CONTROL CEREBRAL DE LA FIEBRE La fiebre es una respuesta del organismo a un estímulo pirogénico, el cual se puede distinguir como pirógeno endógeno o exógeno (bacterias, virus, o toxinas).
en su totalidad, el fenómeno toma mayor complejidad al incorporar elementos nucleares, como el HSF1. El lenguaje entre el cerebro y el sistema inmune para generar y controlar la fiebre, es un tema fascinante que requerirá, de más estudios.
Después del contacto con un agente patógeno o un estímulo inflamatorio, el cuerpo activa sistemas celulares de protección para producir pirógenos endógenos, como las prostaglandinas y las llamadas citoquinas, entre ellas las interleucinas (IL-1, IL6), el interferón, y el factor de necrosis tumoral. Estas últimas moléculas, forman parte del sistema inmune. ¿Pero cómo controla el cerebro a la fiebre?: El cuerpo regula su temperatura en forma muy parecida a como lo hace el termostato de los aires acondicionados en nuestras casas. La temperatura deseada es ajustada con el termostato casero, y automáticamente, el sistema climatizador enfría o calienta el ambiente en función del valor que se haya definido. En nuestro cuerpo, el “termostato” está ubicado en una parte del cerebro llamada hipotálamo. Al igual que la casa, el cuerpo humano tiene sensores que le notifican al hipotálamo la temperatura del cuerpo; estos sensores consisten en células de la piel y otras ubicadas en el propio cerebro, y estas células le indican al hipotálamo los aumentos de la temperatura, y si es el caso, el propio cerebro activa un sistema de enfriamiento, como por ejemplo, la dilatación de los vasos sanguíneos y la generación de sudor, etc. Ahora bien, cuando el organismo es atacado por pirógenos, entonces el cerebro se comunica con el sistema inmune para generar fiebre, la cual es traducida como una señal de que el sistema inmunológico ha entrado en funcionamiento para defendernos. Sin embargo, la fiebre también es parte del mecanismo de protección y, no solo de alarma. Por ejemplo, la fiebre incrementa la eficiencia del sistema inmune ya que al incrementar la temperatura en todo el cuerpo, inhibe la proliferación en el organismo de bacterias o virus, ya que algunos microorganismos no sobreviven a altas temperaturas. A pesar de esta función benéfica de la fiebre, un aumento en la temperatura puede ser riesgoso, ya que también la fiebre ha sido asociada a la génesis de epilepsia. Para evitar estas situaciones, se sospecha que el organismo cuenta con un mecanismo de regulación de la fiebre, y un elemento de este complejo sistema es el Factor 1 de Choque por Calor o Heat shock factor-1 (HSF1). Se postula que el HSF1 es un factor de transcripción que activa una serie de genes que producen proteínas, que modulan la fiebre. La maravilla del sistema reside en que es el propio cerebro el responsable de coordinar, tanto al sistema inmune, como la actividad de los sistemas de protección, como el HSF1. Con la localización del termostato cerebral en el hipotálamo, y el mecanismo del control de la fiebre, relativamente descrito
Figura 1. Elementos que participan en la generación y control de la fiebre (Imagen de: Mackowiak PA. Concepts of fever. Arch Intern Med. 1998; 158: 1870-81).
Para saber más… * Bartfai T, Conti B. Fever. Scientific World Journal. 2010; 10: 490-503. *Choy M, Dubé CM, Ehrengruber M, Baram TZ. Inflammatory processes, febrile seizures, and subsequent epileptogenesis. Epilepsy Curr. 2014; 14(1 Suppl):15-22.
Dr. Eric Murillo Rodríguez Coordinador de Investigación, Escuela de Medicina Laboratorio de Neurociencias Moleculares e Integrativas Escuela de Medicina, División Ciencias de la Salud Universidad Anáhuac Mayab. Mérida, Yucatán. México Email: eric.murillo@anahuac.mx Número 8, Año 2015-agosto Grupo de Investigación en Envejecimiento División Ciencias de la Salud, Universidad Anáhuac Mayab Grupo de Investigación Desarrollos Tecnológicos para la Salud División de Ingeniería y Ciencias Exactas. Universidad Anáhuac Mayab