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EDITORIAL CUERVO DE PAPEL
Antología Poética
El rayo que no cesa
Dirección Editorial Omar Garzón Pinto Xavier De Las Casas Colección de Poesía Terapéutica Todos los derechos reservados © Poesía Terapéutica E-mail: poesiatera@gmail.com
Presentación © Omar Garzón Pinto E-mail: omargarzonpinto17@gmail.com Fotografía © Camila Cifuentes García E-mail: saynomore125@hotmail.com Diseño de Carátula © Xavier De Las Casas E-mail: xaviparavos@hotmail.com Epílogo © Héctor Hernán Hurtado ISBN 000-000-0000-00-0 Colección de Poesía Terapéutica 2013 Concepto gráfico, diseño y diagramación Visual Rain Publicidad Tel.: 314 422 3502 Calle 51 No. 88c-40 Bogotá, Colombia E-mail: visualrainpublicidad@gmail.com
PRESENTACIÓN Implicaciones de un rayo incesante
“En mis manos levanto una tormenta de piedras, rayos y hachas estridentes, sedienta de catástrofes y hambrienta.” Miguel Hernández
En la segunda mitad de la década del treinta, Miguel Hernández publicaba la que sería su obra cumbre, El rayo que no cesa, al mismo tiempo que estallaba la Guerra Civil Española. Años más tarde, el poeta sería apresado por ser militante republicano, motivo por el cual también sería llevado por varias penitenciarias hasta ser confinado en una cárcel de Alicante, donde murió a causa de una penosa enfermedad pulmonar, mientras su hijo sobreviviente y su amada Josefina Manresa pasaban hambres. Es por esta razón que el título El rayo que no cesa, Antología poética, no pretende nada más que ser un homenaje a la vida y obra del poeta de Orihuela, sin que esto signifique que el contenido de la obra que hoy ponemos en sus manos, sea inspirada en la labor o que hacer poético de este bardo. El proceso de elaboración de El rayo que no cesa, Antología poética, nace de la idea que nos planteó Xavier de las Casas, quien puso en marcha la ya conocida pero siempre quijotesca y admirable labor de crear un sello editorial, esta vez llamado Cuervo de papel. Fue entonces cuando decidimos conversar con algunos amigos que, a raíz de su constancia en la lectura y escritura de textos literarios, han adquirido, en mayor o menor medida, un bagaje muy valioso que no los hace, necesariamente, los autores más mediáticos de la literatura colombiana pero sí los creadores de una obra digna de publicar y, por qué no, de declamar a grandes voces en las plazas. Todos los autores aquí antologados aceptaron aportar a la construcción de este compendio poético no sólo el trabajo de meses, quizá de años, sino también un monto económico que hizo posible la publicación de este ejemplar que usted tendrá la oportunidad de leer, algo que le da un valor agregado a esta obra si tenemos en cuenta que, como bien se sabe, para darse la literatura como acción, deben existir dos protagonistas: escritor y lector. Para llegar a concebir al primero de estos protagonistas pueden pasar muchos años y ni si quiera eso aseguraría la realización del mismo. En {5}
cambio, el segundo protagonista es algo que se puede concebir de manera más fácil si se cuenta con algo de voluntad política (no se alarme el lector, pues la cultura es un jugador tan importante como la política dentro de la construcción de las sociedades). Lamentablemente, en países como el nuestro es muy difícil llegar a la realización del primer eje de la literatura (escritor) y es mucho más difícil, casi una gran lucha, llegar a la concepción del segundo (lector). En esta medida, quiero agradecer a los autores que decidieron marchar con nosotros hacia la realización de este importantísimo trabajo y a usted, estimado lector, por poner su atención en estas páginas que tal vez no le aporten algo más que reflexión, distracción y, por qué no, nuevas ideas de creación, puesto que esta propuesta rompe esquemas establecidos de difusión para cambiarlos por alternativas de publicación autónoma y autogestionada. Sin más preámbulos, sirva, pues, esta antología, como un pretexto para hacer un llamado sobre la importancia de la difusión de la palabra versificada en un país donde la poesía no se vende porque no se vende, y también como un punto donde convergen nuestros gustos y necesidades de lectura. Con estas sencillas palabras, damos la bienvenida a todos aquellos que acojan este libro para el goce de la lectura.
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4. DIÁLOGO A. Estuve enfermo? ¿Ahora estoy sano? Y ¿Quién ha sido mi médico? ¡Como lo he olvidado todo! B. Ahora es cuando creo que estas sano, Pues está sano quien olvida. Federich Nieztsche//EL GAY SABER
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El rayo que no cesa Antología poética
Omar Ardila Murcia (Valle de Laboyos, 1975). Poeta, ensayista y analista cinematográfico. Ha publicado los siguientes libros: Alas del viaje en un instante (2005), Palabras de cine (2006), Corazón de Otoño (2010), Espejos de niebla (2012), Antología de Poesía AnarquistaTomos I y II (2013) y Cartografías cinematográficas (2013). Ha obtenido las siguientes distinciones: Segundo puesto en el 2° Certamen de poesía y prosa Azul (España 2004); Mención de Honor en el 4° Certamen Internacional de poesía “Mis Escritos” (Argentina 2005); Finalista en el IV Concurso de poesía YoEscribo.com (España 2005); Primera Mención de Honor en el concurso de poesía ecológica “Los guayacanes de Popayán” (Colombia 2005); Segundo premio en el Concurso Departamental de Literatura del Huila, modalidad ensayo (Colombia 2010); Finalista en el II Premio Rara Avis de Ensayo y Memorabilia de Ediciones Irreverentes (España, 2011); Ganador del Premio de Poesía José Eustasio Rivera (Huila, 2012). Colabora en diversas revistas virtuales e impresas, en las secciones de cine y literatura.
CLAROSCUROS Momentos quebrantados por enardecidas voces del pasado Máscaras diluidas en el pórtico de la luz Aleteos subterráneos desafiando raíces ahuecadas ¿Cómo absolver la memoria de los hombres? Vinieron unos cuerpos imberbes y nos hicieron conocer el verdadero paraíso. Esos cuerpos abrazaron la soledad y adormecieron nuestra pertinaz nostalgia. Primero fue la castración. Aquel Dios que arrebataba los impulsos inocentes nunca nos dio la cara. Aprendimos a desafiar las tinieblas con más oscuridad. LIBERTAD Cuando las máscaras incorporen esas huellas de la luz que aún quedan en el cuerpo. Cuando el viento haga exaltar la sombra de los muertos. Cuando Dios busque al hombre en la frescura del infierno. Cuando el hilo del tiempo ahogue todos los gobiernos. Cuando el corazón avive sus alas y profundice en el deseo. Cuando las filosofías descansen en el silencio. Cuando uno sea igual a dos y dos igual a cero. Cuando la velocidad de la caída en la alborada de la vida se detenga en el vacío. {9}
SIMULACIONES Aguardando la partida en desgastados escenarios académicos. La falsedad es dueña de las miradas y los gestos. Cientos de jóvenes presurosos buscan una voz que los libere del letargo – esperanzas perdidas en paraísos ausentes – ¿Hasta cuándo ahogarán las rosas con las impertinencias de la pluma? Espejos con el rastro de miradas perdidas, siguen buscando en los cuerpos caídos, esa luz que las palabras clandestinas anuncian desde la silenciosa trinchera. Fugaz prolongación de la prótesis: el cuerpo esquivando la muerte que ya traspasa la puerta.
POESÍA No es el tiempo absuelto por la mirada del mendigo No es la memoria encubriendo los desafueros de los muertos No es el cántico angustiado del río en las noches sin luna No es la luz queriendo embellecerse con la sombra del alma No es el camino pedregoso acariciando las huellas de una doncella errabunda No es el cielo seducido por la lúbrica danza de los arreboles No es aquí, ni es allá, ni es en el vértice de todas las líneas donde tu presencia me interroga ¿Acaso, el silencio vertido sobre los cuerpos agobiados?
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El rayo que no cesa Antología poética
Ingrid González (Bogotá,1990). Escritora. Ha publicado crónica en la Antología de Crónicas Barriales, como poesía en la revista Gavia (U. Distrital, 2009), y en el libro Poesía Colombiana (La Esquina Ediciones, 2009); Antología de letras y exlibris (Ediciones La Máquina Gris y Liga Latinoamericana de Artistas, 2010); Díptico: “Sin destino impuesto” Colombia y Rumania (compilación de dos poetas colombianos y poetas rumanos, 2010); portada del número 75 de la revista Bacánika, con el cuento Un Punto Negro; y en una antología de poesía latinoamericana femenina llamada FeminaPoesi (2013) con la Liga Latinoamericana de Artistas, con quién, también, publicó su primer libro: The Nueva Orleans Night Club y Otros Cuentos (2013).
PALABRAS PARA IRSE Cuando ya no vean su rostro Y entonces las lenguas se enreden a través De su nombre, difamando Mejor es que piensen que aún no los ha olvidado, Pero si con esto se alegran más Quizás es mejor creer que ya se habrá matado; Sobrio, como nunca antes Lucido, pero menos esperanzado y Placido, como nunca tuvieron el gusto de verlo. Seguro piensan que no los recuerda si quiera, Aunque se remuerda por cada abrazo Que no dio Por miedo que lo rechazaran, ¡Cuánto ahora le duelen las manos, Las que tanto negó tener! Si su compacto rostro se atraviesa Un día claroscuro Sobre una acera, en una avenida, Nunca lo saluden Porque simplemente negara su existencia Como siempre lo hizo. Si al irse no se despidió Es seguro que no fue por rencor Porque nunca conoció esa palabra, mucho menos La sintió; Solo los miró detalladamente para Olvidarlos, por si los volvía a ver, Aunque nunca lo haya hecho. Si llegan a hablar de sus ahogadas risas, Las que pensaban que eran fingidas, Deberán aclarar que siempre sostuvo su fe {11}
En algo más que un amigo, Lo que alguna vez sobresaltado quiso compartir Con ustedes, Pero ustedes le dijeron que una canción duraba Lo que duraba un amigo. Deben saber que les pide perdón Por cada palabra mal dicha, Que resultó grosera; Por cada mirada dolorosa Porque ahí no pensaba en ustedes, Aunque también acepta que hubo Situaciones En las que los quiso acribillar. Que cuando no aguantó la melancolía Nunca lloró en frente de ustedes, Solamente porque no pensó Que les importara. Finalmente afirma que no se arrepiente De haberse ido, Ni de nunca haber mencionado a sus amores, Simplemente porque ni él mismo los conocía. Acabaría diciéndoles que Yuxtapone Su ausencia a su largo silencio. Y ya. RESURRECCIÓN Observa a mis muertos. Todos han regresado De sus cenizas amarillas. Te traen una lengua parasitaria, Envuelta en un cristal que la refrena. ¡Detén tus oídos! ¡Ellos predican mi miseria! VIENE MI SANGRE Viene mi sangre En contracorriente, Hija de los espíritus Fríos de la vida. Cargada con piedras De la memoria de mi padre, Ella viene, {12}
El rayo que no cesa Antología poética
Tergiversa, pesada, Yerta. Se ha formado mi espíritu Con los desechos de ella. Duro, regio y parco Nunca se postrará En la tierra. Ven ante mí, Te enseñaré los coágulos De mis guerras. ERROR Las venas están saturadas. Viaja en ellas el error De la ascendencia inocente. El niño extiende su puño, Sabe que la sangre en él No es la de sus padres. Tiene las venas saturadas De una sustancia que no se explica. ––Es el error, dice su padre. Él está inocente del puño del niño.
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Sergio Antonio Chiappe (Bogotá, 1972). Poeta y Químico Industrial. Actualmente la gran mayoría de mis poemas y fotografías los tengo publicados en mi perfil de Facebook. Participo activamente en muchos grupos de poetas y colectivos que se han originado en las Redes Sociales, tales como: LA COMUNIDAD DEL MEGÁFONO, LA VIDA ES POESÍA, POETAS DE LA OSTIA, TIERRA DE POETAS, DESDE EL ALMA, COMUNIDAD DE ARTISTAS DE DEBAJO DEL SOMBRERO y VOCES.He participado en programas de radio emitidos por la Emisora Punto y Seguido de la ciudad de Miami sobre el Boom de la Poesía en las Redes Virtuales Una travesía por Latinoamérica (2012), asistí ese mismo año al taller de poesía LA MISTERIOSA POESÍA del Gimnasio Moderno en Bogotá. Con los poetas de la COMUNIDAD DEL MEGÁFONO organizo recitales en distintos lugares de encuentro en Bogotá. Recientemente obtuve Mención de Honor en el V Concurso Internacional de Poesía “El mundo lleva alas” de la Casa Editorial Voces de Hoy. Hago parte del grupo de poetas colombianos que figurarán en la Antología La Noche en Blanco La Luna en Verso de Granada, España (2013).
HOY SOY UN PERRO Hoy soy un perro que vaga por las calles mordiendo el viento soy un perro flaco y amarillo en una esquina cualquiera donde coinciden el hambre y el aroma de los panes frescos. Mientras juego en los andenes, hombres de mirada triste corren hacia ninguna parte. Hoy calmo la sed en charcos que formó la lluvia, busco la sombra de un robusto árbol y me echo a mirar pasar las nubes. DOMINGO El domingo es un día manso como un perro viejo, es un pájaro somnoliento que recoge su vuelo así como los muertos lo hacen con sus pasos las calles grises son más grises en día Domingo. Es día de lluvia, {14}
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de albercas de inquilinato, de grifos oxidados que lloran gota a gota y de amantes que se llueven en la penumbra. El domingo es un día de silencios tristes. LAS PENAS Las penas se tienden al sol, en las cuerdas del patio de atrás bajo la sombra del guayabo. Se lloran a puerta cerrada y en silencio para no molestar a los muertos los malos presagios no pueden entrar en el corazón ni las flores darse cuenta que nos estamos marchitando
BELLA Al recuerdo de Yanira. Naciste en la tierra del Mohán la noche en que la luna nueva lloró sobre los arrozales. Envejeciste entre sueños y plegarias frente al silencio de los altares, se te fue la vida detrás de las ventanas y entre las magnolias. Jamás lloraste por la vasija que el tiempo habría de romper jamás lloraste por la primavera perdida Bella, así la vida llamó tu soledad, sólo la muerte liberó tu alma en un septiembre que se llenó de lluvia.
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Diana Carolina Daza Astudillo (Bogotá, 1980). Redactora creativa y promotora cultural. Directora del proyecto de publicación alternativa Piedra de Toque. Invitada a la oxigenación poética (Cúcuta – Colombia 2001), al VIESPERGESIA encuentro de poesía joven Bogotá – Colombia 2002, POESÍA EN ESCENA en la sala Seki-Sano (2003) Bogotá - Colombia, III muestra poética Naranja Roja Universidad Nacional (2004) y al encuentro LATIGO en Quito, Ecuador, en el mismo año. Actualmente participó del festival OJO EN LA TINTA. Sus poemas han sido publicados en revistas de creación literaria de México, Chile, Venezuela, Ecuador y Colombia. En el 2003 publicó el poemario: "el abrazo de los días grises" en la colección “aquí estamos decena” de Funcreta ediciones y en diciembre de 2010 participó con textos narrativos en la publicación colectiva: “Domingo, vendedor de globos” con la editorial Pornos. Acaba de publicar su poemario: “El nacimiento de la Gargolenana” con el sello PIEDRA DE TOQUE en la colección estampillas poéticas.
AUTOPISTA Hay encuentros en la vida que dejan la sensación de un largo viaje por una carretera sin focos de luz, donde corrimos sin frenos esquivando mariposas negras en el parabrisas pagando peajes innecesarios. No es bueno acabar las monedas en el poso de los buenos deseos. para cuando abandonados mutilados aguardemos por el autobús que nos llevará de regreso a casa. Hay encuentros en la vida que dejan cicatrices en la memoria producto de viajes equivocados. NI NIDOS, NI PLUMAS Más de novecientos días bajo el efecto de la lluvia que todo lo crea bastaron para aprender por fin que de los pájaros que trae el viento hasta tus manos no te pertenece ni las nostalgia de las plumas que se enredan en los dedos después de un adiós definitivo.
