VANGUARDIA | LUNES 26 DE DICIEMBRE DE 2011 | NO. 304 | WWW.SEMANARIOCOAHUILA.COM
PERIODISMO DE INVESTIGACIÓN
¿CÓMO SER
FUSILADO Y VIVIR PARA CONTARLA? Aquí la historia inédita de un coahuilense que se salvó de morir por un milagro...
Mis Diez Canciones del 2011 Por Esteban Cárdenas escardenas@vanguardia.com.mx
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VANGUARDIA Lunes 26 de diciembre de 2011 / www.semanariocoahuila.com
RADAR
l formato de CD en poco tiempo estará obsoleto, y el acetato ni se diga. Yo coleccionaba este último, y ahora cada vez menos puedo escuchar discos completos. Hoy tu teléfono escucha canciones en el antro, las adivina y las descarga en segundos, para que tú las descartes en un par de días y te brinques al siguiente éxito. Por eso, y para celebrar el déficit de atención de nuestra generación, este año decidí realizar una lista de mis temas favoritos, además de los diez mejores discos y películas del 2011. Van las diez canciones que más me gustaron en el año, sin ningún orden particular, por pegajosas, inteligentes, divertidas o estruendosas. Las que no me cupieron pero están igual de buenas: Bad as Me de Tom Waits, 212 de Azealia Banks, Yonkers de Tyler The Creator Rolling in the Deep de Adelle, Ice Cream de Battles, Thuja Magnus Imperium de Wolves in The Throne Room, America de Bill Callahan y An Echo From The Hosts That Profess Infinitum de Shaba
Liturgy
Generation Muchos metaleros serios odian a Liturgy porque parecen hipsters. Yo los respeto por que saben tocar. Aunque parezcan meseros de un restaurante vegano de Nueva York, estos tipos saben hacer buen metal, y lo comprueban con la gigantezca Generation, que hace referencia tanto al black metal vintage de principios de los noventa, como al minimalismo neoyorquino de los setentas, y en contra de todas las posibilidades logran hacerlo funcionar. Técnicamente es increíble, y no, no se pintan las caras de negro.
Bon Iver
Perth
Tenía que incluir algo del segundo disco de Justin Vernon, o Bon Iver. Estaba entre Holocene o esta. Ambas están empatadas como las mejores canciones de uno de los mejores lanzamientos del año. El futuro del indie-rock no pinta tan aburrido.
The Morning
County Line
Cass McCombs
Bam Bam
Si Glass Table Girls es la fiesta del disco debut the The Weeknd, The Morning es su after-party mañanero. En ésta, la sexta canción del álbum, la poderosa voz de Abel Tesfaye canta en un ritmo tan adecuado que puedes ver los esos primeros rayos de sol a través de la cortina cuando amanece.
Una balada melancólica que se desprende del formidable Wit´s End, en donde el compositor norteamericano toma una línea de un teclado Rhodes, y alrededor de ella construye una de las piezas sobre viajar más lindas que he escuchado en mi vida. McCombs será reconocido (espero muy pronto) como uno de los grandes cantautores contemporáneos.
Esta canción de la banda regia es el equivalente a aquella canción de banda titulada “El Sonidito” pero en indie-rock. Una vez que escuchas ese coro perfectamente bien elaborado no lo vas a poder sacar de tu cabeza. Su Futura Vía es uno de los mejores discos de rock en español del año y no tengo duda que Mou de Bam Bam es de los mejores compositores de rock en el país.
The Weeknd
3Ball MTY
Rhianna
Inténtalo
Fucked Up
Queen of Hearts Mi canción favorita del año. Esta si la pongo en número uno, por razones personales. Una chica comunista reparte propaganda a los trabajadores que salen de la fábrica. Cuando un obrero, aburrido con la vida, recibe el panfleto en sus manos, “hasta sus compañeros de trabajo ven las chispas volar”. “Quedémonos juntos hasta que se apaguen las estrellas”, grita el vocalista de esta banda de hard-core canadiense, en una prueba contundente de que los punks gordos también se enamoran.
