No. 97, septiembre del 2013 Boletín de la Internacional de Resistentes a la Guerra
Editorial
Resistencia civil y movimientos de "poder popular": más allá del cambio de regimen Protests against arming Israel
Hoy en día podemos constatar cómo algunos movimientos populares no armados son capaces de derrocar regímenes autoritarios que han controlado sus países durante décadas. Gracias a las manifestaciones multitudinarias, la desobediencia civil, la no cooperación, las huelgas y los boicots, han caído alrede dor de 30 dictaduras a lo largo de las últimas décadas. Más recientemente, hemos visto cómo algunos regímenes autoritarios fuertemente afianzados, caían en el marco de la "Primavera Árabe", en Egipto y en Túnez y, anterio
rmente, también se produjeron transiciones de régimen radicales en América Latina, Europa del Este, África Occidental, Sudáfrica, Irán, Indonesia, Filipinas, etc. Todos estos ejemplos nos llevan al "poder popular" o a la revolución no violenta en la que Gandhi jugó un papel clave para el desarrollo de las luchas en Sudáfrica e India. No obstante, también resulta evidente hoy en día que estos cambios de régimen también implican una serie de problemas y retos, que queremos abordar en nuestro grupo de trabajo. También es obvia la dificultad de conseguir una sociedad realmente diferente y mucho
más justa que la anterior tras la caída del régimen. Quizás el mejor ejemplo de esto sea la reciente victoria (con un 96% de apoyo) del líder militar AlSisi en Egipto, durante unas elecciones marcadas por las dificultades para encontrar votantes. Pero esto es sólo un ejemplo entre muchos. El reciente segundo cambio de régimen en Ucrania también ilustra bien el problema. El nuevo gobierno que asumió el poder tras la Revolución Naranja se volvió no sólo menos democrático y más corrupto que el anterior, sino que, además, la antigua élite dirigente ha vuelto al poder tras una victoria electoral y ahora con la "segunda revolución naranja" el país parece estar violentamente dividido entre una Rusia orientada hacia el Este y una UE orientada hacia Occidente. Estos trágicos acontecimientos también suponen un riesgo de que se desencadene una segunda Guerra Fría. Asimismo, incluso la primera revolución noviolenta reconocida como tal, la liberación de India de la dominación colonial de Gran Bretaña, dio lugar a acontecimientos devastadores. India se unió al club de las armas nucleares, el Congreso (el poder que estaba detrás de la liberación) se convirtió en una especie de sistema dinástico y de corrupción endémica, se produjo una industrialización centralizada a gran escala, se mantuvo el sistema de castas y se aceptó Sigue en página 2
Todas las formas y escalas de violencia están interconectadas – desde la violencia doméstica, la violencia callejera, conflictos étnicos, opresión política, explotación económica, a las guerras y las intervenciones militares. La violencia puede ser directa (por ejemplo matanzas), estructural (pobreza), o violencia cultural (lo que nos hace no ver la violencia o busca justificarla). Para contrarrestar de forma efectiva a la violencia, esto requiere estar conscientes de su continuo, al ver la violencia directa en el contexto de la violencia estructural y cultural, y conectando la disposición a la violencia de forma cotidiana, recurriendo a las armas en conflictos a gran escala. Esto significa el ver lo local pero también lo global, desafiando lo inmediato pero también manteniendo una visión a largo plazo. También requiere de un repertorio de actividades – ofreciendo a grupos oprimidos alternativas a la sumisión o a la toma de armas, y formas de construir solidaridad social y de abrir avenidas de participación frente a la presuntuosa dominación y corrupción, y compartir las tácticas noviolentas y estrategias para ellas. La conferencia internacional de la IRG – “Pequeñas acciones grandes movimientos: la espiral de la noviolencia”, co organizada junto a la Campaña Alto al Fuego de Sudáfrica, reunió a activistas de todo el mundo para compartir sus experiencias y perspectivas de resistencia al continuo de la violencia. Grupos temáticos trabajaron cada día de la conferencia, enfocándose en aspectos particulares del continuo de la violencia – y la respuesta de la noviolencia a esta. Esta edición de El Fusil Roto reúne historias escritas con antelación a la conferencia, por quienes facilitaron cada grupo temático.
Hannah Brock
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la pobreza permanente. El resultado dista mucho de aquello por lo que Gandhi había luchado; tal y como demuestra, por ejemplo, el desempoderamiento de las pequeñas aldeas rurales que Gandhi consideraba la base de una futura república descentralizada de pueblos.
En Kirguizistán, la élite tradicional parece haber conservado el poder, habiendo cambiado solamente a los miembros del gobierno. En Europa del Este se ha conseguido tener más libertad política pero se ha perdido la seguridad social imperante en la era comunista y ahora los movimientos neofascistas y de extrema derecha están obteniendo más apoyo popular. En Sudáfrica, la caída del régimen racista del apartheid fue, efectivamente, todo un éxito. La revolución política consiguió dar lugar a una sociedad diferente con sufragio universal, aumentaron las garantías de la libertad de prensa y del Estado de derecho. Sin embargo, las desigualdades económicas y sociales son, en muchos aspectos, incluso peores que las anteriores. El ANC se convirtió en un partido neoliberal y abierto al mercado y la mayoría negra y pobre, aquellos que formaron la columna vertebral de la lucha contra el apartheid, aún están esperando el cambio.
Así pues, uno de los problemas fundamentales que encontramos en estos cambios de régimen es la dificultad de transformar la sociedad, especialmente la ausencia de cambios democráticos reales, de un desarrollo económico equitativo y de una verdadera justicia.
Otro problema relacionado con éste es la falta de una unidad amplia de los nuevos regímenes; en los que encontramos unas divisiones estructurales aún más fuertes tras los procesos de transición. En Egipto, los revolucionarios que destituyeron al militarizado régimen de Mubarak, celebraron el año pasado el golpe de estado contra el recién elegido régimen de los Hermanos Musulmanes. La oposición contra los Hermanos Musulmanes fue tan generalizada que las fuerzas armadas simplemente se limitaron a confirmar un movimiento revolucionario no armado que ya estaba teniendo lugar. Hoy, miles de musulmanes se encuentran en prisión y cientos de ellos fueron asesinados por las fuerzas armadas en manifestaciones contra el acceso al poder del ejército. De igual modo, Tailandia está profundamente dividida entre las Camisas Rojas y las Camisas Amarillas que, cada uno por su lado, contribuyen a hacer que la sociedad sea cada vez más ingobernable. La sociedad venezolana parece estar adquiriendo unos tientes similares, con un régimen elegido por la mayoría con amplio apoyo popular, pero con una fuerte
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oposición minoritaria que utiliza la resistencia no armada como herramienta principal. El resultado de todo esto es una sociedad cada vez más dividida y un país menos gobernable. No obstante, en Tailandia el problema es más grave, ya que el ejército y los tribunales están del lado de las camisas amarillas (y contra las rojas), a pesar de que todas las elecciones se salden con la victoria por mayoría de los partidos rojos. Quizás no todas estas situaciones debieran entenderse de la misma manera, puesto que los contextos son diferentes y, por tanto, también diferentes son los retos con los que se enfrentan estas sociedades. No obstante, lo importante aquí es que si el activismo no violento fue en algún momento la articulación de "los buenos" para luchar contra "los malvados" gobernantes y sus élites, la situación de hoy en día es mucho más compleja y contradictoria. Es necesario reflexionar y trabajar sobre cómo los movimientos de resistencia no armados se relacionan con la construcción de una sociedad diferente y más justa. Parece evidente que existe la necesidad de revisitar y analizar, con un ojo más crítico, la manera en la que estos movimientos dirigen sus luchas. ¿Cuál es el papel del contexto o del tipo de grupos implicados, cómo se organizan, cuáles son sus estrategias o cómo se financian? Para aquellos que estamos interesados en la verdadera liberación humana, el problema es grave. Tenemos que reconocer que el derrocamiento de un dictador no es suficiente, es simplemente un paso más de todos los que hay que dar en el camino.
Un problema clave es el papel de la comunidad internacional. El FMI y el Banco Mundial entran en el terreno antes de que se haya estabilizado la situación después de la caída del régimen. Ofrecer préstamos y apoyo, pero con unas condiciones que hacen que el nuevo régimen sea presa del orden financiero internacional actual. Esto no es nada fácil de gestinoar. Un régimen, por solidario que sea, también tiene que pagar los sueldos de sus empleados públicos y el dinero tiene que salir de algún lado...
Asimismo, el "Estado profundo" es difícil de erradicar. Detrás de cada régimen derrocado, hay una estructura de élites sociales, políticas y económicas que ha ido evolucionando a lo largo de la historia. Estas élites pueden influenciar las dinámicas, especialmente en una situación de desunión y tensiones dentro de la oposición. El sistema judicial, militar y estatal, junto con el sector de los negocios, pueden transformar la revolución y modelarla de acuerdo a sus intereses.
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Solidarity for Palestine from Sout Africa
Lo que necesitamos es un movimiento de liberación no armado que dirija el "cambio profundo" de la sociedad, en lugar de (solamente) arreglar rápidamente la situación con un cambio de régimen. Pero, ¿qué implicaciones tiene esto y cómo se puede realizar?
Gandhi propuso un "programa constructivo" e insistió en que era más importante la liberación que la resistencia, pero pocos fueron los que le entendieron o le apoyaron en esto dentro del movimiento anticolonial indio. ¿Es esto lo que necesitamos?
Otr@s sugieren que un movimiento de resistencia no violenta, para cumplir sus objetivos, pasa por tener una estrategia más sofisticada y diversa, con más formación y preparación. Pero lo cierto es que pocos son los movimientos que tienen un conocimiento poco más que rudimentario sobre teoría y estrategia de la no violencia. Son pragmáticos y buscan un poco lo que tienen más a mano. Además, es muy difícil llevar a cabo cursos de formación en situaciones de represión. Las estrategias van evolucionando con las experiencias vividas de lo que funciona y lo que no. Por otro lado, ¿quién va a ser capaz de convencer a una población oprimida de que no han de tener prisa ni gastar todas sus energías en derrocar a ese régimen que tanto odian? ¿Quién va a poder convencerles de que tienen que trabajar para construir la sociedad en la que quieren vivir y desarrollar nuevas instituciones antes de estar list@s para resistir? A veces ocurre que los movimientos de oposición se ven sorprendidos por esa victoria tan añorada que se les presenta repentinamente. De repente, esa fuerza está ahí, la gente sale a la calle, aumenta la presión y cae el régimen. ¡La revolución está aquí! Pero luego comienzan las dificultades (otra vez). ¿Qué tipo de sociedad quiere la gente y cómo vamos a construirla? ¿Cómo formar alianzas de gobierno y gestionar las tensiones, los diferentes intereses y aspiraciones?
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Dicho esto, no resulta sorprendente que después de un tiempo marcado por las luchas internas y las fracciones entre los grupos de la oposición, el debilitamiento de la situación económica, la inseguridad política y las presiones internacionales, los pueblos empiecen a añorar la existencia de líderes poderosos capaces de generar estabilidad y progreso. Esto es lo que ha ocurrido en Egipto, donde se ha elegido al general del golpe militar en unas elecciones libres y en donde se está extendiendo la apatía política. No resulta sorprendente que llegue un momento en el que la gente se canse de protestas y procesos de negociación interminables. Los retos:
El reto principal es encontrar maneras que nos permitan construir una sociedad sostenible después de un cambio de régimen que sea (por lo menos más) justa, desarrollada y segura para el ser humano y sus derechos:
Gestionar las divisiones después de un cambio de régimen (las élites tradicionales, los diferentes grupos sociales/étnicos y anteriores tensiones, etc.)
Encontrar los recursos y la financiación necesarios para hacer funcionar el país tras el cambio de régimen, sin tener que convertirse en un rehén del FMI y el Banco Mundial (muy pocos países han conseguido resistirse al poder de estas instituciones financiaras y a sus presiones de "liberalización")
Evitar una contrarrevolución, una vuelta a la situación política anterior o el miedo a (más) cambios en la sociedad Crear más alianzas dentro y fuera de la
comunidad para estabilizar la revolución y obtener el apoyo necesario (Cuba, por ejemplo, tuvo que establecer vínculos con una serie de países y actores para poder sobrevivir cuando los EE.UU. y algunos gobiernos de derechas de América Latina decidieron apoyar el aislamiento y el embargo)
Condenar los delitos y a los delincuentes del régimen anterior y/o reconciliar la sociedad (seguramente haya un límite en el número de procedimientos penales que una sociedad puede asumir antes de que se desaten nuevas tensiones o aumente el riesgo de una guerra civil. Muchos países tienden a evitar el castigo, sin reforzar el Estado de Derecho y dejando impunes a las élites y criminales del régimen anterior, o incluso haciéndoles un hueco en la nueva alianza de gobierno) ¿Cómo evitar que el florecimiento de la oposición contra un régimen represivo no se convierta en un caos de diferentes estrategias de diferentes grupos, o incluso en una situación de guerra civil? (Tanto los grupos internos como externos podrían querer aprovecharse de la situación de crisis y apertura existente, como ocurrió en la guerra civil de Siria) La temática de trabajo
El reto de los movimientos de lucha no violentos y antimilitaristas es encontrar maneras no sólo de resistir y oponerse a los actores violentos y a la estructura existente, sino de reflexionar acerca de lo que se puede hacer para evitar una situación mucho más complicada en el futuro, cuando haya caído el régimen actual y las élites existentes movilicen sus fuerzas por miedo o venganza, intentando combatir la inseguridad imperante en la nueva situación.
