VANGUARDIA | lunes 27 de FEBREro de 2012 | No. 313 | www.semanariocoahuila.com
Periodismo de investigaci贸n
La fauna
Por Alfredo García
Un año más En esta Cuaresma se cumple un año de balaceras en Saltillo. La ciudad del perón y del membrillo, la Atenas del Norte, el pueblo donde no prosperaba ni el cáncer, se contagió de la noche a la mañana de la violencia que envenena a las ciudades vecinas de Torreón y Monterrey. Aunque la subitaneidad fue aparente: desde meses antes se manejaban las hipótesis de la ciudad dormitorio y la del efecto cucaracha, para señalar la transminación de las corrientes del del crimen en nuestra atmósfera otrora apacible. En efecto, nada surge de la nada, y la violencia se transmite con la misma rapidez que la electricidad. Sea como fuere, nuestra vida se alteró drásticamente. Un cambio de siglo, de milenio, de época
tuvo lugar en la primavera de 2011. Las tapias de adobe del siglo 19, sepultadas por los distribuidores viales, son hoy espejos masacrados por el narco y por los soldados. El transparente palomar de las redes sociales ha aportado la crónica cotidiana de esta transformación. Poco a poco nos fuimos habituando a este desconcierto. La alarma, la exageración, la truculencia fueron dando paso a una suerte de estoicismo social. Será hasta la otra década, pasado el 2020, cuando asimilemos este proceso y pongamos en su sitio, así sea mentalmente, a los auténticos responsables de esta situación. Mientras tanto, en medio del ruido y la confusión, del sonido y la furia, aguardamos la hora de que esto termine. Cada quien, por su
| Diccionario de autores
cuenta, esboza hipótesis e imagina soluciones. En este año electoral, todos los partidos tienen la obligación de ofrecernos un diagnóstico y un plan de trabajo en materia de empleo, salarios, seguridad pública y derechos humanos. Aunque por principio todos tenemos la responsabilidad de que el orden y la tranquilidad se restablezcan. La vida social la construimos entre todos y así hemos venido haciéndolo durante cuatro siglos y medio. Para que el país regrese a su cauce natural, es necesario que pacifiquemos nuestra ciudad. La familia es el fundamento de la sociedad, así como el municipio lo es de la Federación. Ojalá la policía municipal tome su sitio, o tendremos que solicitar el auxilio de los Cascos Azules de la ONU.
Semanario
Ilustración: Estefanía Barrera
Bailar: Es como soñar con los pies (Joaquín Sabina).
Si yo fuera presidente
¿Se imagina sentado en la silla que ahora ocupa Felipe Calderón? Pedro Guzmán, mesero
1.
Si yo fuera presidente impulsaría muy fuerte el turismo en el país. Te puedo decir que tenemos una gran riqueza, pero que no se le da promoción. Si impulsamos el turismo, incrementas la economía.
2.
Claro que para hacer cualquier tipo de proyecto, hay que ponerle mucho trabajo a la seguridad. Si no garantizas la seguridad de tus ciudadanos, no
pueden hablar bien de su país, e incluso puede que se quieran ir. Me pondría las pilas con ello.
3.
Creo que algo muy controversial ahorita es la llamada transparencia. Como Presidente yo obligaría a mi administración y a los funcionarios a mi cargo, a transparentar las cuentas y los trámites que hagamos. Como dicen, cuentas claras, amistades largas.
4.
También me acercaría a la gente. Yo quisiera gobernar con ellos y para ellos, en vez de a su pesar. No sé si se pueda, pero me gustaría ir en las calles con ellos, ver cómo viven las familias tradicionales y con qué batallan. Así, las personas me tendrían confianza, y podríamos lograr más avance en proyectos.
5.
Si pudiera ser Presidente, trataría de darle el peso y valor justo a la ley para que no la rompieran. Creo que aquí el país no avanza, porque todos, y somos todos, pasamos por encima de la ley. ¿Dónde quedó el civismo?
6.
Quizá este sea el único punto que se tome en serio, pero buscaría la manera de que se respetaran más los derechos humanos.
LA LICUADORA
Nadie es homogéneo, análogo, todos son una mezcla de… Una pizquita genética de fulanito, otra de menganito y una cucharadita de perenganito. Si no lo crees, ve cómo metes en una licuadora un tantito de éste, más del otro y un puñito de aquél, y luego verás quién sale:
Andrés García
Humberto Moreira
Don Ramón
Noé Garza Secretario de Desarrollo Rural
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en un dos por tres
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| Claro que ud. lo sabe
| Los menesteres del ocio
|| Por Miguel Agustín Perales
|| Por Alfredo García
1.-Doña … es la mamá de la Chimoltrufia. (Ambas son, claro, personajes creados por Roberto Gómez Bolaños). ■ ■ ■ ■
a) Antonomasia; b) Espotaverderona; c) Pintiquiniestra; d) Quintañona.
