Suplemento especial noviembre de 2013
Dos dĂŠcadas de conocer para valorar y conservar
noviembre de 2013 | vanguardia | Museo de las Aves de mĂŠxico
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Tesoros del museo
“Si yo fuera un ave”
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Vestir para ser eternos
Cotorra Serrana Descarga la app de Vanguardia Kiosco y encuentra la versión interactiva de éste suplemento en tu iPad y/o iPhone.
EDITORIAL staff Director general Armando Castilla Galindo
Producción Andrés Cruz
Edición Jesús Castro
Publicidad 450 10 00 ext. 1500/1501
Fotografía en portada Luis Salcedo
Oficinas: Bulevar Venustiano Carranza No. 1918-B Colonia República Oriente, Saltillo, Coahuila.
Diseño Sary Colin Edgar de la Garza Colaboración Omar Saucedo Biól. Samuel López de Aquino César Gaytán Édgar Moncada
Impreso por el Grupo Editorial de Coahuila, S.A., de C.V. Distribuido por Repartovan Internacional, S.A de C.V. http://www.vanguardia.com.mx/ Saltillo, Coahuila
Nuestro bello planeta azul, nuestro hogar, la Tierra, manifiesta en su fisonomía su más importante y distintiva característica: la existencia de la vida. Son las especies animales mejor conocidas, ya que conviven con nosotros, aún en las ciudades. Su canto, su vuelo, su colorido, nos permiten observarlas con facilidad. Nadie ama lo que desconoce, por ello es de gran trascendencia que los mexicanos conozcamos y estudiemos
estas fascinantes criaturas que pueblan cielos, aguas y tierras en nuestro país, y a través de ellas descubramos nuestra variadísima y valiosa geografía en ambientes naturales de gran belleza. Conozcámoslas, admirémoslas, para así amarlas y preservarlas, en bien de México y de la humanidad. Aldegundo Garza de León Presidente del Patronato del Museo de las Aves de México
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Colección de exhibición
Único en México El Museo de las Aves es el más importante de su tipo, exponiendo el 73 por ciento de las especies de aves que existen en el país TRÓPICO
Algunos de los ejemplares del trópico que tiene el museo son el tucán pico canoa, zopilote rey, águila arpía, mosquero real entre otras.
BOSQUE
Biól. Samuel López de Aquino
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l Museo de las Aves de México es uno de los primeros museos de Historia Natural que se fundaron en Saltillo, Coahuila. Sus cinco salas muestran el 73 por ciento de las especies de aves que existen en México. No hay en la República mexicana otro museo que exhiba la riqueza de colores, formas y tamaños de las mil 60 especies de aves que nuestro país tiene reportadas. Creado a partir de la generosa donación del señor Aldegundo Garza de León, el Museo ha sido un gran precursor de la conservación biológica. Se eligió el edificio de antiguo Colegio de San Juan, entre otras cosas por tener altos plafones y muros gruesos, lo que permite que la temperatura no dañe los ejemplares. Los ejemplares del Museo se obtuvieron por donación de don Aldegundo Garza, adquisiciones por intercambios con otras instituciones y por colecta científica bajo los permisos correspondientes. Hay en nuestras salas de exhibición especies de hábitos secretivos y comportamientos únicos, como el caso de los tapacaminos cuyo plumaje se camuflajea con su entorno; o el tapacamino yucateco, que solamente canta en época reproductiva para luego desaparecer en la selva hasta la próxima época reproductiva. Otras son el falaropo picolargo, donde la hembra posee el plumaje llamativo, mientras que el macho no, contrario al resto de las aves. Especial atención merecen las especies endémicas, las cuales solamente habitan nuestro país. De este selecto
Del bosque de niebla tenemos al quetzal mesoamericano, chinchinero común y tucaneta verde por citar algunos. Del bosque de pino tenemos a la chara azul, carpinteros, codornices.
DESIERTO
Del desierto se expone correcaminos, caracara, tecolotes y centzontles.
COSTA
De nuestras costas y mares tenemos al pelícano, gaviotas, playeritos, inclusive tenemos un albatros de Laysan y petreles, aves consideradas de altamar.
MANGLAR
De los manglares y marismas tenemos garzas, anhingas, calandrias y gallaretas.
PASTIZALES
Los pastizales están representados por especies como el zarapito pico largo, alondra común, zarapito ganga y aguililla real.
URBANOS
Las ciudades también están representadas por las aves como los chileros, palomas comunes, tórtolas, urracas, chinitos y lechuza de campanario.
CHICAS Y GRANDES Tenemos aves tan pequeñas y coloridas como los colibríes, chipes y gorriones, así como grandes ejemplares de cigüeñas y aves rapaces.
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LO INSPIRÓ UN CARDENALITO�
El señor Aldegundo Garza es el fundador del Museo de las Aves de México, es originario de Saltillo y a los 4 años acompañado de su padre vio en un viaje al campo una avecilla que le cautivó. Esta avecita es un mosquero cardenalito, la cual lo inspiró en su pasión por las aves.
Museo de las Aves de méxico | vanguardia | noviembre de 2013
grupo tenemos al cuervo sinaloense, perico catarina, matraca chiapaneca, zafiro de Xantus entre otras. Somos el único museo en México en exhibir un cóndor de California, así como una grulla blanca, especie extinta en nuestro país. Nuestra exhibición también muestra aves registradas en Coahuila, pero que los libros y guías especializadas desconocían de su existencia en la entidad. Tenemos aves marinas como el salteador pomarino, colimbo mayor y gaviota cola hendida. También es posible observar un ejemplar de cisne de Tundra, pato chillón, cuitlacoche rojizo y saltapared chochín. Aún nos falta mucho camino por recorrer; no importan las inclemencias del tiempo, ni los piquetes de insectos que hay que aguantar mientras recorremos la República mexicana en los viajes de campo, todo eso ha valido la pena y 2 millones de visitantes nos respaldan. El importante apoyo del Gobierno del Estado de Coahuila ha hecho que nuestra colección esté abierta para que público en general y especialistas puedan asistir y observar los colores, formas y tamaños de las aves mexicanas. Las labores a cargo de todos los miembros del Patronato y del personal han hecho que el Museo sea un lugar digno de visitarse. La representación de la riqueza de las aves de México en nuestras salas de exhibición, a través de los dioramas, sirve como un puente para que la gente conozca su importancia y se acerque al fascinante mundo de las aves. Nuestra misión de 'Conocer para Valorar y Conservar' permitirá que los ciudadanos del mundo y de México nos sintamos parte de la naturaleza y no ajenos a ella. Celebremos juntos los primeros 20 años de vida del Museo de las Aves de México, orgullo de coahuilenses y mexicanos.
Mayor información: www.museodelasaves.org Email: cientifica@ museodelasaves.org Facebook: Museo de las Aves de Mexico Twitter: @museodelasaves
Aceptamos tarjetas de débito y crédito
Plaza Comercial San Isidro, local 26 y local 32, col. Doctores.
Tel. 4 85 62 61
Aquarissimo Saltillo
DOS GRANDES ORNITÓLOGOS�
INICIA LA COLECCIÓN�
El primer ejemplar que colectó el señor Aldegundo Garza -cuando era niño- fue un cernícalo americano, un ave rapaz de tamaño pequeño que se alimenta de insectos y pequeños mamíferos y reptiles.
El especialista en aves mexicanas, doctor Alan Philips (†), distinguido y reconocido ornitólogo estadounidense, viajó a Saltillo y conoció el Salón de las Aves en casa de Aldegundo Garza. Desde ese momento Philips se convierte en amigo y maestro de Aldegundo Garza.
Nombre común: Cotorra serrana-occidental Nombre científico: Rhynchopsitta pachyrhyncha Esta cotorra sólo se encuentra en el noroeste de México, en la Sierra Madre Occidental, desde Chihuahua al oeste de Michoacán. Su plumaje es verde, pero su frente es color rojo. Al vuelo se puede apreciar una mancha roja en sus hombros, así como una mancha amarilla. La pérdida de su hábitat ha puesto a esta cotorra en peligro de extinción.
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Nombre común: Águila solitaria Nombre científico: Harpyhaliaetus solitarius Es un ave de bosques de pino y pino-encino, y es muy rara de observar, por lo que se sabe poco de su historia natural. En México habita en Sonora, Chihuahua, Jalisco, Estado de México, este de Oaxaca y norte de Coahuila. Esta especie se encuentra en peligro de extinción debido a la destrucción del hábitat.
Breves
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Mayor información: www.museodelasaves.org Email: cientifica@ museodelasaves.org Facebook: Museo de las Aves de Mexico Twitter: @museodelasaves Nombre común: Pato real Nombre científico: Cairina moschata Este pato ha sido domesticado y es común verlo en lagos y cuerpos de agua, incluso en las ciudades, sin embargo, las poblaciones silvestres son las que se encuentran en peligro de extinción debido a la contaminación y pérdida del hábitat. Estas poblaciones viven en lagos arbolados, ríos, marismas y pantanos a lo largo de las dos costas de México.
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Nombre común: Vireo gorra negra Nombre científico: Vireo atricapilla Esta especie habita en matorral árido o semiárido. Se reproduce desde Coahuila hasta el sur de Nuevo León. Es visitante de invierno en la vertiente del Pacífico, desde Sinaloa hasta Oaxaca. Esta especie se encuentra en peligro de extinción debido a la pérdida de su hábitat.
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Colección
Tesoros del museo De las miles de especies que se pueden apreciar, existen algunas que por su rareza en habitad o por estar amenazadas, representan verdaderas joyas M. en C. Gabriela M. García-Deras y Biól. Samuel López Fotos: Luis Salcedo
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odos los ejemplares contenidos en la colección de aves del Museo brindan información única e irrepetible. Sin embargo, hay algunas especies que consideramos como 'Tesoros de la Colección', ya sea por su rareza en sus hábitats o porque desafortunadamente se encuentran bajo alguna categoría de riesgo, según las normas mexicanas. Aquí te mostramos nuestros tesoros para que los conozcas, pues para la mayoría de las especies es muy difícil observarlas en sus ambientes naturales y tristemente en algunos casos es prácticamente imposible.
