Cada año la comunidad UC participa en una convocatoria para proponer a aquellos estudiantes que se han destacado en diversos ámbitos de desarrollo estudiantil y, tras un proceso de selección en el que participan distintos actores, se define a las alumnas y alumnos que incluimos en esta edición Especial Jóvenes Líderes UC. A través de estas páginas, conoce las historias de estos 27 jóvenes que marcaron pauta durante el 2018 por su liderazgo y compromiso con Chile, y motívate a seguir sus pasos.
Estudiante de cuarto año de Licenciatura en Artes y Humanidades (College), Alberto Jesús Ponce fue el creador del major de Arte, Tecnología y Medios Integrados, que hoy forma parte de las opciones a las que pueden acceder los estudiantes de College. Según cuenta Alberto, estuvo con muchas dudas sobre qué camino definitivo seguir y hace un par de años tomó un curso de artes mediales, que le permitió tener un panorama actualizado de la escena nacional, compararlo con el plano internacional y entablar un diálogo entre distintas disciplinas. Asimismo, fue parte de Lapassion, proyecto internacional en el que distintos profesionales abordan un desafío relacionado con la tercera edad, demostrando la eficacia de trabajar en forma interdisciplinaria. Cicuta es otro proyecto gestado por Alberto, que dio origen a una exposición presentada en Espacio Vilches, que consistió, por un lado, en instalaciones sonoras y de esculturas y, por otro lado, una difusión teórica mediante workshops. Esta iniciativa obtuvo el fondo de interdisciplina de investigación. Alberto también forma parte de la compañía de teatro La Calderona, ha tenido una destacada participación en concursos literarios y en 2018 publicó una antología de cuentos. Al reflexionar sobre su liderazgo, Alberto señala: “Estoy todo el tiempo empujando y trabajando para que las cosas salgan y desarrollemos nuevos proyectos. Creo que mi liderazgo se traduce en ponerse en pie, decir vamos y sacar las cosas adelante’’. Nicolás Sarzosa siempre quiso estudiar Medicina en la UC, motivo por el cual desde que cursaba primero medio en el colegio, y con el apoyo de sus padres, comenzó a prepararse para dar la PSU. Todo su esfuerzo rindió frutos pues logró obtener puntaje regional y, pese a las dificultades que significó para un joven en situación de discapacidad trasladarse desde Coquimbo a Santiago, viajó a la capital para cumplir sus sueños. Ya en Medicina, desde primer año participó en diversos grupos de investigación de la escuela; también fue ayudante en distintas asignaturas, además de ser el Secretario de la Academia Científica de Estudiantes de Medicina UC durante gran parte de 2018, antes de asumir su presidencia en diciembre de dicho año. “No estoy muy acostumbrado a liderar, pero cuando te ofrecen cargos y la gente confía en ti, uno se siente bien y tratas de dar lo mejor posible”, cuenta el estudiante de Medicina. Junto con esto, Nicolás asumió el rol de co-director científico del III Congreso Chileno de Estudiantes de Medicina, organizado junto a alumnos(as) de la Universidad de Chile, que convocó a más de 700 jóvenes de todo el país. Este año asumió nuevamente la dirección científica para su IV versión, demostrando que, con esfuerzo y liderazgo, siempre ha sabido cumplir todo lo que se propone.
Pablo Vallejo es el actual director de El Puclítico y el octavo en la historia de ese medio digital, el cual es dirigido y alimentado íntegramente por estudiantes. Desde que está en el cargo, Pablo ha sabido, junto a su equipo, profundizar los espacios de debate y de discusión dentro de la plataforma, realizando servicios de streaming, actualizando constantemente la información y organizando paneles y debates. “La clave para cautivar a la comunidad ha sido básicamente darle el espacio a ellos para que se conviertan en actores principales. Esto hace que el engagement sea mayor”, expresa el estudiante. Pablo siente que liderar El Puclítico ha sido un desafío complejo pero entretenido, donde ha desarrollado y fortalecido distintas áreas de su vida. “Vivimos un proceso de renovación completo. Es una suerte de recambio y me deja muy contento porque veo que esta iniciativa se proyecta a largo plazo”, cuenta resaltando la dinámica y diversidad que este medio ha entregado a la comunidad UC. Si bien dejará su cargo en dos meses más, está convencido de que su experiencia ayudará a los próximos que lideren este diario virtual, para que siga siendo un espacio de información y reflexión hecho por estudiantes para estudiantes.
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María Jesús Fig Enfermería
En 2017 Manuel Irribarra partió como tutor en el Programa de Apoyo a la Inserción Universitaria y estuvo vinculado a políticas de integración en la Escuela de Trabajo Social, pero se dio cuenta de que este esfuerzo institucional “no era suficiente” para algunos estudiantes. Se necesitaba más. Evaluó las necesidades de compañeros(as) de pueblos originarios y que provienen de otros países, para hacer una intervención social en la universidad que apoyara a esos estudiantes.
