ESCUELA DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
Filosofía antigua y medieval
LICENCIATURA EN FILOSOFÍA
Mabel Lilian Ríos Plazas Autor
Martha Viviana Vargas Galindo Acreditador
Bogotá D.C. Agosto de 2013
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Tabla de contenido INTRODUCCIÓN 1. UNIDAD 1: Todo está en todo. ............................................................................................. 4 1.1. ORÍGENES Y CARÁCTER DE LA FILOSOFÍA ANTIGUA 1.2. LOS FILÓSOFOS NATURALES Y SU EXPLICACIÓN RACIONAL DE LA NATURALEZA 1.2.1. La cuna de Mileto 1.2.2. LOS PITAGÓRICOS 1.2.3. FILOSOFÍAS ANTAGÓNICAS: HERÁCLITO Vs PARMÉNIDES 1.2.4. LOS PLURALISTAS 1.2.5. ANAXAGORAS (500 – 428 a.c.) 1.2.6. El sistema atomista: Leucipo de Mileto y Demócrito de Abdera 2. UNIDAD 2: Fundamento y verdad. ..................................................................................... 21 2.1 LA SOFISTICA 2.1.1. Contextualización histórica 2.1.2. Los sofistas 2.2 SÓCRATES Y LAS ESCUELAS SOCRÁTICAS 2.2.1. Acerca de Sócrates 2.2.2. El método socrático o mayéutica 2.2.2. El debate entre Sócrates y los sofistas 2.3. PLATÓN 2.3.1. Breve contextualización 2.3.2. ¿Qué son los diálogos de platón? 2.3.3. Los aportes de platón a la filosofía: el conocimiento y la verdad 2.3.3.1. Características de los mundos planteados por platón 2.3.3.2. Niveles de conocimiento según platón 2.3.4 El dualismo alma - cuerpo en platón 2.3.4.1. El amor como ruta de retorno 2.3.5. Pensamiento político en platón 3. UNIDAD 3: Raciocinio y realidad ............................................................................................. 38 3.1. ARISTÓTELES 3.1.1. Sobre el filósofo y su contexto 3.1.2. Temas fundamentales del pensamiento aristotélico 3.1.2.1. La metafísica 3.2.1.2 El conocimiento 3.2.1.3. El hombre y su actuar 3.2.1.4 La política
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3.2. FILOSOFÍA HELENISTICA: EPICUREOS, ESTÓICOS Y ESCEPTICOS 4. Unidad 4: El hombre y Dios. ....................................................................................................... 51 4.1. CONTEXTUALIZACION 4.1.1. Roma, cristianismo y filosofía 4.1.2. ¿y la filosofía? Plotino y la búsqueda de puntos de encuentro 4.2. LA PATRISTICA 4.2.1. Patrística de los dos primeros siglos 4.2.2. Patrística en los siglos III yIV 4.3. SAN AGUSTÍN 4.3.1. El camino hacia el conocimiento: razón y fe 4.3.2. La visión de la realidad en San Agustín 4.4. EL DESARROLLO DE LA FILOSOFÍA DESPUÉS DE LA CAÍDA DEL IMPERIO ROMANO 4.5. LA ESCOLÁSTICA 5. Unidad 5: Más allá de la fe. .................................................................................................... 65 5.1. CONTEXTUALIZACIÓN 5.2. DIALÉCTICA Y NOMINALISMO 5.2.2. Nominalistas 5.2.3. Realistas 5.3. EL SIGLO XIII AUGE DE LA FILOSOFÍA MEDIEVAL 5.4. TOMÁS DE AQUINO 5.4.1. El método expositivo de Tomás de Aquino 5.4.2. Algunos problemas de la filosofía medieval y su solución tomista: 5.4.2.1. Problema de la verdad: relación entre razón y fe 5.1.1.1. Problema de los universales 5.1.1.2. La eternidad del mundo 5.1.1.3. El conocimiento humano de Dios 6. Unidad 6: Ocaso y perspectivas ......................................................................................... 77 6.1. CONTEXTUALIZACIÓN 6.2. Roger Bacon 6.3. Juan Duns Escoto 6.4. Guillermo de Ockham 6.5. Ocasos y perspectivas RECURSOS BIBLIOGRÁFICOS POR UNIDAD .............................................................................. 94 RECURSOS MULTIMEDIALES ..................................................................................................... 96
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INTRODUCCIÓN
“Para todo pensamiento occidental ignorar su pasado es ignorarse a sí mismo” Etiene Gilson El curso Filosofía antigua y medieval, se enmarca dentro de los cursos básicos disciplinares del programa de Licenciatura en filosofía, en el micro currículo de historia de las ideas filosóficas, desde este punto de vista, es ejercicio propedéutico para los cursos filosofía moderna y filosofía contemporánea y actual. El estudio de la filosofía antigua y medieval se configura como base en la evolución de la humanidad, una época dispone la siguiente, es decir, la historia es un devenir continuo en que cada hecho está condicionado al posterior; así pues lo acontecido en la edad antigua y media y sus diversas manifestaciones se nos presentan como una realidad heterogénea, a partir de la cual podemos derivar componentes muy diversos que pueden conducir a observar contradicciones, y al mismo tiempo, una amplia gama de elementos unificadores que hablan de su universalismo y de su vigencia. El presente material, dispuesto en la metodología e-learning, permite al estudiante hacer un rastreo por los acontecimientos más relevantes de la edad antigua y medieval de la filosofía en occidente y así mismo se convierte en un índice de fuentes primarias que nutren su análisis y reflexión desde el contexto y entorno de cada estudiante.
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UNIDAD 1 Todo está en todo.
“En la historia entera no hay nada tan sorprendente o tan difícil de
explicar como la repentina aparición de la civilización en Grecia” B. Ruseell
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1.1. ORÍGENES Y CARÁCTER DE LA FILOSOFÍA ANTIGUA
¿Cuándo y dónde tienen la filosofía su origen? Si consideramos la filosofía como una forma de pensar y acercarse razonada y críticamente a todo aquello que nos rodea y nos acontece, entonces debemos afirmar que el pensamiento filosófico es algo consustancial al individuo humano; So pena su “naturalidad”, estos ejercicios reflexivos han sufrido cambios significativos no bien en el objeto de su reflexión como en los modos, las formas de aproximación sobre aquello que nos circunda. Como aprendices de la filosofía, es menester iniciar nuestro camino explorando los primeros momentos de la reflexión filosófica; veremos que -mucho antes del nacimiento de la filosofía en la Grecia del S VI a.c.- antiguas civilizaciones ya buscaban la respuesta a interrogantes que nos han preocupado de manera constante (es el caso de Mesopotamia y de la India), y que lo que actualmente conocemos como “filosofía occidental” encuentra su antecedente próximo en los mitos de los griegos cuyos tópicos se consolidarán de manera progresiva hacia cuestiones físicas, cosmológicas y metafísicas cuya basé sería la aplicación de la racionalidad. Este recorrido a través de los albores de la filosofía se llevará a cabo por medio del análisis, la interpretación y el comentario de textos de manera que no limitemos nuestros conocimientos a los contenidos conceptuales, sino que, además, nos iniciemos en un auténtico ejercicio filosófico. 1. LA FILOSOFÍA Y ORIENTE: PRIMERAS REFLEXIONES SOBRE LA CONDICIÓN HUMANA Suele afirmarse que la filosofía se inició en Grecia aproximadamente en el S VI a.c. con el paso de respuestas imaginativas y arbitrarias sobre los grandes interrogantes que caracterizan la vida humana a respuestas abstractas que obedecen a una necesidad lógica. Sin embargo -si bien es cierto que los griegos protagonizaron esta elevación racional del pensamiento- existen testimonios de la existencia de un pensamiento filosófico arcaico que no solo precedería a la tradición griega sino que además aportaría elementos fundamentales a su posterior constitución; a decir verdad, esta es una discusión que no está zanjada y que aún hoy por hoy es objeto de álgidos debates entre conocedores del tema. Cabe entonces cuestionar cuáles fueron las preguntas que se formularon estos primeros pensadores, dónde tienen su origen y qué respuestas se ofrecieron al respecto. Como veremos a continuación, tres fueron los grandes tópicos de esta que hemos denominado “filosofía arcaica”: (1) la reflexión sobre la condición humana, (2) el orden social y (3) el nacimiento de las grandes religiones. Analicemos cuales fueron los desarrollos que se realizaron en cada uno de ellos.
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(1) La reflexión sobre la condición humana Dos mil años antes de la aparición de la filosofía occidental, se escribió en Mesopotamia el Poema de Gilgamesh, texto compuesto por doce tablillas que relatan la historia del rey de Uruk (2600 a.c.) llamado Gilgamesh; este poema tiene una doble importancia: en primer lugar, las tablillas conservadas son consideradas el fragmento de escritura más antiguo del mundo, segundo, es una profunda y sabia reflexión sobre qué somos y cómo tenemos que vivir. Veamos algunos fragmentos: (26) «¿Construimos una casa para siempre? ¿Sellamos (contratos) para siempre? ¿Los hermanos dividen porciones para siempre? ¿Persiste para siempre el odio [en la tierra]? ¿Acaso el río siempre crece (y) causa inundaciones? (30) La libélula [abandona] (su) vaina Para que su cara (no) pueda mirar (sino) la cara del sol. Desde los días de antaño no hubo [permanencia]; ¡Los que descansan y los muertos qué iguales [son]! ¿No componen la misma imagen de la muerte El plebeyo y el noble, Cuando se hallan próximos a [su destino]? Este fragmento correspondiente a la tablilla X(VI) del poema pone en evidencia la preocupación de estas primeras civilizaciones por temas como el cambio - la permanencia; la vida - la muerte y la naturaleza humana. Las seis primeras tablillas de este oda narran la búsqueda de la gloria por parte del rey Gilgamesh y su amigo Enkidu; tras innumerables esfuerzos, satisfecha su búsqueda y obtenidas la gloria y la fama, Enkidu muere. Las cinco tablillas restantes dan cuenta del impacto que la muerte de Enkidu tiene en el rey y el viraje de sus intereses que no estarán ya enfocados sobre la búsqueda de la gloria (que determina es efímera) sino de la inmortalidad que también le resultará vana; al final del relato Gilgamesh concluye que esta es también una búsqueda insensata puesto que el hombre no puede huir de la muerte. «Gilgamesh, ¿a dónde vagas tú? La vida que persigues no hallarás. Cuando los dioses crearon la humanidad, La muerte para la humanidad apartaron, Reteniendo la vida en las propias manos. Tú, Gilgamesh, llena tu vientre, Goza de día y de noche. Cada día celebra una fiesta regocijada, ¡Día y noche danza tú y juega! Procura que tus vestidos sean flamantes, tu cabeza lava; báñate en agua. Atiende al pequeño que toma tu mano, ¡Que tu esposa se deleite en tu seno! ¡Pues ésa es la tarea de la [humanidad]!» (Tablilla X. (III). Al final del poema, Gilgamesh, desencantado de su destino, renuncia a su búsqueda de la inmortalidad y acepta la realidad de la muerte. Curiosamente, el poema concluye con la aceptación serena de la única cosa que enorgullece al rey: La sólida muralla de Uruk que protege a su ciudad. (2) El orden social: La antigua Mesopotamia conoció multitud de pueblos e imperios. Uno de ellos gobernado por el emblemático Hammurabi (1792 – 1750 a.c.) quien promulgó el código que lleva su nombre: El Código de Hammurabi. Este código es considerado el primer intento legal de ordenación de la vida social y es la primera obra jurídica elaborada de manera lógica y coherente; en ella se establece –por ejemplo- que los malechores deben ser juzgados y castigados por la sociedad y no por la víctima o su familia ya que la justicia de estos constituiría una nueva injusticia. El
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código –que ejerció una gran influencia en las ordenaciones posterioreslegisla sobre las diferentes clases sociales, la esclavitud, la propiedad, los crímenes, los salarios, honorarios, etc. Lo que es debido, las consecuencias de los actos humanos y el orden social son temas que reaparecerán posteriormente en los poemas de Hesiodo y Homero a través del relato mítico y serán expuestos de nuevo por Platón y Aristóteles en sus obras filosóficas. (3) El nacimiento de las grandes religiones: Resultado del cruce de la antigua civilización del Indo y los invasores arios, surge el pueblo indoeuropeo. Por fantástico que pueda resultar, es necesario reconocer que los fundadores del hunduismo y los pensadores griegos del S VI a.c. poseen un punto de partida en común; son indoeuropeos: Compartían divinidades, el sistema de clases sociales, un lenguaje, etc. Con el desplazamiento de los arios hacia el Ganges se dio inicio a un periodo caracterizado por una profunda reflexión interior de búsqueda de la verdad más allá de las tradicionales prácticas rituales. Es la época en la que se originan los textos sagrados Upanishad. (Siglo IX a.c.), textos de contenido metafísico que se transmiten de maestro a discípulo facultando a este último para obtener la libertad y felicidad supremas; Los Upanishad condensan dos grandes postulados: - Todos los hombres posee un destino (Samsara) que ya ha sido trazado. - El yo o atmán (aliento o respiración) busca la liberación que sólo llega cuando el “yo” se identifica plenamente con la esencia última del universo, es decir, cuando es capaz de hermanarse con el absoluto. Este camino de introspección de lo humano florecería en el Siglo VI a.c. con Siddhartha Gautama quien tras promulgar el misterio de la liberación a través del Nirvana (neutralización del deseo y la acción) se convertiría en Buda. Los Upanishad traerían a escena tres grandes temas que serán abordados desde diversas perspectivas cronotópicas a lo largo de este curso: El destino del hombre, el “aliento o respiración” (que más tarde será identificado con el concepto de “psique” o “alma”) y la existencia de un absoluto. PRINCIPIOS DE LA FILOSOFÍA GRIEGA Los inicios de la filosofía griega (entendida la filosofía como investigación) se encuentran en la misma Grecia. Las primeras pistas de su desarrollo pueden evidenciarse en diversas fuentes: las cosmologías míticas de los poetas y sus reflexiones ético-políticas, las doctrinas de los misterios y las sentencias de los siete sabios. Concentrémonos un poco más en cada una de ellas. El documento más antiguo de cosmología mítica entre los griegos es la Teogonía de Hesiodo en la que confluyen antiguas tradiciones y creencias religiosas populares. Ya Aristóteles en su obra La Metafísica (Cáp 4) señalaba la trascendencia de la obra de Hesiodo al afirmar que esté fue – probablemente- el primero en buscar el principio de las cosas; así pues, el problema acerca del estado originario del que han surgido las cosas y/o de la fuerza o fuerzas que las han producido no es simplemente un asunto religioso al que cabe otorgar respuestas míticas sino que muy por el contrario es menester afirmar que el origen es ante todo un problema de naturaleza filosófica.
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La Teogonía es el esfuerzo de Hesiodo por estructurar lo que los griegos consideraron en su momento la explicación apropiada al enigma sobre el origen. García Gual (1993) en Introducción a la mitología (cáp 4) nos ofrece una imagen sobre la estructura general del poema hesiodico que puede sernos de utilidad en su comprensión. Según este autor, la Teogonía es una narración mítica que incluye un amplio material de muy lejana procedencia (en el que destaca la influencia oriental) que el poeta ha sistematizado y reelaborado con la finalidad de presentar una visión global en torno al tema del fundamento de todo lo existente en el que no sólo se describe el comienzo y la complejidad del entramado mítico sino también, el desarrollo del mundo divino. Esta obra es una teología, una teodicea y una cosmogonía. Lo que a Hesíodo le interesa es subrayar cómo se ha llegado a formar el actual dominio divino, cómo todo ha sido ordenado para el establecimiento del gobierno de Zeus y de qué manera los hombres se hacen partícipes de esa historia desde su evidente subordinación y minusvalía; la teogonía hesiodica es un canto en honor de Zeus, Padre de los dioses y de los hombres que rige el cosmos; para el poeta, esta es una tarea que acepta como su destino y responsabilidad con una firme convicción moral: el triunfo de la Justicia entre los dioses ha de reflejarse en el mundo de los humanos. El texto inicia con una extensa invocación a las Musas y la aceptación de la “misión” encomendada al poeta, seguidamente, Hesiodo canta a los dioses y sus sucesiones; la primera descendencia (los hijos de Gea y Urano) constituyen el fundamento último del que surge progresivamente todo el Panteón posterior. Cielo y Tierra, Noche y Mar profundo y junto con ellos Eros. (Sobre ese mismo fondo se construyeron a su vez otros esquemas teogónicos que conocemos muy fragmentariamente, como el de los órficos). Una vez presentado el catálogo de deidades, el poema pasa a hablar de Zeus desde su infancia hasta la instauración de su reinado sobre mortales e inmortales; viene luego el relato sobre Prometeo (adversario de Zeus) y las numerosas luchas por el poder celeste en las que finalmente Zeus sale triunfante. Seguidamente el poeta enumera la descendencia de Zeus que conformará el Panteón Olímpico y las condiciones de su desarrollo (es esta última generación de dioses la que Homero retomará en sus obras). Después del catálogo de los dioses, Hesiodo nos presenta a los héroes y heroínas. Estos personajes son mucho más cercanos a los humanos por su naturaleza mortal aunque superiores por la grandeza que les confiere el constituirse como el eslabón entre mortales e inmortales: ciertamente, los héroes están condenados a la muerte y el dolor pero son ejemplares en su esfuerzo glorioso y sus sólidas virtudes. Dentro de ellos ocuparían una posición especial (tan especial que serían elevados a la categoría de dioses) Dionisio y Heracles (último en la lista de divinidades). Se ha dicho que Hesiodo no solo es el primer teólogo griego sino también un pensador que anuncia ya a los filósofos de la naturaleza por su afán de introducir una explicación global en ese repertorio mítico haciendo énfasis en su pretensión de contar la verdad con respecto a los dioses. Esta es ya una característica que diferencia la obra de Hesiodo de la de Homero como podremos constatar más adelante; en la narración de este último, los dioses se presentan sin ninguna explicación de sus orígenes y actúan frívolamente junto a los héroes de la guerra de Troya.
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Después de Hesiodo, el primer poéta cuya cosmología se conoce es Ferécides de Siros, contemporáneo de Anaximandro y de quien se cree vivió entre los años 600 a 596 a.c. En su obra –de la que tan solo se conservan algunos fragmentos- aborda el tema de la creación de las cosas pero agrega un elemento distintivo que sería de suma importancia para los desarrollos filosóficos posteriores: la distinción entre la materia y la fuerza organizadora del mundo. Dentro del proceso de consolidación del pensamiento filosófico ulterior, debe destacarse también la influencia de la religión de los misterios difundidos por Grecia al principio del S VI a.c. Pertenecieron a esta religión el culto a Dionisos (procedente de Tracia), a Demeter y el orfismo; esta última inspirada en los escritos atribuídos a Orfeo y cuyo eje de acción y culto se centraría en tratar de explicar el origen del hombre y la causa de sus sufrimientos que de hecho eran atribuidos a su naturaleza dual (un componente positivo Dionisiaco y un componente negativo o titánico) cuerpo - alma. Otros temas nucleares dentro del culto órfico son la transmigración de las almas y la purificación del alma como necesidad para una vida próxima, al parecer, el alma que no lograse la purificación debería reencarnar y por lo tanto era de vital importancia purificar el alma de los iniciados para sustraerla de la “rueda de los nacimientos”, es decir, evitar que el alma tuviese que experimentar la transmigración por el cuerpo de otros seres vivos. La enseñanza fundamental que contiene el Orfismo es el concepto de “ciencia” y en general, de la actividad del pensamiento como camino de vida. Las premisas de la tradición órfica pueden verse representadas también en Pitágoras, Platón, Anaximandro y Tales de Mileto de quienes hablaremos más adelante. Junto a las cuestiones sobre el origen y el hombre en la cosmología mítica y los misterios, se encuentra también las primeras reflexiones en torno a lo moral en la leyenda de los siete sabios. Según está leyenda, siete hombres inscribieron sus más valiosas sentencias en el templo del Dios Apolo (“conócete a ti mismo”, “nada en demasía”, “es difícil ser bueno”, etc) que si bien pertenecían a la sabiduría práctica popular, preludiaban ya la verdadera y propia indagación sobre la conducta del hombre. No sabemos con certeza quienes integraron este grupo, lo que conocemos al respecto son las diversas enumeraciones de los escritores antiguos en textos posteriores; si bien las versiones varían, cuatro de ellos aparecen en todas las listas: Táles, Biantes, Pítaco y Solón; Por su parte Platón –quien fue el primero en enumerarlos- añade a Creóbulo, Misión y Quilón. Como lo afirman Muñoz Alonso y otros (1988, pág 16 - 17), queda claro entonces, que todas estas manifestaciones serían un recurso invaluable a los filósofos para la interpretación del mundo. Así por ejemplo, el concepto de una ley que da unidad al mundo humano se encuentra por primera vez en Homero; en la Odisea se halla perfectamente estructurada una primera ley de la justicia en la que por providencia de los dioses, el justo triunfa y el injusto es castigado; Hesiodo también menciona esta ley en su obra Los trabajos y los días cuando nos narra la historia de Díke, la hija de Zeuz, quien se encuentra sentada junto a su padre y vela para que sean castigados los hombres que cometen injusticias debido a su arrogancia, al desenfreno de las pasiones y –en general- a fuerzas irracionales. Solón por su parte afirma con gran energía la infalibilidad del castigo que aflige a quien infringe la norma de la justicia, sobre la cual se asienta la vida social: suele suceder entonces que cuando el culpable logra eximirse de su castigo, este recae infaliblemente sobre su descendencia, así pues, el aparente desorden de los acontecimientos humanos se justifica –según
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Solón- en la necesidad de encerrar dentro de los justos límites los inmoderados deseos humanos y de alejar al hombre de cualquier exceso; en palabras de Solón “La cosa más difícil de todas es alcanzar la invisible medida de la sabiduría, la única que encierra en sí los límites de todas las cosas”. Nuestros poetas buscaron con insistencia la unidad normativa que armoniza al universo. Búsqueda que –como veremos más adelante- no se detiene allí sino que se desarrolla desde muchas otras perspectivas, por ejemplo, en los aportes de los primeros físicos, también conocidos como filósofos naturalistas. 1.1. LOS FILÓSOFOS NATURALES Y SU EXPLICACIÓN RACIONAL DE LA NATURALEZA Llamamos filósofos naturales o Presocráticos a un conjunto de hombres que en el Siglo VI a.c. cuestionaron las explicaciones míticas que hasta entonces se habían dado en torno a la pluralidad de cambios que observamos en la naturaleza y en la vida propia del hombre. Veamos quienes son y profundicemos en sus conceptos.
ESCUELA PITAGÓRICA ESCUELA DE MILETO Formada por los tres pensadores griegos que inician la tradición filosófica: Tales, Anaximandro y Anaxímenes
Comunidad de científicos (matemáticos, físicos, astrónomos, filósofos) que deben el nombre de su comunidad a la influencia de Pitágoras.
HERÁCLITO Vs PARMÉNIDES Quines poseen una visión antagonica frente a dos tópicos arquetípicos de la tradición filosófica: El cambio y la permanencia.
LOS PLURALISTAS : Bajo este nombre agrupamos aquellos pensadores que nos ofrecen una visión "conciliadora" entre ls postulados de Heráclito y Parménides. Este grupo lo integran EMPÉDOCLES, ANAXAGORAS, LOS ATOMISTAS, LEUCI´PO Y DEMÓCRITO.
