HIJOS DEL DIOS TUERTO ESCENAS ELIMINADAS
Disclaimer:Estas escenas solo permanecieron un par de minutos en el manuscrito original (sin exagerar), y fueron eliminadas porque ya incluso mientras las escribía sabía que no encajaban ni con el tono, ni con el lenguaje, ni con la época, ni con NADA dentro de la novela (demasiada juerga y demasiada actualidad para una aventura vikinga medieval...). No obstante, me dejé llevar ese ratito de escritura por mucho que supiera que iban a acabar eliminadas antes de seguir con el siguiente capítulo... pero a veces es tan divertido perder los papeles ;) No contienen spoilers, porque la novela ha cambiado tanto desde aquel primer borrador que ni tiene el mismo final, ni tiene el mismo recorrido, ni estas escenas podrían encajar en ella a martillazo limpio. Algunas son del principio; otras son del final. Pero el final ha virado tantísimos grados en otra dirección que (creo) es seguro leer estas escenas sin miedo a que algo estropee la lectura de la novela definitiva. No obstante, si alguno tiene reparos, la escena que más ‘información’ podría contener sobre la novela (aunque a estas alturas esa información ya no sea útil) es la tercera y última.
El drakkar, posado sobre la arena como una ballena varada y sostenido en posición vertical por los ocho troncos que, apoyados en su panza, sujetaban su peso en tierra, desapareció de su vista en cuanto dieron cinco pasos para internarse en el bosque que crecía junto a la orilla del mar. Harek titubeó antes de señalar el escarpado camino que partía del sotobosque en dirección a la ladera. Acomodándose la espada sobre la cadera izquierda, echó a andar, seguido por los más de veinte hombres que el Thing había elegido para acompañarlo en aquella incursión. A un lado, el brazo de mar que separaba una y otra orilla del fiordo se alejaba rápidamente mientras ascendían por el sendero; al otro, los árboles y arbustos ocultaban la vista de las montañas, por cuya abrupta ladera trepaban como cabras alegres y armadas de acero y risas contenidas en dirección a la granja que habían avistado desde el drakkar mientras navegaban pegados a la costa. El sol se filtraba entre las hojas y ramas, convirtiendo el camino en un lugar mágico, verde y dorado, punteado de haces de luz convertida en polvo. —¿Falta mucho? —demandó Gardar en tono quejumbroso. —¿Falta mucho? —remedó Thrain con voz cantarina. El golpe sordo y la exHijos del dios tuerto - Virginia Pérez de la Puente Escenas eliminadas