Museo de las Aves de méxico | vanguardia | noviembre de 2013
Nombre común: Loro cabeza-amarilla Nombre científico: Amazona oratrix Habita en bosques de galerías, sabanas y áreas semiabiertas con árboles. Este loro está en peligro de extinción debido a su captura como mascota y a la perturbación de su habitad. Actualmente las leyes mexicanas protegen a todas las especies de pericos, loros y cotorras, al prohibir su captura y venta como mascotas.
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Nombre común: Colibrí cola hendida Nombre científico: Doricha eliza Es un colibrí que sólo vive en la península de Yucatán, del noroeste de Campeche al norte de Quintana Roo. Habita en pantanos, matorral costero y algunos jardines. La pérdida de su hábitat ha puesto a esta especie en peligro de extinción.
Nombre común: Pavón cornudo Nombre científico: Oreophasis derbianus Es un ave endémica, esto es, que sólo se encuentra en una región o hábitat. En este caso sólo vive en los bosques de niebla de Chiapas y Guatemala. Es un ave peculiar, ya que presenta un cuerno color rojo en su cabeza, su plumaje es negro con excepción del cuello y pecho, que son blancos. La pérdida de su hábitat la ha puesto en peligro de extinción.
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Nombre común: Quetzal mesoamericano Nombre científico: Pharomachrus mocinno Habita en el bosque de niebla en Chiapas. Para muchas personas es el ave más espectacular del Continente Americano, por su plumaje color verde iridiscente. El macho presenta plumas muy largas. Su principal amenaza es la destrucción de su hábitat. Se encuentra en peligro de extinción.
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Nombre común: Chara pinta Nombre científico: Cyanocorax dickeyi Esta especie de ave sólo se encuentra en el noroeste de México, en Sinaloa, Durango y norte de Nayarit. Su plumaje es espectacular, presenta una cresta llamativa color negro. Habita en bosques húmedos de pino-encino. La pérdida de su hábitat también la ha puesto en peligro de extinción.
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Nombre común: Codorniz-coluda veracruzana Nombre científico: Dendrortyx barbatus Es una codorniz que sólo podemos encontrar en el noreste de México, desde el sureste de San Luis Potosí hacia Hidalgo, Puebla y el centro de Veracruz. Habita en bosque de niebla, ecosistema que se ha ido perdiendo, por lo que está en peligro de extinción.
12 Nombre común: Carpintero imperial Nombre científico: Campephilus imperialis Este carpintero era el más grande del mundo (56-61 cm). Habitaba bosques maduros de pino-encino de la Sierra Madre Occidental, desde Chihuahua al norte de Jalisco y en el Eje Neovolcánico Transversal, desde Jalisco a Michoacán. La tala y cacería llevaron a esta especie a la extinción. El último registro se dio en 1956. En nuestro país, no existe ejemplar de este carpintero para exhibición.
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Nombre común: Águila arpía Nombre científico: Harpia harpyja Es una de las aves rapaces más grandes y fuertes de México. Esta especie habita en la selva húmeda del sureste mexicano. Su principal amenaza es la pérdida de su hábitat, ya que requiere de grandes áreas donde ella y sus presas (chachalacas, monos y otros mamíferos medianos) puedan vivir sin ser presas de la captura. Se encuentra en peligro de extinción.
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Nombre común: Águila calva Nombre científico: Haliaeetus leucocephalus A pesar de que esta ave es símbolo de Estados Unidos, también reside en nuestro país en la península de Baja California y es visitante de invierno del oeste de Sonora a Nayarit, en el este de Tamaulipas, Durango y Coahuila. Se le puede ver en lagos y costas. Se alimenta de peces o bien de carroña. Esta especie se encuentra en peligro de extinción. Su principal amenaza es la pérdida del hábitat y la contaminación.
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Nombre común: Águila crestada Nombre científico: Morphnus guianensis Es una especie que habita en la selva húmeda y que se ha visto amenazada por la tala inmoderada de su hábitat, por lo que se encuentra en peligro de extinción. El ejemplar que se encuentra en el Museo de las Aves de México es el primer registro de la especie para nuestro país, antes se consideraba que esta especie vivía sólo en Centro América.
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Nombre común: Búho manchado Nombre científico: Strix occidentalis Habita en bosques de coníferas y pino-encino. Es un búho de tamaño mediano (43-48.5 cm) que gusta de cazar en áreas abiertas de los bosques. La tala inmoderada de su hábitat ha hecho que esta especie esté amenazada.
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EL MÁS PEQUEÑO�
LA MÁS GRANDE�
El ejemplar más pequeño de un ave mexicana que tiene nuestro Museo corresponde al zumbador mexicano, el cual es un colibrí que solamente se puede encontrar en nuestro país, cuyo tamaño es de 7.5 centímetros de largo.
Texto: César Gaytán Fotografía: Omar Saucedo
“Yo estaba de que ‘órale, está bien padre’. Veía las aves y decía ‘guau, no puede ser’. No me la creía”. Ricardo Cárdenas
El recorrido está planeado en una hora, pero a veces yo me tardo una y media, a veces me tardo hasta tres porque preguntan muchas información.
R 08 NIÑOS GUÍAS
Grandes expertos, desde chiquitos Parecen polluelos, pero en realidad saben más sobre aves que cualquier ciudadano promedio. En este nido se forman hombres y mujeres conscientes de la conservación del medio ambiente y las aves
Shamanta Esmeralda Mares
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Museo de las Aves de méxico | vanguardia | noviembre de 2013
icardo y Shamanta son dos pequeños que, con pasión y alegría, mantienen con vida la tradición de ser niños guías. Ellos forman parte programa de Niños Guías que nació un año despues de fundado el Museo. Apoyados por sus respectivas familias y el personal del Museo, los infantes saltillenses conocen de memoria el recorrido por las 5 salas, en donde muestran que la edad no es obstáculo para que expliquen una de las más ricas colecciones de aves mexicanas en el continente. De la risa al juego, conservan en sus anécdotas la inocencia que viene con su edad, pero en un momento, al escucharlos, quienes hablan son unos verdaderos conocedores del patrimonio natural de nuestro país. Así, entre bromas y un poco de nervios, ambos nos regalaron algunos minutos para compartir sus experiencias.
QUIERE SER BIÓLOGO
Se acuerda que llegó al museo el 24 de marzo de 2013. Ricardo Cárdenas Aguirre dice que está aquí porque lo pidió como regalo de su noveno cumpleaños. Se lo pidió a su tía, y ella lo trajo. “Y ya. Esa es mi historia, y estoy muy feliz porque es lo mejor que me ha pasado. No sé qué más puedo decir, no sé si tengo algo más que decir, yo creo que no”, agrega risueño y hundiendo los hombros. Siente que ya ha dicho lo más importante, y concuerdo con él. El chico tiene chispa, y es de esas personas con la que uno hace empatía rápidamente. Le pido que me cuente un poco más, y es como si le hubieran dado cuerda. Dice que en una visita con su familia se dio cuenta que unas niñas y niños daban la explicación de las aves, y supo que eso era lo suyo. El entusiasmo no despareció, y con las mismas ansias con las que esperaba el primer día le dieron su primera tarea: escuchar un recorrido guiado para darse idea de lo que le esperaba. “Yo estaba de que ‘órale, está bien padre’. Veía las aves y decía ‘guau, no puede ser’. No me la creía” pronuncia. Después comenzaron las capacitaciones. Tenía que decir correctamente las descripciones de los especímenes en las vitrinas, algo que pudo lograr en dos meses. ¿Qué tan difícil es? El Museo
El avestruz es el ave más grande del mundo al llegar a medir dos metros y medio. Esta especie originaria de África es la única ave no nativa de México que nuestro Museo exhibe.
cuenta con más de 700 especies y 3 mil ejemplares. El único obstáculo fue el examen oral de la sala tres, porque los nervios le ganaron y no lo pasó. En fin, nada grave en realidad. Ricardo se esfuerza en aprender mucho de la naturaleza, porque ha descubierto algo importantísimo. Conoció al biólogo del Museo y se maravillo con todo lo que sabe de los animales. Fue sencillo decidir que quiere estudiar para convertirse en biólogo y saber todo lo que pueda sobre la naturaleza. Comenzó por ver Animal Planet y videos en Youtube, pero también entiende que los libros y la escuela son necesarios. Viene al museo las tardes y los fines de semana. En caso de que lo necesiten por las mañanas ha pedido permiso en la escuela Victoriano Cepeda para que lo dejen venir. Se supone que hay un uniforme especial que consiste en un chaleco y un gafet, pero no lo ha podido usar porque todavía no llegan. El recorrido está pensado para terminarse en aproximadamente una hora, y dependiendo de qué tantas preguntas haga la gente, Ricardo puede tardarse desde 45 minutos hasta una hora y media. Pero el tiempo no es lo que le preocupa. Platica que pude pasarse todo el día hablando de las aves y no se cansarían. Que lo único a lo que le tiene un poco de miedo es a no recordar información de alguna vitrina, porque entonces si se pone nervioso y le da por tartamudear como le ocurría al principio. Claro que también están los recorridos exprés, que son para quienes sólo quieren dar una vuelta por el museo con poca explicación. Si es así se tarda uno diez o quince minutos. En cualquier caso, hay un animal que siempre logra cautivarlo más que los demás. “Por sus plumas que son muy exóticas y las usan para hacer arreglos de hombre o mujer. Son de un color verde, azul, morado y rojo a la vez. Son muy bonitos, pero están en peligro de extinción”: el quetzal. En definitiva aquí siempre hay sorpresas, y cuando no son las aves, son los visitantes. Una vez se encontró a su amigo Eruviel, quien al ver cómo Ricardo era guía, le pidió de favor que lo ayudará a entrar. Se lo ha repetido varias veces, se lo pide de favor. Que no sea malo y le ayude a ser guía, pero a él siempre se le olvida decirle al coordinador. Mientras tanto, está convencido de que se convertirá en biólogo y va a
trabajar aquí, en el Museo. “Yo me he sentido muy feliz, por eso cuando me dijeron que el museo iba a cerrar me dio mucha tristeza, porque no podría venir, pero luego mi mamá me explicó que iban a abrir otra vez y pos ya me calmé”, manifestó.
