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INFORME QUINCENAL EPIDEMIOLÓGICO NACIONAL

Ministro de Salud y Protección Social Alejandro Gaviria Uribe Dirección de Epidemiología y Demografía Martha Lucía Ospina Martínez Director General, Instituto Nacional de Salud Fernando Pio de la Hoz Restrepo Director de Vigilancia y Análisis del Riesgo en Salud Pública Máncel Enrique Martínez Durán Comité Editorial Oscar Eduardo Pacheco García Andrea Patricia Villalobos Rodríguez Ivonne Natalia Solarte Agredo Jacqueline Espinosa Martínez Liliana Castillo Rodríguez Pablo Enrique Chaparro Narváez Vilma Fabiola Izquierdo Natalia Muñoz Guerrero Milena Rodríguez Máncel Martínez Ramos Angélica María Olaya Murillo Edición y corrección de estilo Angélica María Olaya Murillo Diseño y Diagramación Claudia P. Clavijo A. Dirección de Vigilancia y Análisis del Riesgo en Salud Pública, INS Instituto Nacional de Salud Avenida calle 26 n.º 51-20 Bogotá, D.C., Colombia El Informe Quincenal Epidemiológico Nacional (IQEN) es una publicación de la Dirección de Epidemiología y Demografía del Ministerio de Salud y Protección Social y de la Dirección de Vigilancia y Análisis del Riesgo en Salud Pública del Instituto Nacional de Salud. Los datos y análisis pueden estar sujetos a cambio. Las contribuciones enviadas por los autores, son de su exclusiva responsabilidad, y todas deberán ceñirse a las normas y principios éticos nacionales e internacionales. El comité editorial del IQEN agradece el envío de sus contribuciones a la Dirección de Vigilancia y Análisis del Riesgo en Salud Pública del Instituto Nacional de Salud; mayor información en el teléfono 220 77 00, extensiones 1382, 1486. Cualquier información contenida en el IQEN es de dominio público y puede ser citada o reproducida mencionando la fuente. Cita sugerida: Evaluación Externa del Desempeño Indirecta (EEDI) en la Red Nacional de Laboratorios de Micobacterias Colombia, 20082011, Evaluación Externa del Desempeño Indirecta (EEDI) realizada en los laboratorios ubicados en 46 municipios del litoral Pacífico colombiano en el primer semestre del 2011 y 2012, IQEN 2013;18 (15): 151 -163.

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Comportamiento epidemiológico de la vigilancia de fiebre tifoidea y paratifoidea en Colombia, 2011 Martha Patricia López Pérez Bacterióloga, especialista en Epidemiología, especialista en Ciencia y tecnología de los alimentos, profesional en entrenamiento FETP. Dirección de Vigilancia y Análisis del Riesgo en Salud Pública. Grupo Factores del Riesgo. Instituto Nacional de Salud.

Resumen Introducción La fiebre tifoidea y paratifoidea es causada por la Salmonella Typhi y Paratyphi A, B o C; el modo de transmisión se origina a partir de agua o alimentos contaminados con heces u orina de un enfermo o un portador crónico biliar. El diagnóstico se efectúa mediante el aislamiento de Salmonella Typhi y Paratyphi a partir de hemocultivos (en pacientes con menos de 14 días de evolución), coprocultivos (en pacientes con más de 14 días de evolución), o cultivos de medula ósea (muestra recomendada cuando el paciente ha recibido antibióticos) dependiendo del período de incubación. La vigilancia epidemiológica como evento de interés en salud pública, tiene como objetivo principal llevar a cabo el seguimiento continuo y sistemático del comportamiento mediante procesos de notificación, recolección, análisis de datos y factores de riesgo; con el fin de generar información oportuna, válida y confiable que permita orientar las medidas de prevención y control de la enfermedad. Materiales y métodos Se llevó a cabo un análisis descriptivo retrospectivo sobre la notificación obligatoria efectuada en Colombia durante el 2011 y los resultados de laboratorio del Grupo de Microbiología del Instituto Nacional de Salud. Resultados En el 2011 se notificaron 104 casos de fiebre tifoidea y paratifoidea con una tasa país de 0.22 casos por

