Vida de Vivos - Maria E. Walsh

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No 05


MARIA E. WALSH

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VIDA DE VIVOS

Y DIJO UNA IRLANDESA,W.

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ASĂ?S SEA Âť

—

VIVIMOS EN UNA SOCIEDAD MACHISTA Y ADEMĂ S, INTENSA, ROMĂ NTICAMENTE HOMOSEXUAL.

A la Walsh siempre le gustĂł hablar en color rojo, pero no el del bolchevique sino el del pelo de los irlandeses. Por los ochenta decĂ­a: “Vivimos en una sociedad machista y ademĂĄs, intensa, romĂĄnticamente homosexual. Los varones insisten en crear pretextos bĂŠlicos porque ado”ƒÂ? ˜‹˜‹” ‡Â?–”‡ ‡ŽŽ‘•ǥ •‹Â? Â?Â—ÂŒÂ‡Â”Â‡Â•ÇĄ …‘Â?ϔ‹Â?Ġԥ ‡Â? Žƒ• ˆ—‡”œƒ• ƒ”Â?Ġĥ › Ž—…‹‡Â?†‘ …‘“—‡–‘• —Â?‹ˆ‘”Â?‡• › „”‹ŽŽƒÂ?–‡• condecoraciones. Sacralizan el deporte porque nada les gusta mĂĄs que abrazarse y manosearse despuĂŠs del partido. Hasta son capaces de ganar y todo, con tal de premiarse con esos arrebatosâ€?. Y eso que era una mujer a “—‹‡Â? Žƒ• Â?ƒ†”‡• …‘Â?Ď?‹ƒ„ƒÂ? Žƒ• ‘”‡Œƒ• †‡ •—• …Š‹…‘•Ǥ —rante muchos aĂąos fue menos conocida por sus libros †‡ ’‘‡Â?ÂƒÂ•ÇĄ •— –”ƒ„ƒŒ‘ ‡Â? ÇĄ •— ’‡”–‡Â?‡Â?…‹ƒ ƒ Ž‘• intelectuales que se nuclearon en torno a la revista Sur, que por haber revolucionado el gĂŠnero de la literatura para niĂąos y haber impresionado a Juan RamĂłn JimĂŠÂ?‡œǤ ‘Â?‘ …‘Â?’‘•‹–‘”ƒ ›ƒ ‡•–ž ƒ Žƒ ƒŽ–—”ƒ †‡ ˆ‘”Â?ƒ” parte de la memoria colectiva hasta el punto de que se olvide su nombre pero se recuerden sus versos. Es una Violeta Parra menos ĂŠtnica, una protectora de la reserva ecolĂłgica del “argentinoâ€?, Â?ž• …‡”…ƒÂ?ƒ ƒ ƒ„‹Â?‘ œ‡‹œƒ que a las nursery rhymes que, segĂşn los investigadores, la han inspirado. Su libro de crĂłnicas Diario brujo es una serie de miniaturas nacionales, algunas de las cuales nada tienen que envidiarle a las “enormes minuciasâ€? “—‡ ‡Ž „”‹ŽŽƒÂ?–‡ Â„Â‘Â”Â”ÂƒÂ…ÂŠĂ€Â? Ǥ Ǥ Š‡•–‡”–‘Â? ’—„Ž‹…ƒ„ƒ ‡Â? los diarios y con solfa polĂ­tica. Aunque va para el bron…‡ ‡ŽŽƒ †‹…‡ “—‡ Ž‘ ĂŻÂ?‹…‘ “—‡ –‹‡Â?‡ †‡ Â?‡–žŽ‹…‘ ‡• —Â?ƒ ’”×–‡•‹• “—‡ Š‹œ‘ •‘Â?ƒ” Žƒ ƒŽƒ”Â?ƒ ‡Â? •— ˜‹•‹–ƒ ƒ Žƒ ƒ•ƒ ŽƒÂ?…ƒǤ ‡”‘ ‡Ž ›ƒ –‹‡Â?‡ „‹‘‰”ƒĎ?Ă€Âƒ ˆ‘–‘‰”žĎ?‹…ƒǤ ƒ Š‹œ‘ Sara Facio bajo el tĂ­tulo MarĂ­a Elena Walsh: retrato(s) de una artista libre. Es un libro objeto delicioso y cuidado•ƒÂ?‡Â?–‡ ‡†‹–ƒ†‘ ’‘” ƒ ÂœÂ‘Â–Â‡ÂƒÇĄ —Â?ƒ ‡†‹–‘”‹ƒŽ “—‡ Šƒ…‡ aĂąos viene haciendo casi una tarea antropolĂłgica en la Â†Â‹ÂˆÂ—Â•Â‹Ă—Â? †‡ Žƒ ˆ‘–‘‰”ƒĎ?Ă€Âƒ ƒÂ?‡”‹…ƒÂ?ƒǤ ÂŽÂŽĂ€ Žƒ ƒ”–‹•–ƒ ’‘•ƒ desde el almohadĂłn de los bebĂŠs hasta la silla donde le gusta tomar lo que llama “tĂŠ de gordasâ€?. ƒ Â’Â‡ÂŽĂ€Â…Â—ÂŽÂƒ †‡ ƒÂ?—‡Ž ÂƒÂ”Â…Ă€Âƒ ‡””¹ „ƒ•ƒ†ƒ ‡Â? •— ’‡”•‘Â?ƒŒ‡ ƒÂ?—‡Ž‹–ƒ ƒÂ?†ƒ Â?—› „‹‡Â?Ǥ ĥ ”‡Žƒ…‹‘Â?‡• †‡ Žƒ ƒŽ•Š …‘Â? Žƒ ’”‡Â?•ƒ ‡•–žÂ? Â’Â‡ÂŽÂ‹ÂƒÂ‰Â—Â†ÂƒÂ•ÇĄ †‡•†‡ “—‡ •—• ‘’‹Â?‹‘Â?‡• •‘„”‡ Žƒ ƒ”’ƒ ƒ”’ƒ ŽƒÂ?…ƒ †‡ Ž‘• Â?ƒ‡•–”‘• ”‘Â?’‹‡”‘Â? ‡Ž ”‘Â?ƒÂ?…‡