Ahora veamos algunos fragmentos que nos permitirán un primer acercamiento a su pensamiento
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“Aquellos a quienes se llama Los Pitagóricos se dedicaron –en principio- a las matemáticas y lograron que hicieran grandes progresos; pero alimentados por este exclusivo estudio, imaginaron que los principios de las matemáticas son también los principios de todos los seres. Como los números son naturalmente los primeros de entre los principios de este orden, creyeron descubrir en ellos una multitud de parecidos con los seres y con los fenómenos, mucho más (que) en el fuego, la tierra y el agua. Por ejemplo, según los Pitagóricos, determinada modificación de los números es la justicia; otra es el alma y la razón, otra representa la ocasión favorable para actuar. Y así con cada objeto en particular. En segundo lugar, estos filósofos advirtieron que todos los modos de la armonía musical y las relaciones que la componen se resuelven en números proporcionales. Así creyeron que el resto de las cosas modela esencialmente su naturaleza de acuerdo con todos los números y que los números son los primeros principios de la naturaleza entera; los pitagóricos decidieron que los elementos de los números son también los elementos de todo lo que existe y convirtieron el mundo considerado en su conjunto, en una armonía y un número. Y todas las correspondencias que veían en los números y en las armonías con las afecciones y las partes del cielo y con el orden universal, las reunían y reducían a sistema”
“La mayoría de los primeros filósofos creyeron tan solo principios a aquellos que se dan bajo la forma de la materia; pues afirman que el elemento y principio primero de todas las cosas es aquel a partir del cual todas las cosas existen y llegan por primera vez al ser y en el que terminan por convertirse en su corrupción, subsistiendo la sustancia pero cambiando en sus accidentes; porque tal naturaleza se conserva siempre… pues es necesario que haya alguna sustancia natural, una o múltiple, de la que nazcan las demás, mientras esta se conserva. Respecto al número y la forma de tal principio no todos están de acuerdo, sino que Tales, el iniciador de tal tipo de filosofía, dice que es el agua (por lo que manifestó que también la tierra está sobre el agua) tomando –tal vez- dicha suposición de la observación de que el alimento de todas las cosas es húmedo y que el calor mismo surge de este y vive por este (el principio de todas las cosas es aquello de donde nacen); de aquí dedujo su suposición y del hecho de que la semilla de todas las cosas tiene una naturaleza húmeda; y el agua es el principio natural de las cosas húmedas “ Aristóteles. La Metafísica. Cáp 3
“De entre los que dicen que es uno, moviente e infinito, Anaximandro, hijo de Praxiades, un milesio, sucesor y discípulo de Tales, dijo que el principio y elemento de las cosas existentes era el apeirón (indefinido o infinito), habiendo sido el primero en introducir este nombre de principio material. Dice que este no es ni el agua ni ninguno de los llamados elemento, sino alguna otra naturaleza de la que nacen los cielos todos y los mundos dentro de ellos” Simplicio. Física.
Aristóteles. La metafísica. Cáp 5
“Anaxímenes de Mileto, hijo de Eurístrato, compañero de Anaximandro, dice, como este, que la naturaleza sustante es una e infinita, mas no indefinida, cono él, sino definida y la llama aire; se distingue en su naturaleza esencial por rarefacción y condensación. Al hacerse más sutil se convierte en fuego y en viento, si se densifica más, a continuación en nube; si se condensa más se convierte en agua, luego en tierra, después en piedras y el resto de los seres surgen de estas sustancias. Hace también eterno al movimiento, por cuyo medio nace también el cambio”
“En el rencor todos tienen aspecto distinto y se hallan escindidos, pero en la amistad marchan juntos y se desean mutuamente. De ellos procede pues todo lo que fue, es y será, brotaron los árboles, los hombres y las mujeres, las fieras, los pájaros y los peces que se nutren en el agua, y también los dioses de larga vida, superiores en dignidad. Son ellos pu,es los mismos, pero corriendo uno a través de otro se vuelven de apariencia diversa; hasta tal punto se transmutan por la mezcla. Empédocles (el texto se encuentra referenciado en C. S . Kirk. Los filósofos presocráticos II. Pag 262)
Teofrasto, Física
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1.1.1. LA CUNA DE MILETO Suele afirmarse que es con Tales -astrónomo y matemático originario de la colonia griega de Mileto- con quien se inicia la filosofía, pero la historia nos ha venido a demostrar que él no estaba solo en esta empresa; en compañía de sus discípulos Anaximandro y Anaxímenes se cuestionó el valor y validez de las explicaciones míticas sobre el origen, estos tres inquietos por el conocimiento concluirían que las explicaciones míticas son más bien arbitrarias y que lo que urgía eran explicaciones de talante lógico, de esta manera, se convirtieron en los primeros en protagonizar esa fase de transito que hoy por hoy denominamos “el paso del mito al logos”. Su trabajo se enfocó en tratar de responder a las preguntas que les inquietaban sin recurrir a las Musas y concentrándose en la información que la propia naturaleza estaba en capacidad de ofrecerles sobre las causas que daban origen a los fenómenos y procurando encontrar una ley a partir de la cual se pudiera explicar racionalmente -y no de forma arbitraria- la realidad. Consideraron entonces que más allá del mundo visible y sus fenómenos, más allá de lo perceptible por los sentidos y soslayado bajo el mundo cambiante de las apariencias naturales, existe una realidad fija y básica, un sustrato, un principio, una naturaleza, un arkhé. Para Tales, este principio del cual surge todo es el agua. Al igual que la mayoría de los que filosofaron por primera vez, Tales considerará que el principio de todas las cosas es de especie material es decir “aquello a partir de lo cual existen las cosas, lo primero a partir de lo cual se generan y el término en que se corrompen permaneciendo las causas mientras cambian los accidentes seria entonces el elemento y el principio de las cosas que existen; por esto consideran que nada se genera ni se corrompe, pues tal naturaleza se conserva siempre… Debe de haber pues, alguna naturaleza única o múltiple a partir de la cual se generan las demás cosas conservándose ella ”1. Como hemos visto, no todos coinciden en la naturaleza de tal principio pero Tales sostiene que es el agua, consideraría que el agua o la humedad es la fuente de vida pues lo caliente vive por la humedad y los cadáveres se secan, mientras que las simientes de todas las cosas son húmedas y todo alimento es jugoso, y cada cosa se alimenta naturalmente de aquello de donde procede por lo tanto, el agua es el principio de la naturaleza húmeda y lo que comprende en sí a todas las cosas (Cfr. Simplicio. Física. 23, 21-29). Si bien su argumento podría justificarse en el ejercicio de la observación de lo natural, Anaximandro no estará de acuerdo con su maestro; para este último, el agua no puede llegar a ser cosas contrarias a su naturaleza, es decir, no puede llegar a ser algo que no sea agua y lo mismo podría decirse de los demás elementos de la naturaleza. De esta manera Anaximandro concluye que el principio no puede ser algo determinado sino que muy por el contrario, debe ser algo absolutamente imperceptible a los sentidos, él llamará a este principio “el apeirón”, término griego que significa ilimitado, infinito, inmenso, innumerable; en el sentido filosófico, el apeirón carece de límites externos (lo que lo hace espacialmente y cualitativamente infinito), tampoco posee límites internos (es cuantitativamente indeterminado), estas características o “carencias” serán el argumento de Anaximandro para considerar al apeirón como el principio que puede generar todas las cosas y tomar muchas formas. 1
Los filósofos presocráticos I. Pág 67
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Afirma Simplicio en Física (479-480), “ninguno de los elementos puede ser el apeirón es evidente también porque Anaximandro, deseando que el elemento fuera apeirón, no propuso que fuera aire, fuego o alguno de los cuatro elementos; porque al comportarse estos contrariamente entre sí, alguno de ellos fuera Apeirón, sus contrarios serían destruidos por él” Para Anaximandro El Apeirón o lo indeterminado es lo divino, es el principio que gobierna y rige todo porque todo se origina en él, consisten en él y es en él. Anaxímenes tampoco estaría totalmente de acuerdo con su maestro; él consideraría –al igual que Diogenes- el aire como la materia primera, anterior al agua y primer principio entre los cuerpos simples. Para este físico, la naturaleza subyacente es una e infinita (en eso coincidirá con su maestro), pero de ninguna manera indeterminada como lo afirma Anaximandro, así pues, si bien el principio no es el agua, no es el apeirón; este debe ser algún elemento natural, este razonamiento le lleva a la conclusión que este no puede ser otro sino el aire porque este último es infinito en tamaño y determinado en lo que respecta a su cualidad. De ello se explica que aunque el aire sea infinito, las cosas que de él se originan sean finitas: la tierra, el agua, el fuego y a partir de estas todas las demás. Podría decirse que para Anaxímenes el aire era algo parecido al aliento que –dilatándose y rarificándose- constituía el principio vital. Al respecto narra Hermías de Alejandría y Simplicio2 “…pero cuando he creído alcanzar una opinión inamovible, Anaxímenes toma la palabra y me replica: Pero yo te digo que el todo es el aire y que este, al condensarse y unirse, se vuelve agua y tierra y, al enrarecerse y expandirse, éter y fuego, y, volviendo a su naturaleza, aire; enrarecido y condensado, dice, cambia. (Hermías). “el aire se diferencia en las sustancias particulares por rarefacción y condensación. Al enrarecerse se convierte en fuego, al condensarse en viento, luego en nube, más condensado aún en agua, tierra y piedra; las demás cosas se producen a partir de estas” (Simplicio). Hemos abordado estos pensadores, no por las respuestas concretas que dieron, sino por las preguntas que se formularon y por la forma en que buscaban responderlas. Lo realmente impactante de este primer grupo es el estilo de su pensamiento, la búsqueda racional de un principio único diametralmente opuesta a las representaciones y explicaciones míticas que estudiamos anteriormente. 1.1.2. SEGUNDA CUNA: LOS PITAGÓRICOS Al sur de Italia (La Magna Grecia) Pitágoras y su comunidad protagonizaban el nacimiento de una forma alternativa de pensamiento racional. Pitágoras nació en la Isla Jónica de Samos (570 a.c.) 2
Los filósofos presocráticos tomo I. Pág 134.
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pero por razones políticas debió emigrar al sur de Italia, donde fundó un movimiento no solamente intelectual sino también religioso, moral y político con un claro objetivo primordial: la purificación tanto a nivel corporal como de sus almas de la cual no sólo defendieron su inmortalidad sino también (al igual que los órficos) su transmigración. La diferencia fundamental entre la escuela de Mileto y los pitagóricos es que si bien los primeros afirmaban que todo emergía de un principio material, para los pitagóricos el principio no resultaba tan trascendental como la búsqueda de la estructura o forma del cosmos ¿a qué conclusión llegaron?. Aficionados a la música, los pitagóricos descubrieron que esta puede reducirse a proporciones numéricas, a números; después se darían cuenta que todos los objetos del mundo también pueden reducirse a figuras geométricas y estas a su vez a expresiones numéricas. Así pues, concluirían que si lo que se busca es conocer el orden o estructura del cosmos, es necesario estudiar las proporciones numéricas porque la estructura del cosmos es matemática; Para los Pitagóricos la sustancia de las cosas es el número. Aristóteles (Metafísica I, 5) nos cuenta que los pitagóricos creían firmemente que los principios de las matemáticas eran de hecho los principios de todas las cosas, la causa material de la cual todo procede y que los Jonios atribuyeron al elemento corpóreo. ¿qué significa esto? Si los Jonios recurrieron a una sustancia corpórea para explicar el orden del mundo, los pitagóricos consideran este orden mismo como la sustancia del mundo; así las cosas, expresa esto que el número como sustancia del mundo es la hipóstasis del orden mensurable de los fenómenos. Como podemos ver, el gran descubrimiento de los pitagóricos, aquello que les vale un lugar de relevancia dentro de la historia radica precisamente en la importancia fundamental que le concederían a la medida matemática para entender el orden y la unidad del mundo; los pitagóricos dieron antes que nadie expresión técnica a la aspiración fundamental del espíritu griego hacia la medida. Como sustancia del mundo, el número es el modelo originario de las cosas puesto que constituye, en su perfección ideal, el orden en ellas implícito. El número es sustancia incluso en el sentido de la normatividad, del “deber ser”. Aristóteles dice que los pitagóricos trataron los números como magnitudes espaciales y refiere también la opinión de que las figuras geométricas eran el elemento sustancial en que los cuerpos consisten; parece entonces que el significado numérico y el significado geométrico resultan fundidos puesto que la medida supone siempre una magnitud espacial ordenada (geométrica) y un número que la exprese. Aun cuando resulte imposible abordar aquí todas las contribuciones que los pitagóricos realizaron a la filosofía y las matemáticas, nuestro objetivo es resaltar que para los pitagóricos (a diferencia de los milesios) pesan más los elementos formales que los materiales. Para estos lo fundamental es la proporción, la organización y la estructura, elementos que resultarán fundamentales –como veremos más adelante- al estudio de la figura de Platón.
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1.1.3 FILOSOFÍAS ANTAGÓNICAS: HERÁCLITO Vs PARMÉNIDES
Tomado de: http://poesiaapoesia.blogspot.com/2010/09/filosofia-comica.html
Si de visiones del mundo arquetípicamente contrarias se trata, nos referimos indiscutiblemente a Heráclito y Parménides. Por un lado, la observación y la reflexión sobre el cosmos que realiza Heráclito (cercano a los pensadores de Mileto) le conducen a afirmar que todo se encuentra en constante proceso de cambio, que la inestabilidad es ley de vida, que nada es perdurable; por otro lado, la especulación filosófica que lleva a cabo Parménides (cercano local y mentalmente al mundo Pitagórico) cuestiona los datos sensoriales afirmando que los cambios visibles son una apariencia que esconde una permanencia más profunda. Veamos: HERÁCLITO “Los que siguiendo a Heráclito, han teorizado sobre la naturaleza teniendo en vista el flujo perpetuo del devenir y que todas las cosas corporales se generan y perecen, pero jamás son realmente, como también dice el Timeo, probablemente dicen que siempre todas las cosas fluyen y que en el mismo río no nos bañamos dos veces”. Simplicio. Física. 1313,8. Citado en Los filósofos presocráticos I Gredos. Pág 326
“Esto es lo que dice Heráclito: “en el mismo río dos veces nos bañamos y no nos bañamos” permanece pues la misma denominación del río, el agua pasa”.
PARMÉNIDES Parménides el eleata, amigo de Jenófanes, por un lado proclamó a su vez las opiniones de éste, por otro sostuvo la posición contraria. En efecto, declaró que el universo es eterno e inmóvil, según la verdad de las cosas, y que es único, sólo en su género, imperturbable e inengendrado…Pero dice que si, junto al ente, existe algo, esto no es ente; y el no-ente no es en absoluto. Así pues, deja al ente inengendrado”. Plutarco. Citado en Los filósofos presocráticos I Gredos. Pág 425
“Parménides declaró que el universo es eterno e inmóvil… y que es único, solo en su género, imperturbable e inengendrado.” Ibid Pág 328
Ibid Pág 328
Heráclito de Éfeso (550 – 480 a.c.), llamado “el oscuro” por su estilo aforístico y enigmático, concibe el mundo como un proceso continuo de cambios. Su tesis fundamental radica en la afirmación
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del eterno fluir de las cosas: todo pasa, todo corre, nacer, crecer, reproducirse, morir; la semilla, el tallo, la flor, el fruto; día y noche, estaciones, tiempo. Heráclito afirmaría el dinamismo o la movilidad universal. El fuego es la metáfora fundamental de su pensamiento: A causa de la velocidad del movimiento todo se dispersa y se recompone de nuevo, todo viene y va; por lo tanto la sustancia que sea principio del mundo debe explicar el incesante devenir de este con su propia y extrema movilidad; Heráclito la identifica con el fuego, sin embargo es menester hacer claridad que en su doctrina el fuego pierde todo carácter corpóreo: es un principio activo, inteligente y creador (logos). Todas las cosas son llamas de un gran fuego, si observamos una hoguera veremos que las llamas siempre están en movimiento (por eso en Heráclito simbolizarán procesos o momentos) Pero el fuego, (el principio de todo) perdura. De la misma manera bajo los elementos contrarios que se encuentran en lucha constante (calor-frio, día-noche), se esconde una ley, un orden, un logos que es justicia; si no hubiese lucha de opuestos el resultado sería un reino de injusticia porque un elemento se impondría sobre el otro. ¿Qué es la justicia para Heráclito? Es enfrentamiento, polémica, guerra, en el que los dos elementos se afirmen, se impongan, quieran ser ellos mismos; de ello se concluye que la relación justa ha de ser, en consecuencia, una relación tensa y polémica. “Heráclito dice que lo opuesto concuerda y que de las cosas discordantes surge la más bella armonía y que todo sucede según discordia”. Aristóteles. Ética a Nicómaco VIII (2)
Parmenides de Elea (540 – 470 a.c.) escribió una obra filosófica en forma de poema titulada sobre la naturaleza, en la que exalta la inmutabilidad radical de la realidad, para Parménides, los cambios proclamados por Heráclito no son más que apariencias sensoriales y en tanto deben ser negados por la razón (en ello coincidirá con los pitagóricos). Si los sentidos nos dicen una cosa y la razón otra debemos confiar en nuestros razonamientos lógicos porque si bien los sentidos pueden engañarte, todo aquello que se piensa con rigor lógico tiene que ser real. En su poema, Parménides relatará la aparición de una diosa que le revela una verdad incuestionable “el ser es y el no ser no es”. Tomando el postulado de la diosa como punto de partida, empieza a extraer consecuencias lógicas entre las que resalta la negación del cambio. Todo aquello que cambia deberá dejar de ser para ser otra cosa pero esto es –a su parecer- racionalmente imposible porque como ya afirmó la diosa “el ser es y el no ser no es” “Mas Parménides parece hablar mirando aquí mejor. En efecto, por estimar que, fuera del ente, el no ente no es nada, piensa que necesariamente existe una sola cosa, el Ente y nada más… pero forzado a seguir a los fenómenos y a suponer lo Uno según el concepto, pero la multiplicidad según los sentidos, postula dos causas y dos principios: caliente y frio, que es como si dijera fuego y tierra, y de ellos asigna al Ente lo caliente y lo otro a lo no-ente”. Aristóteles. Metafísica I, 5.
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1.1.3. LOS PLURALISTAS Finalmente ¿quién tiene la razón? ¿Cuál es el principio? ¿Agua, apeirón, aire, fuego, el número o el ser? Empédocles, Anaxágoras y los atomistas Leucipo y Demócrito protagonizaron el primer intento de reconciliación, su objetivo no será el de “tomar partido” por uno u otro punto de vista sino sumar perspectivas. Veamos 1.1.3.1 EMPÉDOCLES (494 – 432 a.c.) Médico, taumaturgo, adivino, orador y político. De sus obras se conservan algunos fragmentos de los dos poemas que escribió: De la naturaleza y las Purificaciones. Su aporte al tema que nos compete (el principio) tomará un rumbo distinto con este filósofo aunque no absolutamente antagónico. Para Empédocles el universo se encuentra en un estado de absoluta divinidad, unidad, perfección y reposo, y se refiere a esta cualidad como El Esfero o lo Uno, desde su perspectiva, esta “unidad cósmica” debe ser entendida como una unidad totalmente uniforme, pero no solamente porque no se asemeje a un Dios antropomórfico sino porque en él ni siquiera están presentes las características propias de alguno de los elementos naturales que otros habrían determinado como principios y que ya han sido estudiados en esta unidad. Cabe notar que es indiscutible la semejanza que tal postulado guarda con los aportes realizados por Parménides: el ser de Parménides y lo uno de Empédocles comparten rasgos característicos como su armonía, consistencia y constitución como “esfera redonda”; sin embargo, existe un punto radical de distinción entre los dos: Para Parménides el ser es eterno, de permanencia absoluta; para Empédocles el esfero o lo uno deviene, no es eterno ni tampoco instantáneo. Ahora bien ¿de qué está hecho el Uno? ¿Qué determina su forma? Según Empédocles, el Uno está constituido en su materia de los cuatro elementos y su forma está regida por dos fuerzas: la Amistad (que une, atrae) y el Odio (que divide). De esta manera Empédocles establece su famosa teoría de los cuatro principios no reducibles unos a otros (agua, aire, fuego y tierra) que en su conjunto componen la realidad que nunca cambia. Así pues, el mundo es la mezcla de los elementos y las cosas naturales serían combinaciones en proporción matemática de los mismos. Por eso son seis los principios según él. Y en efecto se da el caso en que concede poder activo al Odio y la Amistad cuando dice: “Ya confluyendo hasta ser Uno por causa de la Amistad, ya, en cambio, conducido cada uno separado por el rencor del Odio…” O ya los dispone como elementos semejantes a los otros cuatro cuando dice:”Y otra vez se separó hasta ser muchos desde Uno: fuego, agua, tierra y la inmensa altura del aire, y el funesto odio separado de ellos, igual en todo respecto, y la Amistad entre ellos, semejante en largo y en ancho”. Simplicio, Física, 25, 213
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Fragmento citado en Los filósofos presocráticos II. Gredos, Pág 170.