100‌  000 habitantes. Las entidades territoriales con mayor proporción de incidencia de casos confirmados fueron Norte de Santander con una tasa de 4.2 por 100 000 habitantes, seguido de Huila con 1.8 por 100 000 habitantes. El 83 % de los casos requirieron hospitalización, no se notificaron muertes; según criterio de definición del caso, el 93 % fueron confirmados por laboratorio y el 7 % por nexo epidemiológico, el 90 % de los casos se diagnosticaron por hemocultivo y el 10 % por coprocultivo. Teniendo en cuenta la serotipificación de los casos el 96 % corresponden a Salmonella Typhi, el 3 % a Salmonella Paratyphi B, y el 1 % a Salmonella Paratyphi A. El mayor número de casos se presentaron en el grupo de edad de 15 a 29 años. Se notificaron 4 brotes con 35 casos de fiebre tifoidea y paratifoidea en las entidades territoriales de Valle del Cauca (Argelia y Tuluá), Sucre (Sincelejo) y Huila (Garzón). Conclusiones La incidencia de fiebre tifoidea y paratifoidea en Colombia para el 2011 es de 0.22 casos por 100 000 habitantes, siendo una incidencia baja probablemente relacionada con un subregistro por desconocimiento del evento y fallas en el proceso de captación de casos, diagnóstico adecuado y adherencia del protocolo de vigilancia desde la parte clínica.

Palabras claves Fiebre tifoidea y paratifoidea, vigilancia epidemiológica.

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IQEN Introducción La fiebre tifoidea y paratifoidea constituye un importante problema de salud pública, siendo considerada una enfermedad que predomina en países subdesarrollados en donde las condiciones higiénicas y sanitarias son deficientes y en los cuales no existe un proceso adecuado para su diagnóstico y tratamiento [1]. Es causada por la Salmonella Typhi y Paratyphi A, B o C, y considerada como una enfermedad bacteriana sistémica prevenible; la transmisión de este evento se origina por agua o alimentos contaminados con heces u orina de un enfermo o portadores crónicos biliares [1]. Las manifestaciones clínicas de la fiebre tifoidea y paratifoidea se presentan básicamente bajo dos modalidades: las gastrointestinales y la forma septicémica, en la cual pueden presentarse los siguientes signos y síntomas: fiebre por más de 72 horas de comienzo insidioso, cefalea, astenia, insomnio, anorexia, dolor abdominal, diarrea o estreñimiento, ruidos intestinales, hepatomegalia, esplenomegalia moderada, bradicardia relativa (el pulso no coincide con la fiebre). Así mismo, pueden presentarse complicaciones como hemorragias o perforaciones digestivas, peritonitis y septicemia [2]; se han descrito pacientes que presentan exantema macular (roséola tifoidea), lengua saburral y complicaciones neurológicas [3]. El diagnóstico clínico tiene baja sensibilidad, se considera el cultivo del germen como la prueba de elección para diagnóstico en sangre (hemocultivo), heces (coprocultivo) o médula ósea de acuerdo al tiempo de evolución e intervenciones realizadas [1]. La distribución de la enfermedad es mundial, siendo más frecuente en los países subdesarrollados. En América Latina la fiebre tifoidea continúa siendo una causa importante de mortalidad y morbilidad, aunque no exista información fidedigna que refleje su magnitud debido a la notificación incompleta y muy variable de los diferentes países. A pesar de que la incidencia de fiebre tifoidea ha disminuido considerablemente