Hypnodromo
We Found Love
El “trikititiki” de este ritmo originado en San Nicolás de los Garza, Nuevo León por tres Dj´s que e hacen llamar 3Ball MTY (Tribal Monterrey) es el nuevo “punchis punchis”. Lo que comenzó con unas botas imposiblemente largas terminó con esta canción contagiosa. Y considerando que si sumas la edad de los tres no llegas a sesenta, podemos asumir que todavía queda 3Ball para rato.
El video de esta canción producida por Calvin Harris es insoportable: Rhianna nunca va a ir a un rave, ni vive en un departamento “humilde” con pizza tirada en el piso, ni se fuma dieciocho cigarros al día. Sin embargo, por toda la falsedad boba del video que la pinta como una “rebelde”, esta es una canción sinceramente alegre y divertida que, aunque ella no vaya a raves, sí nos traerá una sonrisa alegre a quienes si fuimos.
Jay-Z y Kanye West Otis
Si alguien puede poner de “invitado” en los créditos de una canción al legendario cantante de soul Otis Redding es uno de estos dos raperos. En esta canción, que se desprende del multimillonario “Watch The Throne” y samplea “Try a Little Tenderness” de Redding, Jay-Z y Kanye West se ríen un poco de si mismos mien-
tras comprueban por qué son dos de los mejores raperos de todos los tiempos. La producción es magnífica, líricamente están invencibles y el video dirigido por Spike Jonze, en donde convierten un Maybach en un coche de Mad Max, es uno de los mejores que vimos en el año. Además hasta hacen un servicio a todos nosotros: gracias a su popularidad, quizá las nuevas generaciones conozcan a Otis Redding, el más grande de todos.
|Claro que ud. lo sabe
|Los menesteres del ocio
| Por Miguel Agustín Perales
| Por Alfredo García
1.- La Asunción de la Virgen fue declarada dogma, en 1950, por el papa … ■ ■ ■ ■
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2.- “Dicen que el hábito es una segunda naturaleza. ¿No será más bien que la naturaleza es un primer hábito?”. Es este un aforismo de … ■ ■ ■ ■
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a) Pablo VI: b) Pío XII; c) Juan XXIII; d) Pío XI.
6.- Los planetas es una obra del compositor inglés … ■ ■ ■ ■
a) Chesterton; b) Pitigrilli; c) Pascal; d) Sartre.
a) Thomas Tallis b) Gustav Holst; c) Edward Elgar; d) Michael Tippett.
7.- Emesa es una ciudad …
3.- … es el nombre de pila del señor Barriga, personaje creado por Roberto Gómez Bolaños. ■ ■ ■ ■
a) Júpiter; b) Marte, c) Saturno; d) Neptuno.
a) Néstor; b) Cratilo; c) Eudoro, d) Zenón.
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a) siria; b) egipcia; c) finesa; d) chilena.
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a) cloro; b) lutecio; c) laurencio, d) francio.
4.- El cantante … fue conocido como el Trovador Solitario. ■ ■ ■ ■
a) Pepe Jara; b) Joaquín Pardavé; c) Pepe Villa; d) Lorenzo Barcelata.
superméndez
El triste gato Garfield. Jim Davis tomo el nombre de su célebre creación animada el gato Garfield –uno de los pocos personajes de cómic que pueden competir con Los Simpson-, de su abuelo James Garfield Davis quien, a su vez había sido bautizado con ese nombre en honor al vigésimo presidente de los Estados Unidos James Abram Garfield (1831-1881), héroe de la guerra civil, en la que obtuvo el grado de general brigadier, después de haber pasado la primera parte de su vida como un oscuro profesor de lenguas antiguas en Ohio. Su nominación presidencial fue un mero acto de compromiso entre las corrientes republicanas que se disputaban ferozmente el poder, y su presidencia, que no alcanzó un año de duración, fue extremadamente débil. El desempleado Charles Louis Guiteau disparó sobre él el 2 de julio de 1881, y el presidente Garfield falleció el 19 de septiembre de ese año.
8.- Lr es el símbolo del …
Respuestas:1) b; 2) c: 3) d; 4) a; 5) d; 6) b, 7) a, 8) c.
Semanario
5.- … fue el primer planeta descubierto por inferencia matemática.
