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Necesario brindar apoyo a las madres luego del parto

Alejandra M. Jover Tovar >ajover@elvocero.com

El caso de la recién madre Celivelys Rivera Santiago, quien estuvo dos días desaparecida por lo que se sospecha es un caso de depresión posparto, trae a colación la vulnerabilidad de las mujeres luego de parir y comenzar a criar al bebé, porque en el esfuerzo por llenar el nuevo rol, muchas veces no se detecta que están cayendo en una crisis emocional.

La doctora Marianela Rodríguez Reynaldo, psicóloga clínica certificada en salud mental perinatal, explicó a EL VOCERO en entrevista telefónica que “en una cultura que se piensa que una persona con útero está hecha para parir y que tienes que estar feliz y agradecida, no se entiende que desarrollar un tras- torno mental no está en su control. Hay que validar los trastornos mentales tanto como los físicos”.

Según el doctor Yamil Lara, psicólogo clínico y miembro fundador de la Asociación de Psicología Perinatal de Puerto Rico, la gente visualiza el proceso de gestación hasta el parto como un cuento de hadas, “pero nunca se piensa en qué pasa después, no se prepara a la familia sobre qué va a pasar cuando llegue el bebé... las mujeres pueden ver su estado de ánimo afectado por múltiples razones, pueden juzgarse o sentirse que no pueden hacerse cargo, y ahí se acaba la luna de miel”.

Aunque en Puerto Rico no hay estadísticas fidedignas, Rodríguez Reynaldo señaló que a nivel mundial, una de cada cinco personas gestantes o en posparto pueden presentar problemas mentales, y uno de cada diez padres también podría presentar depresión.

Síntomas de depresión posparto

Al principio, puede confundirse la tristeza posparto con la depresión posparto, pero los síntomas de esta última son más intensos y duran más tiempo. Pueden interferir con la capacidad de cuidar al bebé y realizar otras tareas diarias. Los síntomas en general aparecen en las primeras semanas después del parto. Sin embargo, pueden comenzar antes —durante el embarazo— o hasta seis meses después de dar a luz. MayoClinic describe algunos síntomas.

• Estado de ánimo depresivo o cambios graves de humor

• Llorar demasiado

• Dificultad para establecer un vínculo con tu bebé

• Alejarte de tus familiares y tus amigos

• Perder el apetito o comer mucho más de lo habitual

• Incapacidad para dormir (insomnio) o dormir demasiado

• Terrible fatiga o falta de energía

• Menor interés y entusiasmo por las actividades que solías disfrutar

• Intensa irritabilidad e ira

• Miedo de no ser una buena madre

• Desesperanza

• Sentimientos de inutilidad, vergüenza, culpa o ineptitud

• Menos capacidad para pensar con claridad, concentrarte o tomar decisiones

• Desasosiego

• Intensa ansiedad y ataques de pánico

• Pensamientos sobre lastimarte a ti misma o a tu bebé

• Pensamientos recurrentes de muerte o suicidio

• Si no se trata, la depresión posparto puede durar muchos meses o incluso más.

Agregó que también pueden desarrollarse condiciones mentales en las familias que adoptan, a raíz de la llegada del nuevo miembro de la familia y los cambios trascendentales que conlleva.

Lara indicó que, de acuerdo al Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH, en inglés), entre 15% y 18% de las mujeres sufren depresión posparto.

“A esto se le suma la falta de sueño, el sentirse sola, el no sentir un apoyo porque todo el mundo quiere ver al bebé, pero mamá tiene que limpiar, comer, descansar, y comienza un sentimiento de minusvalía”, explicó.

El psicólogo agregó que 80% de las mujeres experimentan los “baby blues”, que es una tristeza que puede durar unas dos semanas, pero que si se extiende o los síntomas empeoran, hay que buscar ayuda.

La depresión posparto puede surgir de factores hormonales, psicológicos, el entorno en que se encuentra la madre y qué tanto apoyo tiene de la familia, los vecinos y comunidad, se indicó.

Los síntomas pueden abarcar cambios en el estado de ánimo — tristeza, ansiedad, irritabilidad o coraje—, falta de ánimo o interés en lo que la persona disfrutaba antes, y cambios en el apetito o el patrón de sueño, comunes a cualquier depresión, pero que afectan a la madre, que es la cuidadora primaria del bebé recién nacido.

“A eso se suma que su condición física es vulnerable porque acaba de parir”, agregó Rodríguez Reynaldo.

Rodríguez Reynaldo apuntó a que los síntomas suelen ser subestimados, porque se entiende que la madre puede estar ansiosa por la llegada del bebé, “pero no se espera que afecte tu funcionamiento normal”.

“Muchas veces la familia no lo identifica, la misma mujer no lo identifica, y los profesionales de la salud no preguntan o solo están pendientes al estado físico de la madre”, subrayó.

También planteó hay escasez de profesionales de salud mental en

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