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en los países desarrollados con buenas condiciones sanitarias, se estima que cada año ocurren en el mundo aproximadamente 33 millones de casos con 300 000 fallecidos [4]. Las tasas de casos notificados varían desde 1 por 100 000 o menos en los Estados Unidos y otros países desarrollados, 10 por 100 000 en los países del sur del Mediterráneo, hasta 100 por 100 000 o más en áreas endémicas como Chile, Indonesia y la India [5]. En Cuba el número de casos de fiebre tifoidea se incrementó como consecuencia de la situación económica que ha tenido que enfrentar el país, crisis que acrecentó el deterioro en el saneamiento ambiental y, además, afectó considerablemente los programas de salud. Durante 1993 ascendió a 255 casos para una tasa de 1.94 X 100 000 habitantes [6]. El incremento agudo de los casos en algunos países se debe a varias condiciones: a) rápido incremento de la población, b) aumento de la urbanización, c) inadecuadas facilidades para procesar los desechos humanos, d) disminución del abastecimiento de agua e inadecuada calidad, e) consumo de alimentos elaborados con aguas contaminadas y f) exceso de personas para atender en los servicios de salud [7]. Actualmente, en Colombia esta enfermedad se manifiesta en forma de endemia baja, debido al subregistro por su diagnóstico inadecuado; sin embargo las tasas de incidencia de fiebre tifoidea y paratifoidea en Colombia en los últimos cuatro años han presentado un promedio de 0.21 casos por 100 000 habitantes [1].

Materiales y métodos Se llevó a cabo un estudio descriptivo retrospectivo sobre la notificación efectuada en Colombia al sistema de vigilancia epidemiológica (Sivigila) y los resultados de laboratorio del grupo de microbiología del Instituto Nacional de Salud (INS) del 2011, evaluando el comportamiento y tendencia del evento fiebre tifoidea y paratifoidea y teniendo en cuenta la notificación individual y colectiva (brotes) en tiempo, lugar y persona; de igual manera, se estableció su distribución

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Consideraciones éticas

sobre la mediana para estos dos años correspondientes a las semanas epidemiológicas 16 y 35 del 2010 en las entidades territoriales de Norte de Santander, Antioquia y Meta. Para el 2011 se evidencia un aumento en el número de casos, concentrados en la semana epidemiológica (SE) 52, en la que se presentó un brote de fiebre tifoidea en el municipio de Garzón en los centros poblados Sartenejo Alto y Bajo del departamento de Huila (figura 1).

El presente estudio se basa principalmente en la recolección y procesamiento de información proveniente de las fichas diligenciadas por medio de Sivigila e información suministrada por el Grupo de Microbiología del INS; por lo tanto, las personas relacionadas no incurren en riesgos para su salud atribuibles al mismo, de acuerdo a la Resolución 08430 de 1993. De otra

A la semana epidemiológica 52 de 2011, se notificaron 104 casos confirmados de fiebre tifoidea y paratifoidea al Sivigila del INS. El 39 % (14/36) notificaron casos confirmados. Los departamentos/distritos que más casos reportaron fueron: Norte de Santander (52.8 % ), Huila (19.2 % ), Valle del Cauca (7.7 % ), Nariño (3.8 % ) y Meta (2.9 % ), ver figura 2.

por grupos de edad, género, área de residencia, tipo de régimen en salud, ocupación, pertenencia étnica, grupo poblacional y criterio de confirmación. Las medidas utilizadas para el análisis fueron medidas de tendencia central, frecuencias y proporciones; la información se procesó en Excel y las ayudas visuales en el software Tableau 6.1.

Figura 1. Casos notificados de fiebre tifoidea y paratifoidea, por semana Epidemiológica. Colombia, 20010 a 2011 Fuente: Sivigila – Grupo Microbiología INS, 2011

parte, se garantiza la confidencialidad de la información procesada a partir de las personas motivo del estudio.

Resultados Al analizar el comportamiento de fiebre tifoidea y paratifoidea desde el 2010 al 2011, se evidencia un comportamiento irregular, con unos pequeños picos

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Figura 2. Comportamiento de casos de fiebre tifoidea y paratifoidea por departamento de procedencia. Colombia, 2011 Fuente: Sivigila – Grupo Microbiología INS, 2011

Las entidades territoriales con mayor proporción de incidencia de casos confirmados de fiebre tifoidea y paratifoidea fueron Norte de Santander con un tasa de 4.2 por 100 000 habitantes, seguido de Huila con 1.8 por 100 000 habitantes, Sucre con 0.36 casos por

100 000 habitantes. La tasa país fue de 0.22 casos por 100 000 habitantes, respectivamente (figura 3). Para el 2011 no se notificaron muertes por fiebre tifoidea y paratifoidea.

