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Impreso en Estados Unidos de América. 2019.
Mi reina hermosa, Hace ya 6 años que te conocí, inesperadamente, en un viaje de amigos a Nueva York. Desde entonces, han sido incontables los buenos momentos, las alegrías, las risas, los abrazos, la complicidad, aunque también las frustraciones, las equivocaciones y hasta los errores, porque así es la vida. Ha sido un camino duro, insospechado, para el que quizás ninguno de los dos estaba realmente preparado, pero hemos sabido recorrerlo con sabiduría, disfrutando el recorrido juntos, y viendo crecer al otro en prácticamente todos los ámbitos de la vida. Hoy en día digo, con total convencimiento, que soy una mucho mejor persona que la que era hace 6 años, y no me queda duda de que esto es en grandísima medida gracias a que has estado cerca de mí para inspirarme a ser mejor. Hoy, además de casarnos, siento que rendimos un homenaje a nuestra vida en sí misma, pues refrendamos que no nos equivocamos cuando tomamos esa impulsiva decisión de irnos a vivir juntos a ese pequeño pero tan especial primer apartamento. Hoy, no sólo me siento eternamente afortunado de haber vivido todo esto a tu lado, sino que sé que no existe nadie más indicado con quien quiera compartir el resto de mi vida, y vivir las muchas cosas que aún nos depara la vida, feas y bonitas, que contigo. Te amo. Hoy y siempre! Pipe.
Mi amor, Quiero prometerte mucho, la vida misma si es posible, pero primero quiero pedirte… Pedirte que nuestro amor siempre sea una elección diaria y que dure hasta que los dos así lo queramos. Ahí está la magia de lo que tenemos, en la libertad de escoger todos los días compartir la vida al lado del otro, porque simplemente no existe un lugar más feliz en el mundo. Así ha sido por seis años, los seis años más felices de mi vida y así te pido a ti y a Dios que sea siempre. Gracias mi amor, gracias por tanto, solo tú sabes cuánto es tanto. Solo me miraste a mí y lo que yo era, tu nunca perdiste de vista lo esencial y eso te convierte en el mejor hombre del mundo para mí. Eres todo lo que un día le pedí a Dios y él me dio más que eso. Tú me construyes, me impulsas, me levantas, me haces muchísimo bien y por eso solo puedo darte las gracias con mi amor, el infinito amor que tengo para ti. Eres el regalo más grande que Dios me ha dado en la vida y como tal prometo cuidarte hoy y siempre, hasta el final. Ana.