VANGUARDIA | lunes 18 de noviembre de 2013 | No.400 | www.semanariocoahuila.com
Periodismo de investigaci贸n
Lo que deber铆a ser un derecho social, hoy parece ser el gran negocio
Semanario
Viven
4
VANGUARDIa Lunes 18 de Noviembre de 2013
INFIERNOVIT Las demandas de Infonavit están saturando los juzgados y de acuerdo a especialistas, este Instituto sólo está viendo a los mexicanos como un negocio. Aquí las historias de gente vencida por deudas infinitas en las que la única solución parece ser abandonar la vivienda y posesionarse de otra.
Por Jesús Peña Fotos y video: jesús peña
VANGUARDIa Lunes 18 de Noviembre de 2013
Semanario
5
6
VANGUARDIa Lunes 18 de Noviembre de 2013
Semanario
Justicia”, es el clamor general de los derechohabientes del Infonavit en la región que viven constantemente agobiados por la imposibilidad de pagar lo que un día consideraron sería el futuro patrimonio de sus hijos. Los altos intereses que cobra esta institución por los créditos que oferta y las duras penalizaciones que aplica, cuando sus deudores incurren en atrasos, es lo que hoy mantiene a los “propietarios” de casas al borde de la histeria y, en no pocos casos, del éxodo. Lo cierto es que por más que hacen, sus cálculos no cuadran, al enterarse de que en 20 ó 30 años, que dura su crédito, acabarán dando por una vivienda de Infonavit, que antes les costó 250 mil pesos, el doble o triple de su valor original. Quizá el ejemplo más patente de este drama sea el de Miguel Ángel Ruiz Ruiz, un vecino de la colonia Zaragoza, que hace 12 años tomó en traspaso una vivienda de Infonavit, cuyo costo inicial era de 160 mil pesos y por la que ahora debe pagar cerca de 340 mil. Lo noticia le llegó el día en que una abogada, de nombre Nadia Fabiola Oyervides Cortés, se presentó a la puerta de su domicilio para pegar un sello que notificaba a Miguel de retrasos en el pago de su préstamo.
Miguel adquirió una vivienda en Infonavit por 160 mil pesos y hoy debe pagar 340 mil, luego de un accidente que lo dejó dos años en cama.
Su dolor de cabeza empezó hará cosa de una década. Miguel, que era taxista y vivía con su “familia de 10”, en una casa de dos cuartos por el rumbo de las calles de Lallave y Jacobo M. Aguirre, en el centro, vio la oportunidad de hacerse de un patrimonio para sus hijos luego de que María Isabel Cázares, la dueña de una vivienda de Infonavit en la colonia Zaragoza, le propuso traspasársela, mediante el pago de 50 mil pesos y una carta notariada en la que le cedía los derechos. Miguel, que no tenía el dinero, vendió la concesión de su carro de alquiler y en pocas semanas estaba instalado en su nueva casa. Una casa pequeña de dos recámaras, minicocina, baño, sala - comedor y un patio trasero, que más bien parecía pasillo. “Vivíamos en dos cuartos y cuando hubo la posibilidad de la casita ésta acepté
porque… se me hizo un palacio”. El hombre, que por su condición de chofer de taxi, nunca fue sujeto a ningún tipo de crédito de vivienda, comenzó a arreglar su casa. Con el paso de los años, y a base de sacrificios, logró ampliar la sala, la cocina y las habitaciones, al tiempo que abonaba a su cuenta entre mil 200 pesos y mil 600 pesos mensuales. Todo marchaba bien, hasta que un accidente automovilístico, que le provocó fractura de columna vertebral, lo postró en cama por casi dos años, tiempo en el que Miguel se vio impedido para seguir aportando a la cuenta de la casa, sin pensar que a la vuelta de los años se llevaría un grave disgusto. “Por cuatro mensualidades atrasadas me están cobrando la casa completa. Es-
tán abusando porque como uno no lleva bien el control de los pagos, uno nomás va y deposita, no le dan a uno un estado de cuenta exacto, ‘debe tanto, se le rebaja tanto’. Ya es mucho lo que les hemos dado y la cuenta sigue igual y sigue igual, la cuenta no baja y en lugar de bajar, sube ¿Pos a dónde vamos a dar?, ¿cuándo vamos a acabar de pagar esta casa?”. Fue la mañana en que aquella licenciada le llevó el papel con el requerimiento del pago de su crédito de vivienda. Miguel tenía que pagar y no había posibilidad de arreglo, a pesar de que, echando números, el taxista calcula que hasta hoy ha abonado más de 150 mil pesos a su crédito de Infonavit, de los 160 mil que costaba la casa. “Mira aquí tengo mis recibos de 300, 400 pesos, junto suman más de 150 mil pesos, más el enganche de 50 mil pesos que le di a la señora, es mucho lo que he dado. Ya he pagado más de lo que costaba la casa”, dice. Y suplica a las autoridades del Infonavit que tengan piedad;
Por su edad, Aracely no ha podido obtener un empleo para pagar una deuda que comenzó por 178 mil y ahora, diez años después, subió a 232 mil pesos.