Con una fuerte raigambre católica, esta joven participó en la Jornada Mundial de la Juventud de Río de Janeiro 2013 y años después se integró al voluntariado Capilla País, de la Dirección de Pastoral UC, donde fue jefa general el 2017. Allí coordinó la construcción de 50 capillas en todo Chile y durante la visita del Papa Francisco a Chile -enero 2018- ella y otro integrante de Capilla País entregaron al Pontífice la maqueta de las capillas construidas. “Me acordé de cada persona de esas capillas y de lo felices que estaban de que su capilla fuera parte de este regalo”, cuenta. Ese mismo año, María Jesús viajó a Kenya, como parte de Maisha, fundación chilena creada en 2016 por alumnas de Enfermería UC, que apoya a jóvenes embarazadas en contextos de vulnerabilidad. María Jesús fue parte de la primera generación de voluntarias que estuvo en África durante ocho meses, a cargo del programa de educación sexual de la fundación, mediante el cual pudieron ir más allá de acoger a mujeres embarazadas, relevando también la educación como clave de la prevención. Realizaron clases en una escuela mixta con chicos(as) de primaria, a quienes les interesó aprender de sí mismos en el ámbito físico, espiritual, psicológico y afectivo. Asimismo, hicieron alianza con una fundación kenyana, cuyo fin es empoderar a la comunidad a través del arte: “Entrenamos a 14 jóvenes para que fueran los nuevos monitores del programa de educación sexual, y así en 2019 retomaran el programa en tres nuevos colegios (...) Eso demostraba a los más pequeños que sí es posible hacer cosas importantes y que pueden tener sus propios sueños si trabajan por ello”.
Para ello, levantó un diagnóstico y realizó un programa de acompañamiento, con el apoyo de la Dirección de Inclusión UC. “Nos dimos cuenta de que estos grupos estaban de cierta manera invisibilizados. Hoy hacemos acompañamiento en base a grupos de tutorías pares, donde el tutor es un estudiante extranjero o de pueblos originarios que tiene a su cargo un tutelado, y su función es acompañar, e intercambiar experiencias”, comenta. En marzo de este año, el programa creado por Manuel comenzó a funcionar con 30 inscritos y 7 tutores pares. En su paso por la UC, Manuel también ha sido delegado de bienestar del Centro de Estudiantes de Trabajo Social y llegó a ser presidente del mismo; fue ayudante de cátedra y hace poco finalizó su práctica en la Dirección de Inclusión. Hoy, realiza su tesis sobre el proyecto de tutorías que creó y contribuyó a que la Universidad de la Frontera y la UC iniciaran pasantías, donde estudiantes de ambas universidades conocerán distintos programas de integración y acompañamiento.
Cursaba primer año de Ingeniería Comercial cuando Juan Antonio Álvarez, junto a un grupo de amigos, comenzaron a forjar un proyecto social. Al año siguiente, esta idea se transformó en la Fundación Trabün (estar unidos, en mapudungún). con la misión de acompañar y entregar una formación integral durante su etapa escolar a niños y jóvenes de Puente Alto “Es una forma de ponerse al servicio de los demás, entregar ese granito de arena”, cuenta. Pero no sólo por su espíritu de servicio se ha destacado este joven, sino también por su vocación católica. En 2017 estuvo a cargo de la logística de voluntarios que se requirió durante la visita del Papa Francisco, en enero 2018, liderando a un equipo de 20 mil voluntarios y coordinando actividades en más de 100 colegios, hospitales y hogares de ancianos, para que sus miembros pudieran conocer al Pontífice. Esta ardua labor fue destacada en distintos medios nacionales, como la revista El Sábado, de El Mercurio, que relevó a Juan Antonio como uno de los Jóvenes Líderes 2018. Hoy, Juan Antonio cursa un Magíster de Economía y es director ejecutivo de la fundación que nació como una pequeña idea, pero que hoy ayuda a más de 500 niños del sector sur de la capital, siguiendo el sueño de formar mejores personas y cambiar sus realidades.
Desde su primer año de universidad, Gonzalo participó en voluntariados, llegando a ser jefe de la comisión Talleres en Proyecta UC y siendo parte de dos campañas impulsadas por Techo. Sin embargo, Gonzalo sentía que había nuevos desafíos que enfrentar, por lo cual en 2016 se incorporó al Capítulo Estudiantil de Ingeniería Estructural Geotécnica, con el fin de aplicar los conocimientos y habilidades de su carrera para ser un aporte a comunidades vulnerables. Y en ese periodo, fue el Proyecto Escalera uno de sus hitos: una escalera modular que mejoró la accesibilidad y calidad de vida de 52 familias del campamento Vista al Mar, en el sector 2 de Playa Ancha, en Valparaíso. “Al principio, no nos dimos cuenta de la magnitud que tendría (el proyecto), pero que sí nos comprometimos desde un principio, manteniendo el esfuerzo y convicción”. Gracias al resultado del trabajo y esfuerzo realizado en equipo, el Proyecto Escalera fue seleccionado dentro de las ocho propuestas finalistas del Foro Latinoamericano de Infraestructura 2018. Actualmente, Gonzalo trabaja en un proyecto de accesibilidad para los habitantes de Peñaflor, demostrando que sus dos pasiones, su profesión y la acción social, pueden trabajar en conjunto para cambiar realidades.
