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BULTACO FRONTERA UNA TODOTERRENO CON ALMA DE COMPETICIÓN
on instinto de cross y concebida para transitar todo tipo de caminos, la Bultaco Frontera se ganó un hueco en El Ejido entre los aficionados al motociclismo de montaña, acostumbrados a recorrer las carreteras sin asfaltar de nuestra ciudad a gran velocidad. Fue en 1975 que la casa catalana presentó la Frontera, considerada una de las mejores motocicletas todoterreno de la época cuya fabricación se extendió hasta 1981 en sustitución de la serie Bultaco Matador Mk. Más que un medio de transporte, desde su lanzamiento, este modelo fue percibido por los jóvenes como un estilo de vida para explorar el territorio sin que ningún obstáculo se interpusiese en su camino. Sus prestaciones, que la dotaban de una endiablada energía, hicieron de la Bultaco Frontera un clásico entre los agentes de la Guardia Civil y el personal de Cruz Roja y Correos. Organismos que añadieron a su flota de vehículos a esta todoterreno cuyas versiones podían variar de los 74 cc., con un precio de salida de 69.000 pesetas, a los 370 cc. Pero de todos los mo-
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delos, el que mayor popularidad alcanzó fue el de 1978: Bultaco Frontera 370 Mk 11, que se comercializó en color azul intenso y amarillo o, a partir de 1979, en blanco con franjas azules y rojas.
le dio la fama en El Ejido, la Frontera Mk 11 disponía de horquilla de aire delantera y doble amortiguador de gas en la suspensión trasera, con frenos de tambor de 140 mm delantero y trasero, y ruedas de tacos.
CARACTERÍSTICAS
A MEDIO GAS
Con un peso declarado de 115 kilogramos, este diseño, que sería el último que la compañía sacaría al mercado, incorporaba un motor monocilíndrico de 2 tiempos refrigerado por aire de 364 cc, con una potencia de 42 CV a 7.500 revoluciones por minuto y una velocidad máxima de 135 kilómetros por hora. Orientada al uso rural para transitar offroad (fuera de la carretera), cualidad que
Aunque desde la primera versión de la Bultaco Frontera, Mk 9, el modelo prometía un digno rendimiento en competición, lo cierto es que, a la hora de la verdad, la Frontera respondía a medio gas. Pese a ello, fueron varios los pilotos de moto-cross que se atrevieron a correr con la Bultaco Frontera. Entre ellos, José María Pibernat, Toni Soler, Joan Riudalbas y Narcís Casas, quien se proclamó campeón de España de todoterreno durante cuatro años consecutivos con la Bultaco Frontera. Finalmente, el último intento de Bultaco por renovar el modelo se produjo en los 80 y fue bautizado como Mk15 TT, pero esta versión nunca llegó a producirse y la crisis financiera que se cernió sobre Bultaco obligó a la compañía de Sant Adrià de Besòs a cerrar sus puertas en 1983.
