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autoprotección
DIECISIETE NORMAS Diecisiete normas, que bien podría ser el título de una película cinematográfica, es, sin embargo, la realidad a la que se va a tener que enfrentar la Autoprotección en España. Efectivamente, cada Comunidad Autónoma, bien por razones competenciales, bien porque consideran insuficientes los criterios que establece la Norma Básica de Autoprotección, o por las dos razones, están, en mayor o menor medida, redactando su propia normativa de Autoprotección. Además, en muchas ocasiones, se están siguiendo directrices diferentes en cada una de ellas. En primer lugar cabe preguntarse la razón por la que se está llegando a esta situación. Parece que, de momento, el Ministerio del Interior no considera oportuno ni modificar la Norma Básica de Autoprotección más allá de la revisión que se realizó en el año 2008, ni de, al menos, publicar una guía de aplicación que aclare los aspectos más conflictivos de la norma. Y todo esto a pesar de que la mayoría de las Administraciones y de los profesionales relacionados con la Autoprotección consideran necesaria una revisión de la normativa. Los principales afectados por esta situación son, finalmente, los titulares de las actividades, que, en muchas ocasiones, no saben qué procedimientos seguir para el desarrollo de sus Planes de Autoprotección, lo que les puede provocar una gran confusión e inseguridad que, finalmente, afecta a la seguridad de todas las personas relacionadas con la actividad, tanto de los trabajadores como de los usuarios. A corto plazo pueden darse situaciones que se pueden calificar de, al menos, preocupantes; una empresa de ámbito nacional, con sedes en diferentes Comunidades Autónomas podría tener que seguir procedimientos totalmente diferentes para elaborar y tramitar los Planes de Autoprotección de cada sede. Por otro lado, algunas empresas dedicadas a la elaboración de los Planes podrían tener dificultades a la hora de que sus técnicos realicen su actividad, pudiendo llegar al caso de tener que contratar a técnicos de la propia Comunidad. Alrededor de la Autoprotección existe mucha desinformación, empezando por el concepto de Plan de Autoprotección, por lo que el objetivo principal de todas las personas relacionadas con la Autoprotección debería ser facilitar al máximo la elaboración de los Planes de Autoprotección a los titulares de las actividades. Parece que esta situación de diversidad normativa no va a favorecer este objetivo por lo que, ante tantas dificultades,
22 Prevención de INCENDIOS
los titulares de las actividades se podrían cuestionar aún más la necesidad de elaborar los Planes de Autoprotección y, en caso de que estén obligados a hacerlo, intenten cubrir el expediente de cara a la Administración, elaborando un Plan que, a pesar de cumplir con el contenido mínimo establecido por la NBA, no cumpla los objetivos mínimos de la Autoprotección. Uno de los objetivos de cualquier normativa es aumentar el nivel de seguridad de la sociedad y la Fundación Fuego siempre apoyará las iniciativas que persigan este fin. Ahora bien, para hacer que el nivel de aceptación de la Autoprotección aumente, y así conseguir que la elaboración de los Planes de Autoprotección se integre de forma natural en la organización de todas las actividades, sería conveniente reconducir la situación hacia la que se está dirigiendo la Autoprotección. El hecho de disponer de una normativa de ámbito nacional y, además, otra distinta en cada Comunidad Autónoma, no hace sino dificultar la labor de los titulares de las actividades y de las personas encargadas de elaborar los Planes que, en última instancia, son los que tienen la capacidad de concienciar a los usuarios sobre la importancia de la Autoprotección. Después de dos años, los principales puntos conflictivos de la NBA están perfectamente identificados por todas las partes que intervienen en la Autoprotección. La Fundación Fuego tiene la convicción de que es necesario realizar un esfuerzo para resolver esos problemas, no redactando normativas particulares en las que cada Comunidad Autónoma está resolviendo los problemas según sus criterios particulares, sino unificando criterios y aportando soluciones de forma conjunta. Luis Carmena Servert. Director Técnico. Fundación Fuego.
Número 47 – 3er Trimestre de 2010