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Č„ ÂƒÂ”Â…Ă€Âƒ ‡””¹ •‡ Ž‡ ‘…—””‹×ǥ ‡Â? —Â? ˜‡”ƒÂ?‡‘ †‡ •—• Â?‡ditaciones, que Manuelita era un buen personaje para una pelĂ­cula. Y yo no tuve ningĂşn problema porque ĂŠl tiene un lenguaje muy cuidado, tan atento en el dibuŒ‘ …‘Â?‘ ‡Â? Ž‘ ˜‡”„ƒŽǤ Â?–‘Â?…‡• Ž‡ †‹ –‘†ƒ Žƒ Ž‹„‡”–ƒ†Ǥ ‘ Ăşnico que tiene de la canciĂłn es que Manuelita va a ParĂ­s. Pero hay otras peripecias. Hay momentos de miedo, de emociĂłn y de humor como corresponde al gĂŠnero. Y Žƒ …‘Â?’‡–‡Â?…‹ƒ ‡”ƒ Â?—› ˆ—‡”–‡Ǥ ÇŹ Ă—Â?‘ •‡ ŽŽƒÂ?ƒ„ƒ ‡Ž “—‡ •‡ ’‡Ž‡ƒ„ƒ …‘Â? ƒ”Ž‹–‘• Šƒ’Ž‹Â?ÇŤ —‡Â?‘ǥ Â?‘ Â?‡ ƒ…—‡”†‘Ǥ Pero con un enemigo asĂ­ la veĂ­a a Manuelita, al compartir el cartel con TarzĂĄn y La Guerra de las galaxias. Č„ ‡„‡ •‡” Žƒ ’”‹Â?‡”ƒ ƒ—–‘”ƒ “—‡ …‘Â?‘œ…‘ “—‡ Â?‘ •‡ queja de la pelĂ­cula que hicieron con un personaje suyo. —Es que yo no intervine para nada. Si se hace una pelĂ­cula donde uno se hace ilusioo colabora en el guiĂłn, se puede pegar un tiro si no le gusta, pero, en este caso, ÂƒÂ“Â—Ă€ Ž‘ Â†Â‡ÂŒÂą –”ƒ„ƒŒƒ” ‡Â?–‡”ƒÂ?‡Â?–‡ ƒ ÂƒÂ”Â…Ă€Âƒ ‡””¹Ǥ ‹ ĂŻÂ?‹…ƒ ‡š‹‰‡Â?…‹ƒ ‡”ƒ “—‡ ’—•‹‡”ƒ ƒ ƒ”‰—‹”—…Š‘ › …”‡‘ “—‡ ˆ—‡ —Â? ƒ…‹‡”–‘Ǥ •–ž Â?—› „‹‡Â? ƒ”‰—‹”—…Š‘Ǥ ‘ †‹…‡ •‡”‹ƒÂ?‡Â?–‡ǥ …‘Â?‘ •‹ ƒ”‰—‹”—…Š‘ ˆ—‡”ƒ Š‡’ƒ”†Ǥ —¿Por quĂŠ prendiĂł tanto Manuelita y no la vaca estuÂ†Â‹Â‘Â•ÂƒÇŤ ÇŹ ‘” “—¹ ‡”ƒ Žƒ ’”‡…—”•‘”ƒ †‡ Žƒ Â…Â‹Â”Â—Â‰Ă€Âƒ Â’ÂŽÂžÂ•Â–Â‹Â…ÂƒÇŤ Č„ —ƒÂ?†‘ ÂƒÂ’ÂƒÂ”Â‡Â…Â‹Ă— ƒÂ?—‡Ž‹–ƒ Š—„‘ ‹Â?–‡”’”‡–ƒ…‹‘Â?‡• ’•‹…‘ƒÂ?ÂƒÂŽĂ€Â–Â‹Â…ÂƒÂ•ÇĄ Â‹Â†Â‡Â‘ÂŽĂ—Â‰Â‹Â…ÂƒÂ• › Šƒ•–ƒ Â’Â•Â‹Â“Â—Â‹ÂžÂ–Â”Â‹Â…ÂƒÂ•ÇĄ ’‘” Ž‘ †‡ Žƒ• ‘’‡”ƒ…‹‘Â?‡•Ǥ Â?…Ž—•‘ —Â? ‡˜‹–‹•–ƒ Žƒ …‘Â?Â’ÂƒÂ”Ă— con Evita —no me acuerdo ahora cĂłmo era la comparancia, pero debĂ­a de ser por eso de haber salido del pueblo y de ahĂ­ al mundo, para volver despuĂŠs al pueblo—. Ahora por quĂŠ prendiĂł el personaje, yo no lo puedo dilucidar, tal vez tuvo que ver con cierta necesidad del pĂşblico. A lo mejor hace diez meses o dentro de diez aĂąos no era lo mismo. Č„ ‡ Žƒ Šƒ ˜‹•–‘ ‡•…”ƒ…Šƒ†ƒ ‡Â? —Â?ƒ „‹‘‰”ƒĎ?Ă€Âƒ ˆ‘–‘‰”žĎ?‹…ƒǤ ÇŹ ‘” “—¹ ƒŠ‘”ƒ › Â?‘ ƒÂ?–‡•Ǎ —Sara Facio siempre tuvo la idea de hacerla. HabĂ­a mucho material porque yo pertenezco a una generaciĂłna la que a los pocos meses de edad ya a uno lo llevaban a