Se trata, sobre todo, de tener presente que el derrocamiento del régimen dirigente no es suficiente. Este régimen no está sólo, sus raíces y fuerzas institucionales no van a desaparecer de la noche a la mañana por el simple hecho de que su líder (actual) sea asesinado, encarcelado o haya huido a un país extranjero. Hay una razón detrás de la manera en que se configuran y mantienen unas determinadas fuerzas sociales, económicas, militares, judiciales y políticas, a pesar de las tensiones internas y las discrepancias de intereses. En una nueva situación, con la (posible) reticencia a aceptar un cambio de régimen (violento o no violento), se diseña un nuevo territorio que controlar y proteger, nuevas alianzas potenciales y una serie de intereses por los que se ha de velar. Estas élites siempre han tenido contactos internacionales y estos flujos de recursos no van a desaparecer por el simple hecho de que se derroque a un dictador. En resumidas cuentas, lo que ocurre es que algunas de estas élites van a ver en el cambio una ocasión de aliarse con nuevas fuerzas (como ocurrió con las élites del sector de los negocios, el FMI/BM y la "comunidad internacional” en la nueva Sudáfrica cuando el ANC tomó el poder), mientras otras van a buscar maneras alternativas de restaurar una versión reconstruida del régimen tradicional (como ha ocurrido en Tailandia en repetidas ocasiones), o la afluencia de grupos de resistencia violentos y oportunistas que utilizarán la apertura revolucionaria con fines lucrativos (como en Siria). Obviamente, el problema viene, en parte, de la dificultad de gobernar tras una revolución; pero también (y ésta es la problemática de nuestro grupo de trabajo) de cómo dirigir la resistencia desde la oposición. ¿Existen diferencias en la manera en que se puede y debe llevar a cabo la resistencia para prevenir o reducir el riesgo de nuevas catástrofes tras el cambio de gobierno? En ese sentido, el grupo temático trabaja en la cuestión de cómo ejercer la resistencia. Se trata de encontrar las oportunidades que nos permiten ir más allá de la simple resistencia, si es posible dirigirla de manera que también contribuya a la construcción de la solidaridad y las alianzas necesarias para después del cambio.
Antiapartheid placards.
Gobernar un país/comunidad tiene unos retos particulares: pagar debidamente los salarios de aquell@s que trabajan para el gobierno, gestionar situaciones de conflicto (de una forma diferente y más justa), encargarse de indemnizar por crímenes y violaciones anteriores, establecer (nuevas) alianzas con otros Estados y sectores financieros, mantener el imperio de la ley, el orden público y la
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seguridad, frenar a aquell@s que intentan aprovecharse del vacío de poder y pretenden llevar a cabo actividades delictivas, etc.
Entre los grupos que quizás hayan llevado su revolución de forma diferente, encontramos el MST y los Zapatistas. Ambos casos surgen de la tradición autonomista latinoamericana, la tendencia política que se niega a tomar el poder estatal y que intenta crear sociedades menos dependientes, regenerando sus propios recursos, y construir una sociedad diferente independientemente del régimen que controle formalmente el país. De alguna manera, esto supone el rechazo de la noción misma de cambio de régimen. Pero, ¿dónde están aquell@s que han dirigido su transición de forma diferente e inspiradora? ¿Cuba? India no, desde luego. ¿Quizás haya cosas que aprender de Sudáfrica? En lo que se refiere a revolución política, consiguieron consolidar la democracia liberal de forma rápida, increíblemente rápida. No obstante, en otros aspectos ¿quizás hayan fracasado, o acaso...? Trabajando sobre el tema
¿Cuál es el papel del programa constructivo? Para Gandhi, se trataba del aspecto más importante de la lucha. Construir tus propias organizaciones e instituciones, desarrollar las capacidades para dirigir escuelas, producir medios, desarrollar la actividad económica, tomar decisiones políticas o incluso gestionar el tratamiento de residuos en la comunidad. Sin embargo, pocas personas dentro del movimiento de liberación indio entendieron o apreciaron estos esfuerzos. La mayoría pensaban que todo esto podría llevarse a cabo fácilmente una vez se hubiese expulsado a los británicos y el poder estuviese en manos de un gobierno interno debidamente elegido. Pero,
¿realmente fue así? ¿Fue más fácil o más difícil? ¿Qué modelos de desarrollo y gobernanza fueron desarrollados y mantenidos? ¿Qué tipo de liderazgo había a nivel nacional, estatal y local? En las conversaciones de nuestro grupo, ilustramos estos problemas con ejemplos actuales de los retos y posibilidades de Papúa Occidental. ¿Qué otros casos de luchas actuales o situaciones postcambio de régimen encontramos en el mundo de las que podamos aprender? Cuestiones y problemas a abordar:
¿Qué alianzas es importante establecer para crear una oposición fuerte? ¿Coinciden estas con el tipo de alianzas necesarias para gobernar y desarrollar el país tras un cambio de régimen?
¿Se pueden forjar alianzas de manera que puedan servir para ambos propósitos?
¿Qué tipo de estrategias de resistencia son necesarias para combatir con éxito un régimen represivo y autoritario? ¿Son las mismas estrategias que las necesarias para gobernar y desarrollar la sociedad, de manera que esta sea más justa, democrática y basada en los derechos?
¿Se podrían adaptar las maneras y formas de resistencia a las necesidades de gobernanza y desarrollo ya existentes durante la lucha? ¿Qué tipos de modelos de alianzas, regímenes, gobernanza y desarrollo se establecen y evolucionan en el movimiento de oposición? ¿Se pueden perfeccionar, probar y modelar de alguna manera durante la lucha?
El negocio de la guerra
El negocio de la guerra tiene una larga y detestable historia. Sin embargo, en la era del neoliberalismo —durante la cual vienen ocurriendo privatizaciones a gran escala— los especuladores de la guerra han encontrado nuevas oportunidades de embolsar enormes ganancias. En particular, después de los atentados del 11 de septiembre, el lanzamiento de guerras de agresión por parte de EE. UU. y sus aliados, tanto las corporaciones militares como las no militares se han enriquecido hasta un punto jamás visto en la historia. Por ejemplo, Halliburton ganó 39 500 millones de dólares como resultado de los contratos que obtuvo sin licitación, de los excesivos sobreprecios y de la explotación laboral durante la guerra contra Irak. Existe la opinión de que Dick Cheney, director ejecutivo de Halliburton hasta el 2000 y vicepresidente
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de Estados Unidos al momento de la invasión a Irak, apoyó la guerra para salvar su empresa petrolera, la que atravesaba por problemas económicos. Los especuladores de la guerra vienen de muchas formas, como ser comerciantes de armas y de materia prima, políticos, científicos al servicio del Ejército y contratistas civiles y militares. De acuerdo con Stephen Lendman, “los especuladores de la guerra constituyen una clase por sí mismos. Prosperan en la guerra. Dependen de ella. El negocio necesita de conflictos e inestabilidad para florecer. Cuanto más duren estos, mayores serán los potenciales beneficios (“Making the world safe for war profiteers”, Global Research, 16 de diciembre de 2013).
¿Deberían ser las mismas personas y grupos que consiguieron derrocar el régimen las que gobiernen tras la revolución?
¿Qué lecciones podemos aprender de las situaciones actuales de cambio de régimen, retos y posibilidades?
¿Es mejor llegar a una resolución negociada, donde los dirigentes del régimen y la oposición pactan un proceso de transición, para conseguir crear una sociedad más justa, democrática y de derechos? ¿O acaso resulta aún más difícil (puesto que las élites seguirán presentes en la transición, velando por sus intereses y definiendo las condiciones del cambio)? Hasta ahora, ha habido entre 30 y 50 cambios de régimen liderados por movimientos populares no armados. Parece haber una tendencia a reducir el riesgo de guerra civil y a aumentar las posibilidades de que se instaure una democracia liberal si la lucha adquiere un carácter no violento. Pero, ¿qué podemos aprender de las diferencias en el resultado?
Nuestro grupo temático empezará realizando un inventario de experiencias y conocimiento de todos sus participantes, para luego trabajar el tema a través de una presentación del problema y comentar y evaluar las experiencias en los diferentes contextos. Un ejemplo recurrente será la lucha de Papúa Occidental. Nuestro objetivo es desarrollar una serie de recomendaciones y puntos a considerar para los movimientos, así como plantear ideas de proyectos que podrían ayudarnos a encontrar posibles soluciones.
Stellan Vinthagen
Las víctimas de los especuladores no son solo los ciudadanos de los países contra los que se libra la guerra, sino también los contribuyentes del país agresor. Mediante la apelación al sentimiento nacionalista de los ciudadanos y el uso del miedo que estos tienen a la falta de seguridad, los especuladores de la guerra consiguen lo que ambicionan con relativa facilidad. Recuerden la afirmación de Tony Blair de que el ejército iraquí era capaz de lanzar armas químicas y biológicas a los cuarenta y cinco minutos de recibida una orden. ¿Cómo podemos ponerle fin a la especulación de la guerra? La respuesta obvia es abolir la guerra, pero este es un objetivo irrealizable por ahora. Nuestro desafío es, entonces, encontrar modos creativos de oposición a los
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S d e á l e e a ó i m “ L e p E ( e c e c e c a e i H e A
E e s d c A m r n s s d “ B r l c a t c c d c m l d b e p s e s s b h s f t g s “
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La intervención militar y las alianzas militares Pequeñas acciones grandes movimientos
Si echamos un vistazo a la historia de África, desde la llegada de los comerciantes de esclavos tanto de occidente como del mundo árabe, las potencias extranjeras armadas han llevado a cabo expediciones militares por todo el continente en busca de negros para exportar como esclavos. Estas potencias armadas, que por lo general actuaban bajo las órdenes de familias reales o nobles de imperios occidentales y orientales, competían militarmente en África luchando por la caza del “oro negro”: hombres, mujeres y niños negros. La mayoría de estos comerciantes de esclavos, sus empleadores y los patrocinadores de las sociedades reales en los EEUU, en Portugal, España, Suecia, Francia (Europa), Brasil o el mundo árabe, se enriquecieron, industrializaron sus países y construyeron ciudades modernas gracias a este comercio atroz. Algunos de los comandantes que dirigieron estas expediciones militares homicidas para ganar el control de África en el siglo XIX, en la actualidad siguen siendo considerados héroes en sus países de origen. Un ejemplo de estas infames figuras de asesinatos en masa es Henry MortonStanley, adorado por la realeza europea y las sociedades nobles de las Américas. En 1885 los antiguos comerciantes de esclavos tanto de oriente como de occidente se comprometieron a unir sus fuerzas en lugar de luchar por África unos contra otros y convocaron la “Conferencia BerlínCongo” en Alemania, con el fin de crear alianzas militares más allá de las líneas coloniales tras haber realizado una partición arbitraria del continente negro sin haber tenido en cuenta las sociedades y regiones tradicionales y socioculturales ya existentes. La regresión real de África comenzó con la ratificación de la “Ley General de la Conferencia de Congo de Berlín” el 26 de febrero de 1885 por parte de representantes del Presidente de EEUU y de los imperios europeo y otomano. Tras abolir el comercio de esclavos, estas superpotencias acordaron garantizar el libre acceso a las tierras y aguas de África con el fin de hacerse con el control de los recursos en este continente para “el desarrollo del comercio y de las civilizaciones de ciertas regiones” del continente negro, y “para asegurar a todo el mundo las ventajas de la libre navegación a lo largo de los dos principales ríos africanos que desembocan en el océano Atlántico”. Con la brutal división de África prometieron “aumentar el bienestar moral y material de las poblaciones indígenas.” Pero con la llegada de sus ejércitos coloniales al continente, comenzó el apocalipsis para los africanos. Los supuestos civilizados de Europa y sus aliados se manifestaron como los pueblos más bárbaros, como los enemigos de la humanidad. Con el objetivo de ampliar su sistema o fortalecer su poder formaron/establecieron alianzas con líderes tradicionales locales corruptos y con pequeños grupos étnicos. Crearon sociedades segregadas por toda África divididas entre los “líderes tradicionales militarmente aliados de la
zona y sus grupos étnicos” y las poblaciones hostiles que se resistieron a las potencias extranjeras, saqueadores y asesinos. Al mismo tiempo las potencias coloniales crearon en plenas sociedades africanas una especie de “élite intelectual” local en distintas ciudades que pudiesen obtener conocimientos escolares y que más tarde se convirtieron en “personas asimiladas”; mientras que a las poblaciones rurales se les prohibía el acceso a la educación y luego se les llamó “pueblos indígenas” o “los brutos”. Esta es la línea de conflicto diseñada por los antiguos comerciantes de esclavos y más tarde por las potencias militares coloniales, que está haciendo sufrir al continente africano desde entonces.
