Serie de trabajo y explotación de niños, niñas y adolescentes en América Latina y El Caribe
[México] " Sigo pensando que soy diferente a las demás chavas y quiero dejarlo. No me gusta. Me da mucho asco".
Explotación sexual comercial de niñas, niños y adolescentes
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Preámbulo “A cambio de mi niñez” Serie sobre trabajo y explotación de niños, niñas y adolescentes en América Latina y el Caribe La Convención sobre los Derechos del Niño en su artículo 32 reconoce1 “el derecho del niño a estar protegido contra la explotación económica y contra el desempeño de cualquier trabajo que pueda ser peligroso o entorpecer su educación, o que sea nocivo para su salud o para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral o social.” A su vez, el artículo 36 establece la necesidad de proteger “al niño contra todas las demás formas de explotación que sean perjudiciales para cualquier aspecto de su bienestar.” Han pasado ya más de 18 años desde que fue aprobada dicha Convención, sin embargo, el problema del trabajo infantil nocivo2 sigue afectando a más de 200 millones3 de niños, niñas y adolescentes en todo el mundo. Estos niños y niñas trabajan en condiciones que vulneran o ponen en riesgo el disfrute de derechos fundamentales de la niñez, tales como la salud, la educación y la protección contra toda forma de explotación y violencia. Con esta publicación Visión Mundial quiere hacer un aporte al abordaje de la problemática de la explotación laboral infantil, haciendo propuestas e invitando al lector o lectora a conocer de cerca la vida, la familia, los sentimientos, las experiencias y el contexto de niños y niñas que trabajan en 13 de los países de América Latina y el Caribe. Entraremos en la intimidad de estos niños y niñas por medio de un análisis de contexto del país, entrevistas, testimonios de adultos, retratos íntimos de la vida cotidiana de los niños trabajadores y sus familias. Las historias son de países distintos, tienen protagonistas distintos que se dedican a distintas actividades. Sin embargo, podremos observar que los niños y niñas que nos han permitido entrar en sus vidas tienen problemas, aspiraciones y sueños casi idénticos: • Trabajan por la misma razón: necesidad de la familia y deseo de contribuir a la subsistencia familiar. • Tienen los mismos sueños: poder estudiar, ayudar a la familia, hacer algo útil y positivo con sus vidas4. • Experimentan el mismo dolor físico y emocional a consecuencia del trabajo que realizan. • Comparten el mismo miedo: los adultos -entran en contacto con ellos (as) y los maltratan, abusan de ellos (as) y los humillan5. • Provienen de familias muy pobres, que vienen padeciendo la explotación por al menos dos o tres generaciones. • Han sido abandonados por la ayuda social del país en el que viven6. • Es frecuente que las familias sean muy numerosas7 y de jefatura femenina, por abandono del padre8. • Desearían estudiar o ir regularmente al colegio, pero no pueden hacerlo porque deben trabajar o han perdido el interés por la escuela a causa del maltrato que sufren9 y la agenda escolar que no se adapta a sus necesidades como niños, niñas y adolescentes trabajadores10. • Las niñas deben sumar al trabajo las tareas domesticas, por lo que su carga es mucho mayor. • Las niñas son además vulnerables al abuso sexual. “A cambio de mi niñez” abre una puerta a la intimidad de los niños, niñas y adolescentes trabajadores. Esta invitación nos lleva a comprometernos –como organización y en lo personal- con la transformación de nuestra sociedad, para que la vida en plenitud sea por fin una realidad para cada niño, niña y adolescente de América Latina y el Caribe.
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La palabra “niño” incluye niños, niñas y adolescentes Aquí cabe aclarar que no todo trabajo realizado por niños, niñas y adolescentes es violatorio de sus derechos, sino solo aquel que les impide disfrutarlos. The United Nations Secretary General’s Study on Violence Against Children: capítulo 6, página 233; en: http://www.violencestudy.org/r25 En este punto, llama la atención que un gran número de niños desea ser policía y de niñas sueña con ser maestra. Ver situación descrita por los niños y niñas en todos los fascículos. Lectura complementaria: The United Nations Secretary General’s Study on Violence Against Children: capítulo 6; en: http://www.violencestudy.org/r25 6 Ver fascículo de Brasil, situación descrita por Rafael 7 Ejemplo: fascículo de Colombia, testimonio de Alicia Bastos 8 Ejemplo: fascículo de Bolivia, testimonio de Margarita 9 Ejemplo: fascículo de Guatemala, testimonio de Rafael 10 Ejemplo: ver situación descrita en el fascículo de Chile sobre los niños y niñas que trabajan en las montañas y la influencia de las estaciones del año en su proceso educativo
