Antonio Vaquero Poblador, pintor extremeño.
Victoriano rodríguez Dávila Quintana de la Serena marzo de 2015
¿Se puede decir algo más de un artista cuando él dice esto de sí mismo? “Nací en Badajoz no sé cuánto tiempo hace porque a cada momento estoy naciendo. No creo en las etiquetas pegadas al ARTE, ni en las multinacionales artísticas, ni en los concursos, ni en los mercaderes del mundillo pictórico. Creo que el ARTE está por encima de todo esto. Creo en los que pintaron ... DEL TODO: Picasso, El Greco, Goya, Van Gogh, etc. Y creo en los que ahora siguen pintando así, como Ortega Muñoz, Barjola y algunos otros, con cuya amistad me honro y por esto silencio sus nombres. Creo en la puesta del sol, en la risa de los niños, el canto de los pájaros y en LA AMISTAD. En definitiva, como cierto escritor francés, creo "en las VERDADES sombrías que dicen los POETAS AUTÉNTICOS, porque son VERDAD, y casi todo lo demás es MENTIRA". Pero por lo que he escuchado hablar de Antonio Vaquero Poblador a Juan Poblador, Loli Peces, Antonio Peces, Ana Mari Ortiz de Galisteo, José María Pagador, Quina Ramírez y a más amigos conileños, más las propias impresiones recogidas de la convivencia de sus estancias estivales en los chozos familiares playeros, chiringuitos y alguna que otra copa acompañada con los acordes de su guitarra en el Casinillo, también en el Bolero, a dúo con Ramón Tamayo y su piano en las noches veraniegas de Conil, puedo decir que el alma de bohemio del profesor de arte en Badajoz, irradiaba sensibilidad por los cuatro “costaos”, limpieza en la mirada, cordialidad, buen gusto, pasión por la música, capacidad receptiva y sobre todo entrega en vivir intensamente cada segundo para luego trasladar sus vivencias a la magia de los pinceles. Su pintura no se puede clasificar en estilo pictórico alguno, indagó en el expresionismo, impresionismo, en lo abstracto, pero nunca se sometió a moldes ni patrones artísticos, era un alma libertaria. Sus voluminosos y resueltos trazos mezclan en sus lienzos luces, sombras, colores cálidos, fríos … y con ellos mostrar en las caras de sus personajes pesadumbre, alegría, tristeza, bondad, chispa y belleza, en sus paisajes; de pueblos, de naturaleza, se recrea en la armonía, en el equilibrio quedando impregnada el alma de uno, cuando mira detenidamente sus cuadros, de sosiego, paz, serenidad e imperturbabilidad que transporta a una dimensión desconocida. Antonio, ha sido reconocido en múltiples ocasiones: "La niña del muñeco" de 1955 premio de la I Exposición Provincial de Arte, patrocinada por el Ayuntamiento de Badajoz en 1956; "Taberna", obra de 1979, premiada con un accésit del premio Eugenio Hermoso en 1984; y "Figuras de Otoño", premio Adelardo Covarsí en 1987 y en La Diputación Provincial de Badajoz existe la sala de exposiciones “Vaquero Poblador” de gran prestigio en el mundo del arte. Es por todo esto paisanos, que quiero daros a conocer la obra de este insigne pintor extremeño.
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Agradecer a mis queridos María Poblador y Daniel Peces las fotos que me han enviado de los cuadros que cuelgan en las paredes de sus casas, besos para los dos, otras fotografías las he cogido indagando en internet. Merece la pena conocer su obra y leer los libros: ANTONIO VAQUERO POBLADOR Editorial: Museo de Bellas Artes (Badajoz). Fecha de publicación: 01-‐09-‐2007. POEMAS PARA LLEER LA PINTURA DE VAQUERO POBLADOR, de su gran amigo el poeta extremeño Manuel Pacheco.
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Esperando haya sido de su agrado, hasta la próxima,
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