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Frau Merkel deja la CancillerĂa
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Suplemento especial de Mirror magazine
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Angela Dorothea Merkel (Hamburgo, entonces en la Alemania Occidental, 17 de julio de 1954) nacida con el nombre de Angela Dorothea Kasner, es una física y política alemana que desempeña las funciones de canciller de su país desde 2005. En 2017, Merkel fue considerada por la revista Forbes como la mujer más poderosa del mundo por undécima ocasión según el listado anual de la publicación. Merkel es presidenta de la Unión Demócrata Cristiana de Alemania (CDU por sus siglas en alemán) desde el año 2000, ejerciendo a la vez como diputada del Bundestag, cámara baja del Parlamento alemán, donde representa a un grupo de distritos que incluye los de Pomerania Occidental y Rügen, así como la ciudad de Greifswald. Tras su elección como canciller de Alemania en 2005, Merkel lideró una «coalición política» constituida por la Unión Demócrata Cristiana de Alemania, su partido hermano, la Unión Social Cristiana de Baviera y el Partido Socialdemócrata de Alemania, la cual perduró hasta 2009, año en que la CDU constituye una nueva coalición, formada por la Unión Social Cristiana de Baviera y el Partido Democrático Liberal (FDP por sus siglas en alemán). En las elecciones federales de 2013, Merkel lideró por tercera vez a la CDU/CSU, obteniendo una aplastante victoria con cerca del 42 % de los votos. Volvió a formar coalición con el Partido Socialdemócrata de Alemania. En las elecciones federales de 2017 su partido volvió a obtener mayoría relativa y, tras reeditar la coalición con el SPD por segunda vez, resultó reelegida para otro mandato de cuatro años. Desde el comienzo, su gobierno se ha enfocado en mantener la productividad alemana y continuar con su fortalecimiento económico y político en el continente europeo, con un notorio acercamiento a Rusia y una clara predominancia sobre la Unión Europea. Igualmente ha destacado Merkel por el manejo que le ha dado a la crisis económica de 2008-2013, ejecutando una férrea política de austeridad y disciplina en Europa, además de lograr mantener los efectos de la misma al margen de la economía alemana, lo cual le ha permitido gozar de una notoria popularidad en su nación. Merkel ha presidido el G8 y también fue presidenta del Consejo Europeo, siendo la segunda mujer en la historia en desempeñar ambos cargos,
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solo precedida en dicho mérito por la ex primera ministra del Reino Unido, Margaret Thatcher. Igualmente su influencia sobre la Unión Europea y las decisiones que se han venido tomando a través de la misma en los últimos años, ha sido tan notoria desde su ascenso al poder, que se la considera la líder de facto de dicha entidad, recibiendo el apelativo The Decider. Además desempeñó un rol clave en la materialización del Tratado de Lisboa y fue la impulsora de la Declaración de Berlín. En materia doméstica llevó a cabo una reforma del sistema de salud en Alemania y se ha enfocado en el desarrollo energético de su país, defendiendo el uso de la energía nuclear, así como impulsando programas para la fortificación de fuentes alternativas de energía en el país germano. Parte de la prensa europea ha comparado a Angela Merkel con la ex primera ministra británica Margaret Thatcher: ambas forman parte de partidos de derecha y su formación es científica. Por ello, incluso algunos le llaman la Dama de Hierro, si bien muchos analistas políticos ven pocas similitudes entre la ideología de la política británica con la política alemana, lo que hace que sea su estilo pragmático y la forma en que ejecutan sus políticas, la principal razón de la comparación. Aunque bajo el contexto de la crisis migratoria que atraviesa Europa diversos medios de comunicación le han otorgado el título de Mamá Angela (traducido al alemán como Mutter Angela) en referencia a las políticas de solidaridad con los refugiados víctimas de los conflictos sociales y militares en el Medio Oriente. Domina el ruso y el inglés. Su oficina particular está adornada con una imagen de la zarina de origen alemán Catalina la Grande.