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En segundo básico Francisca Zavala conoció el balonmano, deporte que después de practicar por 15 años la consagró como Mejor Deportista UC 2018. El año 2015 entró vía admisión especial “deportista destacado” a estudiar Ingeniería Comercial en la UC, y aun cuando durante estos años ha participado en proyectos sociales, ayudantías e investigaciones académicas, su principal pasión siempre ha sido el deporte. Francisca es seleccionada nacional de balonmano y lleva más de tres años como seleccionada UC. Francisca estaba acostumbrada a las exigencias del deporte de alto rendimiento, pero destaca que cuando llegó a la universidad “conocí gente que se tomaba las cosas de otra forma y fue muy grato ver el handball como algo que no solo me gusta sino que es entretenido siempre”. Actualmente Francisca es parte de tres equipos, la selección nacional, selección UC y el club Balonmano Ovalle, con los cuales ha alcanzado varios logros: tercer lugar en los Juegos Sudamericanos ODESUR 2018; primer lugar en la final nacional LDES 2018; primer lugar en torneos nacionales FENAUDE 2016 y 2018. Ser la mejor deportista UC 2018, es para ella el mayor logro personal y comenta que el 2018 “me fue bien en la universidad y súper bien en el ámbito deportivo (...) Fue un año muy bueno, tuve muchos logros y pude compatibilizar de manera perfecta todo lo que hago”.
Durante la enseñanza básica, Nicolás Bisquertt jugaba rugby y andaba en moto. A los 13 años tuvo un accidente que lo dejó paralizado desde la cintura para abajo, pero tras meses de rehabilitación, volvió a las pistas de la actividad física, pero esta vez en las montañas, de la mano del esquí paralímpico. Superando las dificultades que conlleva vivir con una discapacidad motora, Nicolás aprendió la disciplina y luego de mucha práctica y esfuerzo, logró posicionarse entre la élite del esquí paralímpico. Ha competido en varios torneos internacionales, como la Copa del Mundo en Canadá, posicionándose entre los top 10, y en los Juegos Paralímpicos de Invierno de Corea del Sur, logrando 9° lugar en Slalom Sentado, coronándose como uno de los mejores esquiadores paralímpicos del mundo. Dado que el esquí requiere mucha dedicación y tiempo, sobre todo porque es una disciplina de temporada, compatibilizar estudios y deporte es muy complejo. En este sentido, la UC a través de la Facultad de Ingeniería y el Programa para Alumnos con Necesidades Especiales (PIANE) han dado las facilidades correspondientes para que Nicolás pueda compatibilizar su desarrollo académico con las exigencias de un deportista de alto rendimiento. “Me apoyan mucho, en especial el decano. Puedo congelar si lo necesito, y rendir exámenes en forma anticipada”. Este joven ve que en Chile el deporte paralímpico se ha ido potenciando y cuenta con excelentes representantes en la mayoría de las disciplinas. Es por ello que vislumbra un gran futuro y planea continuar en el mundo del esquí por muchos años más.
El nexo de Francisca Castro con la natación es único y parte de su vida. Una dificultad en su cadera la ha llevado a competir en natación paraolímpica, encontrando en esta disciplina un espacio para desarrollarse en el deporte de alto rendimiento. Así, cuando tenía apenas 14 años, Francisca tuvo la oportunidad de competir en los Juegos Paralímpicos de Londres 2012, y de ahí en más, el deporte fue el eje central de su vida. Coordinadora de Deportistas Destacados de la Consejería Académica de Ingeniería, el año pasado tocó la gloria al conseguir el oro en los FISU American Games 2018, los primeros juegos panamericanos universitarios, y los primeros en incluir el deporte paralímpico. Además, en ese evento, Francisca fue elegida como abanderada del Team Chile. “Fue un honor. Llevar la bandera de Chile es un orgullo y una responsabilidad. Sentí que estaba representando a todo el movimiento paralímpico de Chile”. Esto, según cuenta, la ha llevado a demostrar que la gente puede hacer todo lo que se proponga. “Al luchar por mis objetivos, he ido abriendo caminos en el deporte paralímpico”. Sus próximos desafíos son los Juegos Panamericanos de Lima, que se desarrollan en agosto, y lograr la marca requerida para clasificar a los Juegos Paralímpicos de Tokyo 2020.