2.- Cundinamarca es un departamento ...
VANGUARDIa Lunes 27 de febrero de 2011 / www.semanariocoahuila.com
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a) chileno; b) argentino; c) colombiano; d) uruguayo.
3.- En nuestro Sistema Solar, … es el planeta cuyo tamaño más se aproxima al de la Tierra. ■ ■ ■ ■
a) Gandhi; b) Panini; c) Buda; d) Devala.
6.- “Las matemáticas pueden ser definidas como aquel tema en el cual ni sabemos nunca lo que decimos ni si lo que decimos es verdadero”. Esta capciosa y aguda definición se debe a … ■ ■ ■ ■
a) Alfred North Whitehead; b) Benito Díaz de Gamarra; c) Enrique José Varona; d) Bertrand Russell.
7.- El cantante mexicano … fue conocido como el Trovador Solitario.
a) Marte, b) Saturno; c) Mercurio; d) Venus.
4.- El … es también llamado Citlaltépetl. ■ ■ ■ ■
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a) Pico de Orizaba; b) Cofre de Perote; c) Paricutín; d) Chichonal.
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a) Pepe Guízar, b) Pedro Vargas; c) Pepe Jara; d) Emilio Tuero.
8.- Según el poeta romano …, Juno, fecundada por una flor mágica, concibió al dios Marte. ■ ■ ■ ■
a) Propercio; b) Ovidio, c) Horacio; d) Virgilio.
Respuestas: 1) b; 2) c: 3) d; 4) a; 5) a; 6) d; 7) c; 8) b.
Semanario
5.- Satyagraha, ópera de Philip Glass, está basada en la vida de ..
superméndez
Merecido honor. Cristina Pacheco exhortó a aquellas mujeres que han “dado un paso adelante” a “hablar fuerte, con precisión”, por “todas esas mujeres que todavía están sujetas a seguir murmurando”. No es necesario gritar, solo decir las cosas como suceden”, añadió en entrevista a los medios, luego de obtener el Premio Rosario Castellanos a Mujeres Destacadas de América Latina, que otorgó Conaculta por primera vez este año y que está dotado con una gratificación de 100 mil dólares. No sabemos si se entregue por segunda ocasión galardón tan jugoso, habida cuenta que estamos a final de sexenio y lo errática que ha sido la política cultural panista durante toda la década. La reportera de prensa y televisión, esposa de José Emilio Pacheco, nació en 1941 en San Felipe Torres Mochas, Guanajuato, pueblo que nosotros pensábamos sólo existía en la imaginación de Los Polivoces. Por lo demás, su look audiovisual siempre me ha remitido a Isela Vega, esa actriz de carácter que goza de grandes simpatías en el medio intelectual mexicano. Famosas (pen)últimas palabras. “Es una pena que un escritor engañe: las letras y la inteligencia mexicana configuraban un espacio de honestidad en un país proclive a la mentira”: Guillermo Sheridan, refiriéndose al novelista Sealtiel Alatriste, quien se vio obligado a renunciar al Premio Xavier Villaurrutia y a la Dirección de Difusión Cultural de la UNAM, después de que el propio Sheridan y otros escritores lo acusaran de haber plagiado, entre otras cosas, un párrafo de un artículo de wikipedia
El único superhéroe de Saltillo y la región (incluyendo Ramos)
acerca de Fiodor Dostoievsky. A decir verdad, el precio que tuvo que pagar el pirata Alatriste es desmesurado, pero acorde con la psicología de un país que disfraza su ignorancia con harapos de cultura y sobre todo indignándose por este tipo de cosas sin importancia, como la confusión que tuvo Peña Nieto al asociar en una frase a dos escritores que se odian con pasión caníbal, africana: Carlos Fuentes y Enrique Krauze. Ahora bien, eso de que los escritores son un paradigma de honestidad en este país, está por verse. La moral también da moras en el medio intelectual mexicano. En general, el literario me parece un medio profesional –si es que se trata de una profesión-, como cualquier otro, con sus virtudes y sus prevaricaciones. No constituyen un monasterio ni un falansterio, aunque los escritores saben asociarse en sindicatos, mafias y pandillas. Si México es un país proclive a la mentira, como afirma Sheridan, empíricamente dudo que sus compañeros de oficio, en tanto mexicanos, se salven de esa nociva inclinación. Seamos sensatos, en un país donde se cosechan, como en cualquier otro, toda clase de especímenes humanos. Ahora bien, sería realmente malo si estuviésemos infestados de médicos que emiten recetas mentirosas, de arquitectos que trazan planos deshonestos, de enfermeras que aplican mentirosamente una inyección, de agrónomos que plantan semillas deshonestas. Podemos tolerar los párrafos que equivocadamente copió el señor Alatriste, sin poner fuentes ni comillas: no son tan nocivos para el país en términos prácticos.