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1.1.3.2 ANAXAGORAS (500 – 428 a.c.) Si bien la tradición considera a Anaxágoras un filósofo menor, su aporte al desarrollo de la filosofía es considerable si se tiene en cuenta que fue el primero en oponerse a la tendencia de la explicación del mundo en términos de una sola sustancia; muy por el contrario, postuló la opción de considerar el origen del mundo en un número infinito de sustancias que desbordarían en número y cualidad a los ya propuestos cuatro elementos y que estos elementos son tantos como tipos de cosas existen y en cada cosa está contenida la semilla o simiente de todas las demás cosas que pueden llegar a ser. ¿cómo explicar entonces que en una “realidad” predomine un elemento sobre otro? Anaxágoras explica esta condición a través de la intervención de una fuerza que llama Nous que para nuestro caso podemos entender como una especie de mente o intelecto. So pena la aparente coherencia de sus postulados, la presencia del Nous llevaría a Anaxágoras a afirmar naturalezas altamente contradictorias que le han valido bastantes críticas (al parecer el agua contiene elementos de sequedad, las plantas poseen mente, etc). A pesar de sus excentricidades Anaxágoras aporta elementos importantes al desarrollo de la filosofía que no serían valorados hasta muchos siglos después: Fue maestro de Sócrates y Pericles y sería el primero en postular que el sol es una gran roca ardiente y que la luna estaba hecha de tierra; por estas dos últimas ideas sería acusado de impiedad y expulsado de Atenas. Anaxágoras se sirve del intelecto como de una máquina teatral para la formación del cosmos; y cuando se halla en dificultades [para explicar] la causa de algo que existe necesariamente, lo empuja [para que intervenga]; pero en todos los demás casos aduce, antes que el intelecto, cualquier causa de las cosas que se generan”. Aristóteles. Metafísica I, 4
1.1.3.3. EL SISTEMA ATOMISTA: LEUCIPO DE MILETO Y DEMÓCRITO DE ABDERA Estas dos figuras de la filosofía -de quienes se sabe muy poco- y a quienes se ha llegado a denominar como los precursores de la visión actual de la materia darían una respuesta totalmente revolucionaria a la pregunta que articula esta unidad. Consideran que la realidad básica está integrada por una infinidad de pequeños objetos duros, invisibles, eternos e inalterables: átomos, una idea que tardaría más de dos mil años en ser comprobada y aceptada. Profundicemos un poco más en ello: Si bien los atomistas estarán de acuerdo con el principio fundamental del eleatismo de que solo el ser es, estos llevarán este principio a la experiencia sensible y se servirán de él para explicar los
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fenómenos. ¿Qué es el ser para los atomistas? El ser es lo lleno y en contrapartida, el no ser será lo vacío y estos dos fenómenos –lleno/vacío- son los principios constitutivos de todas las cosas. ¿Qué compone a lo lleno? Es imposible determinar una respuesta única a estas cuestiones puesto que lo lleno no es un todo compacto sino que está formado por un número infinito de elementos que son invisibles a causa de la pequeñez de su masa y que llamarían átomos; son pequeñas unidades indivisibles y continuas en su interior que determinan el nacimiento y la muerte de las cosas mediante la unión y la disgregación, distinción fundamental con los demás cuerpos que no son continuos porque resultan del simple contacto de los átomos y por eso pueden dividirse; de ello se deduce que los átomos no se diferencian entre sí por naturaleza sino solamente por su forma y magnitud determinando la diversidad y el cambio de lo existente mediante su orden y su posición. Así pues, fenómenos como frío, calor y color son únicamente apariencias sensibles provocadas por combinaciones de átomos pero no pertenecientes a los átomos mismos. Si consideramos verdaderos los planteamientos de Leucipo y Demócrito, será menester admitir que nosotros mismos no somos más que la fusión de átomos y que los cambios que se suceden a nuestro alrededor no son más que reacomodaciones de estas pequeñas partículas invisibles y que tales reordenamientos son posibles gracias al vacío existente entre átomo y átomo. Leucipo, Demócrito y Epicuro afirman que [el mundo] no está animado ni dirigido por la providencia, sino por una naturaleza irracional, y está compuesto por átomos” Aecio, II 2, 24
EN RESUMEN…
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Citado en Los filósofos presocráticos iii. Gredos. Pág 252
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UNIDAD 2 FUNDAMENTO Y VERDAD “El cuerpo humano es el carruaje; el yo, el hombre que lo conduce; el pensamiento son las riendas, y los sentimientos los caballos”. Platón
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2.1 LA SOFISTICA 2.1.1. CONTEXTUALIZACIÓN HISTÓRICA A partir de la segunda mitad del siglo V a.c. la filosofía en Atenas toma nuevo rumbo centrada no ya en cuestiones físicas y cosmológicas sino en el hombre y su organización social. Las cinco mil
polis que conformaban la Hélade habían evolucionado hacia sistemas políticos diversos (regímenes democráticos, aristocráticos, militaristas y tiranías) y de esta pluralidad emergieron dos polis de importante impacto: Atenas (quien habría dado los primeros pasos hacia un sistema político democrático) y Esparta (quien se forjaría para si un régimen militarista). So pena la aparente sencillez de este proceso, es menester aclarar que el camino que tuvieron que transitar desde el poder de las aristocracia hacia las primeras formas de la democracia no fue sencillo y estuvo caracterizado por un arduo ejercicio reflexivo que se plasmaría en diversos textos en los que se buscaba poner límites al poder de los aristócratas de la época, los dos más representativos serán las leyes de Dracón y la Constitución de Solón que aportarán elementos a las reformas de Clístenes y el gobierno de Pericles en el que por primera vez todos los ciudadanos libres (en Atenas, constituían menos de una cuarta parte de la población) tienen los mismos derechos. 2.1.2. LOS SOFISTAS Durante este mismo periodo, en Atenas florecía una cohorte de hombres inquietos por los asuntos culturales provenientes de toda la Hélade. Dentro de este conjunto se destacaría un grupo de filósofos llamados sofistas quienes rechazarían las temáticas cosmólógicas centrando su reflexión en el hombre y su organización social. Si bien existían bastantes diferencias entre unos y otros, este grupo se caracterizaba en su generalidad por su interés en la instrucción y enseñanza de la habilidad retórica, la erística y su impacto en la vida política; hablamos entonces de una educación centrada en el desarrollo de la excelencia o areté que capacitaba en el dominio de un lenguaje que les permitiera argumentar, disuadir y mostrar las diversas perspectivas de una misma cuestión; después de todo –según los sofistas- resulta cuestionable la posibilidad de alcanzar una verdad fiable y universal: existe una verdad para ti, otra verdad para mí, los valores de tu comunidad pueden no ser válidos en la mía, hecho que parece indicar que no se puede estar seguro de nada o casi nada. Otros temas que interesarían a los sofistas tienen que ver con el carácter natural o convencional del lenguaje (physis-nomos) y la reflexión en torno a la educación a través de la cual podemos
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acceder a una “segunda naturaleza” que nos acerca más a la excelencia propia del ciudadano de una democracia. Protágoras, Gorgias, Hipias, Prodicos, Antifón, Critias, Calicles y Trasimaco conformarían este polémico grupo de maestros de la cultura. No nos detendremos en el análisis de cada uno de ellos puesto que lo que realmente nos interesa son sus aportes al desarrollo de la filosofía y al tema que compete a esta unidad que no es otro que la verdad. En síntesis, podríamos decir que los sofistas…
Ilustración 1
-
- Al igual que Sócrates, pensaban que era indigno no cobrar por enseñar. - Pensaban que los conceptos morales no tenían una definición única y universalmente válida ni podrían llegar a tenerla pues estos obedecen a lo que se establece en cada cultura. - Fueron maestros en el arte de la retórica, la oratoria y la persuasión. - Desarrollaron el método de la mayéutica como técnica para hacer aflorar la verdad de las definiciones morales. - La mayoría de ellos rechazó la idea hasta entonces popularizada de que unos hombres nacen mejores que otros en sus virtudes, para los sofistas la virtud era una excelencia que se adquiría a través de la educa-
ción. Proclamaron como teoría moral el intelectualismo ético.
2.2 SÓCRATES Y LAS ESCUELAS SOCRÁTICAS 2.2.1. ACERCA DE SÓCRATES Pocos personajes en la historia de la filosofía resultan tan polémicos como lo es Sócrates. Al parecer no escribió texto alguno, lo que ha llevado a un largo debate sobre su existencia real e influencia en el desarrollo de la filosofía pues todo lo que se sabe de él proviene de cuatro fuentes altamente contradictorias: Los textos de Jenofonte y Platón (quienes al parecer fueron sus discípulos) Aristófanes (quien nos presenta una imagen más bien caricaturesca de este) y Aristóteles que nos presentaría a un Sócrates preocupado sólo por temas de teoría del conocimiento). En El Fedro
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(274-275) Platón nos cuenta que la razón por la cual su maestro no escribió ninguna obra filosófica fue porque este consideraba la escritura letra muerta incapaz de mostrar el camino de la verdad solo accesible a través del diálogo auténtico. Se cree que Sócrates nació hacia el 469 a.c. en una aldea situada en la ladera del monte Licabeto, muy cerca de Atenas; su padre era escultor, su madre partera y desarrollaría sus estudios con Anaxágoras y Arquelao con quienes aprendería matemáticas, astronomía y las enseñanzas de los primeros filósofos. Se dice también que Sócrates conoció a Parménides siendo este último ya mayor y que de él aprendería que no importa de cuantas cosas pensemos está hecho el mundo pues este no es más que una ilusión, no existe y la única realidad verdadera es el Ser (argumento que será capital para la comprensión del pensamiento platónico). Se dice también que a sus treinta años el oráculo de Delfos le declaro el más sabio de los hombres a lo que Sócrates respondería que esto le resultaba muy difícil de creer puesto que solo sé que nada sé. 2.2.2. EL MÉTODO SOCRÁTICO O MAYÉUTICA Sócrates por su parte pensaba que era mejor hacernos preguntas a nosotros mismos que desPlatón. Teetetes. Pág 171 gastarnos en la labor de preguntarle al mundo. El conócete a ti mismo (sentencia que se atribuyó a Sócrates) tendría remarcada importancia en el ejercicio intelectual de nuestro filósofo; a través de las preguntas en las que pretendía no saber nada se convirtió en un consumado maestro en exponer creencias torcidas o erróneas. Este método de hacer preguntas era mucho más complejo de lo que nosotros podríamos imaginar; el debate siempre comenzaba partiendo de los conceptos básicos sobre los que descansaban las ideas del adversario para llevarlo así a especular sobre las consecuencias de sus propias ideas; una vez agotada esta primera fase, Sócrates agudizaría sus preguntas a fin de demostrar los absurdos contenidos en las respuestas de su interlocutor y de esta manera les obligaba a admitir que –al igual que él- ellos no sabían nada ¿cómo lograba Sócrates su empresa? A través de dos sencillas pero potentes herramientas: La ironía y la contradicción. Ahora bien ¿qué sucedía una vez se lograba llevar al contendiente al reconocimiento de sus contradicciones? Una vez aceptada la propia ignorancia, abandonados los prejuicios y saberes infundados, este mismo arte de la pregunta se convertía en una herramienta de acceso al conocimiento, se transformaba en mayéutica, en el arte a través del cual
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se le enseñaba al interlocutor a buscar por sí mismo la verdad que Sócrates creía se hallaba oculta en su interior. La mayéutica es entonces el arte de ayudar a que nazcan las ideas. 2.2.2. EL DEBATE ENTRE SÓCRATES Y LOS SOFISTAS Pocos críticos tan agudos como Sócrates encontrarían los sofistas en la gran Hélade. Para nuestro polémico pensador, es innegable la existencia de leyes estables que facilitan el acceso al conocimiento real y racional por lo que el escepticismo y relativismo de los sofistas le resultaba inaceptable. Ciertamente, Sócrates comparte con los sofistas la preocupación por la educación de los jóvenes y por alcanzar la excelencia y areté pero considera absurdos los planteamientos de los sofistas en torno al conocimiento ¿cómo es posible pretender enseñar la excelencia y afirmar a su vez que el conocimiento es imposible? Para Sócrates, la adquisición de una habilidad o excelencia depende del conocimiento y si este no se posee resulta imposible enseñarlo.
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Tomado de: Apología de Sócrates. 24d – 25c
El fragmento anterior nos ha permitido evidenciar los aspectos del pensamiento Socrático que hemos expuesto en esta unidad, pero hay un componente adicional que en él se nos revela: una finalidad ética. Para Sócrates, la excelencia o areté (virtud) no es una cualidad que de manera preferencial se posea por sangre o posición social sino que –contrario a lo que muchos creían entonces- está basada en valores intelectuales y morales; podríamos decir entonces que un hombre no debe considerarse bueno o malo por el reconocimiento público del que sea objeto (o que tal vez ni siquiera posee) ni mucho menos por los bienes materiales que logre obtener sino por criterios meramente internos, por el contenido moral de su propia conciencia. Quiere esto decir entonces que la razón no es tan sólo un instrumento que nos permite acceder a la verdad sino que es también la fuente y fundamento de la ética; es la facultad que -a través de la búsqueda e investigación de la propia verdad- nos permite ser virtuosos, es decir, definir una moralidad en la que decidimos ser buenos en el pleno ejercicio de nuestra autonomía. A esta doctrina de lo moral que nace con Sócrates se le conoce como intelectualismo moral. No hemos agotado aquí de ninguna manera la carismática, ambigua y controversial figura de Sócrates, razón por la que te invitamos a que te acerques a los diálogos platónicos y profundices en cada uno de los aspectos hasta aquí tratados.
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2.3. PLATÓN 2.3.1. BREVE CONTEXTUALIZACIÓN Oriundo de Atenas, Platón se convertiría en una de las figuras nucleares de la historia de la filosofía gracias a su vitalidad intelectual. Hijo de la tradicional aristocracia ateniense (Su padre era descendiente de reyes y su madre pertenecía a la familia de Solón) este inquieto joven se desarrollaría en un contexto complementario aunque conflictivo: dentro de su núcleo familiar la preocupación por la vida política de Atenas era un tema sentido y de alguna manera disímil a un entorno social determinado por las guerras de Peloponeso que representaban la pugna entre dos maneras opuestas de entender la vida y la sociedad: Aristocrácia Vs Democrácia. Su nombre era Aristocles pero con el tiempo le sería asignado el sobrenombre de Platón que significa “el de espaldas anchas”; se dice que fue discípulo de Sócrates, con el que se prepararía para el ejercicio de la vida política de la que rápidamente se desencantó; La victoria de los espartanos sobre Atenas, la imposición del gobierno de los treinta tiranos (algunos de ellos familiares de Platón) y su incapacidad para establecer el orden y actuar justamente, desencadenarían un descontento general que llevaría -al cabo de un año- al restablecimiento de la democracia en Atenas, floreciente sistema en el que se juzgaría y condenaría a muerte a su maestro Sócrates; estos hechos convencieron a Platón de la fragilidad e ineficacia del ejercicio político en tal contexto por lo que decide desistir de sus primeros intereses y preocuparse por cuestiones más teóricas. “Antaño, cuando yo era joven, sentí lo mismo que les pasa a otros muchos. Tenía la idea de dedicarme a la política tan pronto como fuera dueño de mis actos, y las circunstancias en que se me presentaba la situación de mi país eran las siguientes: al ser acosado por muchos lados el régimen político entonces existente, se produjo una revolución; al frente de este cambio político se establecieron como jefes cincuenta y un hombres: once en la ciudad y diez en el Pireo (unos y otros encargados de la administración pública en el ágora y en los asuntos municipales), mientras que treinta se constituyeron con plenos poderes como autoridad suprema. Ocurría que algunos de ellos eran parientes y conocidos míos y, en consecuencia, me invitaron al punto a colaborar en trabajos que, según ellos, me interesaban. Lo que me ocurrió no es de extrañar, dada mi juventud: yo creí que iban a gobernar la ciudad sacándola de un régimen injusto para llevarla a un sistema justo, de modo que puse una enorme atención en ver lo que podía conseguir. En realidad, lo que vi es que en poco tiempo hicieron parecer de oro al antiguo régimen; entre otras cosas, enviaron a mi querido y viejo amigo Sócrates, de quien no tendría ningún reparo en afirmar que fue el hombre más justo de su época, para que, acompañado de otras personas, detuviera a un ciudadano y lo condujera violentamente a su ejecución, con el fin evidente de hacerle cómplice de sus actividades criminales tanto si quería como si no”. Platón, Carta VII. (El fragmento citado se encuentra en la primera página del documento citado en bibliográfia)
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Tras la muerte de su maestro, Platón experimenta una profunda crisis vital, política y filosófica que lo llevaría a emprender algunos viajes, en uno de ellos visitó Sicilia en donde superaría definitivamente su difícil experiencia vital tras experimentar el estilo de vida de la comunidad pitagórica de quienes heredaría –entre muchas cosas- la idea de la inmortalidad y la transmigración de las almas y la explicación del mundo sensible mediante entidades matemáticas. Una vez de regreso en Atenas después de su enriquecedor viaje, Platón fundó una escuela que se convertiría en el centro de la vida intelectual durante muchos siglos: La Academia; allí, el estudiante podía aprender sobre gran diversidad de materias (filosofía, matemáticas, música, astronomía) consideradas fundamentales para formar hombres aptos para la vida política. Sería en la Academia donde Platón lograría desarrollar su filosofía más emblemática: fundamentar la posibilidad de alcanzar la verdad absoluta tomando como fundamento y camino la teoría del conocimiento y la teoría de las ideas; y sería también allí donde conocería a uno de sus más fieles discípulos. Aristóteles.
2.3.2. ¿QUÉ SON LOS DIÁLOGOS DE PLATON? De Platón se han conservado varios textos denominados “diálogos”, son un ejemplo genuino del arte dialéctico; en ellos varios personajes conversan sobre cuestiones filosóficas mediante la argumentación y la oposición de opiniones diversas que se van modificando debido a la influencia que ejercen mutuamente sobre si hasta el surgimiento de una solución superadora. A este arte del dialogar en el que dos posiciones opuestas van caminando de manera conjunta hacia la verdad le conocemos como dialéctica. En la actualidad se conservan 36 diálogos que han sido atribuidos a Platón y que los estudiosos de su pensamiento han clasificado en las siguientes etapas (ver ilustración 4) (se mencionarán en cada etapa sólo algunos textos)5 Resaltan en los diálogos la multiplicidad de mitos y metáforas utilizadas por Platón con el objeto de ejemplificar sus teorías nucleares, no agotaremos aquí la temática de cada uno de ellos pero proponemos un esquema general de clasificación de los mismos (Ver Ilustraciones 5 y 6)
5
La clasificación que aquí se presenta es una adaptación de la propuesta de - LLEDO, E.: "Introducción general", en Diálogos de Platón I. Madrid, Gredos, 1985, 2ª reimp., pp.51-55. GUTHRIE, W.K.C.: A History of Greek Philosophy. Cambridge University Press, 1962. Traducción española, Historia de la Filosofía Griega. Madrid, Gredos, 1990, vol. IV, p.60., sigue este esquema de agrupar en cuatro bloques los diálogos relacionándolos con los viajes, siguiendo a LEISEGANG.: “Platón”, Realencyclopädie der klassischen Altertumxvissenschaft, ed. Wissowa, 2350 y ss. Citado en: MORLA Rafael. Las obras de Platón. Eikasia. Revista de filosofía, 12, extraordinario I (Agosto de 2007). Versión electrónica disponible en: http://www.revistadefilosofia.com/11-1.pdf
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La linea Niveles de realidad existentes (República. L VI)
METÁFORAS PLATÓNICAS La tablilla de cera
La pajarera
Teoría del conocimiento (teeteto)
La mente y la memoria (Teeteto)
Carro alado Alma (Fedro) Mito de Er Theuth
Destino del alma una vez muerto el cuerpo
Arte y escritura (Fedro)
(República L. X)
MITOS PLATÓNICOS
La caverna
Los metales
La condicion humana y el conocimiento
División y organización social
(República. L VII)
L. III)
(República
El Demiurgo Origen del mundo sensible (Timeo)
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Las cigarras Honra a los dioses (Fedro)
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2.3.3. LOS APORTES DE PLATÓN A LA FILOSOFÍA: EL CONOCIMIENTO Y LA VERDAD6 Siendo un consumado investigador y académico, Platón no tardaría en descubrir que si bien su interés intelectual estaba cimentado en el análisis de la Política, sería necesario abordar primero algunas cuestiones filosóficas básicas a fin de poder afrontar los temas sociales con mayor rigor; así por ejemplo, Platón buscó establecer cómo es la realidad y cómo se accede a ella. La teoría de las ideas es una síntesis filosófica de lo que la tradición había logrado construir hasta entonces desde los filósofos naturalistas hasta Sócrates, resaltando en ella la tensión ya estudiada entre Heráclito y Parménides según la cual este último consideraría que la realidad genuina es eterna e inamovible mientras que Heráclito defendía el cambio y el eterno fluir de las cosas. En esta teoría de Platón encontraremos una solución a la álgida discusión sobre la permanencia y el cambio incluyendo otros elementos, veamos un poco más de que se trata. Te invito a que hagas el siguiente ejercicio: Observa las cosas que te rodean, verás que están sujetas a una temporalidad, que sufren continuos cambios y que por mucho que se esfuercen siempre llegarán a un final; ahora cierra los ojos y piensa en la belleza perfecta, el carro perfecto, la casa perfecta, el paisaje perfecto etc. Estas imágenes que vienen a tu mente son modelos desde los que puedes recrear muchas realidades y si lo piensas detenidamente estos carecen de todas las características y limitaciones de las cosas que observas en la realidad. ¿No has tenido acaso la experiencia de tener una representación ideal en tu mente sobre una maqueta, una pintura, una receta, la fachada de tu casa, etc y luego, cuando tratas de recrearla en la realidad no tiene la apariencia exacta de como la visualizas mentalmente? La teoría de las ideas afirma la existencia de unas entidades inmateriales absolutas, inmutables, perfectas, universales e independientes del mundo físico. A estas realidades les llamamos ideas del mundo inteligible. Los objetos y fenómenos que nos rodean son cambiantes y contingentes porque solo son copias o imitaciones de la verdadera realidad, de las ideas. Platón nos plantea entonces la existencia de dos mundos: el primero de ellos es el mundo inmutable y perfecto de las ideas y por otro el imperfecto y fugaz del mundo de las cosas
…Es necesario admitir que existe una primera realidad: todo lo que tiene una forma inmutable, que de ninguna manera nace y muere, que nunca admite en sí ningún elemento venido de fuera, que nunca se transforma en otra cosa, lo que no es perceptible ni por la vista ni por ningún otro sentido, que sólo la inteligencia puede comprender. Hay una segunda realidad que lleva el mismo nombre: es parecida a la primera, pero cae bajo la experiencia de los sentidos, es engendrada, siempre está en movimiento, nace en un sitio determinado y seguidamente desaparece, es accesible a la opinión unida a la sensación. Platón. Timeo. 52
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Este material no pretende ser un estudio exhaustivo sobre cada uno de los temas de estudio aquí propuestos. Por la relevancia capital que la teoría de las ideas tiene en la comprensión del pensamiento platónico, te sugerimos profundizar en el tema a través del diálogo de Platón titulado Timeo en el cual se expone en detalle la teoría en cuestión.
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Hay varios aspectos que vale la pena enfatizar sobre esta teoría. En primer lugar debemos decir que posee un doble Ideas de componente: el primero de ellos es el Justicia, valentía y lógico que identifica las ideas, formas o órden universales con conceptos generales, así por ejemplo, yo puedo identificar varias Ideas o conceptos matemáticos razas de perros cada una con características muy particulares, pero el concepto de perro es único y universal. El segundo Ideas de las cosas naturales componente es el metafísico que afirmará la existencia real de los universales; no solo poseemos una definición universal de “perro” sino que esta se determina a partir del perro ideal, perfecto e inmutable que se halla en el mundo donde se encontrarán las demás ideas perfectas. Un segundo aspecto tiene que ver con la jerarquización de las ideas; En el mundo sensible, las cosas no tienen la misma importancia, están jerarquizadas (la cadena alimenticia, las clases sociales, etc) y según Platón esta jerarquía natural existe en tanto que es una réplica de la jerarquía ideal ¿Cómo están jerarquizadas las cosas y fenómenos en el mundo ideal? Platón propondrá una jerarquización de estas ideas tal como se ilustra en el diagrama piramidal. Idea de Bien o de Belleza
El tercer aspecto está relacionado con la dependencia existente entre las ideas y las cosas ¿qué relación existe entre la idea y su respectiva cosa? Según Platón, las cosas participan de las ideas toda vez que poseen alguna cualidad de estas y a su vez las ideas son modelos que las cosas imitan o copian; esto significa que todo lo existente y perceptible en este mundo proviene como imitación de un modelo ideal. Así por ejemplo, todas las mujeres poseen alguna característica de la mujer perfecta del mundo de las ideas y esto es así porque son modelos o copias de esta. En el diálogo Timeo, Platón ilustra su teoría a través de un famoso relato conocido como el mito del demiurgo. Según el texto, el demiurgo tomó la materia desordenada y buscó modelarla tomando como referente lo existente en el mundo de las ideas; con la paciencia del escultor, el Demiurgo reemplazo el caos introduciendo orden, armonía y estructura matemática y el resultado de su iniciativa sería el mundo sensible. Pero su labor no termina aquí, adicional a su “creación”, el demiurgo introduce a las cosas una finalidad, una teleología, una inspiración o apetito que les lleva a buscar su pleno desarrollo, su perfección, su bien. Más tarde, en otro texto de su madurez (el Banquete) platón nos explicará que este apetito del Bien es en realidad un impulso amoroso y que en el plano intelectual tiene que ver con el proceso racional que permite elevarse progresivamente hacia el conocimiento de las cosas superiores. Te estarás preguntando ¿De qué manera se puede entonces acceder a las ideas? Para dar respuesta a estas preguntas Platón recurrirá a otro mito (y sin lugar a dudas el más famoso): el mito de la
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caverna7 en el que Platón describe alegóricamente el doloroso y difícil camino hacia el conocimiento: El hombre se encuentra encadenado en el fondo de una cueva oscura e ignora que existen otras realidades, la caverna es iluminada por una tenue hoguera y en la que solo puede ver sombras proyectadas gracias a esta sin distinguir cosa alguna; si el hombre logra liberarse de su yugo podrá emprender el empinado camino hacia la salida y allí, encontrar la luz verdadera, la luz del sol y toda clase de cosas verdaderas. Ahora bien ¿Cómo responde este mito a las preguntas que previamente nos planteamos? El hombre encadenado simboliza la condición inicial de la humanidad ignorante y engañada, el interior de la caverna se refiere al mundo de las cosas, el empinado y difícil camino hacia la salida representa el proceso del conocimiento y el mundo real no es otro que el mundo de las ideas. ¿Qué es entonces el conocimiento para Platón? Es acercamiento a la verdad posible solo si la ignorancia y el engaño son superados, según esto, la verdad se encuentra en el mundo ideal al que solo es posible entender a través de un proceso de acercamiento y contemplación; a cada nivel de conocimiento que se alcance a través de este proceso le corresponden diferentes niveles de realidad de los que se obtienen dos grados diferentes de conocimiento: La opinión (conocimiento posible en el mundo de las cosas cambiantes, no es auténtico conocimiento sino más bien creencia) y la ciencia (es el conocimiento racional del mundo ideal o inteligible y por lo mismo es auténtico). Para que podamos entender la propuesta platónica sobre el conocimiento, revisemos los siguientes esquemas: CARACTERÍSTICAS DE LOS MUNDOS PLANTEADOS POR PLATÓN MUNDO SENSIBLE
MUNDO INTELIGIBLE
CONTENIDOS
Imágenes reflejadas, sombras, objetos físicos
Arquetipos o esencias ideales
EJE
El sol. Elemento que ilumina el mundo sensible y le da vida.