Persas. El historiador giego Amiano Marcelino describió así a la infantería persa de la época sasánida (siglo VI, EC), que por su equipo militar fueron el antecedente directo de los caballeros andantes medievales: “Todas las compañías estaban revestidas de hierro, y todas las partes de sus cuerpos estaban cubiertas por gruesas placas encajadas rígidamente y ajustadas a sus miembros, y llevaban formas de caras humanas encajadas en sus cabezas, de tal forma que todos sus cuerpos estaban cubiertos por entero de metal, y las flechas que cayeran sobre ellos sólo podrían clavarse por los orificios de la
El único superhéroe de Saltillo y la región (incluyendo Ramos)
máscara por donde veían o por donde podían respirar. De ellos, algunos estaban armados con picas, tan firmemente sujetas que se podría pensar que las sostenían con abrazaderas de bronce. Una santa donde hace falta. Nacida en Jerusalén en 1843, Maryam Soultaneh ingresó en la congregación de las Hermanas de San José de la Aparición, adoptando el nombre de María Alfonsina Danil Gatas. Tras una revelación mística de la Virgen María, fundó una congregación dedicada rezar ell rosario. En 1880 inició su nueva fundación religiosa –las dominicas del Santísimo Rosario de Jerusalén–, que se extendió pronto por toda Palestina. El estudioso Pizzaballa ha destacado que la futura beata fue “una hija de Palestina que entendió la importancia de la instrucción y de la formación para dar testimonio cristiano en este atormentado territorio”. María Alfonsina Danil Gatas falleció en 1927, un cuarto de siglo antes de la fundación del estado de Israel. El patriarca latino de Jerusalén, Fouad Twal, ha señalado que el futuro de los cristianos en Tierra Santa es incierto: podría reducirse su número de los 10 mil actuales a 5 mil en 2016 si nadie les ayuda. Concretos. “En el mundo todo es particular, y sólo se perciben los individuos; los géneros y las especies no son más que una vacía imaginación”: Francisco Sánchez (España, siglo XVII). Ni modo. Entre la Universidad Lasalle y la universidad de la calle: lo repetimos, la ignorancia es cara, pero la educación lo es más.
Por J. Latapí
Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento... Esta es la historia de Isidro, un hombre que sobrevivió a una lluvia de balas en el paredón de Parras de la Fuente y no, no era día de los inocentes.
Reportaje
PO R C Y N T I A M O N C A DA FOTOS: M A RCO M E DI NA V I D EO: A L E JA N D RO TO M A T S U
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FUSILADO Y VIVIR PARA CONTARLO? Lunes 26 de diciembre de 2011 VANGUARDIA 7
Familiares de Isidro muestran con orgullo el paredón donde sucedió el milagro.
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ntes de que lo fusilaran, formado junto con sus compañeros frente a la pared del panteón San José, Isidro Pérez Vázquez tuvo unos segundos para grabarse una última imagen de su pueblo y rezar, con la fe que sólo los condenados a muerte son capaces de tener. Recorriendo la línea del horizonte, observó a la gente que se había acercado movida por la curiosidad, vio a los soldados montados a caballo, en8 VANGUARDIA Lunes 26 de diciembre de 2011
filados a lo largo del camino, y su mirada se detuvo en el pelotón que le apuntaba. No tuvo tiempo de contarlos, pero le dio la impresión de que los fusiles eran más que los condenados. Besó la imagen de la Virgen de Guadalupe que prendía de la solapa del saco y siguió orando: “¡Jesús, María y José, os ofrezco el corazón y el alma mía! ¡Jesús, José y María, asistidme en mi última agonía! ¡Jesús, José y María, haced que expire en paz y en tus brazos el alma mía”.