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El rayo que no cesa Antología poética
Somos peregrinos anidando calor artificial en los nidos del tiempo vamos escribiendo historias en la memoria de los otros sumando canciones a la banda sonora de su vida sembrando sentimientos en sus patios para al final quebrarles en corazón con tanto olvido. Lo único que permanece es la soledad la soledad en el nido de la memoria la soledad en el patio de la casa la soledad en las manos que nos recuerdan el canto de los pájaros que llenaron con su color los días. LÁTIGO La casa presiente la llegada del habitante nada lo espera la gotera en el lavamanos anuncia el suicidio de las cosas a fuera todo se mueve adentro todo se cae se desase con el portazo que resucita la inutilidad del ser. ARTEMISIA I Siento los dedos del viento como llamas incendiando más que mis pechos y presiento el miedo de los tuyos, al pensarse sepultados bajo una tela blanca. Blanca tela, símbolo carcelario de una iglesia negra, que bajo las vestiduras ha fecundado por los siglos de los siglos un veneno de falsedad, que bebido de un cáliz provoca la ceguera del entendimiento. II Despierto. Y al no encontrarme aún, con el aliento de un solo hombre sobre mi nuca, alguien que amorosamente critique mi mala postura, mis uñas carcomidas y ese vicio de andar justificando a los equivocados, sino con el calor en la menoría, de todos aquellos que han aceptado mis besos de vino, saliva de gloria, fruto de la sinceridad de un instante. Presiento el revoleteo de una mariposa con alas rotas en tus pesadillas, al imaginarte presa en un lecho escogido, no precisamente por tu pincel ni tu sexo. {17}
III Veo por la ventana que fueron tus ojos y que tallaron el clamor de tus plegarias sobre la espalda de los días, y presiento la celebración de tus pupilas al ver derramada sobre los lienzos esa dulce violencia que rondaba tus sueños. Belleza sobre los rostros excitados por un dolor sin verdugo. IV Desde el borde de las hojas, te contemplo, te visito y presiento el deseo de tu corazón por ver escrito tu nombre, como primer nombre, sobre la lista de una escuela patriarcal. Te descubro, Artemisia, mientras presiento tu sonrisa, una cálida sonrisa iluminada de victoria, al haber ganado un lugar para las de tu especie, silenciada especie, hasta entonces acostumbrada a limpiar el polvo en el patio de atrás. Laberinto con dos salidas: una que conducía a la boca hambrienta de los machos, otra, a los tibios brazos de un dios egoísta. Tú no lo sabes, ni ya lo sabrás pero al encontrar tus huellas claroscuras en la línea de nuestra historia, no sólo presentimos, sino sentimos y mil veces celebramos, tu muerte florecer, como aliento que espanta el cansancio que nos espera. umas que se enredan en los dedos después de un adiós definitivo.
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El rayo que no cesa Antología poética
Amadeus Alessandro Longas Amadeus Alessandro Longas (Medellín, 1984). Artista plástico y fotógrafo profesional. Escribo bajo el seudónimo de Luis Ángel Zola. Actualmente trabajo dictando talleres de creación literaria desde al arte, enfocándome principalmente en los niños y jóvenes en todo el país. He participado en varios festivales de poesía, nacionales e internacionales entre los cuales se cuentan “EECOS – Tulcán, Ecuador (2013)”; Festival internacional de poesía, San Nicolás de Los Arroyos –Buenos Aires, Argentina (2013). Mi trabajo literario ha sido merecedor de menciones en Chile, Argentina y España. He publicado poemas, cuentos y micro-relatos en varias revistas virtuales y físicas. Director y creador del PROYECTO CARDINALES, proyecto de elaboración poética a través de las redes sociales donde participan alrededor de 352 personas en todo el mundo reinterpretando la obra de Luis Ángel Zola desde otras variables perfomáticas, explorando así otras posibilidades en paralelo con las mediaciones técnicas que se suceden en el tiempo para una percepción integral y conjunta de la poesía contemporánea.
(DESHORAS VI) Esa caligrafía del alba que traza los olvidos entre atmósferas de luna y ecos perforados allí donde mis labios precisan tus labios donde la niebla precisa la sombra donde la raíz silenciosa del fuego es parecido al llanto donde tu piel desnuda es un jardín de espejos donde la arena se resguarda en las aristas de tus manos allí donde hay palabras que se dicen sin siquiera abrir los labios donde todo se sucede y se desangra donde tu respiración es un grito insoluble entre las distancias allí donde las manos se despojan de sus ropas invisibles allí donde te miro a los ojos y encuentro un murmullo el murmullo de las olas. LA PUPILA DE LOS OBJETOS Serpentea el arroyo sobre la noche oscura mientras el eco de la piedra deja pasar la memoria sobre su piel tranquila Una precipitación de furias y aciertos que desvela el ruido como unos ojos abiertos sobre la tierra como un verbo transitivo que se resguarda en los rincones como un refugio del silencio entre laberintos intuitivos como un periodo de certezas y soledades imposibles como una voz que se lamenta y deja ver la pupila de los objetos como un acierto de ritmos sostenidos que se desangran sobre un marco tembloroso mientras la voz de la nostalgia se llena de guerras y de cartas {19}
y nuestro cuerpo se trenza de bocas mordidas y labios rotos. El cielo es una palabra que nos pertenece mientras mi alma se derrama sobre la carne extendida y tú decides cerrar los ojos para no verte. LUNALOQUIO # 101 La ciudad es blanca como la circularidad de una huella y entre las manos de las palabras y las historias, la tierra edificada con flores. Un idioma escrito con polvo como se escribe el silencio en las grietas de las calles. Hay un desierto de bocas ajenas y espasmos de noches sin consuelo, voces inmersas que dialogan con la viruta, el norteño, JimiHendrix, Epaminondas o “Fosforito”. Estrellas sumergidas en el aire incierto bajo la sombra del sabio Caldas, mientras las niguas se pato- lindan y se pato -”ojean” los estribos y las lecturas se concentran y se desangran sobre ese cuartito con punto aparte y sus Disidencias. La casa de Negret y su menordomo alucinógeno de negativas insalubres, dos humanos con aliento antropomorfo que se aparean entre los desvelos, el trance del payaso en turno y una fecha que sigue latente entre el eco de dios y las iglesias. 31 de Marzo / 1983. No todo lo que amas se vuelve arena.
Popayán, 1:03 am. LA ESTELA DE UN SUSPIRO Buscar en los sueños en las bocas estiladas de la tierra en los diálogos del alba y en el aire enfermo Buscar en el tic-tac del tac-to en la mugre en la puesta del sol y el horizonte Buscar en la mirada del agua en el tornasol violento de la saliva en los bronquios de los insectos en las fases de la luna en la luna y en los inciertos. Buscar en la media noche la unidad completa completarse con la sombra de los objetos deshilarse de lo prolijo y de las sucesiones lentas y entregarse a los encuentros como se entrega un instante sin treguas sin lamentos mientras la cordura se venda los ojos y deambula con los ojos clínicos dispersos. {20}
El rayo que no cesa Antología poética
Buscar en lo submarino la mecánica del vuelo la estela de un suspiro la furia de una gota de agua sobre un paraguas inquieto Buscar la quietud entre el movimiento en las erecciones y las historias no contadas por el viento Buscar en las alas de las golondrinas la palabra que nos falta y gravitar sobre una silla como un bosque transitado Buscar en los residuos, en las murallas, en los reflejos y violentar a todo pulmón la intimidad de lo que somos, espejos.
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Flóbert Zapata Arias (Filadelfia, Caldas, 1958). De padres gaitanistas desplazados, previa sentencia de muerte, de Samaria, vereda de Arboleda, municipio de Pensilvania en la violencia del cincuenta. Al lugar en el que fuera alumbrado lo cubría un manto de ignominia no menos atroz. Es autor de los libros de poesía Copia del insecto (1991), Después del colegio (1994), Declaraciones (1999), Ataúd tallado a mano (2006), Coplas (2009) y La bestia danzante (cuentos breves,1995). Ha obtenido los siguientes premios: Universidad de Antioquia, 1993; Ciudad de Chiquinquirá, 1999; Antonio Llanos, 2001. Fue finalista del Premio de poesía de MinCultura en las ediciones 1997, 2001 y 2002. Su obra ha sido incluida en compilaciones de poesía colombiana. Dirige el plegable Musa Levis. www.flobertzapata.blogspot.com
SIEMPRE DORMÍ MUY MAL Siempre dormí muy mal. Después de muerto seguro seguiré durmiendo mal. Seré un mal muerto. Un muerto fatigado. Nada me preocupa de la muerte, excepto esta certeza de que voy a seguir durmiendo mal. EPITAFIO DE UNA TUMBA EN EL CAMINO Viajero: si acaso te detienes en mi tumba, orina, por favor. No me niegues el cálido y sonoro charco de espuma y ámbar. Aunque no puedo ya beberla, me consuela tan vívida evocación de la cerveza. UNA RÁFAGA DE VIENTO Una ráfaga de viento ha levantado la falda de una estudiante joven y hermosa que espera en el paradero del Parque de los Enamorados Por la displicencia con que vuelve todo al orden fácilmente se sospecha {22}
El rayo que no cesa Antología poética
que está cansada el cerco del apetito Debajo de los prenses de lino y de los cuadritos rojos y azules se dejan ver unas tangas blancas celestiales unas piernas trofeo o promesa duras inmejorables y unas nalgas quietas distraídas La imagen (no sé por qué sagrada) estremece y subvierte Un obrero la ha visto renacido seguramente su almuerzo tendrá mejor sabor los muertos del noticiero llegarán menos tristes el trabajo de la tarde más liviano el pequeño salario menos punzante El empleado del almacén de muebles guardará la imagen para la noche cuando su mujer sea una víctima agradecida Un chico más o menos de su edad se ha puesto pálido y desde un lugar estratégico espera que el viento repita la fechoría Y la estudiante pendiente sólo de la buseta se irá a su casa serena sin nada que contar aparte de los exámenes de fin de año inocente de las vidas que ha perforado por unas horas, unos días o toda la eternidad. DESTINO CIEGO Los puedo mirar sin temblores si no tienen ojos. No si no tienen alma, que no tienen, ¿o cómo se explica esa desbocada reserva de frío insoportable y soportado, de frío impuesto que imponen? No me hieren, no me controlan, no me matan, si no tienen ojos. Y no tienen ojos, se los he arrancado, y yo tampoco, me los hicieron arrancar ustedes para que les expresara gratitud, {23}
lo que prueba que me envenena mal el egoísmo. Puedo leerles mis poemas si quieren, cuentan la utopía de vivir con ojos y de verlo todo, hablan de tiempos en los que teníamos ojos y nos matábamos, de pueblos que nunca se mataban, muestran cómo sin ojos se mata cada uno solo, cumpliendo con el deber, entregándose al destino ciego.
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El rayo que no cesa Antología poética
Felipe Donoso Suárez (Bogotá, 1979). Ingeniero civil de profesión. Algunos de sus poemas fueron publicados en Primeras páginas para soñar, antología de poemas ganadores de los concursos de poesía del Universidad Minuto de Dios, 2002. En el año 2003 obtuvo el primer premio del concurso de poesía Eduardo Carranza. En Junio de 2010 participó en el XVII Festival de Poesía de Tenjo y en el 2013 en el 21 Festival Internacional de Poesía de Bogotá, como uno de los ganadores en la convocatoria de Nuevas Voces para la Poesía Colombiana.
JENÓFANES Yo pensaría que los dioses de los árboles Tienen profundas raíces Y contemplan el devenir del tiempo Y el otoño. Los dioses del desierto tienen forma de lluvia. Los dioses de la tierra son montañas que caminan. Voy divagando por el mundo buscando la forma De mis dioses. Acaso sean esferas O tengan la forma indeterminada del invierno. Yo nada se del universo ni de los hombres. Puede que mañana sea una roca O me convierta en la delgada niebla de la mañana. Quieran los dioses liberarme de este cuerpo Y ser la estrella O la luz lejana de la noche.
LLUVIA Puedo enumerar la lluvia Contarla Darle nombres en cada instante Puedo salir y retenerla con mi abrigo Tomar de adentro lo fundamental Puedo alcanzarla Seguirla Sentir la oscura vibración del relámpago O acaso guarecerme Y verte caminar entre la niebla
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DIOS Te nombro hombre Al hondo mar que llevas dentro Lo llamo miedo.
RECKONER Sobre el umbral de la terraza, Margarita Avanzó Por El Agudo Tejado. En un salto se fundió al vértigo al verano. Yo contuve el aire cuando fui tras ella. Era un pájaro de luz. Un ave marchita con círculos y ojos y largos brazos. ¡Mi memoria! ¡Aquella tarde en la ventana! En el tren no hubo palabras. No hubo miradas. Con mi mano medí kilómetros y finales, Descubrí ocasos. Una lágrima se enrollaba y no caía. Los extensos valles vibran con el agua. Tu suavidad agitaba los perfumes, Las eclosiones. Somos rocas que desaparecen, Se conmueven Y vuelven. Somos polvo, Semillas atrapadas, Agujas, Manantiales. El tiempo es un fantasma. Tu Cabello Una Trampa De Viento {26}
El rayo que no cesa Antología poética
Mónica Patricia Ossa Grain (Buenaventura, 1971). Técnica en Sistemas. Ha participado en varios recitales, talleres y encuentros literarios de Cali. Ha publicado en la antología La Piel del tiempo del taller del Palabreo.Participante y compiladora de la Antología la Piel de la Mujerde la Fundación Casa de la Poesía del Valle Jorge Isaacs.Es directora del Grupo de Poesía Grainart, colectivo que lidera los proyectos Lecturas Urgentes de Poesía Valle del Cauca, Los talleres Semilla de Versos y Sembrando arte, éste último con trascendencia no sólo literaria sino también social. Mónica Patricia tiene 2 libros inéditos. poesiagrainart@gmail.com Blog: http://grupodepoesiagrainart.blogspot.com/
ALTA MAR Fluyen cantos desde una raza de piel noche y se hamaca la resistencia en el místico verde de la tierra. El sello de extranjería ronda en la sapiencia . mientras las alas de mis versos se expanden en el calor de tu nombre. cómo un tatuaje de mareas y sueños, en este mi bravío y sereno terreno con esencia a puerto.
PALABRA ADYACENTE Ella habla de paz y sus miedos se atrincheran en la ausencia absurda de lo que no llega. Él habla de paz, precipicio angosto que se calza etéreo y se sostiene con los equilibrios de un entrepaño de milagros. Se habla de paz con un deshecho vocabulario mientras cada uno desde su piel , cuece sus habas. {27}
IMPROVISTO En medio del celajes mira un holocausto sus días como cadáveres se asoman flotando con su hedor. en bordes de razón en cada escollo se lacera se desborda , se desdobla, manojos y retazos. En el suelo, abraza sus restos se acicala, se absorbe, se recapitula se dilata , saborea sus pétalos libre por fin sabe lo que es.
CALIBRADA No me sueltas, ni me agarras medida justa para no claudicar Ni un poco más, ni un poco menos lo exacto para tener en tus manos mis tormentas
NO SE ACABA Copulan las nostalgias se preñan en esta brisa de lágrimas. Desfilan los sueños que cojean en el sentido contrario de la vida. No quieren nacer, tal vez tienen miedo de que al ser paridos se cumplan.
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El rayo que no cesa Antología poética
Martha Cecilia Ortiz Quijano (Tumaco). Desde sus primeros años de vida su familia se traslada a Cali, en donde encuentra y se enamora de la poesía. Hizo estudios de Literatura en la Universidad del Valle de Cali, actualmente estudia Ciencia Política en la Universidad del Cauca en Popayán. A lo largo de estos años ha participado en algunos concursos y encuentros de poesía, ha hecho recitales en diferentes sitios culturales del país y sus poemas aparecen en revistas, periódicos, antologías y selecciones de poesía de la región. Ha publicado dos poemarios El diario de Cleopatra y De Eros a Tánatos. Integrante del grupo Poesía Grainart, del Colectivo “Trébol de cuatro hojas” y colabora activamente con la Comunidad del Megáfono de Cali.