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Cinco cosas que tal vez no sabías de Angela Merkel Angela Merkel, canciller de Alemania desde 2005 y líder de su partido, la CDU, desde 2000, es una de las figuras que más han marcado la política europea en los últimos años. Ante la grave crisis económica que sufrió la UE a partir de 2008, impuso sus criterios de austeridad al resto de miembros. En cambio, sus medidas de acogida a inmigrantesdurante la crisis de los refugiados le han pasado factura en su país, con una serie de reveses electorales tanto a nivel federal como en estados como Baviera y Hesse, esta última este mismo domingo. Este lunes, Merkel ha anunciado que no se presentará a la reelección como presidenta de la CDU. Nacida en Hamburgo hace 64 años como Angela Dorothea Kasner, estos son algunos de datos de esta poderosa mujer que tal vez desconocías: Hija de un pastor luterano Angela Merkel era la primogénita de una profesora de inglés y latín y del pastor luterano Horst Kasner, que en 1954 decidió ir contra la corriente de alemanes del Este que huían hacia el mundo libre y trasladar a su familia a la RDA para predicar en aquel estado comunista y oficialmente ateo. Kasner trataría de desarrollar una idea de Iglesia en el socialismo. Criada en la Alemania del Este La familia se estableció en un seminario en la pequeña ciudad de Templin, unos cien kilómetros al norte de Berlín. El complejo no solo servía para la formación de pastores luteranos, sino que era también residencia para cientos de discapacitados, con los que la joven Angela convivía a diario. Gracias a su padre, la familia no sufrió como otros los rigores de la Alemania comunista y tenían acceso a medios de comunicación occidentales y a un cierto bienestar. Excelente estudiante, ingresó en las juventudes comunistas y aprendió ruso. En todo caso, Merkel ha s eñalado en alguna ocasión: «Desde muy joven tuve claro que la Alemania del Este no podría funcionar».
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Doctora en Física Angela Merkel estudió Física en la Universidad de Leipzig y se doctoró con una tesis sobre química cuántica. Hasta la caída del Muro trabajó como investigadora en el Instituto Central de Química Física de la Academia de Ciencias, en Berlín Este. Casada con un físico y luego con un químico El apellido con el que todo el mundo la conoce en la actualidad procede de su primer matrimonio con el físico Ulrich Merkel, un compañero de estudios con el que se casó en 1977. En 1981 se fue repentinamente del pequeño piso conyugal, llevándose consigo la lavadora, según se cuenta. Posteriormente se unió a un químico, Joachim Sauer, con quien está casada desde 1998 y al que se conoce como «el fantasma de la opéra», porque solo se le ve con ella una vez al año, en el Festival de Bayreuth. En la sauna cuando cayó el Muro Angela Merkel entró en política tras el desmoronamiento de la Europa comunista, incorporándose al partido Despertar Democrático. Fue viceportavoz del último primer ministro de la RDA y el único elegido democráticamente en aquella república, Lothar de Maizière. Sin embargo, se perdió los primeros momentos de la caída del Muro de Berlín. Según ella misma contó, aquel día fue, como hacía todos los jueves, a la sauna con una amiga. «La atmósfera había estado tensa durante días, yo pensaba que algo iba a pasar, y había oído el anuncio en la televisión de que las fronteras se abrirían -contó hace años al diario británico «The Guardian»-. Pero era jueves y el jueves era mi día de sauna, así que allí es donde estaba».
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Merkel no volverá a presentarse como candidata a canciller al terminar su mandato Angela Merkel anunció que no quiere volver a ser canciller luego de terminar su mandato. Ya había dicho que dejaría su escaño en el Parlamento y no volvería a presentarse a la reelección para la presidencia de la CDU. La canciller alemana, Angela Merkel, comunicó hoy a la cúpula de su partido que quiere dejar su escaño en el Parlamento una vez que finalice la legislatura en 2021, con lo cual renuncia también a presentarse otra vez como candidata a la jefatura del Gobierno, dijeron fuentes de la formación conservadora. La mandataria además señaló ante sus correligionarios que descarta ocupar algún cargo en instituciones de la Unión Europea (UE) y que tiene previsto renunciar a presentarse a la reelección como presidenta de la Unión Cristianodemócrata (CDU) en el congreso del partido previsto para comienzos de diciembre. Sin embargo, Merkel, de 64 años, quiere seguir al frente del Gobierno en Berlín hasta que finalice su mandato, previsiblemente dentro de tres años. En conferencia de prensa, la canciller alemana confirmó hoy a las 13:00 hs (hora local) las informaciones de círculos cercanos al gobierno de Berlín. Merkel anunció su decisión de no volver a presentarse a la reeleción para la presidencia de la CDU ante la cúpula de ese partido, un día después de las elecciones regionales de Hesse, donde los partidos de la gran coalición sufrieron grandes pérdidas, según esas informaciones. Hasta ahora, Merkel había sostenido que para ella la jefatura de la CDU y la cancillería eran dos cargos que debía ocupar la misma persona, mientras el partido esté al frente del Gobierno, y había declarado su intención de presentarse a la reelección el congreso de la agrupación en diciembre.