—Â? ‡•–—†‹‘ ˆ‘–‘‰”žĎ?‹…‘Ǥ ‡”‘ Â?‡ †ƒ„ƒ ”‡’‡Ž—œǤ ƒ”ƒ –‹‡Â?‡ Žƒ „‹‘‰”ƒĎ?Ă€Âƒ ˆ‘–‘‰”žĎ?‹…ƒ †‡ ‡”—†ƒ › ƒŠ‘”ƒ ’”‡’ƒ”ƒ —Â?ƒ †‡ ‹ƒœœ‘ŽŽƒǤ —”ƒÂ?–‡ —Â? –‹‡Â?’‘ †—†¹Ǥ †‡Â?ž• ›‘ ‘†‹‘ ‡•‘ †‡ Ǐ’—‡†‘ •ƒ…ƒ”Â?‡ —Â?ƒ ˆ‘–‘ …‘Â? —•–‡†Ǎ ‹ Â?‡ Â•ÂƒÂ“Â—Âą —Â?ƒ …‘Â? ‘”–žœƒ” ‘ …‘Â? ‡”—†ƒ ‡• ’‘”“—‡ ÂŠÂƒÂ„Ă€Âƒ —Â?ƒ Â”Â‡ÂŽÂƒÂ…Â‹Ă—Â? ƒÂ?‹•–‘•ƒǤ ‘Â? Žƒ ĂŻÂ?‹…ƒ …‘Â? Žƒ “—‡ Â?‘ ÂŠÂƒÂ„Ă€Âƒ Â?‹Â?‰—na amistad, pero con quien me resultĂł cĂłmico sacarme —Â?ƒ ÂˆÂ‘Â–Â‘ÇĄ ˆ—‡ …‘Â? ƒ†‘Â?Â?ƒǤ ƒ …—‡•–‹×Â? ‡• “—‡ —Â? Â†Ă€Âƒ Ž‡ dije a Sara: â€œÂĄMa sĂ­!â€?. Č„ Â? ‹ƒ”‹‘ „”—Œ‘ Šƒ› …‘Â?‘ ƒ…ž’‹–‡ —Â? ˜‡”•‘ †‡ ƒŽŽƒce Stevens: “El dinero es una especie de poesĂ­aâ€?. Hablemos de los intelectuales y el dinero. Č„ ‘• ÂƒÂ—Â–Â‘Â”Â‡Â•ÇĄ ‡Â? Â?ƒ–‡”‹ƒ †‡ †‹•…‘• › Ž‹„”‘•ǥ Â?‘ –‡Â?‡mos el menor control. Primero porque te dicen que edi–ƒÂ? ͡ͲͲ ‡Œ‡Â?’Žƒ”‡• › ‡†‹–ƒÂ? ͡ǤͲͲͲǤ ƒ†‡Â?ž• ‡•–ž –‘†‘ lo trucho. En materia de mĂşsica, en cualquier esquina †‡ —‡Â?‘• ‹”‡• •‡ ˜‡Â?†‡Â? …‘Â? Žƒ• –ƒ’ƒ• ˆ‘–‘…‘’‹ƒ†ƒ• †‡ Ž‘• ‘”‹‰‹Â?ƒŽ‡•Ǥ ‡ ’”‘Â?–‘ ƒ’ƒ”‡…‡Â? ‰”ƒÂ?†‡• ‹Â?…‹Â?‡”ƒ…‹‘Â?‡• †‡ Â?ƒ–‡”‹ƒŽ –”—…Š‘ǥ ’‡”‘ ‡•‘ ‡• Â?—› †‹Ď?À…‹Ž †‡ …‘Â?–”‘Žƒ”Ǥ ƒ ‡› †‡ ‡”‡…Š‘• †‡ —–‘” ‡š‹•–‡ ’‡”‘ǥ de ahĂ­ a que se aplique, es otra cosa. Yo bajĂŠ la cortina, si me roban de este lado, tratarĂŠ de hacer otras cosas donde me paguen. —Muchos escritores no cobran cuando escriben en los Â?‡†‹‘•Ǥ ‡• ‹Â?Â–Â‡Â”Â‡Â•ÂƒÇĄ •‘„”‡ –‘†‘ǥ Žƒ ‹Â?–‡”˜‡Â?…‹×Â? …—Ž–—”ƒŽǤ —El que no cobra es un grandĂ­simo cabrĂłn. Porque se puede cobrar una tarifa simbĂłlica mĂ­nima por respeto al trabajo intelectual. Yo me acuerdo que hace muchos aĂąos algunos autores habĂ­amos conseguido que se nos pagaran las charlas y las conferencias, entonces una vez Â?‡ ‹Â?Â˜Â‹Â–Ă— ‡Ž ‘…Â?‡› Ž—„ †‡ Â‘Â•ÂƒÂ”Â‹Â‘ÇĄ “—‡ Â?‘ ‡• Â?‹Â?‰—na biblioteca obrera, y preguntĂŠ: â€œÂżCuĂĄnto me pagan?â€?. EscĂĄndalo: â€œÂĄPero si Borges viene gratis!â€?. En los sesenta habĂ­amos conseguido a travĂŠs de Argentores que se nos pagara por asistir a programas de TV como invitados. Ahora se paga por ir. Un tema que me apasiona mucho ‡• ‡Ž †‡ Žƒ Š‡”‡Â?…‹ƒǤ Ž‘ ˜‡‘ Â?—…Š‘ ‡Â? ÇĄ †‘Â?de se echan a volar todos los delirios de los herederos del autor que suele morir dejando varias viudas, hijos desconocidos, supuestos inĂŠditos. Y los herederos acostumbran estar todos peleados y fantasean con que el autor debĂ­a ganar muchĂ­simo cuando, en realidad, son

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de ĂŠstos con la autora de ÂŽ Â’ÂƒĂ€Â• †‡Ž ÂƒÂ”Â†Ă€Â? †‡ Â?ˆƒÂ?–‡•Ǥ Ahora la acusan de menemista y de que Manuelita se transformĂł en modelo top.


muy pocos los que ganan fortunas y, si son catorce los que se pelean, hay que hacer catorce liquidaciones de 3 pesos. Y hasta en las familias patricias son capaces de tirar cada uno de la punta de un mantel para ver quiĂŠn se Ž‘ ŽŽ‡˜ƒǤ ‡”‘ ‡Â? ”‡ƒŽ‹†ƒ† —Â?‘ •‡ ’—‡†‡ ŽŽƒÂ?ƒ” ÂƒÂ†Ă€Â…ÂƒÂ?‘ › ‡•‘ Â?‘ •‹‰Â?‹Ď?‹…ƒ “—‡ ‰ƒÂ?‡ …‘Â?‘ ‘ŠÂ? ‡Â?Â?‘Â?Ǥ —¿El tema de la herencia le interesa por alguna razĂłn ’‡”•‘Â?ÂƒÂŽÇŤ —TomĂŠ una decisiĂłn porque no tengo herederos directos, y como los derechos de autor pueden ser pocos o muchos, los voy a derivar a alguna obra cultural. Č„ÇŹ ƒ ƒ ˆ—Â?†ƒ” —Â?ÂƒÇŤ Č„ÇŹ —Â?†ƒ” ›‘Ǎ ƒ†ƒǤ Ž‰‘ “—‡ ›ƒ Â‡ÂšÂ‹Â•Â–ÂƒÇĄ …‘Â?‘ ‡Ž ‘Â?†‘ ƒ…‹‘Â?ƒŽ †‡ Žƒ• ”–‡•Ǥ Ž‰—Â?ƒ ˜‡œ ÂƒÂ”Ă€Âƒ ‡”Â?‹Â?‹ƒ ˜‡ŽŽƒÂ?Â‡Â†ÂƒÇĄ ÂƒÂ”Ă€Âƒ —‹•ƒ Bemberg, Susana Rinaldi y MarĂ­a Elena misma se dedicaron a explicar en los medios cĂłmo el feminismo era ƒŽ‰‘ Â?ž• “—‡ ‡Ž ƒ–ƒ“—‡ †‡ Š‹•–‡”‹ƒ †‡ —Â?ƒ •—ˆ”ƒ‰‹•–ƒ “—‡ •‡ –‹”× ƒŽ ’ƒ•‘ †‡ Ž‘• …ƒ„ƒŽŽ‘• †—”ƒÂ?–‡ ‡Ž ‡”„› ’‘”“—‡ la causa necesitaba una tragedia. Alguna vez una revista llamada Alfonsina ponĂ­a a la Walsh en tapa bajo los –‹–—Žƒ”‡• ƒ Â?ƒ†”‡ †‡ –‘†ƒ• Â?Â‘Â•Â‘Â–Â”ÂƒÂ•ÇĄ ‹Â?ƒ‰‹Â?ƒÂ?†‘ —Â?ƒ genealogĂ­a de lucha con fondo de clarines —mejor de pianos de cola— que tomĂł luego caminos inesperados. —Yo empecĂŠ a escribir algo sobre el tango “Esta noche me emborrachoâ€? donde un hombre se pone a llorar porque ve a esa pobre, fanĂŠ y descangallada, salir del cabaret. Se supone que ve a esa mina a distancia. Y dice “una percha en el escote bajo la nuezâ€?. ÂĄSi las mujeres Â?‘ –‡Â?‡Â?‘• Â?—‡œǨ †‡Â?ž•ǥ •‹ Žƒ Â–Â—Â˜Â‹ÂąÂ”ÂƒÂ?‘•ǥ NJ“—¹ „—‡Â?ƒ ˜‹•–ƒ ƒ Žƒ Ž—œ –‡Â?—‡ †‡ Žƒ Â?ƒ†”—‰ƒ†ƒǨ —‡‰‘ ‹•…¹’‘lo declarĂł que el tango le habĂ­a sido inspirado por un ƒÂ?‹‰‘ “—‡ Â?—”‹× –—„‡”…—Ž‘•‘ ‡Â? Ă—Â”Â†Â‘Â„ÂƒǤ ‡ ‡š‹•–‹”ǥ esa no hubiera sido milonguera. VendrĂ­a de laburar. Era copera, trabajaba en el guardarropas de un cabaret o ‡”ƒ ˜‹–”‘Ž‡”ƒǤ ‘”“—‡ •‹ Â?‘ǥ Š—„‹‡”ƒ •ƒŽ‹†‘ •‘ŽƒǤ ƒ Ď?Žƒ…ƒ era un travesti. —... Č„ÇŠ Š‡ǥ –‡ Šƒ• “—‡†ƒ†‘ …ƒŽŽƒ†ƒǨ