Figura 3. Incidencia de fiebre tifoidea y paratifoidea por departamento. Colombia, 2011 Fuente: Sivigila – Grupo Microbiología INS, 2011

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IQEN Teniendo en cuenta la definición del caso, el 93 % fueron confirmados por laboratorio, el 7 % por nexo epidemiológico; según la técnica diagnóstica el 90 % de los casos confirmados por laboratorio se llevaron a cabo por hemocultivo, el 10 % por coprocultivo. De acuerdo a los datos suministrados por el Grupo de Microbiología del Instituto Nacional de Salud, en cuanto a la serotipificación de los casos de fiebre tifoidea y

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los menores de edad, estudiantes, militares y hogar aportan el mayor número de casos. Para el 2011, se notificaron 4 brotes con 35 casos de fiebre tifoidea y paratifoidea en las entidades territoriales de Valle del Cauca (Argelia y Tuluá), Sucre (Sincelejo) y Huila (Garzón), el mayor número de casos se presentó en el grupo de edad de 15 a 44 años (62.8 %), seguido del grupo de 5 a 14

Figura 4. Distribución de casos de fiebre tifoidea/paratifoidea por grupo de edad. Colombia. 2011. Fuente: Sivigila – Grupo Microbiología INS, 2011

paratifoidea el 96 % corresponden a Salmonella Typhi, el 3 % a Salmonella Paratyphi B, y el 1 % a Salmonella Paratyphi A. Si bien se ven afectados todos los grupos de edad, se observa que el mayor número de casos se concentran en la población entre los grupos de edad de 15 a 29 años, lo que evidencia una disminución marcada en la población mayor de 60 años y más (figura 4).

años con un 17.1 %; el 80 % de los casos requirieron hospitalización. Teniendo en cuenta la configuración final, el 77 % de los casos corresponden a laboratorio y el 23 % a nexo epidemiológico, a continuación se dan a conocer los aspectos más relevantes de los brotes (tabla 1).

Del total de casos notificados al sistema de vigilancia, el 59 % pertenecen al género masculino y el 41 % al género femenino. Teniendo en cuenta el régimen de afiliación en salud el 51 % pertenecen al régimen contributivo, 34 % al régimen subsidiado, 8 % no afiliado, seguido por régimen excepción 4 % y 3 % régimen especial. El 73 % de los casos notificados al sistema pertenecen a cabecera municipal, el 14 % a centro poblado y el 13 % a rural disperso. El 11 % pertenecen a etnias afrocolombianas, mulato, negro y el 89 % a otros grupos poblaciones; el 83 % de los pacientes fueron hospitalizados,

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Tabla 1. Brotes de fiebre tifoidea y paratifoidea. Colombia, 2011

45 a 64

Mayor 65

Hombres

Mujeres

0 0

0

2

1

0 3

2

1

0

Tuluá

0 0

0

9

3

0 12

7

5

12

Sincelejo

0 0

3

1

0

0 4

2

2

0

Huila

Garzón

0 1

3

10 2

0 16

9

7

16

1a4

Argelia

Menor 1 Valle del Cauca Valle del Cauca Sucre

Total Género Pacientes Alimentos Lugar hospitalizados implicados

15 a 44

Grupo de edad 5 a 14

Departamento Municipio

Pollo ensalada Jamón, pollo Arroz con pollo Agua para consumo humano

Club social Club social Hogar Comunidad

Fuente: Sivigila- Grupo microbiología INS. 2011.

Los factores de riesgo con mayor influencia en el incremento del número de brotes fueron: fallas en la cocción, conservación, almacenamiento y manipulación de alimentos manipuladores-portadores asintomáticos, contaminación cruzada, fuente de alimento contaminado, consumo de agua no potable y dificultades en la aplicación de buenas prácticas higiénico sanitarias.

