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Mi sentimiento� � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � �
MI SENTIMIENTO
Carlos Duran
Lo que es el amor sin ti, el amor es como una flor que pierde pétalos cuando muere. Es como el árbol del poema “La Higuera”.
Cada mañana no es una mañana, Es una mañana de oscuridad y dolor, Es como cielo sin color, Pero no siento amor ni dolor.
Tener sentimientos es como tener dolor, Tener sentimientos ya no es calor, Pero tu amor no es amor.
Pero todo cambia cuando el amor entra a la vida, como un niño y su chocolate. Es como tener mariposas en tu barriga, Es como tener alegría, bulla, júbilo, Dentro de tu corazón.
¿Qué es amor?
Pluma • 27
¿QUÉ ES LO QUE NOS UNE?
Eric Herrera
¿Qué es lo que nos une a los latinoamericanos? ¿Es nuestro idioma, nuestra herencia, nuestra tez dorada? Sí, sí, y sí, condicionalmente, claro. Estas cualidades físicas son superficiales, son como nos reconocemos, Pero no son lo que nos une
¿Qué es lo que nos une? Los franceses le llamarían el je ne sais quoi Aptamente porque no se puede describir con la justicia que se merece, solo contemplar.
Lo que nos une a los latinoamericanos es: El hooliganismo más feroz que el inglés por el fut, Y, a la vez, El hambre por la revolución al vivir bajo injusticias, El hambre igual por la paz
Lo que nos une a los latinoamericanos es: El comedero de las fiestas decembrinas, Y, a la vez, El deber de pelear contra el imperialismo, El deber de mantener la patria
Lo que nos une a los latinoamericanos es: El debate entre chocolate o yerba para merendar, Y, a la vez, El sostenimiento de la cultura ibérica El sostenimiento de las culturas nativas
Lo que nos une a los latinoamericanos es lo que no se puede describir en un Medio tan complejo como la poesía Pero es algo tan simple que todos lo entendemos Es algo que nos une
Pluma • 29
EL OTOÑO
Lily Miggins
Unas hojas rojas y anaranjadas Cubren todo el terreno Como una manta caliente Que abraza mi cuerpo
Un viento fuerte y espeso Llena los espacios Como una sinfonía poderosa Que ondula en movimientos musicales
Un sol grande pero cubierto Se esparce por cada esquina Como una sonrisa de un amigo Que ilumina un espacio
Los animales apiñan juntos Los árboles respiran El tiempo espera Porque el otoño ya llega
Pluma • 33
AMANECER DE NOVIEMBRE
Gordon Ball
Muchos amigos comparten esta casa desde que entré Uno se embarcó en sus propias visiones Otra salió para el oeste & la casa de su padre, pero Regresa a oírme charlar & trae budín de plátano. Ahora está aquí Dick Por la muerte del padre & el infarto de la abuela, Tiene novia & necesita trabajo. Elva juega baloncesto, Espera poner casa.
Yo, no puedo dormir de noche, El amor que duplicaba este Cuarto volvió a casa. Me despierto a las cinco, escribo, Codos a la mesa de Mis papeles cansados – – Lluvia de otoño, Hueso de tierra.
QUERIDO PERDÓN
Claire McKenney (traducido por Lexi O’Brien)
Y yo sé que hemos tenido nuestras dificultades Y que no hemos hablado por algún tiempo. Y hay muchísimo Que quiero preguntarte sobre la medianoche y la parte cuando te vi a ti en el fondo del lago el pasado noviembre
Por poco no tenemos mucho tiempo.
El mundo no necesita otro poema Sobre una colina herbosa en crepúsculo O la manera en la que yo solía apretar El hámster del vecino más ajustado que Alguna vez te abracé. Pero me lo voy a dar Como regalo de despedida.
Elijo mis palabras con cuidado Porque estoy intentando describir algo Tan simple que tengo miedo de que vaya a Perderse en la distancia desde aquí Para allá.
Dame una ofrenda de paz y voy a darte mi mano. Tu y yo hemos sido extraños por mucho tiempo. Querido Perdón, No es necesario contarme sobre las medianoches. Por favor, deja de pasearte y entra.
