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Capitán de Primera

El sueño de llevar a Champa a primera sigue firme

Tingo nos cuenta los esfuerzos y el compromiso que todos los jugadores tuvieron que hacer durante la pandemia para estar bien entrenados; así, lograron uno de los mejores desempeños en la historia de Champa.

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n En marzo de 2020, estábamos listos para arrancar el campeonato, con toda la ansiedad que eso implica, cuando una pandemia nos encerró en nuestras casas. Al principio se creía que iban a ser unas semanas y después se reanudaría todo, pero finalmente terminaron siendo meses de encierro. En un principio y de manera muy acertada por el sta , no tuvimos actividad y esperamos ver qué sucedía. Al tiempo, logramos juntarnos para entrenar por zoom, de manera distendida, con distintos desafíos para hacer en nuestras casas, para no perder la parte física que también ayudaba a que el encierro no sea tan agobiante. A mediados de junio, volvimos a juntarnos, de forma más estricta, con un entrenamiento más serio de cara a cumplir el sueño de llevar a Champa al Top 12. Conseguimos autorización para ir al club y hacer la parte física, correr en la cancha y vernos con el resto del equipo. Siempre respetando las burbujas y los protocolos vigentes. Al pasar las semanas, los grupos eran más grandes, y aumentaban también las ganas de entrenar más fuerte. Pasamos un año entero de entrenamientos sin jugar. En febrero de 2021, de nuevo nos juntamos en la pretemporada más, aunque de nuevo vivimos con incertidumbre de saber qué pasaba; si arrancaba o no el torneo, si podíamos jugar o no. El plantel estaba con muchas ganas; nos medimos mano a mano con equipos del top 12 que nos dio la confianza para pelear por nuestro sueño. Pero nuevamente el C VID nos volvió a sacar el rugby por unos meses. Pero en junio nos confirmaron que se jugaría un torneo más corto, sin descensos y con un solo ascenso. Pusimos el foco en lo que se venía ya que había poco tiempo de preparación para el arranque del campeonato. El plantel tenía muchas ganas, la calidad de los entrenamientos era muy buena y eso hacía que hubiera mucha competencia interna para que cada jugador busque su mejor versión y así ayudar al equipo. Siempre tuvimos el objetivo claro, que lo fuimos llevando de a poco. A medida que los partidos pasaban, aumentaba la confianza y los resultados llegaban a partir de nuestro juego. Mostramos mucho carácter, salimos a buscar partidos, como con Moreno cuando perdíamos por 8 puntos faltando dos minutos, y darlo vuelta. el partido con Atlético del Rosario, en Estancias, con un marco increíble por la cantidad de gente. Terminamos el torneo invictos, y se venía la semifinal. Todos juntos vivimos una semanas muy lindas; en el club se respiraba mucha alegría y disfrute. Lamentablemente, no se nos dió y no pudimos llegar a la final ni cumplir nuestro objetivo. De todas maneras, me quedo con todo lo lindo que se vivió este año: la unión del plantel puertas para adentro, la unión del plantel con todas las divisiones del club, juveniles e infantiles, la unión de todo un club desde los más grandes hasta los chicos. Eso quedará para siempre. Sin dudas, fue un dolor grande no poder lograr el ascenso, pero estoy seguro que este es el camino, que el club está haciendo un trabajo muy bueno, y eso a la larga se paga. Como decía mi amigo Tomás Fornieles, una persona que extraño y que me marcó mucho a mi y a otras personas del club: Cuantas más piedras levantes en tu camino, más grande será tu castillo”. Por último, como capitán y en nombre de todo el plantel, quiero agradecer a todos por acompañarnos, bancarnos y brindarnos su apoyo constante. Y decirles que nuestro sueño sigue intacto y en 2022 vamos a dar todo por dejar a Champa bien arriba. Los esperamos para seguir haciendo este club cada vez más grande.

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