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Los sectores más conservadores de la agrupación estaban descontentos con la intención de Merkel de presentarse a la reelección, pero hasta ahora no se habían lanzado candidaturas en su contra que tuvieran peso político. Ahora, el expresidente del grupo parlamentario Friedrich Merz se ha mostrado dispuesto a asumir la jefatura "si el partido así lo quiere", también según medios. Merz es considerado como un representante del ala conservadora del partido y había abandonado la primera línea de la política después de que en 2002 Merkel, ya siendo presidenta del partido, asumiese el liderazgo del grupo parlamentario para convertirse así en la jefa de la oposición frente al último Gobierno de Gerhard Schröder. También anunció su candidatura Annegret Kramp-Karrenbauer, la actual secretaria general de la CDU, considerada la posible sucesora de Merkel.
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Alemania: Angel Merkel, la “mujer más poderosa del mundo”, anuncia su retiro de la política Dejará la presidencia de su partido y no se presentará a la reelección como canciller en 2021, tras casi 13 años en el cargo La mujer que dominó la política europea en los últimos 13 años comienza a decir adiós. Angela Merkel, canciller de Alemania desde 2005, anunció ayer que no volverá a ser candidata a ningún cargo político ni en su país ni en Europa, ni siquiera si hubiera elecciones adelantadas. “Es hora de abrir un nuevo capítulo”, declaró Merkel en una conferencia de prensa que enfrentó con su habitual aplomo, pero con un tono más personal. “No nací canciller, y de eso nunca me olvidé”, subrayó quien es considerada la mujer más
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poderosa del mundo, hija de un pastor protestante de la extinta Alemania oriental. El primer paso de su alejamiento de la política será dejar la presidencia de la Unión Cristianodemócrata, CDU, que ocupa desde que sucediera a Helmut Kohl en 2000, para que el partido “se prepare para la era posterior a mi”, según dijo. “Siempre quise ejercer los cargos políticos con dignidad y también dejarlos un día con dignidad”, subrayó Merkel desde el podio de la moderna sede berlinesa de la CDU. Sus palabras desataron un terremoto político. Hace tiempo que los adversarios políticos de Merkel presionan fuertemente para su salida, sobre todo quienes, por derecha, ven a la pragmática doctora en física de 64 años como sinónimo de la “socialdemocratización” de los conservadores alemanes (el actual gobierno es la tercera “gran coalición” entre los dos grandes partidos germanos) y, tres años después, siguen reprochándole el no haber cerrado las fronteras a la oleada de refugiados de 2015 pese al alto costo político a pagar. La canciller justificó su decisión de dejar la jefatura de su partido con los malos resultados que los conservadores vienen teniendo en sucesivas elecciones regionales, como hace quince días en Baviera y el domingo en Hesse. “Yo soy la responsable de los éxitos y de los fracasos”, subrayó Merkel. Pero también habló de la “imagen inaceptable” que da su coalición de gobierno, sobre todo por las recientes rencillas internas. “Hay motivos mucho más profundos que una mala comunicación”, admitió ayer, tras definir el momento actual como un “punto de inflexión”. La renuncia de Merkel a seguir liderando su partido responde también a la caída de la CDU en las encuestas nacionales, menos de un año antes de unos comicios europeos que podrían marcar el auge de la extrema derecha. Aunque la canciller sigue siendo apoyada y reconocida por gran parte de los alemanes, según el último sondeo nacional los conservadores hoy solo cosecharían el 24 por ciento de los votos de un electorado cada vez más