Pluma • 37
POEMA ANÓNIMO
Las rosas son rojas, Las violetas, azules. Tu nombre es John Schindler, Y todos te extrañamos.
Tu presencia se siente Por mí cada día Las cosas no han sido iguales Desde que te escapaste.
Virginia es para amantes, Y eres un bocadillo. Además, sabemos que golpeas bombas Así que te queremos de regreso.
Tu cabello es tan rubio, Y tus ojos son tan azules. Realmente eres hermoso Y todos te necesitamos.
Un buen chico como tú, Con un juego corto tan hábil (En realidad apesta) Nunca debiste haberte ido.
Claro, Birdwood es genial, Pero Lexington es puro. Las condiciones de porquería No son demasiado que soportar.
Sé que esto es largo, Pero es lo mínimo que puedo hacer. Por favor, vuelve, John, Todos te queremos.
Pluma • 39
“MUNDO CONECTADO: AVIONES, ISLAS Y PERSONAS”
Bianca Bowman (traducido por Gabi Bowman)
Anhelo tener experiencias que me hagan tener piel de gallina.
Cuando pienso en mi viaje favorito en avión, pienso en mirar a la tierra, que parece ser arcilla moldeada; montañas que se elevan en el centro de islas, árboles como pequeños tallos de brócoli y hierba seca que se contrasta contra las húmedas hojas tropicales.
Mientras el avión bajaba, lo que parecían pequeñas cajas borrosas aparecieron más y más en mi vista. Vi que las pequeñas cajas eran un grupo extenso y caótico de casas y edificios, como si los dioses espolvorearon casas en el suelo como si estuvieran sacudiendo azúcar sobre un pastel.
Esta ciudad, aun desde un avión, parecía amplia y llena de contaminación y se extendía más que cualquier otra ciudad que había visto antes.
Soy de una tierra muy poblada: la costa este de los E.E.U.U. es un lugar donde la ciudad se funde con los suburbios, y no se puede conducir muy lejos sin llegar a otra ciudad. La familia de mi mamá vive en la ciudad de Panamá, en la República de Panamá, que está creciendo tan rápido que hay nuevas carreteras y edificios cada vez que visitamos a nuestra familia allí. Pero la gran metrópolis que vi era diferente a todo lo que había visto antes. Presioné mi cara contra la ventana y vi los edificios coronados de azul, rojo y verde cuales aparecían cada vez más cerca.
Cuando sentí y escuché que las ruedas del avión estaban desplegándose en preparación para aterrizar, tuve la sensación de pequeñez, de ser pequeña en este planeta lleno de personas, plantas, animales, montañas, ríos y océanos que nunca había visto antes. Sentir esta sensación de pequeñez me dio un escalofrío, y sonreí mientras bajaba del avión en Manila, Filipinas.
Viajé sola por Las Filipinas durante ocho días hacia el final de mi programa de estudios universitarios en el extranjero en Chiang Mai, Tailandia, donde aprendí sobre la agricultura sostenible y temas ambientales.
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42 • Pluma Mi primera parada fue Manila, y mis dos días allí fueron maravillosamente arrolladores. Mientras que algunos han descrito la ciudad como demasiado intensa, yo disfruté los olores y sonidos diferentes y nuevos que me rodeaban.
En mi primer día, pasé algunas horas girando en esquinas al azar para ver lo que podía ver, sin tener ningún destino en mente.
Así fue como encontré un callejón lleno de vida. Niños corrían persiguiéndose unos a otros mientras que sus padres los miraban cómodamente desde sus casas pequeñas y polvorientas. En frente de cada casa había un puesto lleno de verduras, pescado, pequeños juguetes de plástico o accesorios para mujeres. Al pasar estas casas, me sentí como invasora: todas estas personas se conocían, se gritaban saludos familiares, levantaban niños, y entraban y salían de sus casas, en las que se podían ver montones de mantas y pequeños televisores.
Aunque esta escena me sorprendió con un reconocimiento intenso de nuestra humanidad común, también noté algunas miradas extrañas. Me imaginé sus pensamientos: ¿cómo encontró nuestro barrio esta turista? Nadie me miraba de manera hostil, pero sentí que estaba perturbando cierta intimidad, y salí del callejón tan pronto vi un camino más grande para tomar.
