Fidencio, el inmortal

Page 1

Periodismo de investigación VANGUARDIA lunes 16 de junio de 2014 / No. 429

¿Por qué este niño sigue vivo a más de 70 años de su muerte?

Fidencio, el inmortal


2 VANGUARDIa Lunes 16 de junio de 2014 / www.semanariocoahuila.com

Semanario


VANGUARDIa Lunes 16 de junio de 2014 / www.semanariocoahuila.com

Semanario

3


4

VANGUARDIa Lunes 16 de junio de 2014 / www.semanariocoahuila.com

Semanario


Fidencio, el inmortal POR Jesús Peña / FOTOS: luis salcedo/VIDEO: ELi Vázquez

Esta es la historia de El Mesías, el Niño Santo, el sacerdote, el sanador, el adivino, el doctor, el que curaba tumores lanzando frutas, el que sacaba muelas con los dedos, el que hablaba como niño, el que entendía el lenguaje de los animales... es la historia de Fidencio, que a más de 70 años de su muerte, sigue vivo en todo aquel que llega a Espinazo, Nuevo León, en busca de un milagro.

Semanario

VANGUARDIa Lunes 16 de junio de 2014 / www.semanariocoahuila.com

¿Por qué este niño sigue vivo a más de 70 años de su muerte?

5


6

VANGUARDIa Lunes 16 de junio de 2014 / www.semanariocoahuila.com

Semanario

A

ños atrás, en vísperas de la Revolución, la abuela de don Reginaldo Gámez Morales, una anciana sabia y vidente de San Luis Potosí, lo había profetizado: “y va a venir uno que va curar todas las enfermedades…”. Después de la calamidad, la sangre y el luto que dejó la revuelta, comenzó a expandirse por todo el mundo la noticia sobre un curandero del pueblo de Espinazo, situado ente los estados de Coahuila y Nuevo León, al que todos llamaban con fervor “El Niño Fidencio” y que operaba los tumores usando vidrios y sacaba las muelas con pinzas mecánicas sin empleo de anestesia. El padre de Reginaldo, hombre curioso, se embarcó entonces en un tren pasajero rumbo a Espinazo sólo para comprobar si la profecía de la vieja pitonisa se había cumplido. Al llegar al centro del villorrio de chozas de terrado vio a un muchacho vestido con hábitos blancos, como la nieve, rodeado por una gran multitud, que hacía hablar a los mudos, dándoles vuelo en un columpio, y sanaba toda clase de enfermedades corriendo por encima de filas y filas de gente tirada bocabajo, en un rito que sus devotos conocían como “curación general”. El padre de don Reginaldo regresó maravillado a su tierra por aquellos milagros pero, sería su destino, meses más tarde volvió a Espinazo con su novia. Andaban buscando al “Niño”, habían amanecido de una enfermedad puesta una mañana que parecían locos los dos. “El Niño” les dio por remedio un bebedizo de café con alcohol, que se lo tomaran, les ordenó, durante varios días y cuando sintieran que se emborrachaban

era señal de que estaban curados. Luego de varios días el padre de Reginaldo y su novia volvieron al santuario del “Niño” para agradecerle el milagro y despedirse de él, pero Fidencio ya no los dejó ir “ustedes no se van”, les dijo. Cómo era eso, si habían dejado en su tierra las herramientas de labranza, “que se pierda todo”, replicó Fidencio y ya no se fueron. Así “El Niño” había conseguido reunir en aquel sitio árido a 50 mil sanados por sus manos, que lo acompañaban de madrugada en procesión al Cerro de la Campana o a las grutas de Espinazo para rezar y cantar alabanzas, mientas el “Santo” arrancaba de las garras de la muerte a los desahuciados, “yo nada más soy un instrumento de Dios, el que los va a curar es Nuestro Padre…”, se le oía predicar a la turba hipnotizada por su poder. Sólo él sabía cómo y cuándo le había venido aquel don, y la gente de Las Cuevas, municipio de Irámuco, Guanajuato, el pueblo en el que vio la luz por primera vez, juraba haberlo visto cuando a mujeres de parto a la edad de ocho años. Mayores portentos haría después en Espinazo, como el de aquel hombre al que resucitó en “El Pirulito”, después que se hubo ahogado al caer a un tinaco de madera; o el de las mujeres que aliviaba de cáncer con sólo darles a tomar del agua puerca de ”El Charquito”. La gente le empezó a llamar “El Niño Santo” y a seguirlo. Gitanos y húngaros vinieron para que les adivinara la suerte, “adivínemela usted”, rebatía. Y la gente del pueblo se quedaba maravillada de cómo el “Niño”, sin haber terminado la escuela primaria en Irámuco, se encerraba en su consultorio y hablaba en inglés