El Bien. Elemento que culmina la jerarquía de las ideas y les da sentido.
CATEGORÍA ONTOLÓGICA
Copia. Los objetos participan de las ideas, las imitan.
Modelo. Posibilita la existencia de objetividad.
DIMENSIÓN
Espaciotemporal. Todo lo que contiene ocupa un lugar y está sujeto al paso del tiempo.
Aespacial y atemporal. No se localiza en ninguna parte y no se posiciona en el tiempo.
POSIBILIDAD DE CAMBIO
Dinamismo. Es un mundo cambiante continuamente.
Es estático, las ideas no varían, son permanentes de forma inmutable.
ESTADO
Corruptible e imperfecto. Todos los seres que habitan en el tienen una duración limitada y finita.
Incorruptible y perfecto. En él nada nace ni muere.
CORRELATO ANTROPOLÓGICO
El cuerpo. Se pueden incluir aquí las almas concuspiscible e irascible, dado su carácter mortal.
El alma racional. Preexiste al cuerpo y seguirá existiendo tras su muerte. Su “estar” corporal es sólo accidental
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Nuevamente, dada la relevancia de este texto para el estudio de Platón, recomendamos a ustedes realizar la lectura de La Republica de Platon, VII. Allí podrán hacer la lectura detallada del mito que acá se refiere.
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FUENTE DE CONOCIMIENTO
La sensación. A través de la experiencia sensorial adquirimos noticia del mundo circundante.
La intelección. Mediante nuestra inteligencia discursiva e intuitiva, podemos lograr la reminiscencia.
ARQUETIPO DE CONOCIMIENTO
Particular y contingente. Nos informa sobre lo concreto e individual.
Universal y necesario. Nos enseña la esencia de cada cosa.
CONDICIÓN EPISTEMOLÓGICA
Opinión, parecer, creencia. Conocimiento probable que carece de certeza.
Ciencia y saber. Conocimiento auténtico. Otorga seguridad y certeza.
NIVELES DE CONOCIMIENTO SEGÚN PLATÓN
Ilustración 2 y 7
¿Cómo podemos alcanzar el conocimiento? La respuesta de Platón es que nosotros en nuestra alma hemos tenido desde siempre en estado latente huellas o señales del mundo de las ideas y es necesario despertarlas; así pues conocer o aprender consiste en evocar o recordar estas ideas. Podría decirse que Platón es francamente optimista en relación con las capacidades de la razón humana; ciertamente nos encontramos por naturaleza encadenados a la ignorancia pero a su vez tenemos los medios suficientes para deshacernos de las cadenas a través del cultivo de nuestro intelecto. “No hay enseñanza sino reminiscencia” afirma Platón en el diálogo Menon y por lo tanto, el conocimiento verdadero no se adquiere a lo
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largo de la vida sino que se encuentra ya en nosotros
Fragmentos tomados de Menon. Pp 306 -313
Llama la atención el hecho de que Platón recurriese a la matemática para ejemplificar su teoría sobre la reminiscencia ¿podríamos hacer un ejercicio similar sobre cualquier tema? ¿Sobre ética o política por ejemplo? Veamos que nos dice Platón al respecto 2.3.4 EL DUALISMO ALMA - CUERPO EN PLATÓN Como ya hemos visto, es una constante en Platón utilizar mitos y metáforas para exponer sus teorías. Con el mito de la caverna Platón enlaza la teoría de las ideas con la teoría del conocimiento; Ahora, con el mito del carro alado veremos que así como existe en su obra la dualidad ideas – cosas, también existe la dualidad alma-cuerpo.
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El mito del carro alado hace parte del diálogo Fedro y en él Platón busca explicar su concepción acerca del alma y la manera como esta puede acercarse a su perfeccionamiento a través de la razón. En el mito, Platón compara el ama humana con un carro alado: el carro es conducido por el auguria en tanto una pareja de caballos alados (una blanco y otro negro) tiran de él; el caballo blanco es bueno y bello, el caballo negro es malo y feo; el primero simboliza las tendencias positivas de los hombres y las pasiones nobles como el coraje y la esperanza, el segundo simboliza las tendencias negativas del hombre y sus más bajas pasiones, el instinto de conservación y la sexualidad. La parte que ha sido representada con el caballo blanco será denominada por Platón como la parte irascible del alma y la parte representada por el caballo negro será la parte concupiscible del hombre; la primera se ubicará en el pecho y la segunda en el vientre. El auguria por su parte representa la capacidad intelectual del hombre o pensamiento, se suele llamar parte racional del alma y se localiza en la cabeza; el carro simboliza al alma que pertenece al mundo de las ideas y a él desea retornar ¿y que es necesario para que esto suceda? Si el auguria logra controlar la pareja de caballos le será posible obtener provecho de las alas y elevarse hasta gozar de la contemplación de las ideas pero si no hay control sobre la pareja de caballos, estos desequilibrarán el carro (alma) y perderán las alas. Esta alma caída y aprisionada en un cuerpo terrestre se encontrará entonces fuera de su hogar (el mundo de las ideas) anhelando siempre retornar a este, so pena lo sucedido, aún existe una posibilidad de retorno: es necesario hacer nacer de nuevo las alas y para ello el amor juega un papel fundamental… pero de ello hablaremos más adelante. ¿Qué es el alma para Platón? Es una fuerza, una entidad dinámica que integra tres partes: la racional o intelectiva, la irascible o de las tendencias positivas y la concupiscible o de las tendencias negativas; a cada una de estas partes le corresponde una virtud que debe ser desarrollada a través del uso de la razón: Un alma que desarrolla la virtud de la fortaleza estará capacitada para afrontar todo tipo de situaciones, un alma que desarrolla la templanza será capaz del autogobierno de los instintos y un alma sabia lograra conducirnos exitosamente hacia el conocimiento verdadero. Cuando todos estos elementos se dan, se produce armonía en el hombre, a este equilibrio es al que Platón denominará justicia. Entonces ¿Cuál es la relación del ALMA cuerpo y el alma en la concepción platónica? El cuerpo es la cárcel del alma; para Platón el RACIONAL IRASCIBLE CONCUPISCIBLE hombre es fundamentalmente su alma y se encuentra unida al PASIONES PENSAMIENTO SABIDURÍA FORTALEZA INSTINTOS TEMPLANZA cuerpo por accidente, pero una NOBLES vez se unan es necesario que el alma se posesione como amo y el cuerpo como esclavo en tanto la primera es perfecta, inmortal y proveniente del mundo de las ideas mientras que el segundo es corruptible y pertenece al mundo de las cosas sensibles y tem-
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porales; si las relaciones de poder se invierten el resultado será el caos y desequilibrio para el hombre. 2.3.4.1. EL AMOR COMO RUTA DE RETORNO ¿Qué es el amor para Platón? Antes de considerar una respuesta a esta pregunta, te invitamos a que reflexiones acerca de los siguientes enunciados
El amor es una fuerza capaz de transformar la propia personalidad
El amor es una fuerza inspiradora de grandes hazañas
El amor es la fuerza capaz de generar la naturaleza
Es el deseo de "recibir" propio de quienes creen son dignos de ser amados
El amor es nuestro anhelo de encontrar lo que nos falta (cada mitad busca su otra mitad)
El amor es el deseo de lo que no se tiene, es el deseo de la plena realización humana
Con seguridad ya has escuchado estas opiniones sobre el amor, lo que tal vez no sabías hasta ahora es que todas y cada una de ellas se encuentra en el diálogo de Platón titulado El Banquete; texto dedicado básicamente a este tema y en el que –a pesar de las diversas opiniones de los personajes- se hace evidente que el objetivo de Platón es demostrar que el amor es ante todo un anhelo de la belleza que una vez alcanzado, le permitirá al alma recuperar sus capacidades y retornar a su hogar. El amor debe entenderse en tres momentos: el deseo de los cuerpos bellos que nos rodean (primera fase), el anhelo hacia las almas justas, las almas bellas (segunda fase) y en estado de perfección, es el anhelo hacia las ideas, es el alma deseante del Bien y de la Belleza (última fase). A esta forma superior de amor (que no todas las almas alcanzan) es a lo que se denomina amor platónico y es la única forma capaz de devolverle las alas al alma. 2.3.4. PENSAMIENTO POLÍTICO EN PLATÓN8 Si tuviésemos que describir una organización sociopolítica justa e ideal ¿cómo lo haríamos? Lo que Platón nos plantea en La República es precisamente la respuesta a esta pregunta. Nuestro 8
La teoría política de Platón es sin lugar a dudas uno de los temas más importantes de su pensamiento y resulta vital para el estudio de Aristóteles, por esta razón sugerimos realizar la lectura del diálogo La República a fin de contextualizar y ampliar la información que acá se te ofrece.
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filósofo diseñará un Estado ideal que considera debe ser ejemplo y modelo de todos los Estados históricos; nos referimos a una sociedad modélica en la que el bien y la justicia son una realidad y cuyo objetivo final debe ser alcanzar la felicidad de todas las personas que le integran. Para que esta utópica sociedad sea posible se necesitan excelentes gobernantes que deben haber accedido ya al conocimiento más elevado recorriendo la senda que hasta aquí hemos estudiado; adicionalmente a ello, los ciudadanos deben hacerse conscientes de su condición y responsabilidad dentro de la construcción de las condiciones ideales para alcanzar la felicidad colectiva. En este contexto, Platón divide la Polis en tres clases sociales básicas y necesarias así:
Gobernantes Responsables de ejercer el poder político y tomar decisiones. Aquí se encuentran las personas que han accedido al conocimiento y la contemplación de las ideas. Es la clase de los Gobernantes - filósofos.
Militares Encargados de proteger y defender la ciudad tanto. Deben ser cuidadosamente seleccionados por su valentía y excelencia personal
Trabajadores No les corresponde el ejercicio de las actividades políticas , deben procurarle a la totalidad de miembros de la Polis los recursos necesarios para satisfacer las necesidades básicas de todos sus miembros
La pregunta que surge una vez comprendido el esquema es ¿quién y/o cómo se determina a qué clase social pertenecerá cada individuo? Los individuos no nacen iguales. Nuestra naturaleza y carácter nos predisponen para un determinado tipo de tareas y corresponde a cada Estado la estructuración de clases sociales acordes a los dictámenes naturales. Podría llegar a considerarse que tal destino particular de los hombres es arbitrario e injusto pero no debe olvidarse que para Platón la estructura tripartita del Estado es equivalente a la estructura tripartita del alma, así pues, en la Polis hay justicia cuando cada clase realiza lo que le corresponde en función de su propia naturaleza, cuando los gobernantes ejercen su función con sabiduría y los gobernados obedecen a estos; este equilibrio traerá la felicidad y la bondad a todos y cada uno de los que componen la polis.
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UNIDAD 3 Raciocinio y realidad. “La inteligencia consiste no sólo en el conocimiento, sino también en la destreza de aplicar los conocimientos en la práctica”. Aristóteles
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3.1. ARISTÓTELES 3.1.1. SOBRE EL FILÓSOFO Y SU CONTEXTO Aristóteles nació alrededor en el 384 a.c. en Estagira, una pequeña ciudad en la península de Calcídica habitada por macedonios y tracios, reinos que los civilizados griegos del sur consideraban primitivos y analfabetos. El padre de Aristóteles, Nicómaco, a pesar de ser un griego puro, se relacionó con el rey Amintas de macedonia y se convirtió en médico y consejero oficial de la familia real y fue gracias a la relación de su padre con el rey macedonio que Aristóteles trabó Amistad con Filipo, hijo del rey y futuro heredero al trono. La madre de Aristóteles por su parte también provenía de familia de médicos y este hecho hizo que -además de la educación que tradicionalmente se ofrecía a los griegos de la aristocracia- Aristóteles recibiera formación especial en los principios básicos de la medicina de la época y de allí vendría su interés por la biología. Pero la suerte no acompañaría al Estagirita indefinidamente, para el año 367 a.c. Aristóteles se trasladó a Atenas, para entonces, ya se encontraba huérfano de padre y madre y el rey Amintas había muerto. En Atenas Aristóteles ingresa a la Academia de Platón de la que se haría miembro activo durante los siguientes veinte años (desde los 17 a los 37), primero como alumno y después como profesor y discípulo excepcional de Platón. En aquella época, existía una escuela rival de la academia: la escuela retórica de Isócrates donde muchos políticos se formaban en busca de una mayor habilidad persuasiva con el lenguaje. Aristóteles siempre consideró lo que allí se enseñaba como retórica superficial y vacía y se esforzó en el desarrollo de una retórica con contenido por lo que se convertiría en el primer profesor de retórica de la Academia (materia inicialmente despreciada por los platónicos) en el desarrollo de su oficio, llegaron tiempos difíciles para macedonia que obligaron a Aristóteles a abandonar precipitadamente su querida Academia y Atenas. Filipo II de Macedonia, una vez empoderado en el trono (358 a.c.) inició astutas campañas diplomáticas y militares que lo llevaron a una oposición de hegemonía sobre toda Grecia y este proceso provocó profundos odios entre los Atenienses hacia los macedonios y Aristóteles, cuyas excelentes relaciones con el poder macedonio eran bien conocidas, tuvo que abandonar Atenas (347 a.c.) con la profunda tristeza de la muerte de Platón. Todo ello lo llevaría a un duro peregrinaje por tierras griegas. En Aso, Aristóteles fundaría una nueva Academia en la que reunió algunos alumnos y colaboradores, allí conoció a su discípulo predilecto, Teofrasto de Ereso. Hermias fue muerto a manos de los persas y Aristóteles se trasladó a Mitilene, en la isla de Lesbos. Durante los años que Aristóteles vivió en Aso y Mitilene, el Estagirita pasaba gran parte del tiempo observando, catalogando y describiendo animales, plantas y fenómenos meteorológicos y simultáneamente e fue produciendo un evidente distanciamiento de las posiciones platónicas. En el año 342 a.c. El rey Filipo le pidió a Aristóteles que se encargara de la educación de su hijo Alejandro (el futuro Alejandro Magno). Aristóteles acepto y, junto con sus colaboradores se trasladó a Macedonia con la esperanza de formar al futuro rey fusionando (como lo había querido Platón) el poder intelectual con el poder político. Alejandro iniciaría su formación con Aristóteles
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desde los trece años hasta los dieciséis cuando el joven principio debió asumir la regencia toda vez que su padre se encontraba ausente en acciones bélicas; sin embargo, la experiencia no sería tan enriquecedora como Aristóteles lo esperaría, el joven Alejandro no era un oyente adecuado para lecciones de política porque le faltaba experiencia de vida y esta era –en opinión de Aristóteles- punto de partida para toda reflexión política. En el 336 a.c. Filipo fue asesinado, en medio de la convulsión política, Alejandro se impuso como nuevo monarca y allí iniciaría la historia del gran Alejandro Magno. Mientras su alumno conquistaba Persia, Egipto, el Indo y sometía a Atenas; Aristóteles decide fundar un centro alternativo a la Academia que recibiría el nombre de “Liceo”, centro dedicado a la actividad científica y teórica de observación empírica y de especulación a partir de ella, allí transcurrió el último periodo de su vida. En el año 323 a.c. murió Alejandro; Aristóteles fue acusado de impío y para evitar lo que él denominó un segundo crimen contra la filosofía (recordemos la muerte de Sócrates) abandonó Atenas y se retiró a la isla de Eubea. Al año siguiente, (322 a.c.) Aristóteles murió a los 62 años. Su discípulo Teofrasto fue el nuevo director y continuador del Liceo. De la obra de Aristóteles se conserva una mínima parte, prácticamente, la totalidad de las obras de Aristóteles hoy conservadas pertenece a su tercer periodo o años de Liceo que podemos clasificar de la siguiente manera:
3.1.2. TEMAS FUNDAMENTALES DEL PENSAMIENTO ARISTOTÉLICO Siendo una de las figuras emblemáticas de la historia de la filosofía, el estudio de la figura de Aristóteles resulta bastante extenso, por ello, realizaremos una aproximación general a cada uno de los tópicos trabajados por el Estagirita, concentrándonos de manera especial en sus aportes relacionados con la ética, eje temático de esta unidad.
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3.1.2.1. LA METAFÍSICA En la unidad 1 veíamos que una de las preocupaciones primordiales de los filósofos fue encontrar una explicación racional para su entorno, un esclarecimiento que les permitiera comprender la naturaleza; Ese interés pronto se tradujo en una investigación sobre el cambio y la permanencia, cuestiones que paulatinamente (tras los intentos de conciliación entre y una y otra concepción realizados por Platón) dieron paso a las inquietudes por el ser y la realidad. ¿Qué posición asumió Aristóteles frente a estas cuestiones? Para comprender cuál es la concepción Aristotélica sobre el cambio y la permanencia debemos adentrarnos la física aristotélica (ciencia del ente móvil), la metafísica y la concepción de realidad del Estagirita quien trata de superar la teoría de las ideas de Platón. A fin de entender de qué manera se produce esta fractura entre Aristóteles y su maestro te invito a que reflexionemos lo siguiente: Platón nos decía que la idea de caballo era diferente al caballo mismo (cada uno pertenecía a un mundo desemejante y poseía características disímiles; Aristóteles por su parte pensará que la idea de caballo y el caballo real son http://filogaviota.blogspot.com/ dos dimensiones sobre un mismo ser así pues, la idea de caballo concurre dentro de cada uno de los caballos existentes. En Aristóteles, los dos mundos de Platón se convierten en dos dimensiones presentes en todo ser sensible, en dos caras (materia y forma) de una misma realidad. La concepción metafísica de la realidad que encontramos en Aristóteles es muy simple y se le denomina hileformismo: La realidad, es decir, aquello que es y existe la designa sustancia, y con ello hace referencia a todos los individuos concretos que nos rodean y que constituyen la única y auténtica realidad, concreta, corpórea, compuesta de materia (componente físico) y forma (conjunto de cualidades específicas de una cosa que hacen que sea aquello que es) que son por su naturaleza –muy a pesar de lo que decía Platón- inseparables (se necesitan una a la otra). Ahora bien, todos estamos de acuerdo en que las sustancias se transforman, no hay una sola de ellas que sean inmune al paso del tiempo aun cuando Parménides insistiera en que el cambio y el movimiento son una ilusión; en franca oposición, Aristóteles no vacilaría en criticar abiertamente el tratamiento que Parménides le dio al ser, no es que Aristóteles niegue la existencia del ser, es simplemente que para él no existe un único ser sino múltiples maneras de ser o no ser. Expliquémoslo con algunos ejemplos: un niño no es un anciano… pero puede llegar a serlo; un cocodrilo no es un bolso… pero puede llegar a serlo; un estudiante no es un profesional… pero puede llegar a serlo; un niño es en acto pero en potencia puede ser un anciano, el cocodrilo es en acto pero en potencia puede ser un bolso, un estudiante es en acto pero en potencia puede ser un profesional… ¿acto? ¿Potencia?
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¿A qué nos referimos cuando hablamos de potencia y acto? Cuando Aristóteles habla de potencia (dynamis) se refiere a la capacidad que posee la materia de una sustancia de asumir o recibir una forma diferente de la que tiene; el acto (enérgia) por su parte es la realidad actual de cualquier sustancia, es decir, la forma particular en la que se halla la materia en el momento presente, en otras palabras es la actualización de una potencia
POTENCIA
ACTO
La bina acto-potencia es la que hace posible la explicación del fenómeno físico del cambio, de la adquisición de una nueva forma por parte de la materia. Todo ser está en acto de alguna cosa y tiene diferentes potencias y esto explica el dinamismo que regula al mundo. Concluyamos entonces que para Aristóteles todo cambio consiste en la actualización de una potencia. Ya sabemos entonces que todas las cosas cambian, ahora bien ¿qué se necesita para que el cambio se produzca? La explicación del cambio en Aristóteles se complementa con la teoría de las cuatro causas.
SUSTANCIA
Causa material Causa formal Causa eficiente Causa final
Tabla de madera, pintura La idea del artista Leonardo Da Vinci Objetivo que motivó al artista CAUSAS
Es necesario aclarar que el concepto de causa que utiliza Aristóteles es diferente al que actualmente empleamos en nuestra vida cotidiana; para el Estagirita, las causas son: aquello de lo que está hecho una sustancia (materia), sus cualidades esenciales (forma), el ejecutor (causa eficiente) y el objeto que persigue (finalidad). De las cuatro causas que establece Aristóteles la causa final es la más importante porque si asumimos que todas las sustancias responden a un objetivo, entonces estaremos de acuerdo en que “la naturaleza no hace nada en vano” (De Caelo, 271 a 33). Así como el hombre actúa motivado por unos objetivos, toda la naturaleza responde también a unos fines determinados que no son otros que el mejoramiento y perfeccionamiento a través de la actualización de las potencias ¿cómo se origina todo este movimiento? ¿De dónde viene? Aristóte-
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“(985a) Todos los hombres desean por naturaleza saber. Así lo indica el amor a los sentidos; pues, al margen de su utilidad, son amados a causa de sí mismos, y el que más de todos, el de la vista. En efecto, no sólo para obrar, sino también cuando no 25 pensamos hacer nada, preferimos la vista, por decirlo así, a todos los otros. Y la causa en que, de los sentidos, éste es el que nos hace conocer más, y nos muestra muchas diferencias. Por naturaleza, los animales nacen dotados de sensación; pero ésta no engendra en algunos la memoria, mientras que en otros sí. Y por uso de éstos son más prudentes y más aptos para aprender (980b) que los que no pueden recordar; son prudentes sin aprender los incapaces de oír los sonidos (como la abeja y otros animales semejantes, si los hay);aprenden, en cambio, los que, además de memoria, tienen este sentido. 25 Los demás animales viven con imágenes y recuerdos, y participan poco de la experiencia. Pero el género humano dispone del arte y del razonamiento. Y del recuerdo nace para los hombres la experiencia, pues muchos recuerdos de la misma cosa (981a) llegan a constituir una experiencia. Y la experiencia parece, en cierto modo, semejante a la ciencia y al arte, pero la ciencia y el arte llegan a los hombres a través de la experiencia. Pues la experiencia hizo el arte como dice Polo, y la inexperiencia 5 el azar. Nace el arte cuando de muchas observaciones experimentales surge una noción universal sobre los casos semejantes”
les plantea la existencia de un primer motor inmóvil que mueve todo el Universo, un motor que es acto puro, forma pura sin materia que genera el movimiento como causa final y no como causa eficiente ya que todo el Universo se mueve y transforma por la atracción y el deseo de aproximarse a esta perfección. Esta concepción teleológica de la naturaleza será fundamental para el estudio de la filosofía medieval. 3.2.1.2 EL CONOCIMIENTO Como puedes ver en el fragmento de la Metafísica que aquí se referencia, Aristóteles considera que la curiosidad y el ansia de conocimiento son características propias de los hombre pero ¿qué es lo que motiva este afán de saber? Según Aristóteles, la motivación es una amalgama entre la ignorancia, la admiración y la sorpresa. Cuando estamos atados a las cosas cotidianas, a una regularidad que no nos obliga a cuestionarnos sobre las cosas nuestro deseo de saber estará siempre insatisfecho; pero cuando nos abrimos a la incertidumbre, tendremos la posibilidad de maravillarnos y filosofar. En lo que refiere a los tipos de saber posible, Aristóteles nos plantea una triple clasificación: El saber técnico (que también denomina productivo o poético) que se ocupa del estudio de las producciones o creaciones humanas, es decir, aquellas actividades realizadas según unas reglas, unos principios y una técnicas; este conocimiento es propio de la retórica, la poética, la economía y la arquitectura. El segundo tipo de conocimiento es el práctico que está siempre orientado a guiar la acción y el comportamiento individual y colectivo de las personas; en este grupo de saberes se encuentra la ética y la política y finalmente el saber teórico que por su naturaleza no es productivo ni útil sino que puede ser especulativo o contemplativo y surge del deseo de entender la realidad, sus causas y su sentido; pertenecen a este grupo la física, la matemática, la metafísica y la teología.
