No. 92, mayo del 2012 Boletín de la Internacional de Resistentes a la Guerra
Contra la militarización de la juventud – Una nueva área de trabajo de la Internacional de Resistentes a la Guerra
El ejército de payasxs contra la Bundeswehr: Acción durante un evento de promoción de la Bundeswehr. Foto: Michael Schulze von Glaßer
En Europa y, hasta cierto punto, a escala global existen actualmente dos tendencias que contribuyen a un incremento de la militarización de la juventud. La primera tendencia es el final (o más exactamente, la suspensión) de la conscripción en la mayoría de los países europeos desde los años 90. En 2011, Alemania, una de las últimos grandes potencias militares y económicas que todavía mantenían la conscripción, la suspendieron. La segunda tendencia es una especia de “normalización de la guerra”. Desde el guerra de los Balcanes, pero aun más desde el 11S y el anuncio de la “guerra contra el terrorismo”, el uso político de la fuerza militar se ha incrementado. La guerra ya no se ve como el fracaso de la política, sino como una de los instrumentos de la política. Esto condujo a una reestructuración radical de las fuerzas militares, orientada hacia la movilidad y la intervención militar. Pero también trajo consigo nuevas justificaciones para uso de la fuerza militar: primero la “intervención humanitaria” (Yugoslavia, Somalia), después la “guerra contra el terrorismo” (Afganistán, Iraq) y la “responsabilidad de proteger” (Libia). Ambas tendencias se refuerza mutuamente, y uno de los resultados es el incremento de la militarización de la juventud ya desde edades tempranas. El programa “Derecho a negarse a matar” de la Internacional de Resistentes a la Guerra se centra en el reclutamiento militar, objeción de conciencia al servicio militar y resistencia del
personal militar (ya sea objeción de conciencia, deserción, o abandono de puesto). Por tanto, es importante que respondamos a los cambios en el reclutamiento militar, desde la conscripción hacia el reclutamiento “voluntario”, y que afrontemos los restos que esto supone para un movimiento antimilitarista. Paradójicamente, el final del reclutamiento forzoso mediante la conscripción conduce, en cierta manera, a un incremento de la militarización, puesto que el ejército tiene que reclutar personal y justificar sus guerras presentes y futuras. La militarización de la sociedad, y sobre todo de la juventud, es un requisito previo para el reclutamiento militar y la guerra. En consecuencia, la Internacional de Resistentes a la Guerra está actualmente ampliando el enfoque de su trabajo en el “derecho a negarse a matar” para incluir el trabajo contra la militarización de la juventud, y nuestra conferencia internacional de estudio en Darmstadt, Alemania, del 8 al 10 de junio de 2012, será un hito importante para el desarrollo de este trabajo.
¿El final de la conscripción?
El fin de la conscripción ha sido desde hace mucho tiempo uno de los objetivos de la Internacional de Resistentes a la Guerra y otras organizaciones antimilitaristas, y con razón. Poco después de la fundación de la Internacional de Resistentes a la Guerra, lanzó una campaña y un
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Editorial
El tema de esta edición de El Fusil Roto es la lucha contra la militarización de la juventud, justo a tiempo para la conferencia internacional de estudio con el mismo título. Como escribí en un editorial como invitado en Peace News en 2002, para trabajar con eficacia, necesitamos conocer a nuestro enemigo, o lo que nuestro enemigo está hacienda. Como enemigo me refiero a los militares, y yo deliberadamente llamo a los militares nuestro enemigo, sabiendo que en la mayoría de los círculos no violentos se supone que no deberíamos tener enemigos. Sin embargo, la institución militar no es sólo un oponente alguien con quien se pueda discutir las cosas, tal vez convencer y cambiar es una estructura basada en la violencia, algo que sólo no queremos cambiar, sino también deshacerse de ella completamente. Esto significa que cuando se trabaja en contra de la militarización, con énfasis en la juventud, y es en un principio importante analizar cómo funciona la militarización en las diferentes sociedades, qué mecanismos se utilizan, cómo se relaciona con otras estructuras de poder como el estado, el patriarcado y heterosexismo, etc. En esta edición de El Fusil Roto no podemos más que ofrecer un poco de inspiración 12 páginas no son suficientes para un análisis completo y también para proporcionar algunos ejemplos de resistencia. Sin embargo, hay más información disponible en el cuaderno que hemos realizado para nuestra conferencia, y les invitamos a echar un vistazo a http://wriirg.org /militarisationofyouth/DarmstadtReader. Resistiendo la militarización se encuentra en el núcleo de nuestro trabajo antimilitarista. De este modo, es importante que intercambiemos nuestras experiencias y aprendamos unos de otros pero también nos retamos unos a otros acerca de nuestros diferentes enfoques y perspectivas políticas. Como una red de lucha contra el militarismo venimos de diferentes puntos de vista políticos y culturas por lo que es inevitable que surjan enfoques distintos. Esto puede ser una fuerza, si valoramos las diferencias, pero también que nos enlacemos entre sí mediante un debate crítico basado en el respeto. La militarización significa uniformar todo el mundo nuestra resistencia necesita la diversidad y la creatividad.
Andreas Speck