Me encanta viajar. Viajar me recuerda tantas cosas maravillosas: la conexión inherente con otros seres humanos, la gran belleza y diversidad de nuestra tierra, y el hecho de que la manera de vivir, la cultura, y el origen de nadie es mejor que el de otra persona. Pero viajar con los ojos abiertos también me demuestra la realidad de la desigualdad que afecta al mundo entero; el accidente del nacimiento que personas como yo quienes hemos nacido en un país que tiene ventajas sobre los demás.
Ver y comprender este desequilibrio nos hace responsables de hacer algo para combatir esta desigualdad.
Debido a que mis pasiones por la conservación de la naturaleza y la lucha contra el cambio climático, sé que es importante entender las formas en que el cambio climático afectará desproporcionadamente a la gente que vive en las islas y ciudades como Manila. ¿A dónde irán estas personas si experimentan un clima extremo y catastrófico? ¿Qué será de estos hogares brillantes, vibrantes y frágiles si el nivel del mar sube?
Pasé el resto de mi viaje a las Filipinas en la isla de Coron. El corazón y el alma del lugar son palpables, con un pequeño y animado puerto que se abre rápidamente hacia calles llenas de baches que suben montañas.
Pasé mis días buceando y explorando los lados más remotos de la isla, hacienda lo que me encanta: viendo los arrecifes de corales llenos de vida.
Pequeños peces entraban y salían del arrecife, mientras las sombras de peces más grandes pasaban sobre anémonas y abanicos de mar como si estuvieran vigilando su reino. No pude evitar recordarme del callejón en Manila, con niños y adultos que entraban y salían de sus casas e intercambiaban las noticias diarias. Pensando en este arrecife y la ciudad ocupada, sentí el escalofrió familiar en mi brazo y la piel de gallina.
Mientras sonreía a los peces a través de mi mascarilla, les agradecí silenciosamente por enseñarme una forma nueva de pensar en cómo las vidas en este planeta están conectadas y por recordarme de las formas en que los humanos y el mundo natural pueden y deben vivir en armonía.
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LA DE LA FALDA NEGRA
Diego Flores Aquino
Hace dos días mataron a Alexa. Muchos le dicen él, Otros, eso. Estaba oscura la noche como todas las que ella deambulaba. Los focos de un carro la alumbraron, alumbraron el blanco • • • • • • • • • • • • • • • Desde que te llevaron, no para de llover. El sol que siempre fue mago, Desapareció. Y ya no usan pantalones cortos en la lluvia. Desde que te fuiste, tengo los pies mojados.
Pluma • 45
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EL RIACHUELO
Diego Flores Aquino
De niño, intentaba escribir mi nombre con una pala y con la manguera hacerme río. Mi perro al lado aún joven, aún vivo. Blanco crema caramelo naranja, Perri. En polaroide, mi padre y yo rescatando un chango. Qué pena que tuvimos que enterarte. El Valle Escondido Mi búnker Donde el cine y trébol eran lo mismo. Donde siempre olía a rocío Y los puentes colgantes conectan mundos Y las fábricas abandonadas hablan con el bambú El riachuelo inmenso Paz, sucio, libertad.
ESTA TEMPORADA NAVIDEÑA
Lizzie Figuieras
Cuando regreso a casa mi amante me abraza ¡Mi corazón se eleva! porque el amor nos mueve
con el deseo tan fuerte de querernos y la suerte por habernos reunido después de todo sufrido
¡Qué horror de año duro que parece tan oscuro! Crearemos memorias con los días de glorias
Dios nos da alegría de hacer lo que podría para rezar con gratitud y celebrar nuestra salud
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ENTREVISTA CON LILIANA ANCALAO
¿Puede contarnos un poco sobre usted y su proceso de escribir?
