Ap贸stol Jhonny Copete Garz贸n
BUSCANDO EL ROSTRO DE DIOS, PASIÓN POR SU PRESENCIA. Parte I. Eventualmente cuando buscamos algo, es porque no lo tenemos, o nos hace falta, en nuestro diario vivir la presencia de Dios debe ser el alimento básico para poder estar de pie, cuando dejamos a un lado la presencia de Dios, por otra cosa, sentiremos muchos vacios en nuestro corazón. Es por ello que las personas que no conocen o que nunca han estado en la presencia de Dios, se sienten en soledad, angustia, depresión y hay un gran vacio en sus vidas. La biblia nos enseña en Isaías 55.6,”Buscad al Señor mientras pueda ser hallado, llamadle en tanto que esta cercano”, es el tiempo de apasionarnos por estar junto a El. No descuides tu relación con el Creador! Miremos varios ejemplos en la biblia de hombres que buscaban el rostro de Dios. ¿Qué era eso que David deseaba sobre todas las cosas, el objeto que su corazón deseaba obtener? En el Salmo 27, David le ruega a Dios en una plegaria urgente e intensa. Le ruega en verso 7, “¡Oye, Jehová, mi voz con que a ti clamo! ¡Ten misericordia de mí y respóndeme!” Su oración está enfocada en un solo deseo, una ambición, algo que se había convertido en algo que lo consumía totalmente: Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo” (Salmo 27:4) Apóstol Jhonny Copete Garzón
David está testificando, “Tengo una oración, Señor, una petición. Es mi único más importante objetivo en mi vida, mi plegaria constante, la única cosa que deseo. Y lo buscaré con todo lo que está en mí. Esta sola cosa me consume como mi objetivo continuo.” ¿Qué era esta acosa que David deseaba sobre todas las cosas, el objeto que su corazón deseaba obtener? Él nos dice: “que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura de Jehová y para buscarlo en su templo.” (27:4) No te equivoques. David no era ascético, evitando el mundo exterior. No era una ermita, buscando esconderse en un lugar desierto y solitario. No, David fue un hombre apasionado de acción. Él fue un gran guerrero, con grandes multitudes cantando de sus victorias en batalla. También era apasionado en su oración y su devoción, con un corazón que añoraba a Dios. Y el Señor había bendecido a David con muchos de los deseos de su corazón. Ciertamente, David había probado todo lo que un hombre podría desear en la vida. Había conocido riquezas y bienes, poder y autoridad. Había recibido el respeto, alabanzas y la adulación de los hombres. Dios le había dado Jerusalén como la capital del reino. Y David estaba rodeado de hombres devotos quienes estaban dispuestos a morir por él. Sobre todo, David era un adorador. Era un hombre que alababa quien le dio gracias a Dios por todas sus bendiciones. Él testificó, “El Señor me ha dado bendiciones diariamente.” Sin embargo, a la misma vez, David era un guerrero. Enfrentaba enemigos y tribulaciones a través de su vida. Todo el Apóstol Jhonny Copete Garzón
infierno estaba comprometido a destruir a este hombre de Dios. De hecho, David ahora enfrentaba un grupo entero acampado a su alrededor, enemigos malvados quienes juraron “comer mis carnes” (Salmos 27:2) Pero David no tenía miedo. En el primer verso de este Salmo, él declara, “¿de quién temeré? (27:1. Él confiaba en la gracia y misericordia de Dios, y sabía que el Señor le daría fortaleza: “Jehová es la fortaleza de mi vida” (27:1) Es claro que David iba a continuar como siempre había hecho, viviendo su vida apasionadamente. Sin embargo, a pesar de las bendiciones que había experimentado, algo todavía faltaba. Al mirar su vida, David vio una necesidad en su alma que no había sido llenada. Su vida entera se resumía en este asunto, y le clamó a Dios sobre ello. David dijo, en efecto, “Hay un modo de vida que busco ahora—un lugar establecido en el Señor que mi alma anhela. Quiero una intimidad ininterrumpida con mi Dios.” Esto es lo que David quiso decir cuando oró, “que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura de Jehová y para buscarlo en su templo.” (27:4) David no estaba hablando de dejar su trono para mudarse físicamente al templo de Dios. No, su corazón anhelaba algo que vio en el espíritu. Para David, tenía que haber algo más que la reunión de adoración del sábado. Sentía que había algo del Señor que no había obtenido, y no iba a descansar hasta que lo encontrara.
