Las mujeres hacen historia

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Policarpa Salavarrieta marcha al suplicio. Anónimo. 1825. Óleo sobre tela.

“¡Libertad para vivir con dignidad!” es el lema que el Secretariado Nacional de Pastoral Social, Sección Vida, Justicia y Paz, propone para la Campaña del Día Internacional de la Mujer para el 2010, año en que conmemoramos en Colombia y en muchos países de América Latina el Bicentenario de la Independencia. En medio de este año de celebraciones y eventos que traerán a la memoria los últimos 200 años de nuestra historia de luchas por la dignidad y la libertad, seguramente recordaremos a muchos hombres y mujeres que batallaron y dieron su vida por esta causa.

¡Libertad para vivir con dignidad!

Queremos resaltar de manera especial a quienes, conocedoras del mensaje del Evangelio, entendieron que Dios creó al ser humano libre y digno...

Con esta Campaña 2010, queremos destacar a aquellas mujeres que cumplieron papeles muy importantes en la búsqueda de la libertad para nuestra patria. Queremos resaltar de manera especial a quienes, conocedoras del mensaje del Evangelio, entendieron que Dios creó al ser humano libre y digno, y por esta razón, no permanecieron indiferentes ante la opresión y la explotación de su pueblo. Ellas pusieron todos sus recursos personales y materiales y algunas, hasta arriesgaron su propia vida por la causa libertaria. Ciertamente habrán sido muchísimas y entre ellas, numerosas religiosas y laicas que aún permanecen anónimas. A ellas, mujeres silenciosas y heroínas cotidianas, ofrenda permanente de la historia en la construcción de país, cimientos silenciosos y valiosos de nuestra Colombia, les rendimos un tributo sentido y de profundo agradecimiento y reconocimiento por su generosidad y compromiso con la promoción y defensa de la dignidad de tantos niños, familias y comunidades enteras, en la búsqueda de un mejor país.

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Presentaremos a varias mujeres que sobresalen gracias a su fortaleza, su personalidad recia, su generosidad, su fe a toda prueba, su preocupación por su pueblo y su valentía –que para la época era considerada extraña-, y por ello obtuvieron un lugar en la historia colombiana. La reflexión de esta Campaña está dirigida a reconocer a varias de las mujeres emblemáticas de la época de la Independencia y de los últimos 200 años de la historia de Colombia, resaltando a algunas que, desde una profunda convicción en su fe, encontraron motivos y fortaleza suficientes para luchar por la libertad uniéndose a las acciones patriotas de diversas maneras (Tema 1: La independencia con rostro de mujer). Pero reconocemos que no basta con haber logrado la independencia de poderes opresores sobre las sociedades coloniales. Si bien este es un paso esencial en la construcción de país, es fundamental reconocer que es preciso alcanzar una libertad personal que nos permita ser mejores hombres y mujeres. Por esta razón, en un tercer momento queremos hacer referencia justamente a la necesidad de descubrir las propias esclavitudes personales en que caemos hombres y mujeres como consecuencia de querer vivir de acuerdo con los parámetros de la posmodernidad, razón por la cual sacrificamos los deseos más íntimos de nuestro ser y el sentido profundo de la propia existencia que debe basarse en la verdad, la libertad y la dignidad humana (Tema 2: Viviendo todavía en la esclavitud). Luego queremos generar un diálogo acerca de los nuevos caminos y las nuevas luchas que deben darse aún para lograr una verdadera equidad en las oportunidades para hombres y mujeres que nos permitan

...es fundamental reconocer que es preciso alcanzar una libertad personal que nos permita ser mejores hombres y mujeres.


vivir con dignidad. Debemos reconocer que la construcción de familia, de Iglesia y de sociedad debemos hacerla de forma conjunta y es una tarea que no podemos aplazar si queremos ver una nación soberana (Tema 3: Abriendo nuevos espacios). A continuación, terminamos esta propuesta temática, sugiriendo una reflexión acerca de cómo nos corresponde a todos y a todas construir nuevas relaciones con otros y otras para poder ganar la batalla en contra de las imposiciones culturales, políticas, económicas y sociales, que han hecho legítima la violencia como forma de solución de conflictos. Este tema pretende ser un apoyo en la búsqueda de caminos para lograr construir relaciones auténticas, basadas en el respeto, la justicia, la solidaridad y la equidad como aporte efectivo para la construcción de la paz que todos y todas anhelamos en Colombia (Tema 4: Todas y todos hacia la construcción de la paz). Esperamos que este recorrido motive el trabajo en las comunidades, grupos, organizaciones, movimientos sociales, parroquias, instituciones educativas y culturales y en todos los espacios que sea posible. Y la invitación es a trabajar este material en forma conjunta, entre hombres y mujeres, reconociendo que ambos tenemos mucho qué aportar en la construcción de nuevas estructuras sociales que generen procesos de cambio cultural, político y económico. Solamente reconociendo el valor de cada persona, desde su dignidad, por el mismo hecho de ser humano y por ser hijo e hija de Dios, podremos ser capaces de construir caminos verdaderos que permitan alcanzar una mayor justicia y equidad como aporte efectivo en la construcción de la paz.

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TEMA 1

LA INDEPENDENCIA CON ROSTRO DE MUJER INTRODUCCIÓN

A lo largo de los años, en nuestras clases de historia, hemos escuchado de qué forma nuestro pueblo ha ido reclamando la libertad y soberanía, atreviéndose a romper los lazos de sometimiento y esclavitud puestos a la fuerza por varios personajes que quisieron gobernar, imponiéndose de maneras atroces, pisoteando y robando, atacando y torturando, sin importar las vidas inocentes que segaron a su paso. Pero en medio de esta realidad, siempre han existido Armas de la ciudad personas honestas, valientes y visionarias que han dede Santafé de Bogotá cidido cambiar esas situaciones de dominación y opresión. Han surgido voces fuertes que han sido acalladas de múltiples maneras. Estas voces a través del tiempo, han dejado ecos de valentía que algunos y algunas han logrado perpetuar en acciones cruciales durante el pro¡Pueblo indolente! ceso de adquisición de esa libertad tan anhelada. ¡Cuán diversa sería Y precisamente, revisando la historia de los siglos hoy vuestra suerte, XVIII y XIX vemos que se destacan muchas mujeres que si conocieseis el participaron en los acontecimientos célebres del país. precio de la libertad! “La independencia de la Nueva Granada fue un hecho Ved que aunque trascendental y grandioso más grande y sublime por la lucha, por el esfuerzo, y por el heroísmo en que por mumujer y joven, chos años se comprometieron energías y se sacrificaron me sobra valor para vidas en la inevitable catástrofe social con que las desassufrir la muerte y trosas guerras fraticidas vinieron a culminar con la glorio1 mil muertes más. . sa victoria de la soberanía absoluta de la madre patria” . Y es justo reconocer que la vida de célebres persoPolicarpa Salavarrieta najes como Bolívar, Nariño, Santander, Sucre, Ibáñez, Acevedo y Gómez, etc, está ligada al nombre de una mujer, representada en la madre, la hermana, la novia, la hija. Y ellas, la mayoría anónimas hoy, merecen ser destacadas junto a todas las que sintieron en su corazón el deseo de ayudar motivadas por la caridad y por el

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1 MELO L., Livia Stella. “Valores Femeninos de Colombia”. Carvajal Hermanos, Bogotá, 1966


patriotismo, en la lucha por la independencia. Muchas entendieron que viviendo la caridad proporcionando vestido al desnudo, saciando al hambriento, aliviando al enfermo, fortaleciendo a quienes desfallecían, estaban cumpliendo su deber con su prójimo y con la patria. “Pero sobre esto brilla el caluroso sentimiento patriótico de las señoras, con el cual han devuelto a un montón de hombres descorazonados y valientes su antiguo brío, su impetuoso valor y sus muertas energías; y todavía más: les han devuelto la fe. Sin este milagro, los españoles, en el primer encuentro nos habrían arreado como a un rebaño de corderos” afirma Elio Fabio Echeverri en su libro “Mujeres de la Independencia”2 Volver la mirada hacia estas y muchas otras mujeres destacadas a lo largo de la historia debe ayudarnos a reconocer sus luchas y anhelos y a ponerlas en diálogo con los millones de personas que hoy, en Colombia y en el mundo, continúan entregando sus vidas para transformar situaciones de injusticia y opresión. Que la experiencia de vida de estas mujeres nos motive a continuar reflexionando sobre la propia experiencia.