Por J. Latapí
VIDEÓDROMO
Tan Fuerte Tan Cerca A mi no me convence pero a los miembros de la academia definitivamente sí. Stephen Daldry 2011
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VANGUARDIa Lunes 27 de febrero de 2012 / www.semanariocoahuila.com
Semanario
Por Esteban Cárdenas
Si mi editora me lo permitiera, llenaría esta página de un larguísimo “ay siiii” o un clásico “dieeee” . Ésta última interjección es de mis favoritas del argot mexicano. Aplica cuando alguien miente o exagera, o en este caso, cuando alguien hace una película ultra-mega-proto-melosa a la que no le crees ni aunque te lo pidiera de rodillas. Y Stephen Daldry exagera y nos trata de manipular con Tan Fuerte Tan Cerca: es de-ma-sia-do todo lo que sucede, y el realizador apuesta a que, como le sucede a un niño, el público estará lagrimeando y suspirando de ternura. El libro de Jonathan Safran Foer en el que está basada la novela es bastante bueno, pero la película resulta algo odiosa, ya que es complicado traducir a carne y hueso el narrador infantil de la novela, por más bueno
que sea el actor. Tan Fuerte Tan Cerca nos cuenta la historia de Oskar (Thomas Horn), un chico precoz que sufre la muerte de su padre. La película abre con un cuerpo que cae por el cielo: (quizá) sea el padre de nuestro protagonista, cayendo de una de las torres tras el atentado de septiembre 11. Oskar llega a casa y escucha seis mensajes de voz de su padre. Su madre (Sandra Bullock) no puede explicarle qué pasó, y se distancian. Oskar encuentra una llave en el clóset que lee la palabra “Black”: para cerrar este capítulo de su vida, decide que tiene que encontrar la cerradura en donde encaja, y se lanza en una aventura para conocer a todos los que se apellidan Black en la ciudad. Las actuaciones no están mal: Tom Hanks podría estar haciendo un comercial de pie de atleta y nos caería bien, y Sandra Bullock, en el papel de la madre angustiosa queda bien porque parece haberse especializado en este tipo de personajes los últimos años de su ca-
rrera. Thomas Horn es una promesa de la actuación, y no es su culpa que su personaje caiga tan mal, sino del guionista, que no le da un solo momento de espontaneidad a sus diálogos. La actuación de Max von Sidow (como “el extraño”) está excelente, pero no importa que tan bien actúe el elenco: Tan Fuerte Tan Cerca me parece un chantaje carísimo. Hasta resulta un poco explotadora de la tragedia del once de septiembre. No quiero sonar anti-sentimental. Me gusta el nudo en la garganta en un buen drama, pero en este caso, en lo personal sentí que es
Radar
Suena a…
Por Esteban Cárdenas
Zola Jesus
escardenas@vanguardia.com.mx
Grimes Visions 2012
una película que raya en lo ofensivo, no porque sea políticamente incorrecta, sino porque su director asume que al combinar un niño de ojo azul que lagrimea, una tragedia monumental y una historia llena de “epifanías” y “acontecimientos mágicos” ya nos va a convencer de que estamos viendo una película importante, emotiva y significativa. A mi no me convence, pero a los miembros de la academia al parecer si. Tan Lejos Tan Cerca pasará a la historia como uno de los grandes misterios de las nominaciones de los Oscar a mejor película. Como dicen por ahí: Nee, nee.
Grimes es el nombre artístico de Claire Boucher, una cantante y tecladista originaria de Vancouver, Canada. Boucher es el tipo de chica artística que junto con su novio construye barcos con materiales caseros, para después intentar navegar por el Río Misisipi cargados de gallinas, una copia de Huckleberry Finn y veinte kilos de papas. Eso hizo, en serio. Boucher y su novio hicieron un barco horrible y zarparon de Minneapolis, para ser arrestados
Conatus 2011 unos días después. Imagínense una personalidad como ésta haciendo música con sintetizadores, con referencias tan aleatorias como el mismo internet que obviamente informa su música, y tendrán alguna idea de lo que suena su LP debut. Visions es pretencioso, pero también es bastante bueno, te caiga bien o no su historia del barco: después de escucharlo, es fácil concluir el trabajo de cantante de pop sicodélico lo hace infinitamente mejor que el de marinera.
