Apuntes en torno a
Laberinto Venus William Campos Lizarzaburu La fruición de la creación Una de las primeras cosas que quisiera decir es que Laberinto Venus es una novela por la cual siento especial predilección. Personalmente, en múltiples ocasiones me he preguntado por qué me agrada esta novela. Pero muy pocas veces me he puesto a pensar en ello. Es como si no hubiera concedido la importancia suficiente al hecho de ofrecer alguna explicación preliminar que permita al lector acercarse de un modo más favorable a su lectura. Y, desgraciadamente, absorto en esa casi indiferencia, los años fueron pasando sin que me decidiera finalmente a publicarla. Hoy, prácticamente apremiado por la puesta en marcha de su publicación online, creo que ha llegado el momento de ofrecer alguna explicación. Lo cierto es que hay varias razones por las cuales, a pesar de ser una obra de juventud, le concedo importancia a esta novela que no supera las 80 páginas, medidas con letra arial de tamaño 13 ó 14 en páginas A4, o unas 100 páginas en formato A5. Como dije, hay varias razones por las cuales me agrada, y procuraré exponerlas con cierto detalle, porque yo mismo encuentro una satisfacción especial en descubrir lo que hay detrás de cómo se escribió. 1