HEROÍNAS INMORTALES Definitivamente entre varios historiadores colombianos existe el consenso de reconocer en Policarpa Salavarrieta la figura femenina más destacada de la época de la independencia, aunque conocemos de muchas otras mujeres que también participaron en la causa patriota. Pero “Ella (La Pola) representa la otra imagen femenina, casi opuesta a la tradicional: la mujer luchadora, activa, valiente”3. Recordemos algunos hechos más sobresalientes de su vida. 2 Citado por MELO L., Livia Stella. “Valores Femeninos de Colombia”. Carvajal Hermanos, Bogotá, 1966.

Revista Credencial Historia Edición 73: “Tres mujeres de la Independencia”, Bogotá, Enero de 1996

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Niñas en formación en el patio del primer Colegio Femenino en Santa Fe: La Enseñanza


HEROÍNAS INMORTALES

Policarpa Salavarrieta Ríos. Epifanio Julián Garay Caicedo. 1880. Pintura, Óleo-Lienzo.

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Modelos de Billetes emitidos en Colombia con la figura de “La Pola”.

Policarpa Salavarrieta Ríos, nació en Guaduas, Cundinamarca, en 1795. Tuvo 7 hermanos, dos de los cuales optaron por la vida religiosa. Se crió en una familia acomodada, que tenía lo suficiente para vivir y era respetada en la villa, pero no poseía ningún estatus de hidalguía. Su padre se dedicó a la agricultura y al comercio. Su familia se trasladó de Guaduas a Bogotá y en 1802 a causa de la epidemia de viruela, fallecieron sus padres y dos de sus hermanos. Policarpa se desempeñó entonces como costurera, labor que ejerció más tarde en Santafé. Algunos afirman que enseñó en la escuela pública, actividad que suponía cierta formación, no muy común para las mujeres de su condición en esta época. Parece que sabía leer y escribir3. Durante la época de la reconquista española y del terror, la Pola, junto con su familia, compartía el espíritu patriota. Vivió en la casa de la familia Beltrán, que participó activamente en el movimiento de los Comuneros de 1781 contra el régimen colonial, lo cual seguramente afianzó sus ideales de lucha y su inconformidad con el sistema establecido por los pacificadores. Vivir en la capital le permitió unirse a actividades políticas y como no era conocida, gozaba de libertad para salir y reunirse con los patriotas. Una de sus tareas era coserle a las señoras de los realistas para escuchar noticias y averiguar los movimientos y las órdenes de las tropas enemigas y dar esta información a los patriotas para que no fueran sorprendidos en las emboscadas. También recibía y mandaba mensajes sobre compra de material de guerra y ayudaba a convencer a los jóvenes a unirse a los grupos de los patriotas. Muchas mujeres y hombres, entre ellos Alejo Sabaraín, de quien se dice era su novio, y con quien compartió la causa de la independencia. Sabaraín ya había luchado con Nariño en la campaña de Pasto. Las actividades de la Pola empeza3 Revista Credencial Historia Edición 73: “Tres mujeres de la Independencia”, Bogotá, Enero de 1996


LA INDEPENDENCIA CON ROSTRO DE MUJER

ron a resultar sospechosas para los realistas cuando descubrieron la huída de los hermanos Almeyda en cuya fuga ella estuvo involucrada. Los Almeyda esperaban que ella los ayudara a fortalecer el grupo de los patriotas para un levantamiento en la ciudad, pero en ese momento arrestaron a Sabaraín y este hecho permitió la captura de la Pola. Ella fue detenida por el sargento Iglesias y fue reducida a calabozo en el Colegio Mayor del Rosario. Un consejo de guerra la condenó a muerte junto con Sabaraín y otros patriotas. Fue fusilada el 14 de noviembre de 1817. El primero que registró la ejecución fue José María Caballero, quien repite las palabras de Policarpa cuando un soldado le ofreció un vaso de vino: «Pueblo de Santafé ¿cómo permites que muera una paisana vuestra e inocente? Muero por defender los derechos de mi patria. Dios Eterno, ved esta justicia». José Hilario López, quien la acompañó en su último día, resalta en sus Memorias el convencimiento de sus ideales y su coraje. La describe como «una mujer valiente y entusiasta por la libertad, que se sacrificaba para adquirir con qué obsequiar a los desgraciados patriotas, y no pensaba ni hablaba de otra cosa que de venganza contra el régimen y el restablecimiento de la Patria»5. Al salir a la plaza para su fusilamiento gritó la valentía de morir por la libertad de la patria. No quiso morir de espaldas sino de rodillas por considerar que esta era una posición más digna de una mujer. Su cuerpo fue reclamado por sus hermanos sacerdotes y sus restos fueron sepultados en la Iglesia del convento de San Agustín. La ejecución de Policarpa, mujer joven por un crimen político, movió a la población en general y creó una mayor resistencia al régimen impuesto por Juan Sámano. Y aunque fueron muchas las mujeres asesinadas durante la ocupación española, la Pola cautivó al pueblo. Incluso poetas, literatos y dramaturgos han inmortalizado su vida. Los escritos que reconstruyen su historia llegaron incluso al viejo mundo. En Colombia, se han conmemorado de forma especial las fechas más importantes de su vida. Se construyó un monumento en Guaduas y otro en Bogotá en el centenario de su nacimiento. En 1917 se publicaron documentos relacionados con su vida como homenaje a los mártires, y en 1967, el Congreso designó el 14 de noviembre como el Día de la Mujer Colombiana. 5

http://www.banrep.gov.co/blaavirtual/revistas/credencial/enero1996/indice.htm

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OTRAS MUJERES DE LA COLONIA

María Clemencia Caycedo y Vélez Ladrón de Guevara de Aróstegui y Escoto. Fundadora del Colegio de la Enseñanza.

Calle 11, donde estaba ubicado el Colegio de la Enseñanza en Santafé.

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Es interesante en esta revisión de la historia encontrar a muchísimas mujeres que se destacan por su participación activa en la vida social, cultural y política durante la época de la colonia. A continuación, encontramos una breve reseña sobre la vida de algunas de las mujeres más memorables. María Clemencia Caycedo Y Vélez Ladrón De Guevara De Aróstegui. Ella fue la mujer escogida por la Providencia para sembrar en este suelo patrio, su fructífera semilla del bien y la caridad. Testimonios reales de su benemérito espíritu cívico y su acendrado amor a Dios y al prójimo, son sus realizaciones que permanecen hasta nuestros días: la fundación del Colegio de la Enseñanza la construcción de un Templo y el Monasterio de la Enseñanza de Monjas Benitas, Esclavas de la Virgen, entre otras. Estas obras son emblema de su alma heroica y de su ejemplar patriotismo. No se pueden desconocer estas obras que formaron a las primeras damas de la antigua Nueva Granada. Doña Clemencia y su obra marcaron la redención de la mujer santafereña. Ella, de noble linaje, se casó con un distinguido caleño y tuvieron un hijo, pero al cabo de pocos años, falleció su pequeño y meses después, su amado esposo. Ante la pena con que Dios probó su fe, ella encontró eco a su dolor en las obras sociales y sólo pensó en servir a Dios ejercitando la caridad con verdadero apostolado. Organizó su fortuna y sostuvo a 80 mujeres que a temprana edad estaban expuestas a perder su virtud. Las reunía 2 veces al año en ejercicios espirituales y les enseñaba a orar. Socorrió a muchos pobres, ancianos, viudas y gentes de distintas clases sociales que requerían de ella por ayuda espiritual y material. Creó Ejercicios Espirituales Permanente con los que logró una reforma moral de su gente.