Toro y Moi Underneath the Pine 2011
Chairlift
Something 2012
Las mujeres que hac铆an vibrar estos lugares se han ido a bailar a otra s贸lo ocho est谩n encendidos, en espera de un milagro que les devuelv casados, divorciados y primerizos de esta Ciudad. A continuaci贸n, los
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as pistas. De 40 bares que se abarrotaban hace unos años, hoy va esa atmósfera intensa que atraía a los hombres solitarios, s ecos nocturnos de esta zona... P o r Je s ú s P e ñ a / Fotos: F e d e r ico Jo r dá n / V i d eo: O m a r Sa u c e d o y J e s ú s P e ñ a
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Tan famoso era el salón “Tres Estrellas” de la zona roja por sus mujeres de pechos inmensos y nalgas poderosas, que hasta hay quienes juran que una de esas noches de música viva, olorosas a sudor de albañil, alcohol y humo de cigarro, vino a bailar el diablo. “Era un hombre todo vestido de negro, alto, guapo que estaba bailando con una muchacha muy bonita”, narra Camelia, una sexo servidora que ya pasa de los cincuenta años, de esas pocas que quedan en la zona roja. El ambiente en el cabaret se había puesto denso, caliente, de pronto entre las mesas y los bailadores apretujados se soltó un tufo viscoso como de azufre y eso es todo. Entonces Camelia platica otra noche como aquella sentada frente a la barra solitaria de “El Tampico”, que años atrás estuvo a reventar de clientes, era una de las chicas más atractivas y cotizadas del lugar, allá cuando había gente. Del “Tres Estrellas”, de Camelia, de la zona roja y sus leyendas, quedaron las puras ruinas, porque aquí, a este sitio, que fue el barrio de la vida alegre de la ciudad, ya nadie viene y a quienes quedan, se les van las noches discutiendo el por qué. Pero al parecer la decadencia de la zona de tolerancia comenzó hace cosa de 12 años, cuando en Saltillo empezaron a proliferar los ladys bar y table dance, negocios donde se ejerce la prostitución clandestina. El robo y los actos de corrupción, cometidos por interventores, policías y prostitutas, hacia los parroquianos, se habían disparado en la ciudad sanitaria y hoy, dicen los propietarios de cabarets, la restricción del horario de cierre de sus locales le ha dado el tiro de gracia a una zona roja que agonizaba. “Fue menos la clientela y allá abajo empezó el desastre, de las mujeres sin control y sin nada. Desde entonces la zona se fue para abajo, para abajo, para abajo, hasta el punto en que está muerta…”, dijo una noche de zona doña María Luisa Martínez, la propietaria del “Tampico”.
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“Esto parece un cementerio, porque ya no tenemos clientes aquí”, el que habla es José Manuel Paz, “Chepe”, el arrendatario del “Escenarios”, uno de los escasos table dance que aún se mantienen en pie, pero vacíos de parroquianos, justo casi a las puertas del sector sanitario.. “Aquí tenemos ‘El Muñequitas’ que ya cerró, porque ya todas las chicas se nos fueron para el primer cuadro de la ciudad...”, sigue “Chepe” quien ha accedido a recorrer con SEMANARIO las calles de tierra de la zona, sobre las que no hace mucho rato cayó un aguacero y fue lo único que cayó porque clientes, ninguno. Hace una noche oscura. El viento helado deambula como un fantasma por las aceras de los bares, donde antes brotaba música de radiola y había mujeres cazando hombres, mujeres de esas que aquí llaman de “asesoría”, nadie sabe por qué. “Allá está el ‘Tres Estrellas’ que cerró sus puertas hace unos dos meses. Era uno de los primeros salones que abrieron aquí. Acá está ‘El Lagunero’, ‘El Capri’, ‘El Bar Johnys’, al que, como ya se dieron cuenta, ni las moscas llegan”, continúa “Chepe”. Hace años esto era impensable, cuando a la zona de tolerancia, que fue trasladada de la colonia González, antes conocida como “El Triste”, a estos terrenos de la Vicente Guerrero, llegaron a concurrir hasta mil 700 mujeres por noche, confió un mediodía que la entrevisté en su casa de la colonia Provivienda, doña María Luisa Martínez, la propietaria del “Tampico”, quien migró de Villa 10 VANGUARDIA Lunes 27 de febrero de 2012
Cronología del placer w En principio la zona roja estuvo ubicada en el centro de Saltillo, sobre la calle de Terán, hoy Dionisio García Fuentes w En 1965 cambió su sede a un lugar conocido como ¨El Triste¨, que entonces era huerta y en el que años más tarde se asentó la colonia González w Hacia 1976 los propietarios de los cabarets recibieron la orden gubernamental de trasladarse a unos terrenos ubicados en los límites de la entonces naciente colonia Vicente Guerrero, al suroriente de la ciudad, donde actualmente opera.