DOS CUERPOS EN UNA NOCHE DE DOMINGO El domingo nos abriga una habitación, un ritmo distinto, agitándolo todo, un rayo, ilumina nuestras tristezas. Más allá de la ventana, la lluvia, el frío, el destierro… otro mundo se entreteje en el llanto, un mundo entre sinsabores, más sórdido y menos tibio nos arrastra. Dos cuerpos expiando sus propias culpas, el estruendo de un estomago hambriento, nos estremece, el dolor de unos ojos vacíos perdiéndose en estas calles, sus pasos al unísono con el aleteo de la muerte les golpea la cara. Dos cuerpos remolcan sus miserias como quien lleva a cuesta todos los karmas de la existencia, vidas paridas en el absurdo, la ciudad los ha ido tragando cada noche. Dos cuerpos en una noche de domingo, dos almas perdidas entre locuras alucinógenas escapes efímeros, que traspasan la razón o el desvarío, como el malabarista que camina sobre una cuerda, o como monja de clausura {29}
que guarda sus gemidos entre el silencio, como quien guarda sus sueños y sus deseos en el relicario del olvido, como quien reprime sus certezas, con el escapulario entre las piernas. Nuestros cuerpos, en cambio… se abrazan, condensan el instante, eternizándolo con recelo, son enredaderas las manos, se instalan en nuestra piel, estos ojos trasgreden al tiempo, tu boca y la mía se reconocen con un beso, nos hacen vibrar en el mar de la duda. Dos cuerpos embriagados de vino tinto un rojo intenso, acomete el aire de domingo, la nostalgia de un amor extraviado en tu aliento emerge como una herida abierta, que no quiere sanar, como ese río que se desborda en nuestros ojos, dejando en cada grieta, el aroma de la despedida. OCARINA En busca del ritmo, quiero llevarte con la cadencia de mis vientos a ese paraíso de soles eclipsados. Quiero que tus dedos presionen mis poros dilatados y tu boca ofrende su mejor canción a este barro tembloroso que te ansía, Quiero tu lengua por cada orificio mío por todos los pliegues de mi piel rebosada. Quiero oler a tu aliento, descubrir en tus yemas y en tus labios la fusión de mi hermosura. Quiero viajar a lo largo de tus brazos deslizarme despacito y bordear tu ombligo seguir hacia tus otros territorios sentirme poderosa en tus temblores y deleitarme con tus fortalezas y que no me dejes … queriendo más. {30}
El rayo que no cesa Antología poética
BOCETO No puedo unir uno a uno los pedazos de esta historia, como pieza de rompecabezas /todos tus besos ni el amor en vasija de barro. No puedo acudir a la luna ella no conoce tus secretos mas el lado izquierdo de mi cama extraña la curvatura de tu posición fetal y mi piel no reconoce otro tacto más que el tuyo. Aunque a veces te traiga de nuevo colgado de un párpado después de una noche de insomnio, ya no te tengo. No puedo creer que de ti, me queden trazos de recuerdos en grafito, boceto de lo perdido, imágenes a trasluz de lo que fue y ya no es, ¡obra inconclusa! Noche primigenia “Yo nací un día que Dios estuvo enfermo, grave” Cesar Vallejo. La noche en que nací Una tormenta era mi casa, Los rayos Iluminaron el vientre de mi madre /de enjambre, alma y corazón, La luz, se hizo vida. {31}
Esa noche, la primera de Mayo Se hizo cántaro de fuego, Las manos sabias de una partera Me trajeron al mundo. La noche en que nací A mi madre, un dolor de recién parida / le alegró el alma, Una bocanada de aire, se hizo canto, Una niñita con rostro luna y ojos gitanos Bebiendo de su pecho Le hacen creer de nuevo en los milagros. Esa noche en madrugada, en la hora justa A la una menos cinco Un oleaje de mar, Inundó la casa, Unas tijeras de modista, separaron mi cuerpo del suyo, Fui poesía junto a su regazo, Esa noche, Unidas por el amor. La noche en que nací Mi madre le puso cerrojo a su templo Desde esa noche, útero de cal y cemento.
PADRE Qué puerta o que ventana debo abrir /para ir a tu encuentro, Dime, si debo llevar monedas para el barquero. Dime padre, Cómo te reconoceré al otro lado de la orilla Yo, tan pequeña y sin ti… Mis pasos eran nuevos, Mi mundo, del color de los nardos, Mi risa, no conocía de lágrimas /antes de tu despedida. {32}
El rayo que no cesa Antología poética
Cuéntame Manuel, Si aún vienes en las noches A verme detrás de los espejos, A reconocer en una imagen, a la niña que ocupa este cuerpo de mujer. Dime padre Un cuento antes del sueño eterno Así como cuando era niña y me hacías dormir, Atrás quiero dejar esos recuerdos, A la noche en que me arrebataste al mar Y me devolviste a la vida con tu último aliento.
Cuéntame padre Si podré reconocerte, O escuchar tu voz que me llama, Escoge una hora para nuestra cita, Donde la noche acabe y el alba nazca. Dime padre Si valió la pena Buscarte entre las sombras o detrás del armario O intentar encontrar el brillo de tu mirada En la fotografía que aún perdura /en la casa de mi madre. Manuel, padre… Del calendario señala un día de Febrero, Febrero es el mes de mis ausencias, Cualquier día es bueno para morir, Prometo llegar a la hora exacta Y que me lleves de la mano a mi nueva morada.
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María Fernanda Ceballos Calvache (Cali, 1978) Socióloga y poeta. Ha publicado en revistas y espacios virtuales de poesía y literatura. En 2013 ganó el concurso Rápido, Rápido de Poesía con la Editorial Argenta Sarlep. En 2011 participó de la Antología Poética “Amores Urbanos” con Mango Biche Ediciones. Líder en la Comunidad del Megáfono de Cali y de lecturas de poesía en voz alta en espacios públicos. Coordinadora del Grupo Poesía Grainart con talleres y lecturas de poesía. Integrante del Colectivo Trébol de Cuatro Hojas con el que publicará un libro en el 2014. Ha participado de recitales en Bogotá, Manizales, Caldas y Popayán. Organizadora y gestora de proyectos para la consecución de espacios de lectura de poesía con poetas y escritores de la región y el país.
TIERRA Tierra. En ti he visto la caída en mis ojos. El tiempo con su cruz sobre nosotros. Las ramas de los árboles se han hecho ceniza. Y nada reverdece sino es pródigo. La escaramuza en el gesto con su arruga. La línea que se desvirtúa entre tu espacio y mi sombra. Una espesa madriguera anida mi piel estrecha. Y no hay otra forma de ver el sol que no sea con los ojos cerrados, para que no se queme esa imagen tuya impregnada a la córnea de mi olvido. La rutilante forma de hacerte mío aunque no lo sepas. Tierra. En ti enterraré mis restos. Mis huesos paraísos húmedos soportarán la sequía de una espera. Hoy excúlpame de aforismos porque mi diapasón se ha rayado. Cuéceme el sentido y caldea mis principios porque de ti ¡Tierra! Hoy parto. TE ESPERO Te espero. En este número de habitación sin huésped. En estas cuatro estaciones te espero. En la tarde. En el rumor que teje las horas. En el labio sin beso, te espero. En la palabra. En lo que no se dice. En el nombre de las cosas. Te espero. {34}
El rayo que no cesa Antología poética
En el caos. En el ruido de la mente y en el cielo, también te espero. Hoy. Cuatro hojas vinieron a verme. Cuatro hojas vinieron a verte. Y aquí estoy mirándolas vacías. Tan vacías como este silencio. En tanto. En el nombre de lo que no tiene nombre así mismo, te espero.
NIÑA Recuerdo cuando eras niña. Vientre azul violáceo. Las celestinas piernas desnudas y el olor a alquitrán en los zapatos. Enmudecía tu aliento aún dormida y se hacía bostezo en tus labios. El silencio del sueño en el recinto y el despertar en sus ojos, reflejado. Los pequeños dedos cual puñitos se encogían como potros relinchando y en las baletas cual potrillos, corrían por el andén, desbocados. Yo recuerdo cuando eras niña. Rápido vapor respirando. Menos lóbrego, más prístino; en el cuello su aroma como cadalso. La falda sin arrugas. El vestido. La enagua y la piel bamboleando. La balaca, la diadema, el flequillo; la figura del crisol en el estanque. Lo recuerdo todo ¡El castillo! La rotonda en la tarde y el paisaje. La casa en el árbol, el pestillo. La naftalina y ése olor de ayer que hoy es sólo un viraje. {35}
CUERPO DE MI EXTRAVÍO Yo me extasié en tu elegía. Se rompieron mis cadenas con el eco de tu cabalgadura. Las amarras quedaron sueltas cuando até mis pies a tu cintura. Tierra de muerte y pequeñas glorias. Por tu heroica y beneplácita holgura transité caminos encontrando mi desollo. Despoblada y enmudecida la tierra de mis ancestros, es también tierra en ti parida. Tierra espesa en mis dedos. Cuerpo de mi extravío y balanza de mi despojo. En ti ha quedado mi voz en tu sordina. Como una duna depositada en tus ojos.
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El rayo que no cesa Antología poética
Andrés Acosta Díaz (Epifanio Andrés Tocarruncho Bogotá, 1987). Licenciado en Psicología y Pedagogía por la Universidad Pedagógica Nacional. Docente, escritor y autor del libro Tríptico (Fundación Andrés Barbosa Vivas, 2012). Poemas tomados Tríptico
A TIENTAS Si las palabras tuvieran alas volarían mis pensamientos por los rincones de la habitación o inocuos por tu cabeza acariciándola… Si por casualidad caminaran los oídos y por las calles retumbaran mil nombres el nombre de mi padre haría gran eco y los ojos de la gente lo perseguirían. Luego una esquina fuese su morada y con un amigo de paso, quien observa mendigaran abrazos a quien pregunta ¿a dónde van mis manos? ¿Por qué escriben mentiras en el aire? Ahora mis cosas y mis amigos, todos se fugan por entre las venas los poros de la piel se abren para sí… Si las palabras tuvieran alas si el oído derecho no se hiciera el sordo al izquierdo si mis manos no escribieran mentiras mis pies no vagarían sin rumbo y de nuevo sería. {37}
Los latidos se han ido repitiendo alternados.
CONSEJO DE ORO "Anda, camina ¡levántate, te esperan tus zapatos!" Decía Miguel Hernández. Contagia al mundo con tu sonrisa abraza al viento admira las montañas fúmate hasta la última esquirla de los días. Me digo desde Miguel Hernández. Ahora Frota las manos al fuego bebe y comparte un trago mas no duermas en cualquier esquina del barrio pues tal vez sólo tal vez mañana -nos decimosel color de las violetas cansado se marche a otro mundo y nos deje "con el rabo entre las piernas". POEMA DEL FEO Es aquel que sin entenderlo vive entre los bonitos. Parece no reconocer Por qué sus líneas pertenecen a otro tipo de libro.
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El rayo que no cesa Antología poética
Poema inédito PONDERACIÓN DE IMÁGENES Para Fundavivas La vida es un libro una música estridente rápida romántica y enérgica. Vivir es más que una cuestión de energía es cuestión de toda nuestras energías. Hagamos de la vida energía, música y poesía cantos a la madre tierra a los que ya no están con guitarra en mano cantos acogedores cual fénix volando en tumbos alegre de tanto venir imaginando.
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Johanna Marcela Rozo Enciso (Pamplona, Norte de Santander, 1985). Gestora cultural. Productora y locutora de programas radiales en Colombia informa radio. Obtuvo cuatro premios de MinCultura y Fundalectura por la Tertulia Literaria El Túnel en el 2004, 2005 y 2006, trabajo publicado en el libro Bibliotecas, lectores y lecturas. En el 2007 publicó su poemario Al otro lado del asfalto.Colaboradora por Colombia en la revista argentina LAMASMEDULA, en REDYACCION y en el libro Súmese a la expedición Botánica de la Biblioteca Nacional. Segundo puesto en la categoría de poesía en el V CONCURSO LITERARIO BONAVENTURIANO DE POESÍA Y CUENTO, convocado por BUENAVENTURACALI (Certamen internacional-2009).Poemas suyos aparecen en antologías como: Nómina de huesos, 2010, La sombra y el relámpago poesía de Norte de Santander 2011, Poca Tinta Antología de la Universidad de Caldas 2012, Las mujeres que yo amo antología de la Casa del poeta- Perú, 2012 y La última Página, Medellín, 2012.Directora del taller de escritura creativa Rayuela adscrito RELATA TALLERES DE ESCRITURA CREATIVA del Ministerio de Cultura.mujerdeniebla29@yahoo.es www.lenguajedemujer.blogspot.com / www.demoliendo.blogspot.com
A PESAR DEL CLUB ¡Quieres saber del misterio, de cumplir 27 y haber muerto hace varios años…! Pregúntale a Jim: ¿Qué lo hizo meterse en la bañera? ¿La poesía no fue suficiente? ¿El rock nunca llenó su corazón? Y allí está Pam, muerta a esa tierna edad sin un público que lo celebre. Te atormenta saber por qué Janis precedió el fuego que aún no se encendía. ¡Vamos! Light my fire, light my fire, renace de la ceniza monstruosa que ya no quema. ¿Estás vivo y estás muriendo, poeta? Ven Joplin, canta y juguetea con tu cabello, suelta los calmantes que en la eternidad ya no sirven, canta y vuelve con tu grito infiel, suaviza la puñalada…
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¿Kurt, ya encontraste el Nirvana? Puedes extender la mano y ayudarnos a llegar a él, muchos ya extraviarnos el camino, se nos volvió un abismo helado. Ah, y una cosa más… retorna y esquiva la bala, vuelve arbusto la escopeta. Ellos danzan frente al espejo de la muerte, incendian sin pudor la guitarra de Hendrix. Todos sucumbieron al fuego, yo también.
VIRGINIA, MIRA ALLÁ Resuena tu nombre detrás de las ventanas que esperan tus cartas es Londres el que grita Virginia, Virginia, detente. Yo como tú también necesito una habitación propia en el lugar del mundo donde puedan soñar que son reales las palabras en los libros. Detente, Virginia no camines hacía el río, saca las piedras del bolsillo cierra el libro y vuelve a sonreír tú y la otra tú. Tus huesos corroídos bajo el árbol necesitan un lector. PIZARNICK DE FALDA LARGA Quiero que a tú regreso no encuentres mi sombra en el espejo. Necesito estar en tierras lejanas lejos del humor de los vivos de la falda en tinte gris. Ya no es posible que siempre vuelvas y mis pasos sigan enterrados en la misma arena y mi nombre siga sin pronunciarse en el eco: ¡Flora!. Es mi mano izquierda la que hace posible el milagro {41}
llevándome a vivir lejos de la tormenta en el sueño profundo. Quiero que a tú regreso leas la nota y la recuerdes para siempre: “No quiero ir más que hasta el fondo”. NO TE DERRUMBES SYLVIA Acaso la noche conoció la inmensidad de tu tristeza ¿es de nuevo el amor el que te hace cruzar la esquina hacia la nada? Sylvia: No me queda más que extenderte la mano para obsesionarnos juntas con la idea de la muerte. Cada vez que te di mi aliento tú me devolviste un poema dándole al mundo la voz de Victoria Lewis. Con gusto sería mensajera de tus Cartas a Casa para entrometerme un poco en tu desesperación, es aquí donde duele saber que entregaste tu vida antes que el universo la exigiera.