LA INDEPENDENCIA CON ROSTRO DE MUJER

Años después el Oidor de la Real Audiencia don Joaquín Aróstegui y Escoto, hombre de bien y de rica fortuna, conoció de ella, se enamoró y le pidió hacerla su esposa. Al cabo de un tiempo se casaron y decidieron unir su fortuna a beneficio de la formación cristiana de las jovencitas de aquel tiempo, tanto de la clase alta como de las niñas del pueblo, para lo cual pensaron en fundar un convento de religiosas que a su vez se encargarían de esta labor6. El historiador Guillermo Hernández de Alba al referirse a doña Clemencia, anota que “al morir dejó concluidas la Iglesia, el convento y las aulas para las colegiales y para las niñas del pueblo”. El 18 de marzo de 1783 vistieron el hábito las primeras religiosas femeninas del Monasterio de la Enseñanza de Monjas Benitas, quienes forjaron las generaciones precursoras de la Independencia y ese mismo mes se abrieron los dos institutos de enseñanza al que ingresaron 25 estudiantes de la nobleza bogotana en uno, y en otro, más de 200 niñas del pueblo. Por esta razón, Doña Clemencia Caicedo es una de las damas más célebres en la historia de Colombia. El Virrey Ezpeleta (1789) se refirió a la educación de la mujer, no sólo en Santafé sino en toda la Nueva Granada de esta manera: “A la piedad de una mujer, ilustre por su nacimiento y todavía más por sus loables sentimientos, se debe la fundación de la única casa de enseñanza de la juventud de su sexo que hay en esta capital y en todo el Reino”7 Manuela Sanz De Santamaría fue otra de las damas que dejó grabado su nombre para la historia. Era de familia aristocrática y perteneció a lo más noble de la colonia. En la educación impartida por su madre (Doña Petronila) para ella y sus hermanas, se destacaba el ánimo de que sus hijas brillasen por los primores del espíritu más que por cualquier otro adorno. Así, doña Manuela, llegó a distinguirse por sus exquisitos modales, su imaginación y creatividad, sus dotes intelectuales y su ejemplar espíritu cívico y social. Dominaba el inglés, francés, latín e italiano y fue una de las seguidoras de la “Expedición Botánica”. Por poseer una vasta cultura y amplios conocimientos en las ciencias y las letras se le conocía como “La mujer sabia de la Colonia”8. Javiera Londoño es una dama antioqueña destacada en el siglo XVIII. Se distinguió por su sensibilidad social que la llevó a ser benefactora de las clases menos favorecidas y la primera impulsadora de la libertad de los esclavos en el país. Su rectitud, la magnanimidad de su espíritu, la generosidad y nobleza de su alma, 6

Citado por MELO L., Livia Stella. “Valores Femeninos de Colombia”. Carvajal Hermanos, Bogotá, 1966.

FOZ Y FOZ, Pilar. Mujer y educación en Colombia. Siglos XVI – XIX. Academia Colombiana de Historia, Bogotá, 1977. Biblioteca de Historia Nacional Volumen CXLVIII

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MELO L., Livia Stella. “Valores Femeninos de Colombia”. Carvajal Hermanos, Bogotá, 1966

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OTRAS MUJERES DE LA COLONIA

Rosario y devocionario del siglo XVIII.

Mujer de la época con mantilla y basquiña.

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resaltan su vida entre las mujeres que se destacan en la época de la independencia. Julio César García en su obra “Historia Superior de Colombia” se refiere a ella como una mujer que realizó sinnúmero de actos en pro de la sociedad sin que ésta supiera interpretar su noble proceder, entre ellos, el hecho de favorecer a centenares de esclavos (otorgó carta de libertad a 125 esclavos suyos), a doncellas pobres (para quienes donó parte de su dinero destinado a la construcción de escuelas públicas de niñas en Rionegro y Marinilla), así como la ayuda que prestó a viudas y a huérfanos9. Josefa Acevedo Sánchez De Gómez es otra mujer que representa el aporte en la literatura de aquella época. Su adhesión a la causa libertadora se dio cuando acompañó a su madre en un injusto confinamiento a que fue sometida. Así, se constituyó en la educadora de sus hermanas menores. Desde temprana edad escribía poesías, cuentos y ensayos. Gómez Restrepo la cita como “una mujer que se preocupó de trabajos para su sexo, cuya instrucción y progreso buscaba dentro del ideas de la mujer cristiana”. Escribió “ensayo sobre los deberes de los casados”, obra que se publicó en Colombia en 1844 y en París en 1852, entre otras obras. Entre los cuentos que escribió se destaca “Cuadros de la vida privada de algunos granadinos”, que reunía escritos suyos sobre el amor conyugal, el triunfo de la generosidad sobre el fanatismo político, la caridad cristiana, y la vida de un hombre10. Mercedes Abrego De Reyes nació en Cúcuta. Recibió buena educación de sus padres y se destacaba por sus habilidades manuales por lo cual era muy solicitada para la enseñanza de las artes, y, especialmente, para la realización de ornamentos religiosos destinados a las iglesias de Cúcuta, Villa del Rosario, San Antonio y pueblos vecinos. También se le atribuye el haber bordado en hilo 9 MELO L., Livia Stella. “Valores Femeninos de Colombia”. Carvajal Hermanos, Bogotá, 1966 10

Idem.


LA INDEPENDENCIA CON ROSTRO DE MUJER

de oro, plata y lentejuelas una casaca que obsequió al Libertador en señal de simpatía y admiración que sentía por él y a causa del triunfo del 28 de febrero contra los realistas en el combate de Cúcuta. Algún tiempo después se vinculó a la causa republicana constituyéndose en pieza clave para las comunicaciones de las tropas patriotas comandadas por Santander en contra de las tropas españolas de Ramón Correa y Bartolomé Lizón. Cuando las tropas de Santander fueron derrotadas en forma definitiva por los realistas en el llano de Carrillo, el capitán Bartolomé Lizón ocupó a Cúcuta y mandó buscar a Abrego, acusándola de conspiradora, por lo cual fue ajusticiada. Luego de recibir los correspondientes oficios religiosos en la capilla, dos de sus hijos presenciaron su muerte el 13 de octubre de 1813. Su sacrificio en defensa de los ideales republicanos influyó en muchas mujeres granadinas, heroínas que fueron decisivas para el triunfo de la libertad. Dentro de esta lista de mujeres, también deberíamos recordar a muchas otras con historias similares, entre ellas Manuela Beltrán, Antonia Santos (en Socorro, Santander), Rosa Zarate de Peña (fusilada en Tumaco), Domitila Zarasti, Luisa Figueroa, Dominga Burbano, Ramona Alvarán, fusiladas; Agueda Gallardo (en Pamplona), Agustina Ferro (en Ocaña), Carlota Armero (en Mariquita), Dorotea Castro y Josefa Costa (en el Valle del Cauca). Todas ellas sentenciadas a muerte entre 1809 y 1824, se destacan junto con más de 350 mujeres que participaron activamente en la lucha patriota de manera sigilosa, como lo hizo doña Pascuala Muñoz (santandereana) que logró sembrar con todo vigor, los ideales de la Patria en el corazón de sus hijos entre quienes estaba José María Córdoba. Y referirse a cada una de las mujeres que, de diversas maneras se unieron a la causa de la independencia, demandaría estudio y dedicación, tarea apasionante cuando se quiere descubrir el protagonismo femenino a lo largo de la historia. Acercarse a estas breves reseñas de su vida, son solo una motivación para continuar profundizando sobre la participación femenina en las luchas por lograr la dignidad y la libertad de su pueblo ante toda tiranía y opresión de los sistemas imperantes. Hoy, en 2010, después de 200 años de lograr la independencia en varias de nuestras naciones de América Latina, es justo reconocer su papel en esta causa. Sara Beatriz Guardia, del Centro Peruano de Estudios de la Mujer en la Historia de América Latina, afirma que “es posible advertir un cambio del discurso ante la importancia que ha cobrado en las últimas décadas el estudio de la presencia de la mujer en la historia”11. Con este pequeño recorrido histórico pretendemos destacar algunas mujeres que representan la decisión, la valentía, el coraje, pero sobre todo, la necesidad MÁRQUEZ, Humberto. América Latina/Bicentenario de la Independencia arropado por las heroínas [en línea]. (2009). Disponible en http://ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=93158

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de ser y sentirse libres. Tomando esta referencia, nuestra tarea es entonces, ser capaces de leer los signos de nuestros tiempos y actuar (como lo hicieron las heroínas de nuestra patria) por la transformación de todas las realidades de injusticia y opresión que continúan ocurriendo en nuestro país.

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ACTIVIDAD MIREMOS AL PASADO

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Se organiza el grupo en pequeños subgrupos (4 o 5 personas) y se leen las breves reseñas biográficas de estas mujeres. Puede complementarse la información sobre ellas con otras fuentes bibliográficas disponibles en las casas de la cultura, en otros textos sobre historia, entre otros recursos.