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Entrevistas Vanessa: Yo me salí de mi casa cuando tenía 15 años, porque me sentía muy sola. Mis papás se separaron cuando yo era muy chiquita. Mi mamá se fue con otro señor y yo me quedé con mi papá. Él salía de la casa como a las siete de la mañana y regresaba como a las nueve de la noche. Yo me sentía muy sola. Una vez mi papá llegó tomado (borracho) y empezó a manosearme, por eso decidí irme de la casa. Janitzi: Yo me empecé a juntar con una amiga que andaba con puras bandas. Su papá era alcohólico y sus hermanos drogadictos. Mi mamá me dejó con una vecina, pero no me trataba bien, me pegaba y me ponía en ridículo. Por eso me decidí a destramparme1 y me fui con Mariana. Yo tenía como 10 años. Empecé a probar la droga por ella. Luego un tiempo no fui a la escuela, no había recursos, no tenía para útiles y nomás iba a echar relajo (divertirse). Ya en la secundaria estuve mucho tiempo drogándome y la mamá de Mariana se enojaba. El papá de Mariana se me acercaba y me decía: “Te doy dinero si te quedas conmigo”, y yo le decía: “Sáquese (váyase) viejo cochino”. Y un día que estaba harta, me fui a Cuernavaca y luego me vine a México. Laura: Yo vivía con mi madre dos dos (más o menos), pero como desde los cinco años mis hermanos empezaron a abusar de mí. Uno de ellos me decía: “¿Puedo entrar a tu cuarto?” Y decía que me iba a ayudar a aprender las tablas y yo creía que sí, que me iba a ayudar. Pero entraba y abusaba de mí y el otro se quedaba en la puerta vigilando que no viniera nadie. Me salí (me fui) de mi casa, y luego regresaba pero a los tres días era lo mismo. Nunca le dije nada a mi mamá. Ella me decía que tenía que llegar virgen al altar, el día de mi boda y que cuando abusaban de una mujer era porque era sucia. Hasta que un día salí de mi casa y ya nunca regresé. Vanessa: [Después de que me fui de mi casa], yo vivía en el Teatro Blanquita. Usaba marihuana, activo2, piedra (crack) y alcohol. Era una necesidad. Luego empecé a vender mi cuerpo. Un señor se me acercó, me dijo que cuánto le cobraba y que fuéramos al hotel. Y yo le dije que no, que yo no le hacía a eso. Entonces me dijo: “Te doy 300 pesos”, y acepté. Así empecé a prostituirme. Janitzi: Yo tenía unos amigos putitos (homosexuales) que trabajan en El Faraón (un lugar travesti). Entré y empecé a fichar3. Me sentaba con el señor a platicar y me pagaban media botella. Por fuera yo estaba alegre, pero por dentro me sentía desconcertada. No sabía quién era yo. Por la cabeza me pasaba tener dinero para comprar ropa. En ese tiempo tenía 15 años. Laura: Yo conocía a unas chavas (muchachas) que también se drogaban y cuando no tenían [droga] se prostituían. Luego me di cuenta de que ellas me drogaban y le vendían mi cuerpo a los señores. Los señores me decían: “Si dices algo a la policía o a tu mamá te matamos”. Pero las chavas que me vendían, luego me decían: “Los señores se echaron a correr y no nos dieron nada”, y yo veía que ellas se chingaban (se quedaban con) el dinero. Vanessa: Cuando me prostituía, me sentía muy sola y sentía asco. No sentía nada. Antes de acostarme con un señor siempre me cruzaba con la droga, para no sentir. Eran puros señores feos, ya mayores, como de 50 o 60 años… A veces jóvenes a los que las rucas (mujeres mayores) no les hacían caso y por eso buscaban a personas más chicas. Laura: Me sentía mal, porque me fueron dando miedo los hombres. No sé quién tiene la culpa, pero si un hombre se acerca a mí, me da miedo. Una amiga también me prostituía, me daba chochos4 y luego me vendía. Un chavo (muchacho) una vez me dijo que si no aflojaba (si no se entregaba), me mataba. Sacó una [pistola calibre] 22 y me dio un cachazo5. Vanessa: Ahí por el metro Hidalgo hay un panteón y una iglesia, y no sé si han visto a unas señoras gordas que andan paseando con sus falditas. Son “sexo servidoras” o como les llamen. Y una de ellas me dijo que me vistiera así como ellas y que les diera $100 pesos. Esas señoras me presentaban a los señores… varios me hicieron daño. Algunos abusaban, me hacían tomar mucho. Abusaban de mí y se iban sin pagar. Uno me agarró de los cabellos, me tiró en la cama y me empezó a pegar. Después abusó de mí y se fue. Les pagaban a las señoras y ellas me pagaban a mí. Al día tenía como cinco o seis clientes. Nunca me cuidé. Nomás como tres veces usé condón. Laura: A mí me humillaron mucho. Mi mamá me mandó a vivir con mi tía pero ella me gritaba. Mi hermano abusó de mí sexualmente, pero nadie lo sabe. Desde los ocho ó 10 años abusaba de mí. Después se fue a los Estados Unidos, y yo tengo mucha vida destruida. Janitzi: Cuando estaba en el bar, mi nombre era Naomi. Yo escogí ese nombre, porque así me puso un amigo mío. Me trataban bien. Yo les seguía el juego, porque me daban la mitad de la copa y la otra mitad, para la caja. Me acostaba con los que me gustaban.
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Alocarse, hacer cosas no aceptadas por la mayoría. Mezcla de “thinner”, aguarrás y gasolina. Mujeres que, en centros nocturnos, entretienen a los hombres y los persuaden para que consuman alcohol o tengan relaciones sexuales con ellas. Por cada consumo del cliente, ellas acumulan fichas para que después les paguen una parte. Fármacos en pastillas que se utilizan como droga, por ejemplo, anfetaminas. Golpe con la parte trasera de la pistola.