PIENSA EN GRANDE
Todo comenzó cuando al hermano de Shamanta Esmeralda Mares Ramírez le ofrecieron ser guía. Pero como él es más bien de los que no hablan en publico, no le llamó la atención. Ella, en cambio, se ilusionó sólo con saber que tendría la oportunidad de platicar, convivir con más personas y aprender. Eso ocurrió hace 4 años con 11 meses, cuando Sha (así le decían cuando llegó al museo) tenía 7 años. Sólo que había un problema, la edad mínima para ser guía es de 8, aunque eso no le impidió hacer las pruebas. “Me pusieron a leer muchas hojas, pero yo siento que no aprendo leyendo, sino escuchando, entonces me metía a recorridos con los guías y con eso se me quedaba. Después yo les pedía explicar alguna vitrina y ellos me dejaban”, cuenta. Conforme habla, deja ver que le gusta tomar la iniciativa, y que se siente segura consigo. Los lentes negros le hacen juego a sus ojos café oscuro, y la sonrisa a su rostro lleno de luz. Dice que la coordinadora que tenía en un principio no la dejaba hacer muchas cosas, y en realidad nunca le permitió ser guía, pero cuando llegó Alberto, el si confió en ella. Le dijo que tenía algunos errores en el recorrido que había practicado, y le mostró cómo hacerlo correctamente. “Como yo no tomé capacitación, me tardé mucho para aprenderme el recorrido. Fue más o menos un año. Ahorita es lo que más disfruto hacer. Me gusta mucho, es divertido, y además aprendo bastante de muchas cosas”, suelta con una voz ágil. A diferencia de otros niños, a Sha le pareció fácil adaptarse al esquema, porque dice no le da pena hablar en público. Eso se nota. Al escucharla uno se olvida que es una niña quien se expresa tan propia, y maneja como si nada información especializada, que incluso puede ser difícil de pronunciar.
Su comprensión también va más allá. Está segura de que su papel en el Museo es importante, porque así puede defender la causa del museo, y convencer a al gente que no se trata de matar aves para exhibirlas, sino de aprender de ellas y cuidar el medio ambiente. Por eso le queda claro que es necesario estar presentable y lista a al puerta del inmueble para recibir a los visitantes. “Me pasa algo. Es que el recorrido está planeado en una hora, pero a veces yo me tardo un y media… bueno, a veces me tardo hasta 3, porque ellos preguntan muchas cosas y yo les digo mucha información. O hasta me cuentan sus historias, y me gusta mucho escucharlos”, confiesa risueña.
Todo el tiempo que ha pasado aquí ha llevado a Sha a tener un favorito de entre todas las aves: el búho cornudo americano, un espécimen intrigante, un poco más delgado y alto que la mayoría de su especie. Con las plumas cafés en el exterior, pero con un tono blanquecino en el pecho. Los característicos ojos grandes, el pico saltado, y las plumas en su cabeza que parecen cuernos. El motivo de este cariño tan especial es porque hace tiempo llegó al Museo uno que estaba enfermo. Lamentablemente no pudieron hacer mucho por él, y murió. Cinco minutos después, el personal le permitió abrazarlo, y aunque se trataba de un animal sin vida, para ella fue un momento que la cambió.
Claro que no todo ha sido tan dramático, también tiene su lado chistoso. La chica recuerda que hace poco fueron a un campamento en el área protegida de La India, y se encontraron una víbora que le dio mucho miedo. “Salí corriendo a una camioneta porque me asuste”, confiesa. Más tarde, sus compañeros encontraron una víbora muerta, y sólo por fastidiarla, se la arrojaron. “Por todo lo que he pasado aquí en casi 5 años, a mi sí me gustaría trabajar aquí. Quiero ser psicóloga, pero también me gustaría estudiar pedagogía. Creo que con ambas pudiera convertirme en coordinadora de los guías y enseñarle a otros niños lo que yo he aprendido”, expresa la pequeña experta al final de la entrevista.
BIÓL. Samuel López de Aquino
E 10 Museo Itinerante
Cuando brotaron las alas
“Si los coahuilenses no pueden venir, las aves irán a los coahuilenses”. Así nació la idea de lleva la exposición a todos los rincones del Estado, y la hicieron realidad
l Museo de las Aves de México, único en su tipo en la república mexicana. Año con año son adheridas nuevas especies al guión museográfico con la intención de mantener a los visitantes atentos a dichas adquisiciones. A lo largo de su historia, sus alas han alcanzado el alma de millones de personas con las que hemos compartido maravillosos colores, cantos y trinos de las aves que pueblan nuestros cielos. Las colecciones son auténticos cuadros que retratan para la eternidad momentos únicos en la vida de las aves como si estuvieran dentro de sus ambientes naturales, gracias a la espléndida museografía de los dioramas y a la impresionante taxidermia que permite a los ejemplares perdurar por mucho tiempo. Somos uno de los primeros museos de historia natural en Saltillo, que pronto adquirió el interés y cariño de los ciudadanos, el cual hemos sabido apreciar y atesorar. Conforme avanzaba el tiempo, nuestras alas se hicieron fuertes y vigorosas, permitiendo pronto levantar vuelos de mayor altura. Nuestras ansias de volar y alcanzar nuevos horizontes nos hizo salir de nuestro ‘nido’ para compartir con más personas la misión de ‘Conocer para Valorar y Conservar’. Primero fue la creación del concepto de Niños Guías, luego fue el programa de Vitrinas Itinerantes, el cual muestra en Saltillo y sus alrededores, particularmente en hoteles, restaurantes y eventos de educación ambiental, vitrinas con ejemplares para que la gente los conozca.
EL GRAN RAPAZ�
Una de las aves rapaces más grandes que tenemos representadas en nuestra colección de exhibición es el águila harpía, la cual llega a medir hasta un metro de largo y una envergadura alar de 2 metros de longitud. 10
Museo de las Aves de méxico | vanguardia | noviembre de 2013
Otro esfuerzo muy importante son las cápsulas radiofónicas llamadas ‘Ave-Citas’, transmitidas en las principales estaciones de la ciudad, con las que informan sobre especies de aves mexicanas y el mundo, de una manera atractiva para el radio escucha. Bajo este marco de interacción con la sociedad nace el programa del Museo Itinerante. En el 2008, nuestro Museo con el apoyo entusiasta del Gobierno de Coahuila y la Secretaría de Educación y Cultura del Estado, creó el ‘Museo Itinerante de las Aves’ con el cual los visitantes tienen la ventaja de conocer de manera paulatina y constante aves de Coahuila y México, en sus propias ciudades. La creación del Museo Itinerante es una respuesta ante la necesidad de atender aquellos ejidos, municipios y ciudades alejadas de la capital que no tienen la posibilidad de viajar a Saltillo y conocer el Museo de las Aves de México. Hay en el país otros museos que utilizan el concepto de colección itinerante para dar a conocer algunas de sus piezas, pero nuestro Museo Itinerante es único en su tipo en el país, pues no hay otra exhibición viajera que muestre la enorme riqueza de aves que hay en México. Para nuestra institución, el Museo Itinerante de las Aves representa una oportunidad única con mucho potencial dentro de la educación ambiental para el Estado y el país, que permite fomentar entre los niños y jóvenes el conocimiento e interés por las aves. Porque al ser itinerante, logra que la información concerniente a las aves y su relación con la naturaleza llegue al público de zonas semiurbanas y rurales que carecen de museos. La entrada al Museo Itinerante es gratuita gracias al apoyo del Gobierno del Estado y a que en cada localidad visitada se instala en bibliotecas, casas de cultura y auditorios, entre otros. Los asistentes al Museo Itinerante disfrutan de un recorrido guiado y participan en un taller educativo. Con ello, se pretende motivar a los visitantes a que adquieran un sentido de responsabilidad social, que los lleve a actuar en favor de la conservación de los recursos naturales, particularmente las aves y los lugares donde habitan.
50 mil
niños
kilómetros han sido recorridos durante
5 años
100
Equilibrio, confianza y asiento como bases
y adultos
(desde 5 años)
15 años de
experiencia
mil personas
han asistido a la exposición itinerante.
15 días o hasta un mes dura el museo en cada lugar.
54
ejemplares correspondientes a
48
especies de aves acuáticas, del desierto, bosque, pastizal y zonas urbanas así como especies residentes y migratorias son exhibidas en
9
vitrinas de exhibición para resguardar a los ejemplares, las cuales además son de fácil montaje, lo que permite instalar el Museo en poco tiempo.
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mil
aves han reunido durante sesenta años, es decir, en promedio llevan recolectadas 50 por año.
Museo de las Aves de méxico | vanguardia | noviembre de 2013
es lo que mide el ave más pequeña con la que cuenta el Museo
millones de pesos es el costo de operación del Museo, es decir unos 500 mil al mes.
500 personas por día visitan el Museo, provenientes de todo el mundo.
5 o 6 pesos por persona cuesta la entrada al Museo y 26 pesos por familia, y 0 pesos quien no cuente con recursos económicos. 12
centímetros
6
12
3
7.5 2 metros y medio es el tamaño que puede medir un avestruz, especie que también se exhibe en Saltillo.
personas son las que llegan a visitar el museo en un año.
