sofía. GRÁFICO: Elaboración propia

I PA RT E _ LA V I LE N CI A I NT R AFAM I LI AR COMO PR OB LE M ÁTI C A S OCI AL

Incidencia (nº casos)

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A. LA CONCEPCIÓN SOCIAL DEL HÁBITAT Y LA VIOLENCIA

[13]

Teresa Azcárate, “Mujeres buscando escenas y espacios propios”, 1995.

La palabra “hábitat” proviene del latín habitatio que significa habitación o vivienda. No obstante, este concepto no solo se refiere al espacio propio de vivienda, sino a la relación entre el medio construido y sus habitantes, articula lo individual con lo colectivo, y por lo tanto forma la base en la concepción social del espacio privado y el público. [13] Sus pautas se basan en criterios determinados por su contexto histórico (vigentes para ese momento específico y transformados según los cambios sociales), en el cual las relaciones de género forman parte indiscutible. Por lo tanto, a partir del concepto de hábitat, se pretende reflexionar sobre cómo las relaciones entre lo femenino y lo masculino influyen en el espacio social, enfocándose en el espacio doméstico, y por ende comprender las situaciones de exclusión-inclusión y libertad-reclusión que se da entre géneros, para finalmente entender cómo estos factores pueden afectan la violencia intrafamiliar y sus víctimas.

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SU SIGNIFICADO

[14] Geertje van Os, “Het huis ontvlucht” en Wagenaar, Minke. Van Huis en Haard, 2008, pp.12-25.

Los seres humanos necesitan un sitio donde vivir, tener un lugar propio, un sitio al cual poder llamarle “hogar”. La vivienda, también llamada casa o morada, es el espacio físico símbolo de este lugar propio para habitar. Es el espacio privado, propiedad y refugio que nos protege del mundo exterior, en donde se desarrolla la vida doméstica, y se define el individuo ante otras personas y el entorno, convirtiéndose en uno de los pilares fundamentales de la construcción de la identidad. Normalmente no se piensa conscientemente en el espacio doméstico, pero al ahondar en los recuerdos, se hace evidente que la vivencia en las casas contribuye sustancialmente a la formación de la personalidad. La casa de la infancia es el primer universo que cada ser humano experimenta, y donde se aprende a determinar y comprender el espacio, para después entenderlo en un universo más grande. Para Michelle Perrot [15], la casa es el teatro de la vida privada y de los aprendizajes más personales, un ambiente obligado de los recuerdos de la niñez, el lugar de una memoria fundamental que nuestra imaginación habita para siempre. Su valor es mucho más que su mundo interior y lo que pasa en él, es la representación del propio ser del individuo; es el símbolo del espacio personal, limitado y protegido del exterior, el cual garantiza la privacidad y seguridad que se necesita. Por esta razón, los espacios vastos dentro de las viviendas pueden resultar alarmantes, al impedir el contacto mutuo y desfavorecer la protección que se desea. A la hora de dormir, por ejemplo, se prefiere hacerlo en ambientes protegidos y aislados que garanticen mayor privacidad y una atmósfera de intimidad. Esta necesidad de resguardo se puede extender de igual manera a la habitación y más allá, al concepto del “hogar” en sí.

[15]

Michelle Perrot, “Formas de Habitación”, 1992.

I PA RT E _ LA V I LE N CI A I NT R AFAM I LI AR COMO PR OB LE M ÁTI C A S OCI AL

Desde nuestra casa se veía el mundo, es nuestro centro, el punto del que partimos y al que volveremos. Cada casa nos protege del mundo, y de lo que nos amenaza. La casa es como una pequeña porción del mundo exterior, que nos acoge, nos protege, y es nuestro espacio personal. Pero la casa no es solo para protegernos del exterior, sino también el poseer una casa es aceptar que tenemos nuestro lugar en el mundo. [14]

A. Concepción social del Hábitat y la Violencia / 1. La casa como espacio de vida / El significado social del hábitat y lo femenino

01. LA CASA COMO ESPACIO DE VIDA

De la misma forma, existe otra necesidad imprescindible para que una persona se sienta segura en su hábitat: resulta necesario hacerlo “suyo”, apropiándolo independientemente del tiempo que se habite.

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“Dado que aquello que llamamos género es una construcción social y cultural que asigna roles y responsabilidades - al tiempo que fija límites - el espacio en que desarrollamos nuestras vidas está organizado para albergar estas diferencias impuestas. La escenificación y puesta en práctica de roles tiene dos espacios primordiales: la casa y la ciudad”. [35]

De este modo, la arquitectura cuenta historias, constituye un reflejo de la sociedad que relata la organización social, la masculinidad y la feminidad en la ciudad, reflejada en el espacio público y en la vivienda.

[35]

Zaida Muxí, Urbanismo y Género. El papel de las mujeres en la configuración de la ciudad, 2008, p6

Ahora bien, partiendo de que la relación entre géneros aún sigue siendo desigual y que como producto de esto nace la violencia intrafamiliar, surgen las siguientes interrogantes ¿cómo influyen la ciudad y la arquitectura en esta clase de violencia?, ¿qué factores espaciales han favorecido a la permanencia de la violencia en el ámbito doméstico?, ¿de qué manera se violenta el espacio doméstico? Para Teresa Azcárate:

“las relaciones sociales existentes entre varones y mujeres, llamadas de género, influyen activamente en la configuración de los espacios, así como en los usos, recorridos y comportamientos que en ellos se suceden. Y nos ayudan a visualizar las relaciones de género como relaciones de poder, de dominación de los hombres, subordinando a las mujeres”. [36]

LA RELACIÓN ENTRE LO PÚBLICO - PRIVADO Y LA VIOLENCIA La relación entre el espacio privado y la ciudad surge a partir de la construcción del espacio público. A través de la historia, el espacio público y el espacio privado han estado estrechamente relacionados, complementándose y dependiendo entre sí, a tal punto que uno existe por el otro. [37] Ahora bien, se habla de espacio privado refiriéndose a lo particular y personal, y de espacio público cuando alude a lo colectivo, al lugar donde todos tienen derecho a circular. Esto no relaciona necesariamente al espacio público con lo exterior, ni al privado con lo interior. Lo público puede situarse dentro de los muros de un edificio; lo privado, en una atmósfera de intimidad en el exterior.

[36] Teresa Azcárate, Op. Cit, p79.

[37] Minke Wagennar,

I PA RT E _ LA V I LE N CI A I NT R AFAM I LI AR COMO PR OB LE M ÁTI C A S OCI AL

A. Concepción social del Hábitat y la Violencia / 3. El hábitat y la violencia / La relación entre el espacio público y el privado, y su conexión con la violencia

03. EL HÁBITAT Y LA VIOLENCIA

Van Huis en Haard, 2008.

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B. RESPUESTAS A LA AGRESIÓN

Se sabe, según lo estudiado en el capítulo anterior, que el enfrentamiento de esta problemática no ha sido fácil; ha requerido de un cambio de conciencia social que contradiga estas raíces tan arraigadas en nuestras costumbres. Este intento de cambio ha involucrado luchas intensas y movimientos por parte de la sociedad y cambios legislativos que reestructuren las bases sociales. Todo esto con el único fin de lograr la igualdad entre hombre y mujer. Partiendo de lo anterior, esta parte de la investigación tiene como objetivo estudiar, de manera más concreta, las diferentes respuestas que las organizaciones no gubernamentales y los organismos internacionales han dado ante la situación de desigualdad de géneros y la violencia intrafamiliar, para con esto, estimar cuál de ellas es la que responde de una manera más integral al perfil de una mujer víctima de agresión doméstica.

32


“Nosotras mismas hemos tenido que sacudirnos de culpas milenarias para poder afirmar que tenemos derecho a vivir libres de violencia, que nada justifica la agresión, que la felicidad es posible y la merecemos. (…) A quienes tuvimos la osadía de pensar y hablar de estos términos se nos tachó de egoístas, de mezquinas, y hasta de agresoras contra los hombres, tal era la aceptación social de las prácticas masculinas violentadoras de nuestros cuerpos, nuestras mentes, nuestra sexualidad, nuestras vidas, en fin, de nosotras. Parecía, -y de hecho así operaba-, que fueran ellos los que tuvieran el derecho a maltratarnos” [46]

CONCEPTUALIZACIÓN

[46] Ana Carcedo, Op. Cit, p3.