Aristóteles. Metafísica. Libro I Capítulo 1.
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“Tres cosas, pues, hay en el alma, que son la origen de un hecho y de la verdad: el sentido, el entendimiento, el apetito. De estas tres cosas el sentido no es principio de hecho ninguno, lo cual se ve claramente en las fieras, las cuales, aunque tienen sentido, con todo eso ningún negocio tratan en común. Lo que es, pues, en el entendimiento la afirmación y negación, lo mismo es en el apetito el seguir y el rehusar. De manera que, pues la moral virtud es hábito escogido voluntariamente, y la elección voluntaria es apetito puesto en consulta, colígese de aquí que la razón ha de ser verdadera, y el apetito y deseo recto, si la elección ha de ser buena, y que de los dos la razón ha de ser cosa que se pueda decir, y el deseo cosa que se pueda seguir. Éste, pues, es el entendimiento y la verdad activa. Porque en la verdad que solamente es contemplativa, y no sirve para hacer ni tratar cosa ninguna, el decirse cómo es o al revés, es su verdad o su mentira, porque éste es el oficio de todo entendimiento. Pero la verdad de lo que se entiende para haberse de poner por obra, ha de ser conforme al recto y buen deseo. Es, pues, la elección el principio del hecho, de la cual procede también el movimiento, mas no el fin porque se hace. Pero el principio de la elección es el apetito o deseo, y la razón que por causa de otra cosa se da, de manera que nunca hay elección sin entendimiento y aprensión, ni tampoco sin moral deseo. Porque ni el negociar bien ni el negociar mal en cualquier hecho no puede acaecer sin entendimiento y costumbre. Aunque este entendimiento ninguna cosa mueve sino la que a otro fin se encamina, y es activo, porque éste es el que gobierna a la que obra, porque cualquier obra que por fin alguno, ni es jamás lo que se obra el último y absoluto fin, sino particularmente de algo, y en respecto de algo, pero es la obra que se hace, porque el bien negociar y tratar las cosas es el fin, y el deseo a éste se endereza. Y por esto se dice que o el entendimiento apetitivo o el apetito que se entiende es la elección. Y tal principio como éste es el mismo hombre”. Aristóteles. Ética a Nicómaco. Capítulo II
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Una de las diferencias fundamentales en lo que respecta al tema del conocimiento entre Platón y Aristóteles es que para el primero conocer es recordar lo que el alma ya sabe pero para Aristóteles las ideas innatas no existen y el alma es como una hoja en blanco en la que nada está escrito pero en la que a lo largo de nuestra vida vamos estructurando nuestros conocimientos de acuerdo a la información que nos otorga los sentidos y demás facultades humanas. Esto significa que –muy por el contrario a lo que afirmaba su maestro- para Aristóteles las cosas sensibles y materiales son las únicas que nos pueden acercar al auténtico conocimiento, claro está, este conocimiento sensible no es suficiente: yo puedo captar un cachorro a través de mis sentidos, pero aún debo hacer el proceso para llegar a la forma, a la idea, al concepto universal de cachorro, proceso posible solo a través de la abstracción. 3.2.1.3. EL HOMBRE Y SU ACTUAR ¿Qué tiene en común el hombre con el resto de los seres vivos? Según Aristóteles, el común denominador es que todos tienen alma, que todos son seres animados en cuanto es solo a través del alma que la materia adquiere vida. Según el Estagirita el hombre es una dualidad de alma y cuerpo, forma y materia, de acto y potencia, componentes que no son de ninguna manera opuestos (como lo afirmaría Platón) sino complementarios; así pues, a pesar de que el alma es el principio vital que mueve y da vida al cuerpo, debe admitirse que –para existir- el alma depende del cuerpo como la risa a la boca o el dedo a la mano. Se advertirse sin embargo que para Aristóteles no existe una única clase de alma sino que reconoce tres tipos o funciones diferentes, a saber: Alma vegetativa que es propia de las plantas Alma sensitiva que es propia de los animales Alma intelectiva o racional que es exclusiva del ser humano Cada una de estas funciones anímicas es característica de una especie aunque no lo sea en exclusividad, ya que, por ejemplo, la función superior del alma (la intelectiva) supone las otras dos, entonces ¿qué función cumple cada una de ellas? El alma vegetativa está relacionada con la búsqueda, asimilación y aprovecha44
miento de los recursos vitales y su objetivo es la conservación de la especie; es propia de todos los seres vivos y de manera particular de las plantas. Seguidamente está el alma sensitiva cuya función está relacionada con la percepción sensible y la capacidad de trasladarse, modificar e interactuar con el entorno; esta especie de alma es común a los animales (incluyendo al hombre). Finalmente encontramos el alma intelectiva cuya función es el conocimiento, la reflexión, la deliberación y elección; esta alma permite el conocimiento del mundo y de sí mismo, así como llevar a término la acción mejor; es característica del ser humano en exclusividad. Surge así un nuevo interrogante: si el alma intelectiva se encarga del conocimiento, la reflexión, la elección etc. ¿cómo y por qué el hombre se comporta de la manera en que lo hace? En los animales –según Aristóteles- el ethos (carácter o manera de ser) determina el comportamiento y forma de actuar; el ser humano en cambio está dotado de alma racional, puede pensar, reflexionar y decidir más allá del condicionamiento de su ethos en tanto toda acción responde a un objetivo o finalidad: la búsqueda de la felicidad. La felicidad (eudaimonia) es el bien supremo, deseable por él mismo, que no se subordina a ningún otro y consistirá en ejercer la facultad que a cada cual le es propia, en el caso de los hombres, la felicidad consiste en llevar una vida contemplativa dedicada al saber. Dado que el tema de esta unidad concierne a los desarrollos realizados en torno a la razón y la realidad, no profundizaremos aquí en los aportes realizados por Aristóteles en torno a la Ética; para ello te invitamos a estudiar los dos textos representativos del Estagirita en torno a este tema: la ética a Nicómaco y la ética y a Eudemo. 3.2.1.4 LA POLÍTICA Somos seres éticos, si, pero por nuestra naturaleza somos a su vez seres esencialmente políticos, es decir, sociales. Esto significa que es en el seno de la comunidad donde el hombre puede desarrollar todas sus potencias y realizarse plenamente; de este carácter social de nuestra naturaleza surge también la necesidad de construirnos colectivamente, de construir la cuidad. Siendo Aristóteles un agudo observador de los acontecimientos de su época, el filósofo llegaría a negar la posibilidad de un Estado perfecto pues cada sociedad está determinada por elementos geográficos e históricos que le obliga a adaptar sus formas de organización y esto genera diferentes tipos de sociedades que Aristóteles explicará de la siguiente manera:
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Aunque unos regímenes sean mejores que otros, Aristóteles creerá firmemente que lo más importante para que la vida social sea plena es que en ella exista estabilidad, cualidad a la que solo se accede moderando los extremos, procurando que los ciudadanos no sean ni muy ricos ni muy pobres. 3.2. FILOSOFÍA HELENISTICA: EPICUREOS, ESTÓICOS Y ESCEPTICOS Cuando hablamos de filosofía helenística nos referimos a la vertiente filosófica que –tras la caída de la Polis- buscará ofrecer una solución ética a los problemas de los griegos. Sus representantes se caracterizaron por la adopción del pensamiento socrático y el rechazo de las interpretaciones realizadas por Platón de su maestro; Esta corriente filosófica nacería en las escuelas filosóficas alternativas y menores a la academia platónica siendo las más representativas la escuela de Megara, la Escuela Hedonista y la escuela cínica. Epicureísmo, estoicismo y escepticismo son las tres filosofías que el helenismo propone como soluciones a la crítica situación de pérdida de identidad que atravesaba a los griegos, veamos algunos de sus aportes:
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LOS ESTOICOS MORAL Todos los seres fundamentalmente a la conservación de conformidad con su naturaleza esa continuidad está en la vida - El sabio: Ideal de la vida conformidad con la razón propia esta con la razón universal. Se las siguientes virtudes: despreocupado por los EXPONENTES (carencia de necesidades FÍSICA Zenón Admiten dos principios: humildad), Obediencia (a los (335 a. c.) Activo (la razón) y universal), Conciencia del LÓGICA Cleanto de Asos pasivo (la materia). La moralmente quien se somete Toman como (330 a.c.) razón no es algo criterio de exterior al mundo, sino - Todos los hombres tienen Crisipo verdad el que además de darle para la virtud; los que conocimiento (280 a.c.) forma a la materia, es el disposición son viciosos y necios sensible Séneca, mundo mismo. Es por sus pasiones). Epicteto, Marco también destino, ley Aurelio (Escuela universal y providente. - En un principio, la distinción nueva) era radical, luego se suavizó nobles como la amistad. - Existe una zona de acción necios coinciden (dormir, comer, - Consideran la certidumbre de los cuerpos como único conocimiento.
Elaboración propia
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Elaboraci贸n propia
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ESCEPTICISMO
MORAL SKEPTOMAI (Examinar atentamente)
REPRESENTANTES
Pirron (360 - 275 a.c.)
EL CONOCIMIENTO No existe un fundamento racional para preferir una pauta de conducta o una acción moral a otra
Timón (320 - 235 a.c)
Nada se puede conocer con exactitud y certeza
Para poder vivir en sociedad hay que aceptar los conocimientos más probables y las normas éticas de la comunidad, sabiendo antemano que no constituyen una verdad.
El conocimiento es imposible, la razón humana no puede llegar a la escencia de las cosas pues de ellas sólo podemos captar las apariencias; es imposible conocer las cosas tal como son y por ello es necesario abstenernos de emitir juicios del tipo "es cierto", "es falso", "es bueno", porque ninguno de estos constituirá la verdad. Sabio es todo aquel que se abstiene de emitir juicios , aquel que practica la epokhe (renuncia a afirmar algo con certeza y opinar con seguridad sobre un tema).
Elaboración propia Ahora veamos un esquema general de la propuesta de estas tres escuelas: Esquema tomado de: http://www.nocturnar.com/forum/filosofia/300346-filosofia-grecorromana.html
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UNIDAD 4 El hombre y Dios “No quieras asomarte al exterior; entra dentro de ti mismo, Porque en el interior del hombre reside la verdad; y si encuentras Que tu naturaleza es mudable, trasciéndete a ti mismo. Pero no Olvides que, cuando te trasciendes, es tu alma dotada de razón La que te trasciende. Encamina, pues, tus pasos hacia donde se Enciende la luz de la razón ¿A dónde llega todo buen pensador Si no es a la verdad? San Agustin. La verdadera religión, 39
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4.1. CONTEXTUALIZACION En las unidades que nos restan entramos de lleno en el estudio del desarrollo de uno de los periodos más extensos en la historia de la filosofía: La filosofía medieval, su desarrollo se daría en un contexto social y político muy particular en el que tendrán lugar varios acontecimientos fundamentales al desarrollo de la filosofía, dentro de los más representativos podríamos mencionar por ejemplo… -
La fundación de Roma en el 753 a.c. La decisión de Constantino de dar cabida al cristianismo en el 313 d.c. El ascenso del cristianismo como religión oficial del imperio en el 380 d.c. Los inicios del feudalismo con la coronación de Carlomagno en el año 800 Cisma entre la iglesia occidental y oriental en el año 1054 La primera cruzada de los cristianos contra los musulmanes en el año 1096 La Guerra de los cien años entre Francia e Inglaterra entre el 1339 y 1453 El descubrimiento de América en 1492
¿Cuáles son las características fundamentales del pensamiento filosófico durante este periodo? Mencionemos algunas particularidades que nos permitan establecer los puntos de encuentro, fractura y continuidad entre la filosofía Antigua y Medieval -
El pensamiento filosófico medieval mostrará un avance en el diálogo entre razón y revelación. Durante el medioevo se reflexionaría acerca de las relaciones entre el poder civil y el poder eclesiástico. La patrística, la escolástica y el nominalismo será las tres perspectivas filosóficas imperantes durante este periodo. En el ámbito de la ciencia, se produce la transición entre el geocentrismo y el heliocentrismo.
Ahora veamos cómo se desarrolló este proceso. 4.1.1
ROMA, CRISTIANISMO Y FILOSOFÍA
El imperio romano se consolida y con ello el centro cultural y filosófico se desplaza hacia Occidente; emerge en este contexto el cristianismo que se propago a una velocidad vertiginosa so pena las persecuciones de las que sería objeto por parte de las autoridades romanas quienes no veían con muy buenos ojos a una religión que proclamaba la dignidad humana de las personas y –sobre todo- la de los esclavos y no conforme con ello, le prometía esperanza y consuelo a muchos depauperados a los que ni el Estado ni las religiones paganas les ofrecían una solución a sus problemas o sentido a su existencia. La imagen del cristianismo naciente dista mucho de la que podríamos hacernos de este en la actualidad. La labor de Jesús de Nazaret fue interpretada en su época como un intento de fundar una secta judía que ganaba adeptos con un mensaje altamente peligroso para la vida política de la época y si bien se intentó retomar el control a través del castigo “ejem-
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plarizante” de su crucifixión, es evidente que se subestimó la fuerza de su mensaje que no sólo daba una voz de esperanza a los esclavos y los pobres sino que también contenía una doctrina monoteísta aceptada por varios intelectuales de la época. Las posteriores relaciones de los cristianos con el poder político se desarrollaron a la luz de continuas fluctuaciones. Algunos emperadores fueron tolerantes con ellos, otros por el contrario los perseguían y condenaban; pero a medida que pasaba el tiempo la situación social se agitaba y el número de conversos aumentaba, muchos de estos se oponían a las bases culturales que soportaban el poder de Roma rechazando –por ejemplo- adorar al emperador (lo que significaba negarse a someterse al poder del Estado), las categorías sociales (para los cristianos los esclavos eran hombres libres y por lo tanto merecedores de una paga por su trabajo) y la vida militar (bajo el argumento de que todos los hombres deben amarse entre sí); inconformidades que generaron fuertes tensiones políticas en el seno de una sociedad que basaba su poder político y económico en las conquistas bélicas y en el trabajo no remunerado de los esclavos. El imperio se esforzaría por contener la propagación del cristianismo pero sus esfuerzos fueron vanos, por ello, en el año 313 el emperador Constantino proclama el edicto de Milan en el que se estableció el derecho a la libertad de culto a todas las personas y más tarde, en el año 380, el emperador Teodosio reconocería el cristianismo como religión oficial del imperio a través del edicto de Tesalónica, poco después se proclamó el edicto de Constantinopla que daría origen a la persecución de las religiones paganas. Después del reconocimiento oficial del cristianismo este floreció, se desarrolló y las relaciones entre el poder político y el cristianismo parecían ideales si no perfectas, pero el tiempo vendría a demostrar que por su naturaleza, el poder y la fe no pueden compartir su trono. La edad media se convertiría en una constante la lucha por el reconocimiento de la máxima autoridad: la del emperador, príncipe o autoridad política Vs la de la iglesia o autoridad religiosa. 4.1..2 ¿Y LA FILOSOFÍA? PLOTINO Y LA BÚSQUEDA DE PUNTOS DE ENCUENTRO Otro aspecto que merece la pena profundizar hace referencia a los intentos de conciliación entre la filosofía griega y las nacientes formas de pensamiento filosófico. Una vez debilitada la producción intelectual en la Alejandría Helenística, Filón de Alejandría (13 a.c – 50 d.c.), un judío fuertemente influenciado por el pensamiento griego intentaría conciliar u asociar a la religión judía y a la filosofía griega, especialmente la platónica; el mundo de la creencia y el mundo del conocimiento. Una labor trascendental para la historia de la filosofía sin lugar a dudas. Otro intento de conciliación entre filosofía y religión fue realizado por un egipcio del siglo III que debido a su intensa admiración por la doctrina de Platón adoptó el nombre de Plotino. Su labor consistió en recoger elementos de las religiones mistéricas y el platonismo creando una corriente filosófica fundamental para el desarrollo posterior de la filosofía (especialmente del pensamiento de San Agustín) llamada neoplatonismo. En su obra,
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Plotino tomará radical distancia de los acontecimientos políticos y sociales de la Roma decadente en la cual transcurrió su vida y se concentraría en la bondad y la belleza de un mundo más allá del nuestro así como del análisis de Dios y el alma. En su obra Las Enéadas, Plotino plantea la teoría de las emanaciones, en ella el filósofo plantea que el Uno (Dios) es la fuente desde la que todo tiene su origen, de él tiene su origen el Nous o inteligencia que contiene todas las ideas del universo y de la cual brota el Alma que Plotino describirá como una entidad bifronte, es decir, con una cara que mira hacia arriba, hacia la inteligencia de la cual tiene su origen y otra que mira hacia abajo, hacia la naturaleza; de esta Alma cósmica emanaran las demás almas. Al igual que Platón, Plotino plantea que es necesidad del hombre retornar hacia su origen, hacia el Uno y que de alcanzarlo permitirá el éxtasis, la unión con Dios. El Uno es entonces como una lámpara que proyecta su luz en la oscuridad, cerca del foco hay más claridad y más realidad pero cuanto más nos distanciamos de él hay menos claridad y se hace más difícil ver la realidad, el camino que los hombres debemos emprender debe dirigirse desde la oscuridad hacia la luz del foco. El planteamiento antropológico de Plotino será fundamental para el cristianismo posterior, según él, los hombres son una emanación de Dios y nuestras almas la inteligencia que brota de todas las ideas universales y es precisamente esta cualidad la que nos permite llegar al conocimiento: el conocimiento se da en alma de los hombres porque el Uno o Dios lo irradia hacia nuestra alma. 4.2.
LA PATRISTICA9
Posterior a las luchas de los primeros cristianos y los desarrollos teóricos de Plotino, los pensadores cristianos iniciaron la labor interpretativa de los evangelios del nuevo testamento a fin de poder comprenderlos, propagarlos y diferenciarlos de otras formas de pensamiento. La labor de evangelización exigía interpretar muy bien los textos bíblicos y adoptar los conceptos de la filosofía griega necesarios para poder distinguir aquello que correspondía a la razón y lo que correspondía a la fe para de esta manera evitar interpretaciones erróneas del mensaje evangélico; a los encargados de realizar esta labor se les denomina Padres de la iglesia y el periodo en el que llevaron a cabo su labor (que comprende del siglo II a VIII) se llama Patrística. Muchos de estos Padres o Apologistas eran intelectuales conversos al cristianismo que luchaban con argumentos contra paganos y sectas que interpretaban erróneamente los evangelios, una de ellas (y tal vez su más fuerte reto) fue el gnosticismo o gnosis formada por creyentes muy conocedores del pensamiento griego quienes argumentaban que el conocimiento era fundamental para alcanzar la salvación y que por lo mismo consideraban que la fe debía subordinarse a este. La labor de los apologistas no se agotaría acá, posteriormente, los padres se centrarían en la formulación doctrinal de las creencias cris9
Dada la extensión y densidad de esta temática, solo se abordarán en este documento los aspectos generales sobre el tema; para una mayor profundización al respecto te invito a que revises la presentación Power Point titulada PATRISTICA que podrás encontrar en tu caja de herramientas del curso.
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tianas, destacándose en esta labor el controvertido San Agustín, de quien hablaremos más adelante. ¿Cuáles son entonces las figuras representativas de la patrística y de qué manera desempeñaron su labor? Veamos el siguiente esquema
En el esquema anterior vemos se evidencia dos grupos de apologistas: los pertenecientes a la patrística latino – occidental y los pertenecientes a la patrística greco oriental ¿Cuáles son los postulados de cada uno de estos grupos? Los primeros invalidaron la labor de la filosofía, afirmaban que el filósofo es el amigo del error mientras que el cristiano era enemigo de este credo quia absurdum (creo porque es absurdo); para este grupo el mundo de la fe es por naturaleza incomprensible y totalmente ajeno a la labor de la razón. El segundo grupo por el contrario afirmarán que muchos de los escritos de los filósofos que les precedieron contienen auténticas verdades cristianas pero sostenían la superioridad de la teología sobre la filosofía; San Juan Damasceno por ejemplo llegaría a afirmar que la filosofía es la sirvienta de la teología. Ahora bien ¿Qué concepción tenían estos pensadores acerca del hombre? PATRISTICA DE LOS DOS PRIMEROS SIGLOS: Justino: El hombre ha sido creado por Dios libre de hacer el bien y el mal. Si el hombre no tuviese libertad no tuviese mérito del bien ni culpa del mal realizado. El alma del hombre es inmortal sólo por obra de Dios; si esta con la muerte volvería a la nada, el cuerpo también está destinado a participar de la inmortalidad después de la segunda parusía en la que vendrá la resurrección de los cuerpos de los justos mientras que el de los inicuos será condenado al fuego eterno.