100 mil
LOS NÚMEROS HABLAN
2 millones de visitantes en 20 años, que equivalen a la población de Yucatán, según el INEGI en su último censo.
5 salas muestran el 73% de las especies de aves que existen en México.
CUANTO DURA LA VISITA�
Como visitante del Museo de las Aves de México puedes conocer en una hora y media la mayor parte de las aves que viven en México. A la fecha nuestro museo tiene en exhibición cerca de tres mil 100 ejemplares de aves mexicanas, producto de 60 años de arduo trabajo .
S
VISIONARIOS En México hay hombres cuya vocación e interés por las aves ha servido para que más personas se involucren en ese mundo. Uno de ellos es Walter Bishop†, hijo de un cazador cuya residencia en Durango le permitió observar aves desde muy temprana edad. Otro notable naturalista es Carlos Sánchez Mejorada† cuyo empeño e interés por muchos años hacia el estudio de las aves le llevó no solo a formar una importante colección, sino a que investigadores norteamericanos nombraran una especie de búho en su honor, el tecolote tamaulipeco (Glaucidiumsanchezi). No podemos olvidar la influencia que ha tenido nuestro fundador, el señor Aldegundo Garza de León, cuyo interés hacia las aves fue expresado desde los 4 años de edad. La importante labor desarrollada al donar su colección para que los mexicanos conozcan las riquezas de nuestro país es sin duda un hecho trascendental en la ornitología mexicana. La participación ciudadana a través de la visita a nuestra colección de aves ofrece numerosas oportunidades para ayudar en el estudio y conservación de las aves mexicanas.
14 CIENCIA CIUDADANA
El saber de las aves a tu alcance El Museo de las Aves no es solo un lugar estático, sus alas se extienden para llevar la ciencia y el aprendizaje de la conservación a la ciudadanía, haciéndolos partícipes de esta gran labor
El primer ejemplar de la colección del Museo se recolectó en la localidad de Ojo Caliente, municipio de Ramos Arizpe, Coahuila, en el año de 1957 y corresponde a un águila real.
todo Coahuila. De igual forma también participa en programas que han sido expandidos en nuestro país.
BIÓL. Samuel López de Aquino
eguramente en alguna ocasión habrás ido al campo y podido observar animales y plantas que te llaman la atención y que desconoces su nombre. En ese momento una guía de identificación podría servirnos para conocer plantas y demás organismos que viven en el sitio visitado. Siendo nuestro país tan diverso en flora y fauna, tener en guías todas las especies de organismos que viven en México resulta una tarea muy difícil. Para Coahuila, por fortuna -especialmente para las aves- el Museo de las Aves de México publicó en 2003 una guía de identificación de las aves que habitan en nuestra entidad. Esta importante obra de consulta está basada en observaciones realizadas a lo largo de 50 años de Aldegundo Garza y la importante colección de aves que formó. Esta idea de que los ciudadanos recuerden que forman parte de la naturaleza se realiza especialmente a través de las aves. A 20 años de la creación del Museo hemos conjuntado alrededor del 73 por ciento de las mil 60 especies de aves que existen en nuestro país. Ubicado en pleno corazón de Saltillo, donde se tiene acceso desde cualquier punto de la ciudad, hemos recibido la visita de aproximadamente 2 millones de personas de toda la República mexicana y el mundo.Esta cantidad de visitantes atendidos por nuestros niños guías, equi-
PRIMER EJEMPLAR DEL MUSEO�
valen más o menos a la población reportada para el estado de Yucatán por parte del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en su último censo. Nuestro Museo en sí mismo es un exitoso programa de Ciencia Ciudadana, en el que los visitantes conocen detalles sobre las aves y la manera en que pueden apoyarlas para conservarlas. Lo anterior muestra la enorme influencia positiva que nuestra institución tiene hacia la sociedad. En el Continente Americano, desde 1900 han surgido importantes programas que involucran la participación ciudadana en conservación de especies, sobre todo aves. Estas iniciativas son conocidas como Ciencia Ciudadana y han sido bien recibidas por la población civil. Nuestro Museo ha creado sus propios programas de Ciencia Ciudadana, que lleva a cabo tanto en la capital como en
CONTANDO Y PROTEGIENDO
Un ejemplo de programas de Ciencia Ciudadana realizados con aves es el desarrollado en Estados Unidos en 1900 por la Sociedad Audubon, conocido como Conteo Navideño. Cada uno de los participantes contribuye a la preservación de los recursos naturales, en particular de las aves, al realizar conteos de aves en la época decembrina. Esta iniciativa ha sido expandida hacia México, y nuestro Museo se encarga de realizarla en Saltillo a través de cinco rutas, donde público en general participa desde 2003 en esta importante actividad. Otro programa que también apoya nuestra Institución desde 2008 es el Conteo de Aves en Época Reproductiva, creado en 1960 por el Centro Patuxent de Investigación de Vida Silvestre de los Estados Unidos, en el que se involucra a la gente para que recorran una ruta de 40 kilómetros ayudados por un auto, donde se registran las especies de aves durante los meses de mayo, junio y julio. Un importante esfuerzo enfocado especialmente a las aves migratorias es el Día Internacional de las Aves Migratorias, el cual auspicia Ambiente por las Américas, y que desde hace más de diez años el Museo de las Aves de México implementa. Recientemente nuestro Museo se ha unido a otro destacado programa de Ciencia Ciudadana llamado Celebremos las Aves Urbanas, del Laboratorio de Ornitología de Cornell, en donde el tema central es la importancia de las aves en las ciudades.
Por otra parte, nuestra institución ha creado sus propios programas de Ciencia Ciudadana, tal es el caso del Museo Itinerante creado el año 2008 con el apoyo del Gobierno del Estado y la Secretaría de Educación Pública de Coahuila, en el cual los visitantes tienen la ventaja de conocer de manera paulatina y constante aves de Coahuila y México, en sus propias ciudades. Así mismo desarrolló el programa Aves de Mi Ciudad, donde con ayuda de binoculares y bajo la guía de nuestro personal, los ciudadanos aprenden a observar a las aves, pero sobre todo enfocados a despertar en ellos la curiosidad por la observación de la naturaleza. Todos estos programas requieren de la participación voluntaria de la ciudadanía para ser exitosos, así como de herramientas que faciliten la comunicación entre los especialistas y el público en general. Quienes participan en algún programa de Ciencia Ciudadana tiene en sus manos una oportunidad única con un gran potencial dentro de la educación ambiental para el Estado y el país; la de fomentar entre los niños y jóvenes el conocimiento e interés por el mundo en que habitamos, para formar a las siguientes generaciones en la conciencia de proteger al medio ambiente.
¿Te interesa algún programa de Ciencia Ciudadana?, contáctanos. Tel: 414 0167 y 68 Email: cientifica@museodelasaves.org
FUNDACIÓN�
El Museo de las Aves de México se fundó el 15 de noviembre de 1993 en Saltillo, Coahuila, gracias a la donación de la colección particular del señor Aldegundo Garza de León y al apoyo del Gobierno de Coahuila.
He querido ser un ave. Me he soñado volando. Disfruto cuando puedo tener un tiempito solo, de sentirme que voy volando, como si fuera un ave migratoria que se va de un lugar a otro, que no tiene que hacer filas para presentar documentos ni pasaportes, que no tengo límites, que disfruto mucho de ver el mundo desde arriba, todo quieto, todo en silencio”.
16 TESTIMONIO
“SI YO FUERA UN AVE” Con la mirada siempre en el cielo y una admiración perene al vuelo de las aves, Aldegundo Garza cuenta la historia de su pasión por la conservación de especies y su mayor logro, el Museo de las Aves de México
16
Museo de las Aves de méxico | vanguardia | noviembre de 2013
Texto: César Gaytán Fotografía: Marco Medina
A
ldegundo Garza de León mira el piso y sabe que no pertenece aquí. Ve sus pies sobre la tierra, sus manos sabias; lo admite resignado: le hubiera gustado ser un ave. Es un deseo que se le escapa por la mirada que ahora está puesta en el cielo de Saltillo, y brotan en sus palabras que son las que, como alas, se alzan y pierden entre las nubes. Lo supo siempre. Desde que algo en ellas lo atraía en los días de campo a los que iba con su padre, y en uno de los cuales, en Presa Los Cárdenas, cerca de donde hoy está el Club Campestre, recuerda haber visto un pajarito rojo. Algo inexplicable cambió en él cuando lo observó posado en un arbusto y al instante siguiente, se quedaba suspendido, como una bracita al viento. Es cierto que, a sus cuatro años, ese sería su primer intento de captura, y es cierto también que fue un fracaso. Ahí nació su más grande sueño, su terquedad, su pasión, su obsesión, su imposible. Ser un ave. No sabía entonces que perseguir este ideal lo llevaría, años más tarde, a crear un museo dedicado a estos animales, que sería reconocido en todo el mundo. “En mi vida tuve la ilusión de crear algo como esto. No imaginaba que a la gente le llamara la atención algo que ha sido mi vida”, dice mientras está sentado en una banca del jardín del hoy Museo de las Aves de México. Don Aldegundo está feliz y no lo oculta. Al contrario, mientras más platica sobre este proyecto que hoy cumple 20 años de vida, más grande es la sonrisa, más cálida, más luminosa. Tiene 73 años, mente lúcida, cuerpo delgado, voz clara y suave como un gorrión trinante. Así, como un canto que se teje entre el cielo y la tierra, continúa su relato. Después del encuentro con el pajarito rojo, le pidió a su papá, Aldegun-
do Garza Villarreal, que le comprara un rifle de postas para cazar. Tras un intento fallido en la carretera que va de Saltillo a Monterrey para pegarle a un grupo de auras y zopilotes que devoraban el cuerpo de un caballo atropellado, insistió en un arma más profesional.