aceptaron sus propuestas. RenunciĂł con el estilo que mejor le sale: la carta abierta.

—En el 82 se hablaba fundamentalmente de feminismo. —Pero hoy tengo la impresiĂłn de que nadie escucha. ‘• ‰‘„‹‡”Â?‘• •‹‰—‡Â? •‹‡Â?†‘ …‘Â?Â•Â‡Â”Â˜ÂƒÂ†Â‘Â”Â‡Â•ÇĄ …ƒ†ƒ ˜‡œ …‘Â? Â?ž• …ƒÂ?†‹†ƒ–‘• ”‡œƒÂ?†‘ › ƒ†Š‡”‹†‘• ƒŽ ƒ–‹…ƒÂ?‘Ǥ Č„ ’”‘Â?‘˜‹‡Â?†‘ –ƒÂ?„‹¡Â? ‡Ž Ă€Âƒ †‡Ž ‹Ó‘ ‘ ƒ…‹†‘Ǥ —O del espermatozoide alienado. Es una historia de retroceso porque no hay ninguna posibilidad de debate y eso que a ellos Ž‡• ‰—•–ƒ –ƒÂ?–‘Ǥ ‹ •‹“—‹‡”ƒ •‡ †‡„ƒ–‡ Žƒ ‡› †‡ Â”Â‘Â…Â”Â‡ÂƒÂ…Â‹Ă—Â? ‡•’‘Â?•ƒ„Ž‡ “—‡ …ƒŒ‘Â?‡× Žˆ‘Â?•ÀÂ?ÇĄ Žƒ cajonearon ĂŠstos y hoy ni siquiera se habla de anticon…‡’–‹˜‘•Ǥ ‘Â?‘ –ƒÂ?’‘…‘ •‡ †‡„ƒ–‡ ‡Ž ’‘„”‡ †‡•–‹Â?‘ †‡ ‡•ƒ Â?ƒ†”‡ …‘Â? ‘…Š‘ Š‹Œ‘• “—‡ǥ †‡ –‡Â?‡” ‘–”‘ǥ Ǐ“—¹ ÂŠÂƒÂ…Â‡ÇŤ —Y del aborto ni hablar. Č„ ‡•‘ “—‡ Šƒ•–ƒ ‡Â? ”ŽƒÂ?†ƒ •‡ †‹•…—–‹×Ǥ ‡”‘ Â?‘ •‘› escĂŠptica porque creo que las cosas que pasaron en Ž‘• ‹Â?‘• ÂƒĂ“Â‘Â• ˜ƒÂ? ƒ Â?‘†‹Ď?‹…ƒ” –‘†‘Ǥ ‘” ‡Œ‡Â?’Ž‘ǥ Žƒ ’‘•‹„‹Ž‹†ƒ† †‡ ‹†‡Â?–‹Ď?‹…ƒ” ƒŽ –‹’‘ “—‡ •‡ Žƒ• ’‹…ƒǤ ÂŽ ƒÂ?žŽ‹•‹• †‡ Ǥ —Pero existe un clima de repulsa en la sociedad hacia lo que en realidad no se desarrollĂł: el feminismo pol햋…‘Ǥ ‘Â?‘ •‹ †‡•†‡ Žƒ …—‡•–‹×Â? †‡ ‰¹Â?‡”‘ •‡ Š—„‹‡”ƒÂ? cometido excesos. Č„ ÂŽ •‘Ď?‹•Â?ƒ ‡• ¹•–‡ǣ ›ƒ –‹‡Â?‡Â? Ž‘ “—‡ Â“Â—Â‡Â”Ă€ÂƒÂ?ÇĄ NJ„ƒ•–ƒǨ Pero lo peor es que lo dicen las mujeres. Ellas evidentemente son colaboracionistas porque tienen que vivir, eso siempre fue asĂ­ y lo sigue siendo.

Çł ‘Â? ‡Ž ˆ‡Â?‹Â?‹•Â?‘ Â?‘ Â’ÂƒÂ•Ă— Â?ƒ†ƒ ’‘”“—‡ …—ƒÂ?†‘ ”‡…‹¹Â? empezĂĄbamos a hablar del tema, lo desbaratĂł la dictadura. Claro que no debiĂł desbaratarse tanto porque siempre habĂ­a una casa donde reunirse. Pero ya se lo dio por –‡”Â?‹Â?ÂƒÂ†Â‘ÇĄ ’—Â?–‘ ϔ‹Â?ƒŽ › ‘„‡†‹‡Â?…‹ƒ †‡„‹†ƒǤ •‹ ƒŠ‘”ƒ no saco el tema es un poco porque me pasa como con los derechos de autor: asĂ­ como nos dicen: â€œÂĄPero si Borges no cobra!â€?ÇĄ ’—‡†‡Â? †‡…‹”Â?‘• “—‡ —ŽƒÂ?ƒ ‡•–ž ‡Â? …‘Â?–”ƒǤ Ya no tenemos esa fundamental complicidad. Mantengo —Â?ƒ ƒ…–‹–—† ’‡”•‘Â?ƒŽ “—‡ ŽŽ‡˜‘ ’”‡Â?†‹†ƒ …‘Â? ƒŽĎ?‹Ž‡”‡•ǥ —Â? ƒ †‡Â?‘…”ƒ…‹ƒ Žƒ ÂƒÂ‰ÂƒÂ”Â”Ă— ’‡‹Â?ÂƒÂ†ÂƒÇĄ …‘Â?‘ •‹‡Â?’”‡ǥ ƒ Ž‘ Ž‹„”‹–‘ǥ ‹†‡ƒ• › •‡Â?–‹Â?‹‡Â?–‘• †‡ “—‡ ‡Ž Â?—Â?†‘ ‡•–ž Â?ƒŽ ’ƒŒ‡Ǥ ‡ †‹‡”‘Â?ÇĄ —Â?ƒ ÂƒÂ•Â‡Â•Â‘Â”Ă€Âƒ ’‘” ‡Ž ’‡”•‘Â?ƒŒ‡ ’‡”‘ Â?‘ ”‡’ƒ”–‹†‘ „ž•‹…ƒÂ?‡Â?–‡ ’‘”“—‡ Žƒ ’”‹Â?‡”ƒ †‡•‹‰—ƒŽ†ƒ†


