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“Mi hija se divierte con mis primeros juguetes”
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PRIMER JUGUETE:
Una cocinita para elaborar postres y dulces, y una máquina de raspados que aún conservo. Las recibí a los cinco años, y es ahora mi hija quien se divierte con ellas.
PRIMERA TRAVESURA:
Esconderle cosas a Giselle; se ponía furiosa cuando no las encontraba y me divertía muchísimo ver su cara. Lo hice toda la infancia, pero empecé a hacerlo desde los seis años.
PRIMER BESO: A los 12 años, con un vecino llamado Bernardo; fue ugando botella.
PRIMER AMOR: Jorge Carlos, mi novio de prepa, con quien duré siete años desde que yo tenía 16. Con él fue mi primera vez, a los 22 años, ya grandecita (risas).
PRIMER PLEITO:
Con Giselle, mi hermana siendo muy chiquitas; nos peleamos por las muñecas, y ya más grandes por la ropa. Eso sí, nunca peleamos por un novio (risas).
PRIMER ACCIDENTE:
Chocamos en el coche de mi mamá, y con mi frente rompí el parabrisas porque no traía puesto el cinturón de seguridad. Tenía siete años, y aún no entiendo qué hacía en el asiento delantero. Por fortuna, sólo fue el susto.
PRIMER SUELDO:
Veinte mil pesos. Los recibí de una vecina que nos puso a su hija y a mí a vender ropa que ella traía de Estados Unidos. Gané tanto dinero que con eso mi mejor amiga, yo y nuestros papás nos fuímos a Cancún cuando yo tenía 16 años.
PRIMERA DECEPCIÓN:
PRIMER TRABAJO: Vender dulces en la escuela, siendo que iba en una de monjas donde estaba prohibido vender cosas. Desde chiquita me gusta vender todo; soy buena para las ventas.
PRIMER TROPIEZO:
Confiar en una persona que decía ser mi amiga y me falló; le conté cosas para mí muy importantes y se las platicó a gente que no debía. Me metió en muchos problemas.
A los 17 años, cuando descubrí que mi novio me ponía el cuerno con su dizque mejor amiga; los caché en un antro.
PRIMER VIAJE: El más importante, el que hice sola, a los 20 años, a India, donde viví siete meses, y Tailandia. Me cambió la vida porque reforcé todo lo que sé del yoga y de la meditación.