ALEGRÍA A SU VIDA!

hija perdió a su madre a la misma edad. De alguna manera tenemos esa conexión, yo la puedo entender y ella a mí. Siempre mi discurso fue: ‘No importa cuánto tiempo pase, pero en algún momento tú y yo vamos a volver a ser felices, y ese momento llegó. Pero también llegó el momento en que volvimos a ser una familia, que fue con la llegada de Sofía, porque tiene una relación magnifica con la pequeña, se llevan a todo dar. Entonces, dolorosa y todo, la vida tiene que seguir y es parte de los ciclos; hay que seguir, y qué mejor manera que con una mujer como Sofía, que ha sido incondicional, sobre todo”.

Después de la tormenta, el sol volvió a salir. Así lo refiere: “Soy un hombre completamente feliz, estoy encantado de la vida, me la estoy pasando bomba. Estoy enfrentando retos interesantes y muy entusiasmado con lo que va a pasar en el plano profesional: llegar a este punto en el que mi programa lleva el contenido más allá de las fronteras. La meta es siempre seguir madurando en todos los sentidos”.

Al hablar de su rol como papá le brillan los ojos y expresa: “Busco el tiempo de donde sea, porque eso sí es una prioridad, no se puede delegar, y no se puede dejar pasar; es estar ahí en los momentos importantes. En ocasiones estamos los dos, o si no, está Sofía. Siempre es importante estar presente”.

INESPERABLES. Desde 2019 viven una firme relación que los hará llegar al altar. Legalmente, ellos son marido y mujer desde el 31 de octubre de 2020.

“ESTA BODA SERÁ MUCHO MÁS EMOCIONANTE”

Sobre las cualidades que lo hicieron voltear y fijarse en la actriz de la telenovela Cabo, Eduardo manifiesta: “Voy a omitir lo evidente, que es lo físico; eso, sin duda alguna, me gustó. Desde que la conocí a mí me encantó la alegría de vida que tiene; ella sabe gozar, tiene una energía impresionante, no para, siempre está inventado cosas, siempre se le ocurren cosas, en todo lo que le pido ayuda me ha apoyado y me tiene muy feliz”. Con la boda está “encantado” y advierte que echará la casa por la ventana. “Vamos a armar un pachangón, porque cuando nos casamos, en época de COVID, sólo pudimos invitar a 30 personas y sus parejas; fue una boda muy pequeña, en una terraza, y no se pudo festejar como una boda normal. Estamos contentos porque ahora sí van a estar completas nuestras familias, que además ya se conocen y se llevan a todo dar. Más que emocionarme por el día de la boda, me emocionan todos los días que vendrán después; eso es para mí importante: tener el privilegio de amanecer y ver a esa señorita conmigo”.

Aunque él ya se había casado dos veces, la tercera no es menos especial. “Esta es diferente, es mucho más emocionante, aunque yo sé que la civil es la que cuenta legalmente y fue muy apresurada. Estoy contento y me encantará ver a toda la gente que queremos ahí con nosotros, ver a Sofía vestida de novia... Estoy seguro que lucirá espectacular, pese a que no me ha dejado ver nada, ni el maquillaje, ni el peinado... ¡nada!”.

La originaria de San Diego, California, es quien lleva las riendas en la organización del enlace religioso; sin embargo, él le hace algunas sugerencias. “Yo propongo, pero la que sabe y decide es ella: la comida, la músi- ca, la decoración... Con decirles que fuimos a unas degustaciones deliciosas. Va a haber buen chupe, va a estar rica la comida; ya tenemos unos padrinos, faltan otros...”.

Apartir de este lunes 13 de febrero, Eduardo Videgaray y José Ramón Sancristóbal “el Estaca” transmitirán su programa en Estados Unidos, bajo el lema El 13, La corneta crece. “Estoy emocionado, muy motivado; me entusiasma mucho trascender fronteras y hacer algo que pueda unir a los hispanoparlantes de ambos lados de la frontera, a mexicanos que nos reímos de las mismas cosas, porque hay un sentido del humor mexicano que realmente es diferente a todos los que he conocido, pero siento que es único y es algo que nos une. Es como la comida, es de esas cosas que, cuando estás allá, extrañas de México. Nos da mucho gusto poder llevarlo y compartir”, dijo.