Carlos Eduardo Jaramillo

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CONSEJO EDITORIAL Fernando Cazón Vera Fernando Nieto Cadema Sonia Manzano Vela Carmen Váscones Xavier Oquendo

COORDINADOR GENERAL Augusto Rodríguez Ramos

PRESIDENTA DE LA CASA DE LA CULTURA NÚCLEO DEL GUAYAS Rosa Amelia Alvarado Roca DISEÑO Y DIAGRAMACION Esther F. Diminich Quintero. IMPRESION: Impresos Ruiz ISBN: 0000000000000 Registro Derecho de Autor No. 0000 Depósito Legal No. 00000 Derechos reservados. Prohibida la reproducción total o parcial de la obra. Guayaquil – Ecuador 2008 2

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La primera piedra No era cosa de lapidar a la mujer adúltera ni tampoco de acostarse con ella la piedra era mas que eso /el acto de lanzarla/ pero allí no existía y tampoco la mano ni la víctima. Era antes de la invención del bumerang cuando el Santón aquel les metió pánico con sólo unas preguntas o parábolas El empezó a cuestionar las cosas a frotarnos el alma y la cabeza hasta que naciera el fuego y aunque se perjudicara la fe el amor se fortalecía. Una simple inversión de los valores pero ha necesitado tanto tiempo y aún no es bastante Porque la piedra está y hay que lanzarla: en otras direcciones. 4

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Negaciones de pedro

A la primera negación fue como un desgarramiento (su virginidad era profunda) a la segunda un mal sabor todavía en la boca, después le pareció que los gallos cantaban como los ángeles.

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El amor verdaderamente Sentir la frescura del agua como un don y no decir el agua es fresca sentir la mordida de la pequeña sierpe del deseo los estremecimiento del cuerpo y la cortada aspiración y no narrar los trámites del acto del amor porque eso vuelve la palabra triste y torna feos los cuerpos desnudos y los corazones sin brillo. Es que el amor no es solo encender fogatas para quemar deseos

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sino raíz y lazo y compañía vida, regazo, voz sonido puro y cadena de objetos invisibles. Es que el amor no es cosa de quitarse o ponerse sino aptitud para sentir su fuerza y su poesía.

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Mi cabeza no te ama Mi cabeza no te ama como mi cuerpo. Nada se puede hacer: ella siempre fue así. Suele empozarse en Dios reírse a carcajadas de la ingenuidad de los relojes llorar con el un ojo con el otro verse llorar devorar su cadáver devolverlo resucitar (acribillada de profanadas palabras humillada como un homosexual). Mi cabeza no encaja con mi cuerpo. Tú no encajas con mi cabeza. Pero mi cuerpo te ama y sobrelleva la aguda espina de mi pensamiento. (De conocimientos de primera mano) 8

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La rosa multiple

Lo que tú niegas para mí no existe o es torpe o es perverso en cambio cada sí, cada manera de afirmación o concesión florece Desde tí a lo que es mío o me contiene como una rosa múltiple Lleno de tí como un jardín de aroma o una nocturna fuente de luceros de no estar tú perecería intacto pero la vida no sería bella (De Viaje al Planeta Eurídice)

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Las adolescentes A las adolescentes les basta la mirada de un hombre en la que aletee el amor para darse cuenta de su fuerza, de su poderoso olor primaveral y empieza el juego: se iluminan de súbitos simplemente dejando que su calor irradie fuera de la piel estirando sus músculos, flexionándolos, dejándolos suavemente latir se percibe su onda, marea, su incitación, su cierta forma de entrega que nos mantiene inmóviles y al borde el puro reino donde el hermoso animal de su juventud rompe los tallos de la flores.

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El caza-alegrías La alegría es una mariposa tan leve que se instala en el corazón y uno la siente la alegría pura se disfraza, además en tantos rostros y cosas que se pierde Pero yo cazador experto descubro sus saltos en la hierba y la marco con una sonrisa.

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Enamoramiento del ángel Cuando sus ojos la descubrieron brillaron de tal modo que temió que ocurriera una catástrofe Que encandilara a los conductores de automóviles Que todos se fijaran en él y le temieran Que ella sintiera de golpe su jubilosa animalidad y no estuviera en celo Salió casi en carrera con los ojos llameando husmeó ella en el aire el olor del ángel huidizo buscó las señas del que debía amar en la móvil muralla impenetrable y volvió una vez más desconsolada a las soledad de su belleza que espantaba al ángel. (De Tralfamadore) 12

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Mudra 10 A mitad de su número de magia el Mago se da cuenta que la ilusión es él y el truco un pensamiento que cambia de lugar como un sol de luz negra “¿Dónde está el pensador?” grita y el encanto se desvanece la cuchilla lo parte en dos mitades junto con la manzana pero las reglas del juego lo devuelven intacto con los ojos sin brillo ante el dichoso público que aplaude al oficiante que lentamente se despabila y no sabe si piensa o si recuerda. (de Perseo ante el espejo)