Una vez leídas las reseñas, se iniciará un diálogo a partir de las siguientes preguntas:

-¿Qué momentos o acontecimientos de la historia de Colombia destacarían ustedes para resaltar el papel de las mujeres en su lucha por la libertad y la dignidad? -¿Cuáles fueron los principales aportes de estas mujeres en la causa de la libertad? -¿Cuáles creen que fueron los principales obstáculos que tuvieron que enfrentar –en el pasado- las mujeres colombianas en la lucha por el respeto a su dignidad?

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-En la actualidad, ¿cuáles de estos obstáculos persisten? ¿Qué podríamos hacer para vencerlos?


TEMA 2

VIVIENDO TODAVIA EN LA ESCLAVITUD

INTRODUCCIÓN Reconociendo que la libertad es un aspecto que contempla muchos aspectos de la vida humana, en este tema queremos llamar la atención para reflexionar sobre este concepto. El Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia afirma que “El hombre puede dirigirse hacia el bien sólo en la libertad, que Dios le ha dado como signo eminente de su imagen12: «Dios ha querido dejar al hombre en manos de su propia decisión (cf. Ecl 15,14). La dignidad humana requiere, por tanto, que el hombre actúe según su conciencia y libre elección, es decir, movido e inducido por convicción interna personal y no bajo la presión de un ciego impulso interior o de la mera coacción externa»13. El hombre justamente aprecia la libertad y la busca con pasión: justamente quiere —y debe—, formar y guiar por su libre iniciativa su vida personal y social, asumiendo personalmente su responsabilidad14. De esta manera, la libertad, no sólo permite al hombre cambiar convenientemente el estado de las cosas exterior a él, sino que determina su crecimiento como persona, mediante opciones conformes al bien verdadero: de este modo, el hombre se genera a sí mismo y construye el orden social15. A través de los años, la mujer ha tenido que desarrollar una audacia y fortaleza inmensas, haciéndose capaz de derrumbar miles de obstáculos para mantenerse libre y digna, en una sociedad que pretende aún mantenerla sometida de múltiples maneras. A pesar de constatar cómo se ha liberado con eficacia de muchos yugos, la12

Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica, 1705

Concilio Vaticano II, Constitución Past. Gaudium et Spes, 17: AAS 58 (1966) 1037; cf. Catecismo de la Iglesia Católica, 1730-1732 13

14 Cf. Juan Pablo II, Carta Enc. Veritatis Splendor, 34: AAS 85 (1993) 1160-1161; Concilio Vaticano II, Constitución Past. Gaudium et Spes, 17: AAS 58 (1966) 1038. 15

Catecismo de la Iglesia Católica, 1733

Detalle pintura. Artículo 1. Credo. Creación de la mujer. Miguel de Santiago. Siglo VII.

¿Quieres saber que es libertad? No ser esclavo de ninguna cosa, de ninguna necesidad, de ningún azar, reducir la fortuna a términos de equidad. Séneca

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...es prioritario crear en la educación nuevos lenguajes y símbolos que no reduzcan a nadie a la categoría de objeto, sino que rescate el valor de cada ser humano como persona. .

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mentablemente las nuevas generaciones han terminado sumergiéndose en otra clase de esclavitudes, sin objeción, sin reparo, y no se han dado cuenta que al hacerlo, están desperdiciando una herencia de oportunidades y beneficios obtenida con mucho sacrificio y entrega por parte de nuestras antecesoras. Por esta razón se hace necesario reflexionar acerca de las “nuevas esclavitudes” impuestas por la posmodernidad y por los sistemas imperantes, puesto que ni hombres ni mujeres estamos ajenos y ajenas a sufrirlas y tampoco tenemos la formación, la conciencia y la voluntad suficiente para contrarrestarlas adecuadamente.

NUEVAS ESCLAVITUDES SOCIALES E INDIVIDUALES La esclavitud es considerada como una de las peores etapas de la historia de la humanidad y aunque, formal y legalmente ha sido abolida en todas las naciones, hoy día, miles de personas están siendo sometidas y esclavizadas de otras maneras que van desde las nuevas formas de delitos que someten la voluntad y coartan la libertad de las personas, hasta las esclavitudes a que nos sometemos hombres y mujeres por voluntad propia constituyéndonos presa fácil de las imposiciones que la sociedad contemporánea nos exige, en nombre de la modernidad. Fenómenos como la globalización, el capitalismo salvaje y el desarrollo de las tecnologías, han contribuido a incrementar el problema de la trata de personas al ampliar el mercado para las mafias dedicadas a la compra y venta de seres humanos. Un claro ejemplo se tiene cuando se usa el Internet como ventana para la captación de personas de todas las edades, a fin de ser utilizadas en la industria sexual, o como medio para colocar la variada oferta que se deriva de ella: pornografía, trabajos o servicios forzados, prostitución, matrimonios serviles, turismo sexual, tráfico de órganos, entre otros16. Departamento de Puno, Tingo de Ponasa. Esclavitud del siglo XXI. La terrible realidad de las mujeres vendidas y compradas para el comercio sexual. (2006).

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VIVIENDO TODAVIA EN LA ESCLAVITUD

En nuestra dura realidad colombiana, también se dan a conocer casos siniestros, como por ejemplo, el reclutamiento forzado de niñas y niños por parte de grupos ilegales armados con el objeto de utilizarlos para transportar armas, para llevar y traer información, para enseñarlos a combatir y para la esclavitud sexual, entre otras actividades. Como ésta, muchas otras situaciones que ponen de manifiesto una grave situación de violación a los derechos humanos. En este sentido, el documento de Aparecida menciona que “en esta hora de América Latina y El Caribe, urge tomar conciencia de la situación precaria que afecta la dignidad de muchas mujeres. Algunas, desde niñas y adolescentes, son sometidas a múltiples formas de violencia dentro y fuera de casa: tráfico, violación, servidumbre y acoso sexual; desigualdades en la esfera del trabajo, de la política y de la economía; explotación publicitaria por parte de muchos medios de comunicación social, que las tratan como objeto de lucro” (No. 48). Por esta razón, constituye una responsabilidad de la sociedad y de la Iglesia, formular acciones concretas que permitan una transformación social y cultural como aporte para combatir esta crítica situación que afecta la dignidad humana.

¿ESCLAVA YO?, ¡JAMÁS! ¿ESCLAVO YO?, ¡DE QUÉ?! En la actualidad tendencias de la moda, las cirugías estéticas, los productos light, los trastornos de la conducta alimentaria, y otras tendencias humanas como el ansia de poder, el apego al dinero o a la belleza física, entre otras, están siendo validadas por los imaginarios sociales de una mal entendida “modernidad”. Pero, no tener el suficiente autocontrol sobre estos aspectos genera muchas dificultades para un sano y armónico desarrollo integral y crea dependencias, al punto de encontrar nuevas formas de esclavitud individual, pretendiendo con ello cumplir con unos patrones impuestos por una sociedad altamente consumista y egoísta. Muchas de esas nuevas esclavitudes llegan al punto de convertirse en adicciones. Y entran en este listado las adicciones a sustancias psicoactivas, al alcohol, al tabaco, a los juegos de azar (ludopatía), las relacionadas con la comida (anorexia y bulimia), a las nuevas tecnologías (tecnopatía) entre las más destacadas. Todas ellas lesionan la dignidad personal y requieren de acompañamientos profesionales para poder ser superadas. A esta situación se suma el estereotipo finamente marcado por los medios masivos de comunicación social de mujeres y hombres que consiguen altas sumas de dinero comerciando su propio cuerpo y es el caso de “las mujeres y hombres prepago”, quienes ofrecen sus servicios sexuales por diversos medios, entre los cuales el más utilizado es el Internet.

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Es importante poner en práctica programas de educación para el amor y educación sexual en la perspectiva cristiana.

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Por esta razón es prioritario “crear en la educación nuevos lenguajes y símbolos que no reduzcan a nadie a la categoría de objeto, sino que rescate el valor de cada ser humano como persona, y evitar en los programas educativos los contenidos que discriminan a la mujer, reduciendo su dignidad e identidad. Es importante poner en práctica programas de educación para el amor y educación sexual en la perspectiva cristiana, buscar caminos para que se den entre el varón y la mujer relaciones interpersonales basadas en el mutuo respeto y aprecio, el reconocimiento de las diferencias, el diálogo y la reciprocidad” (Documento de Santo Domingo, No. 109) En definitiva, al pretender despojarnos de años de esclavitud en otras áreas, hemos caído en el grave error de generar cadenas más poderosas pero aparentemente imperceptibles. Estamos llamadas y llamados a reevaluar todos estos encadenamientos que ha traído consigo la posmodernidad y batallar para romperlos de manera definitiva a fin de recobrar así la verdadera libertad y autonomía que nos permitirá alcanzar nuestra plena realización como hombres o como mujeres.