SU PRIMER AVE
Su insistencia consiguió que le compraran un rifle calibre 22, pese a la negativa de su madre, Rebeca de León. No mucho tiempo después, durante un día de campo en Ojo Caliente, un pequeño halcón apareció en la punta de un álamo. Su padre le avisó. Sacó el arma. Apuntó, esperó, respiró… y pum. El ave cayó tras el estruendo. Entonces no sabía que el cuerpo del animal sería el primero en una colección que hoy tiene más de 3 mil especímenes. Ese mismo día lo llevó al taxidermista, quien, por 20 pesos, aceptó, tras un estira y afloja, preparar el dificultoso cuerpecito. “Esa fue la primera vez que me preguntaron si lo quería con las alas abiertas o cerradas. Claro que yo le pedí que las tuviera abiertas, porque quería que se viera grande, majestuoso”, narra mientras se acomoda hacia atrás el pelo blanco. A partir de ahí la cacería se volvió algo rutinario, seductor, peligros. Los años pasaron volando, y cuando tenía 17 años, ocurrió algo inesperado. Un balazo le hirió el abdomen y lo acercó a la muerte. Sin embargo, en vez de eso, le preocupaba que sus padres le prohibieran volver al campo y a la caza. Por fortuna para él eso no ocurrió, y después de sanar continuó interesado en ello. A los 20 años encontró un anunció que invitaba a cazar jaguares en México, una actividad bastante costosa y que hoy se ha prohibido porque están en peligro de extinción. No son necesarios los detalles de cómo se adentró en la jungla con el cazador Heriberto Parra, un hombre que con el tiempo se volvería su amigo.
Fue don Aldegundo quien disparó y su presa ganó el récord mundial. Ahí entendió que no era lo que buscaba. “Me di cuenta que ese tipo de caza tiene muchos intereses y va el dinero de por medio, pero a mí nunca me ha parecido buena idea lucrar con especies. Fue ahí cuando decidí dedicarme a las aves”, suelta con la mirada encajada en el pasado.
UN MUSEO EN SU CASA
Para inicios de los años setenta contaba con alrededor de 85 ó 90 pájaros. Aunque no era oficial, se puede decir que la primera exhibición que tuvo fue en su casa de la colonia Jardines de Valle, donde tenía varias vitrinas para su recreación personal. Con el tiempo se mudó a la Privada Guadalupe, en la Zona Centro. Fue ahí en donde cada domingo alguna persona llegaba a preguntar si en esa casa tenían la exhibición de aves. Él respondía que sí y les permitía pasar. Cada vez eran más frecuentes las visitas, cada
vez más grandes los grupos. Amigos, parejas, familias enteras. Un domingo como cualquier otro, un grupo de personas llegó en una camioneta. Preguntaron si podían entrar a ver la exposición. La respuesta fue el tradicional sí. Al entrar, vio que las personas traían un plano. ¿Cómo se enteraron?, les preguntó. “Mire, nos dieron este plano de la ciudad con lugares de turismo, aquí viene”, le respondieron. Me parece fantástico –les dijo– pero me hubieran avisado para barrer, para arreglar o algo así. La Secretaría de Turismo de aquel entonces había incluido su domicilio como parte de los atractivos oficiales de la ciudad para darle promoción en 1978. Con el tiempo, no fueron sólo turistas quienes acudían a su casa, también investigadores.
porque la voy a conservar toda mi vida”. ¿Pero ni por curiosidad? “Bueno, si lo pone así tal vez sí ”–agregó don Aldegundo. “Pues no vale nada”, contestó Phillips. Sorprendido por la respuesta tajante, no supo que más decir o si aquel hombre simplemente quería hacerle pasar un mal rato. Al notar su reacción, el visitante le dijo que la información era lo que hacía falta para que la colección tuviera valor. Fue así como comenzó a colocar algunas fichas con nombres y los pocos datos que sabía de las aves, como especie, tamaño, lugar de origen, dónde habían sido cazados, entre otros.
18 NO VALÍA NADA
En una ocasión llegó un norteamericano al Ateneo Fuente a preguntar si alguien en la ciudad le gustaban o le interesaban estos animales. Quien lo atendió fue el curador del museo, Pedro Fuentes, padre del actual taxidermista del Museo. “Tengo un cliente que está vuelto loco con las aves, y me trae unos pajaritos a que se los diseque, pero a mí eso no me gusta porque es mucho trabajo y da mucha lata”, le respondió. Luego de recibir la dirección, aquel americano se dirigió a la casa de don Aldegundo para ver su colección, donde le preguntó cosas que no sabía, cómo las características técnicas de las aves. El misterioso personaje resultó ser Allan R. Phillips, un renombrado ornitólogo, experto en el museo Smithsoniano de la ciudad de Washington. Al final de su recorrido, el sujeto lo increpó. “¿Sabe usted cuánto vale su colección?”. Le djo el especialista. “Nunca he tenido la intensión de saber,
ESCOJA EL LUGAR
Por varios años más, esta seguiría siendo la versión casera del museo, hasta que un grupo de empresarios de Monterrey llegaron de visita. Le hicieron una propuesta difícil de ignorar, que trasladara el salón que tenía en su casa al Museo de Historia Natural en Nuevo León. La visita y la propuesta fueron difundidas en los medios de comunicación en la ciudad regiomontana. Por fortuna, algunos saltillenses estaba al pendiente de estas noticias, por lo que tan pronto se enteraron de lo ocurrido, comenzaron a gestionar para que la colección se quedara en Saltillo. Este episodio llegó a oídos del entonces gobernador de Coahuila, Eliseo Mendoza Berrueto, quien en una ocasión se dio tiempo para visitar a don Aldegundo y conocer sus aves. “Me dijo, escoja el lugar que a usted más le guste, porque vamos a hacer que su colección se vuelva un museo. Me proponían hacer un edificio nuevo, también uno
que se llama el Paraíso, que está por la Aurora, y el que está en la esquina de General Cepeda y Juan Aldama que pertenece a la Universidad, pero yo elegí este”, narra con una sonrisa. Se refiere al lugar en donde estamos ahora. El gran edificio que está sobre Miguel Hidalgo, al final de la calle Simón Bolívar. Una construcción que data de antes de la época revolucionaria, con gruesos muros de adobe, lo que permite que haya ligeros cambios en la temperatura del interior, lo cual es benéfico para los cuerpos disecados.
YA TENEMOS MUSEO
A mediados de noviembre de 1993 se oficializó la apertura de lo que hoy se conoce como Museo de las Aves de México. La colección alcanzaba entonces los mil 500 ejemplares, entre los cazados por su propia mano y las donaciones. Don Aldegundo sonríe como lo hacen los niños, en su memoria recorre los pasillos de entonces, se maravilla con la fachada, con los árboles. Se encanta en sus recuerdos, como ahora. Una pregunta lo devuelve al presente de manera vertiginosa, pero la sonrisa no le desaparece. ¿Cómo se siente hoy? Veinte años han pasado desde entonces. “Mira, tenemos 3 mil aves que hemos reunido en 60 años. ¿Te imaginas? Es decir, que hemos recolectado 50 aves por año, en promedio. Es algo fantástico” suelta. Algo en sus palabras, la manera en la que habla sobre las plumas, sobre la mirada que tienen. Algo hace suponer que él mismo quisiera ser un ave. Sin que la alegría se le borre del rostro, presume que el promedio de visitantes al día puede variar; en ocasiones son 500
PORCENTAJE DE AVES MEXICANAS�
Cinco salas de exhibición componen el Museo, donde podemos apreciar el 73% de las aves mexicanas. Hay especies migratorias y residentes, y se destacan aspectos interesantes sobre la historia natural de la avifauna nacional.
En mi vida tuve la ilusión de crear algo como esto. No imaginaba que a la gente le llamara la atención algo que ha sido mi vida”.
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La misión del museo no ha sido, ni es, ni será hacer negocio, ni vivir de capillas, sino compartir nuestro amor por los recursos naturales”.
Queremos hacer ejemplares mejores exhibidos, más atractivos, más entendibles, con más información, pero también más sencillos.
20 personas, otros días hasta mil, pero anualmente está entre 80 y 90 mil gentes, pero para ser sinceros también ha pasado de 100 mil. También le da gusto que éste, asegura, sea uno de los museos más baratos del mundo. La entrada se cobra a 5 pesos, y 26 por familia. No obstante, como el objetivo es difundir la cultura y promover el interés por el medio ambiente, no se cierran las puertas a quien no pueda aportar recursos económicos. “La misión del museo no ha sido, ni es, ni será hacer negocio, ni vivir de capillas, sino compartir nuestro amor por los recursos naturales” pronuncia. Sin embargo, los gastos de operación al año rondan los 6 ó 7 millones de pesos, es decir cerca de 500 mil pesos al mes. El peso de esta tarea no se lleva en solitario, pues el Gobierno del Estado ayuda a cubrir los servicios básicos y otras partidas. Por el esfuerzo, la valía y la perseverancia tienen resultado, pues siente que los saltillenses ven al Museo como un motivo de orgullo, como algo suyo, un lugar que trasciende y que deja algo de conocimiento, que inculca amor. Un dato que pocos saben es que el Museo cuenta con dos reservas naturales que son atendidas por el área científica. Una de ellas, al sur de Saltillo, a un lado de Buñuelos, está el área de protección del gorrión worthen, que es endémico y está en peligro de extinción. El otro lugar se encuentra rumbo a Arteaga, en Ciénega de la Purísima, lugar conocido como El Taray, donde vuela la cotorra serrana, especie que en ocasiones baja a la ciudad por falta de alimento y puede confundirse con los pericos ferales de la Alameda de Saltillo.
