En el siglo XX, aparece la Generación del 27 (1927), la que contiene al Neopopularismo, como una reacción contra la literatura puramente descriptiva y fría; un grupo de poetas andaluces vuelve los ojos a la literatura popular y recoge sus giros y estrofas, pero conservando el gusto por las metáforas atrevidas del modernismo y el ultraísmo. Se apoya también en la poesía tradicional y refinada de los cancioneros del siglo XV Lamentablemente esta generación vivió los horrores de la fratricida GUERRA CIVIL ESPAÑOLA. Al perder sus colonias ultramarinas, España entró en una crisis interna, la que se agudizó en presencia de la Generación del 27; esto desembocó en la Guerra Civil de 1936. El líder de esta generación fue Federico García Lorca, el cual inició su obra dentro del modernismo, pasando a ser el mejor intérprete del alma de Andalucía. Su forma poética es el verso corto, la copla y el romance. CONTEXTO: Agudos conflictos sociales: huelgas generales, alza del costo de vida, agitaciones universitarias, dictadura del general Primo de Rivera (1923 – 1929) Fundación del Partido Comunista (1920) Proclamación de la Segunda República Española (1931), una amenaza para los intereses de la derecha. Polarización política en dos bloques: republicanos y falangistas. Guerra Civil (1936 – 1939). Enfrentamiento entre Monarquistas y Republicanos. Se recordó los 300 años de la muerte de Góngora (1627). CONCEPTO Grupo de poetas que se unen en torno a los homenajes al poeta cordobés Luis de Góngora y Argote en 1927, cuyo gran mérito fue la fusión de lo popular y lo culto a través de la revalorización de la lírica tradicional, empleando la técnica vanguardista. CARACTERÍSTICAS:
Formación intelectual semejante. Admiración por la poesía del Siglo de Oro. Tuvo como paradigma a Juan Ramón Jiménez y Antonio Machado. Fusión de lo culto y vanguardista con lo popular y tradicional. No hubo un caudillo o guía. La mayoría se adhirió al Vanguardismo. Utilizaron la Poesía Pura. (Surrealismo) Intención de renovar el lenguaje poético y cuidado por la forma. Manejaron una metáfora irracional.
REPRESENTANTES PRINCIPALES
Federico García Lorca Pedro Salinas Vicente Aleixandre
Rafael Alberti José Ortega y Gasset
FEDERICO GARCÍA LORCA (1898 – 1936)
Es el más famoso exponente de esta generación. Fue poeta, autor teatral, músico, pintor y dibujante.
Muy identificado con lo popular (folklore gitano). Poesía de compleja metaforización. Se adhirió al surrealismo. En su primera época se siente la influencia de Juan Ramón Jiménez. Funda y dirige durante mucho tiempo el teatro universitario “La Barraca”, donde puso en escena algunas de sus obras. Fue asesinado en agosto de 1936 por los falangistas.
Federico García Lorca, nació a fines del siglo XIX, en Fuentevaqueros, pueblo de la vega granadiana. Era hijo de labradores acomodados, quienes luego se trasladaron a vivir a la capital. De este fondo campesino, posiblemente le venía su profunda comprensión de la tierra y su ex traordinaria predisposición para captar e interpretar lo popular. Federico García Lorca, es uno de los poetas más famosos de España. Fue además el renovador del teatro español contemporáneo. Su teatro está escrito en prosa y en verso. En sus décimas alterna la más delicada poesía, con el choque brutal de las fuerzas instintivas primarias. El ambiente de sus dramas es el campo, el entorno rural. Sus personajes son seres humanos donde están arraigados las pasiones más elementales.