“Aquí había dinero, había muchos salones y muchas mujeres bonitas y feas y de todo y ahora no, ya se acabó”. Guadalupe, San Luis Potosí para trabajar en Saltillo. “Era un gentillal enorme, muchísimas mujeres, señoras y muy jóvenes de a tiro, todos con la novedad…”. Por esa época el uso del condón no se había popularizado y las mujeres acostumbraban lavarse con infusiones de yerbas sus partes íntimas, después de cada encuentro carnal. “Chepe” es moreno, más bien chaparro, lleva una chamarra para el frio y una gorra calada a la cabeza. Llegó de Guerrero a esta zona de tolerancia hace 12 años, cuando los caminos pedregudos y agujereados del “zumbido”, como todavía le llaman algunos, se llenaban de hombres que iban y venían de un salón a otro en busca de diversión y sexo. “Este era un restaurán, también cerró sus puertas por la escasa clientela que hay y todos estos negocios ya están cerrados. Aquí estaba el ‘Billar
Trébol’, y el ‘Alebrijes’”, refiere. De vez en vez se oye entre el bramido del viento el ladrar de los perros callejeros, que últimamente encontraron refugio en esta zona de tolerancia, que en jueves por la noche se ve abandonada y casi a oscuras. Las puertas de los que hace años fueron sus bares y congales más reputados y que llegaron a tener en una noche de fin de semana más de 200 mujeres, ahora están remachadas con candados. “A veces los trabajadores no venden ni el sueldo, las mujeres van a tejer, a coser, a hacer manualidades, porque gente no se para aquí”, reveló otro día María Luisa Martínez, la dueña del “Tampico”.
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“Ya no tiene caso estar aquí oiga. Hemos estado sobreviviendo con lo poquito que nos caía el jueves, viernes y sábado, pero ahora mira, ya no hay nada. Un cementerio se ve bonito en comparación con esto”, dice “Chepe”, mientras andamos por los caminos llenos de barro de “La Sonaja”, como le decían en sus mejores tiempos. Nos detenemos delante de una “cuartería”, o una de esas hileras de cuartos de renta que las mujeres usan ya solo para dormir cuando regresan por la madrugada de trabajar en los bares y table dance
que han proliferado por todo Saltillo. “Ya sólo a dormir vienen aquí, ellas tampoco tienen futuro…”, explica “Chepe”. En eso me viene a la cabeza el relato que Érika, una sexo servidora a quien la diabetes ya le cobró varias piezas dentales, contó una mañana que vine para conocer su cuarto adornado con globos y peluches, que le regalan sus amigos, y un altar dedicado a la Santa Muerte. El relato trata sobre otra prostituta que fue asesinada a golpes por un cliente y encontrada dentro de uno de estos cuartos, días después, con el cuerpo putrefacto. Don Reynaldo Grimaldo González, es el propietario de una de estas cuarterías, “antes no cabía aquí la gente, cuando cerraban a las 7:00 de la mañana iba el borbollón de gente pa abajo y ahorita… La zona está acabada, mi amigo”, dijo otro sábado en la mañana sentado a las afueras del “Tecate”, su negocio de cuartos, esperando que cayera algún cliente. Doña María Antonia, una ex prostituta de 87 años que ahora se dedica a vender cigarros y chicles afuera del table dance “Escenarios” de la zona roja, tenía razón cuando una noche que platicó con SEMANARIO pronunció esta sentencia: “todo se acaba”. Ya no recuerda la fecha en que llegó a trabajar al salón “Caballero” de la zona de tolerancia, sólo que Lunes 27 de febrero de 2012
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las cosas no estaban como ahora. “Aquí había dinero, había muchos salones y muchas mujeres bonitas y feas y de todo y ahora no, ya se acabó”. En aquella época Antonia era una de las mujeres más famosas y asediadas por los hombres, buena pal baile y la tomada, “nomás porque no traigo un retrato, yo no era fea…” presume, pero “todo se acaba” y después de retirarse de la prostitución, por insistencia de su abuela, regresó a la zona con una canasta de chicles y cigarros para vender a los escasos clientes del “Escenarios”. “Ya se fueron todas, a mí me dicen que vaya a vender allá abajo, ‘vámonos pa allá, que está haciendo aquí, allá vende más’, me dicen, pero no, yo no voy”.