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Vanessa: Con mi novio, luego nos íbamos a prostituir. Él en otra zona, en Bellas Artes. A él se acercaban los jotos (homosexuales) y las señoras grandes. Nunca me contaba nada, pero cuando llegaba, se ponía a llorar. Los dos nos íbamos a comprar cervezas, activo, marihuana y nos olvidábamos de todo un rato. Un señor hasta me quería usar en pornografía. Me dijo que me daba $500 pesos y le dije que sí, pero mi novio me dijo que era peligroso, y ya no fui. Laura: Yo creo que una persona que le paga a otra por tener relaciones es porque desde niño le hicieron mucho daño. Y por eso busca como el cariño de otra persona, aunque no lo quieran. Vanessa: Yo digo que esas personas lo hacen, porque son muy feos y sus parejas no los complacen. Laura: O porque están muy urgidos. Vanessa: O porque sus parejas son muy feas y les gusta hacerlo con alguien que está más o menos. Janitzi: No tienen ética porque no cualquier hombre busca acostarse con cualquier persona en cualquier lugar. No les dieron educación. Laura: Yo digo que es abuso sexual del menor… Lo hacen porque quieren sentir algo más joven. Vanessa: Tal vez han sufrido y piensan que pueden hacerle lo mismo a los demás. Janitzi: Yo pienso que lo hacen para sentirse jóvenes. Vanessa: Sigo pensando que soy diferente a las demás chavas. Y, sí, quiero dejarlo. No me gusta. Me da mucho asco. Laura: Es duro y es feo. Hacer algo con alguien a quien no quieres es duro; da asco. Janitzi: Yo siento odio por no poder hacer nada. A veces te chantajean; te dicen que le van a decir a tu familia, a tus conocidos, y te da miedo que te vayan a pegar, en la cara, sobre todo. Vanessa: Es una parte muy dura de la vida. Lo más duro es estar con esa persona, no quererle mirar la cara porque te da asco. Prefiero pensar que es otra persona. Janitzi: También he conocido a algunas que se las han robado, las raptan, se las llevan de sus casas y las obligan a prostituirse para que les den dinero. Laura: Algunas dicen que lo hacen por necesidad, o porque les gusta, o porque dicen que necesitan a un hombre. Janitzi: Yo tuve amigas que eran así, como que necesitaban a un hombre. Se puede decir que por gusto. Vanessa: Los padrotes son los que cuidan a las chavas para que no se vayan. Son como personas normales. La chava está parada en la esquina y el güey (hombre) está sentado o leyendo un periódico y cuidando a la chava. Laura: Yo conozco a varios que se dedican a prostituir a las chavas. Y lo hacen por el varo (dinero). Janitzi: Los más malos son los que obligan a las chavas, porque no tienen sentimientos. Hay unas que hasta resultan golpeadas, porque tal vez el chavo no le gustó, o algo así, y les pegan, y no pueden decir nada, porque a veces el señor con el que se meten es amigo del que las manda. Y no puedes decir nada. Vanessa: Es peligroso porque hasta llegan a matarlas… Las violan, las matan y las tiran por ahí. Laura: También las chantajean con la familia… Dicen que van a matar a tu ser más querido, a tu mamá, y, pues, da miedo. Vanessa: Hay personas que se aprovechan de que esa persona es muy pobre y necesita el dinero. Janitzi: Entre nosotros [entre los adolescentes] es muy común que los chavos se metan en esto. Hay varios que se han ido a prostituir a Acapulco. Y lo hacen por dinero o para conseguir droga. Vanessa: Casi todos los días se prostituyen niñas, niños, jóvenes, adultos. Janitzi: Cada quien tiene un problema de familia o de niñez, y hay personas que se refugian en eso, en tener sexo. Y se aprovechan del que está debajo de él. Vanessa: O por necesidad. El otro día pasé por una calle y un señor me dijo: “Ay, me gustaría tener una vieja como tú”. Yo creo que es urgencia, ¿no?. Un dólar americano equivale a 10.877 pesos mexicanos
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Retrato íntimo vivido eso; de ahí debe de venirle la firmeza. Es reflexiva y se toma su tiempo para contestar. Los cambios de ánimo son notorios. A veces habla animadamente y sonríe, después se torna inexpresiva; a ratos parece estar molesta, como si prefiriera estar en otro lado. Es blanca, de ojos rasgados y de cabello que alguna vez fue negro y ahora es castaño claro. A mitad de la charla entra una amiga suya a la sala, la toma de las mejillas y le da un beso fraterno. Un viento fresco en medio de la fetidez.
Laura de 16 años, Janitzi de 17 y Vanessa de 18 viven juntas en un hogar transitorio apoyado por una institución que atiende a niñas y niños en situación de calle. Laura y Janitzi tienen algunos meses de estar ahí, Vanessa se acaba de integrar. Todas tienen una historia similar: hogares desintegrados, padres adictos, hermanos abusivos, madres ciegas al maltrato que se vive en sus hogares. A Laura, sus hermanos la violaron repetidamente a partir de los cinco años. A Janitzi, la madre la entregó a una vecina y ahí conoció los golpes, el abuso, las drogas. Vanessa fue abandonada por su madre y su padre intentó abusar de ella.
Vanessa es morena y delgada. “Nunca he contado mi historia, ni siquiera a los psicólogos”, dice, antes de comenzar a hablar, sin silencios ni dudas, sin juicios ni miedos. Escapó del abuso de su padre, pero sufrió indignada el de su hermanita. Habla del odio hacia la madre que permaneció ciega y peor aún, incrédula, cuando el abusador fue denunciado infructuosamente por ella.