Para la lucha contra esta posición desigual entre sexos fue imprescindible visibilizar la existencia de la violencia contra la mujer, como iniciativa que abarca un proceso largo y complicado. Para esto, como primer paso, se requirió conceptualizarla, dándole nombre a las diferentes formas de manifestación a medida que se iban identificando. Estas acciones fueron impulsadas, principalmente, por los movimientos feministas a nivel mundial de finales de los años setenta. Estos incorporan en sus programas de trabajo el tema de las “mujeres maltratadas” [47] y se preocupan por denunciar públicamente la agresión, formulando demandas y medidas prácticas para enfrentar las múltiples formas de maltrato. Gracias a estos organismos no gubernamentales se logra identificar, aclarar y diferenciar los siguientes términos:

Violencia de género: Consiste en una manifestación violenta ejercida de un sexo hacia el otro, afirmando que tanto hombres como mujeres la viven, ejercen y sufren. El término abarca la agresión del hombre hacia la mujer, la de la mujer hacia el hombre y la agresión de hombres contra hombres. Por lo que, según esta definición, el hombre es víctima por el hecho de ser socialmente educado como un ser violento.

[47] Definición utilizada

por movimientos feministas de Estados Unidos de América y Europa durante los años setenta.

I PA RT E _ LA V I LE N CI A I NT R AFAM I LI AR COMO PR OB LE M ÁTI C A S OCI AL

B. Respuestas a la Agresión / 1. Movimientos e iniciativas / Conceptualización de los diferentes tipos de violencia

01. MOVIMIENTOS E INICIATIVAS

Entonces, bajo esta concepción de género, se olvida que las diferentes formas de violencia son totalmente asimétricas y que no tienen el mismo origen ni comparten dinámicas, carácter o consecuencias. Además, oculta que la violencia contra las mujeres no solamente es consecuencia de aprendizajes violentos, sino también de la estructura de poder desigual entre hombres y mujeres que coloca a la mujer en una posición discriminada considerándola como la responsable del desequilibro real entre géneros.

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V a n e s s a D u r รก n S a n a b r i a / Master Laboratorio de la Vivienda del Siglo XXI

II PARTE

LAS CASAS REFUGIO DESDE SUS RAร CES HASTA LA ACTUALIDAD

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LOS ESPACIOS DE GÉNERO URBANOS Es una realidad que las mujeres siempre han estado presentes en la vida de las ciudades. Se han encontrado en los espacios públicos, en los mercados vendiendo o comprando, en la calle trasladándose para trabajar, para hacer alguna diligencia o acompañando a sus hijos, o bien, participando tanto en actividades civiles como religiosas. A pesar de esto, en el pasado se han visto desdibujadas, se ha querido invisibilizarlas de la vida pública aunque siempre estuvieran allí. El papel de las mujeres en la urbe se ha relacionado con actividades de cobijo, tanto del cuido de sus hijos como del hogar, así como también de bien social. Ellas incorporan una visión solidaria de la vida pública, que no solo abarca sus propias necesidades, sino también las del sector más vulnerable de la sociedad. Isabela Velázquez en “Una mirada atrás: mujeres en el urbanismo y en la construcción de la ciudad” habla sobre esto, y dice que:

[1]

AA.VV, Urbanismo y Género, una Visión Necesaria para Todos, 2006, p185.

[2] Ibid, pp.199-208.

“Excluidas del poder, minusvaloradas durante siglos, relegadas al hogar o al convento, las mujeres desde muy pronto caracterizan su presencia en la ciudad con un planteamiento muy crítico sobre su funcionamiento.” [1]

Según Velázquez, el activismo femenino en la ciudad se ha centrado en mejorar las condiciones de la vida cotidiana del pueblo, independientemente de las “banderas o ideologías” bajo las que actúen. La visión comunitaria femenina basada en la calidad de la vida cotidiana, es la que permite la aparición de los “espacios urbanos de género”. Estos, de acuerdo con Daphne Spain [2], son lugares híbridos que no son hogares, ni escuelas, ni lugares de trabajo, pero desempeñan algunas de estas funciones o todas juntas, y cuya forma depende de las circunstancias históricas y culturales. Los espacios urbanos de género son sitios que se encuentran en el umbral entre lo público y lo privado. Cumplen funciones indispensables y fomentan la participación en el sector público, admitiendo a las mujeres como personas independientes fuera del hogar, incluso, autosuficientes económicamente.

48


En un principio, las beguinas fueron llamadas así despectivamente, pero poco a poco se incorporaron en la acción social de las ciudades, por lo que lograron una independencia económica y seguridad, que de otra forma habría sido imposible en la cultura medieval. El beguinaje, en su mayoría, se encontraba al final de las ciudades amuralladas. Podía tratarse de un solo edificio, pero también podían ser varios edificios organizados alrededor de un patio. Aunque existía la posibilidad de que se hallara rodeado por muros, siempre estaba abierto a la comunidad mediante numerosos servicios.

Los Espacios de Género Urbanos Hitos importantes de espacios generados por la visión comunitaria femenina en el ámbito urbano

Daphne Spain en su ensayo “La importancia de los espacios urbanos de género en el ámbito público”, analiza tres hitos trascendentales, con tiempos y contextos diferentes entre sí. El primero es el beguinaje, desarrollado en las ciudades medievales de los Países Bajos (zonas de Alemania, Bélgica, Holanda y Francia, del siglo XIII al XV), por un grupo de mujeres conocidas como beguinas. Ellas fueron mujeres “híbridas” que trabajaban como profesoras, enfermeras y obreras de la industria textil, se trasladaban dentro de la ciudad para ejercer actividades que se encontraban entre lo religioso y lo laico. Podían ser solteras o casadas anteriormente, hermanas, madres o hijas que ocupaban un lugar en el ámbito público.

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La evolución de estos espacios se da a partir de la aparición de condiciones de anomia, que Spain define como situaciones de degradación, carentes de normas sociales o, de abandono de pautas o reglas tradicionales, que gobiernan la vida cotidiana. Son resultado de la ruptura de la solidaridad social que genera un sentimiento de inseguridad y confusión y, por lo tanto, conlleva una necesidad de restaurar el orden social.

Según Spain, dentro de los servicios que brindaba se encontraban los centros de instrucción para jóvenes, centros de caridad para pobres, ancianos, y enfermerías. El beguinaje sobresalió en el ámbito público por constituir un hogar para los más necesitados y una opción de educación para los jóvenes, además de ofrecer una plataforma para las figuras públicas de las reformas religiosas. El beguinaje ha marcado un hito en los espacios urbanos de género. Contribuyó a la economía urbana mediante su trabajo en la industria textil, y mejoró la calidad de vida de los más vulnerables en la Edad Media: jóvenes, pobres y enfermos. El segundo ejemplo que Spain analiza, es la casa de acogida de finales del siglo XIX, en las ciudades industriales de Estados Unidos. Sus inicios se dan en Inglaterra como centros especiales para hombres, pero en Estados Unidos se les da un carácter meramente femenino, dirigidos en este caso, por mujeres solteras universitarias.

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A. LAS CASAS REFUGIO COMO RESPUESTA A LA VIOLENCIA

Como espacio de género urbano, las casas refugio responden ante una problemática de desbalance social que involucra, en este caso concreto, a las mujeres que han experimentado la violencia intrafamiliar y a sus hijos. El objetivo de las casas refugio no solamente es dar acogida a las mujeres que huyen de sus agresores, sino también cuestionar todas las formas de opresión de género basadas en la visión patriarcal. Un refugio de este tipo representa, entonces, una posibilidad para lograr la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, enfrentando y atendiendo las consecuencias de las prácticas violentas en el ámbito doméstico. Su historia ha sido larga y complicada, pero trascendental para su difusión y manejo actual. Por esto, a continuación se indagará en sus orígenes (enfocándose en la situación europea), partiendo tanto de los ideológicos como de sus soluciones arquitectónicas, para con esto llegar a la visión y principios que se siguen en la actualidad.