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Aldemar González González (Bogotá, 1975). Poeta y músico. Es autor de los poemarios: La Ruta del Extravío, Los Años Anegados, El Canto del Náufrago Solar, La Ascendente Presencia, y coautor de publicaciones como: Las Voces del Río (2004), Libando la Palabra (2007), Versos en la Esquina de la Ceguera (2007), La Poesía Está en la Calle (Encuentro de Saberes Urbanos, 2009), Memorias del Encuentro Literario Caminos y Palabras (2010), y 50 Poetas Colombianos y una Antología (Editorial Caza de Libros, Ibagué, 2010) entre otras. Gestor Cultural. Miembro y cofundador en el año 2000, de la Sociedad del Poema en Emergencia, en la Universidad Distrital Francisco José de Caldas. Combina la Pedagogía Musical con el espacio de poesía: Palabras de Abismo, que busca promover dentro y fuera de Bogotá, la obra de poetas inéditos y las más reflexivas voces de la actual poesía en Colombia. Artículos y poemas suyos aparecen en revistas especializadas. aggpedestre30@hotmail.com
EL OFICIO DE LAS LÁGRIMAS Nunca que se llora se está lejos. Luis Cernuda
He crecido entre los frutos del llanto: Pedrería para las floraciones, marea para el canto, primicia de la tierra, lucidez para caer conmigo al universo. Hice con él aire de las asfixias. Aprendí con cada herida a ser el verbal efecto del martirio perdurable; desnudez para la preservación de alcances y de horas dantescas. Así, los rostros de la pérdida levantan frente a mí sus efectos. Así trisca mi voz en la hojarasca. Así cruzan frente a mí, mis cuerpos. Así ejerzo la ruta que sabe ocupar la destrucción. Así encumbro la expansión de las noches, las diversas estaturas vegetales, la conciencia del hallazgo tras la escena impronunciable. Opté llevar el tacto y el sello del ardor, la jornada de las luces derruidas; forjar inventarios en medio de la nada. Opté ser el lenguaje del viento en la desolación. {43}
LA ASCENDENTE PRESENCIA …Las cosas imperceptiblemente se desprenden de sí mismas y se fugan hacia otras formas… Octavio Paz
La liviandad de cuanto observo es aplastante: El peso del mundo en mi cabeza. La oscilación de las alas destruidas, el vaivén de una hoja que cae, son la mayor parte de ese peso; la jaula abierta de la percepción; los inesperados movimientos que en mí fijan su veredicto. La resulta de la contemplación es siempre pesadumbre. Todo aquello que cae me erige la altura verdadera. Cada gravedad que asciende me trae el principio de la desposesión. LA RUTA DEL EXTRAVÍO Porque el grito ha sido queja y no denuncia, sé que el hombre persevera. Conozco la consecuencia de enumerar lesiones perpetradas al entorno. Sé que al salvar los trozos que deje la experiencia, nadie distinto al yo –que aún no seremos– debe lograr acudir. Ahora hay que encontrar la puerta cuya apertura perdimos; la dolorosa alegría de los rostros desterrados. No se acertó en lo habitable, ni en lo que debimos asumir {44}
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siquiera un poco para ser; para implantar con el vértigo y el pasmo ejercicios desnudantes. ¿Será también el recuerdo del ala el único vuelo que dejemos al ave? Lo execrable sigue siendo lo que más toleramos. Y la diaria semejanza de cada indiferencia en que crecimos, se empeña en condenar la llaga que a todos pertenece. Es necesario en esta hora crecer con un dolor unánime, donde pueda un sonido de estertor encaminar nuestro oído; donde un camino ajeno establezca incluso otro en el nuestro; y donde el mutismo del hombre sea al fin el impacto esperado, el anhelado desborde que sacuda los hechos para estaturar con un nuevo sismo las caídas. TRAVESÍA DE LOS SENTIDOS ¿Es tan sólo vivir el propósito? ¿Deben por ello los sentidos permanecer incompletos? Habitar la visión esencial, aquélla que el ojo no elabora con su oficio, es tatuarse toda página de espanto; escampar las tempestades bajo el determinante alero de acostumbrarse a morir. La contemplación sigue siendo interrumpida. Y habrá de completarse a través de la hendidura; del fruto nocturno que anuncie todo vértigo; de la promisoria sensación del joven que a la rosa de su instante se acerque; de la suma de conmociones que cercioren diariamente la pérdida de la orilla. Cada verdad que encontremos será la palmada de la muerte sobre el hombro; el cúmulo de desesperaciones que impongan sucumbir, {45}
que ocupen nuestra ausencia hasta ser en la más seria expresión su inseparable alimento. Si vivir es el propósito, contemplar seguirá siendo un acontecer ineficaz; un estéril hallazgo, al que tampoco con su efecto logrará defender la artillería de la idea; postergado nexo que sólo en medio de la agonía agolpará la experiencia en una única imagen. ¿En qué elemento realiza nuestro viaje el sentido? ¿Es necesario florecer hacia él: retroceder, caer, o acaso detenerse, acceder al universo desde el abismo mental? ¿Sigue siendo necesario volar cargando el peso del mundo; asumir el fuego secreto que ilumina en el desastre; precisarnos adentro y afuera del suceso hasta lograr implantar entendimiento y expresión? Sí, –podremos decir todos: Ante la muerte los sentidos se completan.
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Jairo Alberto López García (Aranzazu, Caldas, 1964). Es Saneador Ambiental de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas. Poeta y pintor. Es autor del compilado de cuentos Origami. Ha publicado el poemario El Grito de los Muros (Editorial Domingo Atrasado, 2005) y el poemario El Trasfondo de la Sombra (Editorial Común Presencia, 2011). Poemas suyos hacen parte de algunas revistas, y de la colección de poesía 50 Poetas Colombianos y Una Antología, Realizada por la Editorial Caza de Libros de Ibagué, 2010. Ha participado en talleres de poesía dentro y fuera de Bogotá y en numerosos encuentros literarios. Actualmente, prepara la edición de su primera novela.
ALAS GRISES Un vaso llora su gota postrera. La sangre crea siluetas de asombro. Venas rotas florecen el señalado día. Una mujer se descubre por última vez en el espejo. Su cuerpo logra tranquilizarle el rostro en el destello sin luz que ocupa sus paredes. La danza de su espíritu ha caído. Un frio suspiro ha dispuesto la marcha. El gesto del instante inicia el viaje de las alas rendidas.
LA ESPERA Incendiaria voz de un llamado. Circulamos ante ella con el rumbo de una nada próxima al olvido. ¿Cómo entenderla a dos manos sin un nombre, hacer de cada paso una puerta que no nace e ir sin la expectativa del camino? ¿Cómo quedarse en el abrazo si sabemos que está la despedida? ¿Cómo ver en cada ojo de la casa que alguien nos espere sin el rostro del regreso? Para encontrar la puerta que nos lleve hacia el encuentro, la angustia ante la espera hace más honda la incertidumbre del abismo. {47}
ABORDAR SUSPENSOS A LA DERIVA Al escuchar las ramas que se reparten. Ir hacia ninguna parte llevado por la brisa: El diálogo con lo elemental será un pacto de no agresión, una verdad eterna que florezca. Retornando caerá un fruto como evolutivo sumario de la renovación. La piedra calla para trasladar su silencio.
HAY QUE DESENREDAR LOS NUDOS DE ESTA TIERRA asolada por los golpes. No se sabe dónde será cortada la rosa de la memoria. En los latifundios florece sangre. Nuestros muertos se desplazan por el río.
CONCEBIR LO QUE NOS OTORGUE LA OCASIÓN, es lo que la época en su momento conseguirá traducirnos. Nos da por costumbre extrañas alboradas, luces que en ocasiones nos traen un prisma de vida. Navego; pero una amarga ola vive en mí como sombra maldita. Ahora indago como búho la próxima caída del sol. Quisiera devolver las páginas del árbol de esta noche para abarcar la zozobra que me nombra. ¿Podrá un café fortalecer la lucidez? Quisiera abandonar mi viejo armario de pieles; rendirle un último abrigo a la existencia. La tierra aún no es culpable de mis actos. Sólo la vidente de estos días.
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EL TRASFONDO DE LA SOMBRA Crear es construir un asilo, proyectarse en la piel de la voz, llevar tu sexo hasta mis manos, volver a edificar el origen y en el camino de los ríos perderse ante el mar de los inciertos. Crear es exiliar tus ojos tras los próximos vacíos, mudar de la flor, reconocer la separación de las semillas para saber que los sentidos van más allá de la imagen. Crear es una entretejida maraña, que en la sombra de lo desconocido anida todo y me abandona.
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Leandro A. Sabogal (Villanueva,Casanare, 1986). Interesado por la escritura desde muy temprana edad, vivió unos años en Acacías, Meta, donde se inició en la composición musical. Actualmente reside en Bogotá donde está terminando sus estudios musicales en la Universidad Pedagógica Nacional. Han sido publicados algunos de sus poemas en libros antológicos como palabra libre, Fundación el Pretexto, 2009 y Las letras del Face, Editorial Dunken, Argentina, 2013, además de una plaquette de poesía con el Atrio de Calíope, 2012 (taller de poesía de la facultad de artes UPN) en calidad de invitado. Participó también en la lectura de poemas del Centro poético Colombiano realizado en la Biblioteca Nacional en marzo del 2013 y en otros lugares representativos. La Mayoría de sus textos se encuentran en su blog personal: www.letrasyotrasapariciones.blogspot.com
ESE DOS SIEMPRE FUE UN CORAZÓN ROTO (FRAGMENTO) JULIO DE 2013 ¿Quién puede decidir el lugar dónde nace ubicar con el dedo la familia que le acoge intuir si acaso el futuro que le espera evadir tan siquiera un par de dolores? Río Magdalena no te acuso por tus navegantes o difamo tan siquiera de si estuvieron vivos o muertos. ¿Quién puede decidir el día o la hora ubicar con el dedo la casa o la hacienda? esta vida es sabia en sus cosas, dice quien ya no lucha. Todavía hay sangre en mis venas entiendo que es fortuna o que no he alzado mi voz lo suficiente. Arribaron los barcos años atrás rompieron las fuentes y parieron demonios rompieron las fuentes de oro y petróleo intentaron crear nuevos mundos con muerte. Ellos creyeron ser más por sus armas {50}
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sucumbieron en daños contra la Pacha-mama y aun hoy... gastan la fuerza de sus manos fundiendo metralla con pan. Usted que calla. Sí usted y su silencio... Es otro de ellos... Somos sus hijos por cierto... Asesinos y muertos es nuestra sangre. Estoy cansado de escribir soy un anciano que sufrió las marcas del tiempo todos los días son hojas mal escritas arrugado papel con destino al basurero rubíes maltrechos en anillo de bodas. Canto aunque no valga la pena o sea mejor el silencio no me rindo así el eco sea la respuesta mudar el alma es peor que la muerte. Insisto, no decaigo, afuera hay un mundo invisible: guerras que aprendieron a evadir las cámaras fotográficas o quizá el silencio sea la pandemia del siglo.
APUNTES DE MUSEO 9 DICIEMBRE DE 2012 En el Museo Botero de Bogotá 1. Cuatro frases Marcaron mi paso por el museo: -Todos los accesos funcionan como ingreso y salida. -Abra su mochila por favor. Muchas gracias. -Le pido el favor de no silbar en el museo. -Buenas tardes. (en la cafetería) ¿Gusta tomar algo? 2. "Naturaleza muerta con Sandía" de Botero. {51}
(... y la Sandía está atravesada por cuchillo.) "Grupo en el campo" de FernanLéger (tiene rasgado el papel) "Marisma con molino de viento" de Emil Nolde (jamás olvidaste al niño maestro) "Estudio para lección de guitarra" Balthus (... cuánta verdad!) "Carolina sobre fondo blanco" Gilberto Giacometti "Mujeres de vida Galante"1962. Paul Delvaux 3. Es parte de la obra el borrón en las manos de Botero. 4. Me sentí el ser más prejuicioso aquella tarde: qué gran delito me parecía el ver a los visitantes sacar sus satánicas cámaras fotográficas y apuntar hacia las obras no sin antes hacer sus poses de cazador frente a su presa. -Aquí se pueden tomar fotos pero sin flashLe escuché decir luego a un guía. 5. Botero y su obsesión con el lunar en la nalga de su modelo.
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6. Observo el cuadro en el Museo. No encuentro ningún sentido, solo manchas de color. Me alejo unos pasos atrás y ahí está... La imagen me enseña que la distancia es otra forma de encontrar la profunda cercanía. 7. La vida es una gran obra en movimiento. Me detengo a observar la gente que pasa y es un cuadro que nadie podrá hacer igual. 8. Una fuente de Agua en el Museo... tiene mucho sentido... tristemente. 9. "Favor no tocar las obras" reza letrero del museo. Pero al otro lado del espejo a las obras de arte sí se le exige tocar al público.
JUEGO DE NIÑOS 26 OCTUBRE 2010 Juguemos a la bohemia la sobriedad es la droga más fuerte solo los hombres con agallas pueden con ella: los hombres pescado. Juguemos a ser poetas -ese hombre no tiene nada de poeta¿Qué otra cosa ha de tener un poeta sino poemas? {53}
Yo pienso distinto. Un poeta odia la poesía se ama a sí mismo en sus letras. Juguemos a ser justos dar a cada quien lo que merece, a mí me pagan por eso. Juguemos a ser niños de nuevo así ser cruel me será fácil: No dudaría en besarte y quitarte la ropa para ver si escondes a mi madre entre tus piernas. Juguemos a ser felices... la tristeza es un mal necesario.
SALMO RESPONSORIAL 12 AGOSTO 2008 Al salmo nos unimos diciendo: ¡Indio comido, blanco Caníbal! Todos: ¡Indio comido, blanco Caníbal! Ya no quiero celebrar la libertad que no existe, cuál independencia proclamo si me tienen del cuello. Todavía hay una batalla en mi interior entre la sangre asesina y la sangre asesinada. Todos: ¡Indio comido, blanco Caníbal! Los tripulantes del barco ya están en los infiernos chibchas. Crucificaron al Cristo que predicaban y profanaron el paraíso que les esperaba. Quiero volar en el cielo de mis ancestros, pero en mi piel llevo la marca de sus asesinos. Todos: ¡Indio comido, blanco Caníbal! {54}
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Ya no quiero celebrar la libertad que no existe. Mi grito no es de independencia sino de dolor. Vivo sujeto a la vida que me programan y si me niego me presentan como destino un valle de muerte. Todos: ¡Indio comido, blanco Caníbal!
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Neftalí Eugenia Castillo Poeta y narrador. Nace en Las Matas de Farfán, República Dominicana, el 11 de abril de 1979. Ingresó en la Compañía de Jesús (Jesuitas) en el 2001. Es licenciado en Filosofía y Humanidades por la universidad INTEC de Santo Domingo; Licenciado en Teología Sistemática por la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá; Diplomado en Habilitación Docente por Fe y Alegría Dominicana; locutor y productor de radio por la Escuela de Locución del Cibao (ELC). En el 2009, junto al sacerdote jesuita y poeta Prudencio Piña funda la Tertulia Literaria “Una poesía para Dios” del Centro Fe y Cultura Roberto Bellarmino en Santiago de los Caballeros. Invitado a diversos recitales organizados por universidades y colegios. Participó en el XXI Festival Internacional de Poesía de Bogotá en el 2013; en la V Jornadas Universitarias de Poesía y en el XXXIV Encuentro Internacional de Escritores en Chiquinquirá-Boyacá. Ha dictado conferencia sobre “Dios en la poesía de Máximo Avilés Blonda” (título de su tesis en filosofía y humanidades) e impartido talleres de creación poética. Sus poemas han sido publicados en la revista de poesía Ulrika y en diversos blogs literarios. Hace parte de la antología poética Ríos paralelos: 7 poetas latinoamericanos contemporáneos, Ulrika Editores 2013. Actualmente termina su libro de poemas Aunque se nublen tus ojos.
LAS MARCHANTAS En mi pueblo, las marchantas se adelantan al alba con su pregón de frutas y hortalizas. Llevan en su canasta todo un conuco cultivado regalo generoso de la tierra y de sus callosas manos. Van perfumadas de un sudor fecundo mientras que el viento se pasea llenando las plazas y las calles con ese olor a campo recién amanecido {56}
El rayo que no cesa Antología poética
En mi pueblo, la marchanta llega entonando el canto agradecido de la vida con un poco de rocío en su sonrisa. Vosotros juzgáis con criterios de este mundo, yo no juzgo a nadie. Juan 8,15 MAGDALENA Olía a jazmín, pero no siempre olió a jazmín. Sabe Dios qué la obligó a untarse el perfume de las prostitutas Él la miró la miró con ternura como si ella fuese una paloma blanca y la llamó por su nombre ¡María! cuando todos la llamaban la puta de Magdala Por primera vez sintió que alguien la amaba y por sus mejillas llenas de colores corrió el llanto agradecido. ¡Aquella mirada cambió su historia! Ahora florece como un árbol que resucita después de un largo otoño … y sonríe {57}
LIBACIÓN Antes de estar borracho brindo con los muertos dejo caer lo mejor de mi copa para ellos y agradecen el trago con el alba Sonríen como llovizna dispersa porque son muchos los parientes Se burlan de mí porque pienso que esto …un redondo mar sin peces son tus ojos! Franklin Mieses Burgos MAR REDONDO Por ese mar redondo, que son tus ojos se puede navegar sin turbulencias sin tiburones que se coman los paisajes de tu alma ni olas soberbias que apaguen tus sueños. En ese mar redondo, que son tus ojos quedó prohibido el naufragio Tú aniquilaste la muerte cuando decidiste mirarme con ese mar redondo, que son tus ojos. {58}
El rayo que no cesa Antología poética
Diego Alexander Vélez Quiroz (Popayán, 1987). Poeta y narrador, licenciado en español y literatura. Editor y miembro fundador de la Revista Literaria Polifonía y del Premio Nacional de poesía El Quijote de Acero – Klepsidra Editores. Ha publicado Elizabeth y las manzanas (Oblicua Editores, Barcelona, 2013). Cuentos y poemas suyos han sido publicados en varias antologías y revistas. Actualmente cursa estudios de maestría en literatura latinoamericana.