Discusión La incidencia de fiebre tifoidea y paratifoidea en Colombia para el 2011 es de 0.22 casos por 100 000 habitantes, siendo una incidencia baja comparada con países como Chile y Cuba; actualmente existe la probabilidad de que en el país se venga presentando desde años anteriores un subregistró de fiebre tifoidea y paratifoidea, debido a fallas en el proceso de captación de casos, diagnóstico adecuado, desconocimiento del evento y falta de adherencia del protocolo de vigilancia desde la parte clínica. Lo anterior es también manifestado por Fica Alberto [8], en un estudio en el cual se da a conocer que la poca aparición de la fiebre

tifoidea se debe al desconocimiento de la enfermedad por parte del personal médico, lo que disminuye la sospecha clínica y, en consecuencia, la solicitud de estudios microbiológicos para su diagnóstico y acceso. Durante 2008 a 2011 los departamentos de Norte de Santander y Meta han presentado la mayor notificación e incidencia de fiebre tifoidea en nuestro país, lo que refleja un alto número de casos aislados sobre la mediana para estos años; probablemente esta notificación importante se debe a que en estos departamentos se cuenta con personal y capacidad diagnóstica para la identificación y captación de casos. La falsa disminución y desaparición de la fiebre tifoidea ha hecho que en nuestro país, para el 2011, el 13 % de los departamentos/distritos presenten silencio epidemiológico; una de las debilidades encontradas radica en la captación del paciente por parte del personal médico y asistencial probablemente debido al desconocimiento de la enfermedad, adicional a la complejidad que tiene su diagnóstico por laboratorio.

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IQEN Fica Alberto [8] manifiesta que en países como Chile las tasas de fiebre tifoidea han declinado y no cuestionan la disminución objetiva de esta enfermedad, por lo cual menciona que la falta de sospecha clínica y la falta sistemática de este recurso en las consultas de atención primaria en el subsistema público de salud (> 60 % de la población) y la tendencia a usar antimicrobianos en cuadros febriles prolongados en forma empírica, hace más difícil que en caso de plantearse la sospecha el diagnóstico pueda ser documentado. Un porcentaje importante de los casos individuales de fiebre tifoidea y paratifoidea cuentan con algún tipo de afiliación al sistema de salud, sin embargo no se está asumiendo adecuadamente por las aseguradoras la responsabilidad de las pruebas confirmatorias para el evento; con respecto a las técnicas diagnósticas es importante mencionar que en el Acuerdo 08 de 2009 y Acuerdo 029 del 28 de diciembre de 2011, se aclaran y se actualizan integralmente los planes obligatorios de salud de los regímenes contributivo y subsidiado, específicamente en el anexo 2 (lista de procedimientos), en el cual el hemocultivo y coprocultivo deben garantizarse para el diagnóstico de fiebre tifoidea y paratifoidea [9]. En los lineamientos de vigilancia y protocolo de fiebre tifoidea y paratifoidea, se incluye el envío de todos los aislamientos de Salmonella Typhi y Paratyphi al Grupo de Microbiología del INS; sin embargo, el 88 % de los casos confirmados por hemocultivo o coprocultivo enviaron el aislamiento, y el 12 % de los casos confirmados por el laboratorio departamental de salud pública no cumplen con los lineamientos estipulados por el laboratorio de referencia del INS, lo cual representa una falla en la aplicación del protocolo por parte de los entes territoriales. En países como Chile la Salmonella Typhi y Paratyphi es considerada un agente de vigilancia de laboratorio obligatorio, por lo cual debe remitirse todas las cepas identificadas en los laboratorios locales al Instituto de Salud Pública (ISP) logrando así la confirmación de la totalidad de aislamientos [10].