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01. SUS ANTECEDENTES EL ALOJAMIENTO EN REFUGIOS

A. Las casas refugio como respuesta a la violencia / 1. Sus antecedentes/ Surgimiento y evolución del alojamiento en refugios

Desde la perspectiva histórica, el alojamiento en refugios surge mediante el aislamiento de grupos diferenciados bajo el principio del bienestar común: la casa de trabajo, el orfanato o el manicomio, por ejemplo. Ahora bien, centrándose en los refugios para mujeres, se puede afirmar que tradicionalmente su creación está estrechamente vinculada a la visión conservadora de lo femenino y su relación con la maternidad. Las mujeres solteras eran mal vistas, y las madres sin marido aún más; su reclusión preventiva en espacios solo para ellas se adopta como mecanismo para evitar el gran temor a una desintegración social por el desorden y la anarquía, o la deshonra familiar. Los monasterios se encargaron de las hijas y hermanas de los ricos, y la iglesia católica de las mujeres solteras o que huían de su matrimonio, convirtiéndose durante muchos siglos, principalmente desde la Edad Media, en la principal institución de atención para las “mujeres perdidas”.

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Posteriormente, durante el periodo de la Ilustración principalmente en Francia e Inglaterra, se despierta un interés especial por la atención, como herramienta para lograr un progreso social y el desarrollo personal. La solución propuesta se basa en la reeducación de los más necesitados (no solamente las mujeres, sino también de los pobres, indigentes y niños huérfanos) y, por lo tanto, se produce un incremento de albergues enfocados hacia este fin. En el caso de las “mujeres perdidas”, se controla su comportamiento, para ese entonces considerado inapropiado, mediante el uso de acompañantes. Su propósito era educarlas bajo fundamentos religiosos a través del monitoreo constante y, así, prevenir sus “malas acciones”. A partir de las iniciativas anteriores, la creación de edificios se extendió por Europa. La Sociedad Filantrópica de Londres creada en 1788, es un ejemplo. Según Astrid Aarsen y Minke Wagenaar [9], este grupo se preocupó por dar albergue a indigentes y niños problemáticos en tres casas agrupadas en los suburbios de Londres. Fomentaron el concepto de familia y se preocuparon por generar un sentimiento de hogar en su espacio interior, además de ofrecer empleo a través de la agricultura. Fue reconocido oficialmente por el Parlamento Inglés en el año de 1806.

[9] Astrid Aarsen y Minke

Wagenaar, “Cellen, zalen en leefgroepen”, en Wagenaar, Minke. Van Huis en Haard, 2008, pp. 42-54.

Por otra parte, la Sociedad de la Benevolencia en el norte de los Países Bajos fundó en 1818 las tres “colonias libres” (“vrije koloniën”),

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actualmente mejor entendida como parte de nuestras conductas sociales. Las casas refugio entonces, han ido evolucionando, a tal punto que no son solamente un albergue temporal para las mujeres violentadas, sino también una alternativa de vida.

El caso español De acuerdo con María del Mar de la Peña, la creación de recursos para las mujeres víctimas de violencia en el Estado Español ha sido un proceso lento y difícil. El emergente Estado de bienestar adoptado durante la transición política, no consideró como tema importante generar estructuras de apoyo para las mujeres que sufren la violencia intrafamiliar y, más bien, negaba su estatus social para mantenerlo como un problema del ámbito privado. Durante años, los poderes públicos se limitaron a colaborar solamente con la creación de espacios para que las mujeres interesadas en participar en el área político-social divulgaran políticas de erradicación de la desigualdad entre géneros, pero sin incluir entre sus prioridades el problema concreto de la violencia hacia la mujer.

[20] María del Mar de la

Fueron los grupos feministas, los cuales gracias a sus luchas, han logrado que los gobiernos doten a la sociedad de recursos para las mujeres agredidas y sus hijos. Por esa razón, en 1990 la coordinadora de organismos feministas del Estado Español presentó ante el Gobierno las reivindicaciones puntuales que reclamaban. [20]

[21] Ibid.

Entre ellas se encontraban los centros de emergencia, casas refugio, viviendas de protección oficial, subsidio de desempleo, planes específicos de empleo, planes específicos de formación a través del INEM, apoyo para el cuidado de los hijos y la atención psicológica gratuita para las mujeres y personas dependientes. [21]

Peña, Op. Cit.

[22] Las organizaciones de mujeres en Pamplona, eran quienes se ocupaban de la gestión, coordinación, atención y recuperación de las mujeres agredidas.

Según De la Peña, la gestión de las casas ha sido de varias maneras: la autónoma, como el caso de la organización de mujeres en Pamplona [22], o compartida por el organismo administrativo local y las organizaciones de mujeres, como las casas en Barcelona. Además, existen los casos en que, por la falta de recursos, se utilizan los centros privados dirigidos por religiosas, pero en muchas ocasiones son rechazados por sus normas estrictas e ideología que contradice el planteamiento feminista. Para De la Peña se han dado muchas iniciativas en el país por parte de los grupos feministas para atender los casos de violencia hacia la mujer. Se han ido extendiendo poco a poco por todo el territorio, transitando por un camino abrupto para alcanzar sus logros.

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02. VISIÓN [23]

[23] María del Mar de la Peña, Op. Cit, pp. 26-31.

Las primeras casas refugio utilizaron los principios de la autogestión para sustentarse. Su significado, según De la Peña, es “garantizar la horizontalidad del poder”, en donde “la manifestación jerárquica dentro de la organización no existe, ni el autoritarismo ni la burocracia del poder”. [24]

[24] Ibid, p.27.

Con esto, se entiende que en algunas casas refugio se utilice un modelo que no responde a estructuras jerarquizadas y en el cual no existe diferenciación de funciones, responsabilidades, tareas, especializaciones ni roles. La idea de autonomía se encuentra directamente relacionada con este modelo. Gracias a él, las instituciones pueden llegar a la independencia de factores externos como el poder y la decisión, garantizando que aunque las fuentes de financiamiento se obtengan de organismos oficiales o institucionales, estos no intervienen en su manejo.

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Por otra parte, también algunas casas refugio han utilizado el modelo alternativo, que funciona paralelamente a la autogestión. Las casas donde se maneja este modelo son dirigidas por mujeres voluntarias (mujeres no profesionales ni especializadas), que en muchos casos han sido mujeres maltratadas ya rehabilitadas. Este modelo marca una relación directa entre las albergadas y el personal de las casas.

A. Las casas refugio como respuesta a la violencia / 1. Sus antecedentes/ Modelos actuales de organización

MODELOS DE ORGANIZACIÓN

Ahora bien, independientemente del modelo en el que basen su organización, el discurso oral y la comunicación cara a cara predomina. Esto ayuda al desahogo por parte de las víctimas, a que ellas hablen y expresen su experiencia para que, paulatinamente, recuperen sus palabras y aprendan de nuevo a hablar como herramienta para darse a valer ante los demás.

“La recuperación de la palabra de las víctimas tiene una enorme importancia simbólica, permite por primera vez que la voz ponga en palabras el sufrimiento de las mujeres, la asimetría de las relaciones y la desigualdad existente en algunos matrimonios. Es en ese momento cuando la mujer adquiere todo su protagonismo social y deja de estar silenciada por su verdugo, adquiere voz propia y deja de ser una mera ecolalia del discurso de su marido.” [25]

[25] Ibid, p27-28.

La estancia en casas refugio les facilita a las mujeres interiorizar la igualdad entre géneros. En estas casas se promueve el desarrollo de la autoestima, la responsabilidad, la independencia y la autonomía, además de una disposición para colaborar tanto durante su permanencia en el centro como cuando estén fuera de él. 65


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B. VIVIENDO EN UNA CASA REFUGIO

El proceso de recuperación para las mujeres víctimas de violencia intrafamiliar inicia en el momento en el que deciden salir de sus casas y buscar ayuda, y termina hasta después de reinsertarse socialmente. El período intermedio y de transición es al que se refiere esta investigación: la vida dentro de una casa refugio. A continuación se analizará la vida dentro de estas casas desde el punto de vista antropológico y no arquitectónico, para con esto definir las consideraciones iniciales según las necesidades generales de sus habitantes.