PARA LLEGAR A PUERTO Casi he llegado a puerto. Después de un largo viaje, de navegar sin rumbo, sin cartas y sin brújula, hoy he visto de nuevo la orilla que me aguarda. Llego sin tripulantes. Soy solo yo, capitán y vigía de mi nave cansada, esta nave que un día, un día ya remoto, se dio a la mar con ansías de embriagarse del mundo y vagar con las olas en aguas cuyo nombre no ha sido pronunciado (secretamente, tenía la certeza de que incluso las olas, un día con buen viento, llegan hasta la costa). Casi he llegado a puerto, tan solo me hace falta fijar el rumbo exacto, encontrar un motivo y echar por fin las anclas. Tan solo necesito una palabra, para llegar a puerto una palabra, dime tu nombre, esa palabra exacta, y mi navío, te lo prometo, se anclará cada noche en tu orilla, en tu cuerpo. Tan solo necesito una palabra, para llegar a puerto una palabra, Dime tu nombre.
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NADA NOS PERTENECE Nada nos pertenece madre, nada nos pertenece. Ni esta vida de paso que apenas nos sostiene, ni los remotos días en que viste la dicha, esa dicha tan breve. No madre, nada nos pertenece. Yo te escucho y lamento cada tarde vacía, me culpo, yo conozco la culpa, por no ser más feliz, por no aferrarme más, por dejar que me pase por encima la vida o me alcance la muerte (y la acoja sin prisa). Madre, nada nos pertenece. Y nos es un pronombre que se pronuncia solo. Yo, solo yo que te amo conozco de tus lágrimas tan plagadas de historia. Yo sé que un día, por ejemplo, te sentiste tan sola y tan desamparada… No madre, no sé nada, guardemos los secretos, toda la ropa sucia debe lavarse en casa. Madre nada nos pertenece. Un día nos iremos de esta casa, de estos humildes muebles, de las blancas ventanas y de las celosías. Un día nos iremos madre y veremos de lejos, y cada vez más lejos, que atrás se van quedando pedazos de la vida: mi infancia consumada y tus dieciocho años, mi adolescencia vana sobre tu breve espalda y tu vejez que aguarda acodarse en la mía. Madre, son las dos menos treinta y nada nos pertenece, solo nosotros, que apenas nos sabemos, {60}
El rayo que no cesa Antología poética
que apenas hemos visto un rostro en el espejo y decimos entonces: -este tiempo no cesa de roerme la vida-. Yo madre, yo que soy esta herida, esta herida de muerte que va sangrando tiempo, hoy presiento que pronto, (Ojalá me equivoque) rendirás tus banderas al barco de las sombras. Y a pesar de que digo que nada, incluso nada, tenemos en las manos, tiemblo cuando imagino tus brazos, tus abrazos, para siempre cerrados. Nada nos pertenece madre, pero si de algo sirve sigamos navegando, yo te ofrezco mi viento para empujar tu barco.
LA ETERNIDAD AL ALBA ¿Qué es esta paz tan densa, está quietud ardiente que me envuelve la sangre? ¿qué es esta tibia calma, está tregua del mundo sobre mi negra espalda? Es la traición del tiempo, unánime y callado, Que pasa por mis ojos y me oculta sus rastros. Hoy no quiero la tregua, ni la calma tan tibia, ni la quietud ardiente, menos la paz tan densa. Hoy quiero una aventura, una guerra en la boca, una verdad convulsa que me muerda la herida y acabe mis entrañas y me ahogue y me queme Y me robe la vida con un trombón de muerte, con un trombón que grite: morirá sin motivo, como mueren los hombres. {61}
Ya no quiero la calma Me niego, me opongo, digo que no a la calma, a este sordo lamento y a su discreta lágrima. No quiero, no me da la gana. digo ¡no!, me opongo… ……………………………………………………………………… Muere la madrugada. ¿Qué voy a hacer entonces cuando me alcance el alba? Tengo mis manos negras y este mi humilde tacto para abrazar su cuerpo, su cuerpo tan callado, tan dulce, tan lejano. Tengo mi tacto humilde y estas mis manos largas para hacerle un recuerdo de caricias si tiempo, un amor sin pasajes ni caminos de vuelta. Y llevarla hasta el cielo, o mejor al infierno, un infierno callado, de lentas amarguras, un infierno terrible como un golpe de estado, un infierno de amantes que se entregan desnudos, convulsos en sus cuerpos, lejanos en sus culpas. Un infierno de amantes fuera de nuestro mundo… Tan solo nuestro mundo… Debe ser el infierno porque me aburre el cielo. Un infierno sin sombras, sin miedos ni demonios, simplemente un infierno Octagonal y antiguo, repleto de lagunas, de valles y cipreses… Un infierno sin sombras, sin miedos ni demonios. Y si no es un infierno que sean nuestros cuerpos. Sí, que sean nuestros cuerpos, son lentos y callados y terribles y mudos como un golpe de estado. Y amantes y lejanos. {62}
El rayo que no cesa Antología poética
Son solo nuestros cuerpos y estas mis manos largas Y su piel que no espera y mi tacto que aguarda. Hoy, antes del alba, cansado de la calma, hombre de madrugada. hoy soy tacto e infierno, espera lenta, cielo, soy el callado cuerpo y las manos vacías soy la piel, el deseo, el íntimo deseo de que me alcance el alba y me bese sin prisas.
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Yonny Vanegas (Bogotá, 1978). Licenciado en Humanidades y Lengua Castellana, se dedica a la docencia, gestión cultural y a la escritura de poesía. Ha publicado sus poemas en varios medios nacionales y ha obtenido algunos reconocimientos como: Primera Mención Concurso Nacional “Si Los Leones Pudieran Hablar” Casa de poesía Silva,2008; Finalista del Concurso de poesía “Arte y letras de la localidad de Engativá”, Alcaldía Local de Engativá, 2011; Ganador del Concurso de la Secretaría Distrital de Cultura Recreación y Deporte: "Buenas Prácticas y Propuestas para el fortalecimiento de la articulación e interacción de los espacios de participación y concertación del Sistema Distrital de Arte, Cultura y Patrimonio", 2011. Recientemente publicó El arte de olvidar (2013).
INSTANTÁNEA El crepúsculo Cae Gota A gota Sobre un espejo de agua El viento Juega con el columpio Del parque Y en lo alto En el balanceo De las ramas Una garza blanca Picotea El instante
ORQUÍDEA En el aire La orquídea
En la orquídea {64}
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El aire Y entre una orquídea Y otra orquídea Un vacío Una palabra Sin sonido En la profundidad del Éxtasis Orquídea: Espejo En donde se reflejan mis alas Joya blanda Paisaje de luz Flor Celeste Flor Terrestre
GARZA AZUL 1 Mientras la garza azul Despliega Sus alas Mis ojos se Hunden En el húmedo paisaje 2 Las hojas tiemblan La garza parpadea 3 Se eleva {65}
Vuela Y las hojas se tiñen de azul 4 La sombra de la garza Calma la sed De la aves que agonizan
5 La garza Se pierde en la lejanía Y mis ojos Se hunden Se hunden
ANTÍLOPE NEGRO
Siempre alerta El antílope negro Atento a la mirada del tigrillo Al parpadeo de la laguna A la voz de la niebla en el aire Siempre atento esperando Su aniquilación: cuando el delgado Aullidode luna blanca Entre por sus tímpanos Y lo envuelva en una música de luz
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El rayo que no cesa Antología poética
Tomás Sanmiguel
(Bogotá) Estudiante Lengua Castellana y Humanidades de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas de Bogotá.
ARDE EL SIGNO Cada vez los charcos son más grandes este frío septiembre ha anulado cualquier intento de explicación de los mismas preguntas, del mismo rio, de una serie consecutiva de árboles que caen a la superficie mientras… cuentan los días y hay moronas en vez de salidas, el insecto choca contra este retrovisor todos los días el mundo se divide en dos los que cavan su propia tumba en ésta esdrújula nocturna y los que dejan secar el balde de pintura en la última historia, en la última anarquía trazada antes del golpe en tu dormitorio. Un hombre en pugna consigo mismo no es absorbido por tantos signos nadie sabe con qué calibre me deshojo; un huracán de hojas secas lavan mi rostro, pues también soy la tierra que pisas, tus últimos días, la llave que abre este dolor constante, mis manos son tu vinagre, hace unos instantes temblabas con las mismas palabras, removiendo el sudor de la frente, borrando la marca no visible que nunca termina y siempre llega, el mismo frío, {67}
en septiembre, en este estanque oscuro en el que te quemas en un rincón cualquiera, por una corazonada cualquiera, por un pensamiento, cualquiera.
AUTORETRATO COLECTIVO Nos sentimos solos, inquietos, al filo de una pendiente reluciendo el colgante de diamantes que susurraban en la lúgubre tela de la noche, gastando palabras como un caucho quemándose en la pudrición anual de justificar muchos ritos cada instante media población sólo observa la hora, el tiempo parece ser este gusano que carcome por dentro el templo. Ahora sabemos que el viento nos abraza, que en el sur las sombras se levantan caminan hacía el occidente y se pierden y se encuentran en el mismo lago de tierra que besa la hojarasca durante el otoño y regresa el origen como si estuviera escrito como si fuese ley en esta dimensión circuncidada donde otro deseo putrefacto anula el escorpión tatuado en tu ojo. Sabemos de la inundación de símbolos concertada, que las gotas no son lágrimas {68}
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que el hombre es polvo y su aliento barro. Sabemos de la expedición de fuego que trituró los huesos de un ángel en la extensa llanura; no de espantapájaros que recogen del miedo, el maíz del suelo.
LAS BESTIAS Eres un ciervo en el fin descomunal bebiendo del mismo manantial en el que los hombres lavan sus sombras, una luz reposa en el andar continuo junto a las manecillas, la ubicación oxida la opción se consume el humo que escupen los frenos las bestias, el lujo de divagar en un laberinto que tatuado deja de ser mi nombre para ser ese círculo enredado, se pudre la indulgencia en el escombro histórico con el hombre, confieso: la absurda enajenación ha funcionado, el mismo sonido retumbando el cristal incoloro, la muerte tocando flauta en estas míseras pascuas que apenas flotan una reestructuración prolongada, las llamadas, el lapso, lo efímero crece una vez más mientras los despojos se amontonan y las paradas son el error consciente del ser humano, los trazos y los rastros definían con pasión el color el abismo parcial que se apropia del tacto sobre el frío metal que alivia la herida un tacón hecho para quebrarse en la boca de una grieta muestra la pluralidad de la mujer rápidamente y el eco de voz restante me lo bebo en una copa junto al champagne y la terrible estética anglosajona, {69}
sin el relieve inerte que arruga la lámina riegas la tinta te untas de bosque arde tu piel en el sol solo sucesos que perforan el concreto, estatuas, ídolos que son levantados para ocupar el espacio que el mismo hombre ha borrado. El flujo de personas aumenta y no es el número sino las condiciones la que sustentan esta preocupación, el tiempo arrastra todo en el lago de orina nocturno.
MONÓLOGO TRANSISTOR Estamos todos, abrieron la puerta aparentemente cuando nadie dormía faltando 15 minutos para la 1:00 am escuchamos el seguro descorrerse las huellas junto con cada paso entraron debajo de portón como ratas en noche de recolección; basura atómica, siempre veo como se pudren vuestras neuronas en el relleno sanitario mediático al que todo momento queréis estar expuestos carne dócil, se dobla bajo cualquier monumento callad a la prensa endemoniada que justifica la muerte sin nombre retrogradas alejad el plasma, la normalidad de la guerra ha permanecido siempre en sus pantallas, convulsión sintonizada a base de escape, dejadme en paz bajo la noche que es cuervo, bebiendo del primer charco como un ciervo que se aleja mezclándose con la hojarasca húmeda que pisa el invierno en este pozo seco siembra un jardín de rosas con hachís o algo nuevo que borre la grieta del cristal subliminal {70}
El rayo que no cesa Antología poética
arrojando así a los que quieren que llueva sangre robas el tiempo, husmeas sin que nadie se dé cuenta no sabe donde es que permanece la mancha, el símbolo que cada vez más se agudiza entraste y creíste que permanecía en una absurda prisión en el reflejo un suceso esta inundación que cristaliza las calles mojan calvas, los hombres quieren evadir el destino sí es que ser preciso en todo alguna vez lo fue creyendo ser distinto, la sombra con sus pasos mis pasos recorriendo cada rincón, cerrando cada armario volviendo a correr el pasador para salir y dejar que el rastro se pudra en esa lápida hogareña enterrando todo, sabiendo al final que ninguno estaba.
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Gina Carrillo
(Bogotá, 1986) Pocas y a la vez muchas palabras, para decir que, nacida en Bogotá, viva aún parece y ejerciendo la difícil tarea de ser docente, como Licenciada en español e Inglés de la Universidad Pedagógica Nacional (Bogotá), ha dedicado gran parte de su vida al ejercicio de la escritura, como al de la música, la diversión y el paganismo práctico. Comenzando desde temprana edad con el juego de la palabra escrita y con la ayuda de familiares, amigos y experiencias, se presenta al público lector como carta abierta, a partir de las presentes líneas, las cuales dicen más que millones de símbolos juntos, que bien, podrían hablar de toda una vida resumida a unos cuantos datos inoficiosos.
MI ABUELO EN DETROIT ¿Cómo cantaba mi abuelo? como cantaban muchos. Unos decían ¨ con triunfo ¨ otros decían ¨ con orgullo ¨. Algunos no decían nada, como si no recordaran, como si fueran patéticos sus ritmos y sus frases, como si fueran frenéticos sus tristes y roncos compases. ¿Cómo cantaba mi abuelo? como cantaban muchos, parecido a decir ¨ tantos ¨ parecido a decir ¨ uno ¨ parecido a escribir letras y borrarlas con el tiempo. Como agua en sangre viva, en una copla silenciosa. Como nata en leche hervida, en el fondo de una olla. ¿Cómo cantaba mi abuelo? {72}
El rayo que no cesa Antología poética
Como cantaban muchos. Quise decir ¨ una hoguera ¨, quise decir ¨ un tal vez ¨, quise meterme hasta en mis huesos como si lo viera a él. Como si mirara el campo y sus pies viese correr, como si me hablara cuando y lloviera en el por qué. Como si cantara yo, como si cantara otro, como si cantara algo, o mil voces en un coro. como si cantara yo, como si cantara el como si cantaran todos, como siempre junto a el diciendo ¨ ayer ¨.
WANDERER ¡Oh vagabundo triste! a dónde vas con tu mirada frágil, con tus largas y andrajosas ropas, y ondulados cabellos grises. Pequeños los ojos rojos, amarillas manos, cual submarino, amargas las gotas de la saliva, cuerpo extasiado y hasta divino. Con rima y ritmo te mueves siempre, alegre, alegre, vivo pareces… teñido en sangres, bañado en lutos absurdos, que con alcohol guían a los fantasmas perdidos. Tocando el tambor, en simpatía con el demonio, pensando en canciones que alguna vez escuchaste… Y a pesar de las olas negras, que el pasado envuelve tras la avenida, la vida pasa, con tu locura, la cual se envidia en la desventura, {73}
¡magnolias al viento para el osado príncipe feliz de asfalto!