MIRADA AL FUTURO
Parte de la remodelación que actualmente se lleva a cabo en el Museo pretende espacios físicos que permitan un mejor aprovechamiento. Los techos quedaran más arriba y el piso más hundido. Se planea aprovechar mejor la colocación de las vitrinas, la iluminación, e implementar nuevos recursos tecnológicos. La sonrisa de niño emocionado le vuelve a nacer cuando se le pregunta por próximos proyectos. ¿Después de veinte años, a dónde va el Museo, a dónde se quiere dirigír? “Lo tenemos muy claro. Queremos hacer ejemplares mejores exhibidos, más atractivos, más entendibles, con más información, pero también más sencillos. Queremos algo integral. Queremos poder comunicar la importancia de conservar los recursos y que lo entienda un niño, como un adulto”, dice. Es aquí donde aparece una interesante propuesta, casi una primicia. Actualmente el Museo cuenta con exposiciones itinerantes por todo el Estado, pero ahora pretende llevar este Museo itinerante a todo el país, y que se pueda contar con exposiciones en ciudades turísticas como Guadalajara, Cancún, los Cabos o Ciudad de México. ¿Cuándo? Aún no existe una decisión tomada, pero don Aldegundo dice que tiene que ser antes de que se cumplan 30 años.
NIÑOS GUIAS�
Un año después de fundado el Museo de las Aves, se creó el maravilloso concepto de Niños Guías, quienes son niños y jóvenes que de forma voluntaria realizan recorridos compartiendo la información a nuestros visitantes.
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Museo de las Aves de méxico | vanguardia | noviembre de 2013
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LO ACEPTA, ES UN AVE
Le pregunto si no le parecer raro haber dedicado toda su vida a los pájaros, y él, amable, arranca en una carcajada. Mira a su alrededor. “Escucha”, me dice, para que ponga atención a las aves, cómo cantan, cómo es imposible verlas entre las copas de los árboles, y sin embargo ellas se anuncian, se comparten. “Estar al pendiente de las aves no es sólo eso, es escuchar el latido del planeta. Los pájaros son el termómetro que nos dice si hay buena calidad del aire, buena calidad del agua. Cuando los cuidamos, cuidamos el planeta y a nosotros mismos”, suelta No cabe duda. don Aldegundo quisiera ser un ave. Ser como el tecolote, sombra, instante entre el silencio y la noche. Tener plumas ligeras y suaves como seda, separadas como un serrucho para que el aire pase si resistencia. Volar. Desplazarse como la oscuridad en la noche misma. Volverse sigiloso, el sigilo mismo. “He querido ser un ave”, dice de nuevo. “Me he soñado volando. Disfruto, cuando puedo tener un tiempito solo, de sentirme que voy volando, como si fuera un ave migratoria que se va de un lugar a otro, que no tiene que hacer filas para presentar documentos ni pasaportes, que no tengo límites, que disfruto mucho de ver el mundo desde arriba, todo quieto, todo en silencio”. No estoy seguro cómo, pero me ha convencido. A mí también me gustaría ser un ave; es curioso que él ya lo sea y no se haya dado cuenta, todavía.
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LIBROS DEL MUSEO�
El Museo tiene aportes en la divulgación del conocimiento de las aves mexicanas; a la fecha ha publicado varios libros como el Águila real; Fuerza y Viento (1995); Aves de Saltillo (1996); Aves de Coahuila (2003) y las guías de Aves de Monterrey (2009) y Saltillo (2011).
RECIEN LLEGADA�
La más reciente especie obtenida para exhibición en nuestro Museo es el tapacamino yucateco, el cual solamente se distribuye en la península de Yucatán.
cilla, se puede aprender en una semana pero, como todo en la vida, la práctica hace al maestro y hasta el momento no ha encontrado a alguien que realmente le siga los pasos. Y es que en México hay pocas escuelas donde se enseñe esta labor, se trata de un oficio.
PERDIÓ LA CUENTA
Ahora que empezaron con la remodelación, pues claro sientes como que algo te están quitando, pero yo creo que es parte del crecimiento, de no estancarte, de ir haciendo las cosas mejor, de aprender otras cosas”.
Taxidermia
La palabra taxidermia viene del griego taxis, que significa ordenamiento, y dermis, que quiere decir piel, se define como el arte de disecar animales para conservarlos con apariencia de vivos y facilitar así su exposición, estudio y conservación. Comunmente la labor del taxidermista es preparar ejemplares para colecciones de estudio en los museos.
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En todos estos años, Cancino desconoce cuántos ejemplares han pasado por sus manos, lo cierto es que además de las aves en exhibición, se cuenta con un área de reserva de unos mil 500 piezas más. En términos globales ahora ya doblaron el número de ejemplares respecto a los que tenían en 1993, cuando abrió el Museo. Platica que uno de los trabajos más complicados, y el que le llevó al menos una semana de labor, fue el cóndor de California, que desde hace algunos años se exhibe casi en la parte final del recorrido. Con una envergadura de casi tres metros, lo recibió después de que al ave se le practicó la autopsia, y fueron los cortes los que le dificultaron la misión. “Cuando yo empecé con don Aldegundo, ya después de algunos años, comenzaron por ahí los comentarios, y que los proyectos del Museo, pero nada más y yo decía ‘oiga, esto como que no se ve para cuando’”, recuerda Cancino de la Fuente. Ahora a 20 años de aquella incertidumbre dice sentirse completamente satisfecho de lo que se ha conseguido, pues dice que todo el trabajo vale la pena cuando observa a la gente salir maravillados de las salas de exhibición y tratando de identificar los ejemplares que vuelan sobre los jardines.
22 Taxidermista
Vestir para ser eternos Si la colección del Museo luce como si cada ave aún estuviera viva, se debe al trabajo de Francisco Cancino, el taxidermista que inmortaliza la bella naturaleza de cada ejemplar
Museo de las Aves de méxico | vanguardia | noviembre de 2013
Francisco Cancino es quien preserva para la eternidad las piezas del Museo.
Édgar Moncada Foto: Omar Saucedo
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a vida de don Francisco Cancino de la Fuente está ligada por completo al Museo de las Aves de México, su trabajo es justo lo que observamos en cada una de las vitrinas que conforman las galerías. Él es quien les da inmortalidad a las aves con un método denominado taxidermia. Si el lugar está a punto de cumplir 20 años de existencia, Cancino tiene cuatro décadas dedicándose a esta labor. Es originario de Ramos Arizpe y desde muy pequeño trabaja al lado de don Aldegundo Garza de León; es prácticamente su mano derecha, y por supuesto, forma parte importante en la remodelación que comenzó hace un mes. Don Francisco viaja en el tiempo y recuerda que fue una de sus tías la que lo recomendó con el señor Aldegundo, y aunque no sabía exactamente de lo que se trataba, decidió entrarle. “Yo en ese tiempo no lo conocía y no sabía exactamente qué se hacía en el trabajo, entonces mi tía me recomendó con él, que para los mandados, que para andar por ahí”, comenta el taxidermista. No pasó mucho tiempo para que le encontrara el gusto a su trabajo. Confiesa
CAMBIANDO EL PLUMAJE
Trabajo. Las vitrinas exhiben el proceso.
que al principio sólo era ayudante para salir a cazar, aunque se le complicaba soportar el peso del rifle, y más aún, dirigirlo a sus objetivos. Después comenzó a recibir la responsabilidad de preparar y disecar los ejemplares que se colectaban, observando a quienes le ofrecían ese servicio a don Aldegundo, convirtiéndose con los años en un experto en la taxidermia, especializado en las aves. Reconoce que si bien el ritmo de trabajo que maneja ahora es menor en comparación al de hace algunos años, esto le permite realizar disecados con una
mayor calidad. Incluso lo observa con los ejemplares que preparó antes, muchos de los cuales se encuentran en exhibición. En la plática comenta que tal vez uno de los pendientes es encontrar a alguien que siga con esta labor de la taxidermia a nivel local. “He intentado enseñar a algunas personas, pero en apariencia es atractivo, y luego ya de repente como que, 'siempre no era lo mío', entonces sí debes tener algo que te atraiga, que te guste la naturaleza”, comparte. Explica que la técnica básica es sen-
Hace poco más de 20 años, luego de que preparó todas las aves, él mismo participó en la colocación de las mismas en las diferentes vitrinas, ésas que apenas hace algunas semanas comenzaron a ser retiradas. “Ahora que empezaron con la remodelación, pues claro sientes como que algo te están quitando, pero yo creo que es parte del crecimiento, de no estancarte, de ir haciendo las cosas mejor, de aprender otras cosas”, comenta con satisfacción, mientras diseca un ejemplar que les donaron hace unos días. Hace poco más de un mes comenzó el desmontaje de la museografía que se tenía desde hace dos décadas, esto también implica ir preparando el nuevo espacio, y para esto hay que revisar físicamente los ejemplares que estaban a la vista. En algunas ocasiones es necesario realizar
retoques o bien en definitiva sustituirlo. Según este hombre, el esfuerzo tuvo frutos, porque prácticamente todas las aves que estaban en las vitrinas de exhibición, dos décadas después, siguen en muy buenas condiciones. Solamente algunas requieren de pequeñas atenciones. “Claro que va a haber trabajo otra vez, cuando comience la colocación de ejemplares, a lo mejor este ejemplar no lo necesito así, sino lo quiero de ésta otra forma, lo necesito más abajo o más arriba o a lo mejor en otro tipo de base”, explica mientras sigue centrado en su más reciente encomienda. Comenta con entusiasmo que una vez que se concluyan los trabajos de remodelación se podrá tener un Museo completamente renovado. Incluso él mismo siente de nuevo la emoción que hace 20 años experimentó; de saber cómo irán a ser las salas, qué opinará la gente. Su forma de pensar no ha cambiado, dice que en ocasiones la gente piensa que se dedicamos a terminar con las especies, pero manifiesta que su trabajo es de preservar, con el objetivo de cumplir con el lema del museo: “Conocer para valorar y conservar”.
Claro que va a haber trabajo otra vez, cuando comience la colocación de ejemplares, a lo mejor este ejemplar no lo necesito así, sino lo quiero de ésta otra forma, lo necesito más abajo o más arriba o a lo mejor en otro tipo de base”.