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Dijo, en resumen, “Hay una belleza, una gloria, un entusiasmo del Señor que no he visto aun en mi vida. Quiero saber como es tener una comunión ininterrumpida con mi Dios. He conocido victorias, he sido liberado, he visto su mano obrar milagros pero todavía anhelo algo firme. Quiero que mi vida sea una plegaria viviente. Solo eso me verá a través del resto de mis días. Creo que David estaba hastiado del ritual muerto religioso. Este hombre piadoso estaba cansado de ceremonia vacía, mirando a sacerdotes y adoradores siguiendo formas religiosas sin vida. David vio en sus rituales, solo una forma de religión, uno que no tenía poder. Su corazón clamaba, “Esto esta todo mal. Es la razón por la cual la gente deja la adoración y se tornan a ídolos. No hay belleza en esto, ninguna pasión. Amo la casa de Dios, ¿pero que pasó con la vida? La ley todavía es enseñada, pero se ha convertido en conocimiento muerto. Hoy en día salgo del templo con mi alma acongojada.” David quería conocer la vida, la realidad, detrás de los rituales religiosos. ¿Quién era la oveja de sacrificio? ¿Cuál era la realidad detrás del incienso, los candelabros? El corazón de David anhelaba saber, y tomó una decisión: “Ya no puedo más no puedo seguir así. Simplemente no estoy satisfecho. No pasaré el resto de mi vida con estos anhelos espirituales insatisfechos. Desde ahora en adelante, tengo un objetivo, una búsqueda en mi vida. Viviré en la presencia del Señor y le preguntaré a él hasta que obtenga lo que mi corazón anhela.”
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Creo que hay millones de cristianos piadosos hoy que aman al Señor pero sienten que hay algo que les falta en sus vidas. En muchas iglesias solo ven pasar a Jesús por el frente de su iglesia, mas no ven la manifestación dentro de ellas, no ven el reino de Dios bajando a sus vidas, porque el sello de la presencia de Dios en una vida son los frutos, el cambio que esta persona obtiene en las diferentes áreas de su vida.
Así que David fue a su propia casa y oró, ¡Oye, Jehová, mi voz con que a ti clamo! ¡Ten misericordia de mí y respóndeme!” (Salmo 27:7). En otras palabras: “Señor, quiero tener comunión ininterrumpida contigo. Por favor, ¿qué debo hacer para alcanzar mi deseo?”
Dios le contestó con estas simples palabras: “Buscad mi rostro” (27:8). ¿Cómo respondió David a esto? Él contestó, “Señor, cuando dijiste, “Buscad mi rostro,” mi corazón saltó como respuesta.” Mi corazón ha dicho de ti: ‘Buscad mi rostro’ Tu rostro buscaré, Jehová;” (27:8).