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aparezca otra generaciĂłn que, con el asunto del gĂŠnero ro o no, intervenga. Č„ ‡ ‹Â?–‡”‡•× Žƒ Â’Â‡ÂŽĂ€Â…Â—ÂŽÂƒ †‡ ÂŽÂ?Â‘Â†Ă—Â˜ÂƒÂ”Ǥ Â? ‡Ž †‡„ƒ–‡ •‘„”‡ ‡Ž ׆‹‰‘ †‡ ‘Â?˜‹˜‡Â?…‹ƒ –—˜‹‡”‘Â? Â?—…Šƒ ˜‹•‹bilidad las travestis en posiciones militantes. TambiĂŠn empezaron recientemente a emerger los discursos de otras minorĂ­as, gays y lesbianas. Č„ ”‡‘ “—‡ ‡Â? ‡•‡ •‡Â?–‹†‘ ˜ƒÂ? •—…‡†‹‡Â?†‘ ƒ˜ƒÂ?…‡•Ǥ ‘” ‡Œ‡Â?’Ž‘ǥ ‡Â? Žƒ Â?—–—ƒŽ †‡ ÇĄ “—‡ ‡• Žƒ ˆ—‡Â?–‡ de toda mi sabidurĂ­a y que es muy buena, se decidiĂł Ăşltimamente que tambiĂŠn tiene derecho a la salud el ƒ…‘Â?Â’ÂƒĂ“ÂƒÂ?–‡ †‡ Ž‘• ‹Â?‘• …‹Â?…‘ ÂƒĂ“Â‘Â• †‡Ž –‹–—Žƒ”Ǥ ‘ Č„ÇŹ ‘Â?‘…‡ Ž‘• Dz •–—†‹‘• †‡ Žƒ —Œ‡”dzǍ ”‡‘ “—‡ ›ƒ •‡ •‡ Šƒ„Žƒ †‡ DzÂ…Ă—Â?›—‰‡dzǤ ‡•–‘ ‡•–ž ’ƒ•ƒÂ?†‘ ‡Â? ‘–”ƒ• han metido con su obra. mutuales. A eso llamo libertad, cuando todo se hace Č„ ‘ …”‡‘ “—‡ Â?‡ ƒ’‘”–ƒ Â?ž• ÂŽÂ?Â‘Â†Ă—Â˜ÂƒÂ” …‘Â? Todo sobre evidente y entre lo que se puede elegir, encuadrar y mi madre. Me gustĂł mucho —con todos sus boleros y sus Ž‡‰‹•Žƒ”Ǥ ‘ ‡• †‡…‹” “acĂĄ de esa gente no hayâ€?, como me decorados cursis— y me pareciĂł la pelĂ­cula de un mora- dijeron a mĂ­ poniendo el caso de los discapacitados. lista que ofrece una sĂ­ntesis para aceptar el mundo con–‡Â?’‘”žÂ?‡‘ǥ “—‡ ‡• †‡ —Â? ”‡˜‹‡Â?–‡ –‡””‹„Ž‡ ’‡”‘ †‘Â?†‡ ĂŠl marca un rumbo para vivir y entender. Por supuesto, a AlmodĂłvar le interesa mucho el tema de las travestis y de los varones, pero tiene tambiĂŠn una mirada sobre las mujeres que es muy especial. Todos se necesitan, se complementan y se ayudan. —¿Hay en la Argentina una intervenciĂłn mayor de las Â?—Œ‡”‡• ‡Â? Â’Â‘ÂŽĂ€Â–Â‹Â…ÂƒÇŤ Č„ ÂƒÂ›ÇĄ ’‡”‘ ‡Â? —Â? •‡‰—Â?†‘ ’ŽƒÂ?‘Ǥ •–žÂ? ÂƒÂŠĂ€ ‡Â? ’—‡•–‘• de servicio o se manda al frente a algunas que no es–žÂ? …ƒ’ƒ…‹–ƒ†ƒ• ’ƒ”ƒ —Â?ƒ –ƒ”‡ƒ ĠÂ?‹Â?‹•–”ƒ–‹˜ƒ Â‰Â”Â‘Â•Â•ÂƒÇĄ …‘Â?‘ Žƒ “—‡ Ž‡ ‡Â?…‘Â?‡Â?†ƒ”‘Â? ƒ ÂƒÂ”Ă€Âƒ ž‡Â?Âœ —‡•ƒda que es una intelectual, una persona que dedicĂł su vida a una cosa muy distinta. Y creo que ĂŠsa era la intenciĂłn: demostrar que no sirve. Pero el mundo no es eso porque la mitad son mujeres. En cambio persiste esa imagen maravillosa de las cumbres de presiden–‡• †‘Â?†‡ •‘Â? –‘†‘• –‹’‘• › ‡•–žÂ? ƒ Ž‘• „‡•‘• › ‡Â?‡Â? intercambia regalos con Fidel. Pero el mundo no es eso porque la mitad son mujeres. Un amigo madrileĂąo me dijo: â€œÂżSabes cĂłmo lo quiero a Fulano? Cuando nos saludamos nos agarramos de las pelotasâ€?. ‡Â?…‹Â?ƒ ‡•–ž ‡•‡ otro que se levanta y muestra el culo todo el tiempo, el À†‘Ž‘ Â?ƒ…‹‘Â?ƒŽǤ ‘ǥ ÇŠ ‘”‰‡•ǥ Â?‘Ǩ ƒŽ‡”Â?‘Ǥ •’‡”‘ “—‡

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empieza con las mujeres. Yo lo digo pero a nadie le im’‘”–ƒǤ ”‡À “—‡ ‡Â? —Â? Â?‘Â?‡Â?–‘ Šƒ„Žƒ” †‡ ‡•–‘ ‰‡Â?‡”ƒ„ƒ actitudes y posibilidades de agrupaciĂłn, en cambio se fue diluyendo, pero tambiĂŠn se fue diluyendo todo proyecto progresista, de izquierda o del medio. Y cualquier proyecto, no digo de gran ruptura, pero al menos con–‡Â?’‘”žÂ?‡‘Ǥ ÇŠ Â?–‘Â?…‡• “—‡†ƒ “—‡ Žƒ ‘’‹Â?‹×Â? Â?ž• Ž‹„”‡ › Â?ž• …‘Â?–‡Â?’‘”žÂ?‡ƒ ‡• Žƒ †‡Ž ‰‡Â?‡”ƒŽ ƒŽœƒǨ ‡Â?‡Â?‘• gobiernos conservadores y los seguiremos teniendo durante bastante tiempo hasta que la tortilla se dĂŠ vuelta, no sĂŠ cĂłmo.