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01. SU SIGNIFICADO

ESCAPANDO DEL HOGAR / FASE “LIMEN” El momento en el que la mujer víctima de Violencia Doméstica toma por fín la decisión de salir de su propio “hogar”, y huir de ese espacio represivo que le limitó su desarrollo como persona, como mujer y como madre, es cuando inicia la primer fase conocida como Limen. Aquí ellas deciden cerrar la puerta al maltrato y la opresión, para dar inicio a una fase que impulsa su proceso de cambio, de readaptación y reformulación de vida. Es claro que este gran paso es particularmente difícil de tomar. La preparación mental necesaria para salir del aislamiento, para decidir acabar con esa dependencia hacia su pareja y hacia el mismo proceso cíclico marcado por el maltrato durante tanto tiempo, conlleva una gran fuerza de voluntad, es una acción desesperada por salvar sus vidas y las de sus hijos.

[26] Geertje van Os, “Het huis ontvlucht” en Wagenaar, Minke. Van Huis en Haard, 2008, pp.12-25.

B. Viviendo en un Albergue / 1. Su Significado / Fases de readaptación para la mujer víctima de violencia intrafamiliar

Para la antropóloga Geertje van Os [26], el período de readaptación que sigue una mujer maltratada es semejante a un ritual de tres etapas que garantiza una transición segura. La primera la llama Limen, referida a la fase preliminar en donde se produce la separación con su antigua forma de vida. La siguiente fase, Liminar o transitoria, la describe como un umbral de cambio sin estado temporal propio (período vivido en una Casa de Acogida), y la tercera etapa (post-Liminar) se refiere al enfrentamiento social o vuelta a la vida cotidiana.

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Mediante este impulso se cierra el círculo de agresión y se busca ayuda. Ellas deciden cambiar de lugar y desplazarse a un nuevo hogar: hacia una “casa sin dirección” que se convierte en un espacio anónimo donde recluirse del mundo exterior, y así sanar sus heridas y, posteriormente replantear su vida.

VIVIR EN UN ALOJAMIENTO SIN DIRECCIÓN / FASE “LIMINAR” Así pues, el periodo de alojamiento de la mujer en una casa de acogida puede entenderse como un proceso de pasaje o transición, en donde el tiempo y el espacio social se paraliza temporalmente para encontrar protección y refugio. Geertje van Os compara esta fase con un retornar al vientre materno. Como un período de maduración antes de volver a nacer, que les proporciona la protección y asistencia en un momento de desorientación, estrés, dolor e inseguridad. Entonces, el espacio que las aloja (Casas-Refugio) es un lugar secreto protegido de los intrusos no deseados (hombre agresor) mediante un

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[30]

Las principales consecuencias psicológicas presentes en casos de agresión doméstica son los síntomas depresivos, el sentimiento de ineficacia, la constante hiperactivación y reexperimentación de sus vivencias, dudas sobre una misma y sobre la propia capacidad, pensamientos recurrentes de autoinculpación y distorsiones cognitivas, entre otros. (Taylor, Magnusem y Amundson, “The Lived Experience of Battered Women”, 2001)

FUENTE: Wagenaar, Minke. Van Huis en Haard, 2008, p59. Fotografía: Janine Schrijver Fotografie

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LA ATENCIÓN La agresión doméstica, vivida durante períodos prolongados, no solo puede provocar consecuencias físicas serias, sino también psicológicas. Estos trastornos psicológicos son producto de aquellos efectos emocionales, como el miedo, la ansiedad, el estrés, la ira, la rabia, el resentimiento o el bloqueo emocional, generados mediante la agresión. La permanencia intensa durante mucho tiempo de estos efectos emocionales, puede generar secuelas a largo plazo, que alcanzan, en ocasiones, condiciones crónicas si no reciben la ayuda adecuada. Basándose en esto, se puede entender la fragilidad emocional, y el alto índice de problemas psicológicos [30] como las depresiones, y los trastornos de estrés postraumáticos (TEPT) [31] que presentan las mujeres víctimas de la agresión cuando ingresan y conviven dentro de un Centro de Acogida. Apoyando lo anteriormente expuesto, Minke Wagennar, recalca que la violencia no solo genera cicatrices en el alma, sino también a nivel mental. Las personas que ingresan en estos centros son más susceptibles al estrés y la depresión, por sus consecuencias fisiológicas específicas, expuestas por períodos largos e intensos. Entonces, queda claro que la reducción del estrés en las personas albergadas, es un aspecto fundamental a tratar, principalmente para las mujeres que recién ingresan. Para esto, como parte de la atención, y después de una evaluación del grado de trauma inicial a la hora del ingreso, es impresindible interrumpir esta ansiedad a la que ya posiblemente estén habituadas considerando antes varios factores: 1. Partiendo de que, durante el primer período dentro del centro, las emociones resultantes de los años de agresión se exponen, las mujeres recién ingresadas presentan una alta vulnerabilidad emocional. Además, el cambiar de ambiente e ingresar a un lugar desconocido y oculto, provoca un incremento de estrés e inseguridad. Por esto, para la correcta asistencia, es fundamental la atención brindada a la hora de la recepción.

[31]

Aunque dentro de los cuadros psicopatológicos más frecuentes en estos casos de violencia familiar se encuentran los trastornos de ansiedad, depresión, disfunciones sexuales, abuso y la dependencia de sustancias, el que parece caracterizar las consecuencias psicológicas que sufren estas mujeres es el llamado trastorno por estrés postraumático (TEPT). (Labrador, Rincón, De Luis y FernándezVelasco, Mujeres Víctimas de Violencia Doméstica, 2004) El TEPT describe un patrón de síntomas caracterizado por tres aspectos: 1. La Re-experimentación de acontecimientos altamente traumáticos 2. Embotamiento emocional y conductas evasivas a toda estimulación que las relacione con la agresión que han sido víctimas 3. Síntomas como dificul tades de concentración, irritabilidad, problemas para conciliar el sueño, etc, relacionados con el exceso de activación. (American Psychiatric Association, Urbanismo y Género, una Visión Necesaria para Todos, 1994)

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Como se ha mencionado anteriormente, después de la salida de este espacio de opresión y a la hora de buscar ayuda, la opción que les brindan estas casas las trasladan a un espacio sin tiempo ni lugar, un espacio fuera del mapa, para así trabajar sus problemas y establecer sus límites. Allí tienen que definir su propia vida, incluyendo sus necesidades y propio espacio íntimo. Pero ¿qué variables son las que necesitan tener seguras para lograrlo?, y ¿cómo el espacio arquitectónico se relaciona con estos requisitos?

B. Viviendo en un Albergue / 2. La vida cotidiana y sus requerimientos / La atención para las mujeres agredidas en una casa refugio

02. LA VIDA COTIDIANA Y SUS REQUERIMIENTOS


CASAS REFUGIO PARA MUJERES VÍCTIMAS DE VIOLENCIA INTRAFAMILIAR

FUENTE: Wagenaar, Minke. Van Huis en Haard, 2008, p58. Fotografía: Janine Schrijver Fotografie

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03. A MODO DE SÍNTESIS

Hay mucho que hacer por estas mujeres, pero una buena comprensión de su paso por el centro puede contribuir a que ellas, durante este período de transición, generen bases sólidas que les sirvan luego para su incorporación a la vida cotidiana.

VIVIR EN UNA INSTITUCIÓN El carácter de una casa refugio, ¿es realmente una continuación de la vivienda o sólo un refugio? Para su respuesta se parte de la descomposición de la palabra: “casa – refugio”, Confrontando primero la “casa refugio” con una vivienda, y luego con un refugio. Según lo estudiado en esta segundo capítulo de la investigación, se puede concluir que una casa refugio nunca será un edificio residencial, aunque esto no impide que durante la construcción pueda ser apropiada como residencial desde un sentido legal.

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A menudo ellas fallan, algunas mujeres regresan en busca de su pareja en la fase inicial del proceso, otras terminan su período en el centro pero a la hora de volver al mundo, la presión de la sociedad las hecha hacia atrás, cayendo de nuevo en el círculo de violencia.

B. Viviendo en un Albergue / 3. A modo de síntesis / Vivir en una institución

El proceso de recuperación de las mujeres víctimas de violencia intrafamiliar, inicia cuando deciden salir de su ámbito doméstico y buscar ayuda, pasando por un umbral que las traslada a un nuevo lugar, esta vez seguro. Este sitio desconocido se encuentra fuera del tiempo y el espacio, es un lugar sin dirección en el que la mujer puede trabajar sus límites. La vida en una casa refugio se convierte en su período de transición donde aprenden a crear, ver y controlar sus fronteras.

