S
abios aquellos que encuentran riquezas de vida y esperanza, sin dejarse cegar por el resplandor de piedras preciosas que no resultan tan valiosas.
E
ra una noche bastante fría, bajo el mar de algún lugar sin nombre, allí donde las temerosas aguas demostraban su ímpetu y resguardaban las criaturas más extrañas y despiadadas de las profundas aguas; se encontraba Marco, un molusco inusual dispuesto a saciar su apetito voraz, quien tenía en mente un malévolo plan para atraer a sus inocentes víctimas con el cual las lograría devorar con mayor facilidad.
E
l molusco se movía sigilosamente entre las temerosas aguas y poco a poco fue arrojando el tesoro que era arrastrado suavemente por la incesante marea hasta descansar sobre la suave playa, en donde unos curiosos turistas fueron atraídos por el inmenso resplandor que cegaba sus inquietantes miradas y dominados por un extraño impulso las colocaron alrededor de sus frágiles cuellos, sin saber las consecuencias que luego deberían enfrentar.
U
na misteriosa fuerza se apoderó de sus cuerpos e invadió sus conocimientos y en instantes una misteriosa transformación comenzó, miles de escamas brotaron, sus ojos redondos se hincharon, sus pies como aletas quedaron y de entre las espesas aguas Marco salió, con sus enormes tentáculos los tomó y los devoró.
A
brumados por su ambición, se miraron con gran preocupación e intentaron pensar en una solución que los sacara del interior del molusco antes de que fueran totalmente devorados; juntos observaron lo que desde arriba colgaba, era la úvula del molusco, jamás antes vista, así que unidos pensaron hasta que una idea surgió y sus collares entrelazaron hasta que un gran lazo se formó.
U
nidos con gran fuerza, ataron el lazo con destreza y en torno a la Ăşvula apretaron hasta coagular, siendo expulsados ligeramente por el ardiente viento que rozaba sus pieles desnudas mientras se divisaba el eterno amanecer.
J
untos caminaron hasta encontrar en donde descansar, sus pies agotados estaban mientras sus manos se calentaban al son del fuego ardiente, sorprendidos por la inexplicable experiencia reflexionaron con conciencia sobre sus actos y bajo el manto de la noche aprendieron a valorar el tesoro de la vida y la buena compañía ya que así juntos lograrían superar cualquier extraña dificultad.
Bajo las oscuras y siniestras aguas, se encuentra una hambrienta criatura que harรก lo imposible por obtener su anhelada cena atrayendo a los inocentes turistas quienes serรกn los encargados de derrotar a la bestia y encontrar el verdadero tesoro de la desolada isla.
Proyecto realizado para la Especializaciรณn en Ilustraciรณn de Imรกgenes SENA - CENIGRAF 2012