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autoprotección
Responsabilidad A mediados del mes de noviembre se desalojó una conocida sala de fiestas por un exceso de aforo, cuyo número máximo de ocupantes que permitía la licencia de actividad de la sala era de 298 personas. Sin embargo, en el momento de la actuación policial los agentes contabilizaron 1.510 personas, es decir, que la ocupación sobrepasaba en un 500% el aforo permitido. Este suceso se ha producido poco más de un año después de la terrible tragedia que ocurrió en el Madrid Arena, y cuatro meses después de que se clausuraran otras dos conocidas salas de fiesta. Ante estos hechos, la única palabra que nos viene a la mente es responsabilidad. Desde esta sección se ha defendido en varias ocasiones que en el desarrollo y la gestión de la autoprotección de las actividades siempre deberían intervenir tres partes: la administración, los técnicos y los titulares de las actividades. Pero también es cierto que si estos últimos no asumen su labor y su responsabilidad en los trabajos de la autoprotección
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de su actividad, la actuación tanto de la administración como de los técnicos se puede ver muy disminuida. Aunque el Plan de Autoprotección esté perfectamente elaborado en todas sus fases, si el titular de la actividad no respeta sus procedimientos de actuación ante emergencias, este perderá toda su eficacia. Existe un denominador común en la formación que se imparte a los equipos de emergencias, y es la palabra responsabilidad. De forma general, siempre surge la misma pregunta: ¿Qué responsabilidad adquiero al firmar un Plan de Autoprotección? Lo primero que es interesante tener claro para responder a esta pregunta, y que en muchas ocasiones los titulares de las actividades desconocen, son los objetivos que persiguen los Planes de Autoprotección: prevención, planificación de actuación ante emergencias e integración en los planes de ámbito superior. El titular de la actividad, con su firma, está asegurando que toda la informa-
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ción que está incluida en la documentación del plan responde a la realidad de la actividad. Pero teniendo en cuenta el contenido de los planes, no solamente está refrendando la parte en la que se describe la actividad, sino también los procedimientos de actuación ante emergencias y, por supuesto, la formación e información de los equipos de emergencia y de los usuarios respectivamente, y los simulacros de emergencia que se realicen. Ante esta respuesta, la reacción generalizada de los titulares de las actividades es explicar, y de forma totalmente razonable, que ellos no son especialistas en autoprotección y que, en muchas ocasiones, no se ven capacitados para validar todo el contenido técnico de la documentación. Por ello es fundamental que los titulares de las actividades se impliquen al máximo en la autoprotección y, sobre todo, que lean, revisen y comenten todas las actuaciones que son necesarias realizar para la correcta elaboración de un Plan. El papel de los titulares de las actividades en el proceso de desarrollo y gestión de la autoprotección es doble: por un
lado es la persona que mejor puede informar al técnico del funcionamiento de su actividad; en muchas ocasiones son las únicas personas que tienen capacidad para informar al técnico sobre los matices que pueden hacer que los procedimientos de actuación ante emergencias sean operativos. Pero igual de importante es su labor crítica; el titular de la actividad debe comprender y estar de acuerdo con toda la información que le facilite el técnico. De ahí la importancia de que además de exigir a los técnicos una documentación de calidad, insistan en que se les debe facilitar los certificados de formación de los equipos de emergencia y los informes de los simulacros. Sin estos tres documentos (documentación del Plan, certificado de formación e informe de los simulacros) los titulares de las actividades no deberían dar por concluidos los trabajos de autoprotección, y así se lo deberían comunicar al técnico encargado de la elaboración del Plan. Por tanto, ¿firmar el Plan de Autoprotección implica adquirir una responsabilidad a la hora de desarrollar las labores de autoprotección de una actividad, tanto
en las labores de prevención del día a día como en la gestión de una emergencia? Por supuesto que sí, pero si el trabajo está bien hecho, no debería haber ningún problema añadido en caso de que ocurriera un accidente con consecuencias fatales. Es fundamental que los titulares de las actividades se aseguren de que el Plan está correctamente elaborado. Y, por supuesto, debería ser labor de los técnicos especialistas en autoprotección explicarles la forma de llegar a ese objetivo. Esta es la única forma de asegurarse de que, en caso de que se produzca una emergencia, se ha hecho todo lo posible para minimizar sus consecuencias. Está claro que la responsabilidad del técnico competente en autoprotección es realizar correctamente su labor, pero igual de importante es que el titular de la actividad respete en el día a día las consignas que ha aceptado con su firma y que están incluidas en su Plan de Autoprotección. En otro caso, todo el trabajo realizado habrá sido inútil. Luis Carmena Servert. Director. Fundación Fuego.
Los detectores salvan vidas Los mejores regalos de seguridad para estas fiestas
Detector de Incendios Óptico
20 E
<< Pequeño electrodoméstico que detecta el incendio y hace sonar una fuerte alarma que te avisa para que puedas escapar del incendio. << Si es de noche, esta alarma te podrá despertar. Es el mejor sistema para sobrevivir en un incendio cuando se produce por la noche. << Funciona con una pila que viene incluida.
Detector de Monóxido de Carbono
37 E
<< Pequeño aparato que debe instalarse en todas las habitaciones donde haya quemadores de gas, queroseno, chimeneas, etc. << El detector utiliza una célula electroquímica que comprueba la concentración de CO cada 50 segundos. El indicador verde parpadea cada minuto para indicar que el suministro de la batería es correcto. Cuando el detector detecta CO la alarma suena y el indicador rojo parpadeará en velocidades diferentes según el nivel de CO. << Funciona con 3 pilas que vienen incluidas.
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