¿VIVIENDO TODAVÍA

ACTIVIDAD EN LA ESCLAVITUD?

En pequeños grupos se da lectura a este capítulo y al anexo 1, teniendo en cuenta responder las siguientes preguntas: • ¿Identifican algunas “nuevas esclavitudes” en los hombres? • ¿Identifican algunas “nuevas esclavitudes” en las mujeres? • ¿Qué situaciones están favoreciendo el surgimiento de esas “nuevas esclavitudes”? • ¿De qué manera se podrían eliminar o cortar esas “nuevas cadenas” o “nuevas esclavitudes” que identificaron? Al final pueden socializar las conclusiones respecto a esta reflexión.


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VIVIENDO TODAVIA EN LA ESCLAVITUD

Reconociendo el aporte que desde la Iglesia y desde nuestras organizaciones sociales hacemos para la promoción de la dignidad humana, es bueno preguntarnos si los objetivos, las metas, los planes de acción de los grupos a los que ustedes pertenecemos, tienen una línea de trabajo específico (bien sea preventivo o de intervención) sobre algunas de estas “nuevas esclavitudes” sociales o individuales. Elaborar una síntesis en una cartelera para socializarlo en plenaria. Esta puede ser la ocasión para incluir y/o articular acciones concretas sobre esta temática. A continuación se presentará el video mencionado en el anexo 2 y seguirán la letra de la canción. Cada subgrupo añadirá una estrofa más a la canción centrando el contenido sobre la dignidad y libertad de la mujer. Al final, cada subgrupo compartirá su nueva estrofa en una plenaria.

Anexo 1 «Uno puede llegar a creer que, por ser bonita o por estar armado, se coge el cielo con las manos, que con plata uno ya es alguien… como si prostituirse y ser mercancía de otro o vivir de los que uno ha matado, fuera mejor que conseguirse un trabajo honrado; la verdad es que ser alguien en la vida no es estar forrado, ser alguien en la vida es ser cada vez más dueño de uno, sentirse orgulloso de uno mismo, de las luchas y los triunfos que se han logrado sin hacerle daño a nadie; la verdad es que ser alguien en la vida es querer, quererte y ser querido, uno puede llegar a creer que por ser bonita o estar armado, se coge el cielo con las manos, que con plata uno ya es alguien pero es que la plata no es el paraíso y para el paraíso jamás ha habido atajos» (mensaje del final de la serie “Sin tetas no hay paraíso”, basada en la novela de Gustavo Bolívar, Caracol Televisión). Anexo 2 FUISTE HECHA MUJER (Martín Valverde)17 Cuando todo parecía que Dios había terminado, cuando ya todo indicaba que estaba lista la creación, a Dios le sale una sonrisa, pues aunque todo era muy bueno aún le quedaba un pedacillo de soledad sin pintar, y mientras el varón dormía un sueño de su costilla Dios tomó sólo lo bueno. Cerca del corazón tú fuiste tomada, para alcanzarte debes ser amada. ¡Fuiste hecha mujer! Ehhh... 17 Puedes encontrarla en: http://www.youtube.com/watch?v=T4YxSbLfFTQ

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Y cuenta la historia que en medio de un montón de gente tú fuiste la única que se atrevió a tocarlo. Y dicen los que vieron que cuando no había respuesta tú le gritaste fuerte que en migajas hay milagros, y fue ahí cuando te habló y volvió a mirarte con voz en cuello gritó que tu fe era grande, y fue ahí cuando gritó admirado: ¡Oye, mujer, tu fe te ha salvado! FUISTE HECHA MUJER, EL CIELO GRITA: “¡FUISTE HECHA MUJER!” TU DIGNIDAD NO VIENE DE FUERA, DENTRO DE TI ÉSTA ES TU RESPUESTA. FUISTE HECHA MUJER, LEVANTA EL ROSTRO: “¡FUISTE HECHA MUJER!” A SU IMAGEN Y A SU SEMEJANZA, DIOS PENSÓ EN TI Y CON ESO BASTA. ¡Fuiste hecha mujer! Ehhh... Y por si fuera poco, deja y terminó de contarte que el mismo Dios estuvo por un momento celoso y cuando llega el tiempo de nuestra salvación se regaló a Sí Mismo a la más hermosa por Madre. Y la libertad que tantos esperaban llegó, mujer, porque de Dios te hiciste esclava. Y el grito de la tumba ya vacía fue dado por una mujer sin cobardía.

TEMA 3

Las mujeres en Colombia pudieron concurrir a las urnas por primera vez en el plebiscito de 1957.

ABRIENDO NUEVOS ESPACIOS «En un nivel más concreto, las políticas sociales – educativas, familiares, laborales, de acceso a los servicios, de participación cívica- si bien por una parte tienen que combatir cualquier injusta discriminación sexual, por otra deben saber escuchar las aspiraciones e individuar las necesidades de cada cual. La defensa y promoción de la idéntica dignidad y de los valores personales comunes deben armonizarse con el cuidadoso reconocimiento de la diferencia y la reciprocidad, allí donde eso se requiera para la realización del propio ser masculino o femenino». (Carta a los Obispos de la Iglesia Católica sobre la colaboración del hombre y la mujer en la Iglesia y en el mundo, 2004, no. 14)


ABRIENDO NUEVOS ESPACIOS

INTRODUCCIÓN Durante las últimas décadas muchas mujeres han luchado arduamente para generar formas de pensar novedosas e incluyentes que les permitan su pleno desarrollo. Ellas se han abierto caminos en muchos escenarios de la sociedad y han logrado incursionar libre y autónomamente en la vida pública. Gracias a su tesón y decisión han realizado aportes significativos en la política, la salud, la cultura, la educación, la economía, el desarrollo y la construcción de la paz, entre otros ámbitos. Pero sobre todo, ha sido muy significativo su gran aporte en el fortalecimiento de las comunidades puesto que han logrado convocar a acciones más solidarias y participativas en función de jóvenes, familias, niños, niñas, ancianos, campesinos, campesinas, indígenas, afrodescendientes, y por supuesto, de quienes más han sufrido el dolor del conflicto colombiano que ha dejado miles de víctimas en los últimos 50 años.

NO TODO SE MANTIENE IGUAL PARA SIEMPRE Sabemos que la primera conmemoración del Día Internacional de la Mujer tuvo lugar el 19 de marzo de 1911 en varios países de Europa, y que en ese primer encuentro participaron más de un millón de personas que exigían para las mujeres: • El derecho al voto • El derecho a la ocupación de cargos públicos • El derecho a la formación profesional • El derecho al trabajo y a la no discriminación por el solo hecho de ser mujer. Tener presente este día no solamente debe permitir resaltar la importante labor que realizan las madres, maestras, trabajadoras, religiosas, profesionales de distintas ramas del conocimiento y las miles de lideresas que entregan su vida llevando adelante causas en beneficio del bienestar de sus comunidades. En general, es un deber moral de la sociedad reconocer a todas las mujeres, de todas las etnias, clases sociales, creencias religiosas y tendencias políticas, porque desde sus experiencias, expectativas y conocimientos, entregan generosamente su vida para que el mundo sea más equitativo y justo para hombres y mujeres. Conmemorar el Día Internacional de la Mujer también permite a la sociedad reconocer que: - son las mujeres quienes han llevado de forma desproporcionada la carga histórica de la pobreza, el hambre, la discriminación, los abusos de toda índole, el desempleo, los impactos de la guerra y la violencia;

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La Madre Laura entregó su vida por lo indígenas en los primeros decenios del siglo XX.

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...vale la pena destacar también a las mujeres que desde una opción radical por vivir el Evangelio en medio de su pueblo, ofrendaron su vida para ayudar a mitigar el sufrimiento y el dolor humano. .

