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ENTRE LíNEAS En la reciente celebración de la edición de 2012 del “Suaren Eguna” (Día del Fuego) que viene organizando Tecnifuego-Aespi en Bilbao desde hace tres años, tuve ocasión de participar en una interesante mesa redonda que tuvo lugar tras las ponencias de dos representantes de los organizadores (uno de protección pasiva y otro de activa). Ambos tuvieron intervenciones en las que se hicieron eco de la depresión generalizada entre los fabricantes del sector, debido a la triste situación del mercado de la protección contra incendios que día a día va disminuyendo, cuando no desapareciendo. En mi intervención en la mencionada mesa redonda y en otros momentos del debate atendiendo a las preguntas de los asistentes expuse la teoría de que el sector de la protección contra incendios en España tiene un problema de Estado. Esta teoría se sustenta en varios puntos: Primero: el Estado español no elabora las estadísticas de incendios que él mismo se atribuyó mediante el Real Decreto 1053/85, y sin datos no se puede ni se debe reglamentar; es imposible que una o varias personas desde una planta de un edificio ministerial de la Castellana de Madrid puedan regular acertadamente sin ser expertos conocedores del sector y sin datos objetivos de la realidad. Tampoco las compañías aseguradoras presentan datos referentes a las pérdidas producidas por incendios y sus causas, que serían de gran utilidad para la regulación de la PCI en algunos sectores. Segundo: los dos ministerios competentes en materia de edificación y de industria pugnan por ser ambos los reguladores de las competencias de PCI. Desde estas páginas ya hemos manifestado nuestra postura de que tan solo debiera haber un ministerio regulador en la materia. Tercero: la rivalidad latente entre la administración del Estado y las administraciones autonómicas, provinciales y locales es la causa por la cual los ministerios reguladores de las condiciones de PCI se niegan reiteradamente a que en la legislación se recoja que la
La PCI, problema de Estado Prevención de INCENDIOS
Número 54 – 4º Trimestre de 2012