Con dos padres velistas, que se conocieron en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, María José Poncell continuó con la tradición, haciendo del deporte y de la vela su norte. Esto lo confirma con una gran cantidad de logros: representante chilena en los Juegos Olímpicos Juveniles de Singapur 2010, en los Juegos Odesur Medellín 2010 y en los Odesur Santiago 2014, y en los Juegos Panamericanos Canadá 2015. Sumado a ello, desde 2010, María José es la campeona nacional femenina de vela, medallista en el Sudamericano sub 17 2011 y alcanzó el oro en los Juegos Bolivarianos de Playa 2016. Su último galardón lo obtuvo el 2018, cuando logró el bronce en los Odesur 2018. Para esta estudiante de Derecho, representar a Chile siempre es un gran desafío y una responsabilidad: “Uno no está ganando por uno, sino que está representando a todo un país. Tienes que ser un deportista íntegro”. Pero el deporte no es lo único que la mueve. La política universitaria también han sido parte de su impronta: el 2017 fue consejera territorial de Derecho y el 2018 fue jefa de campaña del movimiento Solidaridad. “He tratado de demostrar a mis cercanos que la universidad es más que solo venir a estudiar”, asegura. Actualmente, la velista está concentrada en rendir su examen de grado, para luego representará a Chile en los Panamericanos de Lima. Su objetivo, quedar dentro de las cinco primeras de su categoría.
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Desde que ingresó a Antropología en 2014, Jennifer Maldonado ha podido desarrollarse plenamente, no sólo formándose como futura profesional sino también dando vida junto a compañeros(as) de otras carreras a Caminar Sola VR, un novedoso proyecto con el cual obtuvieron el primer lugar del fondo DAE Desarrollo de Competencias Transversales y también un Fondo de Desarrollo Institucional del Ministerio de Educación. La iniciativa utiliza la realidad virtual, para visibilizar problemáticas sociales, como el acoso callejero y el abuso sexual universitario, y sensibilizar a la comunidad al respecto. Para esta antropóloga, el trabajo colaborativo con un equipo multidisciplinario ha sido fundamental para crear y consolidar el proyecto. Hoy, Caminar Sola se proyecta en cabinas itinerantes en distintos campus de la UC, en varias estaciones del Metro de Santiago y sus creadores han sido contactados para implementar el proyecto en algunas fundaciones. Para Jennifer es un gran logro que una pequeña idea se capaz de movilizar gente y voluntades, generar contactos con muchas personas que creen en una misma causa y trabajar todos juntos para concretar la iniciativa. ‘’Me gusta la posibilidad de crear vínculos y me encanta poder transmitir el proyecto a otras personas, y que se sumen’’. Actualmente Jennifer trabaja en el Instituto Nacional de la Juventud y anhela continuar estudiando y desarrollándose, y poder trabajar con población joven, pues creo que son los jóvenes los que tienen las ganas y la potencialidad de cambiar el mundo’’, afirma.
Liderazgo, Pastoral y deporte. Estos tres conceptos han marcado la trayectoria de Francisco Santa Cruz. En 2017 fue jefe de zona de Capilla País y jefe general de construcción de Trabajo País. La excelencia de su labor llevó a que la Dirección de Pastoral UC lo nombrara jefe nacional de Trabajo País para asumir un gran desafío: coordinar a 1300 voluntarios que tenían la misión de evangelizar 32 comunidades, en la búsqueda de un país más unido y católico: “Fue una gran responsabilidad, porque es un proyecto cuyo pilar es transmitir a Cristo”, explica este joven de sexto año de Ingeniería. Pero el amor al servicio y a Dios no es el único móvil de Francisco. Durante 2018, también fue elegido capitán de la Selección UC de Fútbol y también mejor jugador en esa disciplina, lo que le permitió poder desarrollarse en otra faceta. “Esto significó mucho, porque hablaba del liderazgo y del ejemplo que uno tenía que tener con sus compañeros. Al final uno ve al capitán como un líder”. Hoy su foco está puesto en seguir contribuyendo a la comunidad, como Director de Alumnos de la Dirección de Pastoral UC, lo que le brinda la oportunidad de mantener el contacto con las personas, y compartir todo su conocimiento y experiencia.
A sus 22 años de edad, Josefina ha comprendido que todos somos valiosos, importantes y merecedores del tiempo de alguien más. Y como impronta de este sentir, durante 2018 formó parte de la coordinación del Proyecto Luz, un trabajo de la Dirección de Pastoral que inició el 2016 en la Facultad de Medicina. La iniciativa consiste en brindar apoyo espiritual, psicológico y emocional a madres y padres universitarios, principalmente en la etapa del embarazo, realizando un acompañamiento personalizado y confidencial. Lo que más destaca Josefina de este proyecto es lo que ha podido aprender: “Cada persona es muy distinta de otra y he aprendido a valorar esa individualidad, a mirar a los ojos, a escuchar. Estoy convencida de que el uno a uno es la clave, si no nunca se va a alcanzar el vínculo que es la base principal para todo”, cuenta la estudiante de Pedagogía Básica. Josefina quiere seguir ayudando al prójimo, por eso fin de año viajará a Benín, país africano, como parte de una misión de la Congregación de los Apóstoles del Sagrado Corazón de Jesús, para acompañar, ayudar y llevar la comunión a los más necesitados.