A mediados de los años 50 África se adentró en un proceso de independencia. Como reacción a la resistencia permanente de las poblaciones rurales, las “élites intelectuales locales” o las llamadas “personas asimiladas” tomaron la iniciativa de las luchas de liberación de África durante siglos y en su mayoría, sin armas. En la mayor parte de los casos, algunas de esas “personas asimiladas” recurrieron a otras potencias militares como China, Cuba y la antigua Unión Soviética Oriental como aliados. Era el comienzo de la Guerra Fría en África, con las potencias coloniales occidentales intentando mantener el control total de los recursos naturales del continente negro y con los soviéticos intentando extender allí su imperio comunista. Ambas potencias imperiales luchaban por conseguir la influencia sobre África y su liderazgo. El sueño de la independencia de África no llegó a realizarse y se convirtió en una pesadilla para la mayoría de sus gentes con innumerables guerras civiles, un aumento de los crímenes de genocidio, crímenes contra la humanidad, hambruna permanente y pobreza extrema. Tras el fracaso de la independencia y el intento de las potencias extranjeras para desestabilizar los distintos países africanos, la mayoría de los líderes africanos rediseñaron sus políticas y crearon nuevas alianzas militares. Entre estos nuevos aliados había antiguas potencias coloniales además de potencias nuevas como China, Brasil, India, Japón, Corea del Sur, Israel, Pakistán, Irán, Emiratos Árabes y Turquía. En esta constelación, la corrupción de la élite se convirtió en un medio de influenciar a los líderes políticos locales desde el exterior con el fin de defender los intereses de estas potencias extranjeras. Los líderes que trataron de resistir el poder militar establecido en África fueron asesinados brutalmente. Aún recordamos el caso de Emery Patrice Lumumba (líder de la independencia de Congo y el primer Primer Ministro electo de la República Democrática del Congo que fue depuesto tras solamente 12 semanas en el poder y más tarde ejecutado por un pelotón de fusilamiento). Algunas de estas potencias extranjeras/ son muy hostiles a los demás cuando compiten por los recursos naturales u
otras cuestiones fuera de África, pero comparten intereses en un solo país. Continúan existiendo muchas alianzas militares creadas en el pasado, y otras están en camino. Echando un vistazo a las alianzas militares que existen en toda África nos encontramos con acuerdos y cooperación destinados a ganar influencia en el continente y que también permiten a las potencias extranjeras el acceso libre a las materias primas o tierras raras por un bajo coste. A través de la militarización de los países africanos, estas potencias extranjeras instigan la violencia y libran guerras con el fin de mantener el statu quo. Es una continuación del espíritu de la Conferencia de BerlínCongo de 1885, situando al saqueo en el centro de la política.
Entre las antiguas alianzas que existen en África, deberíamos considerar la coalición entre EEUU y Bélgica sobre la República Democrática del Congo que data de los años 40, del comienzo de la Segunda Guerra Mundial, cuando los americanos se asociaron con la antigua potencia colonial para obtener libre acceso al uranio para producir la primera bomba atómica que más tarde se lanzaría, en mayo de 1945, sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki. Desde entonces los americanos han mantenido el ojo echado a esta reserva de uranio en la República Democrática del Congo, y de esta alianza militar entre EEUU y Bélgica surgió la estrecha colaboración entre la CIA, el servicio secreto belga y Mobutu Sese Seko quien tomó el poder en 1961 tras haber participado en el asesinato de Patrice Lumumba. Mobutu Sese Seko entró a formar parte de la historia moderna de África como un infame dictador represivo que se mantuvo en el poder durante 36 años y que creó otras alianzas militares estratégicas con Alemania, Israel, China, el régimen del Apartheid en Sudáfrica, Francia y el Reino Unido entre otros. Para muchas de estas potencias extranjeras, el dictador Mobutu era una especie de testaferro en la política de desestabilización de la región centroafricana y la garantía para obtener acceso libre a las materias primas como el cobalto, el cobre, los diamantes y el oro. Países como Alemania, EEUU, Bélgica, Francia e Israel suministraron armas y entrenamiento militar al dictador, algo que Mobutu utilizó a lo largo de los años para llevar a cabo los juegos de guerra contra países vecinos como Angola o para apoyar el antiguo régimen Hutu en Ruanda. Con la aparición de extremistas en este régimen Hutu, y con el apoyo de algunos países occidentales, el mundo presenció en 1994 otra tragedia humana con el genocidio de cientos de miles de personas de poblaciones Tutsi y de Hutu moderados. El régimen Hutu fue derrocado y las fuerzas armadas lideradas por los Tutsi se hicieron con el poder. Unos años más tarde, en 1997, el régimen del dictador Mobutu Sese Seko también se derrumbó tras el avance de una nueva alianza militar entre el gobierno liderado por los Tutsi y la resistencia Continua en página 7
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La militarización de la juventud y cómo Pequeñas acciones grandes movimientos
c d a e p m D r p t o
Las imágenes de la guerra, los conflictos armados y la violencia organizada en todo el mundo pueden tomar diferentes formas, pero lo único que casi siempre tienen en común son los jóvenes, hombres y mujeres, que integran las filas de las organizaciones militares y paramilitares. Tanto en los países que aún tienen el servicio militar obligatorio, como en los que poseen ejércitos profesionales, los gobiernos, los sistemas educativos, los propios militares e incluso organizaciones y empresas privadas, todos ellos promueven activamente los valores militaristas, tanto para llenar las filas de las fuerzas armadas, como para legitimar socialmente el uso de la violencia organizada. En las sociedades donde existe conscripción, pese a que el reclutamiento es legalmente obligatorio, todavía se hacen grandes esfuerzos para militarizar a la juventud. En Israel, por ejemplo, gran parte del esfuerzo se concentra en las escuelas. Los soldados que entran y salen de las aulas para hablar sobre sus unidades y puestos; profesores a quienes se evalúa de acuerdo a la tasa de reclutamiento de sus alumnos; directores que promocionan a sus escuelas alardeando de la alta tasa de soldados de combate u oficiales que se graduaron de sus establecimientos; y ministros de educación que derechamente afirman que la preparación para el servicio militar es uno de los objetivos del sistema educativo. De acuerdo con una encuesta realizada por la IRG en 32 países (tanto con servicio militar como con ejércitos profesionales), en 18 de ellos hay una colaboración oficial entre el ministerio de educación y el ejército, y en la mayoría de los países sin conscripción obligatoria, el ejército hace reclutamiento abiertamente en las escuelas. Pero la militarización de la juventud no comienza y termina dentro de las paredes de los sistemas educativos.
Mientras más y más países en el mundo terminan con el servicio militar obligatorio y se pasan a un sistema de ejército profesional, hay un montón de otras formas, más y menos oficiales, para militarizar a la juventud sin necesidad de leyes que los obliguen a la conscripción.
Aunque la mayoría de los jóvenes en el mundo nunca han disparado una pistola, ¿cuántos de nosotros hemos disparado y matado a alguien en un juego de computador? Si bien la mayoría de los jóvenes en el mundo nunca usarían un uniforme militar, ¿cuántos de nosotros hemos llevado telas camufladas desgastadas, como si fuera una moda más? ¿Cuántos de nosotros hemos jugado con pistolas de juguete? Los ejércitos también encuentran más y más maneras de ser más atractivos para la juventud, no sólo a través de los valores violentomilitaristas tradicionales. La promesa de la aventura, de defender los valores de la democracia e incluso la igualdad
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Arriba: chico hace pose con hombres vestidos de soldado en el festival de videojuegos Gamescom en Colonia, Agosto 2012. Credit: Michael Schulze von Glaßer.
de género, y finalmente, la promesa de obtener beneficios personales, ya sea mediante becas para la educación superior o la promesa de una carrera profesional duradera. La encuesta realizada por la IRG sobre la militarización de la juventud, encontró que en 30 de los 32 países encuestados, la idea de que ingresar a las fuerzas armadas significa oportunidades de empleo o de estudio a futuro, es uno de los puntos de venta más fuertes usados por todos los ejércitos, tanto los basados en reclutas como los profesionales. Aun cuando muchas de estas promesas se basan en mentiras, esta retórica dirigida a los jóvenes que aún no alcanzan el suficiente criterio como para tener convicciones fuertes o explorar diferentes horizontes, especialmente entre los más desfavorecidos de la sociedad, parece que funciona. Hombres y mujeres jóvenes se alistan bajo la pretensión de estas falsas promesas y de valores sociales que los empujan a hacerlo. Pero la militarización de la juventud no está reservada sólo para los Ejércitos regulares. Esto es particularmente cierto para los países en los que operan grupos paramilitares fuertes. A modo de ejemplo, si bien Kenia es considerado un país sin reclutamiento, allí la militarización toma una forma totalmente diferente, donde el denominador común es la falsa idea de que el uso de la fuerza es necesario para el liderazgo efectivo y el control. Se ha señalado antes muchas veces que tal noción es, de hecho, la premisa de la militarización. La existencia de la misma se produce a expensas del estado de derecho y la democracia, así como la realización de los derechos humanos. Como se vio en la situación de Kenia, los arquitectos de la
militarización no siempre son puestos en marcha por el Estado. De hecho, hay instancias en las que el Estado está “desaparecido en acción” y eso abre espacios para la militarización por parte de grupos, tales como las milicias en los asentamientos informales de Kenia, los Mungiki (1) y otros parecidos. Situaciones similares son vistas en muchos sectores que se consideran desorganizados y con lagunas como el transporte público, la seguridad y el servicio social donde estos grupos inicialmente vienen a llenar esos vacíos, pero eventualmente se convierten en milicias y organizaciones terroristas, que extorsionan a los residentes en el nombre de la protección, la seguridad, recolección de basura, etc. El reto, sin embargo, es el hecho de que la militarización deja su huella no sólo en los sistemas políticos y legales, sino también en el comportamiento social. Amenazas y hostigamientos frecuentes son, por tanto, los síntomas de la ruptura de las relaciones sociales, así como de las instituciones del Estado de Derecho y la democracia. En estas circunstancias, las amenazas antes mencionadas están acompañadas de asesinatos extrajudiciales, hostigamiento físico de todo tipo, entre otros vicios. ¿Qué podemos hacer al respecto?
Muchos activistas antimilitaristas de todo el mundo están encontrando diferentes formas de contrarrestar la militarización de la juventud, y mientras más creativos seamos, más amplio es el efecto que podemos tener. Trabajar en las escuelas, a nivel municipal y regional, para tratar de exigir una educación
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D ú ( i a y a m A p a p e E c d
l a e a e p d o e a r o r c y e l p a q e m
E o a n d v e o p t l r l t m q f o
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congoleña en el exilio, una alianza que desembocó en caos y que ha estado afectando a la región centroafricana desde entonces. Desde ese momento, muchos países africanos han formado alianzas militares en la lucha por la República Democrática del Congo, un país que vive en riesgo permanente de división, con el presidente de Ruanda actuando como testaferro de las potencias extranjeras orientales y occidentales.
De todas las alianzas militares creadas en los últimos 20 o 30 años en África, AFRICOM (Mando África de Estados Unidos) es la más importante e incluye operaciones especiales, ataques encubiertos con aviones no tripulados y “programas de cooperación en seguridad”, así como una estrecha colaboración con la mayoría de los países del continente. AFRICOM fue creada en 2007 por el presidente estadounidense George W. Bush y afirma desempeñar un papel geoestratégico para promover la seguridad además de encargase de 53 países africanos, excepto Egipto con quien EEUU mantiene una colaboración militar especial desde hace más de tres décadas. AFRICOM tiene su sede en Viene de la página 6
libre de militarismo, ha sido el foco principal de algunos grupos. Otros han estado trabajando en cambiar los juegos de computador. Algunos activistas se enfocan en la creación de espacios alternativos donde los jóvenes puedan escapar y ser capaz de criticar y desafiar la dirección que su sociedad les está obligando a tomar; otros se centran en dar entrenamientos no violentos para proporcionar a los jóvenes una forma alternativa de reaccionar a situaciones cotidianas en que de otra manera la violencia podría ser la respuesta predeterminada. Algunos grupos se centran en poner de relieve el uso de soldados y símbolos militaristas en la publicidad, y otros en la denuncia de las condiciones reales de los soldados, frente a la que se muestra en la publicidad del ejército. Un día intencional de acción para la educación libre de militarismo, que se expandió a una semana de acción de este año, ha sido una oportunidad para que muchas de estas iniciativas se reúnan.