EL MUNDO ESTÁ MAL REPARTIDO


“ESTOS CABELLOS, MADRE DOS A DOS ME LOS LLEVA EL AIRE” »


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VIDA DE VIVOS

11 —Usted se pronunciĂł muy a menudo sobre el hecho de que Buenos Aires no tuviera en cuenta la circulaciĂłn de discapacitados. ÂżMejorĂł el diseĂąo de la ciudad ‡Â? ‡•‡ •‡Â?–‹†‘Ǎ ÇŹ ‘ ƒ—Â?‡Â?–ƒ”‘Â?ÇĄ ’‘” ‡Œ‡Â?’Ž‘ǥ Žƒ• ”ƒÂ?’ƒ• ‡Â? Žƒ• Â˜Â‡Â”Â‡Â†ÂƒÂ•ÇŤ —SĂ­, en los supermercados. Para los carritos con las compras o para llevar plata en carretilla siempre hay rampas. Y si hay una para un discapacitado, seguro que hay un auto estacionado. —Pero al mismo tiempo se diseĂąan visitas al JardĂ­n ZoolĂłgico para ciegos.

Č„ Šǥ •ÀǤ ‡ ”‡’‡Â?–‡ ‘…—””‡Â? …‘•ƒ• ÂƒÂ•Ă€Ǥ Â? ‡•–‡ ‡†‹Ď?‹…‹‘ǥ por ejemplo, remodelaron el ascensor como para que todos subiĂŠramos en sillas de ruedas. Pero solemos estar en la planta baja, la mayorĂ­a gente grande, tratando †‡ ƒ†‹˜‹Â?ƒ” ‡Â? Žƒ „‘–‘Â?‡”ƒ †×Â?†‡ ‡•–žÂ? Ž‘• Â?ĂŻÂ?‡”‘•ǥ ƒ†‡Â?ž• ƒ ‘•…—”ƒ•Ǥ ÂŽÂƒÂ”Â‘ÇĄ ‡ŽŽ‘• ‘›‡”‘Â? “—‡ ‡Â? ‘—•–‘Â? es asĂ­. Houston es una ciudad que se puede recorrer Ă­ntegra sin que existan vallas y hay botoneras en Braille. …ž •‡ •—‡Ž‡ Šƒ…‡” —Â?ƒ •‘Žƒ †‡ ‡•–ƒ• …‘•ƒ•Ǥ —Tampoco se acostumbra pensar en los usuarios gordos para hacer el diseĂąo de los asientos de los vehĂ­culos y como de las salas de espera. —Mire, en el Ăşnico lugar donde hay sillas muy sĂłlidas y muy anchas que parecen haberlas hecho como con ceÂ?‡Â?–‘ ‡• ‡Â? Žƒ ÂŽĂ€Â?‹…ƒ ‘”Â?‹ŽŽ‘–Ǥ —Hay algunos Ăłmnibus bajitos. —BastarĂ­a con que a los comunes los arrimaran al cor†×Â? †‡ Žƒ ˜‡”‡†ƒǤ ‡”‘ Â?‘ǥ ‡•–ž –‘†‘ ‘”‰ƒÂ?‹œƒ†‘ ’ƒ”ƒ jorobarlo a uno. Hace dos aĂąos la Walsh enviĂł una carta abierta a los maestros donde, sin poner en tela de juicio sus reivindi…ƒ…‹‘Â?‡•ǥ †ƒ„ƒ †‡ „ƒŒƒ ƒ Žƒ ƒ”’ƒ ŽƒÂ?…ƒ …‘Â?‘ ˆ‘”Â?ƒ †‡ protesta. AdvertĂ­a que los sĂ­mbolos tienen vencimiento y que es preciso diferenciar entre el apoyo solidario, el ‘’‘”–—Â?‹•Â?‘ › Žƒ Â’Â‘ÂŽĂ€Â–Â‹Â…Âƒ ˜—‡Ž–ƒ ˆƒ”žÂ?†—ŽƒǤ ĥ ”‡•’—‡•tas fueron sorprendentes: oscilaban entre el reclamo y obsecuencia que sobrevivĂ­an en medio de los reproches por alta traiciĂłn. En realidad se trataba de un equĂ­voco: MarĂ­a Elena nunca fue de izquierda. El paĂ­s del JardĂ­n †‡ Â?ˆƒÂ?–‡• ˆ—‡ —Â? ‡Â?„Ž‡Â?ƒ ”‡…‘Â?‘…‹†‘ —Â?žÂ?‹Â?‡Â?‡Â?–‡ como acto de coraje por su denuncia a la censura ejercida durante la dictadura y cuya estrategia era utilizar tĂŠrminos provenientes de la psicologĂ­a. Se convirtiĂł en un sĂ­mbolo pero dejĂł de ser leĂ­do con atenciĂłn. Una columna de JosĂŠ Pablo Feinmann publicada en PĂĄgina/12