- que aún existen millones de mujeres que son violentadas de múltiples maneras; - que deben generarse acciones concretas que permitan alcanzar condiciones de vida digna, condiciones que requieren más que buenas intenciones y que implican una voluntad política clara y decidida, esfuerzos conjuntos, planes estratégicos y presupuestos justos, sobre todo para aquellas que más sufren a causa de la injusticia y la desigualdad. En este sentido, es importante destacar la adhesión a la defensa de la mujer y de sus derechos, por parte de las Naciones Unidas desde 1945, año en que se firmó en San Francisco, una Carta que constituye el primer acuerdo internacional que defiende la igualdad de ambos sexos como derecho fundamental e indiscutible18. En el caso colombiano, la mujer careció del derecho a la ciudadanía hasta el año 1954, cuando el entonces presidente, General Gustavo Rojas Pinilla, impuso una reforma constitucional que les concedió el derecho a elegir y ser elegidas. Por supuesto, un primer acto era conceder a las mujeres el derecho a una cédula de ciudadanía. Luego, ellas pudieron concurrir a las urnas por primera vez en el plebiscito de 1957, hecho que se constituyó en su primer acto político legalmente reconocido en el pleno ejercicio de sus derechos. Mujeres como Susana Awad (primera impulsora del voto en Norte de Santander) se destacan por empezar a ejercer este derecho. Otro avance significativo fue el que se presentara al Congreso de la República, el 10 de diciembre de 1934, un proyecto de ley para que las mujeres pudieran ingresar a la universidad en igualdad de condiciones que los hombres. La Universidad Nacional de Colombia, en el ambiente de renovación del gobierno liberal de Alfonso López Pumarejo, abrió sus puertas por primera vez en Co18

http://www.historiasiglo20.org/TEXT/cartaonu.htm


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lombia a las jóvenes que aspiraban cursar una carrera profesional y a seguir caminos diferentes al proyecto matrimonial y familiar al cual habían estado adscritas de manera exclusiva. Gerda Westendorp fue admitida en 1935 a la carrera de Medicina. Por su parte, Gabriela Peláez, se inscribió en 1936 a estudiar Derecho y se convertiría en la primera abogada colombiana. El ingreso de las mujeres a la universidad posibilitó la investigación de temas nuevos. Maestras como Virginia Gutiérrez de Pineda y su discípula y aliada Ligia Echeverry Ángel, pudieron asumir los estudios sistemáticos de la familia, la niñez de la calle, la vejez. Sus hallazgos se han incorporado a las propuestas de política pública en esas materias y han contribuido a la cualificación de los servicios de bienestar familiar19. Por otro lado, el Ministerio de Educación en 1956, designó a la primera mujer para ocupar un ministerio: Josefina Valencia. Además de ministra fue Gobernadora del Cauca en 1955 y Embajadora ante la UNESCO en 1957 y 1958. Reconociendo el valioso aporte que la mujer ha dado en la construcción de Iglesia y sociedad, la Iglesia también ha hecho un llamado a este justo reconocimiento. En uno de sus documentos afirma que “No hay duda de que la igual dignidad y responsabilidad del hombre y de la mujer justifican plenamente el acceso de la mujer a las funciones públicas (…) La Iglesia, con el debido respeto por la diversa vocación del hombre y de la mujer, debe promover en la medida de lo posible en su misma vida su igualdad de derechos y de dignidad; y esto por el bien de todos, de la familia, de la sociedad y de la Iglesia (Exhortación apostólica Familiaris Consortio, Juan Pablo II, 1981, n. 23).

MAESTRA, ESCRITORA, SOÑADORA, FUNDADORA El protagonismo de la mujer no se ha dado solamente en la construcción de sociedad. Su aporte también ha sido muy valioso en toda la labor evangelizadora de la Iglesia desde los mismos inicios del cristianismo. Para la época que nos ocupa, vale la pena destacar también a las mujeres que desde una opción radical por vivir el Evangelio en medio de su pueblo, ofrendaron su vida para ayudar a mitigar el sufrimiento y el dolor humano en comunidades concretas. Sería casi imposible recuperar todas las historias de mujeres consagradas a la vida religiosa que se han destacado en estos últimos 200 años. Por esa razón, en esta ocasión queremos hacer alusión a una de las más conocidas: Laura Montoya Upegui. 21 RAMÍREZ, María Himelda. http://www.colombialink.com/01_INDEX/index_historia/ 07_otros_ hechos_historicos/0220_primera_mujer_universidad.html

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Laura Montoya es la primera mujer colombiana beatificada. Después de una larga y penosa agonía, murió en Medellín el 21 de octubre de 1949.

...encontrarán en su biografía, la vida de alguien que se atreve a romper moldes, que se aventura en terrenos totalmente vedados a las mujeres, y que con su tenacidad logra vencer innumerables obstáculos. .

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La Madre Laura nació en 1874 en Jericó de Antioquia y murió en Medellín en el año 1949. Su vida estuvo marcada por la pobreza, primero impuesta y después escogida. Siendo niña quedó huérfana de padre. Su madre se empleó como maestra rural en diferentes pueblos de Antioquia y, ante la escasez de recursos para el sustento de su familia, se vio obligada a repartir a sus hijos entre sus parientes acomodados. Vivió llena de privaciones que ayudaron a templar un carácter fuerte, rígido, austero y perseverante; es decir, con los ingredientes necesarios en la época para enfrentarse a un mundo masculino y lograr sobresalir. Sumado a esto se nota la estricta disciplina religiosa a la que se sometió, que incluía fuertes sacrificios y privaciones. Ella tomó como modelo a Santa Catalina de Siena, otra mujer portentosa y destacada por sus obras de caridad. En 1893 se graduó como maestra. Profesora y pedagoga notoria, se dedicó a formar juventudes dentro de la fe cristiana y católica. A la edad de 30 años, siendo subdirectora de un colegio de niñas de familias de ingresos altos en Medellín, decidió trasladarse a Dabeiba (Antioquia) para trabajar con los indígenas Embera Chamí y desde entonces el resto de su vida al apostolado y las misiones. Tuvo que trasladarse muchas veces a pie, por lodazales, barrancos, montañas y selvas. De


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esta manera logra que la congregación misionera que fundaría más adelante, se extendiera por todo el territorio colombiano, cruzando varias veces las fronteras nacionales. En sus escritos relata la historia de las misiones en territorios habitados por grupos indígenas, y esta información es tan importante como controvertida debido a su visión eclesiástica y gobiernista en lo referente al destino de estas comunidades, y el derecho que muchos han creído tener sobre la vida, tierra y cultura de los indígenas. “Entre los escritos de la Madre Laura hay claras referencias a la condición del indígena en los primeros decenios del siglo XX. Aunque estaba claro que su misión era la conversión y el apostolado, cometidos venidos no sólo de Iglesias católicas y cristianas de diferentes denominaciones e intereses políticos, que los indígenas no siempre han sobrellevado ni pasiva ni pacíficamente. A este respecto vale la pena resaltar las leyes que escribe sobre la protección de la persona y los derechos del indio, donde indica como necesidad de primer orden la posesión real de las tierras y la justicia en la legislación sobre la propiedad indígena”20. Pero no practicó solamente la literatura, escribiendo muy castizamente con un estilo comprensible y atractivo. Cultivó también la mística profunda y la oración contemplativa. Ella hizo un gran aporte a la pastoral y a la evangelización porque fue precursora de métodos novedosos y audaces que han prevalecido hasta la fecha. Por lanzarse a este tipo de actuaciones arriesgadas y fuera de lo común fue considerada una figura polémica para la época. Su vida, como la de otras mujeres en condiciones similares, no fue fácil, pues siempre han sido propensas a enfrentamientos y choques, que, como en el caso de Laura, son alimentados con calumnias, chismes y otras armas de control social efectivas en impedir el avance de la mujer, y que en este caso también son el resultado de odios, rencores y pasiones partidistas, que ya estaban desangrando el país21. En 1963 se inició el proceso para su beatificación y en Medellín, el tribunal eclesiástico católico comenzó a examinar a fondo virtudes y posibles milagros realizados por la Madre Laura. De esta manera, SS Juan Pablo II promulgó el decreto de beatificación de la Madre Laura el 25 de abril de 200422. Para entender lo que significaba ser mujer en los comienzos del siglo XX, y más aun, ser sobresaliente, y salirse de los esquemas trazados para la época, encontrarán en su biografía, la vida de alguien que se atreve a romper moldes, que se 20

http://www.lablaa.org/blaavirtual/publicacionesbanrep/boletin/bole65/bole42.htm

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Carlos Eduardo Mesa Gómez, Editorial: Cargraphics, Bogotá, 1999.