El levantamiento Apenas siete días antes, Isidro había salido de su casa para unirse al resto de los integrantes de la Asociación Católica de la Juventud Mexicana (ACJM). Sólo tenía 21 años y un anillo de la Virgen de Guadalupe que su madre le dio antes de despedirse. Era la noche del 1 de enero de 1927. Unos meses antes, en todo el país se había desatado una guerra entre la Iglesia y el Estado, luego de que este último –con Plutarco Elías Calles en la Presidencia– limitara la autonomía que tenía la iglesia, lo que motivó levantamientos en estados como Zacatecas, Michoacán, Jalisco y Guanajuato. En Parras de la Fuente, Coahuila, este movimiento tuvo un eco inusitado. Por eso aquella noche, un grupo de no más de 50 jóvenes decidió salir de sus casas para conquistar lo que llamaban “libertad religiosa”. Con ese brío y la juventud a cuestas –según narró años después Primitivo J. Cabrera en un libro que lleva por título “Prodigios de la Gracia”– tomaron la Presidencia Municipal y la cárcel durante la madrugada, desarmaron a la policía, consiguieron armas, celebraron un primer triunfo y siguieron reclutando gente. Pero la noticia llegó muy pronto a Torreón y antes de que pudieran terminar de formar su ejército, tuvieron que huir al monte porque una tropa ya los estaba buscando.
La captura Al anochecer del 8 de enero llegaron a un rancho a descansar y alimentar a los caballos. Llevaban días sin comer ni dormir, en los pueblos por los que habían pasado, apenas consiguieron unas cuantas tortillas que distribuyeron entre la tropa. Esa noche Isidro se comió la última que le quedaba, fría y dura, pues estaba prohibido encender fuego. Luego se acostó al lado de una de las paredes de la casa del rancho, junto con los hermanos Fuantos (Francisco y José), que desde el principio fueron sus compañeros inseparables. Era difícil conciliar el sueño. El enemigo estaba cerca y si los alcanzaban no tendrían forma de defenderse. Los pocos que estaban armados apenas tenían municiones. La desventaja era abismal. Al borde de la media noche Isidro se quedó dormido, pero al poco tiempo José Fuantos lo despertó para decirle que los jefes habían dado órdenes y tenían que separarse en grupos para esparcirse por la sierra. Isidro, los hermanos y seis jóve-
Cuando me vine de Parras pasé por el Panteón y vi el sitio del fusilamiento con los agujeros de las balas que me dirigieron, todas están como a unos diez centímetros arriba del sombrero... ¿cómo se desviaron hacia arriba?” Isidro nes más, salieron del pueblo guiados por Antonio Muñiz y José Rodriguez. Estaba a punto de amanecer. Avanzaron al trote de los caballos durante más de una hora, antes de llegar a un ranchito del que nadie supo el nombre. Isidro recuerda que estaba al pie de unos cerros, que tenía una fila de álamos a la derecha y a la izquierda unas lomas por donde el enemigo se acercaba. Como Muñiz y Rodríguez tenían buenos caballos emprendieron la fuga a “fuerza de carrera”. A todo galope se perdieron por entre los cerros que estaban al frente y que formaban un cañón. “La Cachetada”, se llama. Isidro trató de apresurarse para subir la cuesta que daba al cañón, pero su caballo a duras penas trotaba. Se fue rezagando hasta ser el más próximo al enemigo que comenzó a disparar apenas los tuvo a la vista. Las balas le silbaban por todos lados. Isidro estaba seguro que no alcanzaría a subir sin que alguna lo hiriera, pero no fue así. Todavía alcanzó a subir la cuesta cuando se cayó del caballo. Trató de co-
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rrer, pero los soldados ya lo habían rodeado. Fue apresado y automáticamente sentenciado a muerte.
La ejecución –¡Fuego! –se escucha la primera descarga y enseguida caen de golpe los primeros muchachos. Cuando sonó la segunda o tercera descarga, no recuerda bien, Isidro Pérez se dejó caer, siguiendo un impulso desconocido –supervivencia, quizá– pero sin que alguna bala lo tocara aún. Cayó sobre su costado izquierdo y se tapó los ojos con la mano. Por entre los dedos veía a los soldados, mientras aguantaba la respiración, hasta que no pudo contenerse más e inhaló con tanta fuerza que lo descubrieron. También estaban vivos dos compañeros más, Isidro lo supo porque los escuchó rezar. Entonces el capitán del pelotón dio una nueva orden: –Ese muchacho del anillo todavía no se muere, déle un balazo en la cabeza para que se acabe de morir... ¡A todos dénles un balazo en la cabeza! Cuando Isidro escuchó la orden, pensó que ahora sí era el final. Comenzó a rezar mientras miraba al soldado que se acercaba con el fusil en la mano. Cuando estuvo frente a él cerró los ojos. No quiso ver más. “Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús”. El oficial corta cartucho. Dispara. Falla. Corta cartucho. Dispara. Falla. Corta cartucho. Dispara. Falla. Entonces el general dio una nueva orden: “¡Con la pistola! ¡Déle con la pistola!”. Esa vez no falló. Un golpe como de un mazo cayó sobre la cabeza de Isidro. Luego los balazos golpearon el cuerpo de los demás jóvenes, al tiempo que los rezos se ahogaban. Con el silencio que dejaron los soldados al irse llegó un olor a muerte que pronto se esparció por el pueblo.