MARIA E. WALSH

“Tararear aquella vieja canciĂłn espaĂąola, cuando el pelo se desprendĂ­a por mechones, era una de las tantas ƒ”‰—…‹ƒ• Š—Â?Â‘Â”Ă€Â•Â–Â‹Â…ÂƒÂ• †‡•–‹Â?Ġĥ ƒ ‡Â?ˆ”‡Â?–ƒ” ‡Ž ’ƒ•‘ ’‘” ‡•‡ –ïÂ?‡Ž ƒŽ “—‡ —•ƒÂ? ‘Â?–ƒ‰ ŽŽƒÂ?Ă— ‡Ž ”‡‹Â?‘ †‡ Ž‘• ‡Â?ˆ‡”mos. Dolor, cĂĄncer, mĂŠdicos chambones y mĂŠdicos sabios, ƒÂ?„—ŽƒÂ? Â…Â‹ÂƒÂ•ÇĄ Â“Â—Â‹Â”Ă—ÂˆÂƒÂ?‘•ǥ –”ƒ–ƒÂ?‹‡Â?–‘• › Â?Â—Â–Â‹ÂŽÂƒÂ…Â‹Ă—Â?ÇĄ •×Ž‘ ƒ–‡Â?—ƒ†‘• ’‘” Žƒ …‘Â?•–ƒÂ?…‹ƒ †‡ Ž‘• ÂƒÂˆÂ‡Â…Â–Â‘Â•ÇĄ Šƒ•–ƒ ‡Â?trever la luz de salida, aceptar y sobrevivir.â€? Este relato ”‡…‘‰‹†‘ ’‘” ƒ”ƒ ƒ…‹‘ ‡Â? •— „‹‘‰”ƒĎ?Ă€Âƒ ‰”žĎ?‹…ƒ ‡• —Â?ƒ de las escasĂ­simas menciones de la Walsh a los avatares †‡ •— …žÂ?…‡”ǥ ‡š’‡”‹‡Â?…‹ƒ “—‡ •‡ Â?‡‰× ƒ …‘Â?˜‡”–‹” ‡Â? —Â?ƒ apoteosis exhibicionista para la prensa, en un chantaje pĂşblico o en el abandono de una estĂŠtica que exige dejar en la lengua una huella que desea hacerse colectiva › Â?‘ •‡” Žƒ †‡ —Â? ›‘ ‡Â? …ƒ”Â?‡ ˜‹˜ƒ †‡ ƒ”…‹•‘Ǥ ‘” ƒŽ‰‘ hubo un escritor que dijo: “En literatura la sangre sĂłlo sirve para hacer morcillasâ€?. Pero, de ese paso por el paĂ­s de los enfermos, le quedĂł un interĂŠs por las polĂ­ticas de salud en el gĂŠnero “denunciaâ€? cuyo objeto preferido son las prepagas y un humor negro encomiable para des…”‹„‹” Ž‘ “—‡ •‹‰Â?‹Ď?‹…ƒ ‡Â? Žƒ …‹—†ƒ† †‡ —‡Â?‘• ‹”‡• —•ƒ” bastĂłn cuando no se es un profeta, o alguien que se que„”× ‡•“—‹ƒÂ?†‘ ‡Â? ĥ Â‡Ă“ÂƒÂ•Ǥ


—

HAY GENTE QUE ME DICE: “VOS TENÉS QUE ACLARAR QUE NO SOS MENEMISTAâ€?. ÂżY SI LO SOY QUÉ? HUBO UNA IZQUIERDA QUE SE SINTIĂ“ TRAICIONADA PERO A QUIEN YO NUNCA QUISE NI ELLA A MĂ?.

Â†Â‡Â˜Â‘ÂŽÂ˜Â‹Ă— ƒ •— ‡•–ƒ–—• ’‘ŽÀ–‹…‘ —Â? ’ž””ƒˆ‘ †‡ ƒ“—‡Ž –‡što: “Que las autoridades hayan librado una dura guerra contra la subversiĂłn y procuren mantener la paz social son hechos unĂĄnimemente reconocidos...â€? y lo rebatiĂł en los tĂŠrminos necesarios: los polĂ­ticos. Feinmann tratĂł a la Walsh de igual a igual, como lo hizo Oscar Masotta cuando polemizĂł directamente con Victoria Ocampo sobre la polĂ­tica de Sur en lugar de considerar, como solĂ­a decir Borges, que “Victoria ni sabe lo que sale en la revistaâ€?. EjerciĂł la crĂ­tica sin tratar a su criticada como a ƒŽ‰—‹‡Â? ‹Â?‹Â?’—–ƒ„Ž‡ “—‡ •‡ ‡Â?…—‡Â?–”ƒ Â?ž• ƒŽŽž †‡Ž „‹‡Â? y del mal, algo que se parece tanto a un mueble de la decoraciĂłn progresista. Pero cabe preguntar por quĂŠ ‡•‡ ’ž””ƒˆ‘ …‘Â?‡Â?ÂœĂ— ƒ Â?‡Â?…‹‘Â?ƒ”•‡ ”‡…‹¹Â? ‡Â? ͳ͚͝͝Ǥ O por quĂŠ son poco numerosos y conocidos los textos que analizan las contradictorias secuencias polĂ­ticas de Sabato o por quĂŠ aun los exabruptos reaccionarios de Borges tienen el estatus de boutades inimputables. Es cierto que cuando la Walsh aludiĂł a la dudosa limpieza †‡ Žƒ ƒ”’ƒ ŽƒÂ?…ƒ •‡ …‘Â?’‘”–× …‘Â?‘ …—ƒÂ?†‘ ‡Ž ‰‡Â?‡”ƒŽ Mansilla dijo que en las carpas ranqueles habĂ­a olor a carne podrida. (La TĂ­a Vicenta de LandrĂş hubiera man†ƒ†‘ ƒ •— …Š‘ˆ‡” …‘Â? —Â? ‡Â?˜ƒ•‡ †‡ †‡–‡”‰‡Â?–‡ › ‹…–‘”‹ƒ Ocampo organizado una CampaĂąa al Desierto cultural.) Pero tambiĂŠn es una demĂłcrata activa, incluidas sus Coplas a JosĂŠ Luis, su prosa sobre la pena de muerte y sus sucesivas denuncias contra cualquier forma de discrimiÂ?ÂƒÂ…Â‹Ă—Â? “—‡ …‹”…—Ž‡ †‡ ‰‘„‹‡”Â?‘ ƒ ‰‘„‹‡”Â?‘Ǥ ƒ†ƒ “—‡ ˜‡” con un reaccionario de marketing como Paul Johnson. Č„ ‡–‘Â?‡Â?‘• Ž‘ ‘…—””‹†‘ ‡Â? Žƒ ƒ”’ƒ ŽƒÂ?…ƒǤ ÇŹ Â‘Â†Ă€Âƒ •‘•’‡…Šƒ” ‡Ž Â”Â‡Â•Â—ÂŽÂ–ÂƒÂ†Â‘ÇŤ ÇŹ ‘ ÂŠÂƒÂ„Ă€Âƒ ’ŽƒÂ?Â‡ÂƒÂ†Â‘ÇŤ —Vos sabĂŠs, lo que uno planea no sale. —Pero usted sabĂ­a que estaba metiendo el dedo en aquel ventilador.