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Going es una iniciativa que consiste en que un grupo de estudiantes de Ingeniería ofrece clases particulares gratuitas, tutorías, talleres y ayudantías masivas a sus compañeros que presentan dificultades académicas en distintos cursos. Durante 2018, bajo el liderazgo de Sebastián Busquets, Going se adjudicó un fondo Impulsa tu Idea que otorga la DAE y durante ese año, un equipo de 40 voluntarios de Going beneficiaron a más de 300 estudiantes de Ingeniería. La idea surgió a partir de la inquietud de Sebastián y otros compañeros respecto de que se requería un nuevo sistema de apoyo académico que complementara el programa de tutores de Ingeniería o los servicios del CARA UC, para responder a la demanda de los estudiantes. Así nació la idea de Going, un equipo de voluntarios que impartiera clases y talleres desde y para los estudiantes. Durante su trayectoria, Sebastián también ha participado en otros voluntariados de acción social, como Proyecta y Colonia Villa Brasiles. Para él, la honestidad y la mirada propositiva han sido elementos claves para trabajar en equipo e impulsar a otros para que se comprometan con una causa y se pongan en acción. “Siempre diré lo que no me parece, pero viendo formas para mejorar y hacerse cargo. Si yo veo que algo no está saliendo bien, debo desarrollar una propuesta para mejorar la situación”, explica el actual coordinador general de Going.
Cuando tenía 14 años y vivía en Ecuador, Andrea Henríquez se encontró con una alumna de su colegio llorando porque era víctima de bullying y decidió ayudarla, tal como antes otras chicas lo hicieron con ella, cuando sufría maltrato escolar. Luego de estas experiencias, Andrea indagó en su colegio sobre el tipo de violencia que se vivía a diario y, junto a la dirección, desarrolló una intervención consistente en capacitar a alumnas de cursos superiores para sensibilizar a las más pequeñas sobre acoso, maltrato y convivencia escolar en el aula. Esto fue la semilla que dio vida a la Fundación Volando en V, de la cual Andrea es fundadora y actual directora. Según ella explica, Volando en V busca reforzar la sana convivencia escolar en los colegios para prevenir situaciones de bullying y de maltrato, mediante el liderazgo y empoderamiento de estudiantes mayores, quienes sensibilizan y entregan herramientas a los más pequeños(as) para prevenir o enfrentar esas situaciones. Gracias a ello, la estudiante de quinto año de Ciencia Política se ha hecho muy conocida en Ecuador y en Chile, donde ha logrado impactar positivamente en niños y jóvenes de 14 colegios. Asimismo, en 2017 fue jefa de formación de Capilla País, voluntariado de la Dirección de Pastoral. Todos estos hitos y logros la hicieron merecedora del Premio Espíritu UC, el mayor reconocimiento que la universidad entrega a sus estudiantes de pregrado, por representar los valores católicos y espíritu de servicio. Andrea asegura que para ella es un reconocimiento muy especial, porque tiene un factor valórico. ‘’Le tengo un cariño enorme a la universidad y la elegí precisamente por sus valores. Y que ahora, me reconozcan por cumplir esos objetivos me hace sentir muy especial. Es un premio distinto a los demás y me enorgullece más’’. Añade que el reconocimiento también la hace reafirmar que está en “un camino y batalla adecuada”, en la cual se ha sentido muy apoyada.
A fines del año pasado, cuando Ángela llevaba pocos meses como consejera académica de Ingeniería, estaba respondiendo muchas llamadas y consultas de sus compañeros(as), cuando recibió la llamada de un número desconocido. Ella respondió desanimada, y se dio cuenta de que era el Rector Sánchez: “Me dijo ‘Angela, la llamo para decirle que acabamos de determinar que usted es la ganadora del premio espíritu UC’. Yo me emocioné y le di las gracias”, recuerda. Y fue precisamente el espíritu de servicio de Ángela y constante aporte a la comunidad desde distintos ámbitos lo que la hacen merecedora del premio. Fue Par Educadora en Salud durante cuatro años; en 2017 fue parte de la Orquesta Interfacultades UC, al tiempo que participaba en la creación de Portal de Biomedicina, un proyecto web conjunto de estudiantes de Ingeniería, Medicina y Ciencias Biológicas, y colaboró en distintos voluntariados, como Misión de Vida, Calcuta y Misión País. “Haber recibido el premio es un gran reconocimiento y validación a las pequeñas cosas que he ido haciendo dentro de la universidad”. Entre las experiencias más enriquecedoras que ha vivido, Ángela destaca su práctica solidaria en la Fundación María Ayuda, donde compartió por un mes con niños(as) marcados por el abuso sexual, la violencia y la discriminación. Recuerda que fue muy difícil, pero sus padres siempre la impulsaron a continuar, y finalmente logró sacar adelante pequeñas iniciativas que ayudaron a mejorar la calidad de vida y el autoestima de esos chicos(as). Asegura que todas las experiencias le han servido mucho en su formación integral y le han ayudado a desarrollar valiosas habilidades y competencias, como el liderazgo, que según su visión consiste en “empatizar con el otro, entender lo que siente y necesita, para poder ser una guía en la búsqueda de soluciones, dejando de lado el individualismo en pos de mejorar la vida de otras personas”.