o francés con los extranjeros que llegaban a Espinazo para conocerle. ¿De dónde le vendrían sus dotes de políglota y ese don que tenía de estar en muchos lugares al mismo tiempo? La gente de Espinazo había oído hablar muchas veces de sus desdoblamientos y de esas cualidades para adivinar el futuro, las enfermedades y las buenas o malas intenciones de quienes se le acercaban implorando su ayuda. Todos querían descubrir el secreto de aquel hombre alto, blanco, fornido, de ojos azules, lampiño y de voz delgada, que sanaba de todo con apenas ungir con su saliva a los enfermos o darles una pócima de yerba gobernadora hervida con hojasén dentro de unos peroles grandes que humeaban todo el día afuera del santuario. Trenes y tartanas repletos de enfermos salidos de todos lados, llegaron a Espinazo, tantos que en los cuartuchos donde el “Niño” curaba no cabía ya ni un alma más. Entonces los feligreses de Fidencio, todos, edificaron lo que más adelante sería su templo – hospital y se dice que hasta los ciegos, que aun no habían sido curados por el “Santo”, cargaron con adobes caminando agarrados al hombro de otro, rumbo al lugar donde iba a ser levantada la iglesia. En la tarde se ponían a oír las prédicas de Fidencio que vociferaba en lo alto del Cerro de la Campana “el pecado más grande ante los ojos de Dios es la ingratitud” y la muchedumbre se quedaba pasmada con su sabiduría, pero más con su poder de sanación. Después Fidencio se ponía a profetizar: llegaría el día, gritaba en lo alto del cerro, en que Espinazo, con toda su gente y sus chozas de tierra, sería arrasado por una culebra de agua, y la gente lo creía.


»

Todos querían descubrir el secreto de aquel hombre alto, blanco, fornido, de ojos azules, lampiño y de voz delgada, que sanaba de todo con apenas ungir con su saliva a los enfermos o darles una pócima de yerba gobernadora hervida con hojasén dentro de unos peroles grandes que humeaban todo el día afuera del santuario.