13 VIDA DE VIVOS No 05

—Su Ăşltima intervenciĂłn polĂ­tica volviĂł a asociarla con el menemismo. Č„ —”ƒÂ?–‡ —Â? ”‡’‘”–ƒŒ‡ “—‡ Â?‡ Š‹…‹‡”‘Â? •‘„”‡ Žƒ ’‡ŽÀcula —y como los periodistas suelen preguntarte sobre otras cosas—, dije que en todos los aĂąos que tenĂ­a y habiendo pasado todos los gobiernos posibles, nunca habĂ­a vivido tanta libertad de expresiĂłn. Porque en la ĂŠpoca radical, por ejemplo, para hacer algo habĂ­a que tener ’ƒ†”‹Â?‘Ǥ ‘ Â?‘ •‘› Â?‡Â?‡Â?‹•–ƒ Â?‹ Â?‡…‡•‹–‘ •‡”Ž‘ǥ ƒ†‡Â?ž• lo que yo dije lo dijo el mismo Horacio Verbitsky que •‹‡Â?’”‡ ‡•–ž ’‡Ž‡ƒÂ?†‘ › Ž‹–‹‰ƒÂ?†‘Ǥ Â?ƒ†‹‡ …”‡‡ǥ •—’‘Â?go, que Verbitsky es menemista. Hay falta de libertad en la pobreza y en el mercado que siempre nos dictĂł quĂŠ decir y quĂŠ no decir. Pero no creo que ningĂşn polĂ­tico ni ningĂşn presidente se hayan dejado basurear enchastrar como ĂŠste con derecho a pataleo, claro, pero tam biĂŠn con una capacidad de denuncia de todo el mundo, de Ž‘• Â?‡†‹‘•ǥ †‡ Žƒ ‰‡Â?–‡Ǥ ‘ ‡˜‹†‡Â?–‡ †‡ ‡•–‘• ÂƒĂ“Â‘Â• †‡ ‰‘bierno ha sido la corrupciĂłn y la injusticia, pero se sabe mĂĄs. ‡ –‹‡Â?‡ Â?ž• Ž‹„‡”–ƒ† ’ƒ”ƒ Â?‡–‡”•‡ ‡Â? Ž‘• •‡…”‡–‘• †‡ Žƒ Â’Â‘ÂŽĂ€Â–Â‹Â…ÂƒǤ ‡•‘ •‡ ˜‡ Šƒ•–ƒ ‡Â? Ž‘• …Š‹•–‡• ‰”žĎ?‹…‘• que son de una crueldad enorme: se meten con la intiÂ?ܠĠ › ‡•‘ Šƒ› “—‡ „ƒÂ?…ž”•‡Ž‘Ǥ â€?Pero en este momento no quiero opinar sobre temas sociales sino sobre la cultura. AsĂ­ que, como ahora, tomando tĂŠ de gordas, me siento perdida y perpleja pero no me voy a tirar contra la tĂŠcnica, la computaciĂłn y la

Â?–‡”Â?‡–Ǥ (Cualquiera puede meterse en Internet, el asunto es para quĂŠ.) ‡Ž‡‘ ƒ Šƒ”Ž‡• ‹…Â?‡Â?•ǥ ƒ ƒÂ?‹‡Ž ‡ˆ‘‡Ǥ ÂĄAh, y en cualquier momento me hago musulmana! PĂĄgina/12, 3 de septiembre de 1999

MARIA E. WALSH

—SabĂ­a que me estaba metiendo con un sindicato y que se estaba jugando el poder de ciertos dirigentes sindicaŽ‡•ǥ ’‡”‘ Žƒ Â”Â‡ÂƒÂ…Â…Â‹Ă—Â? ˆ—‡ Â?—…Š‘ Â?ž• †‡•Â?‡•—”ƒ†ƒ › ’ƒsional. Hoy mismo hay gente que me dice: “Vos tenĂŠs que aclarar que no sos menemistaâ€?. ÇŹ •‹ Ž‘ •‘› “—¹Ǎ —„‘ una izquierda que se sintiĂł traicionada pero a quien yo nunca quise ni ella a mĂ­. Entonces nunca hubo trato. Justamente, toda esa reacciĂłn que se convirtiĂł en campaĂąa fue la consecuencia asquerosa de una democracia Â?ƒŽ Â˜Â‹Â˜Â‹Â†ÂƒÇĄ †‘Â?†‡ •‹ •‡ †‹…‡ ƒŽ‰‘ ’‘”“—‡ —Â?‘ Â?‘ ‡•–ž †‡ acuerdo, lo hacen pelota. —Otra “incorrecciĂłn polĂ­ticaâ€? suya es haber quedado, en un momento determinado, alineada con Jorge AsĂ­s. —¥Ah, pero con eso estoy encantada! Č‹ ’‘Â?‡ …ƒ”ƒ †‡ †‡„‹Ž‹†ƒ† …‘Â?‘ Žƒ †‡ •–‡ˆƒÂ?Ă€Âƒ †‡ Ă—Â?ƒ…‘ ’‘” Ž‘• ‰—ƒ”daespaldas o la de un prĂ­ncipe por una corista.) Fue tan ƒ„•—”†‘ “—‡ Šƒ•–ƒ †‡ Žƒ Â?‡ ŽŽƒÂ?ƒ”‘Â? › ›‘ Â?‘ Ž‡ †‹ bola. Todo el paĂ­s en contra por una cosa que consisÂ–Ă€Âƒ ‡Â? †‡ˆ‡Â?†‡” Â?—‡•–”‘ Ž‡Â?‰—ƒŒ‡Ǥ ‘•ƒ “—‡ …—ƒÂ?†‘ •‡ hace en Francia es muy normal, aun cuando se hayan –‘Â?ƒ†‘ —Â?ĥ Â?‡†‹†ƒ• —Â? ’‘…‘ ‡š–”‡Â?ĥǤ ‘ “—‡ ’ƒ•ƒ es que lo dijo AsĂ­s y lo dijo mal. Es un payaso y a mĂ­ me hace gracia con esas mamarrachadas que dice. Y como •‡…”‡–ƒ”‹‘ †‡ —Ž–—”ƒ –‡Â?Ă€Âƒ Â”ÂƒÂœĂ—Â?ÇĄ Ž‘ “—‡ ’ƒ•ƒ ‡• “—‡ Ž‘ planteĂł a lo bestia. Yo estaba de acuerdo con ĂŠl en que todo lo que fuera informaciĂłn y seĂąalizaciĂłn fuera en …ƒ•–‡ŽŽƒÂ?‘Ǥ ‘ ’—‡†‡ Šƒ„‡” Žƒ Â•Â‡Ă“ÂƒÂŽÂ‹ÂœÂƒÂ…Â‹Ă—Â? †‡ —Â?ƒ …ƒŽŽ‡ en coreano o en inglĂŠs. Hay todavĂ­a una ley que prohĂ­be “—‡ Ž‘• ƒ˜‹•‘• ‰”žĎ?‹…‘• ‡•–¹Â? ‡Â? ‘–”‘ ‹†‹‘Â?ƒǤ ž•‹…ƒÂ?‡Â?te ĂŠsa era la propuesta de ĂŠl pero nadie quiso apoyarlo, todos querĂ­an verlo como un facho. En ese caso lo que movilizĂł fueron viejas facturas que tenĂ­a la gente con AsĂ­s, ya fueran amigos o enemigos. Al aliarme con ĂŠl, quedĂŠ como menemista. Pero sigo de acuerdo con AsĂ­s ȋ–‘Â?‘ †‡ Â•Â‘ÂŽÂˆÂƒČŒ: ÂĄVamos a seguir esta batalla ĂŠl y yo solos!



AHORA, TOMANDO TÉ DE GORDAS, ME SIENTO PERDIDA Y PERPLEJA PERO NO ME VOY A TIRAR CONTRA LA TÉCNICA, LA COMPUTACIÓN Y LA INTERNET.



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