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“Este hace como dos meses que se cerró, es el ‘Orlando´s Bar’. Aquel que se mira allá era un salón de baile, ya está cerrado, se llamaba “El Monterrey”. Y aquí tenemos la ‘Cueva de la Pantera Rosa’ que ahí está, dando sus últimos gritos de auxilio. Al fondo tenemos “La Araña de Oro”, ilustra “Chepe”. Más arriba, sobre la calle principal del sector sanitario, se ve el “Trébol 2”, el primer salón que introdujo las variedades a la zona roja. Aquellos shows de la vedette que bailaba desnuda y se metía un plátano por la vagina para luego irse al cuarto con el valiente que tuviera los tamaños de comérselo. “Estaba todo sanito, no había negocios allá abajo más que la pura zona de tolerancia. Había parejas que venían a trabajar, venía un homosexual y una mujer, hacían su show en la pista. La variedad era que se desnudaran las mujeres que se presentaban”, contó Juan Manuel Gallegos “Johny”, otra noche en que nos invitó a entrar en su negocio donde hace tiempo las variedades se acabaron y la radiola dejó de sonar porque ya no hay nadie que venga y le aviente un veinte. “¿Que qué estoy haciendo ahorita?, vengo a velar nomás, no hay nada de gente, no hay clientes, 12 VANGUARDIA Lunes 27 de febrero de 2012
“Ya no tiene caso estar aquí oiga. Hemos estado sobreviviendo con lo poquito que nos caía el jueves, viernes y sábado, pero ahora mira, ya no hay nada. Un cementerio se ve bonito en comparación con esto” porque no hay ni una mujer, todas las mujeres están abajo…”, explicó. Mientras pasamos frente a “La Araña de Oro” recuerdo una anécdota que días atrás narró don Patricio Díaz, el dueño de este bar, que en sus años de gloria vio pasar por sus mesas nada menos que al actor de cine Ignacio López Tarso, otros artistas y al conjunto norteño de “El Palomo y el Gorrión”. “Muy bueno para beber tequila, aquí estuvo con Flores Tapia y otros políticos que no conviene mencionar. Yo humildemente les llevé dos botellas de tequila”, confesó don Patricio. Caminamos con “Chepe” por las calles en penumbra de la ciudad sanitaria y sólo se escucha el chasquido de nuestros pies sobre el lodo y los charcos que ha formado la lluvia. Sobre las fachadas se aprecian los nombres borrosos de los antiguos cabarets, que en el pasado fueron célebres y que ahora lucen ensombrecidos. “Chepe”, dice que esta situación ha puesto en riesgo de perder su trabajo a muchos meseros, cantineros y sexo servidoras de la zona de tolerancia que todavía mantienen hijos estudiando. “Como ven aquí ya todo feneció, ya no hay esperanzas de nada”. Celeste es una de las 12 bailarinas, de las 25 que hace dos meses trabajaban en “El Huarachazo”, allá, cuando a las 8:00 de la noche el salón con pista y tubo estaba que no cabía de hombres. Entonces Celeste llegó a tener 20 clientes por jornada laboral, hoy si bien le va, atiende 3 y se gana unos 500 pesos, cuando antes se llevaba casi 3 mil.