¿Qué significa buscar el rostro del Dios? El rostro de Dios es su semejanza, su reflejo. Al contestar como lo hizo, el Señor le reveló a David como satisfacer sus ansias: reflejando a Dios en su propia vida. Él estaba instruyendo a David, “Aprende de mí. Escudriña mi
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Palabra y ora por entendimiento a través del Espíritu, para que seas igual que yo. Quiero que tu vida refleje mi belleza al mundo.” Esto no era meramente un llamado a la oración; David ya estaba orando siete veces al día. De hecho, las oraciones de David fueron las que crearon esa pasión en él de conocer al Señor. No, este llamado de Dios era para tener hambre por un estilo de vida que totalmente refleja quien Jesús es. Es un hambre insaciable por su divina presencia, es tener un deseo desesperado por su presencia! Es tener pasión por su presencia. II Samuel 6 Pasión: SUFRIMIENTO, aquello que era como un fuego ardiente en Jesús, que era tan y tan fuerte que el trato de soportarlo y no pudo y lo llevo hasta la cruz, eso es Pasión. ¿Tú sientes ese dolor interno por la Presencia de Dios? ¿Tu sientes ese sufrimiento cuando no estas en Su Presencia? ¿Tú sientes eso que te desgarra por dentro? Cuando UD dice “tengo Pasión por la Presencia de Dios”, lo que UD esta diciendo es “tengo un dolor adentro, tengo un dolor en mis entrañas por la Presencia de Dios”, “yo tengo un sufrimiento, yo no puedo seguir caminando en la carne, porque mi carne no puede sentir la Presencia de Dios, quizás se me erice la piel, pero mi carne no fue hecha para la Presencia de Dios”. Lo Apóstol Jhonny Copete Garzón
que fue hecho para la Presencia de Dios fue mi espíritu y mi alma, que pueden sumergirse en ella como en una piscina. Yo tengo ese anhelo, esa Pasión por la Presencia de Dios,… ahora
mi
pregunta es… ¿Cuantos tienen Pasión por Su Presencia? Siempre, tenemos que estar anhelando ese momento de encuentro, no una vez a la semana, sino todos los días de nuestra vida. Vivimos tan envueltos en nuestras propias vidas,
en nuestros propios
quehaceres, que se nos esta escapando el momento primordial en nuestras vidas. Vivimos vidas fragmentadas y Dios esta acá, y el trabajo esta allá, y los quehaceres del otro lado, y no envolvemos a Dios en lo que hacemos, entonces no tenemos una Pasión genuina por Dios, Dios llega a ser una parte mas de nuestra vida. “David aprendió la lección de su vida” Aprendió que la Presencia de Dios es muy sencilla, que tiene orden, aprendió que la Presencia de Dios es algo que trae bendición. David con todos sus títulos y con todo lo que había llegado a ser creo un esquema y un paradigma de lo que era la Presencia de Dios y la verdad que el tenia Pasión por la Presencia, pero no siempre porque tengas Pasión por la Presencia significa que estas haciendo lo correcto al buscar la Presencia.
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Voy a explicar lo que estoy diciendo: Hay quien dice “si, yo tengo Pasión por Su Presencia”, pero salimos a buscar, salimos a indagar, salimos a buscar de la forma incorrecta, con el corazón incorrecto, como salió David. 1. Fuera de Orden II Samuel 6:1 – 7 Una vez más, David reunió los treinta batallones de soldados escogidos de Israel, y con todo su ejército partió hacia Balá de Judá para trasladar de allí el arca de Dios, sobre la que se invoca su *nombre, el nombre del Señor *Todopoderoso que reina entre los *querubines. Colocaron el arca de Dios en una carreta nueva y se la llevaron de la casa de Abinadab, que estaba situada en una colina. Uza y Ajío, hijos de Abinadab, guiaban la carreta nueva que llevaba el arca de Dios. Ajío iba delante del arca, mientras David y todo el pueblo de Israel danzaban ante el Señor con gran entusiasmo y cantaban al son de arpas,[b]liras, panderetas, sistros y címbalos. Al llegar a la parcela de Nacón, los bueyes tropezaron; pero Uza, extendiendo las manos, sostuvo el arca de Dios. Con todo, la ira del Señor se encendió contra Uza por su atrevimiento y lo hirió de muerte ahí mismo, de modo que Uza cayó fulminado junto al arca. Esto está fuerte, imaginase UD. Que hay una gran fiesta. Estamos en nuestras iglesias, estamos danzando, “Remolineando, Remolineando… y todo el mundo esta danzando… Eh Aleluya ¡!! Gloria a Dios… ¡! “y de repente de buenas a primeras alguien cae muerto…… Up (Damos gracias a Dios porque
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sabemos que vivimos en este tiempo bajo la gracia de Dios y esto no sucederá) ¿Tú sabes que eso pasa semanas tras semanas en las iglesias en todo el mundo? No caen muertos físicamente, pero caen muertos espiritualmente, porque están procurando la Presencia por razones incorrectas, están yendo en pos de la Presencia con una agenda escondida, están yendo en pos de la Presencia con algo debajo de la manga, no buscamos con un corazón puro y con una intención perfecta, no estamos rigiéndonos en el orden de Dios. David tenía una Pasión por la Presencia de Dios, el tenia que buscar esa arca, desde que entro en el reinado el tenía mucha inquietud con respecto a eso, el decía…. “esa arca nos pertenece, esa arca es nuestra, tenemos que ir a conseguirla…, esa arca esta allá en casa de Abinadab,.. ¿Quien es Abinadab?, … ¿Quien se cree que es el?, el no puede tener esa arca…, esa arca es nuestra…Tenemos que traerla…” David dijo: “….vamos a hacer las cosas bien, vamos a sacar un carro nuevo para Dios y vamos a poner el arca ahí, y vamos a hacer lo mejor para el Señor….” ¿Cuantos de ustedes han escuchado ese término? ¡Lo mejor para el Señor! Lo mejor para el Señor no necesariamente es el ORDEN del Señor, no necesariamente entra en la Perfecta Voluntad del Señor. Quizás lo que es mejor en tu diccionario, no es lo mejor en el corazón del Padre.