Motivada por participar en proyectos de sustentabilidad que impacten en las personas, en 2017 Constanza Celis ingresó a CVerde, una corporación sin fines de lucro creada por estudiantes UC, donde llegó a ser vicepresidenta. Ella estaba muy informada sobre cómo la alimentación puede impactar en el medio ambiente y, convencida de que cambiar hábitos alimenticios puede disminuir la huella negativa en el entorno, se le ocurrió armar un ciclo de charlas y talleres sobre el tema. Durante ese año fueron configurando lo que sería Replanteando la Alimentación, iniciativa que busca crear conciencia sobre el impacto negativo que la industria agroalimentaria tradicional tiene en el medioambiente y educar sobre cómo es posible alimentarse bien y cuidar el entorno, a través de charlas, talleres, salidas a terreno y muestras culinarias. Propusieron el proyecto a CVerde para tener más apoyo, y en paralelo, postularon al fondo DAE Desarrollo de Competencias Transversales 2018, obteniendo tercer lugar. Según explica, la conciencia del daño y reparo al medioambiente tiene que ser inculcada en todas las personas para lograr cambios, por lo que es un trabajo en conjunto. “Cuando tienes un equipo que piensa como tú, se juntan las manos, se juntan las neuronas y puedes crear cosas muy grandes”, asegura.
Italo, estudiante de Ingeniería Civil, trabaja en la Dirección de Sustentabilidad apoyando distintos proyectos y evaluando puntos limpios. Actualmente el foco es la reducción de desechos y cómo generar conciencia en el estudiantado. “Es la primera ‘R’ de las tres, pero pocos se acuerdan de ella”. Además, este alumno de Ingeniería es integrante de CVerde, agrupación que nació de la motivación de estudiantes UC, y que hoy ya es una ONG con más de 60 miembros. Ganaron reconocimiento internacional a partir de una de las líneas del proyecto Operaciones CVerde, una ardua obra de limpieza del humedal de Pichicuy, que permitió renovar incluso la fauna del lugar. Hoy el objetivo de Ítalo es reunir a estudiantes y ex alumnos(as) para impulsar la profesionalización de la organización CVerde, conseguir más recursos para levantar nuevos proyectos y ofrecer trabajo remunerado a los voluntarios. En su vida personal, Italo es muy coherente con lo que predica. Por ejemplo, compra únicamente lo que necesita para no generar más desechos; la carne ya no es parte de su dieta, y tiene botes de reciclaje en su casa, para “meter el bichito” a su familia, según dice, con la esperanza de que la concientización sobre el cuidado del medioambiente vaya avanzando en nuestro país.
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Una educación sostenible y el vínculo con el medio ambiente son ejes en la vida de Geraldine Pirce, quien conectó las enseñanzas de tres ramos para crear un proyecto que acerca y educa a los niños en contacto con la naturaleza. En este contexto, la alumna de Pedagogía en Educación Parvularia del Campus Villarrica propuso a la comunidad de la Escuela Pucará Alto, donde hizo su práctica, un proyecto que consiste en educar al aire libre, en un patio con más naturaleza y en conexión con ésta, que permita a los niños “desarrollar mejor todos sus sentidos, reducir niveles de ansiedad y combatir ese desapego del medioambiente que muchos tienen”, explica. Desde su perspectiva, “en la educación parvularia hay tres actores fundamentales: el equipo pedagógico, los padres y el medioambiente. Y este proyecto los reúne y contribuye a cuidar mejor la infancia”. Como parte de la ejecución del proyecto, junto a los padres y dos comunidades mapuche de la zona, se reconstruirá el patio del colegio, plantarán árboles y reutilizarán materiales para crear juegos y espacios de recreación. Siendo ayudante de investigación del ramo Juego, Educación y Naturaleza, Geraldine analizó en Instagram cómo las personas se relacionan con la naturaleza en tres parques nacionales. “Ahí empecé a entender lo que está sucediendo en la infancia. La pérdida del sentido de la experiencia de los niños, producto de un uso irresponsable de la tecnología”. En paralelo, esta joven y algunos compañeros(as) desarrollan otro proyecto que busca proteger y recuperar un sector abandonado de la ribera del río Toltén y su bosque nativo.