22 Umaña, Claudia (2004) Laura Montoya Upegui. Biblioteca Virtual del Banco de la República. Bogotá.

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aventura en terrenos totalmente vedados a las mujeres, y que con su tenacidad logra vencer innumerables obstáculos, dejando además un ejemplo y un legado para la posteridad.

A

ABRIENDO NUEVOS

ACTIVIDAD ESPACIOS!

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Se organiza el grupo en pequeños subgrupos para que cada uno prepare un sociodrama donde se visibilicen varias de las luchas más importantes que están librando las mujeres hoy en la sociedad colombiana. Reflexionarán sobre los siguientes ítems: - ¿Cuál debe ser el sentido del Día Internacional de la Mujer para las nuevas generaciones? - ¿Dentro de tu comunidad, qué situaciones impiden hoy a las mujeres vivir el pleno reconocimiento de su dignidad? - ¿Qué acciones concretas pueden emprender las personas de tu comunidad para avanzar en el reconocimiento de la dignidad de la mujer? Sugerimos se elabore un plan de acción concreto. - Identificar algunas mujeres que se han destacado en su municipio o departamento en la educación, salud, política, cultura, investigación, etc. ¿A qué costo estas mujeres han logrado incursionar y destacarse en dichos espacios? - Elaborar una cartelera con estos nombres y mencionar los aspectos más sobresalientes de su vida.

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Puede conformarse una galería, o un mural, sobre “Las mujeres en la historia del municipio (o de la ciudad)” con los aportes recogidos en los grupos. Como conclusión del taller identificarán al menos 2 escenarios (o causas) que deben librarse aún para lograr el pleno reconocimiento de los derechos de las mujeres, en especial, derecho a una vida digna, libre y en paz. Como grupo harán una redacción en forma de compromiso. Se sugiere retomar este compromiso antes de iniciar la siguiente sesión de trabajo de esta Campaña.


TEMA 4

TODAS Y TODOS HACIA LA CONSTRUCCIÓN DE LA PAZ INTRODUCCIÓN

El efecto de la justicia será la paz y la labor de la justicia, reposo y seguridad para siempre. Y mi pueblo habitará en morada de paz, en habitaciones seguras y en lugares de reposo. .

Isaías 32, 17-18

Durante más de 50 años de violencia y conflicto social en nuestro país, “son muchas las mujeres que con sus sueños y realizaciones, con sus iniciativas de vida y de fortaleza en sus comunidades, desde la academia, las organizaciones sociales, las comunidades indígenas o desde el dolor por el desplazamiento sustentan y fortalecen el sueño colectivo de una Colombia que anhela encontrar y consolidar la paz”23. A pesar de todos los defectos estructurales de la sociedad y de tantas crisis de índole económica y social provocadas por la misma acción humana, no podemos desanimarnos. Debemos reconocer que la injusticia social ha sido una construcción conjunta que hemos hecho hombres y mujeres aportando cada uno desde su egoísmo, su incapacidad para construir con otros y otras, desde la lucha por el beneficio particular, desde el derroche de los recursos naturales y desde el desánimo, la frustración, la falta de coraje y valentía para enfrentar los complejos retos de la realidad. Cada uno y cada una, desde sus propias esclavitudes, desde su falta de identidad, desde su falta de amor por la vida, desde la traición a sus propias convicciones, a sus principios y creencias, hemos ayudado a que las causas estructurales de la desigualdad social cobren vigor. Por esta razón queremos invitarlos e invitarlas a recobrar el sentido profundo de la naturaleza humana, descubriendo y construyendo nuevas formas para resignificar la dignidad humana -propia y de los demás- de manera que nos atrevamos a generar formas novedosas y creativas de relacionarnos con nosotros y nosotras mismas, con los demás, con la naturaleza y con Dios. Ortiz Pérez, Isabel. Fundación Mujer y Futuro de Bucaramanga, en el libro “Una Colombia que nos queda” escrito por Linsu Fonseca. Diciembre de 2008

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La paz la adquirimos cuando hay justicia social. .

María Eugenia Zabala.

Para ello, es bueno revisar nuestra historia reciente de luchas por la construcción de la paz para no olvidar los esfuerzos que hemos hecho con el objetivo de capitalizar estos aprendizajes y unir, por fin, sueños, expectativas, esperanzas, ilusiones y sobre todo, acciones concretas para que, también de forma conjunta, podamos construir alternativas que nos lleven a forjar la sociedad colombiana que queremos vivir. No debemos olvidar que si queremos vivir en paz con las y los demás, debemos primero vivir una paz auténtica y profunda con nosotros y nosotras mismas. Alcanzar esta paz interior, personal, y buscar vivir dentro de la verdad, el respeto y la libertad en todas las relaciones interpersonales que sostenemos, nos posibilitará vivir realmente como hombres y mujeres constructores de paz. La invitación es para que seamos testimonio del amor de Dios que se revela cada día a la humanidad para comunicar a otros y otras un mensaje de esperanza y de caridad. Que seamos capaces de animar a otros y a otras para seguir creyendo!!!

DESDE LA PAZ, TODO SE LOGRA En Colombia ha habido algunos avances en torno a la construcción de la paz y en defensa del Estado Social de Derecho, pero aún falta mucho por lograr en este tema. Son miles los hombres y mujeres que, a lo largo y ancho del territorio, trabajan desde sus comunidades, ofrendando su propia vida en beneficio de las y los suyos, pero casi nunca son reconocidos por la sociedad. Por esta razón, en esta ocasión queremos recordar a las 12 mujeres que por Colombia fueron nominadas en el año 2005 al Premio Nobel de Paz: Luz Perly Córdoba, de Arauca; María Mujer Kogui de la Sierra Nevada de Santa Marta.


TODAS Y TODOS HACIA LA CONSTRUCCIÓN DE LA PAZ

Eugenia Zabala, de Córdoba; Virgelina Chara, del Valle del Cauca; Beatriz E. Rodríguez, de Florencia, Caquetá; Nubia Castañeda, de Quibdo, Chocó; Hilda Liria Domicó de Urabá, Antioquia; María Beatriz Aniceto de Tierradentro, Cauca; Yolanda Becerra Vega, de Barrancabermeja; María Tila Uribe de Bogotá; Rafaela Voz Obeso de Barranquilla; Ana Teresa Bernal de Bogotá y Patricia Buriticá de Bogotá24. El jurado las eligió de entre un grupo de 38 candidatas, y lo hizo porque “persisten en la salida política al conflicto social y armado, promueven la presencia de las mujeres y sus organizaciones en las mesas de negociación (...) confiriendo nuevos rumbos a las historias personales y colectivas por medios diferentes a la fuerza, la dominación y la exclusión”25. Ellas son defensoras de los derechos humanos, de las mujeres cabeza de familia, de los derechos de las etnias y los territorios, de los desplazados y desplazadas, las negritudes y los ancestros, y constituyen una luz de esperanza para Colombia porque aún hoy, continúan luchando con firmeza y valentía, convencidas de que “la paz la adquirimos cuando hay justicia social”, como afirma María Eugenia Zabala. Cada una de ellas se destaca por librar, de diferentes formas, la lucha por la libertad; por ejemplo, Virgelina Chará, por llevar adelante la defensa de los derechos de su etnia y la formación política de resistencia contra la guerra; María Tila Uribe por promover la educación de miembros sindicales y trabajadores rurales; Yolanda Becerra por mantener la convicción en que la salida a la barbarie que vive Colombia es política y no por la vía armada; María Beatriz Aniceto por trabajar por la autosuficiencia alimentaria y económica en las comunidades indígenas. Como ellas, existen miles de campesinos, campesinas, indígenas, afrocolombianos, afrocolombianas, religiosas, sacerdotes, líderes y lideresas que, manteniéndose en el anonimato, también luchan en Colombia para lograr la paz. «A muchos (y muchas) de los que se han comprometido a establecer puentes de diálogo, reconciliación y paz, les ha costado la cárcel, la persecución, el desplazamiento y hasta el exilio. Sin embargo, sus voces no se callan, sino que por el contrario, se unen más voces a las suyas y el grito es más fuerte y decidido»26. Este reconocimiento del aporte femenino en la construcción de paz también lo hace Adiadne Villota Ospina en el artículo “La paz con alma de mujer” en el 24

http://www.wloe.org/WLOE-sp/informacion/paz/1000mujeres/nobelpazcol.html

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http://www.prensarural.org/aca/perly20050630.htm