En el caso de Kenia, como ejemplo de muchos otros, la mayoría de los jóvenes a quienes apunta la militarización son aquellos con niveles mínimos de educación. Los arquitectos de la militarización se aprovechan de su vulnerabilidad, debido a su carencia de educación básica y su falta de exposición a otros modos y maneras de hacer las cosas, para atraerlos a este sistema, que con el tiempo se convierte en lo único que conocen, y la mayoría permanece así a menos que renuncien. En respuesta, ofrecer o garantizar la accesibilidad a la educación básica es también un método para contrarrestar la militarización. La educación y la exposición que viene con ella introduce a los jóvenes a formas alternativas y mejores de vida ofreciéndoles un camino no militarizada en la
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la ciudad alemana de SuttgartMoehringen, y ha establecido distintos mandos militares subordinados que operan desde varias ciudades, a saber el “Ejército de EEUU África” desde Böblingen y Ramstein (ambas en Alemania) y desde Vicenza (Italia). Es importante mencionar que Alemania e Italia juegan un papel clave en muchas de las operaciones especiales de EEUU y en las guerras encubiertas en África. En 2011, AFRICOM desde su Mando subordinado en Vicenza (Italia), tomó la iniciativa de las acciones militares llevadas a cabo por una coalición entre Francia y el Reino Unido contra el dictador Muammar alKaddafi en Libia, quien después fue asesinado brutalmente con el apoyo de los servicios secretos de Alemania a sus aliados occidentales. En el terreno francés de “Camp Lemonnier” en Yibuti, África oriental, el Mando estadounidense de AFRICOM estableció su mayor base militar del continente africano y desde allí el ejército de EEUU ejecuta todas sus operaciones especiales y suministra material a sus fuerzas armadas en la guerra contra el terrorismo en Somalia, Yemen y el Océano Índico. AFRICOM mantiene además fuertes alianzas con los siguientes países con
vida. El coaching, tutoría y acompañamiento mediante procesos de diálogo informales pero hechos a la medida, también pueden desempeñar un papel importante en la deconstrucción de las viejas nociones militares. La Constitución de Kenia del año 2010 abre espacios para la participación ciudadana en el gobierno, y es una forma alternativa de participación de los jóvenes en otras formas de construir su país. Los foros de participación ciudadana, desde hace un tiempo, han sido una forma alternativa de asegurarse de que los jóvenes están involucrados en los procesos locales y nacionales que buscan canalizar su contribución al desarrollo, la paz y la reconciliación y la gobernanza, y por lo tanto, poco a poco pero en forma constante, van formando parte de los procesos cruciales de toma de decisiones. Es una forma diferente de asegurarse de los jóvenes participan de manera constructiva en la construcción nacional, en lugar de ser parte de las actividades de militarización. Al enfatizar los efectos que tiene la militarización en los jóvenes, las mujeres, los pobres, las personas sin educación, personas LGBTQ y otras comunidades marginadas, ya sea dirigida por los militares para el reclutamiento o enlistamiento, o bien por que son blanco de la violencia en su propia sociedad, debido a los valores militaristas, podemos tratar de desafiar todas estas situaciones.
pequeñas bases militares en Niamey (Níger) apoyando a tropas francesas y alemanas en Mali, en Arba Minch (Etiopía) para acciones con aviones no tripulados (drones) en Somalia, en Victoria (Seychelles) para una guerra de drones en África oriental y en Entebbe (Uganda) para drones y operaciones especiales en Sudán del Sur, la República Centroafricana y la región oriental de la República Democrática del Congo. La colaboración entre EEUU y Uganda también permitió que los EEUU estableciesen su centro de la Agencia de Seguridad Nacional y una pequeña unidad de su Agencia de Inteligencia de la Defensa (DIA) que opera en todo el continente desde este país. Además de éstas, existen muchas otras alianzas militares, pero es mejor centrarse sólo en unas pocas. La mayoría de dichas alianzas se basan en el suministro de armas o equipamientos bélicos así como de plantas de fabricación para la producción local de pequeñas armas y munición, entrenamientos militares permanentes y conocimientos bélicos. Algunas de estas potencias extranjeras están impulsando sus economías a través del tráfico de armas y de drogas en África.
Jan van Criekinge and Emanuel Matondo
principalmente de jóvenes. Mungiki opera más ampliamente en los asentamientos informales de Nairobi como una pandilla callejera o una red criminal, esencialmente, que contribuye a y se alimenta de un entorno plagado de un perpetuo estado de crisis de seguridad. Se dice que inicialmente rechazaban la occidentalización y todo lo que se creía relacionado con ello, incluyendo el cristianismo, y por tanto, querían practicar la cultura africana.
Sahar Vardi y Dola Nicholas Oluoch
Soldado ensenando en una escuela en Israel. Credit: New Profile
Notas:
(1) Mungiki es una palabra en el idioma de los Kikuyu (la tribu más grande de Kenia) que significa “un pueblo unido”, “multitud” o “masa”. Es un grupo que se compone El fusil roto Nº 99, junio del 2014
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Formación en noviolencia: ¿una oportunidad para el cambio social? Pequeñas acciones grandes movimientos
¿Alguna vez os habéis planteado qué es lo que tiene que tener un curso de formación en materia de noviolencia para ser fructífero? La noviolencia, es decir, el poder del pueblo para el cambio social, puede tomar diversas formas. Del mismo modo, la formación en no violencia puede tener enfoques muy diferentes para proporcionar herramientas de lucha contra la injusticia social a personas o grupos. Entre las técnicas empleadas por lxs formadorxs en noviolencia encontramos una variedad de ejercicios: tormentas de ideas, trabajo en pequeños grupos, representaciones (roleplays), presentaciones, debates, material audiovisual... La lista es interminable. Cuando lxs formadorxs imparten talleres de noviolencia, su objetivo principal es generar un mejor entendimiento de todos los aspectos de la noviolencia, cuestionando ciertas prácticas que propician la violencia, tales como la jerarquía. Estos cursos de formación pueden sentar las bases para las evaluaciones de necesidades a muchos niveles, para sensibilizar acerca de una amplia gama de temas, tales como el género/queer, para analizar situaciones/relaciones/dinámicas, diseñar estrategias, organizar campañas y facilitar las herramientas necesarias para llevar a acabo acciones. La formación en materia de noviolencia puede ser un foco de energía, reforzar las dinámicas de grupo y presentar planes de actuación que les permitan tomar medidas contra las injusticias. La formación en noviolencia proporciona las herramientas necesarias para reforzar a los grupos, desarrollar el espíritu de comunidad, un espacio donde todxs podamos aprender a trabajar mejor juntos para crear movimientos potentes.
La elección de ejercicios para un taller depende del tipo de grupo que necesita la formación. Por tanto, es necesario elaborar un diagnóstico de las destrezas
del grupo. También es preciso tener en cuenta su edad, género, idioma, nivel de educación, estatus económico, entre otras aspectos. El tema y la duración del curso dependerán de las necesidades del grupo, los recursos disponibles, la urgencia del problema, la naturaleza de la formación (¿se trata de una formación básica o avanzada? ¿un curso de diseño de estrategias o de elaboración de campañas?). Mientras ponen en tela de juicio las relaciones de poder existentes en nuestras sociedades, lxs formadorxs han de tomar en consideración las relaciones de poder existentes dentro del mismo grupo de formación, especialmente aquellas que surgen de las diferencias entre sexos. No hay duda de que la formación en materia de no violencia no es tarea fácil. Si creamos un equipo de formadorxs/moderadorxs expertxs y con experiencia en la materia, será posible la creación de un espacio favorable a la empatía, una base sólida para el debate y, por tanto, resultados fructíferos.
participantes comenzaban a reflexionar de forma diferente y despertó en ellxs un gran interés por las campañas no violentas. Lo que ocurrió después fue extraordinario. Lo formadorxs expertos movilizaron a sus comunidades y denunciaron algunas de las injusticias sociales existentes. Empezaron con movimientos a pequeña escala, ejerciendo presión hasta obtener resultados. Las personas expertas, formadas y encargadas, pudieron combatir el mal liderazgo y, poco a poco, transformaron las comunidades para hacer que sus dirigentes fuesen responsables de sus actos.
Cabe destacar una campaña en la que los estudiantes de una universidad pública querían reclamar un reparto justo de las becas de estudios. El curso de formación de dos horas que se organizó para ello y fue impartido por expertxs tuvo un gran impacto. Los formadorxs introdujeron el concepto de noviolencia y realizaron algunos de los ejercicios para la formación en la materia, tales como la línea espectral de la noviolencia, el ejercicio “una acción es no violenta si...”, los pilares de la noviolencia, el velocímetro socal, etc. Durante la noche, los estudiantes se preparaban para garantizar que todxs adherían los principios de la noviolencia. Al día siguiente organizaron una marcha a la oficina electoral local, con un memorándum que incluía sus reivindicaciones. Cantaban canciones religiosas para darse fuerza, llevaban pancartas explicando su lucha y tenían documentación acreditativa. Durante el camino, algunas personas de la comunidad se unieron a ellxs, atraídas por su manera de actuar y que compartían las causas de su lucha. Al final del día los dirigentes locales accedieron a recibirles y respondieron inmediatamente a sus peticiones.
Por ejemplo, en Kenia, los esfuerzos conjuntos de formadorxs del Reino Unido y activistas por la paz locales dieron lugar a la introducción del programa Turning the Tide (literalmente, “cambiando la corriente”), un programa de rápido crecimiento sobre noviolencia. Todo comenzó con una evaluación de necesidades tras la violencia pos electoral que se vivió en 20072008. Diversas organizaciones pacifistas había trabajado muy duro para reducir la tensión de la situación, pero seguía imperando una necesidad urgente de responder a los problemas que se encontraban en la raíz de las repetidas escenas de violencia vividas durante las elecciones. Una vez realizada esta evaluación de necesidades, se redactó un documento de reflexión y se diseñó el programa. En 2010 se presentó ante un equipo de expertos de Kenia occidental, Agona Benard and Hülya Üçpinar obteniendo muy buenos resultados. Tras un curso intensivo de dos semanas, los Entrenamiento de noviolencai en Quito, Ecuador 2014. Credit: WRI Archive
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Hacerse cargo del pasado para consolidar la paz Pequeñas acciones grandes movimientos
Introducción
A medida que nos aproximamos a la segunda década del siglo XXI, la proliferación de los conflictos en todo el mundo ilustra la necesidad urgente de hacernos cargo del pasado, resistirnos a la guerra y consolidar la paz. Este artículo habla sobre el desafío de hacerse cargo del pasado, un asunto de suprema importancia para los grupos de la IRG en países que están reemergiendo de guerras o de regímenes autoritarios, tales como el apartheid o dictaduras militares. Hay una tensión constante entre la búsqueda de la paz a través del rescate de la verdad y la utilización de esta como base para la reconciliación, y el uso de la evidencia generada por medio de dicho proceso para perseguir judicialmente a los presuntos criminales de guerra. En otras palabras, existe una tensión entre la investigación de crímenes de guerra con miras a establecer responsabilidades y sancionar a los autores, por un lado, y la instauración de una nueva base para la coexistencia a través del reconocimiento y la reconciliación. El contexto de los procesos de paz
La identificación de maneras más efectivas de estabilizar y mejorar las condiciones de vida y bienestar de los ciudadanos afectados por la guerra es un problema central de todo proyecto de consolidación de paz. En 1992, la Agenda para la Paz, publicada por el entonces Secretario General de la ONU, Butros Butros Ghali, definió “consolidación de la paz” como el proceso de mediano a largo plazo de reconstrucción de comunidades afectadas por la guerra. Definió la consolidación de la paz como “acciones dirigidas a identificar y apoyar estructuras tendientes a fortalecer y solidificar la paz para evitar una recaída al conflicto.” [1] Con el tiempo, este concepto se ha “expandido gradualmente para referirse a los enfoques integrales que abordan el conflicto violento en las diferentes fases del ciclo conflictivo.” [2] Fundamentalmente, la consolidación de la paz implica hacerse cargo de las causas primarias del conflicto y habilitar a las partes enfrentadas para que busquen soluciones por medio de la negociación y, en caso necesario, la mediación. El objetivo principal de estas acciones es propiciar la recuperación de las comunidades afectadas por la guerra haciéndose cargo del pasado y promoviendo la reconciliación. Sin embargo, la reconciliación no se sostiene sin reconstrucción y desarrollo socioeconómico. Y nada de esto es posible sin la movilización de recursos. La consolidación de la paz es de hecho una acción política, pero una que busca integrar las esferas judicial, social y económica. Qué significa hacerse cargo del pasado
Hacerse cargo del pasado implica establecer
procesos de justicia y reparación como medios para promover la consolidación de la paz y la reconciliación. En 1997, la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (antecesora del Consejo de Derechos Humanos de la ONU) aprobó los Principios para la Lucha contra la Impunidad, estableciendo los derechos de las víctimas y las obligaciones de los estados. Estos principios identifican cuatro procesos claves y paralelos, necesarios para mitigar la impunidad, a saber: el derecho de saber;
el derecho a la justicia;
el derecho a la reparación; y la garantía de no repetición.
Los procesos se basan en el afrontamiento de los horrores del pasado y en la toma de determinadas medidas judiciales y semi judiciales para resguardar que no se repitan abusos similares en el futuro.
Algunos de los procesos para lidiar con el pasado caen bajo la rúbrica de la “justicia transicional”, un término que aún genera controversia. [3] Específicamente, la justicia transicional busca fomentar procesos e instaurar mecanismos e instituciones que afronten el pasado y aborden los problemas claves que hayan sustentado la represión política o avivado el conflicto. [4] La justicia transicional “busca abordar los desafíos que enfrentan las sociedades en su paso de un estado autoritario a una forma de democracia.” [5] La mayoría de las veces, tales sociedades emergen de un pasado de brutalidad, explotación y victimización. En este contexto, el objetivo de la justicia transicional no es reemplazar a la justicia criminal, sino más bien promover “una visión de la justicia más
Credit: ONAD profunda, enriquecida y amplia, con el propósito de enfrentar a los criminales, atender las necesidades de las víctimas e iniciar un proceso de reconciliación y transformación hacia una sociedad más justa y humana.” [6]
El objetivo principal de un proceso de justicia transicional es establecer un marco semi judicial que pueda desmantelar los efectos del pasado sobre el presente. Sudáfrica sigue siendo un modelo importante en este sentido. Una necesidad elemental de la transición sudafricana fue hacerse cargo del pasado a través de procedimientos que fueran reconocidos y aceptados por los interlocutores claves afectados por las profundas divisiones del pasado. También es necesario no perder de vista el hecho de que la justicia transicional es, precisamente, un proceso “transicional”, que no debe ser visto como la solución definitiva a las atrocidades del pasado. Es más bien un proceso transitorio que deberá dar paso al estado de derecho y la restauración de un orden constitucional que dirija y resuelva las tensiones sociales, políticas y económicas al interior de la sociedad. Los órganos tales como las comisiones de verdad y reconciliación o los tribunales especiales, son instituciones temporales con plazos específicos y no deben ser vistos como una solución permanente. Hay al menos cinco maneras de hacerse cargo del pasado por medio de procesos de justicia transicional, según una publicación titulada Pieces of the Puzzle: Keywords on Reconciliation and Transitional Justice y recopilada por el Instituto para la Justicia y la Reconciliación de Sudáfrica. Éstas son: asegurar la transparencia en la administración imparcial de la justicia y
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restaurar el estado de derecho;
utilizar mecanismos no judiciales para descubrir la verdad, tales como comisiones de verdad y reconciliación;
la reconciliación, donde los creadores y ejecutores del sistema injusto reconozcan la memoria consensuada acerca de las atrocidades del pasado, como requisito para la promoción del perdón y la reconciliación; reformar las instituciones de los poderes ejecutivo, judicial y legislativo, así como del ámbito de la seguridad, para asegurar la recuperación de un grado de confianza y la reconstrucción de vínculos entre los miembros de la sociedad; otorgar reparaciones a las víctimas de violaciones a los derechos humanos, incluyendo violencia de género, como forma de enmendar el daño sufrido en el pasado.