Desde sus inicios en la UC, Francisco participó en varios voluntariados, como Aula Cívica y Techo. En 2016, se involucró totalmente en política y, de la mano de la Nueva Acción Universitaria, fue elegido consejero territorial 2017 y luego vicepresidente de la FEUC 2018. “Nunca me he metido a un proyecto en el que no trate de dar más de lo que se espera de mí, porque quiero estar ahí y aportar”, señala. A fines de marzo de 2018, la entonces presidenta de la FEUC, Josefina Canales, renunció por motivos personales y Francisco asumió el liderazgo de la federación. “Tuvimos que rearmar todo el equipo y nuestras funciones, para seguir adelante. Para mí fue muy difícil, porque pasé de tener un rol más ejecutivo a un rol muy mediático”. De su gestión, destaca varios hitos. Por ejemplo, la sala de lactancia en Lo Contador que inauguraron con el Programa Madres y Padres; el levantamiento de información sobre accesibilidad en los campus que realizaron con la Secretaría de Discapacidad e Inclusión; el apoyo brindado a trabajadores con contrato externo, y la instalación de placas conmemorativas en salas de Periodismo y Enfermería, en honor a ex estudiantes que murieron en la dictadura militar. Sin duda, el movimiento feminista también marcó a la federación 2018. “Este movimiento le hace mucho sentido a la gente y es algo que llega para quedarse”, sostiene Francisco, pero agrega que “hoy falta darle más trascendencia y continuidad a las demandas, de modo que independiente de quienes lideren el movimiento, los distintos estamentos sepan con quién dialogar para seguir avanzando”. Francisco considera que la empatía, saber escuchar, valorar las diferencias y el trabajo en equipo son elementos claves del liderazgo: “Me gusta potenciar las diferencias de cada uno, tomar visiones distintas, tratar de resolver los conflictos y tender siempre al diálogo y el respeto”.
Francisca, actual consejera territorial de Ingeniería Comercial, reconoce que llegó a la política estudiantil por casualidad. “Llegué al movimiento Avanzar en mi segundo año de universidad acompañando a un amigo”. Pese a que al comienzo estaba poco involucrada, hubo un hecho en 2017 que la incitó a participar más activamente en el mundo de la políca estudiantil. “Salió una encuesta del Centro de Alumnos de mi carrera que arrojó que el 50% de los estudiantes sentía que no sabía a quién acudir ni cómo pedir ayuda en caso de necesitarlo, lo cual me desconcertó totalmente”. Desde ese momento, Francisca decidió involucrarse en el Centro de Estudiantes, como jefa de la comisión de acompañamiento, siendo posteriormente candidata y electa como sub-consejera académica para el periodo 2018. Su gestión estuvo enfocada en el acompañamiento a sus compañeros(as) y en apoyar iniciativas para promover la salud mental. Así, junto a su equipo Francisca trabajó en la implementación de un canal estudiantil de acompañamiento, que consistía en crear una red de apoyo entre pares, con estudiantes voluntarios capacitados -gracias al asesoramiento de distintas unidades UC- para poder detectar, contener y derivar a compañeros(as), que pudieran estar en alguna situación complicada. “A veces era muy difícil acercarse a un profesor, a la secretaría o llegar solo a Salud Estudiantil”. Hoy, Francisca López es consejera territorial de Ingeniería Comercial, y espera concluir su período de la mejor forma, siendo la organización de la Semana de la Inclusión, que se desarrollará en octubre, uno de sus principales desafíos.
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A fines del 2017 Javiera Rodríguez terminaba un desafío y comenzaba otro: logró egresar de Periodismo un semestre menos de la duración formal y, al mismo tiempo, fue elegida Consejera Superior para el período 2018. La motivación y capacidad de ejecución son sellos de Javiera. Entre 2014 y 2018 participó en la selección de Fútbol Femenino UC; se encargó del área de comunicaciones del voluntariado Servidores Para Chile; fue editora general de la revista Mosaico de la FEUC; fue ayudante de siete cursos; realizó un certificado académico en Políticas Públicas, y obtuvo Matrícula de Honor los años 2015, 2016 y 2017. Su camino en la representación estudiantil comenzó en 2016, llevando la voz de sus compañeros de Narración Audiovisual al primer Comité de Periodismo, para posteriormente ser Consejera Académica 2017. Ese mismo año se atrevió a ser candidata a Consejera Superior para 2018, de la mano del Movimiento Gremial, y ganó. Junto a su equipo, mantuvo cerca de 30 proyectos funcionando, entre los cuales destacan Mentoras UC, que buscó fortalecer el rol de las mujeres en la academia; sentó las bases para crear la primera revista de investigación de pregrado; realizó propuestas sobre softwares gratuitos y salud mental para estudiantes. También participó en la comisión que reemplazó el proceso Causales de Eliminación por el nuevo sistema Alertas y Permanencia Académica, y formó parte de las mesas de diálogo y comisión para perfeccionar los protocolos de violencia sexual y las campañas realizadas en la UC sobre ese tema.Javiera considera que el coraje marcó la gestión de ella y su equipo: “Tener la valentía de decir lo que pensaba en momentos críticos, valentía para seguir trabajando por todos. Otra persona se hubiese rendido, y creo que pelear hasta el final es el legado más importante que dejamos”.
