Al Presidente Danilo Medina, Carta Pública de un PELEDEISTA por Victor Manuel Grimaldi Céspedes Roma, 31 de diciembre 2012. Excelentísimo Señor Presidente Licenciado Danilo Medina Presidente Constitucional de la República Dominicana Muy Estimado Presidente y Querido Compañero: Como parte de mis vacaciones concedidas por memorandum registrado en el Ministerio de Relaciones Exteriores, me tocó el privilegio de asistir el 24 de Julio de 2011 al acto celebrado en el Hotel Dominican Fiesta de Santo Domingo en el cual -con motivo de una Conferencia del Presidente Leonel Fernández sobre la crisis Económica Internacional y su impacto en nuestro País- se unificó el Partido y Usted recibió personalmente el respaldo unámine del PLD cuando el candidato opositor le aventajaba considerablemente en las encuestas. Algunos compañeros me decían, "oh, cuándo llegaste de Roma?", y yo les respondí: "Desde el Aeropuerto acabo de entrar aquí". Me dijeron que tomara asiento en una de las primeras filas, y yo les dije que siempre prefería estar atrás. Entonces me tocó estar muy cerca del compañero César López, y ambos comentamos el desarrollo de la campaña interna y las posibilidades que teníamos de seguir gobernando la República Dominicana si el Partido desarrollaba una buena estrategia de campaña y fortalecía sus lazos con los partidos y fuerzas aliadas. No había dudas: este acto del Dominican Fiesta trazó el camino que con los esfuerzos de todos unificó la Organización y nos condujo al Triunfo. A varios Aliados importantes nuestros siempre les dije en 2008, 2009, 2010 y 2011 que si no era Leonel, sería Danilo el candidato con posibilidades reales de ganar. A Usted, Excelentísimo Señor Presidente, y excúseme la indiscreción, como compañero de Partido le expresé en el patio del Colegio del Apostolado en el 2008, durante la confirmación sacramental de Ana Paula y Rita Victoria, nuestras hijas, que indudablemente Usted sería el próximo candidato del Partido si manejase con prudencia, valor y arrojo su candidatura dentro del Partido. Nunca tuve dudas de su triunfo, que ha sido el del PLD y del País. De este último, la razón la da cada día su ejecutoria gubernativa en contraste con las opciones que se ofrecían para las votaciones del 20 de mayo del 2012.
Ya superamos las primeras trampas de los rivales, para no hablar de enemigos, y el motivo principal de esta carta es alertarle ante los esfuerzos que renovarán en el 2013 estas fuerzas extrañas para alejarle de su base política propia. "El que esté libre de pecado, tendrá derecho a tirar la Primera Piedra". Interpretaría así la frase bíblica. Don Rafael Herrera, con una frase que el Doctor Marino Vinicio Castillo siempre discrepó, decía que "todos somos corruptos", y yo doy el beneficio de la duda a la credibilidad de la expresión de Herrera, pero con un es posible que sí y otro es posible que no todos lo sean. Le remito a la carta pública que le dirigí en Septiembre de 2011 cuando se recrudecía la campaña mediática dirigida supuestamente contra algunos compañeros vinculados a actos de corrupción, pero con el trasfondo real en esa campaña de evitar que Usted ganara las elecciones. Porque no era verdad que los mercenarios estuviesen propiciando una Causa Justa. En aquella primera carta pública dirigida a Usted nos preguntábamos las razones por las cuales los propietarios o asociados de ciertos potentes medios audiovisuales de comunicación beneficiarios de los Negocios que proporciona el Estado administrado por los peledeístas atacaban valiéndose de ciertas damas y caballeros del Periodismo solamente a algunas de las figuras vinculadas al Presidente de la República o beneficiarias de los megaproyectos y otros Negocios Públicos. Aquello fracasó. Pero ahora ciertos intereses malignos continúan en lo mismo, azuzando adentro y desde fuera, pretendiendo dividir al mismo PLD y, además, al Partido de sus Aliados. Al final querrían salirse con las suyas en 2016, pues en 2012 no pudieron lograr sus fines diabólicos. Me despido con saludos de afectos, y principalmente de respetos a Su Investidura. Feliz 2013 y siempre. Victor Manuel Grimaldi Céspedes