en enero al salario mínimo, factores que, le advirtieron, impactarían el valor de la casa en los meses y años sucesivos. “Ahora digo ‘el crédito fue por 30 años ¿Cuánto voy a deber? O sea que estoy vendida para el resto de mi vida’”. Y a la vuelta de la vida Araceli se mudó de casa de sus padres y su sueño de entrar por fin con sus hijos en su flamante domicilio de la colonia Nogales 2, que semejaba un palomar o una casa de muñecas, se hizo realidad. “Los cuartos eran chiquitos, apenas y cabía una cama matrimonial, un ropero y pásale con cuidado, no te vayas a golpear”. Se fueron los días y las semanas, hasta que en una de esas Araceli fue despedida de su trabajo y se quedó sin medios para seguir abonando al Infonavit. Se dirigió entonces a las oficinas de esta dependencia, para solicitar una prórroga por un año mientras encontraba empleo. La prórroga le fue concedida. Transcurrió ese año y luego otro y Araceli que, ya pasaba de los 45 años, no pudo colocarse en ningún trabajo donde le ofre-
cieran Seguro Social y le permitieran aportar de nuevo a su cuenta de Infonavit. “¿Quién crees que me va a dar trabajo?, si no es de limpieza y ¿cuánto te pagan?, 600 pesos a la semana. “Y no nomás es el Infonavit, hay que pagar la luz, el agua, el gas ¿cuál es la ayuda del gobierno?, ¿cuál es la ayuda de quién? Se supone que esto fue creado para ayudar a los pobres”. Para entonces habían salido a relucir las fallas de construcción de su casa de Infonavit, que a poco se iba cuarteando. “Yo tuve que hacer las reparaciones, porque, supuestamente, ya no entraban dentro de la garantía que ellos dan, que ya se había transcurrido, me dijeron. “Tontos no son, porque la garantía transcurrió y en ese tiempo no pasó nada, pero nomás se terminó la garantía y empezó a cuartearse la casa”. Cuando Araceli cayó en la cuenta ya había sido demandada por un despacho
VANGUARDIa Lunes 18 de Noviembre de 2013
Una deuda infinita “No sean injustos échenme la mano para recuperarme, yo quiero pagarles, pero no se vayan al baño, no se vayan tan arriba”. Cada vez que Araceli Acosta, madre soltera de tres hijos, ve llegar los estados de cuenta del Infonavit a su casa en la colonia Nogales 2, se pone a temblar, no sabe si de miedo o de coraje. Hace 10 años que Araceli logró acceder a un préstamo del Infonavit por 178 mil pesos para comprar una vivienda, y por más que se esfuerza las cuentas no le salen, porque debe ya, según los últimos reportes de la financiera, 232 mil pesos. La tragedia de Araceli comenzó a gestarse tras su llegada de la ciudad de México, cuando su esposo la abandonó y ella tuvo que venir a Saltillo para refugiarse con sus niños en casa de sus padres. Viendo que sus hijos crecían y necesitaban mayor espacio, Araceli, que entonces trabajaba como operaria en una maquiladora, tuvo la idea de tramitar un crédito de Infonavit, al cual accedió librada la tramitología. El Infonavit, le dijeron en esta dependencia, le prestaría 178 mil pesos para la adquisición de su vivienda, eso sin contar los intereses anuales y los incrementos