INGENUA DESDICHA Comprendo tu desdicha amor. Cada cielo que miras, es tan oscuro como el sol que conociste que ya ni su nombre existe. No puedes entender, que pasaron dos tragedias y una está por empezar. Tu inocencia no entiende de robos, destierros, mentiras, soberbias, solo realidades que respiras. Quizás, si me acercara a encontrar una luna para ti, blanca como existía, cuando existía, dirías ¨ I don´t understand ¨ la luna es mía. Fue lo que entendiste cuando llegaste, el despotismo te tomo que ni te conozco. Nuestras guerras fueron muchas, Y las pobrezas amplias, pensé que aquí encontrarías amor, pensé que aquí encontrarías perdón. ¡Que equivocada estaba cuando lo dije! solo encontré una esclavitud ingenua, una Suramérica podrida, y las ansias de perder el tiempo compartiendo mí historia, con extraños que no entienden. {74}
El rayo que no cesa Antología poética
DOLOROSOS
Ayer… escuché a los monstruos que atacan el estómago, atacan la mente, el corazón y el hígado, se vuelven despiadados bajo el olvido, y en la distancia, y la paciencia mueren. Acompañados se proclaman siempre, Jugando ball and chain en un libro mágico, o en la casa del sol naciente. Tal vez escondidos en el amor cristiano, ¡ vaya la amargura como se oculta! Escondiendo la prisa del fin del mundo, asustando al más débil o más incrédulo, es el amor la utopía breve, del sueño humano de vivir tranquilo. Ayer… bajo el fiel encanto, los monstruos siguen ,desaparecen, se vuelven estiércol en la pobreza y vanagloria en la riqueza, atravesando el alma del estudiante enamorado, o de pronto firmes en el apocalisisparanóico, donde el amor al prójimo regala salvación. ¡vaya la amargura, cómo se oculta! Se habla así de la locura misma, el éxtasis de todo y a la vez de nada, la excusa para todo que se estrella cegada, se convierte en odio y a su vez en nada, cuando somos polvo, es el amor la utopía breve, del sueño humano de vivir tranquilo ¡vaya la amargura cómo se oculta!
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Mauricio Rodríguez
(Cali, 1983). Me hago llamar FernandoFernández por un fetiche fonético que incluye a un cuñado al cual nunca le pude pagar una plata que me prestó. He vivido toda la vida en Bogotá y actualmente me encuentro cursando último semestre de Filosofía y Humanidades en la Universidad de La Salle.
EL HAMBRE ¿Cómo hablar del hambre, con el buche lleno? ¿El hambre? : ¡Sí! ¡el hambre! Hablas de inconformismo social, mientras eructas sushi, langostinos, camarones o caviar. El hambre…: Alacena vacía…no hay ni un cilantro: ¡maldita vida! Sales a la calle, El olor a comida, por calles y avenidas: Ruge como Helmintos con tambores y maracas. Sientes el aroma, pasas, miras: La gente disfrutando la comida, en el norte de la ciudad. ¡Como Mastican sin cesar: ¡Gomelos Maricas! Pero callas…mejor caminar, echar pa´ lante y ya. Pobrecitos los perritos; con razón nos miran. Qué triste realidad… Tengo Hambre… Tengo Hambre ¡Tengo Hambre! Una sensación sin igual, ya no hay fuerzas ni para pensar: Que el destino, que la plata, que el amor, que la vida…Agh! Jueputa denme algo pa´ tragar Así sea solo pan y vino, Una arepa, pescado frito, Pollo asado, longaniza O un arrocito….mmmm ¡que delicia!... Ganaras el pan con el sudor de tu frente: ¡Patrañas! Los vagos merecemos comer; {76}
El rayo que no cesa Antología poética
No todo el que trabaja come, no todo el que tiene plata es rico, Tampoco un loco es vil ladrón. Además… el hambre no perdona, Tampoco discrimina. Por eso…no botes la comida. No es una mentira; este espíritu malévolo vive; Se manifiesta en la boca de los niños desnutridos y pipones. Desde los negritos, hasta los ñeritos de Ciudad Bolívar. Por hambre mueren cada día, Mientras tú comes Mac Donalds, el Corral o Pizza Hut. No es que sea malo…pero come todo… No sabes como la vida te demostrara que el hambre es hambre, Con su crueldad, no te perdonara. Niños caprichosos botan media hamburguesa, Y otro más allá busca en el piso la comida. Algún día dije: jamás me va a pasar. Ahora me castiga No escupas ni al suelo que el gargajo puede rebotar…en cualquier momento…la vida se puede voltear. ¿Te cuesta compartir un pan? ¿Con el indigente, el loco o el desadaptado social? ¡Nunca pienses que no vas a tener un hambre maldita! La vida da muchas vueltas, Jamás digas: ¡jamás! Dale gracias a la vida: Por ese plato de comida, Por la cucha que te hace la sopita Por el pan de todos los días. Tengo hambre…
CANCIÓN A LOS HÉROES DE LA PATRIA ¡Odia al militar! ¡Odia al policía! ¡Odia todo lo que discrimina! ¡Fastidia el burgués y repugna el homicida! {77}
Esta vida es una sola Y ellos te dominan Su poder, su ignominia… Solo mortifican. Chúcaros y ahora ¡mujeres policías! Se las dan de acicalados y protectores; solo contaminan la selva de concreto. ¡En la cancha!, ¡en la calle!, ¡en la esquina!, ¡en la tienda de la cucha María!: ¡¡¡En todo lado solo hay policía!!!. En cualquier momento te requisan y se enamoran: ¿Mi sargento que hacemos? ¡Pa la patrulla porquería! Aghhh! Sin poder hacer nada… ¡Ahora pa´ la celda con las ratas! Cerdo, cerdo, cerdo; ¡cerdo policía! Abuso y autoridad; a ver si le gusta a tu mama lo que haces a los demás Cerdo, cerdo, cerdo; ¡cerdo policía! Tu vida es el soborno; tu bolillo lo simboliza. ¡Tus aportes a la sociedad son una falacia! Balbuceando que haces tu trabajo, aprovechas la mordida. Quemas indigentes, torturas los perritos… ¡Y te crees una chimba! Has violado niñas; santa palomita! No perdonas al borracho Persigues al sucio, azotas al demente, al peludo discriminas… Con tu peinado de “hombre” ¡Solo eres un marica! Si tienes tantos huevos Fachista de la patria…: ¿por qué no subes el alto de la loma del guetto del “Codito” o “Ciudad Bolívar”? Los muchachos esperan colgar tu verdolaga figura en la cuerda del ahorcado. {78}
El rayo que no cesa Antología poética
Sin pistola no eres nada, tu uniforme es toda una mentira. Cuando fuman hay si aparecen los cerdos policías Pero cuando atracan: ¡ausentes policías! Cerdo, cerdo, cerdo; ¡cerdo policía! Abuso y autoridad Cerdo, cerdo, cerdo; ¡cerdo policía! Delincuente, opresor, homicida. Te regalo algo: “El poder de la palabra, la doble, mi odio y una tonelada de hipocresía”
FANTASIAS CON UN FANTASMA Estábamos en la sala de nuestras alcobas El silencio rondaba nuestras caras. Seriamos humanos que por naturaleza interactuarían. Un beso, una caricia Un olor fresco, Sagrado… Jazmín que sale de tus labios. Un aroma lánguido y prófugo, invade el alma, alegra la vida Se esparce por los rincones del cuarto. Besos, caricias y alegrías. Te siento mía, a pesar de no encontrar tu rostro Perderme en tu esfinge y soñar al mismo tiempo con tu alegría. Te imagino, te agarro, te vuelvo mía… Solitario me acompaño en los sueños de la fantasía. En una sala, tú y yo, Como partículas atómicas {79}
Se atrae la energía. Solos en el silencio de la casa, Sueño con penetrarte; en tocar tus senos firmes y rosados Besar tus mejillas y tus cuatro labios. No sé quién eres; pero eres lo que esperaba y no te tengo. Eres como la alegre espera de la nada Sin ilusiones ni desdichas.
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El rayo que no cesa Antología poética
Jorge Carlos Ruiz De la Quintana
(La Paz, Bolivia, 1979). Poeta y narrador. Estudió filosofía, antropología y teología. Creció acurrucado en las faldas del Illimani. Inficionado por los demonios y las manías de la naturaleza humana se fue a perseguir su propia vida. Ama el campo y la selva, porque se siente parte de la revolución que allí habita. Ha trabajado junto a comunidades indígenas de distintas latitudes de Latinoamérica, compartiendo la esperanza que trae la lluvia. Tiene publicados cuentos, poesía, artículos y es columnista en la prensa de su país. Afirma que la poesía lo ha estado enloqueciendo con cruda insistencia desde su juventud. Recientemente participó en el XXI Festival Internacional de Poesía de Bogotá.
SIGUIENDO EL VIENTO Despedido por los ríos y sus bajíos, pintan mi cara los indios de Tupana así me presentan a los viejos Apus. La Madre del Socavón y Tunupa envían a sus diablos, quienes bailarán conmigo una cueca con los pañuelos de su infierno. Tras inmenso viaje llego en madrugada Tlalok ha preparado una tempestad para la bienvenida La ciudad soberana, igual que la selva de junio, está inundada. Procesión de diáconos son el séquito de huipil y maíz se visten las almas provenientes del acero. Después de cientos de años en camino, me descubro en el mismo cuarto vacío Arrompida mi nueva tierra me acuesto y duermo… …a la espera del tiempo de las cosechas.
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POLVO Y LUNA Solos con orquesta y noche un faro poderoso polvo de luciérnagas la selva gimiente Desnudos recorríamos de la mano el mundo bordeábamos el claro abierto por los creadores un nido gigante cercado por supremos árboles Por madre y madrina teníamos a esa luna ardida Ave celeste dueña de la leche agua espehermosa con la que nos lavamos Engarce añejo de los amantes inflamados con el cielo se expanden Culebras enroscadas jugando con el universo Testamento de escamas y pieles prendidas al calendario
EL ESPACIO ENTRE LOS ABRAZOS Hay una memoria muy antigua de mujeres y hombres que se dan la cara escarpan las montañas confeccionan los caminos y confiesan que se aman Los brazos circundan las espaldas Enmudecida la galaxia y las palabras los pechos y las barrigas se descubren imantadas las cabezas se entrelazan {82}
El rayo que no cesa Antología poética
Justo en el centro de esa letanía un agudo frío en la panza delata todo el miedo que fabrica el amor Hay una memoria muy antigua de gente sin lengua y sin rostro despeñados iracundos bajo tierra que han recorrido los pasajes de ese abismo y por fin saben el nombre de lo que sienten DESDE LAS ENTRAÑAS Comienzo a encontrar el principio Resabios de pólvora circulan en la boca los mastico como a la coca amargo, dulce y con lejía, acullico el sabor de mis venas. Pueblo indígena de fiesta y guerra busco recojo los espacios ocupados en el estante entre cumbres cálidas y serranías con preguntas surco el limbo El bulto se ha llenado de sonrisas Vuelvo a saberme en los pies cuarteados la mano segadora el vientre hambriento con palabras de niños felices adonde el tiempo no tiene compases Las matracas de mis pasos me encienden lumbres tronantes la Madre Tierra compone coros improvisados Le pido a Jonás que conjure a su ballena… …Yastoy dispuesto a salir
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Juan Carlos Acevedo Ramos (Manizales, 1973). Poeta, ensayista y periodista cultural. Director de la revista literaria Juegos Florales del Centro de Escritores de Manizales Colaborador permanente del dominical Papel Salmón del diario La Patria en Manizales y de los periódicos Quehacer Cultural y Diario del Otún. Administra el blog literario Santos Oficios.Sus poemas hacen parte de Antologías de Poesía Contemporánea publicadas en México, Uruguay. Chile, Perú, Argentina y Colombia. Ha publicado los libros de poesía Palabras en el purgatorio (1999) Palabras de la Tribu (2001) Los Amigos Arden en las Manos (2010), Noticias del tercer Mundo (2011) y Todos sabemos que el poeta es un fantasma (2013). Ha obtenido los Premios Nacionales de Poesía “Descanse en Paz la Guerra” Casa de Poesía Silva y el VI Premio de Poesía Carlos Héctor Trejos.
UNA LLAVE PARA ABRIR LA LUZ “el tablero de mi luz tiene una sola llave que gobierna las otras” Silvina Ocampo
¿Y si la cerradura de la lluvia ha cambiado las guardas, y las llaves que poseo no sirven para guarecerme bajo el techo de la noche? Viejos pedazos de cobre me acompañan, manchan de óxido los sueños y convierten la luz en herrumbroso amarillo que hace las veces de sombra. ¿Qué puerta puedo abrir cuando el ojo del día niega el giro a las llaves que poseo?. ¿Quién las perdió, alguien las olvidó en un mesón del centro? Yo las recogí ¿Hay un santo o un demonio que las reclame? {84}
El rayo que no cesa Antología poética
No sirven para nada. Vengo devolverlas, a cambiarlas por un lápiz, un fósforo, un pan. Llaves, inútiles instrumentos que giran las aldabas del olvido, ¿para qué son buenas? Objetos enmohecidos en hosterías o cantinas en mesas de noche descascaradas no hacen más que estorbar. Yo busco unas llaves para abrir el llanto, la puerta de una pequeña casa en los suburbios. o dejar entrar la luz que te trae de regreso. ¿Qué cerrajero puede ayudarme?
SOLARES DE LA INFANCIA Perdido en el tiempo y ajeno a los pasos de los soberbios. Intacto y limpio, desordenado y lleno de un verde vegetal era el solar en casa de Abuela. Hoy invade mi memoria y salto los altos muros que construyen los años para llegar hasta sus rejas oxidadas, y deshacer los cercos de guadua donde ella refugiaba sus árboles de las crueles manos de un niño en épocas de juegos. Patio solar bañado por el tintineo de una lluvia de provincia regresas a mi lleno de voces familiares. En tu tierra empobrecida queda lo que fui: la lámpara de petróleo que iluminó, por última vez, el rostro de mi padre, {85}
el beso triste que llenó de asombro la boca de una muchacha vestida de miseria y la letras de un nombre, tan simple como el pan, que no cubre el manto del olvido.
HOMBRES SOLOS AGONIZAN FRENTE AL PERIÓDICO Hombres solos toman café y hojean periódicos en plazas desiertas de un país a medio nacer o a medio morir. Solos alargan sus vidas cada mañana: la charla inútil en el parque, los sueños apostados en la mesa de juego, una muerte espesa de visita, un ejército de polillas devorando trajes en el desván. Hombres solos agonizan frente al periódico bajo árboles sembrados en la memoria.
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Dufay Bustamante
(Pereira, 1985). Poeta y gestor cultural.Ha publicado los poemarios Nubes de un cielo que no cambia y actualmente difunde su segunda publicación llamada Parque mental. Colabora con la revista Ulrika y la editorial Senderos.
PATOLOGÍA En mi garganta llueve a diario ruge la noche en la respiración. De cada noche he guardado un frío el alucinante color… otros dicen que tengo tos. La nada que te ama Juan Gelman Carroña de nacimientos, no de muertes. Ahora que todo es posible nadie sueña. ¡Ya me volvió todo una nada! AGUDAS LÁGRIMAS, GRABADOS CON LA FRICCIÓN Y EL PESO DEL MUNDO Infancia ambientada por los sonidos de las piedras y el agua Río crecido que trae olor a pantano y a raíces Ropa mal seca Llovizna pudre-zapatos Escribo estas cosas para divertir esta tristeza.
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Orlando González Hernández
(Bogotá, 25 de diciembre de 1950). Su primer libro De todo Corazón fue publicado en 1994, con aceptación en Bibliotecas como la Luis Ángel Arango y difundido por varias emisoras locales de Bogotá. Actualmente se dedica al oficio de la escritura de forma pasiva dejando memorias para nuestras generaciones futuras.
UNA LLAMADA Una llamada es lo único que pido, Deseo saber si aun puedo contar contigo: Aunque hoy, estemos distanciados Ha de llegar el momento De volver a unirnos; Quizá besarnos, abrazarnos Decirnos lo tanto que hemos sufrido Por tener este amor en el descuido. Si por culpa del orgullo No nos atrevemos a confesarlo, La tristeza en nuestros ojos Se encargará de denunciarnos. Porque allí quedaran ceñidas Todas las huellas De sufrimientos y alegrías En el transcurrir de nuestros días, Al inquieto y lento Paso del tiempo. Una llamada, es lo único que pido Tal vez tu corazón está pidiendo Lo mismo mío; Y si no es así… nunca Levantaré la bocina Y morirán en la línea Las ilusiones de dos vidas; La tuya y la mía. {88}
El rayo que no cesa Antología poética
SUEÑOS Aunque Los Sueños, Tan Solo Sueños Sean Ellos mantienen mi vida Y no han permitido Que de pena yo, muera Tal vez por ellos La esperanza nunca pierdo De que vuelva el momento De volver a tenerte. Pero si al estar esperándote Me sorprendiera la muerte Te llevaré hasta…… allá A donde siempre se va. Pero nunca se vuelve. Y cuando a la realidad quiero despertar Y siento que por la soledad Mi alma quiere llorar, Entonces de nuevo, cierro mis ojos Y contigo vuelvo a soñar.