Consejos
Expertos en la taxidermia advierten que uno de los principales consejos es el de evitar enviserar al animal, pues debe tratarse con suma atención las plumas. No se debe envolver en bolsa de plástico y de ser posible debe hacérselo en papel, cuidando de acomodar bien las plumas. Si es posible poner algodón donde sangra, para evitar manchar las plumas. Hasta la llegada del taxidermista, conservar la pieza en el refrigeración.
AVE-CITAS�
Nuestro Museo ha puesto énfasis a la divulgación del conocimiento de las aves, de allí que creó un concepto denominado Ave-Citas, las cuales son cápsulas radiofónicas cuyo contenido habla sobre aspectos sobresalientes de las aves de México y el mundo, las puedes escuchar en las principales estaciones de radio en Saltillo.
Biblioteca especializada
Un libro en cada ave 24
Cada especie observada en la colección del Museo representa un volumen de la biblioteca de la diversidad biológica en nuestro país Biól. Samuel López de Aquino
L
as bibliotecas son enormes reservorios de literatura de diversos temas, estilos y autores. Un gran cumulo de información se alberga en todos sus volúmenes, los cuales históricamente son la memoria del conocimiento del ser humano a lo largo de su existencia. Un libro entonces es un mundo en el que, inmersos en su lectura, vamos descubriendo poco a poco. Así entonces, también cada una de las especies que viven o han vivido en nuestro planeta, representa un volumen de la biblioteca de la diversidad biológica. Para el mundo de las aves, a la fecha han sido descritas 10 mil especies de aves; en México tenemos mil 60 especies del total anteriormente mencionado. Imagínese lo que significaría que esta información pudiera ser reunida y puesta a disposición de todo el mundo. Existe actualmente un proyecto llamado Enciclopedia de la Vida (EOL, por sus siglas en inglés, el cual busca dar acceso global al conocimiento sobre la vida en la Tierra (http://eol.org/). Es muy importante destacar que la Enciclopedia de la Vida no solo utiliza los datos aportados por científicos o especialistas, en esta gran tarea, cualquier persona interesado en la historia natural puede contribuir para aumentar este acervo. Los llamados programas de Ciencia Ciudadana, que actualmente existen en muchas partes del mundo, han sido ideados para que las personas puedan recabar información sobre aves, mariposas, árboles o mamíferos, y
puedan compartirla con los especialistas quienes se encargan de analizarla para generar modelos o hipótesis acerca del comportamiento de ciertos animales o plantas.
VOLÚMENES EMPLUMADOS
Volviendo nuestra mirada hacia las aves, el Museo de las Aves de México es una oportunidad para conjuntar parte de la Enciclopedia de la Vida. Nuestra “biblioteca” está especializada en las aves mexicanas, cada uno de sus ejemplares representa un libro, cuya información ocupa grandes volúmenes de datos. Los especialistas contribuyen diariamente en la escritura de los volúmenes, al realizar investigaciones en la ecología, comportamiento o química, por citar algunos de ellos. A la fecha nuestra “biblioteca” tiene exhibidas muestras del 73 por ciento del total de aves presentes en México. En nuestras salas, los visitantes ayudados por nuestros niños y jóvenes guías, dan “lectura” a tan especiales libros, aprendiendo sobre sus hábitos reproductivos, de conducta, alimenticios, así como datos interesantes sobre su migración, por citar algunos temas. Por lo que nuestro Museo ayuda a la comprensión de ésta gran lectura que representa la Enciclopedia de la Vida. Efectivamente, todos los “libros” son únicos e irrecuperables. Nuestra responsabilidad como Museo de las Aves de México ante la sociedad es muy clara, la de “Conocer para Valorar y Conservar”. Es así que al resguardar cada uno de los volúmenes (ejemplares de aves que a la fecha nuestro Museo exhibe) hemos podido repasar con nuestros visitantes la importancia de las aves en la naturaleza, así como también asegurar su permanencia para posteriores relecturas.
La nueva Alejandría Existe un proyecto desde 2004 conocido como la Nueva Biblioteca de Alejandría, (en honor de aquella famosa biblioteca de la antigüedad que fue destruida por un incendio).Está dedicada a recapturar el espíritu de amplitud y escolaridad de la original. De manera general, cada uno de los libros nos habla de momentos, modas y sentimientos, entre otras tantas cosas, que el ser humano ha experimentado. Además podemos ver de cerca los grandes descubrimientos, tanto en la ciencia como en las artes. Completar la grandísima biblioteca de la vida nos ha llevado varios cientos de años, desde que Darwin inicio sus trabajos sobre la evolución, hasta la fecha se han descrito alrededor de 1 millón 729 mil especies, aunque se calcula que en el planeta puede haber 10 millones o más.
Mayor información: www.museodelasaves.org Email: cientifica@museodelasaves.org Facebook: Museo de las Aves de México Twitter: @museodelasaves
SEDE DE FESTIVALES�
INVITADO AL FORUM �
El evento cultural del Festival Internacional de la Guitarra ha encontrado su casa en nuestro Museo,desde 1994, año en que se realizó el primer festival. De igual manera en 1997 la Feria del Libro tuvo como sede nuestra institución a lo largo de 10 años.
Biól. Samuel López de Aquino
26 Cotorra Serrana
No será más una simple mascota Protegidos por la ley mexicana y el esfuerzo del Museo de las Aves, los pericos ferales y las cotorras serranas oriental y occidental, ya no podrán ser cazadas para ser enajuladas, pues está prohibido su cautiverio
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odos los días en Saltillo, Coahuila, es posible observar un espectáculo sin igual: la figura y los inconfundibles: gritos de cientos de pericos y cotorros atravesando la ciudad, y se ha vuelto tan común, tanto que olvidamos que dichas especies no son originarias de nuestra región, son especies de hábitos tropicales. Esos individuos de pericos muy posiblemente llegaron a la ciudad como mascotas, pues algunas especies pueden repetir ciertas palabras, sin embargo no todos los individuos ni todas las especies desarrollan esta habilidad, por lo que la gente que las había adquirido muy seguramente desistieron en su intento de enseñarles a hablar y simplemente las dejó libres o en algunos casos lograron escapar de su cautiverio. Es preciso mencionar que la captura de aves es una actividad que se realiza desde hace muchos años en México. Los pueblos prehispánicos las usaron como alimento, mascotas y por sus coloridas plumas, para ser utilizadas como adornos para el vestido o con propósitos artísticos en el famoso arte plumario desarrollado por los artesanos llamados Amantecas. Las plumas eran tan importantes que se incluían como parte de los tributos pagados al Imperio Azteca, por los estados y ciudades conquistados. El historiador Soustelle describe que Tochtepec pagaba 24 mil paquetes de plumas de pericos a los aztecas. Debido a que durante numerosos años su captura había sido muy intensa, muchas especies están en peligro de extinción. Hoy en día, afortunadamente, su compra-venta está prohibida. A la fecha en Saltillo se han registrado hasta nueve especies diferentes conviviendo en la Alameda, entre las que tenemos al perico tamaulipeco, corona lila, cabeza amarilla, frente blanca, cachete amarillo, perico mexicano, por mencionar algunas. Hay inclusive una especie exótica de perico, la cual también ha logrado
Museo de las Aves de méxico | vanguardia | noviembre de 2013
.El Museo ha participado en diversas exposiciones mostrando sus ejemplares de aves mexicanas. En el año 2007 fue el único Museo de Historia Natural de México invitado a participar en el importante evento mundial conocido como Forum de las Culturas, en Monterrey. Nuevo León.
adaptarse al clima del desierto, se trata del perico argentino. Debido a que todas las especies tienen predominantemente color verde es que las personas las confunden fácilmente. Además de que las anteriores especies no son típicas de la región, todas ellas han sido introducidas en Saltillo por el hombre.
nido, aunque en años poco favorables la productividad puede disminuir drásticamente. Es una especie considerada como ‘especialista’ al alimentarse principalmente de semillas de varias especies de pinos, pudiendo comer ocasionalmente semillas de pinabete, bellotas, brotes de coníferas, e incidentalmente néctar de algunas flores de maguey. Se sabe además que al buscar dichas semillas, sus patrones de movimiento varían año con año debido a lo difícil que resulta encontrarlas.
LA DE CASA
EL TARY
En cambio, en la región de Coahuila existe una especie conocida como Cotorra Serrana Oriental, como se le conoce comúnmente a la Rhynchopsittaterrisi, que es un ave endémica del noreste de México, es decir, sólo puede vivir en esta región del país. Esta especie está adaptada para vivir en los bosques de pinos de la zona. También se le puede encontrar en las montañas de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas. En 1998, algunas aves fueron registradas en la Sierra Gorda, en el estado de Querétaro, siendo ésta la distribución más sureña que puede alcanzar esta cotorra. Ésta inconfundible cotorra de alrededor de 45 centímetros de largo tiene el cuerpo color verde oscuro, con frente color marrón, ojos color ámbar, anillo ocular amarillo y pico negro. Presenta coloración roja en la parte superior del margen de las plumas cobertoras y ‘calcetas’ de color rojo oscuro.