Estas situaciones de violencia las llevaron a dejar sus hogares para instalarse en las calles y vivir otro tipo de carencias y maltratos. Como dice Vanessa, tenían la ilusión de ser libres, pero era solo eso, una ilusión, porque volvieron a caer en la misma trampa de la que pretendieron escapar.
En medio de la desesperanza se vislumbra un destello de ilusión para el futuro. “Tomar un curso de belleza y trabajar en eso”, se atreve a decir Vanessa. “Comprarme una casa y vivir sola; no quiero casarme”, afirma Laura. “Estudiar teatro, ser programadora; pero, primero, acabar la primaria”, sueña Janitzi. Por sobre todo, el deseo de demostrarles a quienes las humillaron que se han superado.
Laura, la menor de ellas, trae el pelo corto y usa una gorra de béisbol con la visera sobre el cuello. No cabe duda de que aún es una niña, una niña que ha conocido dolores profundos. Tiene la mirada dulce y habla con nerviosismo. “Yo quiero contar mi historia, pero no quiero que me escuchen ellas; prefiero que salgan,” señala. Mientras cuenta su historia se retuerce los dedos de las manos y desvía la atención al menor ruido. ¿Tanto le duele su historia que prefiere que nadie la oiga?, ¿tanto le duele lo vivido que no quiere que nadie lo adivine en sus ojos? Evasiva; habla rápido y atropella las palabras. Cuanto antes termine, mejor.
Tres historias de dolor que recorren las calles de México, tres verdades nacidas de la explotación comercial sexual de personas menores de edad. “Abusaron de mí en casa, y en la calle siguen abusando”, dice Laura. Janitzi y Vanessa bajan la mirada. La historia es la misma.
Janitzi tiene la mirada dura. Platica con voz monótona, como si la historia que está contando no fuera la propia. Es otra la que ha
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Contexto Cada año, millones de personas en el mundo, la mayoría mujeres, niños, niñas y adolescentes, son vendidos, coaccionados o sometidos a situaciones de explotación laboral, sexual o de servidumbre. Aunque no se tienen cifras definitivas, se calcula que, anualmente, por lo menos 1,2 millones de niñas, niños y adolescentes son víctimas del tráfico de personas.
Indicadores Sociales México Índice de Desarrollo Humano Índice de Desarrollo c/enfoque de Género Expectativa de vida en años PIB por habitante (en US$) Población total en millones % Población urbana % Población menor de 15 años % Consumo de los 20% más pobres % Consumo de los 20% más ricos % Pob. debajo de la línea de pobreza % Pob. debajo de USD$1 por día PIB invertido en educación % PIB invertido en salud por el Estado * % Pob. c/acceso a drogas esenciales % Analfabetismo (< de 15 años)
La explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes se define como “todo tipo de actividad en que una persona usa el cuerpo de una niña, un niño o un adolescente para sacar ventaja o provecho de carácter sexual y/o económico sobre la base de una relación de poder; considerándose como explotador tanto a aquel que intermedia u ofrece la posibilidad de la relación a un tercero como aquel que mantiene la misma con el niño, niña o adolescente, no importando si ésta es frecuente, ocasional o permanente. Se incluye dentro de la categoría de explotación sexual comercial la prostitución; la producción, distribución y consumo de pornografía infantil; el turismo sexual y la venta y tráfico de niños, niñas y adolescentes”7. La explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes en México es un fenómeno lacerante que se ha incrementado en los últimos años y constituye una modalidad particularmente cruel de explotación. Según datos de UNICEF y el Sistema Nacional para el Desarrollo de la Infancia y la Familia (DIF), en territorio mexicano hay alrededor de 20 mil niñas,niños y adolescentes, mexicanos y centroamericanos, explotados sexualmente. Casi un 80 % son niñas de entre 10 y 14 años de edad. Como no todos los casos son denunciados y esta práctica se mantiene en secreto, estas cifras pueden ser mayores.
53/177 45/177 75,3 9,803 105,7 75,7 31,6 4,3 55,1 20,3 4,4% 5,8 2,9 80-49 9
Fuente: Informe de Desarrollo Humano 2006, Naciones Unidas. * La Organización Mundial de la Salud clasifica este rango de porcentaje como de acceso medio.
Bodegas, loncherías (restaurantes populares), callejones, parques y salidas del metro son algunos de los puntos de encuentro donde niñas, niños y adolescentes son abordados por los “clientes” ante la mirada indiferente de transeúntes y automovilistas.
Las principales ciudades en las que se presenta este fenómeno indignante son Ciudad de México, Tijuana, Ciudad Juárez, Guadalajara, Acapulco, Tapachula y Cancún. Son ciudades densamente pobladas, con un alto índice de población flotante. Tapachula, Tijuana y Ciudad Juárez son ciudades fronterizas, las demás son centros turísticos.
En las calles de la Merced, una de las zonas comerciales más populares de la Ciudad de México, las jovencitas esperan pacientemente a sus “clientes” en las banquetas, junto a establecimientos de comida y cerveza. Los trabajos de las meseras o de los lavaplatos en estos lugares son muchas veces sólo un disfraz de la explotación sexual que sufren estas niñas jóvenes. Más indignante aún es ver en la sección de clasificados de los diarios citadinos anuncios que promocionan de manera solapada los servicios sexuales de “jovencitas y colegialas”.
