El SIMULCOP fue patentado por Jacobo Varsky en septiembre de 1959 como
"plantillas para dibujo". Eran unos libritos con ilustraciones en papel manteca , listos para calcar. Se colocaba sobre la hoja del cuaderno en blanco y presionando fuerte quedaba la figura que se había elegido, En la escuela el producto respondió a la exigencia de "hacer bien los dibujos", y esto significaba reproducir de manera fidedigna la "realidad". En muchos casos se prohibia el uso, animando a dibujar por si mismo.