La fotografía, como sabemos, no es algo verdadero. Es una ilusión de la realidad con la cual creamos nuestro propio mundo privado. Arnold Newman
H
ablar de la fotografía de Ernesto Serrano es como entrar en una catarsis placentera y disuasoria de la realidad transmitida. Hablar del blanco y negro que Ernesto, Floyd, obtiene en las copias es retrotraernos a esas fotografías en las que Josef Koudelka nos transportaba al realismo más bello y veraz del momento pretendido. Es traspasar los entornos más sencillos y bellos de esos matices y volúmenes que sólo los grises, blancos y negros son capaces de impactar y dejar soliviantado al espectador. Porque la fotografía de Floyd bebe rebelde de todos los clásicos. Y me consta que cada una de sus imágenes lleva en sus dos dimensiones la historia, la calidad y la técnica de los fotógrafos que han marcado toda su vida fotográfica. Desde Diane Arbus hasta Henry Cartier Bresson, pasando por Walker Evans, Eugene Smith o Vivian Maier, Floyd, recorre el mapa semiótico de la realidad que le rodea y lo hace suyo y lo plasma en todas sus imágenes. Y transmite todo lo que esos expertos le han transmitido a lo largo de este tiempo. La serie de fotografías del proyecto que presenta en este libro bajo el nombre de “Retrata2” pertenece al último proyecto en el que ha estado trabajando Ernesto en este último año. La magistral capacidad de retratar que demuestra Floyd nos embarga y nos embauca, haciéndonos creer que la realidad le ha sido impuesta y no robada al retratado. Nos asigna una disciplina y una manera de creernos lo que contemplamos, que una vez más nos recuerda a los eternos maestros. Irvig Penn, Richard Avedon y tantos otros, nos acompañan bajo la mirada y el visor de este “seductor de miradas”. Pero son los ojos de los retratados los que nos descubren el misterio. Los ojos y sus miradas. Sus miradas y sus cuerpos. Sus cuerpos y sus presencias ensimismadas por la lente de su cámara. Floyd rebusca en el interior de sus almas todo el aporte vital que necesitan para recuperar sus verdaderos egos. Descontrolados y anonadados por el momento decisivo de la pose. El instante que los rescata, el momento que los engaña, los absorbe… Después; nada. La magia vuelve a su sitio. El alma a su cuerpo. Los ojos a las miradas. Y el fotógrafo a sus fotografías… “Retrata2” compila el entusiasmo y los delirios de un gran “fullero”, que ha juzgado al individuo como entelequia y como presencia, que se ha prestado a que le”desvalijen” la esencia de su ser y a postrarse ante la cámara como el modelo servil que es. “Retrata2” y su magia nos espera en cada una de las páginas de este libro que tienes entre las manos. Que lo disfrutes.
Ernesto Serrano, 1962 Soy fotógrafo desde hace pocos años, aunque he hecho fotos desde mi adolescencia. Soy mi mayor y más severo crítico y nunca dejo de aprender. Creo que la mirada define al fotógrafo y que es algo que no se adquiere, sino que se moldea y se educa con la experiencia. Abomino de los petulantes, que en este mundo son muchos, y admiro a los humildes que muestran su trabajo sin pretensiones de gloria y honor. Si alguna de mis imágenes es capaz de emocionaros, si alguna de ellas os hace pasar un minuto contemplándola, mi sueño se habrá cumplido. Este libro consta de retratos en blanco y negro, más una foto en color, y en ella aparecen personas de mi entorno: amigos, familiares y conocidos, ninguno de ellos modelo profesional, algunos en estudio o locales prestados y otros en exteriores, ante escenarios escogidos por su originalidad o por su fotogenia. La iluminación en estudio está realizada con flashes y en exteriores es siempre luz natural.