Sin recursos económicos y con profundas carencias emocionales, estos niños, niñas y adolescentes son presa fácil de los engaños y las falsas promesas de una situación económica mejor. Los “enganchadores” deambulan por centrales camioneras, plazas públicas y otros sitios donde se registra la población joven que llega a la capital en busca de trabajo. Les prometen un buen sueldo realizando una actividad sencilla y les ofrecen casa.
Por otra parte, la prostitución de adolescentes masculinos ha resurgido8, principalmente en las salas donde se exhiben películas pornográficas. En estos lugares los jovencitos se cambian de lugar constantemente y se acercan a los espectadores. Mediante contacto visual, acuerdan el precio y ahí mismo tienen la relación sexual completa, sexo oral, besos u otras cosas. “Los niños ganan poco dinero, pero la gente que los tiene ahí gana mucho”, señala una investigadora de la materia.
Pronto los empiezan a maltratar y, si no ceden a la prostitución, los golpean, los secuestran o los encierran hasta que acceden. Muchas veces son “enganchados” por las redes del crimen organizado o por particulares que los introducen a la pornografía, los comercializan o los llevan a ciudades donde se presenta el turismo sexual.
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Una vez que los niños, niñas y adolescentes se introducen en este círculo, la trama empieza a complicarse con drogas, alcohol, violencia y amenazas que merman su ya debilitada capacidad de resistencia de estas personas menores de edad. Al analizar la situación se hace evidente que la explotación sexual comercial no puede ser catalogada simplemente como explotación laboral. Es un delito, y como tal, debe sancionarse.
costumbres”, en lugar de aludir a la protección del libre desarrollo de la personalidad, que sería un concepto más acorde con la dignidad de las víctimas. Se requieren avances legislativos no sólo en lo punitivo, sino también en materia preventiva. Hace falta garantizar que las niñas, los niños y los adolescentes sean tratados como víctimas y no como delincuentes, y que sus voces sean escuchadas y tomadas en cuenta.
Legislación Causas de la explotación En el 2004 México fue situado en una lista especial de observación, por no contar con una legislación nacional que permitiera combatir adecuadamente el tráfico de personas, y porque las instancias encargadas de procurar e impartir la justicia carecían de la coordinación necesaria para ello.
En muchos casos, la explotación sexual infantil está relacionada con el fenómeno de niñas, niños y adolescentes en situación de calle. De acuerdo con declaraciones vertidas en el Foro Internacional sobre Explotación Sexual Infantil, 90 % de los niños en situación de calle en México son víctima de abuso sexual10. Este secto constituye uno de los grupos más vulnerables y desprotegidos del tejido social. Sus derechos no son respetados y están constantemente expuestos a los excesos y abusos de poder.
En el 2000, el Estado mexicano ratificó el Convenio 182 de la OIT, Sobre la Prohibición de las Peores Formas de Trabajo Infantil. Cabe señalar que existe un fuerte debate en cuanto a considerar la explotación sexual comercial infantil como una “forma de trabajo”, ya que al darle la categoría de trabajo se desconoce su carácter de explotación y el hecho de que constituye una violación grave de los Derechos Humanos. Con todo, la ratificación de este instrumento internacional favorece la toma de medidas en el país para proteger a los niños, niñas y adolescentes contra esta forma de explotación.
Según un informe de la Secretaría del Trabajo en México y de la OIT (2002), las causas que dan origen a la explotación sexual comercial Infantil son: una sociedad utilitaria e individualista que considera a mujeres, niñas, niños y adolescentes como objetos sexuales que se pueden comprar; el cambio en los valores éticos de las personas y su cosificación; una inadecuada educación sexual y una permisividad social que propicia conductas sexuales irresponsables; la existencia y el crecimiento de las redes del crimen organizado; la violencia familiar y las situaciones de exclusión social; la tolerancia social hacia este tipo de actividades y abusos; y la insuficiencia de acciones legales, de control y de atención al problema.
México también ratificó la Convención de los Derechos del Niño (1990), el Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño, relativo a la venta de niños, la prostitución infantil y la utilización de los niños y niñas en pornografía (2002) y el Protocolo para la Prevención, Supresión y Penalización del Tráfico de Personas, especialmente Mujeres y Niños (2003).
La Coalición Contra el Tráfico de Mujeres y Niños, por su parte, señala que 80 % de los niños, niñas y adolescentes involucrados en prostitución infantil en América Latina han sufrido abuso sexual en sus hogares11.
En materia de legislación nacional, se reformó el Artículo 4º de la Constitución, se cuenta con la Ley Federal para la Protección de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes (2000) y 29 de las 32 entidades federativas cuentan con una ley similar. Existe la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada (2004) y se han hecho modificaciones al Título Octavo del Código Penal Federal y al Código de Procedimientos Penales (2005). Por medio de estas nuevas leyes y reformas, se han logrado avances para considerar a niñas, niños y adolescentes como sujetos de derechos, sancionar los delitos de trata de personas, lenocinio9, corrupción de personas menores de edad, turismo sexual y pornografía infantil. No sólo se establecen sanciones graves para quienes exploten sexualmente a una niña, a un niño, a un adolescente sino que éstas se agravan cuando se trata de un familiar o un servidor público. A pesar de los avances en la legislación, aún existen vacíos no cubiertos. Por ejemplo, en el Código Penal se mantiene el concepto de “delitos contra la moral pública y las buenas 6
Senado de la República, Dictamen de Primera Lectura, Sección Antecedentes de la Iniciativa de Ley para Prevenir y Sancionar la Trata de Personas, México, 2005 7 Casa Alianza-ECPAT-Audrey Hepburn Children Foundation. Investigación regional sobre tráfico, prostitución, pornografía infantil y turismo sexual infantil en México y Centroamérica, Costa Rica, 2002. 8 Según investigaciones de Casa Alianza, en algunos cines de la Ciudad de México. 9 Toda persona que habitual o accidentalmente explote el cuerpo de otra por medio del comercio carnal, se mantenga en este comercio u obtenga de el un lucro cualquiera. Comete lenocidio el que induzca o solicite a una persona para que con otra, comercie sexualmente con su cuerpo o le facilite los medios para que se entregue a la prostitución. 10 Foro Internacional sobre Explotación Sexual Infantil, 2003. 11 Coalición Contra el Tráfico de Mujeres y Niños, 2003.