La diferencia reside en que el vivir dentro de una casa refugio no es estar en una vivienda privada situada en un barrio, como el caso de un edificio residencial, sino que la casa por sí misma es una comunidad: el espacio público se encuentra en su interior, desde la puerta de la habitación hasta la puerta principal de acceso al centro. Ahora bien, de la misma manera, si se mira como un refugio temporal, se puede suponer que una casa refugio no se comporta igual que cualquier tipo de albergue. Para aclarar esta diferencia, se parte de la comparación entre una casa refugio y un hotel de estadía corta. Aunque se puede encontrar que en ambos casos el único espacio considerado como privado es el dormitorio y el resto como de dominio público, la relación que tiene el edificio con su contexto es diferente entre sí: un hotel invita a que la gente de afuera entre, caso contrario a una casa refugio, que necesita cerrarse a la vida exterior para garantizar la seguridad de las mujeres albergadas.

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FUENTE: Wagenaar, Minke. Van Huis en Haard, 2008, p69. Fotografía: Janine Schrijver Fotografie

La atención - Demarcación espacial de la zona de atención: Mediante una diferenciación, tanto física como mental, se permite que las mujeres y sus hijos entiendan claramente la posición del personal de asistencia y el anfitrión. - Concordancia espacial con el tipo de asistencia: Dependiendo del tipo de asistencia puede variar el espacio y su dimensión. Por ejemplo, si es una asistencia legal o psicológica, sus espacios pueden ser pequeños, pero si es una asistencia grupal por medio de terapia grupal, se requiere de espacios grandes. - Calidad Espacial: Ante la situación de crisis que viven las mujeres, es importante garantizar un ambiente de confort y seguridad, y procurar la tranquilidad y el orden.

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B. Viviendo en un Albergue / 3. A modo de síntesis / Los requerimientos

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FUENTE: Wagenaar, Minke. Van Huis en Haard, 2008, p100. Fotografía: Janine Schrijver Fotografie

La seguridad / El anonimato - Contexto seguro: El barrio en el que se encuentre la casa debe de estar acorde con las actividades del centro. - Anonimato de la casa refugio en su contexto: Se debe procurar una concordancia entre la imagen que proyecte el edificio en su contexto y el anonimato que requiere la casa refugio. Por esto es importante una correcta configuración y escala del edificio y/o una fachada anónima. - Independencia del mundo exterior: La demarcación de los límites del edificio debe de ser clara, funcionando como barreras que protegen a las mujeres del exterior. De igual manera, la ubicación de los espacios de instalaciones o la manera de accesar al centro, deben de impedir el ingreso de personas externas a la casa. - Accesos Seguros: Es importante prestar atención en las transiciones entre el espacio público y la casa refugio, además de señalar y controlar claramente los puntos de acceso(el de la calle y el de la casa refugio) y los espacios libres donde juegan los niños.

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V a n e s s a D u r á n S a n a b r i a / Master Laboratorio de la Vivienda del Siglo XXI

III PARTE

EL MUNDO DE LAS CASAS SU DISEÑO A PARTIR DE LA EXPERIENCIA

“Cuando se trata de dar acogida a mujeres en situación de riesgo debería plantearse una vivienda con unas características especiales. Es básico crear entornos seguros en los que poder rehacer personalidades y vidas. Son casas que han de albergar diferentes situaciones: mujeres jóvenes, mayores, mujeres solas y con descendencia. Mujeres que en general dejan su entorno inmediato para salvar su vida, que se hallan en una situación de total indefensión, que han de reconstruir su identidad personal y su trayectoria vital. Las casas de acogida son viviendas pero, al mismo tiempo, son espacios de recuperación que han de dar cabida a los diferentes espacios de este rehacerse” [1]

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A. RELACIONÁNDOSE CON EL MUNDO EXTERIOR

Según los datos generados a través de este trabajo, se puede entender que una casa refugio es un lugar escondido de su contexto. Es una institución que necesita por sí sola generar la vida en comunidad que normalmente se lograría a través de la relación con sus vecinos y con la vida en el barrio. De igual manera, tanto su ubicación como los servicios del área, y su necesidad de seguridad y anonimato referidas a su contexto, requieren de condiciones específicas que respalden sus necesidades particulares. Por esto, se pretende analizar detalladamente la relación que tienen las casas refugio con su mundo exterior, partiendo de preguntas generadas a partir de los requerimientos obtenidos en la última parte del capítulo anterior. Y de esta manera reflexionar sobre posibilidades arquitectónicas que pueden dar respuesta a las particularidades de localización de estas casas.

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01. EL LUGAR Cada casa refugio sigue las características marcadas por su contexto urbano. Este contexto urbano es determinado por la variedad de instalaciones, servicios y el transporte público, el sentido de seguridad del área, o el grado de anonimato que se adquiera dentro del barrio. La relación que las mujeres albergadas tengan con su contexto, tanto por las actividades que ellas puedan realizar en él como por la calidad del espacio, son las responsables de generar las primeras vivencias que luego ellas incorporarán en su vida cotidiana cuando terminen su período en la casa refugio.

¿Qué factores son importantes para la ubicación de una casa refugio?

¿Cómo es la relación con su entorno?

¿Cómo se maneja la ubicación de la casa refugio con respecto al centro urbano, a la calle, y al barrio en que se inscribe?

La localización de estos centros depende directamente de la logística que se tenga en cada región o país. Pero su ubicación, por lo general, se marca por la proximidad con las áreas que presentan alto número de víctimas denunciadas, facilitando de esta manera la accesibilidad y contacto de ellas con los diferentes programas. Por esto, su inserción puede darse en variedad de contextos, desde centros de ciudad, zonas residenciales, áreas periféricas o zonas rurales, con la variante en común de la relación de cercanía con alguna ciudad.

A. Relacionándose con el mundo exterior / 1. El lugar/ Su emplazamiento

SU EMPLAZAMIENTO

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Es claro que las condiciones pueden variar dependiendo del país, organización interna de entidades, situación demográfica, ubicación geográfica, etc., de igual manera hay una serie de condiciones esenciales a la hora de establecer su ubicación: - El Centro Urbano: Es necesario que se encuentre cerca de un centro urbano, de este modo se garantiza una mayor relación con los servicios básicos y el transporte público. Estas variables son analizadas en el siguiente apartado que se refiere a los Servicios del Área. - El Uso del Barrio: Como se estimó en la segunda parte, es importante garantizar que la vivienda no esté ubicada en una zona que se oponga al uso de la casa refugio. Por ejemplo, en zonas con usos turísticos, comerciales o industriales, la incorporación de una casa refugio sería contrastante, evidenciando su posición dentro del barrio y perjudicando su vida interior. - La Velocidad de Vida: El movimiento tanto de peatones y del tránsito, como del barrio en sí (barrios en constante cambio y crecimiento), puede generar problemas causados por el ruido o el cambio precipitado en el carácter del contexto. Por esto la zona donde se ubique, debe de ser acorde con la vida tranquila y segura que necesitan las mujeres durante su período en la casa refugio. - Los Vecinos: debe tomarse en consideración la interacción con los vecinos, ya que se vuelve necesaria una relación de contribución y complicidad, mediante el mutuo acuerdo de confidencialidad.

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SERVICIOS DEL ÁREA

[1] Josep María Montaner,

Zaida Muxí, Habitar el Presente. Vivienda en España: Sociedad, Ciudad, Tecnología y Recursos, 2006, p29.

[2] Josep María Montaner,

Zaida Muxí, Criterios para la Ordenación y Evaluación Urbana de Nuevos Barrios y Genealogía de Barrios de las Ciudades Contemporáneas, 2008, p13.

[3]

Infraestructuras de apoyo a la vida cotidiana: concepto desarrollado como modelo de acción por parte de un grupo de mujeres nórdicas , para integrar las actividades del hogar, con las del trabajo y el cuidado de terceros. (AA.VV., Urbanismo y Género, una Visión Necesaria para Todos, 2006, p.205.)