Semanario
7
8
VANGUARDIa Lunes 18 de Noviembre de 2013
Semanario
legal externo que le informaba la anulación del contrato de su crédito y amenazaba con desalojarla si no pagaba el valor total de la casa. Una y otra vez Araceli acudió al Infonavit para tratar el asunto de su vivienda por la que ya había pagado más de 100 mil pesos de los 178 mil de su valor original, pero nada consiguió, sólo que la insultaran. Y continuó el acoso del despacho de abogados, que iban hasta la puerta de su domicilio para pegarle cartelones y hojas de colores recordándole que debía pagar, si no quería perder su patrimonio. “Los funcionarios de Infonavit eran muy prepotentes, haz de cuenta que hacías fila durante horas, te pasaban con uno de los abogados y te decían ‘ya agotaste tu prórroga, no tienes derecho a nada, tienes que pagar, a ver cómo le haces, pero tienes qué pagar’. ¨La gente de los despachos de cobranza eran groseros, iban y te tocaban y te pegaban el papel en la puerta de que debías, de que ya eras una persona que estaba en buró y me decían ´pues si no quiere problemas… pague, si no la vamos a meter a la cárcel y va a perder la casa´¨. Luego de muchos intentos Araceli por fin acordó con Infonavit que continuaría pagando su casa a través de abonos al banco, por la cantidad de mil 70 pesos al mes. Pero aun así su adeudo en lugar de ba-
jar… subía y subía y subía… “Cuando me demandaron dijeron que iban a reestructurar mi deuda, cargaron intereses insolutos, no sé qué tantas cosas hicieron. Tengo dos años pagando por fuera y en lugar de ver que mi monto vaya bajando, mes con mes se va incrementando, mira de 178 mil pesos que costó la casa, debo más de 230 mil, imagínate ¡300 mil pesos de a mil pesos por mes!, ¿dime cuándo voy a terminar de pagar? “Por eso hay mucha gente que no se acerca al Infonavit, prefiere dejar en el abandono las casas, irse ¿Por qué molestar a las personas, por qué no se ponen de modo, para poderles pagar?”. Luchando contra Goliat A José Eduardo García y Teresita de Jesús Hernández no se les quita de la cabeza la idea de que el Infonavit les hizo una mala
jugada. De otra manera ¿cómo explicarse que por un pie de casa que el Instituto les vendió a finales de los noventa en 53 mil pesos, hoy les quiera cobrar 400 mil? Peor tantito, dicen, cuando la casa ya no es de ellos, desde que la devolvieron al Instituto porque no pudieron pagarla. Su historia se remonta al inicio de su matrimonio, cuando Teresita y José Eduardo, que anhelaban tener una casa propia, se acercaron al Infonavit para solicitar un crédito. José Eduardo, que entonces era operario y ganaba el salario mínimo, consiguió acceder solamente a un préstamo para un pie de casa, situado en la colonia Federico Berrueto Ramón, por el que pagaría, le dijeron, la suma la suma de 53 mil pesos, en un plazo de …, no se acuerda.
Luego de varias crisis, Teresita y José Eduardo lo perdieron todo, casa, abonos, todo. Hoy luchan contra Infonavit.