YA SE ACABÓ Ya se acabó el amor Que guardaba para ti, Aquel que en tantos Momentos, Rogando te ofrecí Tú, tan solo me mirabas Y te ponías a reír. Al ver esa actitud Que tú me demostrabas Tomé una decisión, Le dije al corazón: Aquí no tenemos nada Toquemos la retirada, es lo mejor. Después de algunos meses, Regresas nuevamente, Tal vez cuenta has caído {89}
De lo que has perdido Y vienes a decir Que mi amor, es todo tu vivir. Por favor, no me vengas a mentir No tienes ningún derecho Ya te he sacado de mi pecho, Lo único que te puedo es decir: Ya se acabó el amor Que guardaba, para ti.
VIEJO Viejo: te estoy mirando el rostro Y en cada línea ceñida Tienes una historia vivida. Eres un libro abierto Con tantos secretos Escondidos, Dispuesto a todos. Quizás porque eres sencillo Y modesto, nunca has Comentado Cuáles han sido tus derrotas, Tus hazañas y tus triunfos, Que sé muy bien, han sido Muchos. Reconozco, Viejo Que el triunfo Más importante, Contar con tu apoyo En cada momento Para salir adelante. Este ha sido un triunfo Sin felicitaciones, Ni medallas de oro, De plata, O de bronce Y tal vez por mí, ¡Cuantas desilusiones¡ {90}
El rayo que no cesa Antología poética
Pero tú, al igual Que todo padre Que a sus hijos, ama y siente Al ver mi rebeldía, En tus momentos de soledad, Por tus mejillas Una lágrima Habrás dejado rodar Y mirando al cielo cuantas Bendiciones por mí, pedirás. Viejo, has acuñado en mí Corazón El más inmenso capital, Ese que muy pocos Suelen dejar; No…. No el de codicia y Ansiedad, El espiritual y moral Fortuna que se comparte Con nuestros semejantes Y se brinda, de muy buena Voluntad. Viejo, por todo eso te amo Te admiro y te respeto Me has dedicado tanto De tu tiempo… Eres mi padre, mi amigo, Mi guía Dios te proteja, te bendiga Porque tú, Viejo Has sido siempre Mi gran ejemplo.
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Carolina Romero Ulloa
(Bogotá, 4 de octubre de 1987). Actualmente termina sus estudios en la UNAD, donde cursa el octavo semestre de Psicología. A su corta edad se ha dedicado a escribir versos poéticos de modo asintomáticos, a un estilo que choque nuestra moral con lo etéreo. caromeroulloa@hotmail.com
MI ENFERMEDAD Y YO Por fin se callaron las voces de mi interior Se cansaron de mencionar mi enfermedad Ya la he dominado Tanto que hasta la puse a dar frutos No es justo que viva a mis costillas ¡Que me cancele arriendo¡ Sin embargo después de tanto convivir Mi dolencia y yo hemos comprendido Que es el coqueteo con la imaginación Y las charlas con utopía Lo que mantiene esta convivencia Por eso el dolor no me abandona Se ha transformando en fantasía, Algo mejor que el mismo.
NO HAY QUEJA INMORTAL Es la queja la que me aqueja incesantemente Se filtra tal cual humedad en muro Permanece eructando maldiciones Es una homicida de ideales Es un grito infernal Es un sarpullido del alma Es garbosa está bien alimenta de mi desfallecimiento Y terrores irónicos Mas en esta noche sin estrellas y con luna de azucenas {92}
El rayo que no cesa Antología poética
Le Tenderé una trampa Me armare lo mejor posible Le invitare a bailar y tal vez a cenar Y cuando esté segura de haberme encandilado Arremeterse contra ella y le hundiré un cuchillo Empapado de orgasmos, De carcajadas interminables, De dioses sangrientos, De helado de chocolate Y un cabello de mi madre No lo resistirá se infartara de tanta humanidad Y la queja ya no se quejara más.
EN TANTO TODO SUCEDE Tú postrada en la cama Con las escaras abiertas y sangrantes Tu estomago convertido en tubo Las palabras ya no nacen en la boca Si no brincan por el orificio del cuello Y la mano de tus nietos no alcanzas Pero el verdadero infierno es… Que aun puedes ver y oír Como transcurre la vida muerta.
HOY AMANECÍ hoy amanecí un tanto díscola, pero solo un poco y comprendo la vida no es lo que uno pretende es el devenir constante que por bendición o maldición desconocemos tolerare mis impotencias y mis esterilidades por eso me rapare media cabeza {93}
me haré rizos del horror me tatuare la piel en señal de no pertenecer a los desencantados no me derrotare. Aprenderé a caminar de nuevo aun con el riesgo inminente que una mina quiebra patas me arrebate más que mis piernas que es la ocupación del sistema del mundo encargarse de quitarnos algo a todos. hoy amanecí creyente que todo estará bien aunque en Arabia saudita la violencia sea por un credo aunque los niños sean prostituidos por menos que un pan aunque el comunismo no haya funcionado hoy amanecí.
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Aura Yohana Villota (Pasto, 19 de agosto de 1982). Locutora, poeta y periodista. Ha realizado grandes aportes al arte y la cultura a través de la Revista Correo del Sur fundada por Claude Toulliou. También ha trabajado desde hace varios años en la investigación de la literatura juvenil en Nariño y ha adelantado procesos artísticos en pintura, fotografía y danza. En el mes de marzo del 2013 fue presentada su obra “Jardín Pensamiento” libro editado por Liga Latinoamericana de Artistas. correodelsurvillota@yahoo.com
ABSURDA INSENSATEZ Aunque ingrato estás en mi absurda insensatez, te reclamo ya no con dolor ni con odio sino con alegría de un te amé porque te amo, no te odio porque erguido estás en mí y surges como un pedestal de mi encuentro espiritual donde desvanecí mi ilusión en ola marina donde su espuma lleva y trae cantares que fueron caricias. Mi llanto lavó las impurezas donde se halló la oración fanática y profana de tu sexo, en cada mirada resbalan también tus manos en mi piel y en mi alma la que antes se lamentaba y ahora más que nunca te ama, fuiste un veneno y fuiste el antídoto para sepultar mi oscuro pasado y encender la luz de mi presente, eres cada paso donde camino donde la huella aún registra tu alevosía y tu íngrima categoría de niño hombre y hombre niño que acuesto sobre mi pecho para arrullar con los latidos de mi corazón que por ti palpita y sigue demostrando que con todo y nada estoy por ti viva…
CIUDAD DESCARADA DE ÉL Y ELLA Cama manchada de todos los que dizque te aman, eres la inmundicia carta de Adán desterrado en los cosmos y en los siglos, manzana podrida y queso de tu rata, que hasta con otros animales, para compararlo sería insulto a ellos, eres cómplice de su osadía maligna y maldita, eres mala luna arrinconada en la esquina blanca y ahora verde esquina pero maldita siempre serás maldita. Ignorante juegas con el dolor de las otras personas y a esto te haces a nudos de tu propio nudo agujereada de tantos eres tú, alma vacía de sentimientos, bruja infame enaltecerte crees que es insultarte porque sabes que eres más horror pues con tu testimonio de basura lo demuestras en tu rostro. Alas de demonio {95}
siempre caído seguirás siendo la ficha usada de tu narcótico, el narcótico embellecedor que tendrían que tener los hombres para cortejarte pues tu cara es de zorra, serpiente y loba como la del lobo asesino que te acompaña en tu urgente lujuria. Oro no llega ni llegará a ti ni a tu casa porque de espíritu fuiste siempre pobre, uva destilada de todos tus amantes rizados en la euforia infernal de tu orgásmica receptora de desechos: “¡SaiSai!” lo llamas a él a tu llave oxidada a tu cola de tus titanes, revuélquense tal para cual son y sigan escribiendo en las murallas canallas. Hipócritas son y tú estás petrificada estatua inclinada y torcida, estatua cuando le conviene y mortífera y firme cuando lo establece para sus propósitos de alentar a su morada de alcatraces parásitos de tu casa donde llegan los imbéciles. Orilla donde los náufragos quieren más bien seguir ahogados o sepultarse en la arena por tu yerta hueca, abraza al de tu calaña a ese servidor de la obscuridad ya que no eres nada, déjate manosear por el negro dragón artífice de tragedias, eres arremedo de mujer porque ni a mujer llegas trapo sucio, trapo despojado resbalador depósito de semen. Estrella pagana inodoro de sus desastres Sanguinarios son ustedes contemplan el sufrir de los otros yelmos inicuos, Extravagantes vergüenzas del poder y del juicio, sigan encarcelados en su mazmorra, espectros de estiércol, sigue perra con tu perro sarnoso y destructor, los dos son y seguirán siendo asesinos. Silbido de lobos y chacales aligerado loco amortájate de una vez que así nos haces un favor. Intolerante y conflictivo ser de taciturnos laberintos donde tu orden y tu desorden mental lo transmites con tus cuerdas desafinadas oda de dolor en eso seguirás do nota de do ni comienza ni termina nada eres nada, sirves sólo para destruir te hicieron para eso enjambre muladar de serpientes a la gloria tus vampiros demonio cazador ni para redimirte aprendes de mi sarcasmo. Enrollado de porquería silvestre y citadina inefable destructor eres. Nada en tu arrogante suciedad, orar ni siquiera orar te lavará de tu culpa adalid deSustancia venenosa, fango de reptiles, estragón de ensalada carroñera e intrigante ser apestoso sólo ultrajas y ultrajas motor de los hipocondriacos, ilusoy maldito ser. Jodes y es que solo sirves para joder, mi hijo se salvó de tener un padre como tú monumento de odio y provocador del dolor pero el consuelo es que hay justiciadesde los cielos y en la tierra, en la urna de mi ángel, la urna de mi espíritu, porque de él sigo viva quien en los brazosde Dios está salvo de ti asesino del corazón. Nunca dejarás de ser deleitado con el horror que causas razonador del mal, te enredaste cuanto puedas en tu soleada mierda monstruo criminal que la tierna no puedes conmigo porque la tierna figura de mi ángel me da fuerzas para vencerte. {96}
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CONOCERTE Tus ojos me dicen tu nombre, tu alma la conocí desde antes, cada lágrima al recordarte humedeció los pétales que dejaste. En el mantel de aquella noche, eternamente quiero amarte razón de mi existir espejo y reflejo para encontrarte. Mi suave vino de mis años escritos y dibujo de mis cuentos claros y linos de mis trajes que he vestido condena de mi destino. Cuando tu voz ausente me lleva y me atrae ley de mi condena dulce estratega, fantástica quimera, versos de primavera, la verdad y mi duda no es otra ni ninguna, eres el sol de mi luna, soy tuya, soy tuya. Rosal florecido y un par poemas, nuestros amores enloquecidos porque amarte con mi carne propia no es delito, te quiero, te amo, ven conmigo, esclava quiero ser de tu infernal paraíso mi eléctrico circuito.
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Omar Garzón Pinto
Con poemas publicados en revistas y periódicos de Chile, Colombia y México. Ha presentado su obra en festivales culturales, literarios y académicos. Entre 2011 y 2012 se desempeñó como tallerista de la Fundación Andrés Barbosa Vivas. Autor de los libros Faro desnudo, Liga Latinoamericana de Artistas (2011) y Flores para un ocaso, del mismo colectivo editorial(2013). farodesnudo.blogspot.com
“No sé por qué guardo entre los pasos La absurda esperanza de encontrarme” Germán Villamizar VENGO DEL SILENCIO
De las hojas, de la ausencia de los ríos, del lugar olvidado por los hombres donde sólo habita la sombra de los árboles. Vengo de la estancia donde el zumbido de las ramas es nuestra memoria, nuestro ruego a la Luna. Vengo de la más profunda entraña de esa tierra que se traga los habitantes a su paso: No hay tiempo para llorar en el campo cuando la única arma es el arado. Crecimos con las plantas y la higuera no da frutos. Nuestros nombres están escritos en los peñascos y nadie nos recuerda. La lluvia, que nos arrulló tantas veces, no da testimonio de nosotros, ni siquiera una gota de rocío se posa en nuestra huella. La única esperanza es arar, arar, arar una tierra que no nos merece. Vengo del lugar donde las manos son el testimonio de la vida: Gramo a gramo las cosechas dieron forma a nuestra piel y las aves son la voz de los que partieron volando entre bramidos. Recuerdo a la abuela diciéndome: “Esas son las lágrimas de Dios cuando caen al suelo”. Tengo pocos años y menos heridas que las que tenía papá cuando lo enterramos, pero sé muy bien que las lágrimas no son destellos de fuego entre cortinas de noches y cenizas y cuerpos al viento. Las lágrimas de Dios no pueden ser ese mismo vacío que son las nuestras. Vengo del silencio de las hojas, de la ausencia de los ríos. No sé para donde voy. Antes de ir al cielo, mamá me dijo cuándo pasar el semáforo cuando estuviera solo, pero no recuerdo cómo hacerlo.
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LO QUE ME SALVA ES LA NOCHE LENTA DONDE NACE EL VERSO Aquí estoy de nuevo, aferrado a este árbol que nace entre raíces de cal; a este que detenta en cada hoja la pupila de mis ojos; a este que da nacimiento a mi canto entre vientos de la noche. Aquí estoy, con el rostro en las rodillas, pensando en otra ruta, buscando otra salida. Aún deseo escribir: Observo la figura de los astros con un hilo de preguntas en cada pestaña; trato de esculpir la inmensidad del universo con algunas líneas; dibujo el mensaje de las nubes con unos pocos versos. A penas, si puedo, me pongo de pie y saludo desde este tronco a una migración de aves, pero no puedo mentirme, no puedo engañarme –me digo ahora que amanece–: Alguien que da vida a un árbol, que acaricia cada uno de sus frutos y encuentra refugio al abrigo de su sombra, no puede colgarse de sus ramas. EL VIENTO QUE AGITA LA CEBADA Algún día faltaré, es cierto, pero mi paso no habrá sido en vano. Vi la alegría: era una estrella que se abría paso en el lugar profundo de la noche entre el nacimiento de mis rodillas en mis labios y mis manos juntas. También vi la tristeza cuando a lo lejos unos hombres trataban de alcanzarme mientras huían del fuego, del filo y la ceniza. Les extendí la mano para que la tomaran, pero faltaron algunas manos más. Entonces lloré de impotencia hasta que mis lágrimas forraron de sal la superficie de sus tumbas. Salí a marchar con los brazos en lo alto, el rostro levantado y esta voz airada–que casi coagulaba mi sangre, que casi cortaba el viento– sólo para terminar el camino que a ellos no les permitieron concluir. No estaré, es cierto, pero mi sombra nacerá de la sombra de los árboles y también alzará sus brazos. Mi rostro será dibujado en los troncos de esos mismos árboles con las yemas de los dedos de aquellos que un día me escucharon y mi voz escapará de mi tumba y gritará tan fuerte que sus consignas quedarán esculpidas en los montes. Entonces, esa sombra de brazos hacia el cielo, ese rostro que escapa de la muerte y esa voz que rehace las colinas, se pondrán en marcha de nuevo. Algún día faltaré, faltaremos, pero nunca dejaremos de ser el viento que agita la cebada y el rocío no dejará de ser nuestro testigo, porque de la parca misma surgiremos para florecer de nuevo, para seguir andando. A Sebastián Bonilla Blanco {99}
ENTRE BAMBÚES… Yo te escribo en las hojas, en las calles, en el viento, en las huellas de los gatos, en la ruta de las nubes, en la forma de las aguas, en el diminuto mundo que se encierra en cada charco, en las grietas del tiempo, en las paredes de una iglesia y en las hostias del domingo; en las aletas de un pez globo, en la figura de los astros y de los billetes de cincuenta, en el vuelo de los pájaros, en el tronco de los árboles, en cada una de sus sombras y en los versos que nadie se imagina yo te escribo. Yo te canto en la puerta de mi casa, en el camino hacia el trabajo, en la ruta de la seda del gusano hacia el capullo, en el tráfico de la mañana, en la hora de la cena, en la cadena que el reloj pone en mi cuello, en el carrito de mercado, en el baño cuando estoy sentado y no tengo un periódico a la mano, en la luz de la ventana a media noche, en la ducha cuando el Sol viene de África y si el agua está muy fría, aún más fuerte yo te canto. Yo te pinto en el gesto de un payaso, en la sopa de fideos, en el libro de los Guinness Record, en las puertas de los baños de los centros comerciales, en la cara de la Luna, en los vitrales de la misma iglesia en donde te escribo –para algo deben servir las iglesias– en la libertad que no tenemos, en el tallo de las flores, en los ojos de los cuervos, en la yema de mis dedos y en mi rostro frente al agua; en la ruta del cangrejo, en el pico de las olas y de los pájaros también; en el almanaque Bristol, en la prostituida democracia, en la crema de los dientes, en un afiche en medio de JanisJoplin y Jimmy Hendrix, en el techo de la Tierra yo te pinto, porque el mundo está al revés: a Dios nadie lo escucha, la paz es un golpe seco, Bukowski ya murió, la iglesia todavía manda y pocos escuchan al viento hablando. En estas circunstancias, todos están jodidos menos aquellos que leen a Dante, menos aquellos que escuchan Thedoors, menos aquellos que adoptan un gato, aquellos que juegan con niños y aquellos que tienen un cohete para ir a Marte. Todos están jodidos, menos yo que aún puedo escribir tu nombre, cantar tu rostro, pintar tu cuerpo.