VANGUARDIa Lunes 16 de junio de 2014 / www.semanariocoahuila.com

Semanario

7


8 VANGUARDIa Lunes 16 de junio de 2014 / www.semanariocoahuila.com

Semanario


don Teodoro Von Wernich había quedado completamente limpio de sus piernas. Aquello era sin duda un fenómeno digno de ser conocido por todo el mundo, pensó don Teodoro, y se dirigió a las redacciones de los periódicos para comunicar el prodigio de la sanación de sus piernas, realizado por el “Niño”. Pronto los testimonios sobre las curaciones del “Santo” aparecieron publicados en las páginas del Universal de la Ciudad de México y El Porvenir de Monterrey. Reporteros de distintos diarios llegaron hasta Espinazo para conocer al “Niño”, entrevistarlo y tomarle fotografías. Las notas de prensa destacaban siempre los aforismos lanzados por el “Niño Santo”: “Dios me da el poder y yo pongo los medios…”. Lo que todavía no ha quedado claro para la historia es por qué, aun y cuando Fidencio había cumplido los 20 años, sus hordas seguían llamándolo “Niño”. Aunque algunos que lo fisgaron, con toda intención mientras se bañaba en su tina, juran que Fidencio tenía los órganos sexuales como los de un bebé. Los que lo trataron de cerca, Fidencio tenía un séquito como de 25 ayudantes, afirman que el “Santo” no conoció mujer y por ende, tampoco tuvo descendencia. Y a menudo la gente del pueblo le oía decir en sus sermones que si él entregaba su vida a las mujeres, las riquezas y las diversiones mundanas, Dios lo despojaría de ese poder que le había otorgado para sanar enfermedades. No era raro entonces que Fidencio castigara a las mujeres que osaban perseguirlo, mandándolas a bañar bajo el chorro de agua fría del tinaco con que se abastecían los ferrocarriles. El pueblo de Espinazo, aquellas 50 mil almas que lo seguían en procesión al Cerro de la Campana y las grutas para rezar y cantar alabanzas, mientras Fidencio obraba milagros, sabía bien de sus proezas. Contaban de la curación que el “Niño Santo” había realizado sobre un hombre al que una bala de 30-30 le destrozó completamente el hueso del tobillo. Llevaron al herido a curar con Fidencio que, ante la multitud agolpada en el Santuario, mandó traer una viga de ocote, cortó un pedazo y la colocó en el lugar del hueso perforado de aquel cristiano. A los pocos días la viga soldó y la gente vio al hombre andando como si nada por las calles polvorientas del pueblo. Todos quedaron pasmados. Otras veces la muchedumbre lo había visto hacer correr a los tullidos, poniéndolos delante de una leona inmensa a la que Fidencio había mandado quitar las garras y la dentadura. Lo mismo liberaba posesos que quitaba trabajos negros, y todo lo que la gente le regalaba, monedas, alhajas, fruta, en señal de agradecimiento, lo repartía entre los pobres y enfermos de Espinazo. Los viejos de Espinazo, algunos centenarios ya, platican de una señora “copetona” que al ser sanada por “El Niño Santo” regresó para obsequiarle un morralito lleno de monedas de oro.

Semanario

»

Lo mismo liberaba posesos que quitaba trabajos negros, y todo lo que la gente le regalaba, monedas, alhajas, fruta... lo repartía entre los pobres y los enfermos.

VANGUARDIa Lunes 16 de junio de 2014 / www.semanariocoahuila.com

Había presenciado tantos milagros en “El Pirulito”, como el que sucedió aquella vez en que Fidencio reventó de un naranjazo el tumor en el ojo de un anciana que al instante quedó sanada, porque así era el ritual de sanar a la gente lanzándoles frutas, manzanas, plátanos, desde arriba del árbol. La gente comenzó a profesar una idolatría, una fidelidad y una fe ciegas, a aquel hombre canonizado santo por el pueblo y que se decía más que un elegido o enviado de Dios, “Dios Padre, Dios Hijo y yo soy el Espíritu Santo”. Los que todavía viven para contarla dicen del “Santo” que llegó en tren a esta región hacia 1914, cuando tenía cerca de 15 años, traído por un coronel revolucionario villista que se llamaba don Enrique López de la Fuente, en cuya casa de Irámuco, Guanajuato, servía de mozo - mandadero. Había nacido en el seno de un matrimonio pobre, los Constantino Síntora, que había engendrado a 24 hijos, de los cuales sólo cuatro sobrevivieron, uno de ellos Fidencio. Los del pueblo de Loma Sola, en el ejido Reata, hoy Estación Coss, situado a unos 17 kilómetros de Espinazo y donde “El Niño” trabajaba como jornalero, presenciaron sus primeros milagros. A parte de trabajar en el campo, Fidencio había consagrado su tiempo a curar a los peones de aquel lugar, poseía una habilidad asombrosa más que la de un cristiano con escuela y título de médico. Un día migró con aquel coronel Enrique López a Espinazo, que entonces no era digno de llamarse pueblo, pero en donde se ubicaba la productiva hacienda ganadera de un alemán nombrado don Teodoro Von Wernich. Hasta entonces Fidencio no había pasado de ser un mozo o peón más en aquella hacienda, donde continuó su vocación de curar a los campesinos, allá cuando en Espinazo, asolado por la gesta revolucionaria, no había doctores ni iglesias de ninguna denominación. Sólo los antiguos del lugar, que ya no pertenecen a este mundo, supieron del momento en que el nombre de Fidencio comenzó a correr de boca en boca, sobre rieles de tren, por todo el norte del país y el sur de Estados Unidos. Sin embargo, los supervivientes de aquella época cuentan de cierta ocasión en que el dueño de la hacienda Teodoro Von Wernich enfermó gravemente de las piernas después de haber sido picado por las hormigas cuando visitaba una plantación de tomate. Muchos médicos lo vieron, pero ni los mejores especialistas del extranjero pudieron sanarlo, a menos de que lo mandaran a Espinazo con las piernas cortadas, Teodoro Von Wernich había escuchado sobre las hazañas maravillosas del “Niño” y un día lo mandó traer a la hacienda. Dicen los que lo vieron que el “Santo”, de una humildad y bondad infinitas, que casi no miraba a los ojos y era reservado, pero sonriente y cariñoso, untó las piernas del hacendado con una pomada de tomate y luego se marchó. El milagro se produjo a los cuantos días:

9


10

VANGUARDIa Lunes 16 de junio de 2014 / www.semanariocoahuila.com

Semanario

Fidencio, que había presentido la llegada de aquella señora, pidió a sus feligreses apiñados en “El Pirulito”, le abrieran una valla para que se acercara. En cuanto la mujer lo tuvo delante puso en sus manos el morral con las monedas de oro que Fidencio sacó y lanzó a la multitud. Pero también en Espinazo la gente se moría de enfermedad, gente a la que Fidencio no curaba, gente que se quedó como había llegado y que no tuvo sanación. En cambio Fidencio dio de comer a todo el pueblo y se pasaba los días con sus noches y sus madrugadas, sanando a enfermos de todo, casi sin dormir, descansar ni comer. Y a veces su único alimento durante el día era un desayuno de huevos cocidos, acompañados con una copa de oporto o jerez. Muy temprano la gente lo miraba caminar, cargado con comida, hacia “La Dicha”, una especie de ranchito con jacales de tierra donde Fidencio había alojado a los locos y leprosos que llegaron a Espinazo en busca de un remedio para sus enfermedades. Muchos lo habían visto platicando y tomando café con los locos y los leprosos, sin escuchar las advertencias de sus seguidores de que podía ser contagiado.

Otro día sus devotos lo miraban montando en su yegua, una yegua mansa, oscura y rayada de la frente, que, cuando cabalgaba libre y sola por el pueblo, tenía la costumbre de ir tocando puerta por puerta con la pezuña para que la gente saliera y le regalara unas tortillas o unas mazorcas. Por aquellos días la yegua del “Niño”, amaneció muerta, la habían envenenado, cuentan los que lo vivieron. Fidencio lejos de ponerse triste la mandó destazar y la hizo chicharrones para la gente del pueblo y aquello se tornó en fiesta. Una mañana de 1928 Fidencio se encaminó con la multitud rumbo a la estación del tren de Espinazo, ese día el pueblo recibiría la visita de un político importante del país: se trataba del presidente de la República Plutarco Elías Calles, que había venido desde la ciudad de México exclusivamente para comprobar si el “Niño Fidencio” podía curarlo de una lepra o un herpes en el cuerpo que los médicos titulados no habían logrado sanar. El mandatario bajó del ferrocarril rodeado por un contingente de militares que lo llevaron entre el gentío ante la presencia del “Niño Santo”. Horas después Fidencio, que había aplicado un remedio a base de pomada de to-