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Conclusiones La explotación sexual infantil degrada la integridad física y emocional de niñas y niños, y lesiona profundamente su dignidad. En el ejercicio de la prostitución, las niñas, niños adolescentes están expuestos a golpes, a contraer enfermedades de transmisión sexual y a muchas vejaciones más. Pocas veces tienen la opción de protegerse, pues son considerados como objetos, sin el más mínimo derecho.
los padres y a los hijos e hijas. • Velar por que las niñas, niños y adolescentes víctimas de la trata, y los que han sido sometidos a explotación sexual y económica sean tratados como víctimas y se enjuicie a los autores. • Aplicar programas apropiados para prestar asistencia y reintegrar a los niños, niñas y adolescentes víctima de explotación sexual y/ o de trata, de conformidad con lo dispuesto en la Declaración y el Programa de Acción y en el Compromiso Mundial aprobados en los Congresos Mundiales contra la Explotación Sexual Comercial de los Niños en 1996 y 2001. • Colaborar con las ONG que trabajan en estas cuestiones y solicitar la asistencia técnica del Instituto Interamericano del Niño y del UNICEF, entre otros organismos.
Aunque se han realizado avances sustantivos en la legislación, éstos aún no son suficientes para proteger a niñas, niños y adolescentes del flagelo de la explotación sexual comercial. De acuerdo con algunas instituciones que atienden a esta población, parece haber disponibilidad del Gobierno para cerrar locales que favorecen esta actividad y para contribuir a sensibilizar a los ministerios públicos. Sin embargo, en algunos centros persiste la corrupción y el encubrimiento de sitios que, de manera clandestina, favorecen la explotación sexual infantil.
12 ONU, Comité de los Derechos del Niño, 42º. Periodo de Sesiones, Examen de los Informes presentados por los Estados Partes en virtud del Artículo 44 de la Convención. Observaciones Finales. México, 8 de junio de 2006, inciso 6, pp. 17 y 18
Es importante reiterar que, en muchos casos, cuando se detiene a una niña, un niño o a un adolescente involucrado en explotación sexual comercial, se le trata como delincuente no como víctima. Por ello, varias instituciones y ONG trabajan para que esto no suceda y se consideren primero los derechos de estas personas. El sistema económico y político debe asegurar que niñas, niños y adolescentes tengan acceso a la educación y a otras oportunidades de desarrollo que les permitan tener una vida plena y digna. Hay que fortalecer el desarrollo integral de las comunidades rurales para prevenir la emigración a las ciudades, donde las condiciones económicas y sociales suelen ser peores. La sociedad debe enterarse de lo que está sucediendo y tomar conciencia de la magnitud del problema. Es necesario llevar el tema a espacios educativos y fomentar, en la familia, un ambiente de confianza y de fortalecimiento de valores. La labor de prevención debe ocupar un lugar de privilegio. Como señala un estudio sobre prostitución infantil, “la explotación sexual infantil disemina infecciones de transmisión sexual, incluido el SIDA, y deja a su paso vaginas rasgadas, úteros rotos, embarazos, abortos, ataques de ansiedad, pesadillas y deseos de morir”. Por último, es importante tener en consideración las observaciones y las recomendaciones que el Comité de los Derechos del Niño ha hecho al Estado mexicano en relación con la trata de personas y la explotación sexual12: • Velar por que los proyectos legislativos que se están examinando ofrezcan una protección eficaz a niñas, niños y adolescentes víctimas, y a niñas, niños y adolescentes en riesgo. • Realizar un estudio amplio para determinar las causas, la naturaleza y la magnitud de la trata de niños, niñas y adolescentes practicada con diversas finalidades, en particular, la de la explotación sexual comercial. • Adoptar medidas más enérgicas y enfoques multidisciplinarios y multisectoriales para prevenir y combatir la trata de niños y la explotación sexual de niñas, niños y adolescentes. • Organizar campañas de sensibilización dirigidas en particular a
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Expertos opinan SOFIA ALMAZÁN Directora de Casa Alianza, México “Es un problema que está creciendo de manera alarmante. Se veía en las calles, pero [era algo] un poco oculto, y ahora con los estudios que estamos haciendo y la cantidad de información [que hemos recogido] en la calle, vemos que es un fenómeno en aumento, que todos los días hay lugares nuevos, que los niños pueden caer muy fácilmente. [Cada día hay más] gente ‘enganchando’ niños y las depravaciones son muchas”.