Lo salvó un anillo Cuando Isidro abrió los ojos, los soldados ya se habían ido. Poco tiempo después, comenzó a llegar la gente del pueblo que había observado todo desde la distancia. –Llévame a Camizeta, por favor –le dijo Isidro a Fidencio López, un vecino del pueblo que reconoció entre la gente. –¿Puedes caminar? –le preguntó –No. Por favor, ayúdame –suplicó Isidro. 10 VANGUARDIA Lunes 26 8 de denoviembre diciembre de de 2010 2011
Un golpe como de un mazo cayó sobre la cabeza de Isidro. Luego los balazos golpearon el cuerpo de los demás jóvenes, al tiempo que los rezos se ahogaban. –No puedo, no quiero problemas con la autoridad –lamentó Fidencio, mientras el resto de la gente reconocía, entre las manchas de sangre, los rostros de los jóvenes muertos. –Al menos cúbreme la cara con mi sombrero –rogó Isidro, lastimado por los rayos del sol. Quien sabe cuánto tiempo estuvo ahí tirado, entre los cadáveres de sus compañeros, sin que nadie quisiera ayudarlo y con un charco de sangre resbalando por la sien, inundándole el ojo. Entonces se desvaneció. Al poco tiempo (o eso creyó él) nuevas voces de asombro lo despertaron del desmayo. Luego vio llegar un coche del que bajó su mamá apresurada. Alguien le había dicho que era fácil que su hijo estuviera en el panteón, junto con otros que habían caído prisioneros. Fue la única que se atrevió a levantarlo para llevarlo al hospital y salvarlo del entierro. Lo condujo primero al puesto de socorros que estaba en la Penitenciaría, para darle primeros auxilios. Ahí le sacaron el anillo que tenía incrustado en la frente –el mismo que le salvó la vida– y lo dañó de su vista. Su madre se lo había regalado el día que partió a la guerra. Después lo internaron en el Hospital Guadalupano, donde hicieron lo posible primero por rescatarlo de la muerte y luego de la penumbra de la ceguera. Al final
lograron salvarle la vida y la vista de un ojo. Luego de dos meses fue dado de alta
La carta Todo esto lo sabemos porque años después, desde Filadelfia –a donde tuvo que huir luego de que salió del hospital, por temor a represalias–, escribió una carta a un buen amigo suyo: el padre Porfirio Hernández Arciniega, en la que contó por primera y única vez la historia de su fusilamiento. En tres cuartillas, Isidro narra de puño y letra los dos días que pudieron ser los últimos de su vida. Con distancia y tiempo de por medio, recuerda cómo empezó la pesadilla: “Al anochecer del día ocho de enero de 1927”, hasta que tuvo que ser operado de emergencia por el balazo que recibió en la cabeza. Durante años, sin que alguien supiera, la carta permaneció guardada en el archivo del padre Porfirio Hernández y la historia de Isidro era una anécdota que sólo se contaba de boca en boca en Parras de la Fuente. Luego de más de 10 años de exilio (“Aquí he tenido que sufrir mucho, pues con la falta del ojo es muy difícil encontrar trabajo”, escribió en la carta), Isidro volvió a Parras y al poco tiempo se casó con Sofía Chacón, con quien tuvo siete hijos. En su pueblo y con los suyos murió a
los 58 años, en 1964, a causa de un infarto. Cuando el padre Porfirio fue a darle el pésame a la familia, les entregó la carta que Isidro escribió en Filadelfia. Hasta que la leyeron supieron exactamente lo que pasó con él. En vida nunca habló del tema, quizá porque ésa era su forma de salvarlos del peso de la historia. Uno de los hijos, Mariano, decidió transcribir a máquina la historia de su padre para que toda la familia la tuviera. Hoy la carta original está extraviada y junto con ella el anillo de la Virgen de Guadalupe que salvó a Isidro de morir fusilado, pero han sobrevivido las palabras. La pared del panteón San José todavía conserva los agujeros que