mate y miel de abeja sobre el cuerpo del presidente, dejó a Calles encerrado en su consultorio y se retiró para seguir con sus curaciones masivas. Los militares preocupados por la desaparición repentina de Fidencio, salieron en desbanda a buscarlos por las calles del pueblo. Por fin lo encontraron. Estaba en el monte impartiendo sanación a unos enfermos que habían llegado de lejos esperando ser tocados por sus manos para curarse. Alguien de entre el tumulto de soldados recriminó la conducta de Fidencio hacia el máximo jefe de la nación abandonado en el consultorio y Fidencio volvió a lanzar otra de sus prédicas: “no son pobres los pobres, ni ricos los ricos, sólo son pobres los que sufren por un dolor…”. “El Niño” volvió donde Calles y al retirar de su cuerpo las pomadas con que lo había untado descubrió que el herpes había desaparecido por completo. Plutarco Elías Calles ofreció entonces a Fidencio marchar con él a la ciudad de México en donde lo pondría, dijo, al frente de un gran hospital con el que, seguro, en poco tiempo se haría rico. “El Niño Santo”, se negó diciendo que era el enviado de Dios a Espinazo para curar a los enfermos.


En busca de un milagro Miles de fieles hacen viajes largos para llegar a Espinazo, Nuevo León, para que las "Cajitas", seres que dicen guardar el espíritu del Niño Fidencio y sus dones de sanación, los curen de su mal. Las sanaciones se hacen sumergiéndose en el charco negro donde se bañaba Fidencio y si es mucho el dolor, los enfermos se arrastran desde la entrada del pueblo hasta el "sanatorio".

VANGUARDIa Lunes 16 de junio de 2014 / www.semanariocoahuila.com

Semanario

11


12 VANGUARDIa Lunes 16 de junio de 2014 / www.semanariocoahuila.com

Semanario


cambio se convirtió en el padre adoptivo de los chiquillos a los que algunas mujeres, curado de parto por él, le dejaban. Los fotógrafos de la época se encargaron de inmortalizarlo. La gente de Espinazo conserva todavía las placas del “El Niño Fidencio” captado haciendo curaciones, operando, conviviendo con el pueblo en su cumpleaños y montando a caballo.. Una mañana de 1938, Fidencio tenía entonces 40 años, los moradores de Espinazo lo vieron colgando moños negros de las puertas de las casas del pueblo, “ha de ser una bendición”, pensaron. Los viejos que aun viven en Espinazo recuerdan haber visto a Fidencio por

aquellos días con la piel brotada de ámpulas, como si se hubiese quemado con aceite hirviendo. Cuando alguien le preguntó que qué le había ocurrido el “Niño” respondió que había rescatado a unas ánimas del purgatorio y Dios lo había castigado. Cuando el “Niño Santo” hubo terminado de poner los moños negros, reunió a la multitud para anunciarle que dejaría este mundo momentáneamente porque Dios lo estaba llamando para darle un mensaje para el pueblo, pero que volvería. Su cuerpo, ordenó, debía ser velado en el templo – hospital durante tres días y luego llevado hasta “El Pirulito”, donde resucitaría. Semanas después se cumplió la profecía y el “Niño Santo”, se sumió como en un estado de catalepsia o sueño profundo del que jamás despertó. Sobre su muerte corrieron muchas versiones: una decía que el “Niño” había perecido de agotamiento, debido a las largas jornadas de curaciones que realizaba: otra, que un doctor traído de Monclova lo había matado al cortarle la yugular para embalsamarlo, sin saber que Fidencio estaba vivo y sólo esperaba el momento de ser trasladado a “El Pirulito” para resucitar; y la tercera que Fidencio falleció a causa de una enfermedad en las piernas producto de una brujería puesta a un amigo de él y que el “Santo” había pisoteado. Muerto Fidencio las campanas de la iglesia tocaron a duelo, la multitud estalló en llanto y el cuerpo del “Niño” fue sepultado en una tumba dentro de su Santuario. Espinazo volvió a quedar desolado, como antes de que Fidencio llegara. La gente se desterró y nunca más volvieron a pasar por allí aquellos trenes repletos de pasajeros que venían al pueblo desde lejos en busca de un milagro…