Desde su época escolar en el Liceo 1, donde fue presidenta de curso, Andrea Orellana ya demostraba su interés por la representación estudiantil. Al ingresar a la UC “vi que había gente que estaba impulsando luchas desde la comunidad”, dice la alumna de cuarto año de Pedagogía Básica. En este contexto, Andrea fue vicepresidenta externa del Centro de Estudiantes de Pedagogía Básica 2017 y consejera territorial 2018. En este cargo, participó en la organización del VI Congreso de Educación que se realizó en 2018, en el campus Villarrica, convocando a cientos de estudiantes y líderes en educación de todo el país. “Fue un espacio de aprendizaje para pedagogías medias en campus San Joaquín. “Nace para festejar este hito, para unir más a la comunidad y convocar a la gente en temas de cultura y arte”, señala. El movimiento feminista de 2018 fue un hito que marcó su gestión, pues Andrea participó conjunto siempre fue fundamental para levantar las demandas. Junto con lograr que las autoridades universitarias establecieran mesas de conversación sobre diversos temas, Andrea destaca que a nivel local se elaboró un protocolo de práctica para estudiantes de Pedagogía, que “nos dice qué hacer y a quién acudir si sufrimos acoso”. Hoy, Andrea es coordinadora interna del colectivo Surgencia y continúa su trabajo “con otros y para otros”, bajo una mirada feminista de acción política.
Este alumno de Física cree que “hay cosas que la ciencia no puede explicar, para lo cual la fe sí tiene respuesta, como el sentido de la vida”. Convencido de que estas dos áreas sí pueden dialogar, impulsó grandes proyectos en la Pastoral territorial de su carrera, destacando las clases de matemática que impartieron a niñas de sectores vulnerables y los ciclos de charlas dictadas por profesores de la facultad sobre Dios, religión y ciencias. Por su excelente labor en este ámbito, la Dirección de Pastoral UC lo nombró encargado de la pastoral estudiantil de toda la universidad. Este joven aspira a que su legado en la UC sea el mensaje de que la supuesta polarización de la religión versus la ciencia no obligue a nadie a elegir uno u otro camino, sino que sea algo que puede ir tomado de la mano. Su vocación de servicio también ha llevado a Joaquín a explorar el ámbito de la representación estudiantil. En 2018 fue subconsejero académico de Física y uno de sus logros fue convertir el rol de padrinos de novatos(as) en Era necesario reestructurarlo, ya que llegar de novato a la universidad no es fácil, y necesitas que alguien esté apoyándote”. Joaquín también ha participado en voluntariados de la Pastoral, relacionados a construcción y misiones.
A pesar de que en Campus Oriente conviven carreras del área artística, las necesidades de sus estudiantes son muy diversas y sus demandas lo son aún más. Ésta fue la diversidad de realidades que Vicente descubrió tras ser elegido Consejero Territorial 2018. “Había que estar siempre atento a las necesidades de los estudiantes, estar en sintonía con la gente y eso demanda mucho tiempo, pero a la vez es muy enriquecedor”, cuenta el egresado de Artes. A pesar de ser militante de la Nueva Acción Universitaria (NAU), Vicente siempre intentó ser neutro en su cargo como representante, velando y escuchando a todos sus compañeros. Por eso, postuló y ganó fondos con los que hizo talleres de biodanza y defensa personal para toda la comunidad. Sin embargo, uno de los temas más importantes durante su gestión fue la salud mental de sus compañeros, por lo cual trabajó con todos los centros de alumnos y Salud Estudiantil, y en conjunto lograron que desde mayo de 2019 exista una psicóloga exclusiva para la atención de estudiantes en Campus Oriente. Tras egresar, a principios de este año, Vicente se fue a vivir a Alemania, donde está trabajando y ahorrando dinero para seguir estudiando y desarrollándose como artista.
“Marcamos un hito histórico en la Facultad”, cuenta la estudiante de Derecho, Magdalena Lira, quien lideró en 2018 el Centro de Alumnos de Derecho (CADE), una de las primeras facultades UC fundadas en el siglo XIX, aludiendo a que ella fue la primera mujer en liderar a los estudiantes de dicha carrera. Durante su vida universitaria, Magdalena Lira siempre estuvo ligada a la política y al voluntariado. Por ejemplo, participando cinco años en Trabajos San Alberto, que busca erradicar la pobreza extrema en el país, mediante la construcción de casas básicas y bibliotecas. La estudiante de Derecho también fue delegada de su generación; tesorera del CADE en 2016, además de militar en el movimiento Solidaridad, con el cual fue candidata a presidenta para la FEUC 2019. Sobre sus distintos roles y el liderazgo femenino, Lira cree que esto ayudará a más mujeres cambiar realidades injustas, a través de nuestra mirada y nuestro instinto”, recalca la joven. Tras formar parte de la historia del CADE, Magdalena ahora se encuentra en el último semestre de su carrera y ya comienza a preparar su examen de grado y convertirse en abogada.
Publicación de la Dirección de Asuntos Estudiantiles UC Directora de Asuntos Estudiantiles: Carolina Méndez Directora de Desarrollo Estudiantil: M. Soledad Cruz Jefa de Vida Universitaria: Paula Vera Edición general: M. Antonieta Laporte M. y Álvaro Acevedo Reporteros(as): Allison Soto, Eduardo Mujica, Sebastián Valenzuela, Florencia Ramos, Montserrat Toledo, Sebastián Ávila y Martina Bisquertt Cristian Zamorano / Impresión: Quilicura Impresores Fotografías: Equipo Vive la UC / Gentileza César Cortés (VRC) /