OBRAS: Poesía:
“Romancero gitano” “Poeta en Nueva York” “Poemas del Conte Jondo” “Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejía”
Teatro: “Bodas de sangre ”“La casa de Bernarda Alba”
“Doña Rosita la soltera” “La zapatera prodigiosa” “Yerma”
BODAS DE SANGRE Género = Dramático Especie = Drama Actos = Tres - Personajes
La madre del novio La novia El novio Leonardo Suegra (de Leonardo) El padre (de la novia) La mujer (de Leonardo) Vecina La luna La muerte (como mendiga) ARGUMENTO
Desde la muerte violenta de su marido y un hijo, la madre vive recluida en su casa, dedicada sólo al culto de sus muertos y al cuidado del otro hijo, que es la gran ilusión de su vida. Le preocupa, a la vez el noviazgo del muchacho con la moza que había tenido relaciones amorosas con un primo suyo , Leonardo, hoy casado, y que es de familia de los Félix (familia asesina de su esposo e hijo). A diez lenguas del pueblo, viven el padre y la novia, dedicados sólo al cuidado de sus tierras y la casa. Allí llegan la madre y el novio a concertar la boda. Pero la boda de los dos jóvenes. Todo queda arreglado y fijada la fecha de la boda. Pero la novia no parece muy contenta. La novia está obsesionada por un jinete que llega a su ventana a altas horas de la noche. Es Leonardo. Amanece el día de la boda. La novia se viste para la ceremonia, pero sin alegría ni ilusión. Inesperadamente llega Leonardo, que viene a increpar a la novia por no haberse casado con él. La llegada de los convidados interrumpe el diálogo. Después de la ceremonia en la iglesia del pueblo, se organiza el baile. En medio de la alegría general, la novia parece ausente de todo. Decide retirarse a la habitación para descansar un poco. Cuando se requiere su presencia para bailar con su novio, no la encuentran. La mujer de Leonardo es quien descubre que su marido a huido a caballo con la muchacha. La madre, enfurecida, dice al hijo que los persiga, pero teme perderlo. Sobreponiéndose al miedo, insiste en que vengue el ultraje. La voz de la madre se deja oír trágica: “Ha llegado otra vez la hora de la sangre”. El novio y sus parientes forman un bando; los parientes de la novia, otro bando. Se organiza una verdadera cacería para atrapar a la pareja, pero el bosque es espeso y la luna ilumina apenas sus claros. Todo está inmerso en un algo de misterio. Aparece la luna en figura de un leñador joven; una anciana mendiga que oculta el rostro, la muerte, también aparece. Ambos se aprestan para los acontecimientos que se aproximan. Se oyen gritos largos, luego el silencio. Ahora yacen Leonardo y el novio muertos. La madre golpea a la novia y se lleva el cadáver de su hijo. El teatro poético...
La novia, amor secreto de Leonardo, se va a casar, y con una clara intención de enfurecer a Leonardo, invitó a este, y de igual modo a su esposa. El novio ignora la pasión que comparten su novia y Leonardo... Leonardo decide salir e ir solo a la iglesia. Su esposa va en otro grupo. La Novia recibe luego al Novio en su casa, de donde saldrán con dirección a la iglesia. En la Novia observamos que quiere casarse rápido para no caer en el arrepentimiento... NOVIA : Estoy deseando ser tu mujer y quedarme sola contigo, y no oír más voz que la tuya. NOVIO : ¡Eso quiero yo! NOVIA : Y no ver más que tus ojos. Y me abrazarás tan fuerte, que aunque me llamara mi madre, que está muerta, no me pudiera despegar de ti. NOVIO seguidos.
:
Yo tengo fuerzas en los brazos. Te voy a abrazar cuarenta años
En los padres de los novios hay entusiasmo por los hijos venideros; toda la alegría está vinculada con la tierra. El padre de la Novia dice: - Yo quiero que tengan muchos hilos. Esta tierra necesita de brazos que no sean pagados. Hay que sostener una batalla con la mala hierba. Habiéndose realizado el matrimonio, los Novios son esperados en la casa del Novio, donde se realizará la fiesta. Entre los invitados está Leonardo. Recordemos que su mujer es prima de la Novia. La Novia con el pretexto de irse a su dormitorio, huye con Leonardo por la puerta falsa. Más ha podido su pasión que su razón. La tragedia ha llegado a la boda. Será la mujer de Leonardo, quien haga la revelación a todos...