Semanario

VANGUARDIa Lunes 16 de junio de 2014 / www.semanariocoahuila.com

»

La fama del “Nino Santo” se expandió todavía más, y más gente vino a Espinazo para conocer al hombre que operaba las cataratas con un vidrio, al que sacaba las muelas con los dedos y curaba las dolencias del cuerpo con pomadas de frutas y jabón. También llegó gente de todos lados para tratar de asesinarlo con botellas de vino envenenadas...

Epílogo Al cabo de algún tiempo y con el surgimiento de las llamadas cajitas o materias, supuestas receptoras del espíritu del “Niño Fidencio”, la gente volvió Espinazo en pos de más bendiciones y milagros del “Santo”, quien previo a su muerte había lanzado su última profecía “…y vendrán muchos fidencios, pero ninguno como yo…”.

DISEÑO:Vanguardia/Marco Vinicio Ramírez R.

A su despedida en la estación del ferrocarril Calles insistió al “Niño”, que había subido a la locomotora para saludarlo por última vez, sobre su ofrecimiento. Y aprovechando la oportunidad ordenó al maquinista que arrancara con Fidencio arriba hasta México, pero el ferrocarril no se movió. “No puede conmigo”, profirió “El Niño” y sólo cuando hubo puesto los pies en tierra el tren avanzó. Los testigos de aquella escena quedaron petrificados. La fama del “Nino Santo” se expandió todavía más, y más gente vino a Espinazo para conocer al hombre que operaba las cataratas con un vidrio, al que sacaba las muelas con los dedos y curaba las dolencias del cuerpo con pomadas de frutas y jabón. Al hombre que hablaba con sus pájaros, su yegua y su leona, en el lenguaje de los animales. La muchedumbre se había quedado admirada de ver a la potranca del “Niño” abrirse paso entre el hervidero para acercarse y besar la mano de su amo; y se había enternecido cuando veía a la leona acurrucada a los pies del “Santo” en las tardes que había curación en el templo – hospital. Entonces Fidencio se había convertido para el pueblo en una suerte de sacerdote que celebraba misas, bautizos, casamientos, daba los santos óleos a los moribundos y conmemoraba, al estilo del rito católico, las fiestas de la Virgen de Guadalupe, San José, la Semana Santa y las posadas, a pesar de las recomendaciones de las autoridades de la diócesis de Monterrey de que se abstuviera de impartir a la gente los santos sacramentos. Después gente llegó de todos lados para tratar de asesinarlo con botellas de vino envenenadas que el “Niño Santo”, adivinando la naturaleza de dichos regalos, se bebía delante de la multitud demostrando que la ponzoña no le hacía perjuicio. “Está santificado” pensó la muchedumbre y todo lo que manada del cuerpo de Fidencio, excremento, orina, pelo, era medicina para el pueblo. Al grado de que el agua con la que el “Santo” se bañaba no era arrojada a la calle, sino repartida entre sus feligresas para que se la tomaran y sanaran de sus enfermedades. Fidencio nunca se casó ni tuvo hijos, en

13


VIDEÓDROMO

Al filo del mañana Por Esteban Cárdenas

Semanario

Un hombre vive el mismo día, todos los días. Despierta para darse cuenta 2014 que es ayer, una y otra vez. Desayuna lo mismo, ve a la misma gente, las mismas conversaciones. Mejora su vida, ve una oportunidad de cambiarla. Esta es la trama para la intocable, inmejorable El Día de la Marmota (1993) de Harold Ramis, y suena bastante parecida a Al Filo del Mañana, protagonizada por Tom Cruise. Podría ser sacrilegio, pero la cinta está sorprendentemente bien.

