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Gutiérrez Ortiz invalidez del “Plan B”
from Macroeconomía 361
legislativo determina la aplicabilidad o inaplicabilidad de los principios de la democracia deliberativa y esta Corte debe de ser muy cuidadosa en determinar las condiciones de su justiciabilidad, de ah í que hayamos determinado que su cumplimiento debe definirse en función de las circunstancias concretas de cada caso. Si este requisito solo fuera formal y bastara invocar cualquier razón para que el órgano legislativo se libre de las exigencias de la deliberación parlamentaria, entonces el Poder Legislativo podr ía disponer libremente de las reglas y, con ello, tendr ía el poder de determinar las condiciones de su sujeción al control constitucional y, peor, determinar las condiciones que las minor ías parlamentarias puedan hacer valer su voz en una manera informada, responsable y reflexiva.
En otras palabras, si no analizá ramos las circunstancias concretas de las minor ías parlamentarias en cada caso para determinar la permisibilidad de la dispensa del trá mite legislativo y solo exigiéramos un cumplimiento formal de los requisitos, ser ía enteramente disponible para el legislador cumplir con las exigencias de una deliberación parlamentaria. La motivación exigible deberá ser más sólida y razonable cuando se observe que, del cumplimiento de los requisitos que se buscan dispensar, depende la posibilidad de participación en igualdad de condiciones a las minor ías parlamentarias. A mayor participación e involucramiento de las minor ías en el impulso de la dispensa, menor será la exigencia de motivación requerida; mientras que la dispensa tendrá mayor resistencia al lograr su validez al constatarse menor participación e involucramiento de las minor ías. Pues bien, al aplicar este est á ndar al caso concreto, se observa que la dispensa del trá mite legislativo en la Cá mara de Diputados se realizó sin ninguna motivación, pues al plantearse y aprobarse ante el Pleno no se ofreció ninguna argumentación m í nima. Por otra parte, este vicio trascendió en contra de las minor ías, quienes no solo se opusieron a dicha dispensa, sino que señalaron que requer ían del procedimiento ordinario para participar informadamente sobre el contenido de la propuesta.
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El segundo vicio est á relacionado con el anterior, y consiste en la falta de un plazo razonable dentro del cual todos los integrantes de la Cá mara de Diputados tuvieran una copia de la iniciativa para hacerse de una opinión sobre la materia de la deliberación parlamentaria. Este requisito ha sido materia de aná lisis en distintos precedentes de este Pleno y hemos determinado que debe constatarse el cumplimiento de las reglas que garantizan el conocimiento oportuno del dictamen legislativo y de los documentos relevantes por parte de todos los representantes populares, pues su cumplimiento es un presupuesto necesario de la misma posibilidad de deliberación efectiva y libre que supone todas las demás reglas, de ah í que el cumplimiento de las reglas que posibilitan esta precondición constituya una garantía orgá nica de una deliberación democrática, pues no se debe deliberar sobre aquello que no se conoce.
En el presente caso, como se observa de las constancias del procedimiento legislativo, la iniciativa sobre la que se solicitó la dispensa se introdujo poco antes del inicio de la sesión correspondiente, por lo que es evidente que los diputados no tuvieron plazo alguno para familiarizarse con el contenido de lo propuesto ni, menos aún, para formarse una opinión informada que les permita participar en la deliberación parlamentaria. En consecuencia, al encontrar que en el procedimiento legislativo se constataron dos vicios con un efecto invalidante, mi voto será por la propuesta de invalidez. Es cuanto, Ministra Presidenta.