LA MÚSICA, UN LENGUAJE SENSORIAL

En entrevista, Susana Zabaleta nos habla de lo que para ella representa la música en su vida, además, nos adelanta detalles de sus próximos proyectos y planes en este año.

Cerca de cuatro décadas, son las que respaldan la trayectoria de Susana Zabaleta, actriz y cantante quien, desde mediados de los años ochenta, comenzó su carrera en los escenarios con diversas obras de teatro. Más tarde, incursionó en la escena musical tras haber estudiado música en la Ollin Yoliztli, una pasión que corre por sus venas desde temprana edad y gracias a la cual, ha podido cumplir muchos sueños y llegar a más lugares como lo hizo recientemente al presentarse en la Sala Nezahualcóyotl, junto al tenor, Fernando de la Mora.

¿Cómo te encuentras en este momento?

Muy contenta, estoy en una etapa de la vida en la que estoy cosechando lo que he sembrado, eso se siente muy bien. Además, estoy en paz conmigo misma, pues las cosas están fluyendo y hoy puedo cantar lo que me da la gana.

¿Qué genera en ti la música?

Gracias a la música tenemos paz; es algo extraño, la gente no entiende que, desde que estamos en el vientre materno, lo escuchamos todo, y la música siempre está presente desde los sonidos naturales La música es para meditar, pues consigue llevarte a otros mundos, es algo que no te deja nunca sola.

¿Qué representa la música en tu vida?

Es la mejor compañera de vida para mí y si lo entendiéramos, sería el mejor amante que podemos tener, pues siempre está ahí y te permite sentirlo todo; te hace llorar, gritar, reír, es un recordatorio de la vida misma. La música lo es todo.

¿Consideras que la música es el lenguaje del amor?

La música es amor, es energía, es todo.

A través de la música has apoyado causas sociales en diversas ocasiones, ¿qué es lo que más te gusta de eso?

Yo siempre intento hacer una vez al mes un concierto gratuito, pues busco dar algo de regreso de todo lo que me han dado; es compartir con quien más quieres o con quienes más lo necesitan. Para mí, es fundamental contribuir, es importante regresar un poco de ese amor que siempre me dan. Además, sumarme a proyectos a favor de causas sociales es muy especial.

Tú estudiaste música, ¿cómo es hoy vivir de tu sueño y dedicarte al arte en diversas facetas como la musical? Yo empecé en la Ollin Yoliztli, y cuando era chavita decía “algún día voy a cantar en un lugar especial”, ahora lo estoy cumpliendo y es impresionante. Presentarme en lugares como la Sala Nezahualcóyotl o Bellas Artes, siempre es muy emocionante.

¿Cómo percibes a las nuevas generaciones en el terreno artístico?

Yo amo a las nuevas generaciones; como le digo a mi hijo que está incursionando en este medio, ahora están más preparados, y con tanto conocimiento son mucho más avanzados. Además, tienen muchas posibilidades de viajar e informarse de todo. Yo no dejo de aprender de las nuevas generaciones.

¿Qué planes tienes para este año? Vienen muchos proyectos en 2023. Regreso al teatro con Gabriela de la Garza en la puesta “Dos locas de remate”, la cual, si se dan la oportunidad, descubrirán que es mucho más profunda de lo que aparenta, pues cuenta la historia de la separación de una familia. Además, ahora en febrero cantaré con el maestro Andrea Bocelli.