Semanario
VANGUARDIa Lunes 21 de octubre de 2013 /
“Yo trabajaba en fábrica y me rebajaban 400 pesos por semana, ganaba mil pesos. Precisamente por eso me salí de ahí, porque no me convino, yo estaba ganando mil pesos, me tumbas 500 de la casa y qué me queda, nada”, explica Eduardo. A los pocos meses Teresita y Eduardo se hallaban viviendo en su nueva casa de la colonia Federico Berrueto y a pesar de que sólo eran cuatro de familia, ellos y dos hijos, la vivienda, que era de una sola recámara, les venía chica. “Era de esas tipo mecano, vaciadas con puro cemento, que nadie las quiso, y como ya no hallaban dónde acomodarlas se las pasaron a la CTM y la CTM hizo sus enjuagues”. De pronto el barrio se puso bravo, se llenó de pandillas, y la pareja presintió en este sector un peligro para sus hijos que ya entraban a la adolescencia A partir de entonces la familia anduvo de nómada en diferentes casas de renta, pero su calvario comenzó el día que José Eduardo, que a la sazón trabajaba como mensajero, tuvo un accidente de moto del que le resultó una fractura de cráneo. El hombre quedó encamado y Teresita tuvo que salir a buscar trabajo para sostener a la familia, La cosa se puso difícil por la escasez de dinero y luego de consultarlo con Eduardo, Teresita tomó la decisión de acudir a Infonavit para cancelar el crédito de su casa de la colonia Berrueto Ramón. “Yo acudo al Infonavit para regresar la casa, porque para mi era mucho peso mantener a mi esposo, a mis hijos y todavía pagar la vivienda”, narra la mujer. Pero los funcionarios del Instituto le dijeron que no, que ya había aportado un monto considerable a su cuenta, que era una lástima y que no aceptaban, de ningún modo, la devolución de la vivienda. “Hicimos un convenio, era de 700 pesos por mes y empezamos a aportar 700 y cacho”. Teresita continuó trabajando, pero el estrés de juntar el dinero para mantener a su esposo enfermo y a sus hijos y dar el abono del Infonavit, le ganó. Teresita y Eduardo, que actualmente siguen viviendo en casa de renta, optaron por interrumpir los pagos al Infonavit y dejar en el abandono definitivo la casa. Andando los días Eduardo se recuperó y consiguió trabajo, otra vez de mensajero en moto. Los problemas volvieron de nuevo cuando Eduardo descubrió que en su recibo de nómina aparecía el descuento de la casa que su esposa había ido a regresado al Infonavit. Pasaron dos años y los descuentos siguieron apareciendo, además de que co-
menzaron a llegar recibos con el estado de cuenta de la casa, según los cuales Eduardo y Teresita deben ya 400 mil pesos de un pie de casa que les costó 53 mil. A pesar de que las autoridades les han dicho que desde hace año y medio el Infonavit rescindió el contrato de su crédito, por el tiempo que Teresita y Eduardo dejaron de aportar. “Hablamos a México y nos dijeron que la casa ya estaba dada de baja y que nosotros ya no éramos dueños, entonces ¿por qué siguen rebajándonos?, regrésenos el dinero.
“No sabemos a quién acudir, ¿a mi quién me va a dar el dinero?, ¡maldita sea!, es un año y medio dos años que me están rebajando y ese dinero ya se perdió, ¿quién lo está agarrando?”, reclama José Eduardo. Eduardo y Teresita aseguran que dispuestos a interponer una demanda, pero… “Me comuniqué a México y les dije ‘¿a dónde me tengo que comunicar para que me regresen el dinero?, ¿o les meto demanda?’ y me dijo la muchacha ‘si quieres meterla, a Infonavit no le gana a nadie’”, narra Teresita.
9
Semanario
Los créditos de Infonavit en su mayoría, antes en su totalidad, estaban tasados en salarios mínimos. Ahora queremos comprar una vivienda de 300 mil pesos, esos 300 mil pesos el Infonavit no los está otorgando en salarios mínimos”. Aldo Iván Rodríguez Medina, asesor certificado
10 10
VANGUARDIa Lunes 18 21 de octubre Noviembre de 2013 de 2013 /
de Infonavit.
¿Usureros o benefactores? Para algunos expertos como Aldo Iván Rodríguez Medina, asesor certificado de Infonavit y broker hipotecario, el conflicto social que ha desencadenado la contratación de créditos Infonavit no se reduce más que a una serie de cálculos matemáticos. Es cuestión solamente de sumar el interés anual (entre 7 y 9 por ciento) y las alzas del salario mínimo que se registran de cada año, para obtener el total de adeudo. “Los créditos de Infonavit en su mayoría, antes en su totalidad, estaban tasados en veces salarios mínimos. Queremos comprar una vivienda de 300 mil pesos, esos 300 mil pesos el Infonavit no los está otorgando en veces salarios mínimos.