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Esa palabra “lo mejor para Dios”, es un término muy relativo, lo que es lo mejor para ti quizás no es lo mejor para mi. Y David dijo: “vamos a darle lo mejor de lo mejor, treinta batallones del ejército, vamos con toda la gente,… con carro nuevo… y vamos a poner a Ahío adelante y a Uza detrás… y vamos pa lante”
Que tremendo!! Iban
todos remolineando, iban todos “en excelencia”, todos con la algarabía, David iba adelante (deseaba buscar, encontrar la presencia de Dios) y todo era una emoción, ¡Aleluya! ¡Gloria a Dios!, ¡Aleluya! Así hay muchos líderes hoy día que se envuelven en la emoción, del momento… “ wow” ¡Dios se está moviendo, Dios está pasando por aquí! Y mientras tanto hay muerte en el pueblo, los líderes adelante con la gente, envueltos en emoción y atrás está un pobre que no sabe que hacer con la Presencia de Dios, el arca se calló. Estaban fuera de orden, tomaron un camino equivocado, tomaron el camino más rocoso que existía, no indagaron a Dios, no le dijeron al Señor ¿Que Tú quieres que hagamos? ¿Tú sabes cual es la pregunta que falta en el ser humano hoy en día? ¿Señor, qué es lo que tu quieres?” Nos presentamos delante de Dios… “Señor… voy a comprarme un carro, voy a ponerle seguro…. voy a parquearlo acá…voy a comprarme la casa…. voy a hacer esto…” Y Dios dice…. aja, ¿y?
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En lo que concierne a la Presencia de Dios hacemos lo mismo, venimos a la iglesia, comenzamos a cantar, pensando que porque fuimos al ensayo, nos preparamos, practicamos las canciones (si tocamos instrumentos) o abrimos nuestra boca a Dios no le queda otro remedio que manifestarse. Estamos bien equivocados. La Presencia de Dios es algo que se siente adentro, es un dolor…una desesperación “Señor, yo quiero que Tu te manifiestes…. Señor… yo he venido aquí para cantarte, para desgarrarme,…para entregarte todo lo que soy…”. Muchas veces queremos ir en pos de la Presencia con nuestros títulos, con nuestros vestuarios, con nuestro protocolo, con quienes somos, con nuestros estudios, con nuestra fama, con nuestro nombre. Eso fue lo que hizo David, David anhelaba el arca, a su manera. David soñaba con el arca, pero era a su manera. Hay personas que están soñando con un ministerio, pero lo estás haciendo a TU MANERA, , porque eso siempre va a provocar muerte. Dios tenía colocada el arca en la casa de Abinadab. ¿Por qué Dios no tenía el arca en casa de David? ¿Por qué Dios no lo había hecho aun? ¿Por qué Dios no había movido a los levitas a buscar el arca? Porqué Dios estaba contento y complacido que estuviera en casa de Abinadab, porque David todavía no estaba listo para la Presencia de Dios, porque David todavía no tenía el corazón listo para la Presencia de Dios, David estaba envuelto en su título y en su posición como rey.
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