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fragmentado. También sus socios socialdemócratas serían, otra vez, duramente castigados en las urnas. Una tendencia que parece difícil de entender si se leen los números macro de constante crecimiento económico, desempleo a la baja y superávit fiscal récord, pero que expresa desde el hartazgo con una dirigencia política que lleva décadas sin soluciones a la profundización de las desigualdades sociales hasta un nuevo nacionalismo xenófobo encarnado por la derechista Alternativa para Alemania AfD. Justamente la AfD, primer partido de oposición en el Bundestag y ya presente en todos los parlamentos regionales alemanes, viene llevando adelante una feroz campaña en contra de Merkel, persiguiéndola e interrumpiéndola con silbidos en todos los mitines electorales desde 2017 y convirtiéndola en símbolo de la supuesta decadencia alemana. Hasta ahora, la AfD es un tabú en el paisaje político alemán, pero nadie se atreve a pronosticar qué podría pasar en un gobierno conservador post Merkel. Además de abrir un posible período de indefinición en Alemania, el principio del fin de la era Merkel agrega aun más incertidumbre en una Europa sin liderazgos fuertes, con una negociación trabada para la salida de Gran Bretaña de la UE, una Italia que desafía los estrictos criterios de la moneda común y una Europa del Este cada vez más volcada al autoritarismo nacionalista al estilo del húngaro Viktor Orbán. La actual coalición liderada por Merkel, que se formó seis meses después de las elecciones de septiembre de 2017, ya tuvo que superar dos graves crisis internas. Y los socialdemócratas alemanes, sumidos en una grave crisis pese a haber logrado la aprobación de varias de sus propuestas en el Ejecutivo, exigen rever el acuerdo de gobierno con los conservadores dentro de un año y medio, cuando se llegue a la mitad del mandato, para decidir si siguen o no en el poder hasta el 2021. Que lo hagan, y que Merkel se mantenga hasta entonces, podría depender también de quién sea elegido al frente de la CDU. Las cosas serían más fáciles para la canciller si en el congreso partidario del 6 y 7 de diciembre en Hamburgo surge como nueva presidenta Annegret Kramp-Karrenbauer, alias
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AKK, también llamada “mini Merkel”, actual secretaria general de la CDU y cercana a Merkel tanto política como personalmente. También podría haber una convivencia pacífica si gana el primer ministro regional de Renania del Norte-Westfalia, el “centrista” Armin Laschet. En cambio, los dos candidatos del ala más conservadora podrían complicar la gobernabilidad bajo la batuta de Merkel. El primero es Friedrich Merz, ex jefe de la bancada de la CDU, conservador al mismo tiempo que neoliberal. Aunque en los últimos años trabajó en fondos de inversión y bufetes de abogados, quiere regresar a la política a sus 63 años. Merz nunca dejó de criticar a Merkel, pero sobre todo se lo recuerda por sus discursos de principios de 2000 sobre la supuesta obligación de los inmigrantes de someterse a la “cultura dominante” y por proponer un sistema impositivo “que quepa en un apoyavasos”. El segundo candidato, el joven ministro de Salud, Jens Spahn, representa el neoconservadurismo europeo que encarnan líderes como el canciller austriaco Sebastian Kurz. Pragmática y poderosa
¿Quién es Angela Merkel y cómo se convirtió en la mujer que rige los destinos del país más poderoso de Europa? La historia comenzó el 17 de julio de 1954, cuando Angela Dorothea Kasner nació en Hamburgo, en la entonces República Federal Alemana, como hija de un pastor protestante y una maestra de inglés. Con tres años se trasladó a la República Democrática Alemana (RDA), concretamente a Templin, en la región de Uckermark. Merkel llegó a la política con la caída del Muro de Berlín, en 1989, para convertirse un año después en ministra de la Mujer y de Juventud del Gobierno de Helmut Kohl (1982-1998) y en 2000 en presidenta de la CDU.
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Con una mente analítica, fría y con disciplina luterana, esta doctora en física se convirtió en 2005 no solo en la primera mujer en gobernar el país, sino también en el primer dirigente político procedente del este de Alemania. A sus 64 años, ha dado siempre muestras de su fuerte capacidad de síntesis y de su pasión por el detalle. Camino de emular a Kohl, que fuera su mentor dentro de la CDU, cuando fue investida por cuarta vez consecutiva como canciller en marzo de este año, Merkel ha sabido mantenerse fiel a sí misma y proteger antiguas cualidades como sus nervios de acero. Su capacidad negociadora es legendaria, pero con su renuncia a presentarse nuevamente como candidata a presidir la CDU, la canciller alemana demostró que también ella tiene sus límites.
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