Semanario
“Pero el salario mínimo se incrementa o varía cada enero. Si yo contrato un crédito de 300 mil pesos, en enero yo voy a deber, aproximadamente, un cinco por ciento más, mi adeudo va a subir de 300 mil a 315 mil pesos, a eso súmale la tasa de interés anual (9 por ciento), se junta todo y al ser plazos muy largos el cliente termina duplicando o triplicando la cantidad que originalmente le prestó el Infonavit. Por eso resulta no ser un producto tan barato como el que nosotros pensamos”. De lo que el derechohabiente está aportando cada mes al Infonavit la mayor parte (90 por ciento) se va a intereses, en los primeros años del crédito, y un porcentaje menor (10 por ciento), al capital de la deuda. “Por eso es bien común que quienes obtienen un crédito a través de Infonavit, digan ‘oye ¿sabes qué?, tengo cinco años pagando y debo más de lo que contraté’. “Conforme va transcurriendo la vida del crédito estos porcentajes se van invirtiendo y le vamos pegando menos a intereses y más a capital”, subraya Rodríguez
Medina. Las prórrogas que el beneficiario solicite al Infonavit por pérdida de empleo, provocarán, indiscutiblemente en el corto periodo, un encarecimiento del producto. “La mayoría de esas prórrogas no siempre es tan conveniente tomarlas, porque a fin de cuentas terminas pagándolas con intereses y todo”. Infonavit: verdugos del pueblo Francisco Antonio Serrano Camarena, maestro investigador de la Facultad de Economía de la UAdeC. y especialista en Desarrollo Económico y Asesoría Empresarial, señala que el problema con los créditos de Infonavit estriba en que, en la mayoría de los casos, a la gente no se le explica el tipo de contrato que está firmando. “SI es un tipo de contrato mercantil, si es un tipo de contrato de obligados solidarios, si es de tipo bancario. No sabe qué tipo de crédito está obteniendo, simple y
VANGUARDIa Lunes 18 de Noviembre de 2013
Demandas de Infonavit saturan juzgados La magnitud de la problemática que enfrentan miles de familias en Coahuila debido al incumplimiento en los pagos de sus créditos de Infonavit es tan grave, que alrededor del 40 y 50 por ciento de los procedimientos que se llevan en los cuatro juzgados civiles de la entidad corresponden a demandas interpuestas por el Instituto en contra de derechohabientes morosos. Las querellas versan en su mayoría sobre la cancelación del contrato del crédito, por falta de aportaciones y al término, abierta la vía de ejecución, el embargo y remate del bien inmueble. “Me has dejado de pagar, ahora reclamo la totalidad del saldo que me adeudas del crédito y si no me lo pagas solicito el embargo de la garantía, que generalmente es la propia casa que se adquirió”, aclara Jesús Antonio Dávila Villanueva, juez tercero civil del Distrito Judicial del Estado. El porcentaje de las sentencias condenatorias es alto (90 por ciento), dada la imposibilidad económica de los demandados para contratar un abogado que los defienda. “En la mayoría de esos asuntos los demandados no presentan defensa, es gente que reconoce que tiene un adeudo y ya sea que se salga del domicilio o esperan a que los saquen. “No acuden con abogados, es gente que tiene problemas económicos y a veces ir con un abogado ya es otro problema. Entonces no se acercan”, detalla Dávila Villanueva.
Estas casas ubicadas en el fracionamiento Valle Ponen Ramos Arizpe y que ofreció Oceguera con muchas “facilidades” hoy han sido abandonadas porque no pudieron ser pagadas.
11
Que nos las dejen, no es justo que tanta gente necesite casa, que nos las vendan a precio módico, ¿no ve cómo la gente anda sobres de las casas?, porque las necesita, por eso uno les dice ‘¡límpiela y métase!’”
