Muerte de Dios/muerte del arte. El antiplatonismo a escena
Si como apuntó Matisse, “las artes tienen un desarrollo que no viene sólo de un individuo, sino de toda una fuerza adquirida, la civilización que nos precede. No se puede hacer cualquier cosa”, para pensar al arte acción en su clima intelectual es fundamental observar el cambio filosófico que se dio desde los albores de siglo xx en el cual otras lógicas obtuvieron su legitimación y para las cuales el efecto liberador de la filosofía de Nietzsche será imprescindible: el desciframiento de los códigos petrificados de la tradición judeo-cristiana occidental como fundamento de la metafísica, la ascensión filosófica del arte que da paso a un nuevo nomadismo, el despliegue del pensamiento posmoderno y su guerra contra las metanarraciones. A partir del valiente rescate que Camus y Bataille hacen del filósofo alemán del nacional socialismo en 1944, aún en su efervescencia, y con base en las posteriores interpretaciones de su obra —a partir de la reedición crítica de sus obras completas por ColliMontinari—, la crítica de la verdad y la teoría del perspectivismo nietzscheanos llevará a muchos a desprenderse de paradigmas de interpretación hasta entonces vigentes, un intento del que las vanguardias de inicios de siglo xx ya habían abrevado para derivar hacia el rechazo académico como afirmación de la legitimidad, la diversidad y la proliferación de protestas estéticas. El inconformismo y el deseo por el experimento artístico tomarán impulso a partir de la idea de que el mundo, la verdad y el sentido, sólo existen en la interpretación. Fundamento de una revolución estética que parte de una transvaloración de los valores, el cuerpo pasará a formar parte de una rehabilitación de los anhelos intramundanos y de la vida y su impulso dionisiaco. El fin del arte, del arte anterior para dar lugar a un otro arte, es, irónicamente, el entrelazamiento del mismo con la vida signada por la muerte. Pere Salabert postula que el viraje del arte va de lo espiritual a lo matérico, de un quehacer que, orientado al mundo sensible pero con un rechazo al cuerpo, se lanza