Enfoques culturales para hacerse cargo del pasado
Diversas culturas han desarrollado sus propios modelos de promoción de la paz y la reconciliación, así como de justicia punitiva. Lo que es evidente es que los modelos de justicia y reconciliación desarrollados en una cultura no pueden ser trasplantados a otra sociedad. Esto sugiere que cada sociedad debe decidir qué enfoque cultural de reconciliación ofrece mayor probabilidad de sostener la paz y fomentar la justicia y la reconciliación por los abusos del pasado. Cada cultura debe extraer las lecciones que pueda aprender de sus procesos de paz y reconciliación, de manera que pueda compartir este conocimiento con la comunidad global. El caso de Ruanda
Hace veinte años, Ruanda había tocado fondo. Perdimos a un millón de personas; diez mil personas morían cada día a manos de ruandeses. El genocidio es un ejemplo de lo peor que puede hacer el ser humano. La reconciliación nos está mostrando lo mejor de los seres humanos, mientras trabajamos para dejar este trágico pasado atrás. El Genocidio destruyó el tejido social de Ruanda que había sido dañado deliberadamente por décadas. Nuestra labor como nación emergente en los últimos veinte años ha sido restablecer la cohesión social y la dignidad de los ruandeses.
De la tragedia, nosotros sacamos energía y renovación. Hemos obtenido la capacidad de trabajar en conjunto. No aprender de la tragedia que se acaba de pasar es una manera de dejar la puerta abierta a una nueva tragedia.
Algunas de las iniciativas locales inspiradas en la cultura ruandesa son: INGANDO:(campamentos de solidaridad):
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Una acción de educación cívica que ha facilitado la reintegración fluida de ex retornados, XFARs en retiro y prisioneros liberados temporalmente de vuelta a sus comunidades. Está dirigido, entre otros, a mujeres, jóvenes, estudiantes universitarios y dirigentes locales.
INGANDO ofrece espacios para que los ruandeses se reconcilien con su pasado, enfrentando la historia y forjando una visión en común para un futuro en unidad. ITORERO RY’IGIHUGU:
También se trata de una iniciativa local inspirada en la cultura ruandesa, que consistía en una escuela tradicional ruandesa que inculcaba valores morales de integridad y la capacidad de lidiar con los propios problemas. Itorero ry'Igihugu ha sido rescatada para promover los valores de la unidad, la verdad y la cultura del esfuerzo. GACACA
Las GACACA son tribunales comunitarios tradicionales. La iniciativa de los tribunales GACACA llega en un momento oportuno, ya que posibilitará lo siguiente:
Permitirá descubrir la verdad sobre el Genocidio y los crímenes contra la humanidad; Pondrá fin a la cultura de la impunidad en Ruanda; Reconciliará al pueblo ruandés y fortalecerá los lazos entre las personas; Rescata formas tradicionales de administrar justicia de acuerdo a la cultura ruandesa; Demuestra la capacidad de las comunidades locales de resolver sus propios problemas; Ayuda a resolver algunos de los múltiples problemas provocados por el Genocidio. ABUNZI:
Reconciliadores comunitarios que resuelven conflictos cotidianos antes de derivarlos a los tribunales. Conclusión
Hacerse cargo del pasado es una parte vital de la estrategia general de resistir y prevenir la guerra. En un sentido concreto, posponer la justicia puede evitar la reconciliación. Sin embargo, la búsqueda ciega de la intervención judicial también puede aumentar la tensión en un país y socavar la posibilidad de consolidar la paz. Suelen ser los ciudadanos las víctimas directas de los regímenes opresivos y represivos, por lo cual es necesario su compromiso activo en el seguimiento y en la concientización sobre la eficacia de los mecanismos para hacerse cargo del pasado y de los procesos de consolidación de la paz. Por lo tanto, es necesario un cambio progresivo que enfatice la participación activo de los ciudadanos en el control de la incorporación de estrategias para lidiar con el pasado. Finalmente, la guerra seguirá siendo una forma predominante de interacción humana a menos que logremos comprender y
establecer procesos efectivos para hacernos cargo del pasado con el propósito de promover la paz.
El futuro no está en el pasado. No podemos vivir en el presente ni forjar un futuro nuevo y prometedor para nosotros mismos si nos estamos siempre estancando en el pasado. La sanación de los abusos que produce el perdón genuino toma tiempo. Para algunos pueden ser años. No debemos acelerarlos. ¡Esto nos ayudará a concentrar nuestra energía en sanar, no en el daño! Ser capaz de perdonar puede otorgar un sentimiento de paz y bienestar. Quita la ansiedad y libera de la depresión. Puede mejorar el autoestima y brindar esperanza.
El perdón ofrece la posibilidad de dos clases de paz: la paz del espíritu –la posible recuperación de viejas heridas emocionales– y la paz con el prójimo… la posibilidad de relaciones renovadas y más gratificantes en el futuro.
“Los débiles no pueden perdonar. El perdón es el atributo de los fuertes.” Mahatma Gandhi El Dr. Tim Murithi es presidente de programa del Instituto para la Justicia y la Reconciliación, Ciudad del Cabo, Sudáfrica,www.ijr.org.za Dora Urujeni es representante legal de MEMOS, Learning from History, Ruanda. Traducción: César Pérez
1 Boutros BoutrosGhali, An Agenda for Peace: Preventive Diplomacy, Peacemaking and Peacekeeping, New York: ONU, 1992.
2 Necla Tschirgi, Peacebuilding as the Link between Security and Development: Is the Window of Opportunity Closing?, (Nueva York: International Peace Academy, 2003), p.1.
3 United Nations Security Council, The Rule of Law and Transitional Justice in Conflict and PostConflict Societies, Informe del Secretario General, S/2004/616, 23 de agosto de 2004, p.3. 4 N. Kritz (ed), Transitional Justice: How Emerging Democracies Reckon with Former Regimes, (Washington, D.C.: 1995); y A. J. McAdams, Transitional Justice and the Rule of Law in Democracies, (Notre Dame: Notre Dame University Press, 1997). 5 Alex Boraine, ‘Transitional Justice’, in Charles VillaVicencio and Erik Doxteder (eds), Pieces of the Puzzle: Keywords on Reconciliation and Transitional Justice,(Cape Town: Institute for Justice and Reconciliation, 2004), p.67. 6 Boraine, ‘Transitional Justice’, p.67.
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L v d y d d e p c l – u c v p n a v c v a P m h p v p q a m s m
P p d e c u ( v r n a p a c i l c b
Q n p p t c s s n t r p ( i r s c h p e t
La violencia cotidiana La violencia cotidiana es una forma de violencia muy difícil de sobrellevar y aún más dura de erradicar. Cuando el comportamiento y las acciones violentas se convierten en parte de la vida diaria, cuando la gente no es capaz de vivir sin temor a ser amenazado, golpeado, expulsado de su casa o, incluso, asesinado, podemos entonces diagnosticar violencia cotidiana.La violencia cotidiana puede ser llevada a cabo tanto por las fuerzas del estado –cuando la policía o el ejército son los que usan la violencia contra sus propios ciudadanos. También podemos hablar de la violencia perpetrada por los grupos paramilitares, al “otro lado” de la ley, pero normalmente profundamente conectados con, al menos, algunas estructuras del estado. La violencia cotidiana también es la llevada a cabo por los grupos criminales que controlan vastos territorios en muchos países, llevando algunos a ser considerados “estados fallidos”. Para muchos millones de mujeres en todo el mundo, es violencia en las calles o en sus hogares, a manos de sus parejas íntimas o personas ajenas. Las otras formas de violencia cotidiana también están profundamente enraizadas en el género ya que sus impactos son desequilibrados, afectando a los hombres y las mujeres de manera diferente, incluyendo la violencia sexual contra las mujeres por parte de militares, paramilitares y guerrillas.
Por lo general, sus víctimas son aquellas personas que no están en posición de defenderse a sí mismas, así que aquí no estamos hablando de un conflicto armado como la guerra. Este tipo de violencia es unidireccional hacia los grupos minoritarios (étnicos, sexuales, políticos…) o hacia grupos vulnerables como emigrantes, gente con rentas bajas, etc. También, como sus víctimas necesitamos incluir a los activistas: los activistas de los derechos humanos, activistas por la paz, ecologistas y todos aquellos que actúan o simplemente intentan crear una conciencia de rechazo hacia la violencia y sus instigadores, donde también debemos incluir a los periodistas. Sin embargo, la violencia cotidiana sufrida por ciertos grupos está muy bien escondida, o, simplemente, a la mayoría
Queremos ver una sociedad realmente noviolenta, pero aún no podemos verla. Al pensar en llevar a toda la sociedad de aquí para allá tenemos que pensar en la educación también, porque la educación, tanto formal como no formal, es una forma de socialización, una manera en que la sociedad se constituye a sí misma. Pensar en la noviolencia y la educación significa que tenemos que definir ambos, así como su relación. La noviolencia (holística o pragmática) significa minimizar la violencia (física, mental, estructural, cultural); ello implica ser coherente o desarrollar relaciones respetuosas entre las personas en la sociedad. La educación significa la construcción de conocimientos, hábitos y habilidades, así como el desarrollo de la personalidad o las relaciones respetuosas entre las personas en la sociedad. Por lo tanto, la noviolencia ya implica educación y al
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de la población les es indiferente. Por ejemplo, en muchos países africanos, la comunidad LGBTI estaba bajo una amenaza constante y sus miembros no solo sufren la discriminación diariamente sino que también son asesinados debido a sus preferencias sexuales, mientras que la mayoría decide hacer la vista gorda. Miembros de las comunidades indígenas en América Latina y otros lugares del mundo también se enfrentan a un tratamiento muy duro y violento por parte de las autoridades, mientras que las poblaciones mayoritarias “mestizo” y “criollo” pretenden no ser conscientes de ello.
estado, incluso la policía, y la desconfianza de la gente llevó a la creación de las fuerzas de “autodefensa”, que constan de gente ordinaria que decidió armarse a sí mismos para obtener la protección que el estado falló en proporcionarles. Los continuos enfrentamientos entre estos grupos y los criminales han hecho de la violencia una experiencia diaria en muchas (¿la mayoría?) partes del país.
miedo a las represalias y muchos acaban como refugiados en México y otros lugares. Aquellos que son forzados a huir también arriesgan sus vidas durante todo el trayecto, que generalmente es hacia el norte, ya que las rutas migratorias también están controladas por los criminales. Las fronteras mejicanas, tanto las del sur como las del norte están entre los lugares más peligrosos del mundo. En Ciudad Juarez, en la misma frontera con los Estados Unidos, debido a la gran cantidad de niñas y mujeres asesinadas y desaparecidas, un nuevo crimen común llamado “feminicidio” ha tenido que ser añadido al derecho penal.
muchas maneras, mientras los estados usas sus fuerzas diariamente para mantener las injustas relaciones económicas.
revés la educación ya implica la noviolencia.
manera no formal.
En América Central, El Salvador, Honduras y Guatemala, son algunos de los países que tiene un enorme problema con las bandas (Las Maras y otras) que no solo controlan el negocio de las drogas pero también se llevan parte de los beneficios de todas las pequeñas empresas, incluso de aquellas que no hacen más de 50 dólares al mes. Aquellos que se niegan a pagarles, normalmente, acaban muertos. Por lo general, la gente que los denuncia acaban dejando su ciudad natal por
En México, la guerra entre el estado y los carteles de la droga causa más de 10.000 víctimas cada año. Más de 2 millones de personas se consideran estar internamente desplazados en México debido a las actividades de los grupos criminales. El crimen también ha infiltrado las estructuras del Pero esto es solo una idea, aún no es la realidad. De hecho, todavía vemos una sociedad realmente violenta y una educación violenta. ¿Cómo pasamos de una educación violenta a una noviolenta? Hay varias respuestas a esta pregunta, puesto que hay diferentes aspectos referentes a la educación. En la sociedad moderna hay diversas instituciones educativas. Hay educación formal (intencional y certificada, por ejemplo las escuelas) y educación no formal (menos estructurada que la formal, más estructurada que la informal, por ejemplo las conferencias de la IRG, grupos de trabajo, talleres). Puesto que nuestros violentos sistemas sociales se reproducen demasiado a menudo en nuestros sistemas educativos, tenemos que enfrentarnos a cómo aprendemos por la vía formal, así como valorar cómo aprendemos de
Cuando el estado decide permitir a las grandes corporaciones excavar en extensos territorios habitados por las comunidades rurales o indígenas que se oponen a estos proyectos, sabemos que nos enfrentamos a una situación que causará el aumento de la violencia cotidiana. Hemos sido testigos de muchas situaciones donde los estados en realidad usan las tácticas de implementación, o permitir el aumento de la violencia cotidiana en ciertas áreas para romper la resistencia popular y allanar el camino para las corporaciones. Entonces, nos encontramos con que los derechos de los trabajadores están siendo violados en muchos lugares y de
Desafortunadamente, nuestra experiencia nos dice que la violencia cotidiana, generalmente, está enquistada en el tejido social y cualquier intento para eliminarla requiere un esfuerzo mucho mayor del que necesitaría para su prevención. Sin embargo hay ejemplos de luchas efectivas contra la violencia cotidiana y nuestro objetivo es darlos a conocer, aprender de ellos y ver cómo se pueden adaptar y aplicar las experiencias de un contexto a otro.