Semanario
12
VANGUARDIa Lunes 18 de Noviembre de 2013
María del Rosario, posesionaria de la colonia Valle Poniente de Ramos Arizpe.
sencillamente agarran, firman el contrato y se van a su casa, se meten y no entienden lo que está sucediendo”. Serano Camarena cuestiona además el hecho de que Infonavit no dé a sus derechohabientes el tiempo necesario para analizar su contrato o consultar un abogado que les clarifique, con lujo de detalle, la naturaleza del documento. “Sobre todo porque en muchas ocasiones la manera en que se realizan los contratos no es transparente y no es clara para la gente¨. Situación que al poco tiempo provocará dificultades entre el acreedor y los deudores de las casas. “Y vienen las empresas privadas que están literalmente como buitres, esperando a que la gente no pague sus créditos para ir a desalojarlos y quedarse con las casa”. Cuando se le pregunta a Francisco Serrano qué es el Infonavit responde: “El Infonavit pasó de ser un organismo social, preocupado por el bienestar de los trabajadores, y se ha convertido en un órgano mercantil, que da créditos a un sector de la población, que de otra forma no tendría la posibilidad de hacerse de casa”. El éxodo El rompimiento de los lazos familiares y la pérdida del empleo, son se-
El trabajador queda desempleado...Así se acumula la deuda que, después, estas empresas buitre, porque no hay otra manera de llamarlas, andan cazando para quedarse con las casas, desalojar a la familia y revenderlas, porque esa es una forma de negocio”. Francisco Antonio Serrano,investigador de la Facultad de Economía de la UADeC. gún Francisco Antonio Serrano Camarena, maestro investigador de la Facultad de Economía de la UAdeC. y especialista en Desarrollo Económico y Asesoría Empresarial, los factores que han originado el fenómeno de las llamadas casas abandonadas, tanto en Coahuila como en el resto del país. “Estoy casado, tengo mi casa de Infonavit, estoy pagando el crédito y resulta que por alguna razón me separo de mi pareja, me salgo de la casa y formo una nueva familia. Alguien con un ingreso bajo no puede pagar dos casas a la vez, además de que está prohibido por el Infonavit. Al hombre no le alcanza para
pagar la renta de la casa donde vive ahora y pagar el crédito de Infonavit de su anterior familia ¿Qué es lo que hace?, deja de pagar al Infonavit. “Así se acumula la deuda que, después, estas empresas buitre, porque no hay otra manera de llamarlas, andan cazando para quedarse con las casas, desalojar a la familia y revenderlas, porque esa es una forma de negocio”. Al mismo tiempo Serrano Camarena pone en tela de duda los discursos oficialistas que hablan de tasas de empleo favorable en México, cuando solo hay que ver, advierte, la cantidad de viviendas abandonadas que día a día proliferan en las colonias populares de Infonavit.