14

VANGUARDIa Lunes 16 de junio de 2014 / www.semanariocoahuila.com

Doug Liman

A diferencia de El Día de la Marmota, esta es una película de ciencia ficción con bastante acción. Cruise interpreta al Comandante William Cage, un soldado que no está atrapado en Punxsutawney, Pensilvania, como el personaje de Bill Murray. Él revive todos los días el Armagedón. El Comandante termina peleando junto con sus colegas en contra de los Mimics, una raza de alienígenas no particularmente amistosos que han “desembarcado” en una playa francesa. Al principio hace todo por evitar ser parte de la guerra, hasta que conoce a Rita Verdún (Emily Blunt), una soldado que igual está atrapada en un loop temporal. Juntos, hacen equipo para combatir los Mimics.

Rita se llama igual que el personaje de Andy MacDowell en El Día de la Marmota. El director Doug Liman claramente está haciendo una especie de tributo, y si te vas a poner semejante tarea y no hacer el ridículo, más vale que seas bueno. Para suerte de todos, lo es. El realizador norteamericano logra darle un toque cómico a su cinta, que se va poniendo cada vez más seria en una transición impecable. Dirige a Cruise, y le quita un poco de su gravitas al grado en que logra ser chistoso en momentos. Esto ese esencial para que funcione bien la historia. Cruise reemplaza sus pucheros y su quijada perpetuamente tensa por una ligereza que no le hemos visto en años. Cae

Radar

Suena a…

Por Esteban Cárdenas

The Fall Slates

escardenas@ vanguardia.com.mx

Parquet Courts Sunbathing Animal 2014

bastante mejor así, la verdad. Comparémoslo con la insufrible Oblivion del 2013, en donde lo único que hace es fruncir el seño y gritar desesperado. Está a años luz de distancia. Y bueno, Al Filo del Mañana es divertida, pero también tiene grandes secuencias de acción. Con ese presupuesto, y con un director con experiencia (hizo la excelente Identidad Bourne, 2002), tenía que cumplir en este aspecto. Al final, Al Filo del Mañana es como en un videojuego de acción que te atrapa toda la noche, en donde pierdes, pierdes y pierdes hasta que mejoras su estrategia. Un videojuego que está tan bueno que lo quieres seguir y seguir jugando.

Hace algunos años lo más “in” era hacer art punk, influenciado por bandas como Wire, Richard Hell, Gang of Four y Pere Ubu. Esa moda fugaz fue pronto reemplazada por otra cosa, y bandas como The Rapture, que catapultaron el renacimiento del género, empezaron a hacer música más orientada a la electrónica. Parquet Courts sigue firme en sus influencias, y mientras la tendencia va para otro lado, ellos continúan por la misma vena

musical que sus antecesores setenteros. Y lo hacen bastante bien. Sunbathing Animal precede a su excelente Light Up Gold del 2012, Light Up Gold, y lo supera en muchos aspectos. En este gran tercer álbum el cuarteto neoyorquino explora el garage blues, el punk experimental y el punk más básico de ritmos 4 x 4, y lo hacen con la frescura de alguien que pareciera acabar de descubrir el Pink Flag de Wire.

981

Male Bonding Nothing Hurts 2010

Gang of Four Entretainment! 1979


| Claro que ud. lo sabe

| Los menesteres del ocio

|| Por Miguel Agustín Perales

|| Por Alfredo García

1.-Maximiliano de Habsgurgo, Miguel Miramón y Tomás Mejía fueron fusilados el … de junio de 1867.