MUJER
: ¡Han huido! ¡Han huido! Ella y Leonardo. En el caballo. Van abrazados como una exhalación. : ¡No es verdad! ¡Mi hiya, no! :¡Tu hija, sí! ¡Planta de mala hierba, y él, él también, él! Pero ¡ya es la mujer de mi hijo!
PADRE MADRE NOVIO : (Entrando) MADRE
:
¡Vamos detrás! ¿Quién tiene un caballo? ¿Quién tiene un caballo ahora mismo, quién tiene un caballo? Que le daré todo lo que tengo, mis ojos y hasta mi lengua. Ha llegado otra vez la hora de la sangre. Dos bandos. Tú con el tuyo y yo con el mio. ¡Atrás! ¡Atrás!
Los amantes huyen en la noche. Van en un solo caballo. Lorca presenta a la Luna, que desde arriba contempla la huida y la persecución. La muerte también aparece en forma de mendiga... La luna quiere facilitar el hallazgo de los fugitivos, ocultos en el bosque. La Muerte desea, a igual que la Luna, que el Novio encuentre a los amantes.
LUNA : No quiero sombras. Mis rayos han de entrar en todas partes, y haya en los troncos oscuros, un rumor de claridades, para que esta noche tengan mis mejillas dulce sangre...
MENDIGA LUNA MENDIGA
: : :
No dejemos que pasen el arroyo. ¡Silencio! ¡Allí vienen! ¡Deprisa. Mucha luz! ¿Me has oído? ¡No pueden escaparse!
En el Novio hay una cólera ciega. Para él, Leonardo Félix es también responsable de lo que pasó con su padre y hermano. Cree que los Félix los mataron... NOVIO
:
¿Ves este brazo? Pues no es mi brazo. Es el brazo de mi hermano y el de mi padre y el de toda mi familia que está muerta. Y tiene tanto poderío que puede arrancar este árbol de raíz si quiere. Y vamos pronto> que siento los dientes de todos los míos clavados aquí, de una manera que se me hace imposible respirar tranquilo.
Los amantes hacen un alto en su huida. La Novia siente arrepentimiento. Quiere regresar... NOVIA LEONARDO NOVIA LEONARDO
: ¡Quiero volver! Ya dimos el paso: ¡calla! Nos persiguen cerca. He de llevarte conmigo. : ¡Pero ha de ser a la fuerza! : ¿A la fuerza?
¿Quién bajó primero las escaleras? Los amantes están cercados. El Novio y sus hombres están muy cerca... NOVIA : ¿Oyes? LEONARDO Viene gente. NOVIA : ¡Huye! Es justo que yo aquí muera con los pies dentro del agua, espinas en la cabeza. Y que me lloren las hojas, mujer perdida y doncella. LEONARDO : Si nos separan, será porque esté muerto. El Novio halla a los amantes. En aquella quebrada, dos hombres se enfrentaron por pasión y honor. Fue un duelo de cuchillos. La Novia, motivo del duelo, vio cómo los dos cayeron, luego de feroz lucha. En la agonía de ambos no supo a quién socorrer
primero. Se quedó sola con los cadáveres, mientras que los hombres iban al pueblo a dar la mala nueva. La Novia, al ver que motivó la muerte de dos hombres, sin tener ya ganas de vivir, decidió regresar a la casa, para que la Madre del Novio haga justicia... NOVIA MADRE VECINA MADRE
: : : :
Aquí vengo. ¿Quién es? ¿No la reconoces? Por eso pregunto ¿quién es? Porque tengo que reconocerla, para no clavarle mis dientes en el cuello. ¡Víbora! ¿La ves? Está ahí, y está llorando, y yo quieta, sin arrancarle los ojos. No me entiendo. ¿Sería que yo no quería a mi hijo? Pero ¿y su honra? ¿Dónde está su honra? : ¡Por Dios! (Trata de separarlas) : (a la vecina) Déjala. He venido para que me mate y que me lleven con ellos. Pero no con las menos: con garfios de alambre, con una hoz, y con fuerza, hasta que se rompa en mis huesos. ¡Déjala! Que quiero que sepa que yo soy limpia, que estaré loca, pero que me pueden enterrar sin que ningún hombre se haya mirado en la blancura de mis pechos.
