El refugio en los casos más comunes es un espacio de transición, es un espacio que ha de ser únicamente temporal, es decir ocupado por un lapso de tiempo relativamente corto. El refugio es entonces parte de un viaje o de un traslado en el que se lleva una carga (física o metafísica) de un espacio a otro. Este proyecto basa su accionar en el viaje, en el tránsito de la Ciudad de México y zona conurbana a partir de la visita a 30 hogares distintos durante noches consecutivas. De estos recorridos surgen dos preguntas: ¿Mi viaje fue realmente necesario? y ¿Qué carga llevo en el viaje? Las respuestas no han sido evidentes y se extienden a otras actividades de mi vida. Tengo instintivamente una necesidad de viajar, de moverme, de estar en transición, de dialogar con los espacios; por otra parte en cuanto a la carga que llevo, es para mí más claro que es una equipaje emocional del que me desprendía y me llenaba a cada momento.
Víctor Morales G. 2012.