En plena exterminación de los selknam, a principios del siglo XX, algunos “afortunados” fueron trasladados a las misiones salesianas distribuidas en la Patagonia, instaladas allí con el fin de evangelizarlos. Sin embargo, no todos supieron adaptarse a la cultura que el hombre blanco quiso imponerles, anhelando permanentemente regresar a su amada e invadida Tierra del Fuego. En la Misión San Rafael Arcángel, ubicada en Isla Dawson, muchos de los refugiados terminaron sucumbiendo a las enfermedades y llenando las fosas comunes excavadas en el frío para recibir sus restos. Otros, que no tuvieron paciencia para esperar la muerte, huyeron con la esperanza de recuperar esa forma de vida que se había extinguido mucho antes que su pueblo. ¿Qué les pasó a ellos? ¿Perecieron como el resto de su pueblo y solo perduran en los textos de historia?
www.vlp.agency