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TRES PALABRAS, UN DES

PALAWAN ES UN PARAÍSO PARA LAS AVES. SE ESTIMA QUE AQUÍ HABITAN AL MENOS 600 ESPECIES VOLADORAS, ALGUNAS EN PELIGRO DE EXTINCIÓN.

La isla más bella del mundo. Así la han calificado en incontables ocasiones y, sin embargo, sigue siendo una pena que Palawan, en las Filipinas, sea un destino tropical poco conocido. Y es que claro, a lado de otros gigantes del turismo en la región –como Tailandia, Indonesia o Malasia– es fácil quedar eclipsado. Afortunadamente, esto permite que los viajeros que desean alejarse de las multitudes puedan encontrar en lugares como Puerto Princesa, capital de la provincia, un refugio repleto de joyas naturales que los ojos no alcanzan a dar crédito.

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Un mar esmeralda y el famoso Parque Nacional del Río Subterráneo –protegido por la UNESCO bajo la denominación de Patrimonio de la Humanidad y una de las Siete Maravillas Naturales del Mundo– son los principales motivos por los que hay que darse cita en este punto, pero no son las únicas.

Los arrecifes de Langogan y Tubbataha son dos locaciones alucinantes. El primero alberga a tres cataratas de casi 50 metros de altura que son todo un espectáculo y el segundo es el hogar de cientos de especies endémicas que se encuentran en peligro de extinción y que aquí puedes avistarlas en libertad. Playa Sabang, Roca Ugong y la Bahía Honda completan el abanico de atracciones populares que harán de este viaje una experiencia de conexión y reconexión con la naturaleza. Por cierto, en esta última puedes practicar esnórquel o disfrutar de resorts de súper lujo como el Dos Palmas.

Si te consideras un aventurero de pura sepa, entonces el reto es mayor, pero las recompensas se redoblan. La isla en forma de astilla tiene muchos más tesoros que revelar conforme el turista sea capaz de mostrar osadía. Así, al norte de Palawan se encuentra el Archipiélago de Bacuit que alberga lagunas vírgenes e islas rocosas. Mientras tanto, en el noroeste se sitúan Busunga, Corón, Culion y Linapacan –mejor conocidas como las Islas Calamianes– donde la vida tradicional filipina se desarrolla entre verdísimos campos que recuerdan a la selva Amazonas.

49 Rizal de Paragua, Punta de Brook, Pulot y Bataraza, son las estrellas del sur de la isla filipina a las que habrá que dirigirse si se desea una travesía completa. Y es que, como hemos dicho, al que se atreva a salir de las zonas turísticas tradicionales, se le garantiza una experiencia todavía más rica. Así que desempolva tus más grandes expectativas porque aquí, en este rincón del exótico sudeste asiático, todo es posible.

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