Educación y Noviolencia
Igor Seke
Hay diferentes niveles y diferentes materias en la educación. Pero la noviolencia se relaciona con todos los niveles desde la educación primaria pasando por la secundaria hasta la superior. E implica muchas materias desde Arte, Ciudadanía, Geografía e Historia, hasta Idiomas.
Algunas escuelas son públicas mientras otras son privadas. Por un lado, las escuelas públicas son gratuitas y a menudo gestionadas por gobiernos militaristas; por otro lado, las escuelas privadas cobran unas tarifas, y puedes estar gestionadas por pacifistas. Hay escuelas obligatorias y voluntarias. Por un
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lado las escuelas obligatorias le fuerzan a uno a entrar en el sistema; por otro garantizan la educación universal.
Así que tenemos que discutir y quizás argumentar sobre estos aspectos de las instituciones educativas. ¿Queremos abolir la educación obligatoria? O ¿somos capaces de ofrecer oportunidades y entornos para aprender la noviolencia en la educación pública? ¿Qué pueden los gestores, padres y madres, estudiantes o el profesorado hacer para transformar la educación formal? ¿Qué derechos y obligaciones tienen? Esto nos lleva a los aspectos de los curricula educativos, de los que hay tantos como instituciones. Si vemos esta relación entre la noviolencia y las instituciones educativas como “educación noviolenta”, vemos la relación entre la noviolencia y los curricula como “educación en noviolencia”. La noviolencia no es solo una forma de aprendizaje, sino que también hace referencia al contenido del aprendizaje.
¿Qué es lo que necesitamos aprender, si queremos aprender a crear una sociedad realmente noviolenta? Como sociedad misma, una sociedad noviolenta tiene al menos dos, sino tres niveles. A un nivel micro tenemos que aprender noviolencia personal. Esto incluye actitudes específicas, percepciones, estilos comunicativos y comportamientos. Un buen ejemplo de educación en noviolencia a nivel
micro es la mediación entre iguales entre los y las jóvenes de un colegio. En el nivel medio tenemos que aprender noviolencia social. Esto tiene que ver con la discriminación y promueve el respeto entre grupos locales, ya sean grupos étnicos, lingüísticos o religiosos. Por ejemplo la reconciliación local o regional en situaciones de post conflicto pueden verse como educación en noviolencia a un nivel medio. Finalmente en el nivel macro tenemos que aprender noviolencia política. Esto significa que tenemos que analizar los conflictos internos e internacionales incluyendo las guerras civiles y desarrollar su resolución civil noviolenta como en la educación cívica en las escuelas.
Aunque estas ideas parezcan ser globales o universales, habrá diferencias locales o regionales en la educación en noviolencia porque hay diferentes situaciones entre países como, digamos, Burundi y Alemania. Proponemos que nos centremos en el grupo de trabajo ∙noviolencia y educación” en los curricula de la educación formal (primaria y secundaria) porque imaginamos que el grupo de trabajo “contra la militarización de la juventud” tratará con las instituciones dedicadas a la educación formal, mientras que el grupo de trabajo “entrenamiento en noviolencia” tratará con los curricula de la educación no formal, y el grupo de trabajo “construcción la de paz”tratará con las instituciones dedicadas a la educación no
formal.
Proponemos que dediquemos el día (1) a conocernos entre nosotros, nuestros intereses, nuestras expectativas, y las cuestiones sobre educación y noviolencia. Quizás podemos hablar con un profesor y dos estudiantes. En el día (2) queremos centrarnos en la educación formal y la (no)violencia a nivel micro y sus problemas incluyendo la violencia estructural de las propias instituciones educativas. En el día (3) nos gustaría hablar sobre la educación formal y la (no)violencia a nivel macro y sus problemas incluyendo la influencia política y los principios de la educación política (como la controversia y el no adoctrinamiento) en las escuelas públicas. Y el día (4) discutiremos opciones para la cooperación transnacional para la educación en noviolencia y preparar un informe para hacer público. Los objetivos y principios tanto de las instituciones educativas como de los curricula deberían ser avanzar en libertad e igualdad o al menos democracia tanto como sea posible. “Tanto como sea posible” implica que habrá algunos problemas y conflictos porque la mayoría de los estudiantes aún se están desarrollando, aun no tienen totalmente formada su personalidad como la mayoría de los padres y profesores. Nunca habrá un estado final de la educación en noviolencia, pero como la noviolencia misma, la educación noviolenta será un proceso.
Hacia un enfoque de la construcción de la paz con sensibilidad cultural en África Introducción
África es percibida de manera diferente por muchas personas de todo el mundo. Algunos ven a África como un continente de esperanza, donde la gente es hospitalaria, flexible y sencilla, con un montón de recursos naturales la mayor parte inexplorados. Luego están los que ven a África como un continente de conflictos sin sentido, violencia, pobreza, ignorancia y similares. La verdad es que hay oportunidades y retos en África. Una forma de invertir en África es embarcarse en la construcción de la paz para transformar los conflictos y las relaciones negativas en el potencial para la paz y la prosperidad. La expresión “construcción de la paz” (peacebuilding) se popularizó después de 1992, cuando Boutros Ghali, entonces Secretario General de las Naciones Unidas, presentó el informe: Una agenda para la paz. En su informe Boutros definía la construcción de la paz como una serie de actividades destinadas a identificar y apoyar estructuras que fortalecerían y consolidarían la paz con el fin de evitar la recaída en el conflicto, distinguiéndola de la pacificación (peacemaking) y el mantenimiento de la paz (peacekeeping).
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De todas formas, no fue Boutros Ghali quien inventó estos términos, sino el investigador de la paz Johan Galtung 20 años antes, que los llamó “aproximaciones a la paz”. Juntos, la pacificación, el mantenimiento de la paz y la construcción de la paz constituyen una teoría general para conseguir o mantener la paz. Como Miall et al (1999) escribieron:
“En referencia al triángulo del conflicto, se puede sugerir que la pacificación tiene por objetivo cambiar las actitudes de los principales protagonistas, el mantenimiento de la paz baja al nivel del comportamiento destructivo, y la construcción de la paz trata de superar las contradicciones que yacen en la raíz del conflicto.” Hay muchos enfoques y técnicas para la construcción de la paz tales como las artes y la música, el diálogo y la reconciliación, los deportes y la educación para la noviolencia. Cada aproximación tiene sus particularidades, significado y retos. En “Construcción estratégica de la paz” Lisa Schirch dice:
“La construcción de la paz busca prevenir, reducir, transformar y ayudar a la gente a recuperarse de la violencia en todas sus formas, incluso la violencia estructural que aún no ha dado lugar a agitaciones civiles
Elavie Ndura y KaiUwe Dosch
masivas. La construcción estratégica de la paz reconoce la complejidad de las tareas necesarias para construir la paz. La construcción de la paz es estratégica cuando los recursos, los actores y los enfoques se coordinan para lograr múltiples objetivos y abordan múltiples cuestiones a largo plazo. Por tanto, la construcción de la paz requiere múltiples enfoques bien coordinados para transformar la violencia y el conflicto en relaciones y estructuras sostenibles y pacíficas.” ¿Por qué la cultura es importante en la construcción de la paz?
En nuestra experiencia, los proyectos de construcción de la paz son más efectivos cuando se diseñan y adaptan para el contexto sociocultural, económico y político y las necesidades de la población local. No hay una solución que encaje en todos los casos para los problemas africanos. Esto es porque cada contexto en África es único y encontrar “soduciones africanas para los problemas africanos” requiere análisis y entendimiento de las complejas culturas, valores, normas y tradiciones africanas indígenas. Incluso en un país africano cualquiera hay diversas Continua en página 13
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diferencias culturales: lo que funciona en la comunidad “A” no tiene por qué funcionar en la comunidad “B”. Por ejemplo; in algunas comunidades del Sudán del Sur pegar a una esposa puede ser considerado una expresión de amor mientras que en otra comunidad, es violencia. Es por eso que es necesario llevar a cabo investigación continua e intercambiar experiencia y entrenamientos para ampliar nuestro entendimiento de la cultura local para construir un enfoque de construcción de la paz sensible y coherente culturalmente. La construcción de la paz no es nueva en África. La historia nos dice que África es la cuna de la humanidad, una afirmación que sugiere la existencia de ricos y diversos recursos e instituciones indígenas para la resolución de conflictos y la construcción de la paz con siglos de antigüedad. Lo que es nuevo es la exportación y la imposición de la construcción de la paz y las intervenciones para el desarrollo basados en un proyecto de paz liberal. La construcción de la paz actualmente ha entrado en la agenda de las agencias internacionales, y en la forma de “construcción de la paz después de la guerra”, basada en el concepto de “paz liberal” creó un concepto estándar de guerras internacionales e intervenciones militares. La idea de paz liberal, de acuerdo con Mark Duffield (2008), combina y funde liberal (como en la doctrina política y económica contemporánea) con “paz” (la presente predicción política hacia la resolución de conflictos y la reconstrucción de la sociedad). Este punto de vista refleja la noción de que las sociedades desgarradas por la guerra pueden y deberían ser reconstruidas mediante la utilización de ciertas estrategias de transformación interrelacionadas. El énfasis está en la prevención y resolución del conflicto, la construcción de instituciones incluyendo las llamadas elecciones democráticas, y el fortalecimiento de las organizaciones de la sociedad civil. De todas formas, una revision de la literatura existente (Ali and Mathews 2004; Reychler 2001, Rupesinghe 1998) sobre el tema de la construcción de la paz en África revela un limitado análisis restringido a la fase de post conflicto del conflicto armado, que tiene propuestas a muy corto plazo para recuperar el orden y la estabilidad en un país que ha experimentado un conflicto violento armado (David, 1988). Por qué la construcción de la paz importa
Desde el final de la guerra fría, África ha sufrido su parte de guerras y conflictos armados violentos. En áfrica, hay muchos conflictos armados políticos e interétnicos en marcha cuyo objetivo es alcanzar el poder político y económico. Los países que están saliendo de largas guerras civiles a menudo afrontan retos en cómo gestionar a los antiguos combatientes, los grupos de milicianos y los civiles arados. Por tanto, los conflictos violentos se han convertido en los mayores obstáculos para la paz y el desarrollo, particularmente en países frágiles y
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en postconflicto. El mantenimiento del estado de derecho, la buena gobernanza y la prestación de servicios sociales básicos equitativos también es un reto. Los resultados son una violencia física, psicológica, cultural y estructural continua y muy extendida.
La violencia no se restringe solo a un país, un continente, una región o una religión. Se usa de forma universal para conseguir objetivos; a veces a través de la agresión pura y dura, o en otros momentos sutilmente, recubierto por la legislación y la legitimidad como una herramienta para mantener la ley y el orden (2011). Para las mujeres, esto adquiere muchas formas, incluyendo: la violación, el trabajo doméstico forzado, palizas de los hombres a sus esposas, la detención y negación de la herencia a las viudas y la discriminación de los beneficios económicos. El secuestro de niñas para forzarlas al matrimonio se percibe como una práctica cultural legítima en muchos países de África. Se necesitan intervenciones de construcción de la paz para construir un entorno seguro y fiable donde la gente puede buscar la felicidad sin temor. Así que nuestra tesis es: se necesita la construcción de la paz. Pero no mediante la importación de recetas abstractas que vienen con el paradigma de la paz liberal. Puesto que África afronta los retos de la importación y la imposición de contrucción de la paz e intervenciones para el desarrollo, esta debilidad puede abordarse mediante el fomento y fortalecimiento de las capacidades locales para llevar a cabo evaluaciones de referencia, investigación o estudios y hacer recomendaciones pertinentes a los actores de la paz, tanto locales como internacionales, así como a los responsables de las políticas para mejorar la participación. La construcción de la paz implica la construcción de estructuras democráticas a través de la participación de los ciudadanos y otras partes interesadas en los procesos de democratización, sin los
cuales la paz no tendrá sentido. También significa la distribución equitativa de los recursos. Hay retos importantes en muchos países africanos a la hora de la alineación y la distribución justa de los recursos a las prioridades de gasto. El crecimiento económico y los ingresos generados por el petróleo y otros recursos naturales no están siendo canalizados para abordar la pobreza.
Esto crea una situación donde los dividendos de paz apenas son disfrutados por los civiles impacientes y empobrecidos, lo que les fuerza a cuestionarse el significado de la paz. Por nuestra experiencia, mjcha gente piensa que paz significa ausencia de violencia y mantenimiento de la ley y el orden. Pero no solo matan las armas. La falta de acceso a los medios básicos de subsistencia, a la dignidad y a disfrutar de los derechos puede ser tan destructivo como las armas. La construcción de la paz con sentido no es un fin en sí misma más bien un medio para un estado seguro y próspero, donde todas las personas disfrutan de los derechos fundamentales y una vida en dignidad. Por lo tanto, crear una reforma completa del Estado frente a la violencia estructural, en el que los servicios sociales equitativos se proporcionan sin discriminación, es fundamental si queremos construir un África segura para todos. El papel de los actores de la paz
Hay muchos actores trabajando para construir la paz en África. En el centro de estas organizaciones hay movimientos sociales y por la paz afiliados a la WRI, MIR, COPA (Coalición por la paz en África) y otros movimientos regionales. El Centro Africano para una Resolución Constructiva de las Disputas “ACCORD” tiene su sede en Durban y oficinas en otros países, y hay grupos centrados en las mujeres como la Red de Continua en página 14 Credit: ONAD
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Acción de Mujeres por la Paz (WANEP) y el Programa de Mujeres Constructoras de la Paz (WPP).
