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Champa Inclusivo

Los grandes valores del club

Cuando la discapacidad desaparece.

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n Ya estamos terminando un año de inmensos logros en nuestro querido club. Un año que comenzó con muchas incertidumbres con respecto a la pandemia mundial -que aún no se resuelve- pero que finalmente nos permitió practicar deportes y competir. El club (todos nosotros) supo aprovechar cada instancia para participar -con mucho compromiso y entusiasmo- en los desafíos que se nos presentaron. ¡Y tanto esfuerzo nos llenó de éxitos! Enormes éxitos en resultados deportivos, tanto en hockey como en rugby, desde los Planteles Superiores, pasando por los Juveniles y hasta los Infantiles. También éxitos en convocatoria de jugadores y equipos técnicos, que colmaron tanto las divisiones de rugby y hockey como los torneos de futbol. Otros éxitos vinieron de la mano de socios, entrenadores y compañeros de división, quienes estuvieron atentos para derribar barreras e impulsar o apoyar a chicos que a veces necesitan adecuaciones para poder participar efectivamente, no sólo en actividades deportivas del Champa, sino en todo su ámbito social. La inclusión es un valor que no sólo fomenta el conocimiento y el respeto a la diferencia -enriqueciendo a toda nuestra comunidad- sino que también es un conjunto de acciones con la finalidad de derribar barreras (físicas, comunicacionales, emocionales o conceptuales) que hacen que una persona tenga discapacidad. Suena raro, pero es así: sin barreras, no hay discapacidad. Podemos ver esto en los juegos comunitarios virtuales que tanto le gustan a los chicos y jóvenes: Cuando entran a un juego virtual, lleno de jugadores, no se puede detectar cómo es (o qué capacidades tiene) la persona que maneja tal o cual avatar. Entonces, hay maneras de lograr igualdad (o equivalencia) de condiciones. ¿Y cómo se pueden derribar esas barreras? La comunicación, capacitación, protocolos de apoyo, seguimientos, eventuales intervenciones y atención a toda la comunidad del club y sus visitantes, son parte del plan de desarrollo de Champa Inclusivo, apuntalado por los profesionales de Adeei, especialistas en esta tarea. Pero el éxito de la inclusión involucra y a su vez beneficia a todo el club, en su compromiso por promover, alentar y educar para la participación cooperativa de todos. Así como, en familia, nos emocionamos viendo los resultados que alcanzaban los planteles superiores de hockey y rugby, siguiéndolos en las formas que esta lamentable pandemia nos permitía, también tuvimos la oportunidad de festejar que nuestros hijos se reencontraran con sus amigos del club para jugar al deporte que les gusta; e inclusive llegamos a organizar y celebrar en nuestro club encuentros tan honrosos y emotivos como el homenaje a nuestros héroes de Malvinas, y también los encuentros de Mix Ability rugby con CUBA y luego con los PUMPAS. Otras grandes oportunidades fueron haber participado

en un entrenamiento de Mix Ability rugby invitados por la Asociación Deportiva Francesa, y posteriormente haber representado al club en el Primer Encuentro de Mix Ability Rugby Infantil (con cientos de participantes y varios equipos), en el mismo club. Pero lo más valioso y esencial, es lo que hacemos y vivimos en el Champa, en cada momento. Cada barrera que, de a poco, va desapareciendo. Todos los que salen de su zona de confort para enfrentar situaciones donde hay barreras: por una condición propia, por la de un amigo, por desconocimiento, por la sorpresa de encontrar desconceptos en sus pensamientos, o por miedo, son grandes benefactores, al igual que beneficiarios. Y -como pasa en los deportes y en la vida- no siempre sale todo bien… a veces se gana, otras veces se aprende; pero cada acción para enfrentar las barreras es valiente y poderosa. Y cuando sale de manera positiva, ¡cómo nos reconforta! Nos sorprende y alegra, nos hace bien, y le hace bien a todo el entorno. El desafío bien vale la pena. Por supuesto que también resulta de suma importancia para el club el hecho de obtener los mejores resultados en todas las competencias deportivas en las que participa; y -para lograrlo- es claro que se deben seleccionar a los mejores jugadores. Lo ideal es que todos se diviertan, den su máximo esfuerzo, y se sientan satisfechos (más allá de lograr ser seleccionado para uno u otro equipo) por haberlo dado todo. Un aspecto muy positivo es que la inclusión va a generar jugadores mucho más competentes y completos. En un juego de palabras que les propongo, podemos decir que, mediante la inclusión como valor de todos, la discapacidad de las personas con discapacidad, y la discapacidad (para aprender a relacionarse con personas con discapacidad) de las personas sin discapacidad, van a ir desapareciendo. Y mucho más que eso: el desafío va a fortalecer nuestra actitud positiva, va a enriquecer nuestra convivencia, va a reforzar nuestros valores. Somos un club de valores, con valores y más valores. Como seguramente le habrá pasado a muchas personas y organizaciones, este año tan inusual dejó a Champa Inclusivo con muchas actividades inconclusas y por hacer, ¡Pero tenemos muchos años por delante para seguir avanzando! ¡Gracias, Champa, por tanto!

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