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Tertuliano: Reconoce en el hombre la dualidad alma – cuerpo. El alma tiene la misma forma que la del cuerpo que la contiene; esta es una sustancia simple, nacida del soplo de Dios, inmortal, corpórea y dotada de una figura, capaz por sí misma de sabiduría, rica en aptitudes, sujeta a las circunstancias, mudable de humor, razonadora, dueña de sus facultades, rica en virtudes, adivinadora, que se multiplica a partir de un único brote. El alma se transmite junto con el cuerpo de padre a hijo y por lo tanto son una unidad indisoluble que sólo puede separará la muerte. Apologetas latinos: El alma humana no tiene caracteres divinos; una sola idea es innata al hombre: la idea de Dios, de su existencia, bondad y perfección. Por el mismo motivo de su naturaleza inferior el alma no es naturalmente inmortal; no es puro espíritu ni puro cuerpo, es más bien de una cualidad y naturaleza intermedia y por ello solamente Dios puede conferirle la inmortalidad (cosa posible sólo para aquellos que le reconocen y le sirven. El destino del alma depende de su conducta. Lactancio: El hombre está compuesto de alma y cuerpo. El alma no tiene ningún peso terreno, es tan tenue y sutil que escapa aún a los ojos de la mente. Alma y mente no son idénticas: el alma es el principio de la vida y no se obnubila en el sueño ni se extingue en la locura ; la mente es el principio del pensamiento, aumenta y disminuye con la edad y se pierde en el sueño y en la locura. El alma y el cuerpo están atados entre sí aunque son opuestos; lo que es bueno para el alma (renuncia a la riqueza, a los placeres, el desprecio del dolor y de la muerte) es un mal para el cuerpo y viceversa. El hombre está formado por principios diversos y opuestos como el mundo está formado por luz y tinieblas, vida y muerte. Pero la inmortalidad no es solamente el fin y premio de la virtud; es condición de la virtud misma. PATRISTICA EN LOS SIGLOS III Y IV Origenes: El destino del hombre forma parte integrante del movimiento conjunto del mundo a que el hombre pertenece. El hombre primeramente era una sustancia racional, una inteligencia; con la caída se convirtió en un alma. El alma es algo intermedio entre inteligencia y cuerpo: la inteligencia como pura vida espiritual es refractaria al mal; el alma en cambio es susceptible del bien y del mal. Como la caída del hombre ha sido un acto de libertad, así será un acto de libertad la redención y el retorno a Dios. La libertad es en efecto el don fundamental de la naturaleza humana que es capaz de obrar en virtud de la razón y por consiguiente de escoger (entiende el mensaje cristiano como la acción educadora que conduce al hombre gradualmente a la vida espiritual). Gregorio de Niza: El hombre ha sido creado por un acto de amor sobreabundante. El mundo no podía permanecer falto de finalidad y Dios por esto quiso que sirviera a un ser que pudiera participar del bien que había esparcido en él. Por un lado, Dios es un microcosmos que comprende en sí el ser de las cosas inanimadas, la vida de las plantas, la sensibilidad de los animales y la racionalidad de los ángeles. Procede de la inteligencia de Dios y su atributo fundamental es la libertad; el cuerpo del hombre no es un mal ni causa del mal porque es una creación de Dios; el mal está en nuestro interior y consiste en la desviación del bien debido al libre albedrío.
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San Agustín: La posibilidad de buscar a Dios y de amarle está fundada en la misma naturaleza del hombre. Si fuésemos sólo animales podríamos amar solamente la vida carnal y los objetos sensibles pero somos hombres creados a la imagen de nuestro creador que es la verdadera Eternidad, la eterna verdad, el eterno y verdadero amor; tenemos pues la verdadera posibilidad de volver a él, en el cual nuestro ser no volverá a morir, nuestro saber no tendrá errores, nuestro amor no incurrirá ya en ofensas. Esta posibilidad de volver a Dios está inscrita en nuestra naturaleza humana: en cuanto imagen de Dios “yo soy”, “Yo conozco” y “yo quiero”; soy en cuanto se y quiero, sé que soy y quiero, quiero ser y saber”. Y en estas tres cosas hay una vida inseparable, una vida única, una mente única, una única esencia. Los tres aspectos del hombre se manifiestan en las tres facultades del alma humana: la memoria, la inteligencia y la voluntad, las cuales juntas y cada una por separado constituyen la vida, la mente y la sustancia del alma y esta estructura trina del alma del hombre hace posible la búsqueda de Dios. Dios ha creado al hombre para que este sea puesto que el ser, aunque en grado menor es un Bien y el supremo ser es el Supremo Bien. Pero el hombre puede alejarse y apartarse del ser y en tal caso peca. El hombre es, en primer lugar, un hombre carnal, que nace, crece,, envejece y muere; en segundo lugar puede ser también un hombre espiritual, puede renacer espiritualmente y llegar a someter su alma a la ley divina; también este hombre tiene sus edades que no se distinguen del correr del tiempo sino por su progresivo acercamiento a Dios. Así que el hombre puede escoger entre vivir la vida de la carne y romper su relación con Dios o vivir según el espíritu estrechando su relación personal con Dios y prepararse para participar de su misma eternidad. La causa del pecado no es otra cosa que la renuncia a la voluntad de Dios; el pecado es la renuncia a lo sumo para adaptarse a lo inferior.
4.3.
SAN AGUSTIN
En el ocaso del imperio romano invadido por los pueblos germanos aparecerá una figura emblemática en la historia de la filosofía occidental que solidificaría el proceso de conciliación entre cristianismo y filosofía iniciado por Plotino. Para el estudio de San Agustín es menester que nos detengamos en algunos detalles de su vida personal que resultan significativos en el desarrollo de su pensamiento. Aurelio Agustín nació en el 354 en Tagaste del África romana. Su padre era pagano y su madre cristiana y con ellos pasó su niñez y adolescencia entre Tagaste y Cartago. Agustín se caracterizaba por su fuerte carácter y su dificultad para seguir las normas que lo llevarían a vivir una vida desordenada y disoluta de lo cual se auto-acusaría ásperamente en su texto Las Confesiones “Busqué, Señor, tu rostro; tu rostro, Señor, buscaré, pues está lejos de tu rostro quien anda en pasiones tenebrosas, porque no es con los pies del cuerpo ni recorriendo distancias como nos acercamos o alejamos de ti”. Confesiones. Libro primero. XVIII
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So pena su comportamiento, Agustín se esforzaba con esmero en el estudio de los clásicos, especialmente los latinos, y estudiaba gramática; no sería sino hasta los diecinueve años, con la lectura de la obra de Cicerón que San Agustín se acercaría a la filosofía dedicándose posteriormente de lleno a la investigación filosófica. En el 374 ingresó al maniqueísmo (defensores radicales de los principios del bien y el mal) y se dedicaría a la enseñanza de la retórica hasta los 29 años; en este periodo de tiempo su vida transcurrío entre los amores de las mujeres, los amigos y la fiesta y durante esta época escribiría su primer libro sobre lo bello y lo conveniente (obra que se perdió). Aficionado como era a la filosofía, leyó y comprendió por sí mismo el libro de Aristóteles de la Categorías y paralelamente se planteaba serias inquietudes sobre la verdad del maniqueísmo. En el 383 se trasladaría a Roma y luego a Milan para enseñar retórica y allí conocería a el obispo Ambrosio quien a través de su ejemplo y enseñanzas lo convencería sobre la verdad del cristianismo al punto en que Agustín decidiría hacerse catecúmeno y durante esta época realizaría también la lectura de los escritos de Plotino los cuales serían decisivos para su definitiva conversión espiritual; en el 386 deja la enseñanza y se retira a una pequeña villa a fin de reflexionar y el resultado de este proceso serán los textos contra los académicos, del orden, sobre la felicidad y soliloquios. El 25 de Abril del 387 recibe el bautismo de manos de Ambrosio y es entonces cuando se convence de que su misión era la de difundir en su patria la sabiduría cristiana; en adelante, la vida de Agustín será una constante búsqueda de la verdad y una continua lucha contra el error. En el año 391 se ordena como sacerdote, en el 395 se consagra obispo de Hipona consagrando se actividad a defender y esclarecer los principios de la fe mediante la investigación y a combatir los enemigos de esta y de la iglesia: El maniqueísmo, el donatismo y el pelagianismo. Escribió su última obra La Ciudad de Dios entre el 412 y 426. Agustín fallece el 28 de Agosto del 430. La obra de San Agustín es el puente entre un mundo agonizante y el mundo medieval cuyas bases serían establecidas gracias a su labor. En general, puede decirse que la obra de San Agustín es fruto de la confluencia de cuatro factores históricos de considerable importancia:
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Si bien en la construcción de su pensamiento San Agustín utilizó la terminología propia de las filosofías del momento, fue sumamente cauto y se preocupó por dejar claras las diferencias entre lo que era propio a la doctrina cristiana y lo proveniente de otras fuentes para así evitar confusiones debido a sus similitudes, como era el caso del neoplatonismo. Según San Agustín, a pesar de que la filosofía neoplatónica nos habla de Dios y de que todo precede de Él y del deseo del hombre de reencontrarse con su creador, el proceso de emanación desde Dios hasta la naturaleza es descrito por los neoplatónicos como un hecho necesario y sin que intervenga la voluntad divina; San Agustín por el contrario cree que el acto de la creación realizado por Dios es absolutamente intencional, libre y amoroso. También objeta que el misticismo racionalista de Plotino quien nos dice que es la razón la que lleva hacia Dios subestimando otros caminos como la caridad, la fe, la encarnación del Verbo o la redención obrada por Jesús a través de su crucifixión. San Agustín no negará los valiosos aportes que la filosofía realizó a la consolidación del pensamiento cristiano pero si afirmará que lo evidente en sus textos es que los filósofos no cristianos se acercaron a la verdad e intuyeron la existencia de la Gloria pero que se encontraban ciegos sobre el camino para subir a ella.
4.3.1. EL CAMINO HACIA EL CONOCIMIENTO: RAZÓN Y FE Aún mucho antes de su conversión, San Agustín ya se caracterizaba por su inalcanzable búsqueda de las verdades más profundas. Inicialmente buscaría tales verdades en el maniqueísmo y en el escepticismo pero pronto abandonaría esta ruta al considerar que sólo eran capaces de conducir a verdades mínimas: quien duda, al menos sabe que duda. Tras su conversión, su reflexión sobre las posibilidades y límites del conocimiento toma otro rumbo: ciertamente, puedo conocer sobre el mundo sensible gracias a mis sentidos pero ¿cómo puedo llegar a las realidades fundamentales? ¿Puedo hacerlo sólo a través de la razón o necesitaré la fe del creyente para lograrlo? San Agustín es un creyente, un
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creyente que piensa, un creyente filósofo; reconoce que la razón y la fe pertenecen a dos esferas distintas pero considera que ambas pueden contribuir al gran objetivo del hombre que no es otro que alcanzar la verdad divina y de hecho razón y fe son complementarias: la fe orienta y guía la razón – la razón ayuda al hombre a obtener la fe y esta sinergia es posible gracias a que por su naturaleza, ambas comparten el amor apasionado a la verdad. Así pues, el hombre íntegro buscará descubrir la verdad y amarla de todo corazón. ¿Y cuál es el camino para llegar a esta verdad?
4.3.2. LA VISIÓN DE LA REALIDAD EN SAN AGUSTÍN Volvamos un poco sobre la teoría de las ideas de Platón: existen dos mundos, el mundo natural y el mundo de las ideas, en el primero está todo lo perecedero e imperfecto y en el segundo todo la eterno y perfecto; ahora veamos que nos dice San Agustín al respecto: Todas las cosas tienen en Dios sus correspondientes ideas ejemplares y a partir de estas ideas eternas existentes en Dios ha sido creado el mundo. Las ideas ejemplares o modélicas son eternas y el mundo material y corpóreo es creado y contingente (no necesario) que tiene su causa en Dios. Como puede verse, la visión de la realidad en San Agustín esta dada de manera jerarquica de la siguiente manera:
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DIOS Causa de todo
ALMAS Buscan la verdad eterna en su interior
CUERPOS Todas las cosas materiales
EL MAL Privación de Dios
¿El mal? ¿Quiere esto decir que Dios también creó el mal existente en el mundo? San Agustín afirma que el mal es negación, es negatividad, es falta de ser, es la carencia del bien. El mal es como la oscuridad, en esencia, no existen porque aquello que llamamos oscuridad no es otra cosa que la ausencia de la luz y el mal es en realidad la ausencia del bien. Otro elemento trascendental en la explicación que Agustín nos hace de la realidad: el tiempo “¿Qué es pues el tiempo? Si nadie me lo pregunta, lo se; si he de explicarlo a quien me lo pregunta, no lo sé; con los ojos cerrados, con los ojos cerrados afirmo que sé que, si no pasara nada, no habría un tiempo pasado, y que, si nada pasara, no habría un tiempo futuro, y que, si nada existiera, no habría un tiempo presente. Estos dos tiempos, pues, el pasado y el futuro ¿cómo son desde el momento en que el pasado ya no es y el futuro todavía no es? En cuanto al presente mismo, si fuera siempre presente y no huyera en el pasado, ya no sería tiempo sino eternidad. Si, pues, el presente, para ser tiempo, debe perderse en el pasado ¿cómo podemos decir que también él existe, cuando su única condición de ser es la de cesar de ser, de manera que, bien entendido, no tenemos el derecho de decir que el tiempo es sino en cuanto tiende a no ser”. San Agustin. Confesiones. 11, XIV.
Antes de la creación no había tiempo porque lo único existente era el Dios eterno ¿Cómo se presenta? Cotidianamente hablamos de un pasado, un presente y un futuro, pero según San Agustín, el pasado y el futuro no existen, solo el presente, este instante existe
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realmente ya que el pasado solo existe en el presente que lo recuerda y el futuro solo en el presente que lo imagina.
4.4.
EL DESARROLLO DE LA FILOSOFÍA DESPUÉS DE LA CAÍDA DEL IMPERIO ROMANO
Con la caída del Imperio Romano, surgen nuevos marcos culturales en los que la filosofía realizaría considerables avances en su desarrollo; pero antes de entrar de lleno en los avances propios del ámbito filosófico, te invito a que hagamos un breve recorrido por lo que fue la edad media. Si realizas un ejercicio de revisión documental sobre el tema, te encontraras con que la mayoría de las descripciones que se hacen sobre este periodo de tiempo resultan bastante subjetivas y ambiguas; hay quienes la describen como un periodo caracterizado por momentos de alta creación intelectual en el que se fundaron universidades y escuelas y otros lo describirán como un periodo oscuro en el que el poder eclesial opacaría todo intento de desarrollo científico ¿Quién tiene la razón? El objetivo no es tomar partido por un argumento u otro puesto que de ambos lados encontraremos argumentos valederos y esto sucede porque la edad media fue un periodo histórico muy extenso (mil años), heterogéneo y por lo mismo difícilmente catalogable. En tu revisión documental podrías encontrar por ejemplo, que la edad media ha sido realmente clasificada en tres edades medias que convivieron durante este milenio en constante conflicto. En el ámbito filosófico podemos encontrar –por ejemplo- que durante los ocho primeros siglos de la edad media occidental se aceptaría solo parte del pensamiento de Platón (el que fue asumido por Plotino y después cristianizado por San Agustín) y se conservaría muy poco del pensamiento de Aristóteles; la edad media bizantina por su parte defendió gran parte de las obras de Aristóteles olvidándose casi por completo de Platón y la civilización musulmana se dio a la tarea de rescatar muchas obras de Aristóteles y heredar la ciencia Alejandrina. Las discusiones filosóficas entre los tres sectores vendrían a ser superados solo hasta finales de la edad media con el reencuentro de los elementos culturales clásico olvidado durante el transcurso de todo el medioevo: Los musulmanes llevaron las obras de Aristóteles a Europa y allí Santo Tomás de Aquino la “cristianizaría” (ejercicio similar la que hizo San Agustín con Platón) y más tarde, cuando los turcos invadieron Constantinopla la Europa intelectual decide reencontrarse de lleno con la filosofía griega. La pregunta entonces es; en un contexto tan heterogéneo como la edad media ¿cuáles fueron los temas de trabajo de los filósofos de la época? PROBLEMÁTICA Relación entre razón y fe
DESCRIPCIÓN Es el tema más importante durante este periodo de la filosofía. La pregunta a responder era quién debía subordinarse a quién, asociada a la discusión teológico – filosófica se encuentra la difícil relación de la época entre el poder religioso y el po-
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REPRESENTANTES Juan Escoto Eriúgena 810- 877 (Valoración de la razón y distinción de los niveles del ser) Pedro Abelardo 1079- 1142 (Lógica, análisis dialéctico y razonado de las Sagradas Es-
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Demostración racional de la existencia de Dios
El mundo celestial y terrenal
Los universales
La libertad humana
der político; entre la Iglesia y el Estado. El objetivo era convencer a todos los intelectuales no cristianos sobre la existencia de Dios.
Gracias a la influencia de Platón y Plotino, el primer periodo de la edad media se caracterizó por el rechazo de todo lo terrenal considerándolo un obstáculo para el conocimiento real; pero con el transcurrir del tiempo esta percepción fue cambiando y empezaron a ver que era posible aprender de las cosas terrenales; este cambio se gesta -sin lugar a dudas- gracias a la incursión del pensamiento aristotélico en Europa. Si no el más importante, si el más complejo de todos los problemas filosóficos del medioevo ¿Qué es un universal? son términos que nos sirven para denominar a muchos individuos; por ejemplo, la palabra casa es un universal en cuanto nos permite integrar en ella a todas las casas existentes. La controversia medieval sobre los universales buscaba determinar a qué realidad específica nos referimos cuando utilizamos estos términos; por ejemplo, cuando uso la palabra hombre ¿a qué me estoy refiriendo con exactitud? ¿a la esencia humana? ¿a lo que yo creo que es el hombre? ¿sería posible que este concepto sea un engaño en tanto parece hacer referencia a ninguna realidad específica? ¿Libertad o libre albedrío? ¿Qué significa ser libre a la luz de la doctrina cristiana?
crituras. San Anselmo 1033-1099 (Argumento ontológico para demostrar la existencia de Dios) Santo Tomás de Aquino 1225 – 1274 (Sistema filosófico cristiano de carácter aristotélico. Plantea cinco vías racionales para demostrar la existencia de Dios) Roger Bacon 1210 – 1294 (Valoración de la observación y la experimentación. Estudio de las ciencias naturales)
Averroes 1126- 1198 (Traductor, comentarista e intérprete de la obra de Aristóteles) San Buenaventura 1221 – 1274 (Teoría del conocimiento relativa a las esencias universales Guillermo de Occam 1298 – 1349 (Principio de economía o navaja en la cuestión de los universales.
San Francisco de Asis 1181 – 1226 (Primacía del corazón sobre la razón. Reivindicación del mensaje cristiano primitivo y del voto de pobreza) Juan Duns Escoto 1266 – 1308 (Voluntarismo)
Volvamos sobre la historia; en el año 989 se instauró en todo lo que se conoce como el Imperio Carolingio la formación sociopolítica llamada sistema feudal o feudalismo ¿en qué consistía? Imaginemos a un gran señor, dueño de un extenso territorio (a él le llamaremos señor feudal), este hombre, muy poderoso permite que un número determinado de personas habite, trabaje su territorio con la condición de que estas personas se comprometan a
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proporcionar los bienes necesarios para atender las necesidades del señor feudal y todo su séquito; el señor feudal les garantiza a cambio de ello seguridad y protección. A estas personas que dependen del señor feudal pero que nunca tendrán la posibilidad de poseer en propiedad un territorio les llamaremos vasallos. Así pues, en esta estructura jurídica económica y social de la época los vasallos se encargaban de trabajar y mantener la tierra mientras que los señores de la nobleza constituían un estamento privilegiado cuya función consistía en defender su territorio o luchar por conseguir el de otros señores. Fue en este contexto del sistema feudal en el que tendría origen la escolástica, segunda perspectiva filosófica de la edad media.
4.5.
LA ESCOLÁSTICA
Llamamos escolástica a la filosofía que creció a partir de la enseñanza que se impartía en las escuelas monásticas, se caracterizaba por ser una filosofía cristiana que tenía como tarea ordenar de forma comprensible el conjunto de dogmas que los padres de la iglesia ya habían elaborado. Los escolásticos estuvieron siempre convencidos de poseer la verdad así que su propósito no era llegar a ella sino profundizar en las verdades de la fe a través de la razón, analizando los contenidos de la verdad sagrada a través del método filosófico y rebatir con argumentos las críticas que podían resultar desde la propia razón contra la verdad sagrada. Es decir, a través de la contraposición de argumentos a favor y en contra de una determinada cuestión, se buscaba encontrar las tesis favorables para defender las verdades divinas ¿en qué se fundaban estos argumentos? En criterios provenientes no de la observación empírica o e análisis abiertos sino de argumentos basados en la Biblia o en obras de pensadores cristianos anteriores. A lo largo de la unidad 5 profundizaremos un poco más al respecto.
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UNIDAD 5 Más allá de la fe
“El medioevo es nuestra infancia. A la que siempre hay que volver para realizar la anamnesis”. Umberto Eco
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5.2.
CONTEXTUALIZACIÓN:
El renacimiento carolingio va desde finales del siglo V hasta el siglo XI. Europa será el escenario de la irrupción violenta de diversos pueblos e invasiones. Este contexto lleva a una época de incultura en la que, como señalan algunos teóricos “no existe en Europa filosofía como especulación original” (Beuchot: 1994: 67) Sin embargo, entre los filósofos que sobresalen en esta época están figuras como Boecio10, Casiadoro y San Isidoro de Sevilla, quienes cotribuyen la recopilación de la llamada ciencia Greco-latina. Ilustración XXX: Conflicto entre Fé y razón. Recuperado en: www.escuelapedia.com
La difusión cultural es esta época es impulsada básicamente por religiosos de corte agustiniano como los Cenobios, los Benedictinos y Escuelas Catedralicias, tanto en el ámbito teológico como en el filosófico. Fue entonces, gracias a la iglesia, que comienza un periodo diferente, no solo en lo político sino particularmente en lo cultural.
5.3.
DIALÉCTICA Y NOMINALISMO
A fines del siglo XI occidente se reactiva intelectualmente, dicha activación se atribuye a la formación de centros de estudios y coincide además, con el surgimiento de las órdenes religiosas que copian los manuscritos de los autores clásicos, en los que se retoma el pensamiento aristotélico y sobre todo el tema de los universales que extenderemos más adelante. En las escuelas del momento, la dialéctica constituye el eje central de toda la filosofía medieval y se define desde una lectura de los clásicos como “toda lógica” (Parrain. 1986: 171). La palabra dialéctica viene del latín dialéctica, relativa al diálogo o conversación, se configura en la edad media como único método científico posible, así en las universidades medievales es una de las siete artes liberales, la principal era la forma empleada por excelencia para disputar, además de constituir el trívium (conjunto de tres disciplinas liberales indispensables para cualquier saber Grámatica, Retórica y Dialéctica). Las tesis expuestas muchas veces cayeron en una especie de vicio, pues se planteaban temas o problemas superficiales y quedaba el solo juego dialéctico. 5.2.1. Los antidialécticos: Así como existieron lis dialécticos acérrimos, existieron los antidialécticos, estos, rechazaban la frialdad con la que toman los dialécticos los problemas de la fe, así Pedro Damiano, asceta riguroso, señala que para la salvación del alama, basta con la fe sencilla, dentro de las disputas de este grupo de pensadores empieza a debatirse con gran fuerza la 10
Ampliar información en: http://www.medellin.edu.co/sites/Educativo/Repositorio%20de%20Recursos/BoecioLa%20Consolacion%20De%20La%20Filosofia.pdf
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disputa entre fe y ciencia. El problema de discusión se centró básicamente n los universales, si existen, ¿cuál es su naturaleza?, ¿existen fuera de las cosas materiales o están implicados en ellas?
Corporalmente Existen en sí Incoporeamente Los universales Vox (Palabra o sónido) Existen solo en el pensamiento Sermo (Significado)
Gráfico: El problema de los universales en la media edad media. Fuente. Construcción propia. Así pues, conceptos de número, hombre, animal, se pueden aplicar, por ejemplo a muchas cosas, no se refieren a una cosa en concreto. Nadie los ha visto, pero los entiende. Todas las cosas de la naturaleza están compuesta de un ser particular, pero también ¿Cuál es el ser de los universales?
• ¿Son los géneros y especies (Universalia) sólo nombres (nomina) o son cosas (res)?
Boecio
especies (universalir) cosas reales, sólo estructuras mentales de nuestro espíritu? • 2. Si son cosas reales, son cuerpos o espíritus? • 3. Si cuerpos o espíritus ¿existen en las cosas particulares separados de las mismas?
Escolástica
• ¿Son las ideas o son las cosas particulares el verdadero ser?
Porfirio
Platón
•1. ¿Son los géneros y • ¿Son las categorías de Aristóteles una ciencia de palabras o de cosas?