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El rayo que no cesa Antología poética
Xavier Tristán De Las Casas
(1983)[Colombia] Poeta y Diseñador Gráfico Publicitario. Sus poemas los cuales están comprometidos con la lucha social y la dignificación de su pueblo, han sido publicados en algunos periódicos, semanarios y revistas locales desde el año 2002. Su primer libro “El Forastero” fue publicado en el año [2009] y lanzado oficialmente en el Teatro la Candelaria con la introducción del maestro Santiago García Pinzón Embajador Mundial del Teatro. Ha participado en antologías junto a poetas: Mexicanos, Ecuatorianos, Argentinos y Rumanos convocados por la LIGA LATINOAMERICANA DE ARTISTAS (1990) colectivo con más de 23 años de trabajo e historia artística del cual hace parte activa,*Caso Omiso [2008]*Antología de Poesía Colombiana y Ex-libris [2009]*Manticora Azul [2010]*Díptico [2010]*Antología; Letras Y Ex-libris [2010]*Revista Innombrable # 4-Alquimia Poética [2012]*Serie: Poemas de Memoria Histórica Para Liberar La palabra [2013], ganador del concurso: “Memorias de Nuestros Pueblos Homenaje a los Estudiantes Caídos en Soledad”. Actualmente trabaja en el proyecto ''Teatro de esquina'' enfocado en un gran compromiso de cambio y formación de la sociedad por medio del arte. xaviparavos@hotmail.com/*/www.xavierdelascasas.blogspot.com
XAOX Hay una obscuridad tan brillante que enceguece y no me permite volar. me echo sobre ella pues no se ¿Cuánta tierra necesita un solo hombre para poder vivir feliz y en paz con los demás hombres? la puedo contar como contar los vacíos. las letras que no dejan, o las palabras que no se olvidan. Hay una oscuridad tan densa, tan profunda y encogida... que no tengo días. amanece como en todo caos, y pasa la luz corriendo como en toda realidad. solo voy gritando agónicamente {101}
cortando una que otra negrura que chirrea en medio de la tierra después de la tierra... ya ha pasado mucho tiempo quien aún quiera vivir dignamente diga: -jamás lo serésolo pregunto acercándome con sangre en mi piel con manos que cubren ojos, y ojos que encubren manos. Le pregunto a un hombre de luz que viste harapos: -¿tantas cruces y solo veo esclavos?-
RETORNO AL DOLOR “Pero hace tanta soledad que las palabras se suicidan. Alejandra Pizarnik” A veces nos sentimos tristes, tristes ¿como si nos faltara algo…? a veces trepa una nostalgia alegre. Y un intento de lágrimas reales, se nos escapa por el tenebroso rincón de nuestras vidas. Y el pesimismo toma el control, como un mesías oscuro. Por la ventana del mojado adiós, contemplamos como muere todo: El amanecer… El atardecer… -¡Vos!Y un violín se escucha, y una guitarra eléctrica le acompaña, rasgando el dolor de un alma cautiva. Y cantamos para que la soledad, no tenga vida. No tome forma de melancolía viva. Y vengan esos cuatro humores descritos por Hipócrates. Aunque yo llevo así catorce meses y seis semanas, ¡Ustedes llevan 200 años! ¿No sé qué pasa? {102}
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pero es como si Dios, hubiera atrapado una mujer en mí. Pero yo sé que la muerte susurra estas palabras, y solo pasa a veces como crepitaciones del alma. viene cantando detrás de mí. I'o no soy capaz de apretar el gatillo, soy un cobarde por amar la vida, y amarlos también a ustedes, los cóndores que caminan. ¿Y mendigar su propia comida? voláis bajo, se rebajan, como un montón de chulos, en un cementerio. Pazuzu rey del viento suroeste, portaba la peste, las plagas, el delirio, las fiebres... A veces nos sentimos tristes, muy tristes… ¿como si nos faltara algo? no lo escondas De las Casas, solo la muerte, nos responderá esta incertidumbre. Recuerda: “para aprender se tiene que sufrir” y se tiene que tener valor para apretar un fusil. Pues somos hombres, y poco a poco… nos dejaremos por la luz seducir. A veces nos sentimos tristes, muy tristes… solo a veces, ¿como si nos faltara algo? solo algo.
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VALHÖLL “Cada hombre es una historia, Cada genio tiene un gran nombre, Usted es muchas historias dentro de un hombre, Por eso no se necesita una fiesta para recordarle, Tan solo basta con pronunciar su glorioso nombre, X.C.” A Maximiliano Casas Goméz A los héroes caídos les espera la Valhöll, gloriosas estancias, donde reposaran los esforzados de este valle de lágrimas. Esto es el adiós, interminables días de luto son los años, me despido de usted noble señor, y me voy a enfrentarlos. Ya se encuentra un paso delante de todos nosotros. Para que extienda sus alas, para que diga: ¿Quién romperá la obscuridad naciente? Vuele ahora mano de hierro, allá le están esperando sus mayores, nada en tierra permanece para siempre, vuele, ninguna de sus obras serán en vano, ¿es feliz ahora? sin miedos, sin miradas o palabras, sin nada terrenal, sin ruidos, sin dolores. La lluvia cae en Tocarema, el agua puede solo deslizar la piedra, más nunca podrá ahogar la agonía, nos hemos ido sin la guía. Con las manos desnudas empuñamos el filo, acariciando el olor de la muerte, por legiones de aurigas es gobernada la sangre. Hemos perdido un hombre, pero ganado un héroe. Me despido de usted noble señor, escribió en silencio con una obscuridad ensordecedora. -¡Camino esperando el vuelo!{104}
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ESTË & ESTEL “-¡Soy Bardo de la línea de Girion; soy el matador del dragón!El Hobbit – JRR Tolkien” A Paula Andrea Amado Te vi llegar… el crepúsculo era como una atmósfera, de serenidad y bienestar. Llegaste del lejano sur, donde hay un gran bosque, que los alados temen hallar. Justo cuando en el fondo del abismo me encontraba… tu voz, …tu alma sencilla, sonaba como mar en calma, como encontrar el más bello recuerdo, como la gloría del final. Y me llamaste también, por el nombre prohibido de los dioses menores. Y trajiste la luz enseguida. Por entre nuestras trincheras, escudos… y manos fatigadas se filtró. Y la montaña de Erebor, dejo de hacer honores al silencio. Ni siquiera el Running River sonó tan ligero. Y Esgaroth fue llorada… y el valle después de obscuro tormento, durmió. Como alivio a un gran dolor. porque aun el corazón más bárbaro, siente amor. Y un amor es para siempre. El pájaro canta, para evadir su soledad. ¡Estad atentos para cuando hable el zorzal! las flores abren sus pétalos, y alguien las adora. {105}
¡Estad atentos después de la muerte hay un plan! el aire huele a pan recién horneado. El pueblo gustoso de servir así hablo: -cayo un viejo dragón-quedo un gran tesoro¿eso es más valioso que la libertad? -¡los hombres!, ¡los enanos!, ¡los elfos!, ¡los orcos!... -como endemoniados luchamos-. Yo empuño la espada, un arco que acertó, y los nepotismos como vos. Pero cada día pierdo las fuerzas, y pesan más las certezas. ¡Pero usted! usted empuña la vida, y flecha negra que no pierde. ¡Ve querida! Avanza y ama la verdad. ¿Además tienes algo mío? solo algo, y el tiempo hablara de ese. Este latente está impregnado, con un alma en vacíos y triste, toda suya. Y ya se va… Espero lo protejas, porque hay algo nunca antes dicho: Te vi llegar, el crepúsculo era como una atmósfera, De serenidad y bienestar. Llegaste del lejano sur, donde hay un gran bosque, y los alados como vos temen hallarlo, justo cuando en el fondo del abismo. …Me encantaba… Tu voz… Tu alma sencilla… Todo es amado.
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EPÍLOGO Reunir 30 poetas en una antología, conservando la fortaleza con que se identifica cada uno de ellos es una tarea dispendiosa, ya que cada uno tiene sus arcanos, sus decantaciones, y todos buscan ser iniciadores, se saben iniciados, y más de una vez les habrán preguntado: es usted el poeta “otra baja” o trabaja. Esto porque he sabido que en la antigüedad los poetas no pagaban impuestos y no prestaban servicio militar, era un privilegio que sólo algunos merecían. Ahora algunos poetas logran vivir su existencia en una burbuja, logrando violaciones legítimas a la cotidianidad, ya que están escribiendo el destino en cada verso, y el destino si no el sino, decí si, o de sí no. Así vemos como van inventando el mundo cuando ya no caben en su propia burbuja, cuando esta ya no los contiene. El objetivo entonces es ingresar al mundo de los otros ya que la poesía busca aumentar el habla y, por qué no, el silencio también. Es la poesía una extensión del poeta que busca que en el mundo haya poesía. Busca ser un Espejo que, en su recorrido por bosques de voces naturales, encuentra las que le reflejan su propia voz y las va plasmando palabra a palabra, renglón a renglón, logrando hacer una conjunción entre el tiempo y el humo en el espacio que se va convirtiendo en sus palabras, en el poeta que tiene la virtud de desnudar a su manera muchas palabras para poseerlas y, luego, dejarlas libres ahí en la página que a veces tiene la virtud de pasar al libro y al lector final. Son los poetas una especie de plantadores de poemas buscando que surja la poesía, es el desafío de su trabajo, de su esfuerzo. Será que la poesía es esa búsqueda de cambiar la vida, la del poeta y la del lector seguramente, y hay poesía que ha cambiado la vida de muchos lectores, tanto así que se han vuelto poetas también: como van venciendo sus propios medios, sus límites, y van encontrando cada vez más respuestas de un tamaño significativo a partir de encuentros con una dicción que, a veces, se vuelve adictiva y logra volverse adivinatoria también. Esto lo va dando el tiempo si es capaz de templarlo, de contemplarlo. Es también el poeta esa forma de desembarazarse de ese periodo de formación del poema cuyo tiempo es tan variable (como la atmósfera cuando trata de alcanzar el presente), buscando perpetuarse, y lo logra; cuando entra en la voz de otro y vuelve a sus oídos, a sus sentidos, buscando cerrar el círculo. Si lo logra, no quedará contento y buscará que ese círculo gire en torno a su mismo diámetro para ser ya una esfera. Si, a veces es así de pretenciosa y, de cuando en cuando, lo logra. Desfilan por estas páginas muchos poemas. Hay una pequeña pasarela de poesía y cada uno tiene su propio “modelo”: las palabras como si fueran arcilla con las que se va armando distintas figuras de todos los colores, de muchos sabores, tratando de llegar a la página, ya que están en “competencia” con otros poemas {107}
que el mismo autor debe dejar a un lado para permitir sólo estos que llenan estas poco más cien páginas, que recopilan estas voces de 30 poetas que, por qué no, pueden leerse uno cada día, para disfrutar en un mes este rayo que no cesa y a cada uno de estos poetas que andan en busca de sí mismos y del otro que es también uno mismo. Es la poesía ese diálogo entre tres: mi niño, mi viejo y yo, y un cuarto actor que eres tú, lector que hasta acá ha llegado, buscando volver temporal esta realización que perdurará si emociona y sorprende a alguien que vea y encuentre en este trabajo un boceto de esa voz que quiere nombrar el último sorbo de un elixir que no quiere acabarse, y al cual se le acerca uno por apetito, buscando un latido que se sincronice con el de uno mismo, aunque sea por un rato, sin importar cual sea el periodo de permanencia-latencia en uno. Cuántas veces un poema se ha metido en los sueños. Cuántas veces un sueño ha despertado en poema. Cuántas veces hemos cruzado la frontera, nos hemos ido más allá del límite de la realidad común porque hemos escuchado un poeta que, con su verso repleto de poesía, nos cogió desvalidos de razones para seguir existiendo entre estos soles que, inevitablemente se repiten cíclicamente abriéndonos los ojos, los oídos, la boca para que salgan otras voces desde nosotros, voces con direcciones diferentes que rompen la monotonía de los días ralos, es decir, días que tiene la virtud de quitarle velos (que antes eran cortinas) a esta cruda realidad que es el presente inmerso en la cotidianidad. Cuántas veces parte la poesía de estados alterados, o de inmensos esfuerzos de estos realizadores de poesía, de poemas, de estos poetas que con sus sacrificios buscan provocar estremecimientos en nosotros para sacudirnos de las rutinas, buscando dejarnos algunas huellas, sin importar que sean sólo pocas de las muchas que acá se intentan, acá, en el puente que es este libro que está entre el poeta y el lector, sin ignorar que, en busca de un gran lenguaje, casi sólo leen poesía los poetas, en donde aflora el inconsciente colectivo que a veces vemos aparecer cuando los niños inventan algunas palabras o en ciertos casos de hipnosis profunda, donde vemos perlas y también algunos diamantes que son perpetuos. En fin, tiene el poeta el privilegio de Ser sincero con estos poemas. *Héctor Hernán Hurtado
Héctor Hernán Hurtado Botero es un ex-odontólogo, como diría él mismo, que bucea entre las palabras, la poesía y la narración desde hace treinta años. Modelo 53. Auto-publicó un libro de poesía en el año 86. Participó en dos revistas alternativas, Medio órgano y La horca de Lorca. Ahora se dedica a escribir, leer y vivir.
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El rayo que no cesa Antología poética
INDICE GENERAL
PRESENTACIÓN.............................................................................................5 DIALOGO........................................................................................................3 Omar Ardila Murcia..........................................................................................9 Ingrid González...............................................................................................11 Sergio Antonio Chiappe...................................................................................14 Diana Carolina Daza Astudillo.........................................................................16 Amadeus Alessandro Longas...........................................................................19 Flóbert Zapata Arias........................................................................................ 22 Felipe Donoso Suárez......................................................................................25 Mónica Patricia Ossa Grain..............................................................................27 Martha Cecilia Ortiz Quijano...........................................................................29 María Fernanda Ceballos Calvache..................................................................34 Andrés Acosta Díaz.........................................................................................37 Johanna Marcela Rozo Enciso.........................................................................40 Aldemar González González...........................................................................43 Jairo Alberto López García..............................................................................47 Leandro A. Sabogal.........................................................................................50 Neftalí Eugenia Castillo.................................................................................. 56 Diego Alexander Vélez Quiroz........................................................................59 Yonny Vanegas................................................................................................64 Tomás Sanmiguel............................................................................................67 Gina Carrillo...................................................................................................72 Mauricio Rodríguez.........................................................................................76 Jorge Carlos Ruiz De la Quintana.....................................................................81 Juan Carlos Acevedo Ramos............................................................................84 Dufay Bustamante...........................................................................................87 Orlando González Hernández..........................................................................88 Carolina Romero Ulloa....................................................................................92 Aura Yohana Villota.........................................................................................95 Omar Garzón Pinto..........................................................................................98 Xavier Tristán De Las Casas.........................................................................101 Epílogo..........................................................................................................108 {111}