[4]

Zaida Muxí, Recomanacions per a un Habitatge no Jerarquic ni Androcéntric, 2009.

¿Cómo se integran las mujeres y sus hijos a las actividades de su localidad?

¿Cuáles son los tipos de equipamientos, servicios y comercios requeridos?

¿Cuál es su relación de cercanía?, ¿Cuáles necesitan estar en su entorno inmediato, y cuáles dentro de un área mayor?

¿Existe una preocupación por aspectos como la accesibilidad y la movilidad para su ubicación? ¿De qué manera?

“Los equipamientos complementan la estructura urbana de las ciudades y hacen compleja la dualidad público-privado, interiorexterior, vivienda-ciudad, otorgando espacios específicos de salud, aprendizaje, servicios, comercio, difusión cultural, centros juveniles, etc. Su distribución en el territorio en relación a los usos y a las redes de movilidad garantiza la calidad de vida, para que se conviertan en estrategias para fomentar redes sociales, generar intercambio de servicios y posibilitar diferentes tiempos de uso acercando su funcionamiento a la complejidad de la vida cotidiana” [2] Según lo anterior, con la incorporación de una estructura de apoyo a la vida cotidiana [3] (referida como el conjunto de equipamientos, servicios y comercios básicos del área) se promueve el intercambio entre el espacio público y el privado, y se generan redes sociales y de proximidad. Por esto, el barrio debe garantizar una diversidad funcional y mezcla de usos. Para lograrlo, es importante considerar aspectos como el transporte público, lugares donde hacer las compras cotidianas, la educación, el trabajo, la sanidad, el ocio y el deporte. La relación de cercanía entre la casa refugio y la estructura de apoyo es otro factor clave: la proximidad con los equipamientos y servicios reduce el tiempo utilizado para desplazarse, y por lo tanto favorece el tiempo libre de las mujeres albergadas. Los recorridos realizados a pie propician el encuentro y la relación entre los vecinos, por esto, según Muxí [4], la distancia ideal entre la vivienda y esta estructura de apoyo, es de 5 a 10 minutos caminando. La relación que tiene la mujer albergada con los distintos servicios del área, le ayuda a compaginar la experiencia en la casa refugio con las tareas de reproducción, logrando de esta manera, fortalecer su autonomía durante y después del tratamiento.

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Requerimientos Especiales De igual manera, existen peculiaridades en la relación de la casa con estos servicios del área:

- Confidencialidad: Otro punto importante a considerar es la necesidad de establecer acuerdos con el personal de algunos de estos equipamientos. Por ejemplo, el hecho de que las guarderías o escuelas estén recibiendo a los niños albergados en cualquier momento del año y por períodos cortos, genera una complicidad entre los docentes y los miembros de las casas. Además, otros servicios como la policía o los centros médicos deben de estar concientes de la situación de las mujeres para así poder estar atentos y responder a su condición peculiar de seguridad y de atención. - Equipamientos de apoyo secundario: En el caso de las guarderías o escuelas, se necesita el respaldo de varias instituciones de la misma índole, para en casos de falta de cupo o problemas mayores, tener otra opción donde trasladar a los niños. - Relación con el transporte público: En el caso de las mujeres albergadas, por ser generalmente su situación muy precaria y por su necesidad de estar dentro de entornos seguros, no requieren en gran medida el transporte público: su desplazamiento en un principio es de distancias cortas, por lo que debe de prevalecer una proximidad entre la casa refugio y la estructura de apoyo de la zona. Aún así, una buena relación entre la casa refugio y el transporte público facilita el desplazamiento del personal de atención.

A. Relacionándose con el mundo exterior / 1. El lugar/ Servicios del área

- Grados de proximidad : Las casas pueden tener diferentes grados de relación con los servicios y equipamientos. En algunos casos son integrados en la misma casa como parte de su programa, o bien se dan en sus cercanías.

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- Cercanía con un espacio exterior de dimensión mayor: Una casa refugio necesita de espacio exterior auxiliar, como jardines o parques donde jueguen los niños. En muchos casos, estos parques están relacionados con las escuelas o con otras instituciones, en donde por acuerdo, se les da acceso a los niños de las casas procurando su seguridad.

Infraestructuras de apoyo necesarias: - Centros Médicos: clínicas, hospitales, servicios odontológicos, fisioterapia, farmacia, y centro de ayuda por alcohol y drogas. - Servicios sociales: oficinas de empleo, atención a la mujer - Educación: escuela, guardería, biblioteca, centro de Internet, formación institucional - Seguridad: policía, guardia civil. - Recreo: parque Infantil, salón comunal, centro deportivo - Transporte Público: autobuses, estación de metro, estación de tren - Otros: supermercado, tiendas

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B. EL MUNDO INTERIOR

Se sabe que la situación de la mujer y sus hijos dentro de una casa refugio, responde a dos variables: se encuentran en una institución y es una vivencia temporal. Para las personas albergadas, una casa refugio se convierte en una institución residencial, que combina la vivienda, la atención y la asistencia.

[7] Ibid.

Partiendo de estas observaciones, en este apartado se pretende descubrir aspectos de la vida dentro de estas instituciones, tanto de la cotidianeidad de las mujeres y sus hijos, como su relación con la atención y la asistencia. Esto se hace mediante un análisis detallado del diseño interior de las casas refugio y las actividades que se ejecutan dentro, tomando como base los datos generados a través de este trabajo, la investigación realizada por Minke Wagenaar [7], y la experiencia de los casos estudiados. El análisis se hace a partir de la “perspectiva de vida”, primero situación del personal de asistencia, para luego centrarse en las mujeres albergadas y el cuido de los niños.

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01. EL ESPACIO DE LA CASA REFUGIO

La vida privada: son las áreas individuales en donde la mujer y sus hijos tienen garantizada la privacidad. Ellas aquí adquieren la oportunidad de apropiarse del espacio con sus objetos de uso propio y personal, e identificarse en él. Ejemplo de estos espacios son las habitaciones que, dependiendo del carácter y la escala del proyecto, pueden integrar el lavabo y una cocina también. La atención y la asistencia: son los espacios planteados para el uso de las trabajadoras, en los que las mujeres y sus hijos tienen el ingreso restringido. Dentro de esta categoría se ubica la recepción, las oficinas tanto de la dirección como de las trabajadoras sociales, el espacio de estar de las trabajadoras, la sala de visitas, la sala de fumado, sala de reuniones para el personal, el comedor para el personal, las instalaciones, etc.

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La vida en comunidad: se refiere a los espacios en donde se realizan actividades en grupo, o que sus funciones son compartidas entre las mujeres de la casa y/o sus hijos. Entre estos espacios se encuentra el espacio exterior propio, el área de juego para niños, la sala de reunión y trabajos grupales, la sala de estar, la cocina, el almacenaje de comida, el almacenaje compartido (productos de limpieza, ropa blanca o materiales para alguna actividad especial), área de internet, lavabo, ducha, lavandería.

B. El mundo interior / 1. El espacio de la casa refugio/ La vida en comunidad, la vida privada, y la atención y asistencia

En el interior de una casa refugio se comparte la vida en comunidad, la privada de la mujer y sus hijos, y la vida de la asistencia y la atención. Cada una requiere de diferentes requisitos analizados a lo largo de esta parte de la investigación, pero a manera general se pueden definir de la siguiente manera:

Para ampliar esta información, a continuación se muestran ocho casos en diferentes contextos y por lo tanto pertenecientes a distintas organizaciones. La autorización para el acceso a estos proyectos ha sido un proceso complicado por su grado de confidencialidad, aún así se ha logrado obtener información principalmente de casos de casas holandesas y de instituciones localizadas en diferentes regiones de Cataluña. Son proyectos con escalas y caracter variado, pero con programas internos similares.

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CASAS REFUGIO PARA MUJERES VÍCTIMAS DE VIOLENCIA INTRAFAMILIAR

Planta Baja C03

Casa Kleijn - Henegouwen

C04

A03

Localización: Rotterdam, Holanda Organización: ArosA

C11

Para: mujeres y niños víctimas de violencia intrafamiliar, con problemas económicos, problemas psiquiátricos o con problemas de aprendizaje.

C02

C06

C05

C03

A02

Capacidad: 20 mujeres y sus niños menores de 14 años.

