Siempre Intercediendo

Cuando no sabes cómo orar

POR DIANA BROWN

Colgué el teléfono con la enfermera del hospicio. Sus palabras resonaban en mis oídos. “Diana, lamento decirte que tu tía falleció a las 3:20 de esta mañana”.

Inmediatamente sentí el cuidado de Dios ya que 3:20 es un tiempo significativo. El versículo bíblico en el que se fundó Women World Leaders es Efesios 3:20 y, para honrar eso, muchas de nosotras oramos por el ministerio a las 3:20 pm. todos los días. Incluso en mi dolor, el Señor me recordó que ÉL está a cargo y en control. Sin embargo, estaba llorando, rota, triste y confundida. No sabía qué orar o cómo orar.

Este fue el lugar donde me encontré recientemente con el fallecimiento de mi tía. Las palabras me fallaron. Me apoyé en Jesús, confiando en que Él intercede por mí en mi debilidad, dándome el poder del Espíritu Santo para conectarme con nuestro Padre misericordioso.

A veces, simplemente nos quedamos sin palabras cuando venimos a Dios en oración. Nos encontramos sentados en Su presencia sin tener idea de cómo proceder. Sabemos que Jesús intercede por nosotros ante el Padre, pero no entendemos cómo las oraciones de Cristo nos ayudan en nuestro momento de necesidad cuando nosotros mismos nos sentimos perdidos sobre cómo orar.

Así que tomé mi teléfono para colocar la canción “Casting Crowns,” Scars in Heaven.

Las palabras de Scars in Heaven me recordaron que, como todo en mi camino de fe, mis oraciones no dependen de mi propia capacidad para orar sino de Jesús. Por favor, hagan una pausa para escuchar la canción.

Las palabras me señalaron la verdad: que no estoy sola, que el Señor está cerca de los que tienen el corazón quebrantado, y Él es quien sostiene a mi tía ahora.

"El Señor está cerca de los quebrantados de corazón y salva a los abatidos de espíritu." (Salmo 34:18 NVI)

Incluso cuando nuestra fe se tambalea, Jesús intercede por nosotros. Jesús, el Hijo de Dios, después de Su muerte, resurrección y ascensión, estaba sentado a la diestra del Padre en las alturas. Cuando sufrimos pruebas y tentaciones, Dios Hijo intercede por nosotros ante el Padre.

"Por eso también puede salvar por completo a los que por medio de él se acercan a Dios, ya que vive siempre para interceder por ellos." (Hebreos 7:25 NVI)

Además, debido a que Jesús ora por nosotros, podemos presentar nuestras oraciones con confianza ante el trono de Dios. Hebreos 4:16 dice: Acerquémonos, pues, con confianza al trono de la gracia, para que alcancemos misericordia y hallemos gracia para el oportuno socorro. (ESV)

Pero, ¿cómo pueden consolarnos las oraciones no escuchadas de Jesús en nuestro momento de necesidad cuando no sabemos cómo orar? ¿Cómo puede Él ayudar cuando no está aquí en la carne para decirnos qué orar? Jesús prometió cuando dejó esta tierra para reinar en el Cielo, que nos enviaría algo aún mejor que el Hijo en la carne: el Espíritu en nosotros.

"Y yo le pediré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre." (Juan 14:16 NVI)

Mientras Cristo mismo ora por nosotros y su intercesión permite que nuestras oraciones lleguen a Dios, el Espíritu Santo también nos ayuda en nuestras oraciones. Romanos 8:26 dice: "Así mismo el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad. Porque no sabemos qué pedir como conviene, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles." (ESV)

Cuando no tenía las palabras para orar, y mi corazón estaba cargado y triste, el Espíritu Santo intercedió por mí. Dios no está buscando una ejecución de oración perfecta, pero busca una confianza humilde en el Espíritu Santo cuando presentamos nuestras peticiones ante Él.

El Espíritu Santo nos ayuda a saber qué orar y Él mismo ora por nosotros. Y el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque el Espíritu intercede por los santos conforme a la voluntad de Dios. (Romanos 8:27 NVI)

Cuando nuestras oraciones se ven frustadas por nuestro entendimiento limitado y emociones volubles, Él está orando por nosotros. Él lleva las ansiedades de nuestra mente y los problemas de nuestro corazón al Padre por nosotros. Tenemos la libertad de traer cada cuidado y preocupación, cada necesidad y deseo, ante Dios Padre. Humildemente, podemos confiar en que el Espíritu Santo se comunica por nosotros mejor de lo que nosotros pudiéramos hacer.

Mientras reflexionaba sobre mi desgarradora llamada telefónica y escuchaba Scars in Heaven, el Espíritu Santo me ministró, trayendo paz en medio de mis lágrimas. Todavía no tenía las palabras para expresar mi dolor, pero confiaba en que el mismo Jesús que me salvó a través de Su muerte ahora me sostenía en Su vida. Y puedo acercarme a Dios con plena seguridad de fe porque Jesús es fiel. (Hebreos 10:22-23) Incluso cuando no puedo entender lo que está pasando en mi corazón y mente, el Espíritu Santo habla a mi favor, pidiendo lo que realmente necesito, de acuerdo con la voluntad de Dios.

La próxima vez que no sepas qué orar, lee una de las oraciones que Cristo tiene para ti, tal vez Su oración sacerdotal en Juan 17, que es un registro de la oración de Cristo no solo por Sus discípulos en ese entonces sino también por Su Iglesia hoy. Cuando te quedes sin palabras, recuerda que la Palabra de Dios hecha carne ora por ti. Él ora para que crezcas en el conocimiento de Dios, sientas la seguridad de la fe, te unas a otras creyentes, experimentes la plenitud de Su gozo, seas protegida de las artimañas del enemigo y seas santificada de acuerdo con Su Palabra. Es reconfortante saber que el Espíritu Santo está siempre intercediendo por nosotros

* Songwriters: John Mark Hall / Matthew Joseph West. Scars in Heaven lyrics© Anthem Entertainment Lp, Essential Music Publishing. Healer CD Track 2.