ALEJANDRO NUÑEZ Director de Programas de Casa Alianza “En México el fenómeno de la explotación sexual infantil ha ido creciendo día a día. México es un país donde millones de niños quedan fuera de la escuela todos los años y esto tiene consecuencias muy graves, desde la visión que ellos tienen [de sí mismos] como personas, hasta las oportunidades que dejan de tener. Y las niñas son las que más quedan fuera del sistema educativo. Uno de los factores [que más incide en este fenómeno] son los usos y costumbres, que en ocasiones fomentan el que muchas niñas sean vistas como objeto de compraventa. La corrupción también desempeña un papel determinante; se juega mucho dinero alrededor de la prostitución infantil, y puede ser que hasta haya autoridades involucradas”.
MIGUEL ÁNGEL PELAEZ GARCIA Investigador “En Internet hemos detectado 224 sitios de explotación sexual infantil en msn.com y 22 en yahoo.com que pertenecen a mexicanos. Otro problema son los “chats”, [uno puede] corroborar más incidencia de pedófilos en cierto portal específico, entra a “chat conversación con fotografía” y en menos de una hora puede ver de 20 a 30 imágenes de niños. A pesar de que el administrador pone un anuncio de que todas las direcciones electrónicas se van a almacenar o que no puedes enviar fotos pornográficas, sigue siendo un problema recurrente”.
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Definiciones y conceptos básicos • Entendemos por niño o niña “todo ser humano menor de dieciocho años de edad, salvo que, en virtud de la ley que le sea aplicable, haya alcanzado antes la mayoría de edad.”1 • Peores formas de trabajo infantil, según el Convenio 1822 de la OIT: a) Todas las formas de esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, como la venta y el tráfico de niños, la servidumbre por deudas y la condición de siervo, y el trabajo forzoso u obligatorio, incluido el reclutamiento forzoso u obligatorio de niños para utilizarlos en conflictos armados. b) La utilización, el reclutamiento o la oferta de niños para la prostitución, la producción de pornografía o actuaciones pornográficas. c) La utilización, el reclutamiento o la oferta de niños para la realización de actividades ilícitas, en particular la producción y el tráfico de estupefacientes, tal como se definen en los tratados internacionales pertinentes. d) El trabajo que, por su naturaleza o por las condiciones en que se lleva a cabo, es probable que dañe la salud, la seguridad o la moralidad de los niños. • Explotación infantil Comprende a todos los niños y niñas menores de 12 años que desempeñan cualquier actividad económica, los niños y niñas de edades comprendidas entre los 12 y los 14 años que realizan trabajos peligrosos, y todos los niños y niñas que son víctimas de las peores formas de trabajo infantil.3 • Explotación sexual comercial La explotación sexual infantil es una grave violación fundamental de los derechos de la infancia. Abarca el abuso sexual por parte del adulto, y remuneración en dinero o en especie para el niño o para una tercera persona o personas. El niño(a) es tratado como objeto sexual y como mercancía. La explotación sexual comercial de la niñez constituye una forma de coerción y violencia contra ésta, equivale al trabajo forzado y constituye una forma contemporánea de esclavitud.4 • Trabajo Conjunto de actividades humanas, remuneradas o no, que producen bienes o servicios en una economía, o que satisfacen las necesidades de una comunidad o proveen los medios de sustento necesarios para los individuos.5 • Trabajo Infantil –explotador- de niños, niñas y adolescentes El trabajo infantil –explotador- suele ser definido como aquel trabajo que priva a los niños, niñas o adolescentes de su infancia, su potencial y su dignidad, y que es nocivo para su desarrollo físico y mental.6 De todos modos, cabe aclarar que no todas las formas de trabajo infantil son iguales, ni exploradoras, ni nocivas para el desarrollo de la infancia.
Sobre el trabajo infantil –explotador-
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• Algunas características: a) Se da a más temprana edad en el campo que en la ciudad b) El 80% de los niños y niñas trabajan en la economía informal c) El trabajo les impide ir a la escuela o les limita el rendimiento escolar • Las condiciones: a) Jornadas Laborales superiores a los límites máximos establecidos por las legislaciones nacionales para un trabajador adulto. b) Ingresos Inferiores: El 90% de los niños y niñas trabajadores entre los 10 y 14 años perciben una remuneración igual o menor que el salario mínimo, es decir, alrededor de un 20% menos de lo que gana un adulto con 7 años de escolaridad, incluso salarios inferiores, o se les paga en especie. c) Derechos laborales inexistentes d) Empleos precarios. • Causas: a) Pobreza b) Violencia Intrafamiliar c) Patrones culturales y sociales • Consecuencias del trabajo infantil en todos los niveles: Sociales y morales: a) Profundiza la desigualdad b) Viola los derechos humanos fundamentales de la infancia y la adolescencia c) Pérdida de la autoestima, problemas de adaptación social y traumas
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Convención de Derechos del Niño, artículo 1 Convenio sobre la prohibición de las peores formas de trabajo infantil y la acción inmediata para su eliminación http: www.unicef.org Declaración y Agenda para la Acción del Congreso Mundial contra la Explotación Sexual Comercial de la Niñez, 1996, Estocolmo, Suecia, en http://www.ecpat.net/es/CSEC/faq/faq1.asp 5 http://www.ilo.org/public/libdoc/ILO-Thesaurus/spanish/tr2454.htm 6 Extraída de: Guía Práctica para Parlamentarios, Número 3-2002, Erradicar las peores formas de Trabajo Infantil, Guía para implementar el convenio núm. 182 de la OIT 7 OIT http://www.oit.org.pe/ipec/pagina.php?pagina=156
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Físicas y psíquicas: d) Enfermedades crónicas e) Dependencia de fármacos f) Abusos físicos y psíquicos Económicas: g) La pérdida promedio de 2 años de escolaridad a largo plazo significa un 20% menos de salario durante toda su vida adulta h) Pérdida de poder adquisitivo del mercado nacional i) La pérdida de años de educación se traduce en una calidad inferior del capital humano disponible en una sociedad.