PROTEGIDA
La Cotorra Serrana Oriental busca cavidades y grietas en riscos altos de piedra caliza donde construye sus nidos durante los meses de julio a noviembre de cada año, coincidiendo con la máxima productividad de semillas de pino, el principal alimento para la especie. Es muy sociable y anida en colonias pudiendo ocupar los mismos lugares año tras año. La crianza de los pollos coincide con la maduración de semillas de pino, usualmente a finales del verano y el otoño. El tamaño de las colonias varía desde dos hasta más de cien parejas; el número de crías en promedio es de dos pollos por
El Museo de las Aves de México administra una reserva natural conocida como “El Taray”, en donde habita esta singular especie de cotorra. El lugar ofrece sitios de anidación, cerca del 40-45% del total de las parejas reproductivas de esta especie se reproducen aquí. Los incendios son la principal amenaza para esta cotorra. Desde hace algunos años la sequía y los constantes incendios que han provocado falta de alimento, hicieron que estas aves decidieran buscar comida en las copas de pinos piñoneros en la parte sur de Saltillo, todo lo anterior de acuerdo a don Aldegundo Garza de León, presidente del patronato del Museo de las Aves de México, y quien menciona además que dichos avistamientos nunca antes se habían reportado en la ciudad. Don Aldegundo Garza comenta que estas cotorras no se pueden domesticar, por lo que es inútil atraparlas, más aun sabiendo que la Cotorra Serrana Oriental se encuentra amenazada según la NOM-ECOL-050-2001 (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales) y sobre todo ante estudios recientes donde se ha sugerido cambiarla a especie en peligro de extinción, debido a los problemas que enfrenta por la pérdida de su hábitat. Así que ya lo sabe ahora, si usted o alguno de sus amigos o familiares observan a esta cotorra alimentándose de las semillas de sus pinos, dentro de Saltillo, déjelas comer y no las lastime o capture, y mejor llame a personal del Museo de las Aves de México a los teléfonos 414 01 67, 68 y 69 quienes con gusto acudirán a sus reportes.
Mayor información: www.pericosmexico.org www.museodelasaves.org Email: cientifica@museodelasaves.org Facebook: Museo de las Aves de México Twitter: @museodelasaves
COTORRA SERRANA ORIENTAL Nombre científico: Rhynchopsittaterrisi Características: Mide alrededor de 45 centímetros de largo, cuerpo color verde oscuro, con frente color marrón, ojos color ámbar, anillo ocular amarillo y pico negro. Presenta coloración roja en la parte superior del margen de las plumas cobertoras y ‘calcetas’ de color rojo oscuro. Alimentación: Semillas de varias especies de pinos, pudiendo comer ocasionalmente semillas de pinabete, bellotas, brotes de coníferas, e incidentalmente néctar de algunas flores de maguey Colonias: El tamaño de las colonias varía desde dos hasta más de cien parejas; el número de crías en promedio es de dos pollos por nido. Ubicación: Reserva El Taray, en Coahuila, donde anidan el 40 o 45% del total de las parejas. Protección: Se encuentra amenazada según la NOM-ECOL-050-2001, pero especialistas piensan que debería declararse en peligro de extinción.
gorrión de Worthen
El gran sobreviviente
28 BIÓL. Samuel López de Aquino
El redescubrimiento del gorrión de Worthen en Saltillo, por parte de Aldegundo Garza, es una muestra de que no es necesario hacer grandes viajes para ver una especie única en el mundo.
M
uy seguramente en más de una ocasión usted habrá tenido la oportunidad de observar algún documental sobre la naturaleza en tierras lejanas como el África o Asia. En dichos sitios los enormes parques naturales permiten que muchas especies animales convivan siguiendo la trama de la vida. La idea de descubrir algo nunca antes visto por otro ser humano ronda nuestra mente, aunque terminamos pensando sobre lo imposible de hacer viajes largos y arriesgados. No obstante, si usted vive en Saltillo, ponga mucha atención a lo que a continuación voy a comentarle. Resulta que en nuestro querido municipio existen bellos e increíbles sitios naturales donde no solo la vegetación parece de otro planeta, sino que hay animales que solo en estas regiones se les puede hallar. Dentro de este selecto grupo están a las aves, que en México existen alrededor de mil 60 especies. Estos increíbles organismos tienen alrededor de cien especies que solo es posible encontrar en éste país; los especialistas las llaman endémicas, porque se distribuyen en un solo tipo de lugar o región. Una de estas aves es el gorrión de Worthen, cuyo nombre científico es Spizellawortheni, el cual es endémico del noreste
de México. Se le puede localizar en porciones de Nuevo León, Coahuila, San Luís Potosí y Zacatecas. Fue descrito como especie en 1884 por Robert Ridgway, un ornitólogo reconocido, quien lo nombra en honor de Charles Kimball Worthen. Actualmente ya no ha sido observado en Nuevo México, por lo que se piensa se encuentra extinta. En Coahuila fue visto por primera vez en los alrededores de Saltillo en 1941 por dos investigadores norteamericanos; éste fue el último registro que se tuvo. El anterior preludio permite destacar lo realizado por dos grandes naturalistas coahuilenses, quienes no necesitaron viajar a lejanos continentes ni mucho menos presumir de tiempo de sobra. Era el año de 1960 cuando los señores Aldegundo Garza y Francisco Cancino, quienes forman parte del equipo del Museo de las Aves de México, observaron por primera vez al gorrión de Worthen en la localidad conocida como Tanque de Emergencia. Posteriormente, buscando sitios de anidación de otra especie de ave conocida como chorlo llanero, fue que estos mismos naturalistas del Museo de las Aves realizaron los primeros avistamientos del gorrión de Worthen en la localidad conoci-
EN HONOR A DON ALDEGUNDO�
Existe una subespecie de ave conocida como carbonerito, el cual habita en la sierra de Zapalinamé. Esta avecita fue descrita en honor de Aldegundo Garza por el experto taxónomo doctor Allan Phillips, quién la describió en 1986. 28
Museo de las Aves de méxico | vanguardia | noviembre de 2013
da como La India. El redescubrimiento del gorrión de Worthen cerca de la capital de Coahuila es notable. Su belleza no radica en el canto o plumaje, sino en su rareza. La organización BirdLife Internacional estima que a nivel global su población es muy escaza, de tan solo algunos cientos de organismos, por lo que es una especie muy frágil y que merece nuestra atención para evitar su desaparición.
Reproducción Desde el año 2004, el Museo de las Aves se ha dado a la tarea de investigar principalmente el éxito reproductivo del gorrión de Worthen. Los datos muestran que pone de 2 a 5 huevos de color azul turquesa con manchas café rojizas, en un nido en forma de cazuelita, construido principalmente con zacate, lana de borrego y pelo de caballo que coloca en plantas como tascate, hojasen, costilla de vaca, maroma y xoconoxtle. Gracias a las investigaciones realizadas por personal del Museo de las Aves se sabe que el inicio de la reproducción está íntimamente ligado a las lluvias, que desafortunadamente, desde hace varios años han sido escazas en la zona.
RESERVAS NATURALES�
Nuestro Museo mantiene bajo su protección dos reservas naturales donde se protege aves endémicas y en peligro de extinción: ‘El Taray’, donde protegemos principalmente a la Cotorra Serrana Oriental; y ‘La India’ donde se cuidan al Gorrión de Worthen, en peligro de extinción.
D ASÍ ES Mide cerca de trece centímetros de largo y es parecido a un chilero, sólo que sin el babero negro. Tiene el pico color rosa, la coronilla rojiza y un anillo blanco alrededor del ojo. Se sabe además que el color de las patas es variable, pudiendo ser rosas o de color negro debido posiblemente a la edad de las aves. No presenta dimorfismo sexual, esto es, entre el macho y la hembra no existen diferencias de color.
TENACIDAD Los gorriones de Worthen año con año nos dan grandes enseñanzas de sobrevivencia pues cuando un nido es depredado, la pareja lejos de rendirse ante la pérdida, comienza de nueva cuenta la construcción de un nido para iniciar el proceso de puesta de huevos. Hasta en tres ocasiones las parejas han podido reproducirse luego de eventos de depredación, ya sea en la etapa de huevos o polluelos. ¡Qué increíble tenacidad!
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30 gorrión de Worthen
De vital cuidado Ante la presencia del gorrión de Worthen en tierras saltillenses y lo encontrado por las observaciones de don Aldegundo Garza acerca de la fragilidad de la especie, pronto se vio en la necesidad de protegerle, por lo que el Museo de las Aves a través de su Patronato actuó de forma inmediata.
Museo de las Aves de méxico | vanguardia | noviembre de 2013
ebido a que La India es un sitio muy importante para la reproducción del gorrión de Worthen y a la riqueza de especies encontradas, el Museo de las Aves decidió adquirir y cercar 700 hectáreas para evitar que el ganado de caprinos, equinos y bovinos siguiera deteriorando la condición de la vegetación que mostraba signos evidentes de excesivo sobre pastoreo. Posteriormente se solicitó a la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro que hiciera un estudio de la vegetación y flora. La historia natural del gorrión de Worthen poco a poco se ha ido descubriendo, pues se conoce que cuando nacen los polluelos son alimentados por ambos padres, principalmente por chapulines, y aproxi-
madamente a los ocho días abandonan el nido. Es triste mencionar que muy pocos polluelos alcanzan a abandonar el nido y convertirse en adultos, pues son depredados por otras aves y serpientes. En el predio anida además el chorlo llanero, es refugio invernal del zarapito pico largo y zona de paso del zarapito ganga. También hay presencia de águila real, halcón mexicano y tecolote llanero; así como especies bajo Protección Especial, como la aguililla de Swainson, aguililla real y halcón peregrino, quienes comparten territorio con mamíferos como el perrito llanero y la zorrita norteña. Qué bueno saber que en territorio coahuilense aún es posible realizar grandes descubrimientos, y más aún, saber que estos hallazgos son realizados por nuestra propia gente. Las acciones de conservación que el Museo de las Aves realiza a favor del gorrión de Worthen, permiten que año con año esta especie logre reproducirse sin que sea perturbada por algún agente externo. Es un orgullo manifestar que el gorrión de Worthen habita en nuestro territorio saltillense, pero a su vez es una gran responsabilidad asegurar la supervivencia de este singular gorrión, pues al salvarlo nos estaremos salvando todos nosotros. ¿Te interesa apoyar a la conservación de esta especie? Llámanos: 414 0167 y 68 Email: cientifica@ museodelasaves.org
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