VECINA NOVIA
MADRE NOVIA
MADRE pues?
: :
Calla. Calla: ¿qué me importa eso a mí? ¡Porque yo me fui con el otro, me fui! Tú también te hubieras ido. Yo era una mujer quemada, llena de llagas por dentro y por fuera, y tu hilo ere un poquito de agua de la que yo esperaba hilos, tierra y salud: pero el otro era un río oscuro, lleno de ramas, que acercaba a mí, el rumor de sus juncos y su cantar entre dientes. ¡Tu hijo era mi fin y yo no lo he engañado, pero el brazo del otro me arrastró como un golpe de mar. : Ella no tiene le culpa, ¡ni yo! (sarcástica) ¿Quién la tiene, ¡Floja, delicada, mujer de mal dormir es quien tira una corona de azahares para buscar un pedazo de cama calentao por otra mujer!
NOVIA
MADRE
¡Calla, calla! Vengate en mí: ¡aquí estoy! Mira que mi cuello es blando; te costará menos trabajo que segar une dalia de tu huerto. Pero ¡eso no! Honrada, honrada como une niña recién nacida. Y fuerte para demostrártelo. Enciende la lumbre. Vamos a meter les manos; tú por tu hijo; yo, por mi cuerpo. Las retirarás antes tú. : Pero ¿qué me importa A mí tu honradez? ¿Qué me importa tu muerte? ¿Qué me importa a mí nada de nada? Benditos sean los trigos, porque mis hijos están debajo de ellos; bendita sea la lluvia, porque moja la cara de los muertos. Bendito sea Dios, que nos tiende juntos para descansar.
NOVIA MADRE
: :
Déjame llorar contigo. Llora. Pero en la puerta.
De este modo, la Madre entiende que la pérdida de su hilo no será recompensada con la muerte de la Novia. En la Madre hay ya indicios de conformidad ante el brutal destino que le ha tocado cumplir. La Novia termina con un dolor por dentro, el dolor de haber perdido al hombre que amaba, y al esposo que pudo darle la felicidad de hijos futuros, medicamento, a veces vital, para cicatrizar heridas del corazón.
LA CASADA INFIEL Y yo que me la llevé al río creyendo que era mozuela, pero tenía marido. Fue la noche de Santiago y casi por compromiso se apagaron los faroles y se encendieron los grillos. En las últimas esquinas toqué sus pechos dormidos y se me abrieron de pronto como ramas de jacintos. El almidón de su enagua me sonaba en el oído como pieza de seda rasgada por diez cuchillos. .
Sin luz de plata en sus copas los árboles han crecido y un horizonte de perros ladra muy lejos del río. Pasadas las zarzamoras los juncos y las espinas, bajo su mata de pelo hice un hoyo sobre el limo. Yo me quité la corbata, ella se quitó el vestido yo el cinturón con revólver ella sus cuatro corpiños. Ni nardos ni caracolas tienen un cutis tan fino ni los cristales con luna relumbran con ese brillo
Sus muslos se me escapaban como peces sorprendidos la mitad llenos de lumbre, la mitad llenos de frío. Aquella noche corrí el mejor de los caminos montado en potra de nácar sin bridas y sin estribos. No quiero decir, por hombre, las cosas que ella me dijo. La luz del entendimiento me hace ser muy comedido. Sucia de besos y arena yo me la llevé al río. Con el aire se batían las espaldas de los líricos. Me porté como quien soy. Como un gitano legítimo. Le regalé un costurero grande, de raso pajizo, y no quise enamorarme porque teniendo marido, me dijo que era mozuela cuando la llevaba al río.