Madre soltera, hace un año que Celeste escapó de las balaceras en antros y tables de Torreón, hoy tiene que anunciarse en los periódicos para ofrecer sus servicios por fuera y completar el gasto que le permita sostener a sus dos hijos. “Todas las que trabajamos aquí somos madres solteras, pagamos renta, escuela, dejas encargados a tus hijos, para venir a trabajar”, narró afuera de los camerinos de “El Huarachazo”. Lo mismo me contó una mañana de sábado a la puerta de su cuarto Teresita de Jesús, otra torreonense, viuda y con dos hijos, que en los últimos 12 años ha visto cómo día con día la zona roja de Saltillo se ha convertido en un pueblo fantasma y ella se ha visto forzada a bajar de la colonia Guerrero a los bares el centro como “El Coliseo” y “El Casinito”, para sacar más dinero, solo bailando. “Sí bajo al centro a bailar un rato y ya llego y un ratito aquí, buscándole”, confesó. El viento trae hasta nosotros los ecos de la música que sale de una radiola. Son las notas de “Escándalo”, la cumbia de La Dinamita que sonó por todos los rincones de “La Sonaja” en sus años de gloria. En una esquina se ven las sombras de unos hombres tumbados en la banqueta y que al pasar cerca de ellos nos saludan. La oscuridad no deja ver sus rostros, pero se adivina que sonríen. “Mira, aquí hay unos muchachos desempleados que ya nadie quiere porque ¿dónde van a trabajar?”, comenta “Chepe”. Y prosigue: “Ahí están ‘Las Vegas’, ya cerró también, mira las
grandes construcciones que hay ahí vacías ¿Qué más le puedo decir? Este es el bar ‘El Vaivén’”. Por aquí fue donde hace más de una década se juntaba una pandilla de homosexuales que asaltaban y golpeaban a los clientes cuando salían de los cabarets en la madrugada camino de su casa. “Habían dos negocios de jotos, allá arriba, esos acabaron de rematar a la zona, porque los homosexuales veían que había gente, estaban parados en la puerta, veían que venía el hombre pasando y se le iban encima, los bolseaban y los golpeaban, estaban en combinación con la policía, interventores y todo. “Los policías siempre han robado. Llegabas y con el cuento de que ‘voltéate pa allá, porque te voy a trasculcar’, allá va la cartera y se la pasaba uno al otro, ‘a ver qué traes, a ver qué escondes’. Y los jotos a lo descarado te robaban en medio de la calle y si te quejabas te llevaban al bote. Era un desastre, hasta que los quitaron de ahí”, contó María Luisa Martínez un mediodía en su casa de la Provivienda. “¿Siempre ha habido homosexuales en la zona?”, le pregunto. “Había, pero no andaban haciendo tanto desastre, había trabajadores, pero no de cantineros, de cocineros, nada de que haciendo desmadre allá”, respondió María Luisa. Echamos a andar con “Chepe” devorados por la oscuridad. Al fondo de la callejuela se escuchan las risas frenéticas de algunas mujeres seguramente ex ficheras, que no distinguen en la espesura de la noche, pero parece que ya no son muy jóvenes. “¿Mujeres? Ya no hay, sólo quedan algunas, esas que están ahí, pero son viciosas”, recuerdo que dijo una de esas noches el dueño de un popular cabaret de “La Sonaja”. La cumbia de “Escándalo” no ha parado de sonar y parece que viene de la radiola del “Escenarios”, el table de “Chepe”, donde la radiola toca para nadie frente la pista vacía de vedettes y los barman aburriéndose parados en la puerta, espe-
rando a los clientes, que esta noche, al parecer, tampoco llegaron. “Aquí está otro salón cerrado, el ‘Súper Star’, este es el ‘Clave Azul’, ese es ‘El Palacio’… ¿Los más famosos?, eran ‘El Cueros’, ‘Cariñosas’, que está cerrado también, ‘Muñequitas’. El único que ha sobrevivido es el ‘Escenarios’, pero si lo va a ver ahorita está vacío”. El viento sigue rugiendo a nuestra espalda: “Y tenemos el Bar Tampico que ha sobrevivido también. Este antes era ‘El Huarachazo’, ahora es ‘La Pachanga’, pero mire, está cerrado. Eso quiere decir que esto nos está dejando muy poco. Ahí está ‘El Clímax’, que ya está cerrado también”, explica “Chepe”. Allá más soledad, vecindades enteras de cuartos solos y salones de entradas tapiadas con block. “Y de mujeres no hay nada, pero váyase al centro, allá está el mero fuerte”, critica Chepe al terminar el recorrido en la puerta de la zona, rumbo a la demarcación de policía y el consultorio médico que, lo mismo que la mayoría de los cabarets, está cerrado. Afuera se ve el estacionamiento, pelón de automóviles y gente. “Por allá ya pasaron y vieron la soledad que hay aquí”, dice “Chepe” y luego lo vemos perderse en las tinieblas de la zona roja.