Postura de Visión Mundial sobre el tema del trabajo infantil8 La experiencia de Visión Mundial por su trabajo en países en desarrollo entre las personas más marginadas nos indica que los niños seguirán trabajando hasta que haya alternativas viables y sostenibles para toda la familia y la comunidad. Si hacemos caso omiso de esto, ponemos en peligro a los niños y niñas. En un mundo caracterizado cada día más por una pobreza arraigada y por desigualdades entre ricos y pobres, el trabajo es una realidad para muchos niños y niñas. Basada en esto, Visión Mundial se esfuerza por abolir las formas más extremas y peligrosas de trabajo (explotación) infantil, tales como explotación sexual comercial, trabajo esclavo, cualquier trabajo que involucre a niños muy pequeños y cualquier trabajo que sea peligroso para la salud física, emocional o espiritual de los niños y niñas. Visión Mundial ha sido testigo de primera mano de los resultados devastadores que pueden producirse cuando se intenta erradicar en forma inmediata todo el trabajo infantil. Junto con el reconocimiento del problema evidente del trabajo infantil explotador, las organizaciones no gubernamentales, los gobiernos y las empresas deben evitar la tentación automática pero comprensible de exigir la prohibición instantánea del trabajo infantil. Medidas bien intencionadas pueden tener consecuencias desastrosas, por lo que Visión Mundial no apoya la intervención punitiva, ni los boicots de consumidores o las sanciones. En vez de ello Visión Mundial ha defendido una y otra vez un enfoque de varias vías, a saber: • • • • •
Acabar rápidamente con las peores formas de trabajo infantil Convencer a los patronos del sector formal que mejoren las condiciones y acorten la cantidad de horas Establecer alternativas de ingresos para las familias Mejorar el acceso a una educación de buena calidad y adecuada Enfrentar los impedimentos estructurales que generan y ahondan la pobreza.
Estos cambios son sólo posibles si se procura introducir cambios estructurales a largo plazo Las causas subyacentes del trabajo infantil son básicamente estructurales: pobreza generalizada, enorme desigualdad, educación deficiente o inadecuada, malnutrición, estructuras de las economías de los países, pautas de consumo, y marcos de políticas macroeconómicas. Esto no quiere decir que la pobreza conduzca automáticamente a que los niños y niñas en situación de pobreza ingresen a la fuerza de trabajo, pero sí crea las condiciones que hacen que resulte más probable. En realidad, las razones por las que se prefieren los niños trabajadores pueden ser de índole no económica. Los niños están menos al tanto de sus derechos y son más fáciles de explotar. Donde los niños y niñas se ven obligados a trabajar para subsistir, sus intereses pueden protegerse mejor si se estimula a los patronos a acabar con prácticas explotadoras. Esta clase de enfoque de transición saca a los niños del trabajo explotador para que ingresen al no explotador. Esta estrategia conlleva la aplicación de condiciones adecuadas de salud y seguridad dentro de los ambientes de trabajo, horas adecuadas, nutrición y provisión de educación y capacitación en destrezas. La prevención, eliminación y rehabilitación deberían ser las tres columnas de cualquier estrategia para eliminar el trabajo infantil explotador. De estas, la prevención puede ser la más difícil, ya que abarca soluciones a largo plazo basadas en la familia y la comunidad, en el ámbito nacional e internacional.
¿Está la respuesta en la educación? Una de las claves tanto para la prevención como para el remedio del trabajo infantil explotador es la educación. La educación sola no es suficiente para acabar con el abuso de los niños, pero como parte de un programa más amplio que busca disminuir la pobreza y las otras presiones que empujan a los niños a trabajar, es fundamental. Para que la educación sea efectiva en combatir el trabajo infantil, debe ser obligatoria, permitir un acceso igual a niños y niñas, ser de alta calidad, pertinente, gratuita, y realistamente flexible - que permita tomar en cuenta las estaciones agrícolas y sus necesidades conexas para las familias que trabaja en agricultura. En áreas con índices elevados de trabajo infantil y tasas elevadas de deserción en la escuela secundaria, a menudo se descubre que la educación es de bajo nivel. Una educación inadecuada puede, sin quererlo, forzar a los niños a ir a trabajar, ya que trabajando pueden aprender destrezas y tener un ingreso. Es posible erradicar el trabajo infantil. A corto plazo deberíamos esforzarnos por erradicar las formas más extremas de trabajo explotador. A mediano y largo plazo, los gobiernos, consumidores, grupos de derechos de niños y niñas trabajadores, deberían aunar esfuerzos para asegurar que todos los niños y niñas tengan la oportunidad desarrollar su potencial y satisfacer sus necesidades y derechos humanos fundamentales.
8 Por Melanie Gow- Oficina de Política y Campañas, Departamento de Política y Advocacy, Visión Mundial Australia. Año 2000.
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