Hombre visionario, lleno de ideas y con ganas de comerse al mundo; así era Don Emilio Arizpe. Su sueño fue ser embajador, debido a su pasión por viajar. En su ciudad, en Saltillo, tal vez no fue un embajador de renombre, sin embargo, logró posicionarse como el empresario mas importante de la región, gracias a sus ideas y sus ganas de triunfar, y lo más importante, logró ganarse el corazón de los saltillenses.