ANGARITA, Álvaro. Mujeres colombianas nominadas al Nóbel de Paz piden solución [en línea] (2005). Disponible en http://colombia.indymedia.org/news/2005/07/28009.php 26

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Palenquera en la Ciudad de Cartagena.

que afirma que «en Colombia las Organizaciones femeninas han desempeñado un papel vital en la configuración de alternativas no violentas y en la construcción de procesos de reconciliación nacional»27. Bien lo afirma el documento Gaudium et Spes al mencionar que “no puede obtenerse la paz en la tierra, si no se garantiza el bien de las personas y si los hombres (y mujeres) no comunican entre sí espontáneamente y con confianza las riquezas de su espíritu y de su ingenio. Para construir la paz son absolutamente imprescindibles la firme voluntad de respetar a los demás y a los pueblos, así como su dignidad, y el continuo ejercicio de la fraternidad” (No. 78). La Iglesia ha trazado su derrotero desde esta perspectiva, buscando cimentar la paz desde la justicia y la caridad. Y Juan Pablo II lo ratifica en uno de sus discursos con ocasión de la Jornada Mundial de la Paz de 1999 al afirmar que “cuando la promoción de la dignidad de la persona es el principio conductor que nos inspira; cuando la búsqueda del bien común es el compromiso predominante, entonces, es cuando se ponen fundamentos sólidos y duraderos a la edificación de la paz. Por el contrario, si se ignoran o desprecian los derechos humanos, o la búsqueda de intereses particulares prevalece injustamente sobre el bien común, se siembran inevitablemente los gérmenes de la inestabilidad, la rebelión y la violencia”. Con esta frase nos invita a reflexionar con el fin de redescubrir los principios y valores que requiere la construcción de la paz y por los cuales debemos ser capaces de optar.

¡EQUIDAD PARA LA PAZ! Actualmente son muchas las instituciones que han ido reconociendo la contribución que la mujer hace al proponer programas de conciliación, de participación 28 http://colombia.indymedia.org/news/2005/07/28009_comment. php#28057

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TODAS Y TODOS HACIA LA CONSTRUCCIÓN DE LA PAZ

ciudadana, de autogestión para el mejoramiento de la calidad de vida de su comunidad mediante la lucha por la soberanía alimentaria, por la defensa de sus territorios y de sus derechos, y por esta razón apoyan todas esas iniciativas que de alguna manera se orientan a combatir los factores generadores de violencia. Pero ante estos signos de esperanza, debemos admitir que no basta con admirar las luchas que otros y otras emprenden. Si queremos realmente disfrutar de una verdadera paz, debemos ser concientes que ésta merece el compromiso de todos y todas, pasando por un esfuerzo personal para lograr transformar nuestro egoísmo en actitudes más solidarias y respetuosas para con las y los demás. También es necesario aceptar que persiste el carácter patriarcal en nuestra cultura y el cual se traslada a toda la organización social, como lo define María Silvestre “el patriarcado, como modelo social, parte de la dominación del hombre sobre la mujer en el ámbito privado y traslada dicha dominación y situación de desigualdad a todos los ámbitos de la sociedad: laboral, político, económico, cultural, etc”28. Partiendo de esta realidad, es fundamental reconocer que solamente trabajando unidos, hombres y mujeres, consolidando esfuerzos, lograremos construir un país que logre la igualdad y la justicia social. Para ello debemos ser capaces de comprometernos en la generación de espacios y nuevas formas de relacionarnos, en las cuales ya no usemos discursos intimidantes, vocabularios o actitudes agresivas, discriminatorias y excluyentes. Si revisamos cada una de nuestras relaciones en nuestros círculos inmediatos (familia, trabajo, pareja, grupo pastoral o social, amigos) nos daremos cuenta que aunque en ocasiones nos esforzamos por elaborar discursos que tratan de “mostrar” respeto por la dignidad de los otros y las otras, nos daremos cuenta que en la realidad, nuestro comportamiento contradice todas nuestras palabras. El documento de Aparecida lo expresa claramente cuando resalta que “la relación entre la mujer y el varón es de reciprocidad y colaboración mutua. Se trata de armonizar, complementar y trabajar sumando esfuerzos. La mujer es corresponsable, junto con el hombre, por el presente y el futuro de nuestra sociedad humana” (No. 452).

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M. Silvestre, Las mujeres, eje transversal de la exclusión, Bilbao, Desclée de Brouwer, 2006, 11


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CONSTRUYAMOS LA PAZ,

ACTIVIDAD AQUÍ Y AHORA!

Para aportar en la construcción de la paz se hace necesario reconocer la inequidad en las relaciones entre hombres y mujeres. Reflexionar, primero de forma individual y luego en plenaria, sobre: •¿De qué manera se manifiesta la cultura patriarcal en tu comunidad, municipio o ciudad? •¿Qué cambio en tu lenguaje estás dispuesto o dispuesta a hacer para promover relaciones más equitativas entre hombres y mujeres? •¿Qué cambio en tus actitudes estás dispuesto o dispuesta a hacer para promover relaciones más equitativas entre hombres y mujeres? Organizar a las y los participantes en pequeños grupos para dialogar sobre: •No podemos hablar auténticamente de libertad cuando aún se siguen violentando los derechos humanos en tan variadas formas. ¿Cuál es el principal obstáculo para el alcance de la paz en Colombia? •¿Qué situaciones impiden el pleno reconocimiento de los aportes de las mujeres en la construcción de la paz? •Desde tus actividades cotidianas o tu profesión, ¿Cuál es el aporte concreto que tú puedes hacer para vencer este obstáculo? •Escribir en un cartel la síntesis del grupo sobre la respuesta a la pregunta ¿De qué forma eres tú una constructora o un constructor de paz? Realizar una plenaria para compartir las diferentes respuestas.

¡Feliz Día, Mujer Colombiana!


TEMA 1

LA INDEPENDENCIA CON ROSTRO DE MUJER..............4 HEROÍNAS INMORTALES..............5 OTRAS MUJERES DE LA COLONIA..............8 ACTIVIDAD..............12

TEMA 2

VIVIENDO TODAVIA EN LA ESCLAVITUD..............13 NUEVAS ESCLAVITUDES SOCIALES E INDIVIDUALES..............14 ¿ESCLAVA YO?, ¡JAMÁS! ¿ESCLAVO YO?, ¡DE QUÉ?!..............15 ACTIVIDAD..............16

TEMA 3

ABRIENDO NUEVOS ESPACIOS..............18 NO TODO SE MANTIENE IGUAL PARA SIEMPRE..............19 MAESTRA, ESCRITORA, SOÑADORA, FUNDADORA..............21 ACTIVIDAD..............24

TEMA 4

Contenido

TODAS Y TODOS HACIA LA CONSTRUCCIÓN DE LA PAZ..............25 DESDE LA PAZ, TODO SE LOGRA..............26 ¡EQUIDAD PARA LA PAZ!..............28 ACTIVIDAD..............30

Créditos

Conferencia Episcopal de Colombia - Secretariado Nacional de Pastoral Social - Cáritas Colombiana Carrera 58 No. 80 - 87 Bogotá, Colombia / Tel. 437 7150 - Fax 437 7171 Página web: www.pastoralsocialcolombia.org.co E-mail: snpscol@cable.net.co Director: Monseñor Héctor Fabio Henao Gaviria Coordinadora Sección Vida, Justicia y Paz: Rosa Inés Floriano Carrera Especialista - Componente Género y Construcción de Paz: Claudia Mercedes Herrera Gómez Concepto y elaboración de textos: Claudia Mercedes Herrera Gómez, Adriana Arango Chávarro, Angela M. Herrera y Dolly Sánchez Benavides. Agradecimientos por su asesoría a: Fray Luis Carlos Mantilla,OFM., Germán Pinilla Monroy, Cngo. y David Rubio. Diseño Gráfico y fotografía: Juan Carlos Ramos Hendez. Corrección de estilo: Amparo Polanía. Diagramación: Mauricio Osuna. Modelo: Andrea Castaño. Diseño de campaña: www.voxstudio.org


32

Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, Patrona de Colombia. (Detalle)


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