Gráfico: Los universales desde diversos puntos de vista. Fuente. Construcción propia. 5.2.2. Nominalistas: Para los nominalistas, los universales, no existen bajo ninguna forma, pues los conceptos si son simples nombres, no corresponden a nada real: flactus vocis palabras vacías. Son solo medios para designar las cosas que son fácilmente relacionables. El Nominalismo abre un gran camino al esplendor de la escolástica del siglo XII y XIII y la retomará en el XIV Guillemo de Ockham.
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5.2.3. Realistas: Para los realistas, los universales existen fuera de la mente y de las cosas como una realidad sustancial aislada, concreta. Los principales exponentes del realismo medieval son San Anselmo de Canterbury, Escoto Erigena y el polémico Pedro Abelardo en el siglo XI. 5.4.
EL SIGLO XIII AUGE DE LA FILOSOFÍA MEDIEVAL
Sin lugar a dudas la época clásica de la filosofía medieval es el siglo XIII de acuerdo con Gilson, “en todo momento, se caracterizó por una incesante búsqueda y sistematización doctrinal. Todo ello, fue expresado en el desarrollo de la escolástica, la cual alcanzó su máximo esplendor, sobre todo en las nacientes universidades, aportando su propio método de investigación, análisis y síntesis” (1995:365) De esta manera se conforman las corrientes filosófico-teológicas que se disputaran el predominio intelectual en referencia a las diferentes posturas adoptadas frente a la incorporación, interpretación y asimilación del pensamiento aristotélico, surgidas al interior de dos comunidades u órdenes religiosas de mendigos: franciscanos y dominicanos.
5.5.
TOMÁS DE AQUINO
A Tomás hay que leerlo, cuestionarlo y disputarlo libremente desde la vida, Esto es, desde su vida y desde la vida de su pueblo, desde su Circunstancia y desde su biografía: la vivida por él y no la escrita por otros. Y leerlo,, cuestionarlo y disputarlo, hacia delante y no retrotrayéndolo hacia Agustín, Aristóteles y Platón, hacia el Antiguo Testamento… Joaquín Zabalza Iriarte Tomás de Aquino es sin lugar a duda uno de los hombres más importantes en la historia de la humanidad, pues su brillantez y la pertinencia con la que abordó problemáticas que le atañen a la naturaleza misma del hombre lo hacen un paso obligado a la hora de recorrer la historia, la historia de la filosofía y de la teología, entre otras; dentro de su pensamiento sobresalen algunos temas que configuran la columna vertebral de su obra, tales como la existencia de Dios, el hombre, Cristo, el mundo, la fe, el alma, la política, la teología y la moral, etc. . Sobre la vida de Tomás de Aquino, su obra teológica, su filosofía; existen innumerables estudios que lo hacen hoy un mito y un referente; a grosso modo es importante mencionar que la vida de Tomás de Aquino transcurre durante la Edad Media,
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convulsionada, plagada de interpretaciones en su mayoría oscuras (Rodríguez Alabrracín.2005: 9); y difusas, pero por sobre todo es fundamental mencionar que Tomás es, “un hombre de su tiempo, que escribe tras haber estudiado y meditado profundamente, redactando de una forma cuidadosa. Sus obras abarcan los más variados temas: Gramática, metafísica, filosofía, teología; él trabaja sobre las ciencias de su época, llevando a cabo simultáneamente su estudio, disputa y escritura”. (Norato & otros.1988:83) Teniendo en cuenta lo planteado anteriormente es necesario tener como presupuesto que Tomás es hijo de su tiempo y que para responder como lo hizo desde su pensamiento teológico en principio y filosóficamente más adelante; tomó la realidad como principio de reflexión. La crisis de valores y del sentido mismo de la vida que agobia al hombre actual hace evidente la necesidad de replantear la tarea del filósofo dentro de la transformación del tejido social, el aquinate nos proporciona el escenario perfecto para abordar esta quijotesca labor, pues desde el planteamiento de su método expositivo 11 cambia el paradigma de la filosofía medieval que hasta el momento había sido tomada al servicio de la teología, en Tomás es evidente una actitud nueva hacia la filosofía, que a través de los estudios y comentarios a la obra aristotélica evidencia un claro desacuerdo con el sentir de la época y del fin último de formación de la jerarquía eclesiástica, en referencia con la idea de que “los estudios profanos eran un obstáculo para propagar el evangelio y, si acaso, la filosofía tenía que ser solamente instrumento o propedéutica para la teología (la filosofía como servidora de la teología; “ancilla theologiae”)”(Llanos. 2006:196) Encontramos en esta figura, en su obra, una fuente que debe ser explorada ya que ofrece elementos teóricos que, en el marco del problema fe y razón, permitirían plantear la posición de la argumentación filosófica; respecto a problemas actuales en todos los campos disciplinares, permitiendo la generación de puntos de encuentro para el diálogo inter y transdisciplinar; así como volver a los cimientos, punto de partida necesario para la reflexión humanista 5.5.1. El método expositivo de Tomás de Aquino: Al enfrentar los textos de Tomás de Aquino12 se hace evidente sus diferencias en forma y contenido, debido esto a que cada una guarda una intencionalidad en respuesta a su determinado momento histórico. Recordemos que la Suma contra Gentiles trata de responder a los debates o discusiones planteadas por los Cátaros13 y albigenses14, así como a 11
Sobre el método tomista existen múltiples denominaciones, existen estudiosos que lo denominan Teológico, otros le dan la categoría de Discursivo, y hay aún quienes lo ubican como un método investigativo; para esta presentación hemos elegido el término como término de referencia el Método expositivo. 12 Para ampliar la información sobre el pensamiento de Tomás de Aquino se sugiere revisar sus obras completas en formato digital. Recuperado en: : http://www.tomasdeaquino.es/ 13 También conocidos como los cristianos incomprendidos. El pensamiento o filosofía cátara, divergente y chocante con el mundo cristiano de la época, plantearon una nueva forma de fe cristiana. “Katharos”, esta palabra de origen griego que significa “puros” o “bons homs” en lengua del Languedoc, madre del catalán actual y de las diferentes variantes lingüísticas de la misma lengua. 14
Los albigenses fueron una secta herética de los siglos XI y XIII, que se extendió desde la ciudad de Albi (Occitania) de la que toma su nombre, por toda Europa. También conocida como "cátara" -del griego kataros (puro). Era una comunidad que se distinguía por su pobreza y que se nutría en las fuentes de la primitiva
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los Judíos y Árabes, mientras que la Suma Teológica es ante todo un manual de formación para los estudiantes de teológica. La Suma Teológica, se divide en artículos, argumentos tanto a favor como en contra, solución, y respuesta a los argumentos. Esta estructura supone de hecho una metodología de investigación y de estudio deductiva pues parte de una cuestión aparentemente universal para llegar a una solución particular sin desconocer las partes en juego; “…. te aconsejo lo siguiente: Que prefieras entrar por los ríos, y no enseguida por el mar, puesto que conviene llegar por lo más fácil a lo más difícil; ésta es, por lo tanto, mi advertencia y tu modo de conducirte15” Así pues toda la filosofía de Tomás de Aquino se muestra desde un método de argumentación, de acuerdo con Zabalza Iriarte: “Si abrimos la obra principal de Tomás de Aquino, la Suma Teológica la encontramos dividida en tres grandes partes, cada parte en multiplicidad de cuestiones y cada cuestión en un promedio de seis artículos. Cada artículo, cada uno de los cientos de artículos de que está compuesta esta suma, contiene un verdadero problema, es una forma técnica de investigación y una forma de expresión. Cada artículo es una “cuestión” dentro de la cuestión más amplia: el problema general de la cuestión queda parcelado en problemas menores o cuestiones más restringidas; respondiendo a cada problema menor se responde el problema general.”(Zabalza Iriarte. Citado por Rodríguez Albarracín. 2005:40) El método de Tomás de Aquino consta básicamente de cuatro etapas (Llanos. 2006) y responde así al método escolástico utilizado en las nacientes universidades en la Edad Media; a saber, Lectio, Questio y Disputatio; estas etapas se pueden describir así:
MÉTODO DE TOMÁS DE AQUINO Planteamiento de la cuestión en términos breves y precisos
Presentación de las razones a favor en las dos partes del litigio Solución a la cuestión planteada
Solución a las cuestiones contrarias
Iglesia de los apóstoles. Estos hombres, animados por unas sólidas creencias, no dudaban en utilizar los textos de las Sagradas Escrituras en defensa de sus posiciones teológicas, lo que resultaba muy peligroso para la Iglesia romana. 15
Porque me rogaste, carísimo en Cristo Juan, que te orientara cómo te conviene estudiar para adquirir el tesoro de la ciencia… Carta de Santo Tomás a un joven estudiante sobre el Método de estudiar.
Recuperado en:http://www.alfayomega.es/estatico/anteriores/alfayomega9/desdelafe/reportaje2.htm.
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a. Planteamiento de la cuestión en términos breves y precisos: En cada artículo se enuncia un interrogante que pone en duda un presupuesto, por lo general un dogma de fe; por ejemplo en la q. 1 a. 16 se plantea el interrogante por ¿La verdad de la fe y su objeto?, la solución a esta pregunta “se busca exigiendo una respuesta razonada-justificada y no simplemente un sí o un monosílabo” (Norato: 40) haciendo uso de la lógica aristotélica Santo Tomás, emplea la conjunción Si para darle carácter dubitativo o de dilema a la cuestión misma. Este elemento del método es en sí mismo “una problematización de la realidad, una crítica de las soluciones ya dadas y por eso es una aventura” (Llanos: 210) y a su vez se constituye en el elemento pedagógico del método, pues exhorta a dudar de lo que se ha establecido como verdad más allá de toda duda. b. Presentación de las razones a favor en las dos partes del litigio: Teniendo como base la necesidad de analizar las diferentes opciones en un mismo cuestionamiento , Tomás hace un parangón entre el abanico de posibilidades en torno a un mismo problema; poniéndolas en disputa y analizando de la misma manera sus encuentro y desencuentros; Tomás denomina a esta etapa exposición del estado del problema; afirmando que “es absolutamente necesario a quien desee encontrar la verdadera solución de un problema que se dé cuenta exacta de sus dificultades, examinándolas a fondo, porque esas dificultades son como los lazos que atan la inteligencia y no la dejan llegar a la conquista de la verdad. (Norato:41) Esta etapa está formada por dos series de argumentos : “Parece que, donde se presenta la inserción del espíritu en la dinámica de la historia y del pensamiento pasado y presente; y a la segunda Pero por otra parte que es un llamado de atención a una alternativa dejada en la penumbra(41)” c. Solución a la cuestión planteada: al producir una sentencia, la determinación, se parte de una posición personal a la cuestión planteada llamada también cuerpo del artículo; es la principal y contiene la respuesta satisfactoria a la pregunta problemática planteada: Respondo diciendo (respondeo dicendum), objetiva y verificable, con argumento de autoridad, análisis, síntesis y crítica; seguida de la solución a las razones contrarias; A lo primero hay que decir (Ad primun respondeo dicendum) ahora se enjuician y valoran objetivamente las opiniones recogidas en la segunda etapa y que son contrarias a la solución que él mismo ha dado en la demostración. Las soluciones a los argumentos que aparecieron durante la disputa; “se trata de un juicio y valoración objetiva sobre los pareceres recogidos en el “parece que” de la etapa dialéctica. De ahí que Tomás comience esta última etapa refiriéndose ordenadamente a cada uno de los tres o más argumentos contrarios a los términos estereotipados: A LO PRIMERO HAY QUE DECIR, a lo segundo hay que decir, a lo tercero hay que decir, etc (Zabalza:97)” “Al optar por una sentencia o al rechazarla, no debemos dejarnos arrastrar por clamor o por el odio a su autor. Es menester apreciar tanto a aquellos cuya posición seguimos, como a aquellos cuya opinión rechazamos: unos y otros se han consagrado a la investigación de la verdad, y por ello les somos deudores. Conviene empero resolvernos por lo más cierto, es decir,
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seguir a quienes con más certidumbre llegaron al conocimiento de la verdad “(In XII Methap., Lec.), en realidad “todos contribuimos al esclarecimiento de la verdad y nos ayudamos recíprocamente, bien sea de manera directa con nuestros aciertos, incluso parciales, que otros podrán aprovechar para una visión más completa; bien de una manera indirecta, con nuestros tanteos y equivocaciones que darán ocasión a un examen más diligente en orden a la manifestación más clara de la verdad. Justamente todos cuantos nos han ayudado son merecedores de nuestra gratitud….; no sólo con su misma superficialidad de miras, nos han impulsado a la búsqueda de la verdad” (In de anima, Lect. 2). Es evidente que si observamos el método expositivo de Tomás de Aquino, existen muchas cosas que podrían replantearse; desde el punto de vista de filósofos como Teilhard de Chardin para quien un humanismo cristiano que busca, no sólo la consagración externa, sino también la consagración interior del trabajo del hombre en el Mundo, no admite dogmas; el principio tomista de autoridad sería irrisorio, nulo; para las nuevas epistemologías por ejemplo desde las que se propone abordar el fundamento del método para hallar un consenso y hacer de la ciencia no prueba de eficacia sino un camino hacia la construcción de conocimiento.
No debemos olvidar, por demás, que Tomás como lo mencionamos anteriormente es evidentemente “Un hombre de su tiempo” que desde su contexto respondió a las necesidades del mismo; un pensador que parte de la argumentación escolástica y la supera; pues su método es abierto, dialógico. Pero que también desde su momento histórico nos habla y nos muestra una herramienta perfecta para poner nuestra propia realidad bajo la lupa de nuestra filosofía; “cada época de la Filosofía tiene su propia necesidad. Hemos de reconocer, simplemente, que una filosofía es como es. No nos corresponde a nosotros el preferir una a la otra” (Heidegger. 2000: 167) la tarea apremiante es entonces parafraseando a Sócrates dejar al otro en un estado en el que no pueda dejar de aprender; asumir la utopía de enseñar desde el misticismo, dejarnos seducir por los símbolos y descifrar lo que se esconde tras ellos. 5.5.2. Algunos problemas de la filosofía medieval y su solución tomista:
5.5.2.1.
Problema de la verdad: relación entre razón y fe:
Es claro que la verdad de la revelación y la verdad de la razón son dos fuentes de conocimiento distintas e independientes, en razón del método y del objeto formal. La verdad es común a la fe y a la razón; en consecuencia, es imposible un conflicto entre ambas. En otras palabras, tanto la razón (filosofía) como la revelación (teología) son autónomas y autosuficientes en el campo de la verdad natural y en el campo de la verdad sobrenatural. 5.5.2.2.
Problema de los universales:
El universal ni es sustancia subsistente fuera de los singulares (Platón), ni es una pura palabra sin fundamento real (nominalismo). Según Tomás de Aquino: “el universal es un concepto objetivo que se encuentra realizado en una pluralidad de seres que poseen una naturaleza común y se halla en la mente como unidad”. (Zabalza: 987)
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ANIMAL AL
Imagen: Problema de los universales en Tomás de Aquino 5.5.2.3. La eternidad del mundo: Para el aquinate la eternidad y la temporalidad, son verosímiles racionalmente, pero ninguna es susceptible de demostración. Puesto que la razón no puede decidir, solo nos queda vía de la fe por la cual debemos creer que el mundo ha comenzado. Bajo la influencia aristotélica tenemos: a. Interpretación de la naturaleza: Interpretación del movimiento en términos de potencia y acto e interpretación de las sustancias naturales, compuestas de materia y forma (hileformismo). Igualmente, interpretación teológica de la naturaleza a partir de las cuatro causas (material, formal, eficiente y final). b. Antropología: El hombre está ubicado en el mundo (macrocosmos), ocupando un lugar digno y preferencial. Por lo tanto, es un microcosmos como síntesis y recapitulación de toda naturaleza. El alma racional es la única forma substancial en el hombre, ser compuesto de materia (cuerpo) y forma (alma). Lo que subsiste es el compuesto, que constando de materia y forma, es una sustancia única. El alma humana es la forma que se une al cuerpo para especificar el compuesto. 5.5.2.4.
El conocimiento humano de Dios
La problemática de la demostración de la existencia de Dios tiene su punto de partida en la proposición: “Dios es o existe”, la cual se presenta como algo evidente por si misma pero no para el entendimiento humano. En consecuencia surge la necesidad de una demostración. Tomás rechaza y critica las demostraciones a priori (basada en el principio de causalidad, esto es, de los efectos a las causas. (Beuchot, Mauricio. 1989:390) Existen cinco vías para probar la existencia de Dios según Tomás, el así lo expresa: “Ni tampoco se puede deducir (a partir de la idea de Dios) que exista en realidad a menos de reconocer previamente que entre lo real hay algo que es superior a cuanto se puede pensar… aunque la existencia de Dios no sea verdad evidente respecto a nosotros, es, sin embargo, demostrable por los efectos que conoce-
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mos” 1.
Movimiento
3. Ser necesario
Dios existe
2. Causa incausada
5. Orden del
4. Perfección
mundo: inteligencia
Gráfico: Vías para probar la existencia de Dios según Tomás de Aquino. Fuente: Construcción propia.
En su historia de la filosofía medieval Gilson, (2005) describe las vías de la siguiente manera: 1. Movimiento: motor inmóvil. Es innegable y consta por el testimonio de los sentidos, que en el mundo hay cosas que se mueven, en consecuencia, es necesario llegar a un primer motor que no sea movido por nadie, y éste es el que todos entienden por Dios. 2. Causas subordinadas: causa incausada: “No hallamos cosa alguna que sea su propia causa” 3. Seres contingentes: ser necesario. 4. Seres más o menos perfectos: Dios ser perfecto 5. Orden del mundo: inteligencia ordenadora Tomás habla de tres vías que permiten al hombre conocer a Dios16, a saber: Vía de la negación: “La sustancia divina, porque sobrepasando por su inmensidad todas las formas de nuestro entendimiento, no podemos alcanzarla conociendo qué es. Sin embargo, podemos alcanzar alguna noticia conociendo qué no es” Vía de la causalidad: “Lo sensible no puede elevar a la inteligencia hasta ver la esencia divina, porque las criaturas sensibles son efectos que no se equiparan con el poder de su causa… Sin embargo, como son efectos suyos y de Él dependen como de Dios y lo que necesariamente ha de tener en su calidad de causa, primera de todas las cosas, que sobrepasa a cuanto produce”.
16
Para ampliar esta información ver: GILSON, Etiene. (2005) Historia de la filosofía medieval. Exlibris. Recuperado en: http://www.bibliodelsur.unlugar.com/ebooks/varios__hist_filos_med.pdf
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Vía de la eminencia: “Hay hombres que significan las perfecciones procedentes de Dios de modo tal, que en su mismo significado va incluido el modo tan imperfecto con que las participa la criatura… Pero hay otros que significan las mismas perfecciones en absoluto, sin que se incluya modo alguno de ser participadas, como ser, bueno, viviente y otros parecidos, y éstos atribuyen con propiedad a Dios, se afirman solamente en él”. 5.5.2.5.
Ética y política
El análisis del obrar humano se ubica en la concepción general del universo creado por Tomás de Aquino, ésta filosofía implica una ética social o política. El hombre es un ser social por naturaleza. La sociedad y por ende, el hombre, pertenecen a un proceso que implica su desinteresada colaboración para construir una sociedad con miras al bien común que debe estar por encima del bien particular.
Imagen XX: Estructura social en la Edad Media. Fuente: http://co.kalipedia.com/historiauniversal/tema/edad-moderna/graficos-estamentos-sociedadmoderna.html?x1=20070717klphisuni_89.Ees&x=20070717klphisuni_189.Kes
Dicha sociedad necesita de un orden para lograr el bien de todos; ese orden lo da la autoridad establecida, mediante la cual se constituye el Estado que tiene como función, conducir (formas de gobierno17) a todos los ciudadanos a la felicidad, a la virtuosidad, a la paz basada en la equidad, la justicia y finalmente a la felicidad plena: DIOS. 17
El tomismo plantea que cualquier forma de gobierno es buena y legitima, con tal de que procure el bien común, la paz y la felicidad. Para ampliar esta temática ver: Escritos políticos Santo Tomás de Aquino. (2010)
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UNIDAD 6 OCASO Y PERSPECTIVAS “Cuando existen múltiples maneras de explicar un hecho, elíjase aquella que requiere manos presunciones teóricas”. Guillermo de Ockham
Recuperado en: http://www.laeditorialvirtual.com.ar/Pages2/Aquino_SantoTomas/Aquino_EscritosPoliticos.htm
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6.1.
CONTEXTUALIZACIÓN:
El ocaso de la filosofía medieval tiene como punto de partida la oposición al pensamiento de Tomás de Aquino, incluso dentro de su propia comunidad figuras como Robert Kilwarddby ataca de manera vehemente la tesis tomista sobre la unidad de la forma. En el siglo XIII se produce la síntesis de razón y fe. Fue un siglo de construcción y de reconciliación. El siglo XVI fue el siglo de las escuelas, de los tomistas, de los escotistas, de los agustinianos y otras. 6.2. Roger Bacon (1212-1293) Dentro de los pensadores posteriores al tomismo más importantes está el franciscano Roger Bacon, poseía intereses científicos que combinó desde la filosofía y el misticismo. Es una de las grandes figuras de la tardía edad media de la filosofía, trabaja la inducción y la deducción característica propia del científico. Bacon censura a los teólogos por entrar en el campo de la filosofía, por su ignorancia de las ciencias, su crítica más fuerte fue contra las ideas de Alberto Magno y Pedro Lombardo.
1. Caiusas
de la ignorancia humana
2. Relación entre teología y filosofía
3. Lenguaje
4. Matemáticas 5. Optica Ilustración 3: Aspectos fundamentales en la filosofía de Roger Bacon. Fuente: Construcción propia.
Bacon era por una parte amante de la ciencia pero también conservador de la teología y la metafísica, critica a los traductores de Aristóteles. Su obra más importante se basa en los siguientes principios:
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6.3. Juan Duns Escoto (1266-1308) Fue el fundador de la escuela franciscana posterior, estudió Artes y Teología, sigue en parte la tradición agustiano- franciscana de la superioridad de la voluntad sobre el entendimiento, en la pluralidad de formas y en la utilización del argumento anselmiano de la existencia de Dios. “Argumento ontológico”, señala, que no es concluyente debido a que los únicos argumentos demostrativos son a posteriori. Trabaja profundamente la relación entre voluntad, libertad, amor, entendimiento y conocimiento. Escoto va en contra del agustianismo y del tomismo. Al primero porque niega la existencia de una razón seminal en el seno de la materia y al segundo porque niega el principio según el cual ninguna potencia permite a la materia existir sin la forma. 6.4. Guillermo de Ockham (1290-1394) En los siglos XIV y XV surge un nominalismo más práctico y lógico, que busca ir más allá del simple problema de los universales. Con él llega a su fin la metafísica del siglo XIII. Guillermo de Ockham se opone al realismo y da origen al nominalismo. SE pensamiento puso fin a esa armonía entre filosofía y teología conseguida en el siglo anterior. El análisis crítico de las ideas metafísicas dejó sin base racional a la teología.