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Una vez la felicidad Una vez la felicidad vivió bajo mis hombros asustó pájaros y vampiros rompió los dientes y los sortilegios de los brujos puso el mundo a mi lado como un saco cerrado juzgado y comprendido sin abrir una puerta me hizo saber que había traspuesto la región del secreto la gran verdad olía como un jardín mi amada y yo éramos dos ángeles vagamente obscenos los sexos flores luminosas en la niebla primaveral de los deseos la felicidad me separó de mi parentela y de todos lo que gozaban bienestar pero que no alcanzaron el estado de gracia la felicidad asimismo me dejó dándome firmes compensaciones virtudes solidarias mujeres en el lecho

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Y anduve otra vez a caza de la verdad como un ángel amnésico. He tratado de reconocer el olor de aquel jardín el color de ese sueño hurgarme por alguna señal guardada al fondo por la cicatriz de las alas. El mundo me rodea como una cintura. Un tiempo la felicidad me hizo desear y temer la soledad el dolor me ha devuelto a la vida a su esplendor y a sus estercoleros. (de Una vez, la felicidad)

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El poeta que se perdió Justamente a la edad en que las premoniciones se cumplen que los duros trabajos de la juventud dan sus frutos colmados el poeta se levantó de la mesa sin decir su discurso fue por un vaso de agua y no volvió Se metió en el recuadro de la niñez de sus hijos sus hijos fueron parte de su edad madura olvidó los deberes de su manifiesto destino se corrió la voz de que la poesía lo abandonó otros dicen que vivió secretamente con ella No dejó libros perdurables Sus hijos fueron oscuros y felices

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Mi madre no conoció el mar Mi madre no conoció el mar Cuando me dijo días antes de morir con voz tan llana y dulce esa tremenda cosa dolorosa supe cuán mal la había querido Pues yo que tantas veces le hablé del mar y que hace tanto tiempo vivo cerca del mar no supe hacerle ese regalo único desmesuradamente hermoso que siempre tuve a mano Mi madre murió sin conocer el mar.

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Homenaje a masoch Sé cómo desencadenar el absurdo Podría hacerlo explorar pero no sabría cómo controlarlo Ni regresar el agua a su lugar de espejo después de haber sido furiosa lluvia de tempestad Sé cómo hacer invisible mi vida Podría por ejemplo llenar el aire de tu grito cayendo para adentro en un charco de lágrimas con la Tocata y Fuga de J. S. Bach a unos cuantos decibeles o la trompeta de Miles Davis en Florence sur les Champú Elisées Podría hacer aparecer hermoso el sufrimiento Sé cómo hacer invisible nuestra vida. 18

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La muchacha de los ojos dorados Tenía sus ojos una mirada tan pura que uno podía desnudarse como delante de un espejo Tenía los ojos de una mirada tan pura que no era nadie Tenía los ojos de una mirada tan pura como un escudo Tenía los ojos al pie de su corazón protegiéndolo como un perro. (Me desvestí pateé el perro la amé. Tricé el espejo)

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Ella

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Ella a quien no le dedico este poema sabe mejor que nadie que no puedo sacarla de paseo mostrarla en la escritura darle besos volados ella sabe muy bien que no nombrándola está que hizo su casa dentro de mí en algún sitio donde es penoso y duele ella sabe que es el unicornio fabuloso sirena desperdiciando su canto porque yo mismo me he amarrado al mástil con nudos ciegos ella sabe además que se multiplica en espejos innumerables que ella es la Otra Casa de la Cultura Núcleo del Guayas


inasible que juega con mi corazón en sus manos ella sabe muy bien que es una mariposa nocturna un sol reminiscente en mitad del verano ella sabe también que es tan mudable que no encuentra su forma atrapada en la fiebre de su magia ella no sabe en cambio muchas cosas que yo ahora sé y que mañana no sabré ella siempre detrás de la pared en el trance de ser y no asomarse nunca con su rostro de haberse extraviado en el rostro y la forma de las otras de la Otra ella misma en la sombra de frente o de perfil amándose Casa de la Cultura Núcleo del Guayas

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dejándose volviendo detestándome confundida también en la sala de espejos de mi yo buscando cuál el verdadero al que se pueda herir con amoroso daño ella la Otra que se inventa los modos de Ella su sentido de culpa original su purificación por el olvido ella la que se acuesta debajo de su sombra tratando de morir y no puede.

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El árbol rojo El árbol rojo va perdiendo sus flores su encendido color que era una llamada en el paisaje. Cada mujer hermosa que envejece devasta y fosiliza su memoria corta el vuelo al recuerdo mal libera el encanto de la gracia. El árbol rojo y yo vamos perdiendo ya demasiadas flores.

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Los amantes se despiden Los amantes se dejan y no es el fin del mundo descuidan aun la formalidad de la tristeza de las lágrimas cada cual tiene prisa por volver a su vida como si fuera asunto de reloj Es cierto amantes todas las despedidas son así se olvidan pronto o no se olvidan nunca /ojalá no seas un zahir ojalá no te me hagas inolvidable/ y el momento preciso ya no duele como si un reflejo de la divinidad nos tocara en sus cóncavos espejos como un relámpago /Nadie soportaría la mirada del tiempo simultáneo 24

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de su propia existencia en los espejos de la eternidad/ Id en la gracia amantes, id en la ignorancia, id en el olvido Pero no pretendĂĄis ya con arrogancia ser felices.