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Es importante resaltar que el 83 % de los casos de fiebre tifoidea y paratifoidea requirieron hospitalización para su atención por la complejidad de los signos y los síntomas, lo que facilitó la recolección de muestras de hemocultivo o coprocultivo de los casos confirmados por laboratorio. Lo anterior es coherente con lo reportado por un estudio de caracterización de brotes en el departamento de Antioquia [11] y lo manifestado por la Guía de práctica clínica, diagnostica y tratamiento de México, en la cual se establece que pacientes de fiebre tifoidea pueden desarrollar complicaciones graves necesitando manejo hospitalario [3]. Teniendo en cuenta el comportamiento de esta enfermedad en países como Chile y Argentina afecta principalmente a escolares, adolescentes y adultos jóvenes, con la máxima incidencia en el grupo de edad de 10-14 años. Este rango es típico para tifoidea en la generalidad de los países de Latinoamérica; para Colombia, el mayor número de casos de fiebre tifoidea y paratifoidea se presentaron en el grupo de 15 a 29 años, representados en un 44 %, lo que probablemente puede estar relacionado al consumo de alimentos fuera de casa y en restaurantes. Lo anterior es también coherente con lo reportado en otros estudios [12]. En Colombia algunos casos de fiebre tifoidea son confirmados por medio de antígenos febriles, lo que ocasiona falsos positivos; esto es debido a las diferentes reacciones cruzadas del antígeno somático O. Es preciso llevar a cabo el diagnóstico mediante el aislamiento de Salmonella Typhi y Paratyphi a partir de hemocultivos y coprocultivo, dependiendo del período de incubación, y finalmente efectuar el respectivo ajuste o descarte del caso. La no utilización de antígenos febriles es también tema de discusión por los autores Bancalari y Banfi, quienes manifiestan que los antígenos utilizados pueden ser inestables o los controles dudosos, y de este modo confundir la interpretación de la reacción [1,13].

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IQEN Conclusiones A semana epidemiológica 52 de 2011, se notificaron 104 casos de fiebre tifoidea y paratifoidea con una tasa país de 0.22 casos por 100 000 habitantes. Del total de entidades territoriales (ET) se recibió notificación del 87 %, de las cuales el 39 % confirmaron casos por laboratorio al sistema de vigilancia; el departamento de Norte de Santander aportó el mayor número de casos (52.8 %), seguido de Huila (19,2 %), Valle del Cauca (7,7 %), Nariño (3,8 %) y Meta (2,9 %). Las entidades territoriales que permanecieron silenciosas en el 2011 fueron Arauca, Guaviare, San Andrés, Vaupés y Vichada. Las entidades territoriales con mayor proporción de incidencia de casos confirmados de fiebre tifoidea y paratifoidea fueron Norte de Santander con un tasa de 4.2 por 100 000 habitantes, seguido de Huila con 1.8 por 100 000 habitantes, Sucre con 0.36 casos por 100 000 habitantes. El 83 % de los casos de fiebre tifoidea requirieron hospitalización debido a la complejidad del evento.

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serotipificaron en el Grupo de Microbiología del INS, el 12 % de los casos fueron confirmados y serotipificados en el LDSP de las entidades territoriales. Para el 2011, se evidencia un aumento del 4 % en la notificación del evento al sistema de vigilancia de fiebre tifoidea y paratifoidea con respecto a la notificación del año anterior. El mayor número de casos de fiebre tifoidea y paratifoidea se presentaron en el grupo de edad de 15 a 29 años, mientras que para la población mayor de 60 años y más se evidencia una disminución. Para el 2011, se notificaron 4 brotes con 35 casos de fiebre tifoidea y paratifoidea en las entidades territoriales de Valle del Cauca (Argelia y Tuluá), Sucre (Sincelejo) y Huila (Garzón). El mayor número de casos se presentaron en la semana epidemiológica 51 y 52, debido a la ocurrencia de un brote con 16 casos notificados por los centros poblados de Sartenejo Alto y Sartenejo Bajo, pertenecientes al municipio de Garzón (Huila), de los cuales el 68 % de los casos se confirmaron por laboratorio y el 32 % por nexo epidemiológico.

Para el 2011 no se notificaron muertes de fiebre tifoidea y paratifoidea.

Colombia se considera un país con características y factores de riesgo para la presentación de casos de fiebre tifoidea y paratifoidea.

Teniendo en cuenta el criterio de definición del caso, el 93 % de los casos fueron confirmados por laboratorio y el 7 % por nexo epidemiológico.