dejaron las balas aquel 10 de enero de 1927. “Cuando me vine de Parras, pasé por el Panteón y vi el sitio del fusilamiento, con los agujeros de las balas que me dirigieron, todas están como a unos diez centímetros arriba del sombrero... ¿cómo se desviaron hacia arriba?”, escribió Isidro en su carta. En 1977 familiares de los jóvenes cristeros, colocaron ahí una placa con sus nombres para recordar el 50 aniversario de su fusilamiento, para que no los olvidaran. “No creas que me arrepiento de haber luchado por nuestra religión, lo que hice lo hice con todo mi corazón, con todo mi entusiasmo contribuí en algo al reinado de Cristo Rey y por él ofrecí mi sangre y mi vida si era preciso, para que él reinara en nuestra patria”. Lunes 26 de diciembre de 2011 VANGUARDIA 11
Fotorreportaje
DON RISA FOTORREPORTAJE: DANIEL BECERRIL TEXTO: VIOLETA RODRÍGUEZ
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ALLADODELCAMINO RiSa, acrónimo de Ricardo Sánchez, es el hombre de la fachada luminosa que deslumbra en las montañas de la carretera estatal número diez. Cualquiera que pase por San Antonio de las Alazanas y se dirija rumbo a la sierra imponente de la Carbonera, encontrará, frente a una gasera, la puerta segura a otra dimensión. De fondo escuchará la voz de Amalia Mendoza, la de Jorge Negrete y si corre con suerte, la de José Alfredo. Don RiSa, como le dicen los chiquillos, se encarga todos los días de cambiar el ‘cassette’ de la grabadora que instaló en la orilla del camino. Hace años, en este puesto de lámina pintado de rojo, sus hermanos tenían una improvisada vulcanizadora, que hoy Don Ricardo ha convertido en su hogar y en una galería al más puro estilo kitsch de la sierra. Afuera, una malla metálica sostiene cientos de pequeñas micas reflejantes para carro. En la parte más alta se encuentra una máscara con cuernos y ojos que brillan por la noche. Además,
ondean pequeñas banderas que colocó Don RiSa con ayuda de una escalera. “T-RENO$, AL PIE DE LA MONTAÑA”, anuncia un cartel con letras azules y amarillas, pero no se deje engañar, aquí no venden terrenos, tampoco cambian llantas, sólo se comparte un poco de locura. Adentro, el puesto está alfombrado y decorado con sábanas rayadas con pluma; en una repisa se encuentra una televisión portátil y una videocassetera. Aquí habita Don Risa, un hombre que vive al lado del camino; entre conejos, música, revistas de Ripley, máscaras, perros y el fantasma de su padre. Don RiSa nunca se casó ni tuvo hijos, parece que su vida ha transcurrido siempre en este paisaje. Sus manos con restos de pintura y brillos de colores delatan su pasión por la pintura y la decoración. Don Risa usa una playera corta, pantalón de mezclilla, cadenas en las muñecas y su gorra camuflageada, el look de un decorador de interiores que se contonea por la carretera. Lunes Lunes 26 8 de denoviembre diciembre de 2011 VANGUARDIA 13
“Yo ya soy de la tercera edad”, asegura Don RiSa y se carcajea, sus ojos azules parecen más pequeños cuando lo hace. El color que imprime su realidad es la antesala a su mundo surrealista. Después del primer paso con RiSa no hay marcha atrás, los límites entre la locura y lo tangible se desdibujan.
Dalí envidiaría su sala particular, al pie de la montaña. Un sillón habla con palíndromos (palabras o frases que se pueden leer igual al revés) en la soledad de la sierra. Su diálogo se interrumpe cuando la máscara de Carlos Salinas de Gortari roba la atención de los visitantes. Cuenta que en cuanto tiene un poco de dinero, viaja a Saltillo para comprar diamantina, cerámica, moldes, máscaras y todo lo que necesita para convertir su casa en este centro turístico.
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