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Healing Heart and Soul (Spanish Version)
by Alicia Roberts
Aceptando las Estaciones en Tu Vida
¿Alguna vez te has preguntado por qué tenemos estaciones? Durante mucho tiempo, el momento más importante y una de las pocas cosas que esperaba con ansias durante los meses de invierno era la Navidad. El invierno siempre me parecía una época más lenta y fría, así que no sentía que hubiera mucho entusiasmo más allá de la Navidad.
Al haber crecido en una zona con cuatro estaciones, a menudo anhelaba los días con más sol, flores florecientes y mejor clima: ¡la primavera! A medida que se acercaba la primavera, sentía que mi estado de ánimo se transformaba en un período de más alegría y más optimismo. Las temperaturas más cálidas y el sol brillando me dieron nueva vida. Los veranos solían estar llenos de momentos brillantes y alegres. Yo era una chica de primavera y verano.
Más adelante en mi vida, aprendí a aceptar que el cambio de estaciones era solo una parte de la vida. Aprendí a encontrar formas de prosperar y ser feliz en los meses más fríos, tal como lo hice en los meses más cálidos. Mi amor por la vitalidad y la aventura de la primavera y el verano no cambió; solo encontré formas de cambiar mi perspectiva sobre mis estaciones menos favoritas.
Las estaciones naturales tienen un efecto significativo en la vegetación y el crecimiento de las plantas. Si eres un sembrador, probablemente entiendas la importancia de plantar semillas en la primavera, nutrirlas en el verano y poder cosechar tus cultivos en el otoño. Los inviernos son el momento perfecto para nutrir el suelo y descansar tanto para las plantas como para los animales. Así como las estaciones son importantes en el sentido natural, también lo son en nuestra vida personal.
Hay una lección y una recompensa por superar el otoño y el invierno. Si sigues el rumbo, tu suelo/espíritu será más rico, preparándote para un futuro fructífero.
Dios usa las estaciones en nuestras vidas para enseñarnos cosas, para ayudarnos a crecer y desarrollarnos, para hacernos tener esperanza y generar nueva energía, y para darnos un período de descanso. Habrá momentos en los que estaremos en una temporada floreciente y emocionante, y habrá otros momentos en los que tal vez necesitemos dar un paso atrás. Habrá momentos en los que estemos construyendo, y también habrá momentos en los que estemos derribando y comenzando de nuevo. Puede haber momentos en los que estemos llenos de alegría, y habrá momentos en los que estemos tristes y afligidos. Independientemente del cambio en nuestra temporada, es importante recordar que hay una razón, un tiempo y un propósito para todo.
Todo tiene su momento oportuno, hay tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo: tiempo para nacer, y tiempo para morir; tiempo para plantar, y tiempo para cosechar; tiempo para matar, y tiempo para sanar; tiempo para destruir, y tiempo de construir; tiempo para llorar, y tiempo para reír; tiempo para estar de luto, y tiempo para bailar; tiempo para esparcir piedras, y tiempo para recogerlas; tiempo para abrazar, y tiempo para apartarse; tiempo para buscar, y tiempo para perder; tiempo para guardar, y tiempo para desechar; tiempo para rasgar, y tiempo para coser; tiempo para callar, y tiempo para hablar; tiempo para amar, y tiempo para odiar; tiempo para guerra, y tiempo para paz (Eclesiastés 3, 1-8 NVI).
Es tentador para nosotros sentirnos frustrados, incómodos y confundidos cuando el cambio nos llega de manera abrupta o inesperada. Si alguna vez has experimentado una temporada difícil o de espera, es posible que te hayas sentido impaciente y te hayas preguntado si alguna vez superarás ese momento difícil. Quiero animarte a que perseveres y no pierdas la esperanza durante esos momentos. Hay una lección y una recompensa por superar el otoño y el invierno. Si sigues el rumbo, tu suelo/ espíritu será más rico, preparándote para un futuro fructífero.
Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. (ROMANOS 8:28 RVR1960)
Ya sea que estés cambiando de carrera o de trabajo, volviendo a estudiar, convirtiéndote en cuidador de alguien o atravesando una pérdida, recuerda que Dios siempre está contigo. Es posible que nunca entendamos por qué pasamos por las cosas que experimentamos o por qué algunas temporadas son más prósperas y brillantes para nosotros que otras. Sin embargo, debes saber que todas las cosas obrarán para bien en nuestras vidas si Dios así lo ordena. Él no te dejará ni te abandonará. No te desanimes; Él estará allí para guiarte a través de cualquier temporada o transición difícil.
Alicia ha logrado equilibrar su vida como madre soltera, ejecutiva de una corporación estadounidense, empresaria y sirviendo a su comunidad. Su compromiso de ayudar a otros a alcanzar sus metas la inspiró a convertirse en autora de libros superventas, oradora y coach certificada en confianza y sanación interior. En 2020, fundó The Confident Lily. Si necesita volver a poner las piezas de su vida en su lugar, visite www.confidentlily.com/pieces para obtener recursos y apoyo gratuitos.