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Adiós a la magia Ahora estoy bien. Gracias Perdí mis poderes extrasensoriales que no me dejaban vivir que me prefiguraban la muerte de los sucesos con tanta anticipación que agonizaba en plena primavera Ya no sé cuándo el amor terminará ni cuándo llegará he olvidado sus claves y señales perdí también el olfato de Dios y ya no puedo ver el dolor sino la institución del dolor en la desesperación la de la duda Pero es mejor así: Quemé mis artefactos mágicos me descompuse la memoria para definitivamente olvidar exorcismos y cábalas aunque a veces una violenta ráfaga de mar o de mujer arda en los intersticios Pero esta tranquila duración poblada de ademanes 26

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y fórmulas para vivir y dejar vivir hacer sitio a los vivos sobre la rápida putrefacción de los muertos maravillarnos con el cine y la literatura acelerarnos la mente aunque los cuerpos perezosos se entorpezcan y desamen cada vez más era mejor que la galopante muerte a que me conducía mi cabeza cajón de ilusionista mi condición de mago mis apetencias de purificación a través de los excesos Mi amable rebeldía Mi antiestación mi falta de modales Ahora empujo mi carro hacia la muerte calmadamente al paso que conviene ceremonioso digno estúpido hasta la consumación de mis días. Casa de la Cultura Núcleo del Guayas

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Dios

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Como un escualo que tiene que nadar y nadar para no hundirse Gran Pez deambulas en las aguas cerradas de nuestra cabeza hostigándonos logrando tu alimento Y el pulso débil siempre para asir el arpón abriéndote compuertas por las que nunca sales.

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Sabiduría joven muchacha Te invitaron a la fiesta te agasajaron con los mejores vinos y cuando tu cabeza dejó de resplandecer te abandonaron en la multitud te pusieron máscara de extranjero y no supiste más distinguir un rostro de su máscara Ahora que una pequeña luz se hace en la cueva donde viniste a dar escarbas en la roña y el ojo de la sabiduría tímidamente resplandece alegre de sobrevivir temeroso de añorar Joven sabiduría vacilante todavía el atesado rostro ya sin maquillaje. Casa de la Cultura Núcleo del Guayas

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Relaciones con la muerte Hemos probado pulsos con la muerte La he avergonzado: “Anda muchacha aún no estás madura para mí” le he dado falsas citas Ha sido leal conmigo sin embargo Y me olvidado Pero a veces le cruzo por la mente como un deseo erótico Viene y toca mis pulsos y aunque siente que podría ganarme limpiamente se va “Qué importan unos días más para este viejo amigo” -debe pensar“Tiene que hacer sus cosas poner poco de orden en su vida”. ¡Ah la muerte graciosa! Pero un día hará el amor conmigo me inmovilizará la olvidadiza. (de Canciones levemente Sado-masoquistas) 30

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La crítica sobre su obra La poesía de Carlos Eduardo Jaramillo (Loja, 1932) es acontecimiento, movimiento, camino. Jamás sosiego o quietud, solo manar de raíces vividas o imaginadas, trepidantes, vibrantes, asoladoras, frenéticas, incesantes. Exploraciones desaforadas en los meandros más secretos de la condición humana, en los confines del ser, en sus espléndidos, sórdidos, inagotables extremos. Nada de lo que es inherente a la breve línea minada por el tiempo, que es la vida, excluye la poética de Jaramillo: amor y desamor; memoria y olvido; gozo y daño; riesgo, horizonte y hastío; urgencias y apremios; certezas y confusiones; elogio del instante; lujuria de vivir; vida vivida hasta la extenuación y la hesitación del vacío. Fluctuaciones y evidencias del presente. El ayer como agujero turbulento, el futuro, extraño siempre. La obra poética de Carlos Eduardo Jaramillo es, entonces, un solo inmensurable canto: grande, altivo, soberano, alrededor de las sustancias del ser humano (tiempo y sueño), y ese amasijo de irrisorios acontecimientos que rezuman los días. Propuesta sutil y sagaz sobre las humanas esencias de uno de los más vitales poetas de su generación en América Latina. Cuando ya no queda nada en nosotros-ausencia del yo, extravío de la identidad-, germina la fusión con algo ajeno que, sin embargo, 32

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es lo único nuestro (en Jaramillo es la averiguación perenne). La hondonada, la brecha insondable que somos, se torna fuente. Punto de unión entre nuestro ser y el ser del infinito. Durante un instante, el poeta da significación a los significantes y el prodigio de la poesía se consuma. Y en medio de todo: ¿qué es la palabra en un mundo donde solo el azar aviva el fuego de los sentidos…? Y el azar ha sido uno con Carlos Eduardo Jaramillo, poeta profundo y esencial de la literatura ecuatoriana de todos los tiempos.

Marco Antonio Rodríguez

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