La práctica educativa, como enseñar. Antoni Zabala Uno de los objetivos de cualquier buen profesional consiste en ser cada vez más competente en su oficio. Esta mejora profesional generalmente se consigue mediante el conocimiento y la experiencia: el conocimiento de las variables que intervienen en la práctica y la experiencia para dominarlas. La experiencia, la nuestra y la de los otros enseñantes. El conocimiento, aquél que proviene de la investigación, de las experiencias de los otros y de modelos, ejemplos y propuestas. Pero ¿cómo podemos saber si estas experiencias, modelos, ejemplos y propuestas son adecuados? ¿Cuáles son los criterios para valorarlos? Tal vez la respuesta nos la proporcionen los resultados educativos obtenidos por los chicos y las chicas. Pero ¿con esto basta? Porque, en este caso, ¿a qué resultados nos referimos? ¿A los mismos para todos los alumnos independientemente del punto de partida? ¿Y teniendo o sin tener en cuenta los condicionantes que nos encontramos y los medios de que disponemos? ofrecer unos instrumentos que nos ayude, a interpretar lo que sucede en el aula, conocer mejor lo que se puede hacer y lo que escapa a nuestras posibilidades; saber qué medidas podemos tomar para recuperar lo que funciona y generalizarlo, así como para revisar lo que no está tan claro.
Enseñar o el oficio de aprender; Santos Guerra Este libro es necesario leerlos para nuestra formación, simplemente por el mismo nombre, “Enseñar”, nos invita a los futuros profesores a aprender y debemos tener la capacidad de siempre estar aprendiendo. El maestro debe dudar de sus propios conocimientos y estar en constante actualización, ósea que no por tener un buen curriculum piense que ya lo sabe todo, por lo tanto no hay que caer en el conformismo ni en la rutina.