LA MIGRACIÓN COMO UN ASUNTO DE SEGURIDAD A VEINTE AÑOS DE LA CUMBRE DE TAMPERE (1999-2019) Ludmila Quirós
Introducción Europa ingresó a una etapa de cambios significativos donde las fronteras ocuparon un rol central con la caída del muro de Berlín (1989) y los procesos de internacionalización de la economía global y la revolución tecnológica que inauguró una era de hiperconectividad sin precedentes. Desde esta perspectiva y al calor de una globalización imparable que había comenzado a transformar los procesos sociales, económicos, políticos y culturales en fenómenos mucho más complejos, masivos e interdependientes, los Estados europeos empezaron a afrontar serios desafíos que pusieron en jaque su soberanía y territorialidad, alterando su morfología tradicional de Estado-nación. En este sentido, los nuevos tipos y dinámicas migratorias que Europa recibió al cabo de la década de los ochenta (caracterizados por una alta diversificación demográfica y cultural atraída por las crecientes oportunidades y expectativas laborales en la región meridional y sur del continente) empezaron a reconfigurar una nueva Europa posnacional, multicultural y multiétnica que más temprano que tarde abrió nuevas grietas a la democracia liberal y obstaculizó la integración supranacional, obligando a los europeos a definir qué hacer con los flujos migratorios en un contexto donde las fuerzas económicas de la globalización los empujaban hacia una apertura indiscriminada de sus fronteras, al tiempo que las preocupaciones de seguridad emergentes La seguridad en el marco del Estado de derecho