A la vez, la investigación más reciente en las estrategias y efectosde construcción de paz nos enseña que mientras que la sociedad civil tiene un papel importante que desempeñar en la construcción de la paz, los actores estatales (con su muy superior acceso a los recursos) no se pueden despreciar, y la construcción de la paz funciona mejor donde los distintos actores se las apañan para cooperar. Por lo tanto, el papel de los organismos subregionales, como la Unión Africana (UA), la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD), Comunidad Económica de Estados de África Occidental (ECOWAS) y la Comunidad para el Desarrollo del África Meridional (SADC), es importante. Aunque los organismos subregionales originalmente se establecieron para promover el bienestar socioeconómico de la región, terminaron jugando un papel más importante en el establecimiento de la paz como un punto de entrada para el desarrollo económico.
También hay, sobre todo por parte de los donantes y los organismos internacionales, un énfasis excesivo en ciertas actividades y un descuido de otras que puedan tener un impacto mucho más amplio. Por ejemplo, por mirar a otra región, en los Balcanes después de las guerras de la década de 1990, todo el mundo hablaba de y prestaba atención a la "reconciliación", mientras que la falta de educación adecuada y perspectivas profesionales hizo que toda una generación de jóvenes permaneciera sin ninguna perspectiva significativa sobre qué hacer con sus vidas.
sociedad civil en las negociaciones de paz, analizando los enfoques preferidos por la comunidad internacional como la reforma del sector de la seguridad y la construcción del estado, atendiendo al problema de la seguridad de los civile, incluyendo el papel de la UNMISS y el mantenimiento de la paz civil desarmada proporcionada por la ONG internacional Fuerza de Paz Noviolenta, junto con cuestiones económicas, de género, etc
El grupo de trabajo comenzará con una sesión interactiva sobre: ¿Qué entendemos por construcción de la paz? Una introducción al significado de la construcción de la paz en general y en el continente africano, en particular.
El último día, el cuarto, trataremos de sacar conclusiones de los estudios de casos, y discutir el tema de la construcción de la paz, la noviolencia y las contribuciones de la solidaridad y el apoyo internacionales. La pregunta clave será ¿cómo podemos mejor trabajar juntos?
Conclusión
El segundo día, nos centraremos en Sudán del Sur como un ejemplo, y analizaremos varios enfoques, mirando a un amplio rango de actores: los grupos de la sociedad civil que trabajan para cambiar las actitudes de la gente, el papel (o falta de papel) de la
El tercer día, con ayuda de especialistas de otros países, veremos los problemas y cuestiones sobre la construcción de la paz en otros países de África y fuera.
Moses Monday
La economía ¿saliendo de la crisis? El mundo ha conocido decenas de crisis económicas durante los siglos. Una de las grandes debilidades del capitalismo es su incapacidad para mantener el equilibrio en sí, su tendencia a generar burbujas que estallan con efectos terribles. Su fuerza parece ser su sorprendente capacidad de recuperación y por lo general sin una importante reforma estructural. El colapso bancario de 20079, seguido por la crisis de la Eurozona, ha tenido graves consecuencias económicas y sociales, especialmente en los países del Norte, dejando gran número de desempleados (especialmente entre los jóvenes), en particular en los estados periféricos de la UE.
Se puede argumentar que la crisis financiera y sus secuelas no afectaron considerablemente a los países en desarrollo, por varias razones: África está menos integrada en el mercado mundial. América Latina y Asia parecían mejor preparadas, ya que ateriormente tuvieron crisis. Las regulaciones bancarias de América Latina son muy estrictas, que es algo que la mayoría de los países occidentales todavía tienen que aprender.
Por otro lado, con la crisis financiera, otras dimensiones del entorno global notablemente la crisis sistémica, alimentaria y de desigualdad se hicieron más visibles. Sin embargo, han sido los levantamientos políticos, en particular en el mundo árabe, que han salido en los titulares en los últimos 5 años. Mientras tanto la globalización sigue su curso aparentemente inexorable: La riqueza de los 1% de las personas más ricas del mundo asciende hasta 110 billones de dólares, 65 veces más que la mitad más pobre del mundo. (Informe Oxfam 2014: Trabajando para pocos)
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Lo inquietante es que toda la agitación notablemente no ha dado lugar a la revuelta de masas (fuera de la región MENA – Medio Oriente y África del Norte), ni un mayor apoyo a la izquierda, cuyo enfoque keynesiano para reflotar la economía se podría haber esperado para ganar a lo largo a aquellos que predican soluciones impulsadas por el mercado. Como resultado, los gobiernos de derecha en el Occidente ahora presumen de una leve mejora en las cifras globales, en particular en términos de producción, y lo usan para ganar credibilidad política. Pero esto no se traduce en una caída significativa del desempleo en parte debido a la inexorable marcha de la automatización y la reestructuración de sectores que ya no necesitan tantos trabajadores calificados. Los nuevos puestos de trabajo que se crearon están a menudo en los niveles inferiores del sistema, y / o están relacionados a las economías en vías de desarrollo donde los costos laborales son bajos.
Pregunta: ¿Qué modelos tenemos de una perspectiva alternativa: la militancia sindical, el control de los trabajadores, las empresas sociales, cooperativas, empresas comunitarias, monedas alternativas, sistemas de trueque, etc? Ecología: el clima, la última oportunidad
Si bien la recuperación de esta crisis múltiple ha ocupado el lugar principal en el debate público, la mucho más oscura sombra del cambio climático ha llegado gradualmente a ocupar un lugar central en el discurso político. Finalmente se está entendiendo que la supervivencia de la biosfera como un sistema vivible está en juego y que demasiado tiempo ha sido desperdiciado en los años cruciales
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cuando se podrían haber puesto frenos a los niveles de emisiones de CO2, al embarcarse en un sistema económico bajo en carbono. La serie de reuniones de la COP han sido esencialmente una larga cadena de oportunidades perdidas, con el próximo COP 21 en el 2015 (París), que ofrece una especie de "Last Chance Saloon / última oportunidad" para los gobiernos del mundo para llegar a un acuerdo sobre las emisiones de CO2 que no sería sólo otro compromiso de denominador común más bajo, sino que representa una transformación socioeconómica verdaderamente radical. ¿Cómo lograr este cambio en 18 meses sea realmente un desafío poderoso para los movimientos progresistas. Sin embargo, es un desafio que no tenemos más remedio que lidear con.Pregunta: ¿Cómo construir alianzas efectivas con los movimientos ambientales? Los militares: tan codiciosos como siempre
Mientras tanto el militarismo está vivo y a salvo. A pesar de la importante reducción de los recursos disponibles para los gobiernos occidentales en los últimos 5 años, y por lo tanto, reducciones pequeñas en los presupuestos de defensa nacionales, el gasto militar mundial se mantiene más o menos en los niveles más altos de la historia: 1,700 millones de dólares según el SIPRI. 25 años después de la caída del Muro de Berlín, esto puede parecer difícil de explicar si uno no tiene en cuenta tres factores claves: el poder de presión permanente de las principales industrias de armamento y las burocracias e instituciones (complejo militar industrial, etc...);
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la sustitución de la URSS como principal adversario de los EE.UU. y la OTAN por a) el terrorismo islamista, b) un rápido ascenso de China, y c) Rusia (de nuevo) en virtud de un Putin autocrático. Así, 100 años después de 1914 nos enfrentamos a la perspectiva de la gran guerra (tanto interestatal y asimétrica) en 3 frentes. potenciales (y reales) conflictos armados sobre los recursos económicos claves: petróleo, gas, agua, minerales, metales preciosos, tierras raras, la tierra, las zonas de pesca y los recursos submarinos... Para las 3 razones, la industria de las armas (no sólo en Occidente) se puede frotar las manos en anticipación de mayores ventas en el futuro. Pegunta:
¿Tiene el militarismo un talón de Aquiles y si es así ¿dónde? Conexiones
Hay una serie de importantes conexiones entre las tres áreas: economía, ecología y conflicto. Es principalmente la economía que está destruyendo la ecología Muchos conflictos son causados por la desigualdad social y la lucha por los recursos. El sistema parece insaciable. Sus gerentes carecen de visión social. El sistema militar desvía enormes recursos públicos y privados que podrían ser utilizados para arreglar la economía y la ecología. Al mismo tiempo, causa un enorme daño a ambas cuando se deja suelto en la guerra real; y en última instancia, tiene el potencial de destruir toda la vida en la tierra a través de la destrucción nuclear. Respuestas
¿Cómo han respondido los movimientos populares progresistas a este momento de crisis múltiple? He aquí un análisis esquemático de algunos de los principales movimientos políticos y tendencias. Naturalmente, hay muchas coincidencias, posibilidades de colaboración, así como excepciones. Caridad
Los bancos de alimentos... mayor papel de los grupos religiosos de todo tipo. La ayuda mutua
Sindicatos tradicionales de crédito, cooperativas, adquisiciones de empresas en crisis de los trabajadores. Algunas nuevas formas ligadas a los indignados, etc. Luchas laborales
Huelgas tradicionales para la mejora de los salarios y condiciones laborales,
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manifestaciones contra la austeridad, llamamientos a la regulación de los bancos, etc. Después de las décadas Thatcher/Nuevo Laborismo se ha reducido mucho la afiliación y la organización/el poder de negociación. La socialdemocracia
Regulando el sistema, montando al tigre, intentando (sin éxito) regular los bancos. La pérdida de popularidad y en la mayoría de los lugares de las elecciones también. Los escándalos de corrupción (incluidos los miembros del parlamento) no ayudan. También la incapacidad de movilizar contra el populismo y la extrema derecha. Leninistas
Muy reducidos en todas partes, excepto posiblemente América Latina. Divididos entre intentos infructuosos de ganar en las carreras electorales y la reconstrucción de su base popular a través de la lucha obrera. Pero su historia y el estilo de operación provoca sospechas entre los aliados potenciales, y el modelo histórico que representan está en quiebra. Extrema izquierda
Ver leninismo arriba. Algunos éxitos limitados, por ejemplo Die Linke (Alemania), NPA (Francia), pero los trotskistas y los demás a menudo se perciben como marginales y manipuladores de las luchas populares genuinas. El comportamiento sectario no ayuda. Verdes
Lo que antes era un soplo de aire fresco en la política ahora se ve sobre todo como otro conjunto de políticos tratando en vano de controlar la gran bestia de la globalización. Traicionados a los ojos de los pacifistas por la voluntad de apoyar una intervención armada, por ejemplo en Kosovo. En la mayoría de los lugares son marginados frente a las grandes
decisiones políticas.
Los anarquistas / libertarios
Papel central en los indignados/Occupy. Luchas de acción directa local y protestas de todo tipo. Activismo Internet, hackers, wikileaks / Snowden, etc. Fuerte vínculo con los movimientos ambientales y las acciones, por ejemplo, antifracking, antiaeropuertos, carreteras y la construcción de presas, campamentos contra el cambio climático, las acciones contra el racismo, la solidaridad con los inmigrantes indocumentados... El desafío es hacer y sostener vínculos con la corriente principal del sistema político. Sufren de problemas de transitoriedad, la marginalidad y la falta de efectividad, por ejemplo Occupy. Al igual que otras familias políticas, que se basan en sus ideas vanguardistas via impregnación (o 'polinización') de la sociedad, ayudando a cambiar el discurso (por ejemplo, “el 1% v el 99%”). Foros Sociales Mundiales
Una vez visto como una nueva forma dinámica de la organización local y transnacional, un espacio horizontal de la sociedad civil, ha dado lugar a grandes esperanzas, pero también a grandes decepciones. La financiación se está acabando y la energía política también. Insiprador pero difícil de manejar. ¿Habrá otro? ONGs Asociaciones
Una vasta biodiversidad de organizaciones que compiten y cooperan y, a menudo dirigidas y apoyadas por 'refugiados' desilusionados con los diversos movimientos políticos mencionados anteriormente. Algunos están claramente vinculados a los partidos políticos, las entidades religiosas, líderes carismáticos, y muchos son financiados por gobiernos. Algunos éxitos específicos (por ejemplo, minas antipersonales) pero limitados,
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Accion en Corea del Sur para el dia global de accion contra el gasto militar.
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precisamente por su especificidad y foco estrecho incapaces de montar un desafío total al sistema dominante.Pregunta: ¿Dónde se posicionan los participantes de la conferencia dentro del marco del sistema anterior, si es que se ven dentro de él? ¿Tienen diferentes percepciones políticas de la izquierda? ¿Dónde están los elementos más positivos y con quién se alían? La elección de nuestros caminos, la búsqueda de nuestras acciones
Entonces, ¿cómo sacamos todas estas dimensiones juntas? Muchos libros se han escrito analizando estos temas en mayor detalle que el alcance que podemos considerar aquí. Ofrecemos las siguientes observaciones:
Reconocemos que la IRG se localiza en sí en términos generales en la esquina anarco pacifistafeminista del mapa político; no es que todos en el círculo más amplio necesariamente aceptan esa etiqueta, pero se acerca más a la definición del movimiento que se ha mantenido durante más de cerca de 100 años. No estamos en un movimiento, ni en el tiempo de la historia, en el que sería aceptable la creación de doctrinas y programas rígidos que todos deberían seguir; la esencia del
enfoque libertario es que cada organización/rama individual y constituyente debe encontrar su propio camino para la definición de sus análisis, prioridades y métodos de trabajo. La clave radica en la creación de redes eficaces y el apoyo mutuo.