Recomendaciones

El 90 % de los casos confirmados de fiebre tifoidea y paratifoidea se llevaron a cabo por hemocultivo y el 10 % por coprocultivo. Teniendo en cuenta la serotipificación de los casos de fiebre tifoidea y paratifoidea, el 96 % corresponden a Salmonella Typhi, el 3 % Salmonella Paratyphi B, y el 1 % a Salmonella Paratyphi A. El 88 % de los casos notificados por laboratorio de fiebre tifoidea y paratifoidea se confirmaron y

En los departamentos silenciosos debe socializarse, implementarse y llevarse a cabo el seguimiento a todos sus municipios y estos a sus UPGD, de los protocolos de vigilancia; de igual manera, generar la búsqueda activa de casos en las UPGD y en la comunidad. Los casos detectados deberán ser notificados al Sivigila y establecer estrategias de información, educación y comunicación para mejorar la notificación del evento. Capacitar al personal asistencial en la adherencia del protocolo de vigilancia, recolección, toma y diagnóstico para la determinación de fiebre tifoidea.

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IQEN Las enfermedades como fiebre tifoidea y paratifoidea se caracterizan por su vía de trasmisión oro fecal, es importante optimizar el saneamiento básico y promoción de hábitos saludables especialmente en actividades como el lavado de manos, tratamiento del agua y manipulación adecuada de los alimentos. Por lo tanto, se requiere la participación de actores gubernamentales pertinentes que garanticen el acceso a la población de agua apta para el consumo humano y saneamiento básico, con el fin de reducir la incidencia de estas enfermedades en el país. Informar a la población sobre la necesidad de consumir alimentos seguros, como hervir el agua si hay dudas con respecto a su potabilidad, lavar frutas y verduras con desinfectante, no comer alimentos crudos y lavar cuidadosamente las manos antes de consumir los alimentos. Lo más eficaz es garantizar el acceso al agua potable. Promover educación sanitaria e higiene adecuada de los alimentos en la población en general, en el hogar, en restaurantes comerciales y establecimientos educativos; así como en el lavado adecuado de manos. Fortalecer el proceso de notificación oportuno de casos de fiebre tifoidea y paratifoidea por parte de las entidades territoriales con el fin de detectar tempranamente brotes que pueden de manera masiva afectar la salud de la población. Es evidente para el evento de fiebre tifoidea y paratifoidea la alta proporción de casos que requieren hospitalización y las muertes potenciales que pueden presentarse, por lo que debe seguirse estrictamente el protocolo de vigilancia con el fin de minimizar el impacto de la enfermedad. Se recomienda el trabajo en grupos funcionales en las entidades territoriales que permitan llevar a cabo un análisis de la información recolectada a través del Sivigila y el Sivicap, buscando una posible correlación entre la calidad del agua y la presencia de casos.

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Deben generarse mecanismos por parte de los entes territoriales para la confirmación por laboratorio de fiebre tifoidea/paratifoidea, que permitan una adecuada caracterización de estas enfermedades en Colombia y la implementación de medidas adecuadas de vigilancia y control. Es importante desarrollar la investigación de campo de los brotes, articulando el área de vigilancia, salud ambiental y laboratorio de salud pública para determinar fuente y modo de transmisión con el fin de orientar las medidas de control más apropiadas, al igual que analizar la información del comportamiento de este evento en su jurisdicción mediante la relación de condiciones sanitarias y sociales del lugar en que se presentaron los casos. Las UPGD deben enviar los aislamientos de Salmonella ssp al LSPD para su confirmación, y este al laboratorio de microbiología del INS para su tipificación. Debe generarse un fortalecimiento y ajuste en la calidad del dato de los casos notificados al sistema de vigilancia del evento, mediante seguimiento semanal de los procesos de notificación, retroalimentación con LDSP y laboratorio de microbiología del INS. Mantener disponibilidad de medio de transporte (Cary blair) para el envío de muestras de heces de los casos probables de fiebre tifoidea y paratifoidea al LSPD en las unidades notificadoras municipales que no tiene la capacidad de procesarlas. De igual manera, para el envío de aislamientos al INS.

Conflicto de intereses Ninguno de los autores declara conflicto de intereses para la publicación de este manuscrito. Las opiniones y posiciones de los autores no necesariamente representan la posición oficial del Instituto Nacional de Salud.

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Agradecimientos Jacqueline Espinosa, líder del grupo de factores de riesgo ambiental, y a Ivonne Solarte, tutora del programa de Field Epidemiology Training Program (FETP) en Colombia.

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