C01

B02

B03

B01

B05 B04 A01

Personal: 4 trabajadoras sociales entre semana (1 por las noches) y 2 en días festivos. PROGRAMA: A. A01. Acceso A02. Núcleo de circulación A03. Espacio Exterior Propio

Planta Primera

B. B01. Recepción B02. Oficina B03. Espacio de Estar trabajadores B04. Habitación del personal B05. Sala para visitas B06. Sala de fumado

D01 D02

D01

D01 D02 D01

B02 B02

D02 D02

D01

C07 B06 B02 C08

C03

A02 C09 C08

B02

A03

C. C01. Espacio de juego de niños C02. Espacio de trabajo y reunión C03. Espacio de Estar C04. Cocina C05. Almacenaje comida C06. Almacenaje compartido C07. Área de internet C08. Lavabo C09. Ducha C10. Lavandería C11. Comedor

Planta Segunda D01 D02

D01 D02 D02

D01 D02 D01

D02 D02

D01

D01

B10 C08 C06

C03

A02

C09 C08 D02 D01

A03 Planta Tercera

D. D01. Habitación individual simple D02. Habitación auxiliar D03. Habitación individual con cocina

D03 D02

D03 D02 D02

D03 D02 D03

FUENTE: Visita de campo, 19 de junio del 2010.

D02 D02

D03

D03

D02 C08 C06

C03

C09

A02

C08 D02 D03

A03

120

D03


Planta Baja D02

Casa en Amsterdam

B05

B. B01. Recepción B02. Oficina B03. Sala de Reunión B04. Vivero B05. Zona de fumado B06. Comedor C. C01. Casa - Habitación C02. Cocina C03. Espacio de Estar C04. Baño D. D01. Habitación individual simple D02. Habitación individual con cocina y baño

D02 A03

C03

D02

D02 D02

A03

C01

D02

A02

B06

B04

D02

B01

A01

B03

Planta Primera D02

D02 C03

D02 D02 D02

A02 A02

A02

A02

A02

C03

C04 D01 D01

D02 D02 D02

D02 D02

D02

A02

D01 D01 D01

B. El mundo interior / 1. El espacio de la casa refugio/ Casos de estudio

PROGRAMA: A. A01. Acceso A02. Núcleo de circulación A03. Espacio Exterior Propio

C02

A02

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Capacidad: 30 mujeres y sus niños menores de 14 años.

A02 B02

D02

Localización: Amsterdam, Holanda Para: mujeres y niños víctimas de violencia intrafamiliar, y/o con problemas económicos.

D02

D02

Planta Segunda A02 C04 D01 D01 D01 D01

FUENTE: Visita de campo y entrevista a Minke Wagenaar, 21 de junio del 2010.

A02

121


Fotografía: Vanessa Durán Sanabria

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CASAS REFUGIO PARA MUJERES VÍCTIMAS DE VIOLENCIA INTRAFAMILIAR


02. EL ESPACIO DE ATENCIÓN Como se ha aclarado a lo largo de esta investigación, la casa refugio además de servir de alojamiento para las mujeres agredidas y sus hijos, se caracteriza por brindar un servicio integral acompañado de una correcta atención. Por esto se puede decir que el espacio de atención y de vida de la institución se encuentran estrechamente entrelazados, y su buena interacción es fundamental para el proceso de recuperación de las mujeres.

El trabajo dentro de una casa refugio incluye a manera general el personal para la gestión (labores de limpieza, recepción, técnico), la administración y las trabajadoras sociales. El trabajo doméstico no siempre está cubierto por la institución, por lo que en algunos casos son las mujeres albergadas las que mediante una organización interna, se encargan de estas tareas.

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Debido a que la atención y la asistencia forman parte de una red organizada que ubica sus diferentes servicios por separado dependiendo de cada situación, no existe una relación directa entre el tamaño de la casa refugio y el personal de gestión. Por ejemplo, en muchos casos para respetar el grado de anonimato y seguridad requerido por las casas, las oficinas generales se encuentran en otro lugar, de esta manera se evita que los visitantes interfieren en la vida de la institución. Por esto, la cantidad de personal que asiste a una casa depende de la organización a la que pertenezcan: entre mayor sea su tamaño, mayor es su capacidad, y por lo tanto cuentan con una mejor especialización profesional; cuando es pequeña, funciona mayormente mediante un servicio de consultoría y conserjería.

B. El mundo interior / 2. El espacio de atención/ El personal

EL PERSONAL

En los casos catalanes estudiados, el equipo de trabajo que gestiona las instituciones está formado en la mayoría de los casos por mujeres, en donde de un total de 10 empleados solamente uno es hombre. Sus funciones se clasifican en: dirección, administración, trabajo social, educación, psicología para las mujeres, psicología para los niños y las niñas, la inserción laboral, el asistencia legal y como mediador(a) cultural. La organización holandesa ArosA que asiste para la región de Rijnmond, es de mayor dimensión que el caso catalán referido anteriormente. Cuenta con un total de siete casas, seis de las cuales están dirigidas a las mujeres y sus hijos y una a los hombres víctimas de alguna clase de agresión o inmersos en la prostitución. Además de las casas refugio, incluyen en sus programas la prevención en grupos de adolescentes, las terapias de parejas, las terapias para hombres violentos, y mantienen un sistema de atención telefónica conectado con el número de teléfono de emergencia de la región. En el año 2002 han atendido a 228 mujeres y 236 niños dándoles acogida por una estancia media de dos meses y medio. Cuenta con 134 empleadas y 45 empleados en total.

129


CASAS REFUGIO PARA MUJERES VÍCTIMAS DE VIOLENCIA INTRAFAMILIAR

RELACIÓN ENTRE LA ATENCIÓN Y LA INSTITUCIÓN Cada casa en su espacio interior incorpora ciertos espacios referidos a la asistencia y a la atención, estos pueden ser el área de recepción, las oficinas, el espacio de estar para las trabajadoras, la sala de visitas, la sala de reunión, el dormitorio del personal, el área de fumado, o la cocina y comedor para uso de las empleadas. La relación que estos espacios tengan con la vida de las mujeres y sus hijos requiere de las siguientes consideraciones: - Relación con el exterior: Es importante que los espacios de asistencia y atención se ubiquen hacia el exterior de la casa, esto por dos razones: la primera es para generar con esta zona un filtro que proteja a las mujeres y evitar de esta manera que personas ajenas a la institución se mezclen en su vida cotidiana, y la segunda es para facilitar las labores de gestión. Pensando en mayor detalle, es apropiado que se ubique la oficina de administración y el dormitorio del personal, cerca de la entrada y la salida de la casa, para que de esta manera sirva de recepción y pueda mantener un control sobre el ingreso. Por otra parte, las instalaciones necesitan ser accesadas desde el exterior, junto con los espacios de almacenaje de basura. - Optimización del espacio: Dependiendo de la cantidad de personal, así varía la cantidad de espacio que necesitan, pero de igual manera la optimización del área según las diferentes funciones es necesaria. Por lo tanto, es importante que los espacios de atención puedan servir para dobles funciones (ser versátiles y flexibles), por ejemplo, la oficina de dirección puede funcionar eventualmente como área de asistencia legal (como el caso de la casa Kleijn-Henegouwen), la oficina de administración como recepción, la sala de reuniones puede servir para el trabajo en grupo o combinarla como comedor para las trabajadoras. Dentro de estos espacios siempre hay que considerar el área de almacenamiento: archiveros, libros, fotocopiadora y tecnología informática en los espacios de oficinas, u objetos de uso diario del personal para las salas de reuniones, cocina y comedor, o baños. - Control de la vida interior: El personal de atención debe de servir de mediador ante peleas o conflictos entre las mujeres y sus hijos, y velar por su seguridad, por esto es importante que la ubicación de su espacio de vida mantenga una conexión indirecta con los espacios compartidos. - Relación con las mujeres albergadas: Hay algunos espacios que se pueden integrar a los ámbitos compartidos de las mujeres, para así fomentar la convivencia con el grupo de vida, como las áreas de fumado o espacios de estar. Aunque la cocina, el comedor y la cafetería, los baños o los vestuarios pueden integrarse a las funciones compartidas, se recomienda que sean instalaciones separadas para de esta manera, evitar problemas con respecto a la gestión de limpieza y costumbres de higiene con las mujeres albergadas. Por otra parte, el espacio de atención individualizada y de terapias, debe de ser independiente al resto de los espacios de atención. 130


Entonces, la relación entre la atención y la institución requiere de una sectorización estratégica, en donde el personal pueda tener independencia pero sin aislarse totalmente. Esta independencia entre el área de atención y la institución se puede dar de varias maneras: - Separación por distanciamiento: se refiere a independizar ambas funciones mediante una ubicación en edificios distintos o en alas diferentes.