Valle poniente: “límpiela y métase” La colonia Valle Poniente, situada en los límites de ciudad Ramos Arizpe, es un claro reflejo del fenómeno social denominado de “las casas abandonadas”. Aquí cerca de 60 familias, provenientes, en su mayoría, del área rural de este municipio, viven en calidad de posesionarios de igual número de vivienda, que hace algunos años fueron dejadas por sus propietarios originales, todo porque no pudieron pagarlas. “Oceguera, y su constructora Corsa, nos embabucó. El güey, nos dijo que bien baratas, ¿cuál? Salía en la tele, ‘vénganse, si usted es taxista’, y como mi esposo era taxista y que… sin quién sabe qué de pagos y sin comprobante, y ahí viene uno de baboso. Como necesitamos la casa pos… firmamos y ánda-
Semanario
le, que era con el Udis, no le digo…”. Cuando aumentaron las casas la gente las dejó, eso fue a los seis meses. Los pagos habían aumentado de mil 700 pesos al mes, a mil 900. “Y a los siguientes seis meses otra vez nos subió y la gente se fue…”, platica María del Rosario Morales, miembro de la organización Antorcha Campesina y una de las supervivientes de esta colonia. Así la mayoría de las viviendas quedaron deshabitadas y no pasó mucho tiempo antes de que los maleantes las desmantelaran y convirtieran en cascarones sin puertas ni ventanas, sin cables de energía eléctrica ni tubería de agua. Desde entonces decenas de familias sin casa, venidas de distintas rancherías de Ramos, se apropiaron a la brava de las casas. “Es gente que no puede pagar una casa, que a veces ni siquiera tiene qué comer…¨, dice Rosa de León, otra antorchista. Rosa de León, una mujer a quien la gente del sector conoce como ¨la señora encargada de dar las casas”. “No nos podemos decir líderes, porque yo no sé ni qué es eso. Yo le informo a la gente que veo que necesita, le digo, ‘mira, pues en tal parte’, y ya va y se acomoda”, dice. Con esa esperanza es que los invasores de Valle Poniente, lo mismo que los de Analco, El Escorial y Parajes del Valle, viven en franca disputa por las viviendas que hoy sueñan con hacer suyas. “Mmmm, pos es lo que más quiero, un hogar para mis hijos, estar estable en un solo lado y no andar para arriba y para abajo…”, suelta María Santos, una posesionaria de Valle Poniente, quien toda su vida
de casada se la ha pasado rodando de una casa a otra de renta, porque su esposo es ruletero y no alcanza Infonavit. María del Rosario Morales expone que por ese motivo es la lucha de los antorchistas, antes de que las casa de Valle Poniente acaben por convertirse en nidos se ratas. “Que nos las dejen, no es justo que tanta gente necesite casa, que nos las vendan a precio módico, ¿no ve cómo la gente anda sobres de las casas?, porque las necesita, por eso uno les dice ‘¡límpiela y métase!’”, suelta. Ocho millones sin casa Por eso es que a Jesús Salas Jáuregui, maestro investigador de la Facultad de Arquitectura de la U.A.deC., no le cabe en la cabeza el hecho de que haya tantas casas abandonadas en la ciudad y que en el país existan alrededor de ocho millones de familias que no tienen donde vivir. “Dices tú ¿cómo es posible que haya casas abandonadas?, cuando hay una gran carencia de viviendas en el país”. Y expone que éste es el resultado de la filosofía que ha venido adoptando el Infonavit, de ver a las personas como un negocio. “El Infonavit ha perdido todo su carácter social, se ha convertido en una empresa privada que ve a la gente como un negocio. Ya no se trata de resolverle su problema de vivienda, una vivienda digna y adecuada. Obviamente vivimos en una sociedad que está basada en la ganancia y el Infonavit, prácticamente, está convertido en un banco”, cierra Salas Jáuregui.
VANGUARDIa Lunes 21 de octubre de 2013 /
“La gente, ante la inestabilidad que se puede dar por cualquier razón, pierde su empleo y obviamente deja de pagar la casa por cuestiones naturales. La primera razón para abandonar la casa es la pérdida del empleo. Se complica el asunto y lo que prefiere la gente, en muchas ocasiones, es perder la vivienda”. “¿Usted cree que el gobierno dice la verdad?, que sólo el cinco por ciento de la gente no trabaja, no, claro que no, ¿cómo puedo probar que no?, veamos cuántas casas están desocupadas, que no se pueden dar, que ya están construidas y que la gente no puede ocuparlas, porque no tienen trabajo”. Por su parte Aldo Iván Rodríguez Medina, asesor certificado de Infonavit y broker hipotecario, destaca que ha conocido casos de fraccionamiento completos que no tienen más de cinco años de existencia y que han quedado en el abandono. “El trabajador queda desempleado y se va a la informalidad, a trabajar por su cuenta y se le torna un tanto complicado seguir cubriendo estas cuotas mensuales, entonces termina por abandonar su casa, viene el Infonavit y la recupera para después mandarla a remate. “Da tristeza, a fin de cuentas esa casa fue adquirida por un trabajador que su deseo era que fuera el patrimonio de sus hijos, de su familia y terminó perdiéndola por alguna causa ajena a ellos”.