La movida inmóvil. “La ONGfamilia ha impedido un estallido social mayor en España”: Frnando Savater. Los españoles que celebraron el fallecimiento del Generalísimo Francisco Franco, el 20 de noviembre de 1975, pensaron que la primavera sería eterna. Iniciaron un jolgorio que duró 37 años, prácticamente la misma cantidad de tiempo que abarcó la Dictadura. Es decir, se cobraron día por día, mes por mes, año por año ese período histórico, a diferencia de los chilenos, que tuvieron la disciplina y la sensatez de aprovechar el firme piso económico que construyó para ellos el General Pinochet, y sobre el cual han podido armar en los últimos años toda clase de malabarismos de izquierda y de derecha.

2.- Maurice Béjart (19272007)fue un … francés naturalizado belga.

■ a)Medicina; ■ b) Tierra; ■ c) Música; ■ d) Astronomía.

7.- Mocorito es una ciudad de … ■ a) Chiapas: ■ b) Sinaloa; ■ c) Oaxaca; ■ d) Sonora.

■ a) coreógrafo; ■ b) arquitecto; ■ c) escultor; d) psiquiatra.

3.- … son los hijos de Morticia y Homero Addams. ■ a) Morticia y Homero; ■ b) Morgana y Modred; ■ c) Ilitia y Fusco; ■ d) Merlina y Pericles.

8.- El 21 de junio se festeja el aniversario de la victoria del Ejército Mexicano sobre el Imperio, victoria que tuvo lugar en … ■ a) 1821; ■ b) 1824; ■ c) 1854: ■ d) 1867.

4.- El estadio de Maracaná fue inaugurado el 24 de junio de …

Incrédulo lector. Thomas Alva Edison propició la invención de la silla eléctrica, que emplea corriente alterna (desarrollada por Nikola Tesla) en lugar de corriente continua -de la que el mago de Menlo Park era impulsor- para así dar mala fama al invento de Tesla. ¡Aunque usted no lo crea!

RESPUESTAS

■ a) 1942: ■ b) 1946; ■ c) 1950; d) 1954.

5.- El poeta Efraín Huerta nació, el 18 de junio de 1914 en la ciudad de …

Proverbios políglotas Español: «Dios nos dio dientes, Dios nos dará pan».

■ a) México; b) Puebla, ■ c) Guadalajara; ■ d) Morelia.

Sánscrito: «Devas adadāt datás, Devas dat dhānās». Lituano: «Dievas davė dantis, Dievas duos duonos». 1)

b; 2) a, 3) d; 4) c; 5) a; 6) c; 7) b; 8) d.

superméndez

Latín: «Deus dedit dentes, Deus dabit panem». La música de los planetas. “La tierra es un conductor de resonancia acústica”: Nikola Tesla. Sin pasado. Hay profesiones que no tienen futuro. Hay profesiones que no tienen pasado, como la literatura: cada día se comienza desde cero. Avi(e)so. Muchos hijos de puta se han sentido identificados con esta novela. Mejor ni la lea. Fijeza. Felipe IV de Francia, apodado el Hermoso 81268-1314), tenía una extraña expresión facial, pues su mirada era fija y era capaz de no parpadear durante mucho tiempo. Por ello y por su apostura física, fue llamado por sus contemporáneos el Rey de Mármol y el rey de Hierro. Uno de sus enemigos lo describió así: «No es un hombre ni una bestia. Es una estatua». Cabezas de turco. “Candidatos adorables, ¿representantes esquivos?”: Maité Maizuela, El Universal-Opinión, jueves 5 de junio. Diccionario de Autores. VERDAD: Es evidente que existe la verdad. Porque el que niega que existe la verdad, conoce que la verdad existe. Si, pues, no existe la verdad, es verdad que la verdad no existe (Santo Tomás de Aquino).

El único superhéroe de Saltillo y la región (incluyendo Ramos)

Por J. Latapí

Semanario

VANGUARDIa Lunes 16 de junio de 2014 / www.semanariocoahuila.com

■ a) 14; ■ b) 19; ■ c) 23, d) 25

6.- El 21 de junio se celebra la Fiesta de la …

15


16 VANGUARDIa Lunes 16 de junio de 2014 / www.semanariocoahuila.com

Semanario


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.