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Es una tarde de sábado como a las 5:30 en el “Tampico”. Algunos de los propietarios de los bares y salones que aún quedan abiertos en la zona de tolerancia, unos ocho de los más de 40 que existían, se han reunido para discutir el asunto de la decadencia de ciudad sanitaria, luego de la proliferación de giros negros en el área urbana de Saltillo, donde se ejerce la prostitución clandestina, y el decreto del nuevo horario que obliga a los antros y bares a cerrar sus puertas a las 2:00 de la madrugada,
Se acabó la fiesta.. ¿qué? ¿qué? De acuerdo con el último corte efectuado el 18 de octubre de 2011 por la Dirección de Salud Pública Municipal, se sabe que estaban trabajando en los diferentes bares y cabarets:
110 15 mujeres
homosexuales
En picada Según la misma dependencia hasta hace 12 días en la zona de tolerancia funcionaban:
25 bares
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VANGUARDIA 13
“¿Que qué estoy haciendo ahorita?, vengo a velar nomás, no hay nada de gente, no hay clientes, porque no hay ni una mujer, todas las mujeres están abajo (en el centro)…”. acción que, según los dueños de estos negocios, vino a dar el tiro de gracia a la zona roja. Apenas y se puede creer que hace años un sábado como este, a las 5:30 de la tarde “El Tampico”, estuvo abarrotado de hombres de todas las clases que venían a tomar cerveza, comer botana, bailar y pasar el rato con las mujeres que fichaban aquí. Ahora no quedan más que más que sillas y mesas vacías y al fondo una radiola que ya no toca. “Ahorita lo que nos interesa es eso, subir a las mujeres para arriba (sic), y si logramos sacar lo del horario, que bueno”, advierte uno de los asistentes, “sí porque la zona de tolerancia es pura pantalla nomás, ahorita todo Saltillo es zona y si la zona de tolerancia es una pantalla, que la quiten”, lo secunda otra mujer. Se han acomodado todos en medio círculo frente a la barra del “Tampico”, donde hace mucho que 14 VANGUARDIA Lunes 27 de febrero de 2012
no se para un solo parroquiano, ya no hay ficheras ni hay cantineros. Los dueños de cabarets insisten en el tema del horario de cierre de los bares: “Si tan exigente fuera (el alcalde Jericó Abramo Masso), todos los congales, todos los negocios de allá abajo que están cerca de las iglesias, de las escuelas… ya los hubiera quitado, porque no nomás es en el centro, sino alrededor de todas las colonias, donde quiera hay negocios con mujeres prostituyéndose”, recrimina una cantinera, “este es un mal necesario, que él (Jericó), no sea ‘congalero’ o no sea borracho, no quiere decir que los demás no lo sean”, continúa otra dama. Luego sacan a colación la falta de control sanitario que, aseguran, impera en los ladys bar y los table que funcionan en los diferentes corredores de la ciudad. “Si entra una enfermedad o una epidemia, ¿qué van a decir?, ¿de dónde salió?, de la zona de tolerancia, los horarios no los van a cambiar nomás porque nosotros digamos, una minoría de gente aquí. Lo que nosotros debemos de pelear son las mujeres. En qué se basan los demás negocios para fomentar la prostitución”, arremete otro de los asistentes a la junta. Pero hace más de tres meses que los dueños y arrendatarios de estos negocios pidieron una audiencia con Abramo Masso, que hasta el momento no los ha recibido y eso los tiene enojados. “No nos vamos a esperar toda la vida, a ver cuándo, ya les mandamos escritos… ¿Cuándo nos va a resolver?, ¿para la otra vida?, de que nos maten de
hambre poco a poco, pos que nos mate de una vez. Ya con el horario a la zona le dio el tiro de gracia, nomás que suban a las mujeres. El punto principal es que la prostitución esté, donde debe de estar”, alega la propietaria de uno de los cabarets más populares en la zona roja, “ellos lo saben nomás que se hacen güeyes”, la sigue un cantinero. Casi al final de cónclave sale a relucir lo de los robos a los parroquianos por parte de los policías que cuidan la zona, los interventores, que por cierto hace tiempo que no van, y las prostitutas. “A los clientes también hay que cuidarlos, porque si permitimos que los roben…”, propone una de las mujeres, “eso fue también lo que nos acabó…”, la apoya otra. Oscureciendo concluye la reunión, los dueños de los bares y restoranes del sector sanitario han acordado que si las autoridades no responden a sus peticiones se harán presentes en el Ayuntamiento local para protestar en montón “con mujeres y todo”.
VI
Otra noche lluviosa de un viernes SEMANARIO está de vuelta en la zona. Está vez el barrio, enclavado en los límites de la colonia Guerrero, se ve más desolado y algunos de los bares que habíamos recorrido con “Chepe”, lucen ya oscuros y con candados en sus puertas. “Un cementerio se ve bonito en comparación de esto”, parece que oigo la voz de “Chepe”.