CREATURA
DIOS
Universales
PSICOLÓGICO
ONTOLÓGICO
LÓGICO
GráficoXX: Los universales en el pensamiento de Guillermo de Ockham. Fuente: Construcción propia
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La tesis de Ockham es que hay un Dios libre y omnipotente y, por otra parte, unas criaturas contingentes y dependientes, lo cual está en contradicción con la teoría griega de las esencias. En su lógica terminista, Ockham atacó la teoría realista de los universales. Los universales son términos que significan cosas individuales y no pueden haber universales existentes. Ningún universal es algo existente fuera de la mente y todo aquello que es predicable de muchos, está en la mente. El universal es un acto intelectual que representa a las cosas reales individuales y no a la cosa universal. 6.5. Ocaso y perspectivas18: “Muchos descubrimientos y muchos esfuerzos pacientes serán aún necesarios antes de que podamos hacer, sin temor a error grave, el balance del pensamiento medieval. Nos parece, sin embargo, que actualmente los trabajos acumulados por todas partes permiten descartar de manera definitiva determinados errores que durante mucho tiempo fueron considerados como verdades evidentes. En primer lugar, es falso que la Edad Media pueda definirse simplemente como una época de absorción y de asimilación intelectual, cuyos esfuerzos hubieran tendido únicamente a recobrar el capital acumulado por la antigüedad. Es cierto –los hechos lo recuerdas incesantemente- que no se puede comprender, y ni siquiera se podrían concebir, la filosofía medieval sin la filosofía griega. Aristóteles, Platón, y los neoplatónicos han sido educadores y reeducadores del pensamiento humano; cada descubrimiento de una de sus obras y cada traducción que de las mismas se hace equivale, para los hombres de la Edad Media, al descubrimiento de un nuevo mundo. Así, pues, la filosofía medieval supone, en primer lugar, la asimilación previa de la filosofía griega; pero ha sido algo distinto de eso, y mucho más que eso. La primera obra que se le puede atribuir propiamente, y que, por lo demás, son muchos los que piensan no tanto en discutírsela cuanto en reprochársela, es la constitución de la escolástica, cuyo tipo más perfecto es el tomismo. Desde los orígenes patrísticos hasta fines del siglo XIV, la historia del pensamiento cristiano es la de un esfuerzo incesantemente renovado para manifestar la conformidad entre la razón natural y la fe, cuando esa conformidad existe, y para lograrla, cuando no existe. Fe y razón, los dos temas con los que se construirá todo esa historia, son dados desde el principio y se reconocen fácilmente en la Edad Media en todos los filósofos que van de Escoto Erígena a Santo Tomás. Desde el principio se establece el dogma como un hecho y la razón se levanta frente a él como una fuerza que habrá de tenerse muy en cuenta. La razón apenas es, entonces, más que la dialéctica aristotélica parcialmente reencontrada y a veces incluso no es sino la simple gramática, porque el intento de Escoto Erígena granjeo a la especulación metafísica más adversarios que imitadores. Las dos soluciones que entonces se consideran posibles son la separación radical o la confusión total de los dos medios de conocer y de los conocimientos que a esos medios debemos. O bien hay que atenerse a la revelación, y nada nos obliga a buscar otra cosa, ya que sólo importa la sal18
Tomado de Gilson,Etiene. (1995) La filosofía en la edad media. Desde los orígenes patrísticos hasta el fin del siglo XIV. Madrid:Gredos.
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vación, y la revelación contiene cuanto necesitamos p ara salvarnos; o bien admitiremos que los dos dominios se superponen y que, en fin de cuentas, siempre se puede llegar a comprender lo que se cree. De hecho, y a pesar de la persistencia de una corriente de hostilidad continua contra la filosofía, la segunda solución parece ir acercando al siglo XIII: en San Anselmo, lo mismo que en Abelardo, la confianza en el poder eficaz y en el carácter saludable de la investigación racional se manifiesta sin restricción alguna; ellos no ven ningún inconveniente –por el contrario, sólo ven ventas- en dejar que la razón escudriñe y fundamente todos los misterios de la fe. Sólo a comienzos del siglo XIII, cuando la razón se manifiesta como algo más que aparecer como imponiendo una visión del mundo incompatible con la fe, se plantea en toda su complejidad el problema de sus relaciones. En adelante, será difícil –y hasta poco deseable- sacrificar la razón a la fe; pero es igualmente imposible considerarlas como coextensivas; evidentemente, la razón abandonada a sí misma va a parar a distintos lugares que el aristotelismo tuvo para los hombres del siglo XIII el valor de una experiencia decisiva; no pudiendo ya aislarlas ni confundirlas, se hacía preciso distinguir y concordar recíprocamente la razón y la fe. De este esfuerzo nacieron las grandes síntesis escolásticas. Parece, pues, a primera vista, que la filosofía escolástica debe cargar con las responsabilidad de la larga servidumbre de la razón a una tarea que no era la Ilustración 4: Las siete artes liberales. Tomado de: suya. Al menos en apariencia, el racionalismo restrinhttp://es.wikipedia.org/wiki/Filosof%C3%ADa_medieval gido de un Alberto Magno o de un Santo Tomás constituye un retroceso con relación a la actitud más ingenua, per más franca, de los siglos precedentes. Fijémonos, sin embargo, en que se trata sólo de una apariencia. Si San Anselmo y Pedro Abelardo no aportan restricción alguna al uso que hacen de la razón, no lo hacen tanto por conciencia profunda como por ignorancia real de su verdadero valor. Si, instruidos por los ejemplos de Aristóteles, de Avicena y de Averroes, hubieran podido ver tan claramente como Alberto Magno y Santo Tomas lo que puede ser una concepción racional del universo ajena a toda influencia cristiana, jamás hubieran imaginado que la razón pudiera descubrir en todas partes fuera de sí y en sí misma, sugerencia y pruebas de la Trinidad o de la Encarnación. Lo que faltaba a aquellos filósofos era precisamente la prueba por Aristóteles. La física y metafísica demuestran experimentalmente lo que la razón, abandonada a si misma, puede o no puede conocer, esas es, por otra parte, la razón de que los escolásticos se interesen tan vivamente por las discusiones acerca del verdadero sentido de su doctrina: lo que Aristóteles enseña, o se le puede hacer enseñar, separa inmediatamente los dos dominios de lo que se sabe y de lo que solo puede ser creído. Así, las limitaciones impuestas al uso de la razón en materia de tecnología atestiguan, en santo tomas , un avance decisivo en el conocimiento del poder propio de la razón; cuando prohíbe a los teólogos demostrar el dogma de la trinidad o la creación del mundo en el tiempo , lo hace
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precisamente porque sabe lo que es una demostración. Así se comprende también por qué, a partir del siglo XII, los pensadores de la edad media tomaron las direcciones divergentes que le hemos visto seguir; o bien aceptar al Aristóteles de Averroes como expresión de la razón natural y separar la razón de la fe-como hicieron los averroístas-,o bien mantener el dogma tal como está y no pedir a la razón sino una confirmación probable, siempre discutida por el protervus de los nominalistas; por fin, metamorfosear la doctrina de Aristóteles transmutando el sentido de su primer principio, cosa que hizo Santo Tomas de Aquino. Verdad, es que entonces podemos preguntarnos por qué los escolásticos no se desinteresaron pura y simplemente de los dogmas revelados, y por qué impusieron a la razón esa tarea ingrata de fundamentar, si no la fe, al menos sus preámbulos. Para comprenderlo, hay que recordar que la filosofía nos aparece, en todas las épocas de su historia, como un intento de interpretar racionalmente el universo. Es un error bastante extendido el de explicar la sucesión de los sistemas filosóficos, cuyo espectáculo nos ofrece la historia, únicamente por Ilustración 5: El papel del arco iris. Castillos medievales. la evolución continua del espíritu humano. Cierto que el espíritu humano ha madurado, que han tomado conciencias de sus aspiraciones y de sus recursos, y que ese enriquecimiento interior es uno de los factores esenciales que determinan la refundición perpetua de los grandes sistemas de ideas. Pero además de esta causa de cambio –que reside en el espíritu-, hay otra, que reside en las cosas. No menos profunda y radicalmente que el pensamiento de que depende, el universo al que éste se aplica cambia de aspecto y como de contenido. Es que, efectivamente, la reflexión filosófica, por muy abstracta que sea, no puede crear de la nada la realidad que pretende explicar. Ahora bien, el universo en que estamos sumergidos desde nuestro nacimiento no es solamente el de la sensación; está definido también por la representación que nuestro medio tiende a darnos de él. El hombre del siglo XX no nace en el mismo mundo que el hombre del siglo XII; y nacer en el siglo XX cristiano o en el siglo XII indio es nacer en dos universos diferentes. Así, pues, por libre que puede ser un pensamiento filosófico, y por profunda que deba ser la huella dejada por el en la faz de las cosas, ese pensamiento filosófico comienza siempre por un acto de sumisión; se mueve libremente, pero dentro de un mundo dado. Esta afirmación, valedera para cualquier época filosófica, incluida la nuestra, se comprueba del modo más evidente si consideramos la filosofía de la edad media occidental. Igual que en nuestros días la reflexión del filósofo no puede dejar de aplicarse a los resultados
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más generales de las ciencias históricas y sociales, tampoco puede en la Edad Media ejercer sobre otra cosa que la revolución, cuya expresión definitiva en el dogma. El mundo inmediatamente dado, como lo es hoy, para nosotros, el de la ciencia, es entonces el de la fe. El universo aparece como la creación de un dios uno y trino. Jesucristo, el hijo de dios, engendrado y no creado, consustancial con el padre, se encarnó y se hizo hombre para salvarnos del pecado de Adán. Por su parte, el hombre caído debe colaborar en esta obra de salvación, someterse a los mandamientos de dios y de las iglesia de dios, al fin de enviar la perdición eterna y gozar eternamente de la felicidad celestial reservad a los elegidos. Esta vasta perspectiva, enriquecida y precisada por la paciente labor de los padres, es la que en la edad media se impone a todos los espíritus. Consiguientemente, la realidad es en esta época directamente sentida y pensada como religiosa. Lo que hay que comprender y explicar es, más que lo los ojos ven, lo que los concilios han definido en lo tocante al origen del mundo y del hombre, así como sus destinos; y ese es un hecho de importancia decisiva si queremos explicarnos el carácter religioso de los grandes sistemas medievales. Pero al mismo tiempo que, por uno de sus aspectos esenciales, el pensamiento de la edad media no mira más que hacia sí mismo, presente otro por el que se mueve hacia nosotros. Desde el momento en que nos preguntamos en que dominios y hasta qué punto preparaba la edad media un porvenir en que quedara incluido nuestro presente, abandonamos a sabiendas la historia pura. Entonces refluyen sobre el pasado los juicios que hacemos acerca del presente, de modo que dos testigos, de acuerdo sobre los mismos hechos, juzgaran excelente o funesta la influencia que aún puede ejercer tal o cual pensador del siglo XIII en los espíritus de nuestros tiempos. Por ello, la edad media sigue siendo, para nosotros, como un signo de contradicción. Objeto de una admiración agradecida que algunos llevan hasta el culto, lo es también de una cordial abominación que se expresa en los periódicos, reuniones electorales y programas de determinados partidos políticos. Esta situación no es específicamente francesa. Dark Ages, véase Middle Age, dicen los diccionarios ingleses; y si califican a alguien de dunce, es que es a dull-witted person; dicho de otro modo, un espíritu obtuso, como Duns Escoto. No pensamos ni por un instante acabar con estos desacuerdos, pero el simple hecho de que existan pruebas que todavía estamos sujetos a la Edad Media con lazos hititas. Evidentemente, el siglo XIII es aun pasado viviente. Lo es, en primer lugar, en toda la medida en que el catolicismo ha continuado viviendo. Decir que el hombre moderno entra de golpe en el universo de la ciencia es siempre verdad; pero en sentidos a menudo diferentes. La visión científica del mundo en la que la escuela inicia hoy al niño en todo país civilizado, no ha eliminado la visión del mundo otrora predicada en la iglesia de la Edad Media. Pueden estas visiones oponerse en algunos espíritus, pero van de acuerdo en otros, y tanto mejor cuando que los problemas planteados por la ciencia no son los que de la iglesia católica y su vasta difusión en el mundo sobre hechos, y dondequiera que esté presente el catolicismo, las teologías de los padres y las de la Edad Media estarán presentes y operantes como reglas de pensamiento y de
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vida para millones de hombres que viven en el siglo XX. Directamente o no, un católico de hoy hereda, por derecho de nacimiento, el inmenso tesoro de sentimiento e ideas acumulado desde san Justino hasta fines del siglo XIV, cuya historia muestra sin esfuerzo que no ha dejado de enriquecerse hasta nuestros días. Porque no basta hablar aquí de supervivencia, su teología no pesa sobre los católicos como un peso muerto que sufrieran sin conocer su origen. Nada para ellos es ms vivo ni más actual; y en cuanto al conocimiento que de ello tiene, la comparación de los católicos medios del siglo XII con los de nuestros días quizá no se resolviera con ventajas para los primeros. Si añadimos a ello que la teología de los padres y de los doctores obra mucho más allá de las fronteras de la iglesia católica, que la iglesia anglicana, por ejemplo, no tiene prácticamente otra; que el calvinismo e innumerables sectas viven, en pates, en su zona de influencias, se concluiría, sin duda, que aun cuando solo nos hubiese dejado sus teologías, el pensamiento de la edad media seguirá siendo, todavía hoy, una fuerza social inmensa, una dominante de muestra civilización. Pero la Edad Media noche dejado únicamente teologías. Es más: hasta la teologías que ha dejado estaban alimentadas de tesis puramente racionales, que pertenecen a las historia de la filosofía en la obra de teólogo fue causa de retroceso o de progreso para ella, o si, al fin, la teología de la devolvió a los filósofos tal como la habían encontrado, es materia sobre la que se ha discutido mucho, sin llegar a ponerse de acuerdo. (La filosofía presta mucho a las religiones-*decía Haureau- y no les debe nada). Es posible, pero quisiéramos que lo demostrase, y el problema es más complejo de lo que este decreto permite prever. Para saber si algunas, a menos, de las tesis de la edad media añadían algo a la herencia de la filosofía griega como si no hubiese existido de la Edad Media. Inmensa cuestión, cuya respuesta no podría encontrarse que; pero, al menos, permítasenos sugerir que los datos han sido a veces simplificados con exceso. Si –como no podemos dudarlo – el cartesianismo fue una revolución filosófica, no lo fue en este punto. El corte que se cree ver entre una Edad Media llena de teología sin filosofía y un mundo moderno ocupado eternamente a la realidad. Los únicos filósofos modernos que efectivamente han eliminado la teología son los que han eliminado la metafísica, y algunos de ellos, como Kant y Comte, han vuelto a introducir la teología valiéndose de un rodeo. En cuanto a los que, por el contrario, han querido mantener, o han restaurado la metafísica, han tenido todos que construir una teología natural, colocándose así en el mismo terreno que, desde el siglo XII al XIV, había sido propiedad indivisa del teólogo y del filósofo. Si la edad media abunda en teólogos – filósofos, el mundo moderno jamás ha carecido de filósofos – teólogos.
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¿Ha visto alguien alguna vez las fronteras de la teología y de la filosofía –preguntaba, por lo demás, el mismo Hauréau- y puede afirmar que existan? Si, existen; pero toda frontera es un lugar de paso, al mismo tiempo que una línea de demarcación. Lea teología puede prescindir de las disciplinas filosóficas – dice santo tomas en su Summa Theologica (I.1.5 ad 2m) – porque no debe a ellas. Sino a Dios, sus principios; pero lo es cómodo servirse de ellas, y ¿cómo habría de servirse de ellas si, por el solo hecho de hacerlo, la filosofía usada en teología dejara de ser filosofía y, por consiguiente, de existir? Cuando descartes dice haber (estimado siempre que las dos cuestiones de dios y del alma eran las principales de las que deben más bien ser demostradas por las razones de las filosofía que por las de la teología), admite a su vez una frontera; y, por cierto, es la misma que la de santo tomas, y se queda al mismo lado, porque, para Santo Tomás –como para el -, la existencia de dios y la inmortalidad del alma son dos problemas esencialmente filosóficos. Filósofo y teólogo tratan, pues, aquí los mismos problemas; los tratan por la misma Ilustración 6: La mujer en la edad media. Tomado de: razón natural y sus demostrawww.bibliotecagonzalodeberceo.com ciones diferentes justifican la mismas conclusiones. Sin duda – se objetara- que donde filosofía Santo Tomás lo hace como filosofo cristiano.
Es verdad; pero es también lo que hace descartes, y el mismo lo ha dicho: (y por lo que respecta al alma, aunque varios santos hayan creído que no es fácil conocer su naturaleza, y algunos se hayan atrevido hasta a decir que las razones humanas los persuadían de que moría con el cuerpo, y que solo la fe nos enseñaba lo contrario; sin embargo, por cuanto el concilio de Letrán, celebrado bajo León X, en la sesión octava, los condena, y ordena expresamente a los filósofos cristianos responder a sus argumentos y emplear todas las fuerzas de su espíritu para dar a conocer la verdad, me he vuelto a acometerlo en este escrito). Cuando sus meditaciones condescienden con las exigencias de un conci-
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lio, este (filósofo cristiano) pasa la frontera en sentido inverso. Establecer para la teología los preámbulos de la fe, aunque se sea descartes, es hacer obras de teólogo. Se aplicaría útilmente el debate examinado el contenido de las metafísicas modernas. A la pregunta: ¿viene la filosofía moderna después de la griega, como si las teologías medievales no hubieran existido?, se puede responder con esta otra: ¿a quién se parece más el dios de descartes, de pascal, de Malebranche y de Berkeley: al de Aristóteles o al de san pablo, San Agustín y Santo Tomas de Aquino? No nos atreveríamos a preguntar a los historiadores de la filosofía moderna si están seguros de que la teología de Ockhan no hay influido con Locke por su nominalismo y, a través de Locke, en David Hume; pero, en cambio, explicarían difícilmente la metafísica de Malebranche sin pronunciar el nombre de San Agustín. Con un poco de atención se avanzaría a un más en la historia, tal vez hasta nuestros día. De entre los contemporáneos nuestros que usan de su libertad de pensamiento para juzgar caducas la intuiciones primeras de la metafísica tomista y de los que usan la suya para justificar por ellas la existencia de toda metafísica, lo más (modernos) no son, quizá, los que se cree. Simples supervivencias –se dice-; pero sobrevivir; es, incluso, el único medio que, de momento, se ha encontrado para evitar la muerte. Así, pues, no es una casualidad que aparezca en plena edad media alguna de las ideas que son consideradas, en general, como características de la ciencia y de la filosofía moderna. No ha habido periodo filosófico brillante seguido de una larga decadencia. El siglo XIII, que es la edad clásica de la escolástica, no señala la cima de un ascenso seguida de una descenso, sino que, a partir de los problemas que plantea, y en nombre de sus propias exigencias, los filósofos del siglo XIV aportaran nuevas soluciones a los antiguos problemas, con un notable sentido de la continuidad doctrina. Así, a costa de un esfuerzo ininterrumpido de muchos siglos, y como llevado por un mismo impulso, la filosofía medieval iba a rebasar a Aristóteles, después de asimilarlos, y a fundar la filosofía moderna. Lo que equivale a decir que perspectiva histórica comúnmente adoptada resulta de un error acerca del orden real de sucesión de las doctrinas. Nada más falso considerar la filosofía medieval como un episodio que encuentra en sí mismo su propia conclusión, y que se puede silenciar al volver a trazar la historia de las ideas. De la Edad Media salen las doctrinas filosóficas y científicas con que se la quiere aplastar; la edad media critico las especies intencionales, las formas específicas y las demás abstracciones realizadas. Fue además, la primera en particular, pies, al dominio de la leyenda esa historia de un renacimiento del pensamiento que sucedería a siglos de sueño de oscuridad y de error. La filosofía moderna no ha tenido que luchar por conquistar los derechos de la razón contra la edad media; por el contrario, la edad media los conquisto para ella, y el acto mismo por el que el siglo XVII se imagina abolir la obra de los siglos precedentes no hace sino continuarla. La continuidad que se encuentra, en el terreno de la filosofía propiamente dicha entre el siglo XIV y los siguientes, es aún más sensible en el orden de la cultura general. Considerada en su conjunto, la historia dibuja una amplia curva que parte de la cultura romana de artes liberales, pasa por la obra de san Agustín, alcanza la Inglaterra de Beda y de Alcui-
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no, vuelve al continente en el siglo IX, sobrevive hasta el impulso del siglo XII; después, tras el eclipse que sufre en el siglo XIII, reaparece primero en Italia, con Petrarca, y pronto en Francia, con pedro de Ailly, Gerson, Clamanges y sus sucesores. El área cubierta por esta cultura es la de eso que se puede llamar la civilización occidental. Y está casi por entero al oeste del limes germanicus (frontera germánica). Comenzada en el año 83 de nuestra era por el emperador Domiciano y terminada en el siglo II, esta línea de fortificaciones señalaba el límite extremo del impulso romano en Europa, y no que las armas de Roma no conquistaron no fue nunca conquistado del todo por su cultura. Todos los centros de estudios anteriores al siglo XIV están situados a esta parte del limes germanicus, y no se han agotado aun las consecuencias de este hecho. (A través del alma alemana, como a través de la tierra alemana –dice el historiador Herman Hefele-, el limes pasa aun, y bajo el mismo cielo y en el mismo espacio psicológico, la realidad romana coexiste al lado de la realidad alemana). A este lado del limes romano, ¿Quién no reconocería, aun hoy, la unidad de la cultura romana? Y, sin embargo, armonizándose en esta misma unidad, ¡cuánta variedad y de riqueza de dones complementarios! Desde el siglo IX, el irlandés Juan Escoto Enrígena prefigura el platonismo de Berkeley. En el siglo XII, España sirve ya de muro, pero también de puente entre el mundo del Islam y el mundo cristiano. Desde el siglo XIII, y contra lo que creen algunos de sus historiadores, el pensamiento anglosajón esta ya entero en un Roberto Grosseteste y en un Rogerio Bacon, con su indisociable combinación de empirismo científico, de utilitarismo y de misticismo religioso. Italia da lo mejor de su pensamiento en las vastas teologías de un Tomás de Aquino y de un Buenaventura, o, como en la obra maestra de Dante, eleva hasta el genio el sentido del orden y del ordenamiento arquitectónico de las ideas: las catedrales de piedra son francesas, pero las ideas son italianas. La inmensa labor, la preocupación por una información enciclopédica, sin embargo, exhaustiva, que supone la obra de Alberto Magno, en la que de la masa de los hechos acumulados brota directamente una mística, son ya características de Alemania, Francia, en fin, sale de la Edad Media hecha a imagen y semejanza de la Escolástica, para la que ha sido tierra de elección. En el siglo XIII, en parís y en la madre de las universidades europeas, Francia, distribuyendo al mundo entero la verdad común que funda y define a la cristiandad, se impregno para siempre con el sueño mesiánico de una humanidad organizada y ligada por los lazos puramente inteligibles de una misma verdad. Ha guardado de la Edad Media, aun hoy, la convicción profunda de que todo sistema social está basado en un sistema de ideas, y que, como la doctrina de un partido es la unidad misma del partido, así la unión de todos los hombres no podrá hacerse sino por acuerdo de todos los espíritus. El viejo sueño de la Universidad de París, que fue primero el sueño de la Iglesia, habita hoy todavía en cada cerebro francés: pensar la verdad para la humanidad entera, que se constituye bajo lo coacción misma que le impone la aceptación de esa verdad. De ahí, por último, nuestro gusto en nato por la abstracción, por el razonamiento a prior, por la claridad lógica; y nuestra costumbre, tan sorprendente para espíritus anglosajones, de regular nuestra conducta según principios abstractos en lugar de someterla a las exigencias de los hechos. Para todo pensamiento occidental, ignorar su Edad Media es ignorarse a sí mis-
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mo. Es poco decir que el siglo XIII estĂĄ cerca de nosotros; esta en nosotros, y no nos desembarazamos de nuestra historia renegando de ella, del mismo que un hombre no se deshace de su vida anterior por el hecho de olvidar su pasado.
FIN
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