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Petrópolis, Brasil

Por:El Experto en Viajes Diego Ontañón

Yo nunca hubiera imaginado que a tan solo 68 kilómetros de Rio de Janeiro se encontraría un tesoro tan bien escondido y guardado como la pequeña, pero “Ciudad Imperial” de Petrópolis, literalmente colgada en las montañas de la Sierra de Órgãos, en el hermoso valle que forman los ríos Quitandinha y Piabanha en la región de Rio de Janeiro.

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La historia de este bello lugar origina cuando allá por 1830 el emperador Pedro I de Brasil pasaba por esos parajes camino a Minas Gerais y quedando impresionado por la belleza de los mismos decidió comprar algunos terrenos o “facendas” para construir su palacio de verano, mismo que el no vería acabado, pero sería su hijo Pedro II quien reanuda las obras en 1843 y funda la ciudad y a partir de entonces fueron muchos los aristócratas de la corte que no tardaron en establecer allí sus lujosas residencias.

Sin lugar a duda la principal atracción es el Palacio de Verano de la ex familia imperial brasileña, que actualmente es el Museo Imperial brasileño, especializado en la historia imperial. El edificio es un elegante palacete de estilo neoclásico que aún conserva originales los pisos de piedra, los estucos dorados, candelabros, así como una gran parte del mobiliario y se han reconstruido los ambientes originales como cuando el palacio estaba habitado. Por cierto, este es el museo más visitado en el país.

Otras atracciones de la también conocida como la “Ciudad Alpina” son la Catedral de San Pedro de Alcántara, el Palacio de Cristal y la casa de Alberto Santos Dumont, a quien muchos consideran el verdadero padre de la aviación. Conocida como “La Encantada” y hoy un interesante museo la casa cuenta con algunas peculiaridades entre las se encuentran una ducha de agua caliente, que funciona con alcohol y que se considera la última invención de Santos Dumont, una curiosa escalera que solamente se puede comenzar a subir mediante la pierna derecha, un observatorio sobre el techo y la propia arquitectura de la casa, en la cual no se utilizan divisiones entre las habitaciones.

También es muy conocido y visitado en la ciudad El Palacio u Hotel Quitandinha que es el más grande de Brasil y además con la que llegó a ser la segunda cúpula más grande del mundo. Esta propiedad se convirtió y es hasta la actualidad el lugar preferido de artistas, intelectuales, políticos y celebridades, y durante el siglo XX, una de las principales atracciones turísticas del país.

El clima de la ciudad maravilloso con veranos húmedos e inviernos muy suaves con una temperatura muy agradable todo el año que promedia los 19 °C. En los meses más cálidos, la temperatura media es de 23 °C y, en los más fríos, de 15 °C.

Lo ideal para disfrutar al máximo de Petrópolis es alojarse en alguna de las múltiples “pousadas” muy cercanas a la ciudad, donde podremos disfrutar del verdadero estilo “boutique” con una sensacional gastronomía regional, y para ello quiero recomendar mi preferida y de la que guardo un gran recuerdo, la Pousada Alcobaça, ubicada en un entorno de naturaleza privilegiada cuenta entre otros atractivos con su propio huerto y granja orgánicos y además es gestionada por su propia dueña, la muy amable Sra. Laura Góes quien ofrece en su propiedad acogedoras y bonitas habitaciones muy bien decoradas todas ellas diferentes y también un pequeño restaurante digno de los paladares más exigentes.

Otra opción de alojamiento en el centro de la ciudad es el Hotel Solar do Imperio y su lujoso restaurante “Emperatriz Leopoldina” considerado por muchos el mejor de la ciudad y también el más costoso. El lugar es precioso y digno de ser visitado, aunque no estoy seguro si sea la mejor relación precio-calidad-servicio.

Petrópolis está esperando por você¡¡¡

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