13
| Claro que ud. lo sabe
| Los menesteres del ocio
|| Por Miguel Agustín Perales
|| Por Alfredo García
1.- En su Plan de …, Francisco I. Madero declaró inválidas las elecciones efectuadas en junio de 1910 y llamó al pueblo a levantarse en armas a las 18:00 horas del 20 de noviembre de 1910. ■ ■ ■ ■
a) italiana b) española c) portuguesa d) rumana.
3.- La vedette … fue conocida como la Gatita Blanca. ■ ■ ■ ■
a) Lola Montez b) María Conesa c) Lola Casanova d) Ernestina Garfias.
VANGUARDIa Lunes 18 de Noviembre de 2013
a) Gamucita Botello b) Boba Licona c) Lucila Ballenato d) Cristeta Tacuche.
a) Plutón b) Saturno b) Júpiter d) Neptuno.
5.- … es, en la conocida historieta de Gabriel Vargas,
a) Hermes b) Eros c) Ares d) Hefesto.
7.- El grabador, ilustrador y caricaturista mexicano José Guadalupe Posada nació en la ciudad de … a) Guadalajara b) Puebla c) Aguascalientes d) Morelia.
8.- El 20 de noviembre de 1761 estalló una rebelión maya encabezada por … ■ ■ ■ ■
a) Pedro Puc b) Jacinto Canek c) Eugenio Chan d) Edesio Pech.
a; 2) c; 3) b; 4) d; 5) d; 6) a; 7) c; 8) b.
14
■ ■ ■ ■
■ ■ ■ ■
4.- Nereida es un satélite de … ■ ■ ■ ■
■ ■ ■ ■
6.- Según la mitología griega, la lira fue inventada por …
a) San Luis Potosí b) Tuxtepec c) Ayutla d) Agua Prieta.
2.- Coímbra es una ciudad … ■ ■ ■ ■
la tía mutimillonaria de Borola.
superméndez
Trabalenguas mentales. “El trabajo, entonces, no puede tener valor. Sería lo mismo hablar del valor del trabajo y tratar de determinarlo que hablar del valor del valor o tratar de determinar el peso no de una cosa sino de la “pesadez” en sí misma.” (Friedrich Engels, Anti-Duhring). Libros que me gustaría leer. “Ensayo sobre la aplicación de las matemáticas a las ciencias morales”, de Francis Edgeworth, publicado en 1881. Proverbio marginalista. En cuestión de gustos se rompen curvas de indiferencia. Tres refranes yidish. a) Un Dios y tantos enemigos. b) Si no puedes hacer lo que quieres, haz lo que puedes. c) La vida no es más que un sueño, pero no me despiertes. Solución final. Otro año con la deuda: ya sólo piensan los deudos que morir a nadie endeuda sino mata los adeudos. Enigmas. Dos rayos de luz al incidir en un punto pueden generar oscuridad. Es bueno saberlo. Las ondas
electromagnéticas viajan a 299 millones 792 mil 458 metros por segundo en el vacío. Transas. “El Gobierno de Obama acorrala a las grasas transartificiales presentes en las pizzas congeladas, los helados y las margarinas”: CNN, viernes 8 de noviembre. Aunque pueden ser potencialmente dañinas, por lo menos sabemos que hasta ahora no han ocasionado transexualidad. Diccionario portátil. La imaginación (del latín imaginatĭo, -ōnis) es un proceso superior que permite al individuo manipular información generada intrínsecamente con el fin de crear una representación percibida por los sentidos de la mente. «Intrínsecamente generada» significa que la información se ha formado dentro del organismo en ausencia de estímulos del ambiente. En lo que respecta a «sentidos de la mente», son los mecanismos que permiten «ver» un objeto que se había visualizado previamente pero que ya no se encuentra presente en el ambiente. Cabe aclarar que cuando se imagina no se reduce solo al sentido de la visión, sino también a otras áreas sensoriales.
El único superhéroe de Saltillo y la región (incluyendo Ramos) Por J. Latapí