Una de las principales conclusiones que podemos extraer del tipo de análisis esbozado anteriormente es que ninguna de las respuestas a la crisis capitalista ha demostrado tener éxito. Ciertamente no en el cambio del orden establecido y su sustitución por una alternativa progresista sostenible. Se podrían considerar ciertos regímenes de América Latina (Venezuela, Bolivia, Ecuador...), y entre los resultados de la primavera árabe, probablemente Túnez pueda considerarse como una especie de éxito. Pero, cada uno de estos ejemplos podría ser cuestionado desde varios puntos de vista; y cada uno ha surgido de un espacio político particular, que no necesariamente se encuentra en otra parte. Dada la inmensidad de la tarea, y del poder de los intereses que están en contra de nosotros, no es ninguna sorpresa que nos encontramos frente a distintos tipos de fracasos heroicos. Pero la historia ha demostrado (Cuba?) que incluso los fracasos heroicos después pueden conducir a la victoria... También es una cuestión de cómo elegimos vivir. La política radical noviolenta implica un compromiso mucho más allá de emitir un voto para un candidato o partido que creemos que va a
ayudar a lograr un cambio. Implica tomar decisiones acerca de toda la gama de temas cotidianos, de puestos de trabajo a la vida cotidiana y a la manera en que utilizamos nuestros recursos y talentos. 'Es mejor morir luchando por la libertad que estar preso todos los días de tu vida", dijo Bob Marley. Pregunta: ¿Es la idea de fracaso heroico inaceptablemente pesimista? ¿Qué es la filosofía de vida detrás de nuestra política? Por último...
Lo que importa es que:
aumentemos nuestro impacto por establecer mejores formas de cooperación a todos los niveles geográficos; comuniquemos nuestros proyectos y compartamos las lecciones de a lo que nos comprometemos
nos acercamos lo más ampliamente posible a las sociedades en las que nos encontramos prefiguremos en nuestras vidas y trabajos la sociedad que queremos lograr
que nos inspiremos mutuamente a través de la creatividad, el coraje, la persistencia y otras cualidades positivas
Luchas por el derecho al sustento La inmensa mayoría de la gente se ve hoy reducida a ser un pequeño engranaje de una maquinaria descomunal, en la que el sistema establecido quiere consumidores, no ciudadanos libres. En consecuencia, los ciudadanos de a pie, tanto si viven en estados autoritarios como en democracias, se ven sometidos a injusticias y violencia, sobre todo allí donde se impone el “desarrollo moderno”. Diversas comunidades y las formas de violencia a las que se enfrentan
Comunidades sometidas a violencia de Estado, violencia organizada, violencia de “vigilantes”, normalmente sin el “debido proceso legal”;
Comunidades sometidas a “violencia desarrollista” después del “debido proceso legal”; por ejemplo, el nexo Estadomundo empresarial que intenta apropiarse de los recursos naturales, nacionales y minerales;
Violencia en nombre de la religión, la etnia, creencias, ideología;
Comunidades sometidas a violencia sutil, con los oprimidos a menudo tan condicionados que ni siquiera se dan cuenta de que son víctimas de la violencia. Es evidente que la mayoría de personas aman la paz y querrían evitar la lucha, y que sólo recurrirían a la resistencia cuando no les dejan otra opción. También hay que tener en cuenta El fusil roto Nº 99, junio del 2014 16
que las comunidades, antes de enfrentarse a cualquier forma de violencia y quedar dentro de la definición de “comunidades afectadas” se encuentran normalmente envueltas en una lucha diaria por la pura supervivencia
no han recibido ningún tipo de formación en la filosofía, la ciencia o el arte de la noviolencia
viven pacíficamente hasta que alguna forma de agresión de Estado o empresarial les golpea de improviso su respuesta es refleja y no estratégicamente planificada
se enfrentan a los recursos y al poder del nexo Estadomundo empresarial.
Actualmente, hay comunidades en todo el mundo que se hallan inmersas en luchas por el derecho a la vida, al sustento, la justicia y la paz. Las más veces se enfrentan a fuerzas muy poderosas como el ejército estatal o fuerzas paramilitares, multinacionales, grupos militantes organizados, legislación vigente, medios de comunicación hegemónicos, tecnócratas, intereses creados, un grupo vociferante que se aprovecha del statu quo, etc. Se trata, por lo tanto, de un combate muy desigual. Aquellos que luchan entre la espada y la pared, porque desafían el statu quo, con todos sus pensamientos y acciones, se ven sometidos a la vigilancia más intensa y son
Colin Archer
normalmente tildados de “antisistema”, “antipatrióticos”, “retrógrados”, etc.
Estas comunidades, para poder mantener una lucha eficaz y duradera, tienen que recurrir a la resistencia no violenta para combatir la violencia y la opresión. Noviolencia
La expresión “noviolencia” puede parecer que implique una simple “ausencia de violencia”. Tanto los teóricos como los practicantes de la noviolencia defenderían que se trata de un proceso proactivo, positivo, vanguardista y potencialmente enriquecedor para sus participantes. Puede ser un viaje evolutivo si se recorre como un medio hacia unos fines sin comprometer los valores.
A menudo, se da una tendencia entre aquellos que combaten la injusticia para intentar hallar soluciones militantes rápidas (con frecuencia violentas) a la violencia de Estado contra el pueblo desarmado, o a la violencia que surge del nexo Estadomundo empresarial contra las comunidades tradicionales, o incluso problemas sistémicos profundamente arraigados. Puede no prestarse mucha atención a los medios a los que se recurre en estas luchas, pues a menudo se trata de luchas a vida o muerte para las comunidades afectadas. A los puristas y teóricos les podría Continua en página 17
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resultar muy fácil oponer objeciones a estas luchas. A menudo no tienen la menor noción de la gravedad de la lucha a vida o muerte en la que se hallan inmersas algunas comunidades amenazadas, y por ello se permiten emitir juicios desde su cómoda posición sobre una lucha que consideran que “no da la talla” desde el punto de vista purista de la noviolencia. En el otro extremo, los activistas que “representan” a los oprimidos muchas veces no adoptan ellos mismos formas violentas de acción, pero sí que alientan o incitan a los “otros” oprimidos a oponer una resistencia violenta. Ellos también disfrutan del lujo de sostener posturas radicales sin tener que ponerse en la línea de fuego. Ambas posturas presentan un obvio
problema de base.
Sería una farsa ponerse a juzgar las acciones reflejas de estas comunidades afectadas. El punto de partida para ellas sería muy probablemente una simple “ausencia de violencia”. A medida que empiezan a entender el problema al que se enfrentan, cuando pueden conceptualizarlo y tratarlo de una forma técnica, la formación y el apoyo material que pueden brindar a su lucha los simpatizantes conscientes y no afectados, puede evolucionar hacia un sólido programa estratégico de resistencia no violenta. Este proceso puede adoptar la forma de un viaje evolutivo. Este viaje podría ayudar a las comunidades afectadas a ir más allá de lidiar con el problema inmediato, local, para
desarrollar una actitud más consciente, proactiva y enfocada en cuestiones de mayor alcance y a más largo plazo.
Sea cual sea el resultado de una lucha, es de absoluta importancia que se libren estas luchas no violentas, no sólo porque contribuyen a un orden más justo, sino también porque refuerzan la democracia y siembran las semillas para que siga viva la revolución.
Swati Desai
Traducción: Matias Mulet
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especuladores de la guerra y exponer la avaricia y la corrupción de estos. Lo más importante, es necesario llevar a cabo una incesante campaña a favor de la desmilitarización en el país y en el extranjero, la que privaría a los especuladores de sus inmerecidas riquezas.
En gran parte, las guerras solo se pueden librar y sostener mediante el apoyo público. Los políticos belicistas ―en colaboración con los medios corporativos― manipulan la opinión del público para promover sus planes ulteriores. A pesar de haber sido engañados de manera repetida a través de propagandas y apelaciones al patriotismo, el complejo mediático militar industrial continúa desplumando, con éxito, a los contribuyentes y usando a los jóvenes como carne de cañón. Un factor importante que permitió al imperio británico y al estadounidense crecer y sobrevivir durante tanto tiempo fue el lavado de cerebro de sus ciudadanos. Nuestra tarea es estudiar las formas de animar a los ciudadanos a hacer frente a una aceptación Sur de Gujarat, India. De una marcha de una semana de duracion en oposicion a la interconeccion de pasiva de la retórica belicista declamada por rios en el sur de Gujarat, India. Si este proyecto se implementa, 75 pueblos estaran afectados, algunos los políticos y los medios, quienes son, en totalmente sumergidos. Credit: Swati Desai. realidad, los representantes de los especuladores de la guerra. En otras palabras, es necesario que el alcance de Internacional de Resistentes a la Guerra se extienda mundialmente para que la organización tenga una presencia y una influencia mucho más allá de las que tiene en la actualidad. El 15 de febrero de 2003, alrededor de diez millones de manifestantes tomaron las calles de muchos países para oponerse a la invasión a Irak. Semejante movilización nos demostró que existía una firme oposición mundial a la guerra, pero no se disuadió a los responsables de tomar decisiones/especuladores de la guerra de sus acciones. Necesitamos considerar qué lecciones se han aprendido de nuestras experiencias pasadas y qué se puede hacer para ser más efectivo a la hora de oponernos a aquellos que se benefician de la guerra.
Gunvant Govindjee y Seungho Park Traducción: Mabel Pedemonte
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El fusil roto Nº 99, junio del 2014
Pequeñas acciones grandes movimientos
Lo nuevo en la tienda enlínea de la IRG
La Internacional de Resistentes a la Guerra ofrece una variedad de productos por medio de su tienda enlínea. Estos y muchos otros libros pueden ser comprados en nuestra página web y algunos incluso están disponibles para ser leídos enlínea o para bajar como PDF.
En su nuevo libro "Antimilitarism: Political and Gender Dynamics of Peace Movements", Cynthia Cockburn presenta estudios de casos de movimientos pacifistas, antiguerra y antimilitaristas en Japón, Corea del Sur, España, Uganda y Reino Unido, de redes internacionales contra l a conscripción militar y la proliferación de armas ligeras, y de campañas particulares de respuesta a la agresión contra Palestina.
Cynthia Cockburn vive en Londres, donde participa en Mujeres de Negro contra la Guerra, y Liga Internacional de la Mujeres para Paz y Libertad." Escritora: Cynthia Cockburn Publicado por Palgrave Macmillan ISBN: 9780230359741 Fecha de Publicación: 2012
La objeción de conciencia es vista generalmente como un tema masculino – tal como los soldados. Este libro rompe con esa presunción. Las mujeres se oponen conscientemente al servicio militar y al militarismo. No sólo en los países que reclutan mujeres como Eritrea e Israel pero también en países sin conscripción femenina. Al hacer eso, ellas redefinen el antimilitarismo desde una perspectiva feminista, oponiéndose no sólo al militarismo, sino también a una forma de antimilitarismo que pone al objetor de conciencia masculino como el “héroe” de la lucha antimilitarista. Esta antología incluye contribuciones de mujeres objetoras de conciencia y activistas de Gran Bretaña, Colombia, Eritrea, Israel, Paraguay, Corea del Sur, Turquía, y los E.E.U.U., además de documentos y declaraciones. Publicado por: War Resisters' International Editados por Ellen Elster y Majken Jul Sørensen Prefacio por Cynthia Enloe ISBN 9780903517225. 152 páginas. Fecha de Publicación: Abril 2010
El cambio social no sucede solo, este es el resultado del trabajo de gente comprometida luchando por un mundo de justicia y paz. Este trabajo se gesta en grupos o celulas de activistas, en discusiones, en sesiones de entrenamientos, en la reflexion de experiencias previas, en la planificación, en la experiencia y aprendizaje con otros. El prepararnos para nuestro trabajo por la justicia social es vital para su éxito. Este ha sido un esfuerzo colectivo de gente trabajando por la noviolencia dentro de la red de la IRG en Australia, Bélgica, Inglaterra, Colombia, Chile, Alemania, Italia, Israel, Corea del Sur, Escandinavia, España, Venezuela, Turaquía y EEUU. Publicado por la Internacional de Resistentes a la Guerra ISBN 9780973517232 Precio: £6.50 (US$11.13 ; €7.63)
Revisa la tienda enlínea de la IRG en http://wriirg.org/shop/shopeseu.htm
El Fusil Roto
El Fusil Roto es el boletín de la Internacional de Resistentes a la Guerra y es publicado en inglés, castellano, francés y alemán. Esta es la edición 97, de septiembre 2013. Este número de El Fusil Roto fue producido por Javier Garate y Hannah Brock. Nuestro especial agradecimiento a Angie Zelter, Igor Seke, Dr. Masami Kawamura, Lindsey Colle, Andrés Aristizábal y Antonio Mazzeo. También muchas gracias al equipo de traducción: Carlos Barranco, Oscar Huenchuenao y Eva Aneiros. . Si quieres copias extras de esta edición, por favor contacta la oficina de la IRG o bájalo de nuestra página web. War Resisters' International, 5 Caledonian Road, London N1 9DX, Britain tel +44207278 4040 fax +44207278 0444 info@wriirg.org
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El fusil roto Nº 99, junio del 2014
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