[8] Ibid.

vivienda en galería

vivienda zaguán

vivienda en barriada

vivienda en vecindad

vivienda en pabellón

vivienda adosada

vivienda rural

Esta sectorización de actividades se ve influenciada por el tipo de edificación, punto estudiado en III.A.2. Situaciones de Construcción. Basándose en las conclusiones generadas por Wagenaar [8], en el siguiente cuadro se muestra la zonificación que favorece a cada tipología.

I I I PART E _ E L M U ND O D E L AS CAS AS

- Zonificación según horas de uso: mediante esta estrategia de sectorización las zonas de actividad nocturna por una parte, y las diurnas por otra. Se agrupa el espacio de atención y de asistencia (viendo hacia la calle) con las zonas compartidas (hacia el interior), y en otro sector, las zonas de las habitaciones.

B. El mundo interior / 2. El espacio de atención/ Relación entre la atención y la institución

- Sectorización en vertical: la función de la atención del grupo de vida se puede separar ubicando en la planta baja la atención y en las plantas superiores el grupo de vida, para de esta manera mantener siempre el control sobre el acceso y los espacios al aire libre.

CUADRO III.2: Relación entre tipologías de construcción y las zonas de atención 131


CASAS REFUGIO PARA MUJERES VÍCTIMAS DE VIOLENCIA INTRAFAMILIAR

FUENTE: Wagenaar, Minke. Van Huis en Haard, 2008, p72. Fotografía: Janine Schrijver Fotografie

140


04. LA VIDA COTIDIANA DE LAS MUJERES Y SUS HIJOS

Anteriormente se ha analizado la vivienda a partir de su diseño, partiendo del grado de independencia de la vida privada y la manera en la que responde la casa ante esta necesidad. A continuación se pretende estudiar la vivencia interior según los dos aspectos restantes señalados por Monteys y Fuertes: la gente y los objetos. Por esto, partiendo de los datos generados en las entrevistas realizadas a Minke Wagenaar y Lidewij Tummers, se analiza las condiciones y relaciones de la mujer y sus hijos dentro de la institución, tomando como muestra la experiencia de dos familias. Se utilizan como variables las actividades generales que ellos realizan durante el día con sus tiempos de ejecución y el mobiliario indispensable para la realización de cada actividad, primero desde una escala familiar y luego de la totalidad de los personajes entre sí.

SUS ACTIVIDADES

[13]

Xavier Monteys y Pere Fuertes, Casa college. Un ensayo sobre la arquitectura de la casa, 2001, p14.

B. El mundo interior / 4. La vida cotidiana de las mujeres y sus hijos/ Sus actividades

Monteys y Fuerte en su ensayo sobre el espacio doméstico, señalan que “(...) la casa es una vivienda más la gente que la habita y los objetos que guarda” [13]. Aunque una casa refugio se comporta diferente que un edificio residencial, para entender la vida dentro de una casa refugio es importante considerar de igual manera los tres componentes señalados por estos autores.

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Los datos se basan en la vida dentro de una casa refugio holandesa visitada. Por esto, se aclara que los aspectos relacionados con la organización interna de la institución, responden particularmente para la vida dentro de esta casa en concreto. Entre estos aspectos se encuentra el programa de actividades grupales que lleva a cabo el centro y la organización de limpieza y cocina: en su programa ubican dos días a la semana para actividades prácticas como cursos o talleres con una duración de 3 a 6 horas (dependiendo del tema), las labores de limpieza son organizadas mediante un horario acordado entre las mismas mujeres (una vez cada quince días), y las tareas de la cocina se hacen de manera individual (cada mujer es responsable de cocinar para su familia, organizándose entre ellas para la compra). Así pues, se parte de un listado de las actividades que estas dos familias llevan a cabo durante el día que asisten a los talleres programados por la institución, y paralelamente se consideran las tareas de limpieza. Primero se estudia la relación entre los dos núcleos familiares por separado para responder las siguiente preguntas, ¿cuáles actividades se hacen individualmente y cuáles se comparten con el resto de la familia? (temporalidad), ¿qué se necesita para el cumplimiento de cada actividad? (mobiliario), ¿qué mobiliario se puede compartir o es necesariamente de uso individual? (relación entre la temporalidad y el mobiliario). 141


CASAS REFUGIO PARA MUJERES VÍCTIMAS DE VIOLENCIA INTRAFAMILIAR

POR ÚLTIMO

152


Las casas refugio no solamente brindan albergue a las mujeres que huyen de la agresión doméstica, sino también ayudan a rehacer vidas y desechas. Por este motivo, se convierten en un lugar que funciona como un complejo sistema de comunidad y privacidad. Para su realización se necesita, por un lado, fondos presupuestarios, subvenciones y la colaboración institucional; y por otro, un diseño de viviendas, equipamientos y mobiliario específico para las mujeres maltratadas. La arquitecta o el arquitecto que trabaje en estos edificios cumple un papel que excede al proyecto: ha de ser muy comprensivo y colaborar significativamente con el cliente debido a que la invisibilidad del problema provoca el poco reconocimiento por parte de la sociedad. El diseño de estas casas constituye un trabajo obligadamente interdisciplinario y en el cual ha de pensarse desde lo estructural hasta el detalle, ciñéndose a un presupuesto, por lo general, muy ajustado. El propósito de estas casas refugio reside en que cada mujer reencuentre su espacio perdido, mostrándole una correcta manera de vivir que se refleje en el detalle, el mimo y el placer de cada espacio.

I I I PART E _ E L M U ND O D E L AS CAS AS

por último

Sin embargo, son pocos los casos que, como proyectos arquitectónicos, se pueden calificar como óptimos, y también pocos los estudios relacionados concretamente con este punto. Se han encontrado investigaciones sobre el tema de la violencia intrafamiliar desde una perspectiva sociológica; sin embargo, muy pocos se enfocan en la perspectiva del habitar y, menos aún, en las casas refugio como respuesta integral. Debido a lo anterior, el proceso de búsqueda de información sobre estas casas ha sido muy extenso y complejo. Los datos acerca de este tema, ya de por sí reducidos, se encuentran restringidos por el alto grado de confidencialidad que involucra esta alternativa de refugio. La iniciativa original buscaba contextualizarlo en Costa Rica; sin embargo, resultó imposible acceder a la información referente y se decidió cambiar de rumbo y buscar otras alternativas. La relación que ha adquirido la arquitecta Zaida Muxí con el tema y su experiencia profesionalposibilitó, por un lado, el acceso a la información de los casos catalanes, y por otro, la profundización en la experiencia holandesa y el contacto con las arquitectas Lidewij Tummers y Minke Wagenaar. Gracias a los estudios realizados por estas tres mujeres y a su buena disposición, se consiguió acceder a los datos específicos sobre estas instituciones y profundizar en su funcionamiento y manera de habitar. Esta información se enriqueció con las visitas realizadas a diferentes casas diseñadas específicamente para ayudar a las mujeres en situaciones de violencia. 153


CASAS REFUGIO PARA MUJERES VÍCTIMAS DE VIOLENCIA INTRAFAMILIAR


V a n e s s a D u r รก n S a n a b r i a / Master Laboratorio de la Vivienda del Siglo XXI

BIBLIOGRAFร A

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CASAS REFUGIO PARA MUJERES VÍCTIMAS DE VIOLENCIA INTRAFAMILIAR


V a n e s s a D u r á n S a n a b r i a / Master Laboratorio de la Vivienda del Siglo XXI

ANEXOS GUÍA DE PREGUNTAS PARA LAS ENTREVISTAS Y PARA EL ANÁLISIS DE LOS CASOS DE ESTUDIO

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