Primero me tengo que presentar…soy Liliana Ancalao y vengo del Puel Mapu…lo que hoy se llama Argentina. Y lo que hoy se llama también Patagonia. Ese es el lugar a donde vivo, y es el lugar de mi origen también, de mi pueblo Mapuche. Yo empecé a escribir, teniendo algo de conciencia a escribir poesía, ¿no?, algo de conciencia de mi origen, pero no tenía muy claro. Así que mi primer libro que edité está divido en tres partes, y en la última parte, ingresé algunos poemas escritos desde esa identidad. Los poemas anteriores, son así generales, hablan del trabajo de mi papá, de animales que me gustaban, poemas de amor, que podrían ser escritos por cualquier persona que naciera o viviera en Patagonia. Pero sin darme cuenta, ya había algunas señales, algunas cuestiones que indicaban mi identidad Mapuche. Y después de que en el año 94 empezamos a organizarnos en una comunidad, y todo en camino de regreso al origen para aprender nuevamente todo lo que se me había negado. Bueno, este significó buscar gente que conocieron Mapuzungun y empezar a estudiarlo, después hacerlo más sistemático con un grupo universitario, y después también asistir a las ceremonias espirituales que se hacen en el campo todavía, leer mucho, todos los libros que caían en mis manos y que yo buscaba que hablaran sobre el pueblo Mapuche eran bienvenidos… bueno, con todas estas cuestiones, al mismo tiempo que iba haciendo mi carrera profesional como profesora en letras, docente, directora de una escuela, al mismo tiempo que me casaba, que tenía hijos, nietos… digamos que son como ríos que van juntos y toda esa vida queda en la poesía, e intencionalmente mi segundo libro fue bilingüe, en Mapuzungun y castellano, e intencionalmente también lo pensé como un
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registro de todo esto que yo había empezado a vivir de estas experiencias de regreso al origen.
¿Escribió cuando era niña, o no mucho?
No, cuando era niña en las escuelas de Argentina los viernes nos daban un poema y lo teníamos que memorizar y el lunes decirlo…allí paradito al lado del pupitre diciendo el poema…me encantaba. Y me gustaba mucho leer, y también tenía cierta facilidad para escribir redacciones temáticas, “redacción tema: la vaca,” entonces teníamos que escribir sobre la vaca. Y en el secundario, escribí poemas de amor muy trágicos, de amor no correspondido, y esos se lo regalé a mi hija Morena, la más chica, ella los tiene, pero nunca los publiqué. Y después elegí justamente la carrera de letras, porque me gustaba leer y me gustaba escribir, no pensaba en ser profesora, pensaba en leer y escribir. Finalmente, terminé trabajando en la docencia 30 años en la enseñanza media, y bueno, gracias a ese trabajo me pude jubilar, tengo jubilación. Y ahora no podría pensar la vida sino escribiendo.
¿Hay un tema central al que regresa la mayoría del tiempo que intenta escribir?
Es como si fuera enriqueciendo, en realidad. Mi preocupación en este momento es justamente recuperar del olvido la historia, esta historia cruenta tan que les contaba, no quiero que quede impune el nombre de los generales, los coroneles, y del ejército, que avanzo sobre la gente, sobre el territorio, no quiero que sean valorados por el pueblo argentino como si tratara como héroes. En todo el caso mi pretensión es que se
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conozca la historia y que pueda haber una revisión crítica de esa historia. Entonces, mi intención es que poema matizar esas historias. Que vayan cayendo la poesía, vayan cayendo detalles de la historia, y al mismo tiempo siguen cayendo detalles de la espiritualidad. Es como que se van enriqueciendo, y en este momento, me preocupa eso, que no queden en el olvido esa historia.
¿Tiene un consejo para alguien que está tratando de hacerse escritor o poeta?
Bueno, siempre el primero consejo es leer mucho. Todos los poetas te alimentan porque no se da cuenta de que hay gente que escribió lo que uno ya estaba pensando y dice “¿ooo mira como lo dijo, que belleza, como pudo traducir en palabras lo que sentí o lo que pensaba?” Leer y escribir. En mi caso, yo largo todo lo que tengo después de un tiempo, ¿no?, lo escribo, los escribo, lo escribo y [palabra incomprensible] de una gran extensión, puedo rescatar, no sé, una estrofa, unos versos, porque es como que uno entra en calor escribiendo y llega al momento en que parece que fluyen otras palabras que estaban guardadas más profundamente, pero primero hay como una especie de precalentamiento…y bueno, hay que tener paciencia, porque una vez quiere demonstrar…muestra escritos que tienen el valor de ser los primeros, pero a veces son lugares comunes, es decir que falta trabajo todavía, que sería esos poemas que yo regalé a mi hija Morena.
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